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DERECHO AMBIENTAL Y ÉTICA

Cristian Arbey Zapata

EJE 3
Pongamos en práctica
Introducción 3

Atmósfera 4

Los límites de emisión para la calidad del aire 7

La contaminación auditiva 12

Los olores ofensivos 16

Agua 17

El agua como recurso a abastecer 20

Los Pomca y los PMA para el recurso del agua 21

La planificación estratégica y el monitoreo 22

La tasa por utilización de aguas 23

El agua como receptor de desechos 23

El agua como sujeto de derechos 25

Herramientas éticas 28

Bibliografía 30
Introducción

Este módulo está enfocado en los principales retos relacionados con estos recur-
sos que se tienen a nivel local.

Se pretende incentivar un ejercicio de reflexión sobre cómo dichas normas pue-


den o no encajar dentro de los casos que la realidad va generando, algunos de
especial dificultad, pues los matices y aristas que los fenómenos ambientales pre-
sentan son a menudo impredecibles, y los supuestos que consagran las normas se
muestran rezagados ante los retos que la moderna sociedad, sus avances tecnoló-
gicos y sus actividades extractivistas masificadas y complejizadas.

Se verán, entonces, cuáles han sido las principales herramientas y recursos que
desde el derecho se han ideado para tratar de equiparar en algo, los ritmos de
producción normativa, con las actividades que diario ejecuta una sociedad. Ese
ejercicio de reflexión debe llevar a preguntarse y saber responder, la pregunta de
cuál es el nivel de degradación ambiental que irremediablemente está dispuesta
a soportar una sociedad, en su tránsito por la mejoría de las condiciones de vida.
Atmósfera
Según nuestra Resolución
610 de 2010 del Ministerio
del Ambiente, la atmósfe- Muestra de eso son los
ra es “la capa gaseosa que tratados internaciona-
rodea a la Tierra”. El trata- les ya reseñados, como el 1. Los límites de
miento jurídico a las accio- Protocolo de Kyoto, o los misión para la
e
nes contaminantes a la at- Acuerdos de París. Colom- calidad del aire.
mósfera involucra uno de bia aporta, respecto al res-
los fenómenos ambientales to del mundo el 0,4 % del 2. La contaminación au-
más importantes a nivel total de gases de efectos ditiva.
mundial, que está compro- invernadero a la atmósfe-
metiendo la supervivencia ra. Sin embargo, dentro de 3. Los olores
misma de la vida como se sus compromisos está el ofensivos.
conoce. Hablamos del ca- reducir su número de emi-
lentamiento global, fruto de siones hasta en 20 % para La atmósfera en Colom-
la emisión de los gases de los próximos años. bia se cuida entonces desde
efecto invernadero. el punto de vista de la ca-
Pero, además del calen- lidad del aire respirable, el
Por ello se ha avanzado tamiento global, existen ruido y los olores. En nuestro
en instrumentos jurídicos también otros problemas ordenamiento jurídico, las
que obligan a la aplicación de degradación de la at- normas sobre la atmósfera
del principio “pensar global, mósfera de corte mucho no tienen el rango de ley.
actuar local”. más local y para los que el Esta es una primera defi-
país ha tratado de aplicar ciencia que se puede detec-
una normatividad propi- tar, pues la protección está
cia. Aquí nos ocuparemos consagrada en normas de
de tres problemas locales niveles menores, como son
concretos: los decretos y las resolu-
ciones. Esto implica que su
modificación, conocimiento
y plena aplicación sean mu-
Emisión cho más limitados.
Descarga de una sustancia o elemento al aire,
en estado sólido, líquido o gaseoso, o en alguna
combinación de estos, provenientes de una
fuente fija o móvil.

Aire
Fluido que forma la atmósfera de la Tierra,
constituido por una mezcla gaseosa cuya
composición normal es de por lo menos 20 %
de oxígeno, 77 % de nitrógeno y proporciones
variables de gases inertes y vapor de agua en
relación volumétrica.

Derecho ambiental y ética - eje 3 Pongamos en práctica 5


Veamos algunas normas relacionadas:
Decreto 948 • Contiene el reglamento para la protección y el control de la calidad del aire.
de 1995 • Establece las medidas y acciones a tomar para los momentos de crisis en la cali-
dad del aire.
• Establece los niveles de prevención, alerta y emergencia a declarar.
• Clasifica las fuentes contaminantes del aire en fuentes móviles y fuentes fijas.
• Impone y regula los permisos de emisión atmosférica.
• Impone mecanismos de monitoreo para las fuentes móviles.
• Habla de los olores ofensivos como fenómeno de contaminación del aire e impo-
ne tratamientos para este.
• Impone tratamientos al fenómeno de la contaminación auditiva, y sectoriza las
zonas de emisión de ruido.
• Consagra las competencias y funciones de las entidades en relación con la cali-
dad del aire.
Resolución • Establecen los topes máximos permitidos de contaminantes al aire, distinguien-
601 de 2006 y do cada elemento contaminante.
Resolución 610 • Establece límites de exposición a contaminantes, en años, días y horas.
de 2010, del • Consagra los procedimientos para las mediciones de la calidad del aire.
Ministerio del • Consagra los topes para declarar los niveles de prevención, alerta y emergencia
Ambiente. en relación con la calidad del aire.
• Consagra los topes máximos permitidos para los contaminantes del aire no con-
vencionales de efectos cancerígenos.
• Trae un listado de las principales sustancias generadoras de olores ofensivos.
Resolución • Dicta normas sobre protección y conservación de la Audición de la Salud y el
8321 de 1983, bienestar de las personas.
del Ministerio • Define el fenómeno de contaminación auditiva.
de Salud. • Distingue las clases de contaminación entre ruido impulsivo y ruido continuo.
• Consagra unos niveles máximos de presión sonora, dependiendo de si se trata de
zonas residenciales, comerciales, industriales o de tranquilidad.
• Consagra unos topes máximos de ruido generado por vehículos.
Resolución • Distingue entre ruido y ruido ambiental.
627 de 2006 • Impone otros límites de generación, expresados en decibeles, para ambas clases
del Ministerio de ruido, creando una nueva sectorización, y discriminando los horarios diurnos y
del Ambiente. nocturnos.
• Establece el procedimiento para las mediciones del ruido y la preparación de los
equipos.
• Impone la obligación para las autoridades ambientales de generar mapas de
ruido, y anexarlos como parte de los Planes de ordenamiento territorial.
Resolución • Establece los límites permisibles de las sustancias generadoras de olores ofensi-
1541 de 2013, vos.
del Ministerio • Estableció el procedimiento para quejas por olores ofensivos.
del Ambiente • Creó la obligación de contar con los PRIO, a las actividades que generen olores
ofensivos.
Tabla 1. Principales normas relacionadas con el cuidado de la atmósfera.
Fuente: propia.

