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Procedencia de la limitación de la libertad religiosa por el poder público

1. ¿Qué es la libertad religiosa? (Faz subjetiva o objetiva “algo así dijo la


belén ese día”)

El pacto internacional de los Derechos del hombre establece que:

“ARTICULO 18. Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de


conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de
creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y
colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el
culto y la observancia.”

Así también el tribunal constitucional español desarrolla esta y establece que tiene
dos dimensiones

“la libertad religiosa tiene una doble dimensión: interna y externa. Así, la libertad
religiosa "garantiza la existencia de un claustro íntimo de creencias y, por tanto, un
espacio de autodeterminación intelectual ante el fenómeno religioso, vinculado a la
propia personalidad y dignidad individual" y, "junto a esta dimensión interna, esta
libertad incluye también una dimensión externa de agere licere, que faculta a los
ciudadanos para actuar con arreglo a sus propias convicciones y mantenerlas frente
a terceros"

Sin duda alguna la espiritualidad e intimas creencias de las personas atienden al


fuero interno, y en este sentido el estado estaría vedado de intervenir, ya que no
seria legitimo al Estado restringir el propio desarrollo de la persona, en este mismo
sentido señala el Profesor Humberto Nogueira pero este yendo más incluso señala
que el Estado no puede interferir con las acciones de basadas en estas intimas
convicciones desarrolle.

“El Estado está imposibilitado de penetrar en este ámbito, debiendo respetar el


proceso intelectual y la búsqueda de la verdad que desarrolle autónomamente la
persona, como, asimismo, su comportamiento externo conforme a su conciencia.”

2. Limitación del Estado ¿puede el estado limitarla? (es del todo necesaria
esta pregunta para fundamentar la todopoderosa ley)

Ciertamente que el Derecho a la libertad religiosa posee el estatus de Derecho


Humano, sin embargo, esto no significa que sea un Derecho absoluto, y este sujeto
a su restricción en determinadas situaciones y bajo ciertos respectos.

“Los derechos fundamentales, si bien no deben ser condicionados en cuanto a su


ejercicio, están sujetos a límites, explícitos o no. En palabras de José Luis Cea,
estos derechos se tratan "de atributos que jamás tienen alcance absoluto, pues si
lo poseyeran se convertirían en prerrogativas típicas de un déspota que obra, con
rasgos ilícitos o abusivos"1.
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Es así que el ejercicio de los derechos fundamentales se encuentra restringido por
determinadas exigencias propias de la vida en sociedad. Ello no se contrapone a la
convicción de entender que el Ser Humano ha de ser el centro de toda comunidad
organizada, sino, muy por el contrario, se vincula con un reforzamiento de las
garantías de una existencia plena, pacífica y respetuosa por los derechos y la
dignidad humana.”

A su respecto, el proceder del estado en ciertas limitaciones de los Derechos


fundamentales es necesaria y por lo tanto justificada en ciertos casos, sin embargo,
parece que esta conclusión en cuanto al Derecho de la libertad religiosa solo puede
ser aplicado a las manifestaciones externas, y cuando se vea que es necesario
realizarlas, en pro del bien común. ¿Qué sucede respecto al ámbito interno?,
¿podría el estado entrar a interferir con la libertad de conciencia?, perece que la
respuesta lógica es que no, que no se puede involucrar en algo tan intimo y menos
si este hecho no tiene consecuencia alguna en la realidad extensiva, perceptible,
material.

Sin embargo, el Estado en su forma de relacionarse con las personas puede


mediante las leyes mandar, prohibir o permitir determinadas conductas, y en Chile
por ejemplo el Estado financia en parte a las iglesias, permite que se imparta la
asignatura de Religión en los establecimientos públicos, subvenciona
establecimientos privados de carácter religioso, las iglesias tienen exención
impositiva, es decir, el Estado a pesar de ser un Estado Laico promueve
determinadas religiones, ¿no es esto también intervenir en el fuero interno?

3. ¿Por qué procede la limitación de esta?

Para desarrollar las limitaciones que el estado puede realizar respecto a la libertad
religiosa, hay que tratar por separado las dos fases antes descritas del Derecho a
la libertad religiosa, tanto la faz externa, es decir, el comportamiento externo del
sujeto en la realidad extensible, como la faz interna de las convicciones intimas de
que desarrolla cada persona parte de su desarrollo.

