Actualmente existen varios métodos para diagnosticar la presencia de la bacteria
Helicobacter pylori. Sin embargo, más importante que el diagnóstico de la bacteria es saber en quién se debe investigar su presencia. Como en algunos lugares hasta el 90% de la población está contaminada por la bacteria, los exámenes serán positivos en casi todo mundo. Por lo tanto, no tiene sentido solicitar la investigación de H. pylori en personas sin quejas específicas.
Antiguamente, la investigación del H. pylori se realizaba sólo con endoscopia
digestiva, por medio de biopsias del estómago. Hoy día hay exámenes no invasivos, por medio de las heces, sangre o de la respiración.
No obstante, en los pacientes que se quejan de dolores estomacales, la
endoscopia es importante para evaluar el estado del estómago, sirviendo también para el diagnóstico de gastritis, úlceras o tumores. Por eso, muchos de los diagnósticos de Helicobacter pylori todavía se realizan por medio de la endoscopia digestiva, a través de la biopsia y del test de ureasa. Los exámenes no invasivos acaban siendo más utilizados después del tratamiento, a fin de confirmar la eliminación de la bacteria.
Los pacientes con menos de 55 años que presentan quejas de quemazón
estomacal, sin señales que puedan indicar un tumor o úlceras activas (sangrado, anemia, saciedad precoz, pérdida de peso inexplicada, vómitos recurrentes, historial familiar de cáncer gastrointestinal…) pueden ser sometidos a un examen no invasivo, con miras a un tratamiento en caso de que sean positivos para el H. pylori. La endoscopia es indicada sólo si no hay mejoría de los síntomas con el tratamiento. La biopsia de tejido gástrico es la extracción de tejido del estómago para su análisis. Un cultivo es un examen de laboratorio en el que se analiza la muestra de tejido en búsqueda de bacterias y otros microrganismos que puedan causar enfermedad. Forma en que se realiza el examen La muestra de tejido se extrae durante un procedimiento llamado endoscopia de vías digestivas altas o esofagogastroduodenoscopia (EGD). Se hace con un tubo flexible con una pequeña cámara (endoscopio flexible) en el extremo. El dispositivo se introduce por la garganta hasta el estómago. El proveedor de atención médica envía la muestra de tejido a un laboratorio donde la examinan en busca de signos de cáncer, ciertas infecciones u otros problemas.
EXÁMENES NO INVASIVOS
El Test de Aliento para ureasa. El Helicobacter descompone la urea del moco
que protege el interior del estómago, provocando la liberación de Bióxido de Carbono. Esta prueba consiste en dar al paciente urea marcada en forma especial que permite detectar el bióxido de carbono que sale por el aliento al liberarse por esa reacción por la presencia de la bacteria. Prueba en heces buscando un Antígeno (pequeña parte del microbio con la que reaccionan los anticuerpos) de Helicobacter. No es un examen general de heces.
Pruebas serológicas. Detectan anticuerpos presentes en sangre que han sido
producidos por la presencia de la infección en el organismo. En nuestros países es especialmente útil porque es más confiable en áreas de alta prevalencia de la infección y cuando se está usando o se ha usado recientemente antibióticos o IPP (Inhibidores de la bomba de protones) tales como Omeprazol y similares. Condiciones en las cuales el test en aliento puede resultar falsamente negativo.
Los exámenes invasivos por supuesto se realizan en aquellos
pacientes que necesitan una endoscopia esofago-gastro- duodenal, tales como los que presentan lo siguiente:
Vómitos de sangre
Sangre digerida en las heces (melenas), que da un aspecto negro y brillante a las heces y mayor fetidez que la habitual.
Melena. Sangre digerida en heces
Examen de sangre oculta en heces positivo
Sensación de llenarse con muy poco alimento
Persistente Dolor en “la boca del estómago” (epigastrio) o dolor de pecho.
Pérdida de peso inexplicable
Vómitos persistentes.
Pirosis (Sensación de quemadura en el esófago) más de 2 veces por semana.
Dificultad para tragar
Evaluación de curación de úlcera péptica
Presencia de anomalías que aumentan el riesgo de cáncer en endoscopias
anteriores tales como: esófago de Barret, gastritis atrófica, metaplasia intestinal o anemia perniciosa.
Aspecto al examen endoscópico de la infección por Helicobacter.
Los exámenes no invasivos: Test en aliento, en heces o en sangre; son útiles
no asociados con endoscopia, en los siguientes casos:
1. Pacientes menores de 55 años con dispepsia (llenazón y eructos después de
comer junto con dolor ocasional) sin signos de alarma, a quienes nunca se les ha hecho exámenes para Helicobacter, hecho con la intención de tratar la infección.
2. Pacientes que van a empezar tratamiento a largo plazo con antiinflamatorios
tales como diclofenac, aspirina u otros. 3. Pacientes con parientes de primer grado con cáncer gástrico (hermanos, padres)
4. Anemia por deficiencia de hierro o Púrpura trombocitopénica sin explicación
aparente.
5. Para comprobar erradicación del Helicobacter p. después del tratamiento (4 a 6
semanas después de finalizado el tratamiento), de preferencia suspendiendo antes el uso de PPI.