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Los límites de emisión para la calidad del aire

Figura 1.
Fuente: shutterstock/ 576032044

Para empezar, las normas antes reseñadas obligan a que se tengan que diferenciar
las fuentes de emisión de materiales contaminantes al aire. Las fuentes móviles y las
fuentes fijas.

El Decreto 948 de 1995 consagra que una fuente de emisión es: “Toda actividad,
proceso u operación, realizado por los seres humanos, o con su intervención, susceptible
de emitir contaminantes al aire”. Al tiempo que define la inmisión como la “Transferen-
cia de contaminantes de la atmósfera a un receptor. Se entiende por inmisión la acción
opuesta a la emisión”.

””
Y en cuanto a las fuentes fijas y móviles las define así:

Fuente fija: es la fuente de emisión situada en un lugar determinado e


inamovible, aun cuando la descarga de contaminantes se produzca en forma
dispersa.

Fuente móvil: es la fuente de emisión que, por razón de su uso o propósito, es


susceptible de desplazarse.

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Se puede hacer la siguien-
te asociación: por fuentes
fijas de contaminación, se
entienden las chimeneas y
demás actividades fabriles, En el caso de las fuentes
entre otras; y, por fuentes móviles, los vehículos, los
móviles se entienden los ve- controles se dan a partir de
la exigencia de catalizado- Esos topes máximos ge-
hículos automotores.
res y demás instrumentos nerales están discrimina-
de filtración, así como las dos dependiendo de dos
El tratamiento para am-
revisiones periódicas en los asuntos: 1) la clase de con-
bas es distinto. En el caso
centros de diagnóstico au- taminante; 2) el lapso de
de las fuentes fijas, los con-
tomotriz, donde se deben exposición de las personas
troles para la emisión de los
vigilar los niveles de emisión a ese contaminante.
materiales contaminantes
al aire se dan, exigiendo que de gases y demás conta-
minantes. También, existen Los contaminantes del
estas tengan un permiso
controles esporádicos que aire según la norma son
de emisiones atmosféricas,
pueden hacer las autorida- los siguientes: el dióxido de
que lo conceden las corpo-
des ambientales. La infrac- azufre (SO2), el dióxido de
raciones autónomas regio-
ción a estos controles con- nitrógeno (NO2), el ozono
nales (CAR) por un tiempo
lleva la inmovilización del (O3), el monóxido de car-
determinado, y señalando
vehículo y sanciones por las bono (CO) y el material
los compuestos a emitir, así
autoridades de tránsito y particulado.
como los compromisos de
mitigación que esa fuente transportes, así como san-
ciones de tipo ambiental. Este último es el de ma-
tendrá para contrarrestar
yor atención en la actua-
esa acción contaminante.
Esto en lo que tiene que lidad pues ha generado
La infracción a esos permi-
ver con los topes máximos los peores episodios críti-
sos de emisiones, conlleva el
individuales que se deben cos de calidad del aire en
cierre del establecimiento, la
respetar de contaminación ciudades como Bogotá o
suspensión de la actividad y
al aire. No obstante, existen Medellín. Por material par-
una sanción ambiental.
también unos topes máxi- ticulado se entiende a esas
mos generales que remiten partículas suspendidas en
a la sumatoria de toda la el aire que pueden llegar a
carga contaminante que el ser inhaladas. Esas partí-
aire tenga, independiente culas son diminutas, de 10
de la fuente. micrómetros (MP 10), que
pueden llegar hasta los
pulmones, o, incluso más
diminutas, de hasta 2,5
micrómetros, que pueden
llegar hasta el torrente
sanguíneo.

Derecho ambiental y ética - eje 3 Pongamos en práctica 8


De otro lado, la norma distingue lapsos para fijar los topes máximos permitidos. Se
habla entonces de límites de exposición diarios, anuales e, incluso, para algunos conta-
minantes, límites de exposición por horas. Esos límites de contaminación al aire para
cada uno de los compuestos, expresados en micrómetros por metro cúbico, y sus inter-
valos de tiempo, se pueden comprender mejor con la siguiente tabla:

Contaminante Unidad Límite máximo permisible Tiempo de exposición


PST µg/m3 100 Anual
300 24 horas
PM lo µg/m3 50 Anual
100 24 horas
PM 2.5 lig/m3 25 Anual
50 24 horas
SO2 µg/m3 80 Anual
250 24 horas
750 3 horas
NO2 µg/m3 100 Anual
150 24 horas
200 1 hora
3 lig/m3 80 (0,041 ppm) 8 horas
120 (0,061 ppm) 1 hora
CO µg/m3 10,000 8 horas
40,000 1 hora
Tabla 2. Niveles máximos permisibles de contaminantes al aire.
Fuente: Resolución 610 del 24 de marzo de 2010 del Ministerio de Ambiente.

