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simplemente

luz

Sabúduria del corazón de una mujer


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Primera edición en español, julio de 2009

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de habla hispana te invitamos a ver la página 224.
sabiduría del corazón de una mujer

KAREN BERG
Autora de Dios
de Dios usa Lápiz Labial
introducción

Cuando conoces a mi madre, te das cuenta enseguida de que es una mujer


especial. Lo es por su presencia, por su pasión, por su don para tomar las
ideas y situaciones más complejas y convertirlas en verdades simples que
todo el mundo puede comprender y de las que pueden beneficiarse. Según la
Kabbalah, la Luz es simple; es el ego el que complica las cosas. Por ese
motivo, cuando oímos la verdad —la sabiduría que está libre de la influencia
del ego—, la sentimos como profundamente simple y universal.

Esto es la Kabbalah, una sabiduría tan simple y universal que puede ser
entendida por todo el mundo. Sin embargo, durante siglos, la Kabbalah fue
ocultada a las masas y comprendida sólo por unos pocos individuos
seleccionados; al menos, así fue hasta que mi madre entró en escena.
Hace unos 40 años, cuando mi madre comenzó a estudiar Kabbalah con mi
padre, el Rav Berg, se dijo: si yo puedo entender esto y no soy una gran
erudita, entonces todo el mundo puede comprenderlo y beneficiarse de ello.
Y así fue como, a través de la lente pura y simple de Karen, la Kabbalah se
hizo comprensible y accesible para todos.

Al abrir las puertas de la Kabbalah, ella ha enriquecido las vidas de una


generación entera. Es gracias a su inmenso coraje y sus esfuerzos históricos
que hoy en día millones de personas de todo el mundo están estudiando y
cosechando los beneficios de la Kabbalah en sus vidas.

¿Por qué hizo Karen de esto su vocación en la vida? Porque ella cree, como
yo, que nada debería impedir el acceso de las personas a la sabiduría y las
bendiciones que el Creador destinó para todos nosotros. Dios solamente
quiere que experimentemos Su Luz y que compartamos esta profunda alegría
con los demás. Y eso es exactamente lo que ella hace: llevar una vida de
alegría y contribución.

Simplemente Luz  es una colección de sus más inspirados pensamientos y


meditaciones, seleccionados de entre las cientos de conferencias que ha dado
alrededor del mundo en los últimos tres años, desde que el Rav sufrió su
apoplejía. Ante una circunstancia tan difícil, cualquier otra persona habría
dejado de vivir o se habría vuelto amargada. Pero no fue así con Karen. Mi
madre continúa viviendo plenamente cada uno de sus días, dedicando su
tiempo a compartirlo con otras personas y apoyarlas en su crecimiento. Ella
es un ejemplo de todo lo que enseñamos: que la vida y la felicidad es una
decisión. Me honra compartir contigo la sabiduría y la simple Luz de mi
madre.

Puedes elegir leer una de sus reflexiones a diario, o bien abrir el libro
siempre que quieras hacer tu vida un poco menos complicada. Pronto
descubrirás que las palabras de mi madre parecen tener siempre ese efecto.

Sería imposible agradecer a Karen todo lo que ha hecho por su familia, por el
Centro y por la conciencia del planeta. Sencillamente, no podemos
agradecérselo lo suficiente, pero espero que al haber compilado este libro ella
llegue a saber lo mucho que es amada y apreciada por la increíble mujer que
es y la simple Luz que posee.

Yehuda Berg
simplemente luz

Hay una corriente eléctrica espiritual que rodea el planeta. Esa electricidad
espiritual se conoce como inmortalidad. ¿Por qué ocurre esto? Porque nos
acercamos a una época en la que la espiritualidad se convertirá en norma,
una época nunca antes vivida por la humanidad. En pocos años, las cosas que
ahora se juzgan como charlatanería serán valoradas y aceptadas. Incluso
ahora la gente está conectándose cada vez más.

Sin embargo, a medida que nos acercamos a esta revelación de Luz,


comienzan a ocurrir más desastres naturales: más huracanes, más
inundaciones y más fenómenos climáticos extremos. ¿Por qué? Porque
Satán, nuestro Oponente, quiere impedir esta revelación de Luz que hará de
esta época un punto crucial en la historia de la humanidad. Por eso debemos
unirnos ahora para difundir el mensaje de unificación. En un mundo donde
hay tanta falta de armonía, sólo las células cancerígenas han probado ser
inmortales. Pero nosotros somos la luz del faro de la Creación y los
portadores del gen de la inmortalidad.
L
a esencia de toda la Biblia es la conciencia. La Biblia es el Libro de la
Conciencia. También es el Libro de la Certeza, y como tal debemos
leerlo.
U na vez un hombre soñó que había un tesoro escondido en el jardín de
un palacio lejano. David, que así se llamaba el hombre, viajó hasta
el palacio que había visto en su sueño, pero al llegar los guardias lo
detuvieron en la puerta y le impidieron la entrada. Él no sabía qué hacer.
Finalmente, decidió acercarse a un guardia y contarle su sueño. El guardia le
dijo: "¡Increíble! Precisamente anoche soñé que alguien llamado David
vendría y me diría que el tesoro que él buscaba estaba enterrado bajo su
propia casa".

¿No es éste el modo en que nos ocurren las cosas en nuestra vida? A veces
recorremos un largo trecho de nuestro camino, sólo para darnos cuenta al
final, de que todas las respuestas y tesoros que hemos estado buscando han
estado frente a nosotros desde el principio.
E s importante que sepamos que a menudo no estamos en el nivel en el
que creemos estar. De hecho, si pensamos que hemos "llegado"
espiritualmente, lo más probable es que no sea así. Tenemos que
estar siempre trabajando y avanzando hacia el siguiente nivel. Para ello, sin
embargo, necesitamos saber dónde nos encontramos ahora y reconocer la
suciedad que hay en nuestra Vasija. Es un trabajo duro, sin duda, y nadie te
lo regala.

No debemos mirar hacia atrás y arrepentimos de no haber hecho más.


¿Cuántos de nosotros sabemos que podríamos estar haciendo más? Pero
llegará el día en que todos miraremos hacia nuestro pasado y nos
preguntaremos: "¿Hice lo suficiente? ¿Compartí mis dones? ¿Hubo algún
aspecto en el que pude haber hecho más?".
E l Zóhar  dice que las Puertas de la Oración están abiertas para
nosotros a través de los pájaros, pues los pájaros son los que llevan
nuestros mensajes bien arriba, a los Mundos Superiores.

L más grandioso del ser humano es la capacidad de mirarnos unos a


otros con tolerancia y amor. Mirar a la gente con algo menos que eso
es una tragedia. Aunque no estemos de acuerdo en algo, debemos
mantener este vínculo, porque es lo que distingue al ser humano de los
animales.
E l  Deseo de Recibir  es muy escaso en un ángel. Esto es así
porque los ángeles permanecen cerca de la Luz del Creador,
lo cual les dificulta enormemente llevar a cabo actos
negativos. Ellos han saboreado la Luz, y cerca de ella es donde
quieren quedarse.

