La filosofía primera, o ciencia del ser en cuanto tal, aparece como
una ontología general, pero a partir del libro “delta”, la metafísica aristotélica se transforma en Teología. En vez de un estudio del ser en general pasa a ser un estudio del ser en su sentido primordial. Después, en virtud de un análisis del ser concreto, singular, compuesto de materia y forma, descubre finalmente que lo que es, en sentido absoluto, es la sustancia inmaterial, la que es forma pura. El ser en cuanto tal no aparece entonces como el ser en general sino como el ser en sí, el absoluto, el acto puro. En Él no hay no hay potencialidad alguna. En el libro XII de la Metafísica se encuentra el argumento que utiliza Aristóteles para demostrar la existencia de Dios: partiendo del principio de “todo lo que se mueve es movido por otro”, analizando los diversos movimientos hasta llegar a los de los astros, concluye en la necesidad de que exista un motor inmóvil que sea fuente de movimiento y que no necesite ser movido por otro: este es precisamente Dios. Si Dios se moviera, ello denotaría imperfección por su parte, pues ello indicaría que con respecto a algo esta en potencia y necesita moverse para conseguirlo. Este Dios, a cuya existencia llega Aristóteles analizando metafísicamente el movimiento, es concebido esencialmente como pensamiento. De acuerdo con la supervaloración que hace Aristóteles de la vida contemplativa –en ella consiste la felicidad- es lógico que haya hecho consistir la esencia de Dios en pensamiento. Dios es forma pura sin materia, acto puro sin mezcla de potencialidad, realidad infinita, eterno, inmutable, separado de todas las cosas. Aristóteles identifica por primera vez lo inmaterial con el espíritu, pues sólo este está constantemente activo. Por eso es Dios la suprema realización del pensamiento. Este pensamiento no tiene por objeto las cosas externas, mudables, pues entonces introduciría mudanza en Dios. Su pensar es purísimo pensar en sí o la conciencia más perfecta de sí. Dios es el pensamiento que se piensa a sí mismo. Aristóteles llega ya a un alto concepto de Dios, pues: -Su monoteísmo está científicamente fundado. -Enseña un Dios trascendente distinto del mundo. -Identifica lo inmaterial con lo espiritual. Se comprende que Tomás de Aquino no se enlazara con Platón, sino con Aristóteles. Sin embargo este Dios no es aún el cristiano, pues: -Aristóteles no conoce la creación. -Rechaza la providencia. -Su Dios no es un ser personal.