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Ahora bien, la norma también permite Finalmente, la norma trae dos herra-
que esos límites máximos, que se imponen mientas para tratar esos sucesos de con-
de manera nacional, puedan ser modifica- taminación, dependiendo, básicamente
dos por parte de las autoridades regiona- de la regularidad con la que se presente
les; únicamente para ser más rigurosos y no ese suceso. Se debe entonces distinguir si
más laxos. Ello, porque en ocasiones puede el suceso de contaminación es episódico,
que un lugar en específico necesite de ni- esto es, temporal, atípico, impredecible y
veles más restrictivos que los de la norma pasajero, o si, caso contrario, se trata de
nacional, dado que tenga particularidades, un suceso crónico, eso es, continuo, regu-
por ejemplo, climatológicas, que agraven lar y con una presencia predecible. Cuando
la contaminación del aire. Es el caso de la se trata de un suceso meramente episódi-
ciudad de Medellín, Antioquia, que, por es- co, la norma habla de atender a la decla-
tar localizada en un valle estrecho, y empa- ración de los niveles de prevención, aler-
redado por grandes montañas, genera un ta y emergencia, y tomar ciertas medidas
fenómeno meteorológico conocido como la temporales para cada uno de ellos, como
inversión térmica, que agrava la situación la suspensión de chimeneas y la restricción
de su mala calidad de aire y demanda lími- de vehículos en ciertos horarios. Dichos ni-
tes y herramientas jurídicas más restrictivas veles se definen en el Decreto 948 de 1995,
que los que trae la norma nacional. así:

TIPO DE NIVEL A DESCRIPCIÓN


DECLARAR
Es aquel en cual la concentración de contaminantes en el aire
NIVEL NORMAL y su tiempo de exposición o duración son tales, que no se pro-
(NIVEL I). ducen efectos nocivos, directos ni indirectos, en el medioam-
biente o la salud humana
Es aquel que se presenta cuando las concentraciones de los
NIVEL DE contaminantes en el aire y su tiempo de exposición o duración,
PREVENCIÓN causan efectos adversos y manifiestos, aunque leves, en la sa-
(NIVEL II). lud humana o en el medioambiente tales como irritación de las
mucosas, alergias, enfermedades leves de las vías respiratorias,
o efectos dañinos en las plantas, disminución de la visibilidad u
otros efectos nocivos evidentes.
Es aquel que se presenta cuando la concentración de conta-
minantes en el aire y su duración o tiempo de exposición, puede
NIVEL DE ALERTA causar alteraciones manifiestas en el medioambiente o la sa-
(NIVEL III). lud humana y, en especial, alteraciones de algunas funciones
fisiológicas vitales, enfermedades crónicas en organismos vivos
y reducción de la expectativa de vida de la población expuesta.
Es aquel que se presenta cuando la concentración de conta-
NIVEL DE minantes en el aire y su tiempo de exposición o duración, puede
EMERGENCIA causar enfermedades agudas o graves u ocasionar la muerte
(NIVEL IV). de organismos vivos, y en especial de los seres humanos

Tabla 3.
Fuente: propia.

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En el otro evento, cuando el suceso de contaminación ya se ha vuelto crónico, esto es,
o que se mantiene en el tiempo, o que llega siempre con regularidad, la norma ordena
el tener que buscar las zonas que se deben declarar área fuente. Y área fuente se define
cómo: “una determinada zona o región, urbana, suburbana o rural, que, por albergar
múltiples fuentes fijas de emisión, es considerada como un área especialmente genera-
dora de sustancias contaminantes del aire”, según el Decreto 948 de 1995.

Cuando se declara un área fuente se pueden tomar medidas definitivas como adop-
tar niveles de contaminación más restrictivos que los nacionales y restringir los permisos
de emisiones y la circulación de cierto parque automotor. Las varias clases de áreas
fuente y las medidas que trae el Decreto que se pueden sintetizar así:

CLASE DESCRIPICIÓN MEDIDAS A TOMAR


Clase I- áreas Excede la norma Restringir emisiones.
de contamina- anual en 75 % de los Medidas tomadas se ex-
ción alta. casos. tienden hasta por 10 años.

Clase II. áreas Excede a norma Restringir emisiones.


de contamina- anual entre 50 % y 75 Medidas se extienden has-
ción media. % de los casos. ta por 5 años.

Clase III. Áreas Excede la norma Controlar emisiones y


de contamina- anual entre 25 % y 50 reducir niveles. Medidas
ción baja. % de los casos. hasta por 3 años.

Clase IV. Áreas Excede la norma Reducir o mantener es-


de contamina- anual entre 10% y 25 % tables los niveles.
ción marginal. de los casos.

Tabla 4. Distintas clases de áreas fuentes.


Fuente:propia.

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La contaminación auditiva

La Resolución 8321 de 1983, del Ministerio de Salud, vigente todavía, consagra que
se tiendo por “Contaminación por ruido: cualquier emisión de sonido que afecte ad-
versamente la salud o seguridad de los seres humanos, la propiedad o el disfrute de la
misma”. Así mismo, consagra unos niveles permitidos de presión sonora, expresados en
decibeles, y diferenciando cuatro clases de zonas receptoras, así como dos tipos de ho-
rarios; ello se puede entender en la siguiente tabla.

ZONAS RECEPTORAS Periodo diurno Periodo nocturno


7:01 a. m. - 9:00 p. m. 9:01 a. m. - 7:00 p. m.
Zona I Residencial 65 decibeles 45 decibeles
Zona II Comercial 70 decibeles 60 decibeles
Zona III Industrial 70 decibeles 75 decibeles
Zona IV de Tranquilidad 45 decibeles 45 decibeles
Tabla 5.
Fuente: Resolución 8321 de 1983 del Ministerio de Salud.

De igual manera, la misma Resolución consagró también los niveles máximos de rui-
do, permitidos para vehículos:

TIPO DE VEHÍCULO NIVEL SONORO dB


(A)
Menos de 12 toneladas 83
De 2 a 5 toneladas 85
Más de 5 toneladas 92
Motocicletas 86 dB (A)

Tabla 6.
Fuente: Resolución 8321 de 1983 del Ministerio de Salud.

El nivel de detalle fue tal, que dicha resolución llega a consagrar lo siguiente:

””
Artículo 32. Ninguna persona accionará o permitirá hacer sonar boci-
nas y sirenas de cualquier vehículo de motor en las vías públicas o en
predios originadores de sonido innecesariamente, excepto como una
señal de peligro o en casos de emergencia definidos en este Resolución.

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””
Lo que demás va en armonía con lo contemplado en el Decreto 948 de 1995:

Artículo 59.-  Claxon o Bocina y Ruido en Vehículos de Servicio Público.  El


uso del claxon o bocina por toda clase de vehículos estará restringido, con-
forme a las normas que al efecto expidan las autoridades competentes.

Los vehículos de servicio público de transporte de pasajeros, tales como


buses y taxis, no podrán mantener encendidos equipos de transmisio-
nes radiales o televisivas, que trasciendan al área de pasajeros, a vo-
lúmenes que superen el nivel de inteligibilidad del habla. Las autori-
dades ambientales establecerán normas sobre localización de alto-
parlantes en esta clase de vehículos y máximos decibeles permitidos.