T odo tiene un aspecto positivo y uno negativo. El Zóhar


pregunta: "¿Cómo podemos juzgar algo como malo si
podemos extraer de ello una parte de belleza?". No importa
cuán negativo algo parezca ser; siempre podremos convertirlo en
algo bello.
A menudo, es más sencillo transformarse para aquel que recién se
inicia en su camino espiritual que para quien viene haciendo este
trabajo por largo tiempo. Cuando nos consideramos "espirituales",
se nos vuelve más dificultoso ver los aspectos negativos que hay en nosotros
y que somos llamados a examinar. Hemos permitido que una capa de
"suciedad" nos recubra; de modo que debemos eliminar esa suciedad, capa
por capa, para poder ver esas cosas que es importante para nosotros limpiar y
transformar.

un aquellos de nosotros que intentamos ascender por la escalera de la


A
espiritualidad e incrementar nuestra capacidad para compartir,
también caeremos. El ascenso a la cima no es recto. No hay una ruta
directa. Lo importante es recordar que cuanto más profundo
caigamos, más alto podremos llegar. Sin embargo, depende de cada uno de
nosotros recomponernos y seguir caminando tras la caída en lugar de
revolcarnos en nuestro victimismo.
L a Realidad del 99 por ciento es conciencia. La ciencia afirma que el
Reino del 99 por ciento es el mundo inmaterial, carente de aspecto
físico e imposible de detectar ni medir a través de los sentidos físicos.
Pero este mundo no sólo existe, sino que además ocupa el 99 por ciento del
Universo, aun cuando no podamos verlo.

Durante 3.400 años, a sabiendas o por ignorancia, nuestro rechazo a


reconocer este Reino del 99 por ciento le ha otorgado a Satán un campo
abierto, libre de oposición. Por ello se ha dedicado las veinticuatro horas del
día a inculcar en nuestra conciencia todo lo de naturaleza negativa,
convenciéndonos de que el Reino del 99 por ciento no existe. Se ha
comprometido a obligarnos a hacer cosas que a veces sospechamos
equivocadas, pero que de cualquier modo hacemos. La prueba está a la vista,
sólo mira a tu alrededor. La enfermedad avanza rampante, el caos sigue
existiendo; nada ha cambiado. ¿Por qué? Porque Satán se ha ocupado en
limitar nuestra conexión con el Reino del 99 por ciento. Nadie ha intentado
nunca oponerse a él, excepto los treinta y seis justos, cuyo trabajo espiritual
es la luz piloto que mantiene este mundo en marcha.

Hoy en día somos afortunados, pues mediante la sabiduría de la Kabbalah se


nos ha otorgado el acceso al Reino del 99 por ciento por medio de nuestra
conciencia. No tenemos que estar limitados por los cinco sentidos ni por la
ilusoria Realidad del 1 por ciento. Ahora tenemos la oportunidad de utilizar
los 72 Nombres de Dios y otras herramientas como el  Aná Bejóaj  para
combatir a Satán y conectarnos con el Reino del 99 por ciento. ¡Ahora,
finalmente, después de 3.400 años!

D ebemos tener humildad y saber que sin el Creador no somos nada.

uando le pedimos a Dios que limpie algo negativo de nuestras vidas, pero lo
pedimos por razones inadecuadas y sin la conciencia apropiada, esa limpieza
C
no tiene lugar. Esto se debe a que son nuestros pensamientos los que
necesitan ser limpiados, no el acto o la situación negativa en sí.
T odos somos muy espirituales cuando las cosas van bien, pero cuando
nos va mal tiramos por la ventana todo aquello que sabemos. ¿Cuán
espirituales somos cuando las cosas se ponen feas?

Todos tenemos la capacidad de escalar una montaña y afrontar cualquier


desafío, pero permitimos que Satán nos llene la cabeza de dudas como: "No
puedes hacerlo. No vas a llegar hasta allí. Abandona mientras puedas". Elegir
el camino más elevado cuando las cosas no nos van bien, de eso se trata
verdaderamente la espiritualidad.
T odos queremos hacer lo que decimos que vamos a hacer. ¡Tenemos
tan buenas intenciones! Pero la vida se interpone en el camino.
Surgen cosas; nos distraemos; el tiempo pasa; pensamos en otras
cosas. Esto nos ocurre a todos. Por mucha importancia que algo tenga para
nosotros, a veces simplemente no le damos prioridad. Tal vez se trate de un
asunto que requiera mucho esfuerzo, o quizá no sea el momento adecuado.
Pero si algo es verdaderamente importante, debemos comprometernos,
permanecer enfocados y llevar a cabo las acciones necesarias, aunque ello
implique hacer un esfuerzo adicional. Pasar a la acción genera la energía
extra necesaria para superar cualquier obstáculo que pueda surgir.
D ios traduce nuestras plegarias básandose en nuestras acciones.
A menudo no advertimos cuándo somos esclavos y cuándo somos
libres. Por lo general, cuando pensamos que somos esclavos, en
realidad somos libres y cuando pensamos que somos libres, estamos
realmente esclavizados. Para la gente que ha nacido en familias adineradas,
por ejemplo, esto supone un gran desafío. Piensan que han nacido libres, sin
embargo, muy frecuentemente son esclavos del materialismo. Como no
trabajaron para obtener lo que poseen, tienen Pan de la vergüenza (la
vergüenza de recibir algo sin haberlo ganado), lo cual suele dificultarles aun
más la tarea de romper las cadenas que los atan.
uál es la diferencia entre un ángel y una persona justa? Un ángel apar

C completar una tarea específica. Por otra parte, una persona justa es
alguien que vive en el mundo y que ha transformado la negatividad
de su existencia en Luz. Se ha hecho a sí mismo completo y santo al
transformar su naturaleza interna. Por lo tanto, una persona justa puede hacer
peticiones al Creador en nuestro nombre.
A través del milagro de Dios —el camino de la espiritualidad— 
podemos crear un vínculo de unión entre nosotros. Este lazo entre
las personas es el único que perdura; todo lo que existe en el mundo
material se deteriora. La llama de una vela no se reduce cuando encendemos
con ella otras velas. Al unirnos y encender la vela de la persona que está a
nuestro lado, la Luz se amplifica, el lazo se hace más fuerte y nos volvemos
parte del milagro.

¿Qué debe hacer uno para volverse espiritual? Debe sudar y trabajar por
ello, caerse, llorar y levantarse de nuevo para conseguirlo. Y luego debemos
hacerlo de nuevo. Una persona es espiritual sólo cuando atraviesa esta
prueba de fuego.
C uando Moisés recibió los Diez Enunciados (tradicionalmente
conocidos como los Diez Mandamientos) en el Monte Sinaí, tuvo
una conversación con Dios. Moisés le confesó que él no había
advertido cuánto había empeorado la situación al pie de la montaña. Los
Israelitas habían creado un ídolo, y la oscuridad prevalecía.

Dios le dijo a Moisés: "De Mi mano, y de Mi boca, el pueblo no puede


aceptar Mi mensaje. No están en condiciones de recibir la Luz que les
llegaría directamente de Mí".

Igual que el pueblo que no pudo aceptar las Leyes del Creador, a veces
nosotros nos negamos a aceptar la sabiduría que otros nos imparten. Por
ejemplo, visitamos a nuestro mentor espiritual y recibimos la respuesta a una
pregunta que ha estado en nuestra mente por un tiempo; sin embargo, si nos
disgusta la respuesta que se nos da, desestimamos el mensaje entero. Más
tarde, cuando la vida empieza a golpearnos, nos damos cuenta de que ya
habíamos recibido la respuesta que necesitábamos hace mucho tiempo, sólo
que no reconocimos su validez hasta ahora.

Dios se dio cuenta de esto. Vio que el pueblo no estaba preparado porque
temía demasiado a la inmensa energía de la Luz. Pero Él supo exactamente lo
que ellos necesitaban y cómo necesitaban recibirlo.