Faz externa: En este ámbito parece del todo razonable limitar el actuar de los
individuos cuando las acciones que realizan atentan contra el ordenamiento jurídico,
aquí hay un interesante limite que hay que tener en cuenta, que la mayoría de las
conductas que podrían considerarse nocivas para el Estado, su disvalor no proviene
del convencimiento intimo sino por sus consecuencias en el entorno, es por esto,
que al Estado no le interesa si una persona instala un aparato explosivo en una
zona concurrida porque son los designios divinos de una determinada practica
religiosa o es por el solo hecho de un ataque de ira, la prohibición no apunta a lo
que la desencadena sino a la materialización y concreción de esta.

¿Pero qué ocurre cuando la conducta no atenta contra lo establecido en el

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ordenamiento jurídico, pero sin embargo esto repercute en la libre determinación de
las convicciones intimas de los individuos?, ¿puede un creyente de cualesquiera
religiones realizar largas predicas en los espacios públicos sin intervenir en el
autónomo desarrollo de la conciencia?, ciertamente no, sin embargo, nuevamente
aquí hay que distinguir, entre actividades cuyo único fin es la celebración de un culto
y actividades de proselitismo.

Las actividades de celebración de culto: deben estar limitadas por el estado en


cuanto y como cualquier otra actividad pueda afectar el libre desenvolvimiento de
las personas, por ejemplo, en el caso de una peregrinación o una manifestación de
estudiantes, en forma no hay mayores diferencias y resguardos que los que
ordinariamente se deben tomar en relación a las concentraciones tumultuarias.

Las actividades de proselitismo: el Estado no puede ni debe. permitir, resguardar ni


promover religión alguna en cuanto al estado no les permitido intervenir en la
conciencia y como garante del libre y autónomo desarrollo de la conciencia tampoco
puede permitir que particulares intervengan en la esfera intima.

Faz interna: en este sentido al estado le esta vetado intervenir, ya que el Derecho a
la Libertad Religiosa conlleva en sí, no solo la facultad del libre ejercicio sino el deber
de abstención del Estado en su desarrollo.

Es más, el Estado debe prohibir y dejar de promover las religiones en cuanto a que
estas intervengan con el libre desarrollo de la personalidad, pero porque además el
promoverlas le es absolutamente estéril.

Según lo que plantea Kant en su Critica a la razón pura las ideas metafísicas o ideas
trascendentales no son más que una ilusión.

Kant parte explicando las condiciones de posibilidad del conocimiento, de este modo
distingue entre los juicios analíticos que son aquellos en que el predicado este
contenido en el sujeto, que contienen una información a priori, que no requiere de
un conocimiento basado en la experiencia, por ejemplo “un triangulo tiene tres
lados”, para poder plantear y saber que es cierto prescindimos totalmente del
conocimiento empírico, además de que tenga tres lados es lo que significa un
triángulo, por ende el predicado esta contenido en el sujeto, la información a priori
está en la mente del individuo. Son juicios universales y necesarios, pero no añaden
ningún tipo de conocimiento, la información expresada en el predicado ya está
contenida en el sujeto.

Por otro lado están los juicios sintéticos, estos si otorgan conocimientos y estos
dependen de la experiencia, de lo demostrable, de lo empírico, por ejemplo “el perro
es muy juguetón”, el predicado nos otorga información no contenida en el sujeto de
“los perros”, mediante conocemos algo que no conocíamos al conocer solo el sujeto,
si los juicios analíticos eran a lo mucho explicativos, los juicios sintéticos son
extensivos, el problema es que esta clase de juicios al ser empíricos se fundan a
posteriori, es decir, que se fundan en la experiencia y de la experiencia no se pueden
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extraer nunca los elementos de la universalidad y necesidad. La experiencia nos
muestra casos particulares y específicos.