””
Y para actividades de comercio, la Ley 232 de 1995, señala en su artículo 2° que:

... es obligatorio para el ejercicio del comercio que los establecimientos


abiertos al público reúnan los siguientes requisitos: ... Cumplir con todas
las normas referentes al uso del suelo, intensidad aAuditiva, horario, ubi-
cación y destinación expedida por la autoridad competente del respectivo
municipio.

Y de otro lado, el artículo 15 del Decreto 948 de 1995, también trae su propia zonifica-
ción para establecer los límites de ruido permisibles.

1. Sectores A. (Tranquilidad y Silencio), áreas urbanas donde estén situados hospita-


les, guarderías, bibliotecas, sanatorios y hogares geriátricos.

2. Sectores B. (Tranquilidad y Ruido Moderado), zonas residenciales o exclusivamente


destinadas para desarrollo habitacional, parques en zonas urbanas, escuelas,
universidades y colegios.

3. Sectores C. (Ruido Intermedio Restringido), zonas con usos permitidos industriales


y comerciales, oficinas, uso institucional y otros usos relacionados.

4. Sectores D. (Zona Suburbana o Rural de Tranquilidad y Ruido Moderado), áreas


rurales habitadas destinadas a la explotación agropecuaria, o zonas residenciales
suburbanas y zonas de recreación y descanso.

Derecho ambiental y ética - eje 3 Pongamos en práctica 13


De esa forma, la Resolución 627 de 2006, del Ministerio del Ambiente, fijó sus topes de
emisión de ruido ambiental, de la siguiente manera:

Estándares máximos permisibles de


Sector Subsector niveles de emisión de ruido en dB(A)
Día Noche
Sector A. Tran- Hospitales, bibliotecas, guarderías, sa-
55 50
quilidad y Silencio natorios, hogares geriátricos.
Zonas residenciales o exclusivamente
destinadas para desarrollo habitacional,
Sector B. Tran- hotelería y hospedajes.
quilidad y Ruido Universidades, colegios, escuelas, cen- 65 55
Moderado tros de estudio e investigación.
Parques en zonas urbanas diferentes a
los parques mecánicos al aire libre.
Zonas con usos permitidos industriales,
como industrias en general, zonas portua- 75 75
rias, parques industriales, zonas francas.
Zonas con usos permitidos comerciales,
como centros comerciales, almacenes, lo-
cales o instalaciones de tipo comercial, ta-
lleres de mecánica automotriz e industrial, 70 60
Sector C. Ruido centros deportivos y recreativos, gimna-
Intermedio Restrin- sios, restaurantes, bares, tabernas, disco-
gido tecas, bingos, casinos.
Zonas con usos permitidos de oficinas.
65 55
Zonas con usos institucionales.
Zonas con otros usos relacionados,
como parques mecánicos al aire libre,
80 75
áreas destinadas a espectáculos públicos
al aire libre.
Residencial suburbana.
Sector D. Zona
Rural habitada destinada a explotación
Suburbana o Rural
agropecuaria. 55 50
de Tranquilidad y
Ruido Moderado Zonas de Recreación y descanso, como
parques naturales y reservas naturales.
Tabla 7. Estándares máximos permisibles de niveles de emisión de ruido expresados en decibeles DB(A)
Fuente: Alcaldía Mayor de Bogotá.

Derecho ambiental y ética - eje 3 Pongamos en práctica 14


Finalmente, se debe reseñar la Sentencia T-099 de 2016, donde se habla de la conta-
minación auditiva como una vulneración al derecho fundamental a la tranquilidad, que
es solo una derivación de la intimidad, según la Corte Constitucional. Allí se resaltó que
es función de las autoridades ambientales, pero también de las autoridades municipa-
les, a través de sus funciones de policía, el velar por el cumplimiento de las normas sobre
ruido.

Figura 2.
shutterstock/310399562

Derecho ambiental y ética - eje 3 Pongamos en práctica 15


Los olores ofensivos

La Resolución 1541 de 2013 del Ministerio del Ambiente instauró los límites permisibles
para las sustancias generadoras de olores ofensivos en el aire. También consagró el pro-
cedimiento para atender las quejas por esta clase de olores y las entidades encargadas
de investigar y sancionar. A su vez, trajo un listado de actividades generadoras de olores
ofensivos que necesitan controlarse, y las sustancias químicas que generan.

Actividad Sustancia

Procesamiento y conservación de carne, pescado, Azufre Total Reducido (TRS)


crustáceos y moluscos.
Fabricación de productos de la refinación del Sulfuro de hidrógeno (H2S)
petróleo. Amoníaco (NH3)
Fabricación de pulpas (pastas) celulósicas; papel y Azufre Total Reducido (TRS)
cartón.
Curtido y recurtido de cueros; recurtido y teñido de Sulfuro de hidrógeno (H2S)
pieles. Amoníaco (NH3)

Tratamiento y disposición de desechos no Sulfuro de hidrógeno (H2S)


peligrosos y estaciones de transferencia. Amoníaco (NH3)
Planta de tratamiento de aguas residuales. Sulfuro de hidrógeno (H2S)
Actividades que capten agua de cuerpos de agua Sulfuro de hidrógeno (H2S)
receptores de vertimientos.
Tratamiento térmico de subproductos de animales. Amoníaco Sulfuro de hidró-
geno (112S)
(NH3)
Unidad de producción pecuaria. Sulfuro de hidrógeno (H2S)
Amoníaco (NH3)
Otras actividades Sulfuro de hidrógeno (H2S)
Amoníaco (NH3)
Tabla 8. Sustancias de olores ofensivos por actividad.
Fuente: Resolución 1541 de 2013 del Ministerio del Ambiente.

Finalmente, la misma norma consagra que estas actividades deben contar con Plan
de Reducción de Impacto por Olores Ofensivos, PRIO, que debe ser exigido y monitorea-
do por la autoridad ambiental, quien puede suspender la actividad si no se cuenta con
el mismo.