A veces, en nuestro esfuerzo por ser "espirituales", presionamos


inadvertidamente a otras personas con nuestra sabiduría, y eso acaba
provocando que se alejen de la misma espiritualidad que queremos compartir
con ellas. No podemos forzar a otras personas a creer en lo que nosotros
creemos; lo único que podemos hacer es ser modelos de los principios
espirituales que estamos aprendiendo. Sólo hay una manera de compartir un
mensaje espiritual, y es vivir siendo mejores personas todos los días. Cuando
nuestros actos y actitudes cambien, los demás lo notarán. La mayor lección
aquí es la siguiente: no importa cuánto oremos ni las especificidades de
nuestras prácticas espirituales, lo importante es que aquello que emerja de
nosotros sea energía espiritual.
V ivimos con tanta prisa, que a veces perdemos de vista los pequeños
momentos de ternura; si nos hubiéramos dado una pausa para
vivirlos, nos habrían ahorrado una gran cantidad de sufrimiento a
nosotros y a los demás. A veces andamos tan apurados que se nos olvida que
la generosidad que nos encontramos por el camino tiene más valor que el
objetivo que pretendemos alcanzar. Nuestra vida, en esencia, no es más que
el conjunto de cosas que hemos hecho y que han dado placer a otros. Y es en
esos momentos cuando alcanzamos la Luz de lo Divino.

V ada uno de nosotros posee dones únicos, y es nuestra


responsabilidad hacer uso de esos dones y compartirlos con los
demás. Cada día necesitamos realizar al menos una acción auténtica
de compartir en la que utilicemos los dones que nos ha otorgado el Creador,
para así poder influir positivamente sobre otro ser humano.
L a letra más pequeña del alfabeto hebreo, aquella que comprende a
todas las demás letras, es la letra Yud.  A pesar de ser la letra más
pequeña de todas, es lo más poderoso que existe, pues es la primera
letra del Tetragrámaton Divino y contiene toda la energía del alfabeto
hebreo.

H ay tanto mal en lo mejor de nosotros y tanto bien en lo peor de


nosotros, que es imposible encontrar faltas en nadie.
M uchas veces nuestro corazón "se endurece", por ejemplo, cuando
un amigo de muchos años hace algo que nos ofende. De repente
nos olvidamos de todos los buenos momentos que hemos
compartido juntos y todas las cosas maravillosas que nuestro amigo ha hecho
por nosotros. A diferencia del Creador, no llevamos la cuenta de todas las
cosas buenas que una persona ha hecho por nosotros. El Creador lleva un
registro de todas nuestras acciones, y no destaca especialmente las negativas
como nosotros tendemos a hacer. Él juzga nuestras vidas basándose en el
valor neto del amor que hemos compartido con los demás. Hagamos, pues, el
esfuerzo de tener esta misma conciencia con nuestros amigos y seres
queridos.
C uando el Zóhar menciona los once tejidos que se usaron como
paredes del Tabernáculo, está hablando de una cubierta protectora a
través de la cual el caos no puede penetrar. El Zóhar dice que todos
tenemos un escudo protector como ése; la única razón por la que morimos de
un ataque al corazón, de un cáncer de pulmón o de cualquier otra enfermedad
es porque nos volvemos vulnerables y permitimos que Satán atraviese esta
barrera protectora. Un segundo después de concederle esta abertura, Satán
dice: "¿Cómo puedo sacarme de encima a este tipo?". Una vez que ha entrado
en nosotros, lo único que tiene que hacer es decidir cómo va a arrastrarnos a
nuestra muerte.

Pero si podemos desembarazarnos de Satán, no tenemos por qué


experimentar la enfermedad o el caos. Precisamente a esto se refieren los
once tejidos del relato bíblico. Si nos fortalecemos a nosotros mismos y
mantenemos nuestros escudos protectores intactos, podemos ahuyentar a
Satán antes que tenga alguna posibilidad de colarse. Cuando nos
comportamos con los demás con algo menos que tolerancia y dignidad
humana, nuestros escudos protectores se agujerean. Por eso amar al prójimo
como a ti mismo no es solamente una manera ética de vivir, sino también un
modo inteligente de vivir.
A veces, para alcanzar nuestra corrección, tenemos que purificarnos.
Una de las formas de purificarse es experimentando grandes
dificultades.

N ada que valga la pena tener en este mundo se consigue sin esfuerzo.
De no ser así, experimentaríamos lo que los kabbalistas llaman el
"Pan de la vergüenza". Con el Pan de la vergüenza hay muy poca
espiritualidad y ninguna satisfacción, pues la verdadera espiritualidad implica
trabajo.
C ada persona es un mundo en sí misma y cada grupo extiende su
vibración hacia el exterior. Extendemos nuestra vibración entre
nosotros, a nuestra comunidad y al mundo entero. Cada acción que
llevamos a cabo es como una plegaria. Nuestras acciones son lo que
transmitiremos al resto del mundo. Podemos extender nuestra energía hacia el
exterior para compartirla o para lastimar. La elección es nuestra.

A todos se nos ha concedido un don. Lo que hacemos con nuestro don


tiene el poder de eliminar el karma que acarreamos de una vida
anterior y ayudarnos a ascender la escalera de las oportunidades.
Nuestro trabajo espiritual consiste en revelar todo aquello de la Luz que fue
originalmente colocado en nuestra Vasija y luego convertirnos en un faro de
Luz para los demás.
L a tarea de difundir la dignidad humana debe ser algo por lo que todos
aboguemos. Nos olvidamos muy rápidamente de que el único modo
de aportar paz al mundo es siendo pacíficos. Tenemos la fuerza,
tenemos las cifras; pero ante todo tenemos la conciencia de llevar esta energía
de vuelta a nuestras comunidades. Así, en lugar de usar la fuerza física,
hablémosle a la gente acerca del uso de la paz; en lugar de construir bombas,
enfoquémonos en la alimentación, la vivienda y la educación. Tu tarea y la
mía son la misma: propagar la idea de la dignidad humana y de la
generosidad con todas y a cada una de las personas y en cada cosa que
hacemos. El Zóhar explica que podemos finalizar nuestra tarea de una de
estas dos formas: envueltos en una gran bola de fuego, o bien cuando cada
hombre ame a su vecino de forma que todos conozcan la gloria de Dios.
U na de las lecciones más importantes que podemos aprender es la
lección de la empatía: ser capaz de sentir lo que otra persona siente.
Y la única forma de llegar a tener empatía es abriendo nuestros
corazones.

Hay un breve relato sobre un rey que estaba huyendo de su ciudad durante
una revolución y que puede ofrecernos muchas lecciones.

Cuando los soldados lo buscaban para matarlo, el rey se escondió en la tienda


de un sastre. "¡Escóndeme!", le imploró.

"¡Rápido!", dijo el sastre. "Escóndase debajo de esa pila de ropa".


Los soldados entraron en la tienda gritando: "¿Está escondido aquí el rey?".
Empezaron a apuñalar la pila de ropa, y por pocos centímetros no llegaron a
tocar al rey.

Cuando se marcharon, dijo el monarca al sastre: "Te agradezco que hayas


salvado mi vida. Estoy seguro de que esta revolución fracasará, y cuando eso
ocurra, te concederé tres deseos".

El sastre, entusiasmado, comenzó: "Como primer deseo, me gustaría que


estableciera el Día Nacional del Sastre. Mi segundo deseo es que todo sastre
reciba el doble de paga". Entonces se quedó pensativo por un momento,
luego agregó: "Antes de decirle mi tercer deseo, hay algo que me gustaría
saber: cuando esa gente estaba intentando matarle, ¿cómo se sintió?".

El rey se sorprendió al oír estas palabras y le dijo al sastre: "¿Cuestionas las


emociones del rey? ¡Cómo te atreves!". Poco después, cuando sus guardias
llegaron y le informaron de que los revolucionarios habían sido capturados,
el rey puso al sastre bajo arresto. Mientras lo llevaban a la horca,
aterrorizado, el sastre no podía entender por qué recibía ese trato.

Cuando estaban a punto de ahorcar al sastre, el rey ordenó: "Suéltenle".


Entonces se volvió hacia el sastre y exclamó, "¡Ahora ya sabes lo que se
siente!".