Entonces dice Kant que ambos juicios no sirven por si solos para el conocimiento,
mientras que los juicios analíticos son a priori, universales y necesarios, no nos
otorgan conocimiento, mientas que los juicios sintéticos nos otorgan conocimiento,
pero no son ni universales ni necesarios, entonces, para poder considerar algo
como conocimiento debemos poder realizar un juicio a priori, que nos brinde un
concepto universal, necesario y que nos otorgue conocimiento. Lo que Kant llama
“juicios sintéticos a priori”, un ejemplo serio “todo lo que ocurre tiene una causa”,
esto quiere decir que el predicado nos otorga información que no esta contenida en
sujeto, y que además es a priori, ya que se puede saber antes, pero también puede
verificarse empíricamente. Entender esto es en extremo relevante para poder
entender la esterilidad y el error que comete el Estado en apoyar las religiones.

En otros términos, Kant cambia la concepción de la filosofía clásica aristotélica en


que las cosas están compuestas de materia y forma, ya que le atribuye a la cosa
solamente la materia, la forma por lo tanto no es atributo de la cosa sino del
pensamiento del sujeto, el sujeto no puede concebir a la cosa como es en la realidad
existente, es decir, el Noúmeno, sino como nosotros conocemos que es mediante
nuestro pensamiento, categorías del pensamiento, como se nos presenta. El ser
humano nunca podrá conocer como las cosas son, porque hay un filtro que nos
impide saber cómo las cosas realmente son ese filtro es el pensamiento.

Por tanto, para Kant “Intuición (sensible) y concepto constituyen los dos elementos
de todo nuestro conocimiento, de suerte que ni los conceptos de una intuición
correspondiente, ni la intuición sin conceptos pueden darnos conocimiento […] Sin
la sensibilidad ningún objeto seria pensado. Los pensamientos sin contenidos son
vacíos, las intuiciones sin conceptos son ciegas. Tan necesario es, pues, hacer a
los conceptos sensibles como hacer a las intuiciones inteligibles. Las dos facultades
no pueden cambiar sus funciones. El entendimiento no puede intuir nada, ni los
sentidos no pueden pensar nada. Solo de su unión puede salir conocimiento.”

Para Kant nosotros no conocemos el Noúmeno, nunca, lo que conocemos es el


Fenómeno, que es la unión de las categorías del pensamiento y la materia. El
hombre impone sus estructuras del pensamiento a las cosas que percibe por los
sentidos.

Ahora la idea de Dios, en que se basan las religiones es según Kant una idea
trascendental metafísica, que se encuentra en la Razón, y esta en el tercer nivel del
pensamiento del sujeto, es decir, la dialéctica trascendental.

La metafísica es aquella disciplina que busca un conocimiento meta empírico que


esta más allá de lo físico, más allá de la experiencia, pero como Kant ya señaló que
la experiencia es necesaria para poder alcanzar el conocimiento, no es licito
mediante el entendimiento humano tomar ideas más allá de la experiencia, porque
no hay conocimiento posible.
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La metafísica por tanto no es más que una ilusión que transgrede el primer principio
del conocimiento, sobrepasando la experiencia en este sentido también señala.

“Esta es una ilusión que no puede evitarse. Como tampoco podemos evitar que el
mar nos parezca más alto en medio de su extensión que en la playa […] Como el
astrónomo no puede evitar que la luna le parezca más grande a su salida, aun
cuando no se deja engañar por esta ilusión.”

Para Kant lo importante no es eliminar esta ilusión, sino no dejarnos engañar por
ella, desenmascararla y neutralizarla, podemos tenerla, pero no podemos ni
debemos darla por verídica.

Por lo tanto, si el Estado brinda soporte a las instituciones religiosas no solo afecta
a la igualdad, y atenta contra libertad religiosa misma en cuando a la libre y
autónoma determinación, sino que asume la posición de promover por medio de
ciertos privilegios a las instituciones religiosas una ilusión vacía.

Por ende, al Estado le esta legítimamente permitido limitar el ejercicio de libertad


religiosa en los siguientes casos:

Las conductas atentatorias del orden publico


Las conductas no atentatorias del orden público que constituyan proselitismo
Restringe las prerrogativas y privilegios de las instituciones religiosas, restringiendo
así su promoción

4. ¿Qué derechos protege limitándola?


5. Tipos de Limitaciones (Absolutas o relativas)
Ejemplo de limitación de la libertad religiosa por parte de poder público.

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