Derecho ambiental y ética - eje 3 Pongamos en práctica 16


Agua
El agua cubre el 75 % de la superficie del
planeta. Se encuentra en varios estados -lí-
quida, sólida, evaporada- y presentaciones
-nieve, granizo, niebla-. Es la base de la vida
y de la mayoría de actividades. Según pro-

””
yecciones hechas por Andaluz (2006):

Una persona necesita aproximadamen-


te 50 litros de agua diariamente para cu-
brir sus necesidades básicas (comida, be-
bida, higiene y saneamiento). Mientras
que la actividad agraria es la que más re-
curso hídrico demanda, pues se necesitan
15 metros cúbicos para producir un kilo
de carne y tres para un kilo de cereales.

Se le pueden sumar cálculos esgrimidos


por nuestras Corte Constitucional, que
afirma que se necesitan 17 litros de agua
para producir un solo grano de café 477 li-
Figura 1.
tros para producir un gramo de oro (Corte shutterstock/ 178274912
Constitucional, 2016).
Aunque existe una cantidad de agua fija en la Tierra se lo considera un recurso reno-
vable porque participa del ciclo hídrico, el que, de no interrumpirse, permite gozar del
recurso indefinidamente. El ciclo del agua es impulsado por la evaporación solar, así la
humedad sale de la superficie de la tierra hacia la atmósfera y vuelve en forma de lluvia,
nieve, granizo, garúa, etc. Cuando el agua vuelve a la tierra una parte se evapora in-
mediatamente, otra se escurre hacia riachuelos, ríos, represas, lagos o los océanos; otra
parte se deposita en los nevados; otra cantidad va al suelo manteniéndose allí (hume-
dad del suelo) o se infiltra formando la capa freática (mantos acuíferos), una cantidad
importante es absorbida por las plantas y es transpirada luego por las hojas volviendo
de nuevo al aire.

Colombia es una sociedad hídrica: arterias fluviales en todo el territorio, dos océanos,
la mitad de los páramos del mundo, grandes reservas de acuíferos subterráneos y más
de la mitad de su territorio susceptible de ser humedal o manglar. Paradójicamente,
nunca ha habido en el país un ordenamiento del territorio en torno al agua. Todo lo con-
trario, se suele ignorar el factor del agua, lo que genera grandes traumas posteriores.
Para hacerse a una idea: “Más del 80 % de las cabeceras municipales se abastece de
fuentes pequeñas (arroyos, quebradas, riachuelos) con bajas condiciones de regulación
y alta vulnerabilidad” (Ministerio de Ambiente, 2010). Ello, sumado a las “Frecuentes
inundaciones o sequias que disminuyen la oferta del recurso hídrico, especialmente en
época de influencia de los fenómenos de El Niño y de La Niña, respectivamente” (Minis-
terio de Ambiente, 2010).

Derecho ambiental y ética - eje 3 Pongamos en práctica 18


Existe en el país una Política Nacional para la Gestión Integral del Recurso Hídrico, for-
mulada el Ministerio del Ambiente. Allí se trazaron seis objetivos en el manejo del recurso
del agua, que tocan los temas de: la oferta, la demanda, la calidad, el riesgo, el fortale-
cimiento institucional y la gobernabilidad. De allí se transcribe el siguiente esquema de
compilado normativo sobre el agua.
Norma Número Año  
Ley 23 1973 Plantea la necesidad de proteger los recursos naturales, fija límites
mínimos de contaminación y establece sanciones por violación de las
normas. Se faculta al Presidente de la República para expedir el Código
de los Recursos Naturales y de Protección al Medio Ambiente.
Decreto 2811 1974 Por el cual se dicta el Código Nacional de Recursos Naturales Renova-
Ley bles y de Protección al Medio Ambiente.
Decreto 1449 1977 Por el cual se reglamentan parcialmente el inciso 1 del numeral 5 del
artículo 56 de la Ley 135 de 1961 y el Decreto Ley 2811 de 1974, parcial-
mente derogado Ley 79 de 1986. Ley 373 de 1997 y el decreto 1791 de
1996.
Ley 10 1978 Por medio de la cual se dictan normas sobre mar territorial, zona eco-
nómica exclusiva, plataforma continental, y se dictan otras disposicio-
nes.
Decreto 1541 1978 Por el cual se reglamenta la Parte III del Libro II del Decreto - Ley 2811
de 1974: “De las aguas no marítimas” y parcialmente la Ley 23 de 1973.
Decreto 1875 1979 Por el cual se dictan normas sobre la prevención de la contaminación
del medio marino y se dictan otras disposiciones.
Decreto 1594 1984 Por el cual se reglamenta parcialmente el Título I de la Ley 9 de 1979, al
como el Capítulo II del Título VI -Parte III- Libro II y el Título III de la Parte
III -Libro I- del Decreto - Ley 2811 de 1974 en cuanto a usos del agua y
residuos líquido.
Ley 1875 1993 Por la cual se crea el Ministerio del Medio Ambiente, se reordena el
sector público encargado de la gestión y conservación del medio am-
biente y los recursos naturales renovables, se organiza el Sistema Nacio-
nal Ambiental—SIMA- y se dictan otras disposiciones.
Ley 161 1994 Por la cual se organiza la Corporación Autónoma Regional del Rio
Grande de La Magdalena, se determinan sus fuentes de financiación y
se dictan otras disposiciones.
Decreto 1600 1994 Por el cual se reglamenta parcialmente el Sistema Nacional Ambien-
tal -SINA- en relación con los Sistemas Nacionales de Investigación Am-
biental y de Información Ambiental.
Decreto 1933 1994 Por el cual se reglamenta el artículo 45 de la Ley 99 de 1993.
Ley 373 1997 Por la cual se establece el programa para el uso eficiente y ahorro del
agua.
Decreto 1729 2002 Por el cual se reglamenta la Parte XIII <sic>. Titulo 2, Capítulo III del
Decreto-Ley 2811 de 1974 sobre cuencas hidrográficas, parcialmente el
numeral 12 del artículo 5° de la Ley 99 de 1993 y se dictan otras disposi-
ciones.
Tabla 1.
Fuente: Ministerio de Ambiente

Derecho ambiental y ética - eje 3 Pongamos en práctica 19


El agua como recurso a abastecer

Figura 2.
Fuente: Shutterstock/26841334
Es de mencionar que el acceso al agua es un derecho fundamental, según los tra-
tados internacionales suscritos por Colombia y la Sentencia T-740 de 2011 de la Corte
Constitucional.