La lección es ésta: podemos pensar que sabemos lo que otros están viviendo,
pero realmente no lo sabemos. Hasta que no sentimos genuinamente el dolor
de los demás, no podemos convertirnos en un ser espiritual elevado.
D urante el periodo de tiempo que un alma está en el útero, recibe la
guía de los ángeles, que le dicen por qué ha vuelto a este mundo y
qué tipo de vida va a experimentar. Cuando la criatura emerge del
vientre materno —en el momento que asoma la cabeza— lo olvida todo,
hasta la edad de doce años las niñas y de trece los varones. En ese momento,
se despierta la capacidad del niño o la niña para recordar la perfección de su
alma y toda la información que los ángeles le enseñaron está a su disposición.
El niño se convierte en adulto, en una Vasija completa que puede revelar la
Luz de Dios.

oda reacción física se origina con un pensamiento. Por ejemplo, cuando


alguien te dice un cumplido, te sonrojas. ¿Qué causa esta ráfaga de energía?
T
Esa ráfaga de energía se origina en una semilla mental. Sonrojarse es
meramente un efecto; en verdad, todo comienza en el pensamiento o
el sentimiento que has tenido en relación al cumplido.
E stá en nuestro poder —el poder de la raza humana— ser capaces de
crear la energía que traerá dignidad y respeto a todos los seres
humanos. Lamentablemente, también está en nuestras manos la
destrucción de esa energía. ¿Cuál fue la intención del Creador cuando hizo al
hombre? Dar Su beneficencia a toda la humanidad. Por lo tanto, todo lo que
es negativo en este mundo se debe al  Deseo de Recibir Sólo para sí 
 Mismo. Esto significa que está en el poder de cada uno de nosotros templar
ese deseo y poner fin a la destrucción y la desgracia. Mucha gente ha sido
asesinada en nombre de la religión. ¿Cuántos de nosotros, en nombre de la
espiritualidad, podemos volver a reconstruir el mundo?
H ay diferentes opiniones con respecto a lo que es un Guía Espiritual.
Algunos dicen que es el Yo Superior, mientras que otros dicen que
es un tipo de conciencia. Como quiera que le llamemos, todos
hemos escuchado esa suave voz interior, aun cuando no le hayamos prestado
atención. A veces la ignoramos porque nos dice algo que no queremos
escuchar. Puede que nos esté diciendo: "Sé que este hombre parece encajar
bien contigo, pero quizá debas esperar y conocerlo mejor antes de iniciar una
relación de pareja con él". Yo sé que a veces no queremos escuchar, pero la
información que se nos revela es muy valiosa y debemos tenerla en cuenta.
Porque nuestro Guía Espiritual está ahí para guiarnos y nos ayuda a alejarnos
de la oscuridad y acercarnos a la Luz.
D eberíamos ser más rápidos y capaces que cualquier computadora en
el mundo, pero no lo somos. Eso se debe a que solamente utilizamos
una mínima fracción de nuestra capacidad cerebral. Estamos tan
inundados de basura mental y negatividad, que pasamos la mayor parte de
nuestro tiempo separados de la Fuerza de Luz. Pero ninguna computadora
puede funcionar correctamente sin un flujo constante de energía.

E l Zóhar dice que los pulmones tienen el poder de equilibrar el fuego


del corazón. Pero los pulmones necesitan aire y la libertad de
expandirse. El Zóhar agrega que los pulmones necesitan ser capaces
de compartir su fuerza vital para poder funcionar. Así pues, no debe
sorprendernos que cuando una persona se siente presa de sus circunstancias
tenga problemas respiratorios.
A menudo la gente no entiende la espiritualidad del mismo modo que
entiende la materialidad. Sin embargo, en el reino físico hay una
expresión que dice: "Sin dolor no hay ganancia", lo cual quiere
decir: "Sal de ahí, muévete, suda, expándete. Siente el calor. ¡Siéntelo!
Entonces te volverás más fuerte". El mundo espiritual funciona del mismo
modo. Tienes que sentirlo. Tienes que hacerte preguntas. Tienes que trabajar
por él.

P asamos dormidos una gran parte de nuestro tiempo, no sólo en la


noche, cuando estamos acostados en nuestra cama, sino también
durante las horas de vigilia. Nos pasamos la mayor parte del tiempo
desconectados de la vida; necesitamos empezar a inyectar vida en cada uno
de nuestros días, reconociendo nuestras bendiciones y compartiéndolas con
otros.
M ucha gente mira un cuadro y piensa: "¡Qué hermosa pintura, qué
bendición!". Pero para poder apreciar un hermoso cuadro,
necesitamos tener ojos para verlo. ¿Cuán a menudo reconocemos
la bendición de ser capaces de ver la belleza que está ante nuestros ojos? Con
demasiada frecuencia, no le damos valor a las verdaderas bendiciones del
Creador.

C ada uno de nosotros tiene muchas oportunidades durante el día de


eliminar estos velos. Un simple: "¿Cómo estás?" dirigido a alguien
que está tratando de captar nuestra atención en el momento en que
estamos más ocupados, es todo lo necesario. Cuando nos entregamos, aunque
sea un poco, abrimos la puerta a la Luz.
E mes de Elul, que precede a la celebración de Rosh Hashaná, es un
periodo de trabajo en el cual debemos ser más conscientes de nuestras
acciones, pues éstas crean el marco para el trabajo que realizaremos
en Rosh Hashaná. La Kabbalah explica que la festividad de Rosh
Hashaná es en realidad una ventana en el tiempo durante la cual todas las
almas de la humanidad tienen la oportunidad de conectarse con la Fuente de
Luz que nos garantiza vida, sustento e hijos para el año entrante.

Durante Elul (el mes cósmico de Virgo), la puerta a la Luz del Creador está


más entreabierta que en ninguna otra época del año. Esta es una oportunidad
para tener un contacto más directo con la Luz. Pero hay que recordar que la
puerta también se abre para el Lado Negativo. Por eso, para obtener todas las
ventajas que nos ofrece la calidez de la Luz, debemos primero arrancar
nuestros velos de negatividad.
E l mundo está evolucionando, cambiando, y con este cambio viene
mucho caos. El clima está enloqueciendo y, junto con él, parece que
también lo hacen las personas. ¿Por qué pasa esto? Nosotros
entendemos que justo antes del amanecer tiene lugar el momento más oscuro
de la noche; ahora tenemos la capacidad de producir ese cambio, más que
nunca. La Fuerza de Luz es la única energía que puede poner fin al caos.
Cada uno de nosotros representa esa fuerza divina. Cada uno de nosotros
tiene dentro un fragmento del Creador. Cuando compartimos y tratamos a
todo el mundo con dignidad, revelamos ese fragmento del Creador que es
parte de nosotros. No estoy diciendo que debamos ser amigos de todos; lo
que estoy diciendo es que cada persona —sea quien sea— constituye una
parte de la energía de la Fuerza de Dios, y debemos tratarla con dignidad,
pase lo que pase.
N acemos en un medio que nos permite — como semillas que somos
 — crecer y manifestar aquello que estamos hechos para manifestar.
Pero depende de nosotros regar la semilla. Depende de nosotros
ascender y progresar hacia el Cielo.

L a Revelación de la Biblia en el monte Sinaí fue algo más que la


entrega de un libro, una religión o una filosofía; fue el cumplimiento
de todos los sueños que una persona puede haber tenido. Esta
sabiduría del Universo que lo abarca todo, incluía también las claves de la
felicidad eterna; las herramientas para superar el caos, el dolor y el
sufrimiento; el poder de curación total, tanto física como mental; el secreto
para lograr la realización personal y las herramientas para conseguir la
inmortalidad. La Kabbalah enseña que esta Revelación fue para toda la
humanidad y no sólo para unos pocos. Esto es así porque el Creador es
Eterno y comparte Su sabiduría sin limitaciones y más allá de todo juicio.
C ada uno tiene una forma de mostrar su personalidad, y a menudo lo
hacemos a través de nuestro modo de vestir y nuestra apariencia
física. Por ejemplo, para algunas personas la ropa es muy importante.
Y lo es porque carecen de confianza en sí mismos; sienten que la apariencia
es todo lo que poseen y por lo tanto es lo único que pueden presentar y
presentan al mundo. Por supuesto, uno puede vestirse bien y presentarse
correctamente, qué duda cabe. Pero la cuestión es entender por qué hacemos
lo que hacemos. Ese "por qué" se relaciona con la personalidad de cada uno.