””
Así mismo, el Decreto 1729 de 2002, define cuenca así:

El área de aguas superficiales o subterráneas, que vierten a una red natural


con uno o varios cauces naturales, de caudal continuo o intermitente, que con-
fluyen en un curso mayor que, a su vez, puede desembocar en un río principal,
en un depósito natural de aguas, en un pantano o directamente en el mar.

El agua entonces, es un recurso que demanda tres acciones del Estado: 1) monitoreo;
2) planificación y 3) ordenación de sus fuentes. Estas acciones se pueden resumir en los
siguientes instrumentos concretos de gestión para el recurso agua.

Derecho ambiental y ética - eje 3 Pongamos en práctica 20


””
La obligación para que las entidades
territoriales adquieran, bajo cualquier
título, los predios donde existen naci- Artículo 111º.- Adquisición
mientos de agua o sean importantes de Áreas de Interés para
Acueductos Municipales.
para el cuidado de las fuentes hídricas.
Declárense de interés público
las áreas de importancia
Esto es una clara obligación legal que estratégica para la
obliga a las CAR y los municipios a tomar conservación de recursos
acciones para ubicar esos predios necesa- hídricos que surten de agua
rios para el cuidado del agua y garantizar los acueductos municipales y
su manejo haciéndose a su propiedad y distritales.
declarándolos de utilidad pública. Así se
consagra en el Código de Recursos Natu- Los departamentos y
municipios dedicarán durante
rales, artículo 69, literal c; en la Ley 99 de
quince años un porcentaje no
1993, artículo 107; en la Ley 373 de 1997,
inferior al 1 % de sus ingresos,
artículo 16; y, más recientemente, se rati- de tal forma que antes de
ficó en la Ley 1753 de 2015, que modificó a concluido tal período, haya
su vez el artículo 108 de la Ley 99, donde adquirido dichas zonas.
además se dijo que la adquisición de esos
predios de interés para el cuidado del agua La administración de estas
se debe hacer con la activa participación zonas corresponderá al
de la sociedad civil. respectivo distrito o municipio
en forma conjunta con la
respectiva Corporación
Para que no cupieran dudas al respec-
Autónoma Regional y con la
to, el artículo 111 de esa misma Ley 99, de opcional participación de la
1993, también fue modificado en los si- sociedad civil.
guientes términos:

Los Pomca y los PMA para el recurso del agua

El primer instrumento de ordenación en torno al agua, son los Programas de Ordena-


ción y Manejo de la Cuenca, Pomca, creados mediante el Decreto 1729 de 2002, y cuyos
criterios de estructuración se dan en el Decreto 1640 de 2012. Para su diseño y ejecución,
se tiene también un órgano de participación de la ciudadanía, denominado el Consejo
de la Cuenca, cuya conformación y funcionamiento está reglamentada en la Resolución
509 de 2013, del Ministerio del Ambiente.

Este instrumento se debe aplicar para las grandes cuencas susceptibles de ordena-
ción. En la actualidad en el país hay más de 400 Pomca ya diseñados y en ejecución.

Así mismo, para las microcuencas y las aguas subterráneas, ubicadas en sitios don-
de no hay un plan de ordenación, la norma exige que cuenten con un plan de manejo
ambiental. Existen guías técnicas, de muchas autoridades ambientales, que indican los
pasos para la formulación de los Pomca y de los planes de manejo ambiental para las
microcuencas.

Derecho ambiental y ética - eje 3 Pongamos en práctica 21


La planificación estratégica y el monitoreo

Figura 3.
Fuente. Ministerio de Ambiente. (2010)

Estos instrumentos se reservan paras las cuencas de especial importancia, y se rea-


lizan por el Ministerio de Ambiente y el Ideam. En la actualidad, hay cinco cuencas de
mayor relevancia que son objeto de planificación estratégica y 41 zonas geográficas a
las que se les impuso deberes de monitoreo. La figura ilustra las diversas clases de cuen-
cas, y los instrumentos de gestión con los que se les trata.

Derecho ambiental y ética - eje 3 Pongamos en práctica 22


La tasa por utilización de aguas • En cuerpos de agua que la autoridad
ambiental competente declare total o
Otro instrumento de gestión al recurso parcialmente protegidos.
natural del agua es la tasa por utilización
de aguas, que se entiende como una carga • En calles, calzadas y canales o sistemas
de alcantarillados para aguas lluvias,
tributaria que un usuario debe pagar por
cuando quiera que existan en forma se-
la utilización de un cuerpo de agua natural
parada o tengan esta única destinación.
para abastecerse en grandes cantidades.
El recaudo de dicho tributo se debe rein-
Aguas que admiten vertimientos
vertir en el cuidado de la cuenca. Esta tasa
ambiental se encuentra regulada en los A su vez, las aguas que sí admiten verti-
artículos 42 y 43 de la Ley 99 de 1993, y mientos, tienen también varios instrumen-
ha sido reglamentada por el Decreto 3100 tos de gestión desde la norma, que se ex-
de 2003, modificado por el 3440 de 2004. ponen a continuación.
A su vez, se han expedido las Resoluciones
1433 de 2004 y 2145 de 2005 por parte del Los permisos de vertimientos. Un
Ministerio de Ambiente. permiso de vertimiento es una autoriza-
ción dada por la autoridad ambiental para
El agua como receptor de desechos verter compuestos en un cuerpo de agua,
condicionado a que haya un tratamiento
La norma también considera al agua, ya
que garantice que bajo varios parámetros
no como recurso a abastecer, sino como re-
el agente contaminante puede remover
ceptor de actividades contaminantes por el
entre el 80 % y el 99 % de la carga conta-
ser humano. Y desde este punto de vista en-
minante generada en el agua.
tonces, las aguas se clasifican en dos clases:
Vertimiento es a su vez toda descarga
Aguas que no admiten vertimientos
puntual o no puntual, directa o indirecta,
que se haga de un acuífero usado. Así mis-
Según los Decretos 1541 de 1978 y 3930
mo, el artículo 41 del mismo Decreto 3930
de 2010, los sitios donde no se admiten

””
de 2010, consagró lo siguiente:
vertimientos a las aguas son los siguientes:

• En las cabeceras de las fuentes de agua. Artículo 41. Requerimiento de permiso


de vertimiento. Toda persona natural
• En acuíferos. o jurídica cuya actividad o servicio
genere vertimientos a las aguas
• En los cuerpos de aguas o aguas costeras superficiales, marinas, o al suelo,
destinadas para recreación y usos afines. deberá solicitar y tramitar ante la
autoridad ambiental competente, el
• En un sector aguas arriba de las bocato- respectivo permiso de vertimientos.
mas para agua potable.
Parágrafo 1°. Se exceptúan del
permiso de vertimiento a los usuarios
Vertimiento
y/o suscriptores que estén conectados
Todas las descargas puntuales o no puntuales, directas o a un sistema de alcantarillado público.
indirectas, que se hagan de un acuífero que ha sido usado.