Si una persona decide vestirse con ropa distinta a la que suele utilizar y lleva
puesta esa ropa "diferente" durante un tiempo, ese cambio físico afectará su
personalidad. Esto sucede porque hay energía en cada cosa que nos rodea.
Cambiar tu modo de vestir, o incluso los colores que sueles utilizar, genera
una influencia en tu conducta y en tu trato. Puede que todos nosotros
estemos tratando de estar más en sintonía con la Luz, pero antes debemos
volvernos más conscientes de cuáles son nuestros problemas.
E xisten dos tipos de ira: una es la ira parental y la otra es la ira crítica.
La ira parental surge de la intención de cuidar de alguien. Le decimos
a alguien que no debería haber hecho algo porque no queremos que
padezca las consecuencias de esa acción. La ira crítica, en cambio, no surge
de una intención de cuidar de alguien, sino de una actitud juiciosa.

Hay dos maneras de reaccionar cuando otras personas se enojan con


nosotros. Una consiste en retirarse; pero cuando nos retiramos, cortamos el
circuito de energía. La otra respuesta al enojo es la revancha espontánea;
aquí respondemos de inmediato, lo cual significa con certeza que tendremos
una discusión con la otra persona.
Hay una sola manera de responder ante la ira: aprender a ser proactivos,
llevando así la situación a otro nivel. Hacemos una pausa de un segundo y
decimos: "Puedo tener razón o estar equivocado; veamos cómo podemos
resolver esto hablando". De esta forma, nos alejamos — tanto física como
emocionalmente— de la reactividad de la otra persona.

Las discusiones tienen lugar cuando pensamos reactivamente con nuestro


Ego. Pero si somos proactivos no puede haber discusión, ya que nuestro Ego
no está involucrado.
L a gente se comunica mediante ondas cerebrales. Estas ondas viajan de
forma muy parecida al sonido. La razón por la que no podemos
percibir estas vibraciones es porque las bloqueamos con nuestros
ensamientos.  El pensamiento racional —nuestra inteligencia— bloquea
nuestra intuición.

Intenta lo siguiente: cuando estés hablando con alguien, deja que se alejen
todos los parámetros que normalmente gobiernan tus pensamientos. Permite
que los pensamientos se limiten a llegar a ti, sean correctos, incorrectos o
indiferentes para ti. De esta forma podrás lograr un cierto nivel de capacidad
telepática; pero esta capacidad debe llegar a partir de un estado de no-
inteligencia. ¿Qué significa esto? Que habrás podido convertirte en un canal
de energía que te permite ponerte en contacto con la vibración energética de
otro ser humano.

No quiero decir que debas bloquear tus pensamientos conscientes y


racionales. En el momento en que hagas eso, habrás perdido la conexión.
Pero si estás preocupado pensando: "¿Qué se supone que debo decir?", estás
todavía en tu cabeza. No se supone que debas decir nada, esa es la cuestión.
U na prisión es todo aquello que nos confina o nos convierte en
esclavos. También es todo aquello que nos mantiene separados de la
Luz del Creador.

S egún el Zóhar,  Egipto era un lugar de conciencia negativa, por eso


Moisés no quería rezar allí. De esto aprendemos que cuando rezamos
o cuando queremos conectarnos con el Creador, debemos encontrar un
ambiente positivo donde poder hacerlo.

ada letra de un idioma tiene una vibración única. Cuando escuchas una
C
lectura de la Biblia, lo más importante es prestar atención a las palabras,
porque cuando escuchas las palabras de la Biblia, estás escuchando
la música del Universo.
M uchas mujeres no reconocen la responsabilidad que tienen de
llenar su Vasija con la Fuerza de Luz de Dios. Todavía buscan
alternativas materiales con las cuales puedan reconstruir y
rejuvenecer sus Vasijas, pero eso no es lo que la Vasija está hecha para
contener. Tenemos dos opciones: podemos llenar nuestra Vasija con toda la
basura que hay por ahí o podemos llenarla con la energía de la Fuerza de Luz.

Pero sea cual sea el tipo de energía con la que llenemos nuestra Vasija, ésa
será la Luz que nos llevaremos a casa para nuestro esposo, nuestra familia y
todos los que nos rodean. Ésa es la fuerza que compartiremos con nuestros
seres más queridos. Por eso se dice que la mujer puede construir o puede
destruir.
Así como el óvulo de la mujer tiene el poder de moldear el esperma que se
convertirá en la Vasija que ella traerá al mundo, también está en manos de la
mujer —en las mías, en las tuyas— el poder de decidir qué tipo de energía
entra en el hogar.
E n un estudio sobre pacientes con cáncer, los investigadores
descubrieron que, frecuentemente, las personas que contraen esta
enfermedad han padecido depresión cuatro o cinco años antes de
manifestarse el cáncer. ¿Qué nos enseña esto? La depresión agota nuestra
energía, y cuando estamos agotados, nuestros pensamientos se vuelven
negativos. Estos pensamientos negativos pueden manifestarse como
enfermedades físicas. Puesto que el cuerpo físico es la casa del cuerpo
espiritual, cuando estamos espiritualmente débiles esta misma condición se
revela en lo físico.
enemos que aprender a amarnos a nosotros mismos. Es importante qu

T
tengamos sentido propio y autoestima, pero nunca a expensas de otra
persona.
A menudo olvidamos fácilmente las bendiciones que tenemos en
nuestra vida. A veces nuestro mejor amigo o nuestra pareja hace
algo que nos molesta, y en un segundo perdemos de vista el amor
que hemos compartido. Necesitamos ser conscientes de nuestra falta de
memoria para poder darnos cuenta en el momento en que está sucediendo y
recordar todos los milagros que existieron antes.

M oisés tuvo dos hijos y ninguno se mereció ser líder. Pese a haber
nacido de su semilla, no tenían la misma impronta espiritual que
él; carecían de la esencia de compartir. Por ello, Moisés transfirió
su liderazgo a Josué. ¿Por qué eligió a Josué? Los kabbalistas dicen que
Josué recogía una silla si la veía caída, limpiaba lo que estaba sucio y ofrecía
siempre su ayuda allí donde la necesitaban. Josué se ganó su derecho al
liderazgo, no por proceder de un linaje determinado, sino por su capacidad de
cuidar cada detalle y de darse a sí mismo a los demás.
H ay momentos en los que queremos integrarnos con otros y pensamos
que la única manera de hacerlo es colocándonos una máscara. Pero
cuando nos ponemos una máscara ante el mundo, también nos
enmascaramos ante nosotros mismos y nos separamos de la Luz interior, que
es nuestra verdadera esencia. Viviendo de este modo es imposible alcanzar la
plenitud.

¿Qué efecto tiene para alguien rico no querer compartir su riqueza con
otros? Que se vuelve prisionero de su riqueza. Acumula su dinero y no quiere
gastar un centavo. Pero en realidad está pagando; está pagando con su propia
felicidad. De esta forma, cada día está entregando su felicidad a cambio de su
riqueza.
S i comprendiéramos que hay un sistema en todas las cosas que se
manifiestan en nuestra vida y que todo está ahí para enseñarnos y
llevarnos hacia el camino que completará nuestra corrección, entonces
nunca deberíamos preocuparnos. Sabríamos que Dios nos puso dentro de este
marco, en este cuerpo y en este entorno, a fin de que estemos en el mejor
lugar para finalizar nuestra corrección.