Derecho ambiental y ética - eje 3 Pongamos en práctica 23


Los permisos de vertimientos los otorgan las CAR, y su desacato e incumplimiento
acarrea la suspensión de la actividad contaminante y una sanción ambiental.

 Para sanear dudas al respeto, el Ministerio del Medioambiente promulgó la Resolu-


ción 631 de 2015, donde se cambió la metodología de medición de la calidad del agua
vertida, estableciendo que, en adelante, el control se seguirá realizando a partir de la
medición de la cantidad de sustancias descargadas, y no del proceso de tratamiento,
pasando al estándar de medición mg/L, y dejando el de kg/día, como se venía haciendo.
Dicha Resolución trae el anexo 2, detallando todas las actividades industriales, comer-
ciales o de servicios, objeto de control por vertimientos.

La tasa retributiva para las descargas de agua.

La misma Resolución 631 de 2015 obliga al pago de una tasa ambiental retributiva por
el servicio de utilizar el cuerpo de agua como receptor de vertimiento. La cual debe liqui-
darse y cobrarse por la autoridad ambiental. Esta es otra clase de tasa como la explica-
da más arriba, donde se impone una carga tributaria a quien descargue contaminantes
en un cuerpo de agua de manera directa. Cuando se vierte al alcantarillado, la entidad
prestadora del servicio es quien la debe pagar. Estas tasas se encuentran reguladas en
el artículo 42 de la Ley 99 de 1993.

Figura 4.
shutterstock_60128515

Derecho ambiental y ética - eje 3 Pongamos en práctica 24


El agua como sujeto de derechos

No se puede finalizar este módulo dedicado al agua, sin mencionar dos fallos judicia-
les de suma trascendencia, dado que obligaron a replantear todo el tratamiento jurídico
que se le venía dando a los ríos. Esos fallos, son, en primer lugar, la sentencia del Consejo
de Estado sobre la problemática del río Bogotá, y la más reciente sentencia de la Corte
Constitucional sobre el río Atrato. Ambas aportaron nuevas luces sobre el régimen de
protección jurídico que se debe tejer en torno al agua, y plantearon una serie de tesis
novedosas que se pueden resumir en las siguientes.

1. La idea de que el río es un sistema complejo, y articulado con muchos otros ecosis-
temas, y que su tratamiento entonces debe ser integral, dado que, además, posee el dere-
cho a la restauración por sí solo, y no por la relación que tenga con las actividades humanas.

En la sentencia sobre el río Bogotá se habló de la necesidad de tratarse al río,


no solo como un cuerpo de agua aislado, sino como como un sistema hídrico inte-
grado por muchos subsistemas, Donde cada subsistema tiene un contexto diferen-
te, caracterizado por factores físicos, bióticos y socioeconómicos, y la solución en-
tonces a esos problemas diferentes, debe ser articulada, donde cada uno de esos
contextos debe confluir a un manejo integral de la problemática general del río.

Y en la sentencia sobre el río Atrato, la Corte con toda claridad afirmó:

””
RECONOCER al río Atrato, su cuenca y afluentes como una entidad sujeto
de derechos a la protección, conservación, mantenimiento y restauración...

En consecuencia, la Corte ordenará al Gobierno nacional que ejerza la tutoría


y representación legal de los derechos del río (a través de la institución que
el Presidente de la República designe, que bien podría ser el Ministerio
de Ambiente) en conjunto con las comunidades étnicas que habitan en
la cuenca del río Atrato en Chocó; de esta forma, el río Atrato y su cuenca
en adelante estarán representados por un miembro de las comunidades
accionantes y un delegado del Gobierno colombiano, quienes serán
los guardianes del río (Corte Constitucional, Sentencia T-622 de 2016).

Derecho ambiental y ética - eje 3 Pongamos en práctica 25


2. Desestima la idea falsa de que, tratándose de ecosistemas con un gra-
do de contaminación tan generalizado −que obedece a un factor de concen-
tración, donde la degradación se da por agentes difusos y no se puede saber a
ciencia cierta quién contamina y qué grado, dado que todos los hacen desde dis-
tintas posturas− no se puede hacer nada ni buscar responsabilidades individuales.

¿Quién puede ser el culpable de la contaminación del río Bogotá y del río Atra-
to? Todos desde distintas medidas. Sin embargo, estas sentencias dejaron claro que
eso no es excusa para la parálisis judicial. Y que todos deben asumir la culpa que les
corresponde, aún si han contaminado un río que ya estaba contaminado. La solución
que ambas sentencias encontraron, fue declarar responsables a todos los involucra-
dos, y a todos imponerles una carga que deben cumplir desde sus distintas posturas.

Así, por ejemplo, la sentencia del río Bogotá, a la hora de declarar responsabilidades afirmó:
Y la sentencia del río Atrato hizo lo mismo:

””
Declárense responsables de la catástrofe ambiental, ecológica y económico-social
de la cuenca hidrográfica del río Bogotá y de la contaminación de los ríos y quebra-
das afluentes del primero y de que dan cuenta las demandas, por acción a todos los
habitantes e industrias de la cuenca que desde hace no menos de treinta años han
venido realizando sus vertimientos domésticos e industriales, además de las malas
prácticas agropecuarias y de disposición de residuos sólidos, entre otras, todos ellos
como actores difusos, por omisión a la nación - Ministerio de minas y energía - Mi-
nisterio del Ambiente y desarrollo sostenible, Ministerio vivienda, ciudad y territorio,
Ministerio de salud y protección social, Ministerio del trabajo, Ministerio de agricultu-
ra y desarrollo rural, a la Corporación autónoma regional de Cundinamarca, - car, al
Departamento de Cundinamarca, al Distrito capital de Bogotá, y todos los munici-
pios aferentes a la cuenca (Consejo de estado, Sentencia del 28 de marzo de 2014).

””
3. Plantean la idea de que la solución para salvar estos ecosistemas hídricos, no consiste

DECLARAR la existencia de una grave vulneración de los derechos fundamentales a la vida,


a la salud, al agua, a la seguridad alimentaria, al medioambiente sano, a la cultura y al territo-
rio de las comunidades étnicas que habitan la cuenca del río Atrato y sus afluentes, imputable a las
entidades del Estado colombiano accionadas (Presidencia de la República, Ministerio de Interior, Mi-
nisterio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Ministerio de Minas y Energía, Ministerio de Defensa
Nacional, Ministerio de Salud y Protección Social, Ministerio de Agricultura, Departamento para la
Prosperidad Social, Departamento Nacional de Planeación, Agencia Nacional de Minería, Agencia Na-
cional de Licencias Ambientales, Instituto Nacional de Salud, Departamentos de Chocó y Antioquia,
Corporación Autónoma Regional para el Desarrollo Sostenible del Chocó -Codechocó-, Corporación
para el Desarrollo Sostenible del Urabá -Corpourabá-, Policía Nacional – Unidad contra la Minería
Ilegal, y los municipios de Acandí, Bojayá, Lloró, Medio Atrato, Riosucio, Quibdó, Río Quito, Unguía,
Carmen del Darién, Bagadó, Carmen de Atrato y Yuto -Chocó-, y Murindó, Vigía del Fuerte y Turbo
-Antioquia-), por su conducta omisiva al no proveer una respuesta institucional idónea, articulada,
coordinada y efectiva para enfrentar los múltiples problemas históricos, socioculturales, ambientales
y humanitarios que aquejan a la región y que en los últimos años se han visto agravados por la rea-
lización de actividades intensivas de minería ilegal (Corte Constitucional, Sentencia T-622 de 2016).

Derecho ambiental y ética - eje 3 Pongamos en práctica 26


en una orden judicial de aplicación inmediata. Dado que, en materia de derecho am-
biental, las órdenes judiciales inmediatas que mandan una orden de cumplimiento in-
mediato, son ineficaces. No serviría de nada que los jueces en la sentencia ordenaran
“no contaminar más” al río Bogotá o al río Atrato; pues esto involucra todo un sinnú-
mero de acciones y cambios que son imposibles de lograr de la noche a la mañana.

Lo que funciona en estos casos para de verdad ser eficaces, es que los jueces
dejen las órdenes inmediatas y, en cambio, procedan a dar “órdenes complejas”
de aplicación gradual y diferibles en el tiempo, cuyo complimiento se deba estar
siguiendo y monitoreando, y donde el juez se vuelva una especie de auditor
que constantemente está vigilando los avances del acatamiento de su orden.

Por eso la sentencia sobre el río Bogotá, ordena a muchas autoridades públicas y
privadas, el tener que diseñar un plan de descontaminación a largo plazo para el rio,
que puede llegar hasta a 20 años, donde se elaboren cronogramas y planes de acción
a seguir, con complimientos parciales que se logran a partir de ejecuciones graduales
en el tiempo. Y donde cada cierto tiempo se celebren audiencias de seguimiento en
las que el juez evalúe los avances en ese plan de descontaminación del río y castigue
a los responsables que se rezaguen en las acciones ordenadas.

Exactamente lo mismo, se ordenó en el caso del río Atrato, donde se pidió elaborar:

””
Un plan para descontaminar las fuentes hídricas del Chocó, comenzando por la
cuenca del río Atrato y sus afluentes, los territorios ribereños, recuperar sus ecosis-
temas y evitar daños adicionales al ambiente en la región. Este plan incluirá medi-
das como: (i) el restablecimiento del cauce del río Atrato, (ii) la eliminación de los
bancos de área formados por las actividades mineras y (iii) la reforestación de zo-
nas afectadas por minería legal e ilegal. Adicionalmente, este plan incluirá una se-
rie de indicadores claros que permitan medir su eficacia y deberá diseñarse y eje-
cutarse de manera concertada (Corte Constitucional, Sentencia T-622 de 2016).

Derecho ambiental y ética - eje 3 Pongamos en práctica 27


Herramientas éticas

El gestor ambiental, además del ser y el conocer, como se vio, fundamenta su pro-
fesión en el hacer. Sus tareas son eminentemente prácticas y sus actuaciones siempre
tienen como receptora a la comunidad. Pero su acción en la comunidad, ejecutada sin
atender los imperativos de la ética, se puede volver una llamada acción con daño. Como
cuando se justifican proyectos extractivistas en territorios étnicos sin atender a la cos-
movisión distinta que pueda manejar la comunidad receptora del mismo, lo que termina
menoscabando sus creencias y culturas.

Por eso, para evitar las acciones con daño, toda ejecución dentro de la comunidad ha
de basarse en atender los valores de la prudencia, la transparencia y la pertinencia.

Exige para el gestor


ambiental que toda
intervención en una
comunidad se haga
sobre la base de recono-
cer las limitaciones
propias en su actuar.
Prudencia
Evitando así generar
falsas expectativas,
promesas incumplidas,
y malestar social.

Transparencia

Alude a saber ejecutar la acción


adecuada, en el espacio ade-
cuado. Evitando las extrapola-
ciones mecánicas de modelos y
acciones que, mal transferidos,
pueden terminar degenerando
en efectos negativos para las Pertinencia
comunidades. Para ello es
necesario aludir a lo que se
conoce como el criterio diferen-
cial, y que exige atender las
necesidades especiales de un
sector especial, que exige solu-
ciones especiales también.
Figura 5.
Fuente: propia

Derecho ambiental y ética - eje 3 Pongamos en práctica 28


Lo invitamos a visitar el siguiente sitio web cuyo abordaje es fundamental para las
actividades de evaluación:

Visitar página

Biodiversidad como respuesta al cambio climático del Instituto


Alexander Von Humboldt.

http://bit.ly/2vRQh3x

Figura 6.
Fuente: shutterstock/ 69553438

Derecho ambiental y ética - eje 3 Pongamos en práctica 29


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