Las circunstancias en las que nos encontramos no fueron creadas para


castigarnos; son una herramienta que nos ayuda a elevarnos a otro nivel de
consciencia espiritual. Cuando verdaderamente entendamos esto, no
sentiremos codicia, ira ni envidia, porque sabremos que siempre estamos
exactamente donde necesitamos estar.
S i analizas con detenimiento tus momentos más felices, puedes estar
seguro de que había alguien a tu lado para disfrutarlos contigo. Para
eso estamos aquí, para compartir nuestra alegría y nuestra Luz con los
demás.

S i alguien roba, es seguro que volverá a robar. Esto es así porque la


persona que roba vive en constante estado de necesidad. Pero la vida
es un boomerang, y la energía que transmitimos al exterior siempre
vuelve a nosotros. Quien constantemente roba energía a los demás,
constantemente se siente robado.

L os kabbalistas se preguntan por qué la Revelación tuvo lugar en el


desierto y no en una ciudad. La razón es que en el desierto no hay
límites ni fronteras; no hay propiedad privada. En el desierto todos
somos iguales, todo está abierto; una persona puede ir en cualquier dirección
sin que nadie la detenga. En otras palabras, el desierto representa la libertad
absoluta. Por eso muchas ideas evolucionadas sólo se podrían haber
concebido en el desierto y por ello también mucha gente acudía al desierto a
buscar inspiración.
N o debemos correr tras la negatividad. Si hay alguien en tu vida que
es particularmente negativo, es mejor evitar a esa persona. Estar con
una persona negativa o en un ambiente negativo drena tu energía, tu
poder. Es mejor mantenerse alejado de esas personas y de esos lugares.

S i reflexionas sobre ello, te darás cuenta de que rara vez acudimos a


Dios cuando estamos contentos, cuando estamos encantados con la
vida y todo nos va de maravilla. Más bien acudimos al Creador sólo
cuando tenemos problemas. ¿Por qué no habríamos de compartir con Dios la
felicidad cuando es de Él que proviene toda nuestra dicha?
L a espiritualidad no sólo existe en el templo donde rezamos; tampoco
existe sólo en nuestras plegarias. La espiritualidad es aprender a soltar
a una persona desagradable, celosa, envidiosa, y aprender a decir:
"Este es su karma, y eso es algo entre el Creador y él." El karma de otro no es
nuestro problema. Si nos cargamos con ese karma ajeno, demoramos la
eliminación del dolor y el sufrimiento de la comunidad humana y, por lo
tanto, demoramos también el cumplimiento de nuestro propio destino.

A veces encuentras la otra mitad de tu alma, pero no en el momento y


el lugar adecuados de tu viaje. Puedes encontrarla de paso,
brevemente, y luego tropezar con ella un par de años más tarde.
Nuevas circunstancias vuelven a juntarlos.
E s importante que recuerdes que tal como te presentas ante el mundo
es como serás recordado. Como todos sabemos, es imposible causar
dos primeras impresiones, así que haz que tus palabras y acciones
cuenten cuando conoces a alguien. ¡Puede que seas la persona que va a
marcar la diferencia en su vida!

P ara estar completamente en sintonía con la "longitud de onda" de otra


persona, debemos dejar a un lado todos nuestros prejuicios. Lo que yo
veo con mis ojos no es lo que tú ves con los tuyos. Tú y yo tenemos
dos perspectivas enteramente diferentes de lo que nos rodea. Sólo cuando
podemos dejar a un lado lo que pensamos, lo que somos y lo que sentimos,
somos capaces de escuchar lo que verdaderamente nos están diciendo y
alcanzar las profundidades de otro ser humano.
S i, tal como afirma la Kabbalah, todos somos parte de la Fuerza de
Dios, entonces, ¿qué derecho tenemos de juzgar a otros? Y si todos
estamos conectados y yo juzgo a otra persona, ¿no estaré al fin y al
cabo juzgándome a mí mismo?

S ólo se necesita una pequeña vela para iluminar una habitación oscura.
Cada vez que elegimos marcar la diferencia en la vida de alguien,
tenemos el poder de ser esa pequeña luz. Ser esa llama no requiere un
gran esfuerzo por nuestra parte; se trata de la forma en que sonreímos, del
modo en que decimos "gracias" o nos tomamos un minuto para ayudar al
otro. Estas acciones aparentemente insignificantes pueden crear una gran
diferencia. Esto es lo que significa ser esa llama única que comparte su Luz
con toda la habitación.
A veces queremos que nuestros amigos experimenten lo mismo que
nosotros en nuestro camino espiritual. Deseamos que se
comprometan más, que se vuelvan más espirituales. Pero ellos no
siempre quieren escuchar lo que tenemos que decirles. "¿Qué puedo hacer?",
me preguntan a menudo. La respuesta se remonta a lo que una vez dijo Rav
Áshlag: "No hay coerción posible en la espiritualidad". Esto significa que
aun cuando sientas que algo funciona para ti, a menos que la otra persona te
pida ayuda o quiera saber lo que has aprendido, es poco beneficioso intentar
contárselo.

Esta misma filosofía es aplicable a todo en la vida. Estamos rodeados de


gente que sufre emocional, espiritual y físicamente. A menudo, nosotros
conocemos soluciones que podrían cambiar sus vidas, sin embargo ellos no
están abiertos a la sabiduría que queremos ofrecerles. Con frecuencia se debe
a que son almas muy jóvenes con una experiencia limitada en este mundo;
son almas que aún no han alcanzado el nivel espiritual requerido para
asimilar la sabiduría que está a su disposición.
I gual que los signos astrológicos, cada color tiene atributos positivos y
negativos. Los colores también representan una parte de la personalidad
del individuo, y se puede decir mucho acerca de alguien por los colores
que más le gusta utilizar. A las personas espirituales les suele gustar el azul y
el verde porque son colores que representan una disposición a crecer y
aprender. El rojo es un color más difícil. Significa que hay un lugar de su
personalidad en el que se sienten estancados. Aquellos individuos que se
conectan con el rojo son ardientes, y les resulta difícil asimilar nuevas ideas.
El blanco y el negro representan los lados opuestos de una misma moneda. El
negro es el color de recibir, y absorbe tanto lo positivo como lo negativo de
la vida, mientras que el blanco refleja todas las cosas y representa el aspecto
de compartir.
C ada uno de nosotros tiene en su interior un aspecto del  Deseo de
 Recibir.  Para conectarse con la Luz del Creador, sin embargo, hay
que abandonar algunos de nuestros deseos físicos. ¿Estamos
preparados para abandonar nuestros deseos naturales? La cantidad de Luz
que puede entrar en nuestro cuerpo es directamente proporcional a la cantidad
de deseo que somos capaces de soltar. Tenemos que estar dispuestos a crear
espacio para la Luz; porque si no estamos dispuestos a crear ese espacio, ni
siquiera podremos preguntarnos por qué no estamos recibiéndola.

C uando algo no sale como queremos o nos sentimos hartos, solemos


descargar nuestra frustración en otra persona. Esta energía negativa
se propaga hacia la siguiente persona con quien el agraviado entra en
contacto, y así la energía negativa continúa expandiéndose. Puede que no
parezca muy grave cuando ocurre, pero un incidente reactivo siempre crea un
efecto dominó.
L a intuición, la clarividencia y los sentimientos son funciones del
cerebro derecho, igual que todo lo relacionado con la emoción y la
sensibilidad. El cerebro izquierdo es responsable del intelecto y del
uicio. ¿Y de dónde proceden la mayor parte de las funciones femeninas? Del
cerebro derecho. Esto significa que las mujeres son, por naturaleza, más
espirituales y sensibles a la emoción que los hombres. Por ese motivo, en los
grupos que estudian espiritualidad usualmente encontrarás más mujeres que
hombres.

Esto también significa que las personas verdaderamente espirituales son


menos juiciosas, pues básicamente dependen del lado derecho del cerebro
para funcionar. Cuando alguien juzga, está utilizando el lado intelectual del
cerebro, el izquierdo. Y cuando utilizas el intelecto, dejas de utilizar el
espíritu.
E n el relato bíblico del Éxodo se produce una solicitud de dinero para
la construcción del Tabernáculo, la morada de la Fuerza de Luz del
Creador. Sin embargo, los Israelitas no se percatan de que su
conciencia en el momento de hacer una donación de dinero se manifestará en
el resultado final.

El Zóhar  se refiere a aquellos que dan con la conciencia correcta como


"todas las personas de corazón solidario". Si tu conciencia es la de un
individuo tolerante, todas tus acciones en el mundo físico reflejarán esa
tolerancia. De la misma forma, si haces tu donación con el corazón abierto,
entonces la manifestación física de esa donación reflejará la esencia del
compartir. Esto es lo que describe este relato bíblico: la construcción del
Tabernáculo con el conocimiento de que su estructura reflejará la conciencia
con la cual fue construido.
Cuando Dios dijo: "Quiero un lugar donde morar", no estaba refiriéndose al
lugar material. ¡Es absurdo pensar que Dios necesita una almohada donde
apoyar Su cabeza y descansar un poco! Él dice: "Constrúyanme un
Tabernáculo para que pueda descansar entre ustedes, el pueblo". ¡Nosotros
somos el Tabernáculo! Por eso el Zóhar afirma que puede existir un Templo
físico real para aquellos que tienen la capacidad de conectarse con la
totalidad de la Fuerza de Luz.
T al como nos dicen los escritos de Rav Ashlag: "Puedes alimentar tu
cuerpo, pero si no alimentas tu alma estarás vacío".

L a razón por la cual nos vestimos de blanco en los días de conexión


espiritual es para tener una mayor afinidad con la Fuerza de Luz de
Dios. Muchas otras culturas y doctrinas espirituales también utilizan
el blanco. De esta forma, todos somos iguales: la suma de dinero en nuestras
cuentas bancarias o dónde compramos nuestra ropa se vuelve algo
irrelevante; todos somos iguales. Todos y cada uno de los días de nuestra
vida, tenemos la capacidad de llevar este sentimiento de unidad al resto del
mundo.
C uando decidimos volvernos espirituales, tenemos que tomar del
pasado aquello que es real y dejar atrás el resto. Es como darse una
ducha y ponerse ropa limpia; si uno busca acercarse a Dios, tiene que
permitirse a sí mismo una limpieza antes de ponerse la nueva ropa espiritual.
De modo que la próxima vez que experimentes un desafío, ¡detente un
momento y recuerda que Dios sólo está intentando animarte a que tomes una
ducha!
L a palabra hebrea para "uno", ehad, tiene el valor numérico de 13, el
mismo que tienen las palabras hebreas que significan amor y
cuidado. Por tanto, para ser uno con los demás, tenemos que amar y
cuidar de ellos. Si no podemos brindar nuestros cuidados, no tenemos amor.
Lo contrario también es verdad: si no amamos, no podremos brindar nuestros
cuidados.

Cuidar de una persona es querer sentirse cerca de ella. Decimos: "Quiero que
esta persona sea parte de mí, por lo tanto debo tratar de relacionarme lo
mejor posible con ella, en su idioma, en su nivel". Cuando procedemos con
esta conciencia, demostramos cuánto cuidamos de ella.
Cuidar es generar unión, pero para lograr esta Unificación debemos estar
dispuestos a dejar de lado nuestro nivel de confort deseado para construir un
puente entre la otra persona y nosotros. Si no podemos construir un puente
para unir lo que nos separa —si no podemos olvidarnos un poco de nosotros
mismos y ver las necesidades del otro—, entonces no es amor lo que
sentimos.
L as mujeres son las encargadas de nutrir al mundo. Nuestro rol es
formar los cimientos para la espiritualidad que entra en nuestro hogar,
nuestro lugar de trabajo, nuestra vida. Es mi deseo que todas las
mujeres encuentren su voz para que sus habilidades espirituales sean oídas
más alto que nunca en todo el mundo.

C uando me preguntan: "¿Cómo puedo educar a mis hijos para que


sean todo lo que pueden llegar a ser?", habitualmente respondo: "Es
tu forma de ser cuando crías a ese hijo lo que marcará la diferencia".
Dicho de otra forma, los niños aprenden de nuestras acciones. Si hay ira y
resentimiento, el niño aprende ira y resentimiento. Si hay amor y
generosidad, el niño aprende a amar y a compartir.
E l Zóhar dice que cuando se finalizó el Tabernáculo, Moisés lo revisó
minuciosamente, tanto por fuera como por dentro, para comprobar
que las cuentas fueran exactas. Sin embargo, el pueblo vio esa
atención al detalle como una actitud sospechosa; pensaron que Moisés era
rico porque al ser el encargado de llevar las cuentas se había quedado con
algo de dinero. ¿Quién en su sano juicio podría pensar que Moisés robaría
dinero? Pero ésta era la conciencia del pueblo. La realidad no podía estar más
lejos de esas acusaciones. De hecho, cuando Moisés revisó las cuentas, le
faltaban 1776 shekels,  y Dios tuvo que bajar y recordarle dónde había
dejado el dinero. Mientras Moisés estaba ocupado cuidando de los demás,
Dios cuidaba de él.
D ios no negocia, pero nosotros tratamos de negociar con Dios todo el
tiempo. ¿Qué significa esto? A veces decimos: "Rezaré tres veces
por día y seré una persona religiosa si Tú, Dios, haces esto por mí".
Y luego nos preguntamos por qué, a pesar de que estamos "haciendo las
cosas correctas", Dios no manifiesta lo que deseamos en nuestra vida.

La razón por la cual no obtenemos lo que deseamos es porque tratamos de


negociar. En este mundo, el único y verdadero negocio es ser cada día la
mejor versión de nosotros mismos que  podemos  ser. Lograr este nivel de
iluminación es la única tarea que Dios nos ha encomendado. Él quiere que al
despertarnos por la mañana no sólo veamos la belleza del mundo, sino que
además apreciemos cuán extraordinario es que la podamos ver. Para tener
esta conciencia fuimos puestos en la Tierra.
V emos mucha locura en el mundo: asesinatos, enfermedades y caos
en todas partes. Así es el mundo en el que vivimos, y son nuestras
pequeñas acciones las que ponen en marcha la negatividad que
acaba convirtiéndose en caos. Son las reacciones de millones de personas, de
todos nosotros —cuando desatendemos, somos indiferentes y nos olvidamos
del prójimo— lo que se acumula y crea esta negatividad global.

L a vida está llena de altibajos. Cuando estamos abajo nos cuestionamos


la existencia de la Luz, pero la razón por la cual no hay Luz es porque
no dejamos que entre en nuestra vida. La envidia, los celos y la ira
que sentimos bloquean el acceso de la Luz a nuestras vidas. Para conectarnos
con la Luz debemos entender que los tiempos de oscuridad son oportunidades
para recopilar nuestra energía negativa y transformarla.

Pero recuerda que Satán no quiere que lleguemos a este nivel de conciencia,
por eso necesitamos decidir ahora mismo que nos aferraremos a nuestra
espiritualidad y lucharemos contra nuestro Satán. Mientras los momentos de
baja sean menos intensos que los de alza, estaremos ganando la guerra.
H ay una oración matutina llamada S h a h a r i t , que significa
"oscuridad". ¿Por qué no se le llamó a esta oración boker, que
quiere decir "la mañana"? La respuesta es bella. ¿Cuál es el
momento más oscuro de la noche? Justo antes de que amanezca. Por tanto, la
razón por la cual esta oración se llama Shaharit, es porque sólo a través de
nuestra oscuridad —toda la negatividad y la basura con la que todos nacemos
 — podemos revelar la Luz.

Todos somos parte de la oscuridad llamada Shaharit. Por eso el mundo está


como está, con la lluvia ácida y la contaminación del aire y el agua. Hemos
vivido durante muchos años con tanta codicia, envidia e ira, que un ambiente
tóxico es el único resultado posible. Y el único modo de cambiar esto es
transformándonos espiritualmente.

Estamos en un punto crucial: justo antes del amanecer. Los tzadikim —los


 justos— son personas como nosotros. Es la gente que camina por la calle con
la frente bien alta, lista para combatir y salvar al mundo de su destrucción.
L a próxima vez que veas algo bello, da las gracias a Dios por haberte
dado los ojos para ver esa maravilla.

L a mayoría de nosotros oímos, pero no escuchamos. Discutimos, nos


defendemos, pero no escuchamos. Escuchar significa saber esperar un
poco más antes de hablar y reconocer que la otra persona puede tener
su propia forma de hacer las cosas, y que si nosotros fuéramos esa persona y
viniéramos de dónde ella viene y en sus mismas circunstancias,
probablemente pensaríamos como ella. La verdadera naturaleza del acto de
escuchar consiste en entender esto. Nuestra tarea no es juzgar las acciones del
otro, sino escuchar más allá de las palabras.
C uántas veces en el transcurso de nuestras vidas le hemos dicho a
Dios: "¡Al diablo con la espiritualidad! ¿Qué ha hecho ella por
mí?". Si escuchas atentamente, escucharás al Creador
susurrándote la respuesta: "¿Por qué te quejas? ¡Sigue avanzando y
esfuérzate aun más!".

Esto nos pasa porque olvidamos que cuanto más ascendemos en la


escalera espiritual, más duro tenemos que trabajar.

scender por encima del Deseo de Recibir Sólo para sí Mismo a un nivel


A
más elevado de conciencia: en esto consiste la plegaria.
E l viaje para volverse más espiritual no se hace sin algún tipo de
sufrimiento. Para crecer, tenemos que afrontar ciertos desafíos y
superarlos. Un trozo de carbón sigue siendo un trozo de carbón hasta
que se somete a una intensa presión; sólo entonces puede convertirse en
diamante. Todos aspiramos a convertirnos en una versión mejorada de
quienes somos en este momento, pero esto sólo puede ocurrir si estamos
dispuestos a afrontar desafíos. No podemos transformarnos en un ser
espiritual —en la versión diamante de nosotros mismos— sin experimentar
la presión del dolor.
iriam, la hermana de Moisés, contrajo lepra porque inadvertidame

M algo en contra de Tzipora, la esposa de Moisés. Es importante


recordar que aunque sus palabras no fueron intencionadas, aún así
tuvieron un efecto negativo. Hablar sobre otra persona "inadvertidamente" no
es excusa bajo la Ley Universal de Causa y Efecto.
C uando sientes que alguien te hace reaccionar, pregúntate lo siguiente:
"¿Quiero estar verdaderamente con esta persona?". Si la respuesta es
que sí, debes tomar la decisión consciente de pasar por alto el resto
de la basura.

T odos disponemos de una cantidad de tiempo predeterminada para


estar en la Tierra, así como de un número predeterminado de palabras
y acciones de las que podemos hacer uso en nuestra vida. Las
acciones positivas, como estudiar espiritualidad, ayudar a otros, infundir
ánimo y hablar con palabras positivas no se cargan en nuestra cuenta; sin
embargo, cuando hablamos negativamente, esas palabras sí se cargan. Por lo
tanto, si cada una de las acciones que realizamos y de las palabras que
hablamos son positivas, tenemos la capacidad de crear la inmortalidad.
E l Zóhar se refiere a las Puertas de la Misericordia que se abren y se
cierran, pero hay una puerta que siempre puede abrirse: la Puerta de
las Lágrimas. Cuando lloramos ante Dios e imploramos Su ayuda
para volvernos más espirituales, la Puerta de las Lágrimas se abre de par en
par. Una minúscula lágrima es la gota de Luz necesaria para llevarnos al
siguiente nivel. Nos permite ascender hasta el lugar donde está Dios, y en ese
lugar comprendemos que estamos rodeados de oportunidades para ser
mejores. Cuando lloramos ante Dios con el deseo de llegar a ser más de lo
que somos hoy, la Puerta de las Lágrimas se abre. Pero si imploramos a Dios
con egoísmo, deseando más para nosotros mismos —el Mercedes del vecino
o más dinero—, la Puerta de las Lágrimas se cierra para nosotros.
A mi entender, la decadencia de la religión se remonta a la época en la
que el Templo aún estaba en pie y los Sumos Sacerdotes intentaban
comprar su camino hacia el Sancto Sanctorum sin entregarse al
servicio. Lo mismo está ocurriendo hoy. Muchas personas hacen buenas
contribuciones de dinero o de bienes materiales, pero ¿qué dan de ellas
mismas? Cada una de las herramientas kabbalísticas que utilizamos está
diseñada para llevarnos a una dimensión superior; una simple contribución
de dinero no puede lograrlo si no va acompañada del acto de dar de uno
mismo.

¿Qué nos mantiene apartados de Dios y qué nos acerca a Dios? La


respuesta reside en el mikve,  un baño de purificación espiritual. Cada vez
que hacemos algo negativo, creamos un velo; y cada velo nos va separando
gradualmente de la Fuerza de Luz. Pero el mikve puede levantar esos velos y
acercarnos a Dios. Cuando nos sumergimos en el agua purificadora del
mikve, regresamos al líquido amniótico de nuestra matriz Divina. Así nos
conectamos con la versión pura de nosotros mismos, la cual ya existía antes
de que tomáramos las decisiones que dieron lugar a la energía negativa y a
los velos que hoy nos revisten. Éste es el propósito del mikve.
T odo el mundo tiene la capacidad de ser un sanador. Las manos
concentran la mayor cantidad de energía del cuerpo, por eso a la
gente le gusta que la toquen y la abracen. A los bebés les encanta que
los masajeen porque eso los calma. El único momento en que nuestras manos
carecen de energía sanadora es cuando hemos estado en una casa donde ha
habido enfermedad y después no nos hemos lavado las manos. También
carecemos de poderes sanadores cuando hemos estado con gente negativa. La
energía negativa puede dañar muchísimo nuestro poder sanador. También es
importante recordar que debemos lavarnos adecuadamente las manos antes de
hacer un trabajo sanador sobre otra persona.
H ay una historia de un hombre que, tras tener un maestro durante
quince años, un día le dijo: "Últimamente siento como si no pudiera
encontrar respuestas a mis preguntas". El maestro le respondió: "Eso
te sucede porque has dejado de formular preguntas y, en lugar de ello, has
encontrado tus propias respuestas". Como estudiantes, a veces pensamos que
ya sabemos todas las respuestas. Pero mientras vivimos con esta mentalidad,
perdemos la capacidad de escuchar la verdadera sabiduría cuando nos es
dada.

T odos los que estamos aquí en la Tierra estamos cargados de una gran
deuda cósmica. Por eso hay tanta negatividad en la Tierra, tantas
enfermedades y catástrofes. Es responsabilidad nuestra —tuya, mía y
de todos— encauzar y transformar esa energía. Sólo porque estamos aquí
somos responsables. Ahora es nuestra oportunidad. ¿Has notado que
actualmente hay muchos más programas espirituales en la televisión de los
que nunca ha habido? Estamos hambrientos de herramientas y sabiduría
espirituales y estamos viendo, más que nunca antes, que hay un motivo para
nuestra existencia.
L as cosas que nos llenan de Luz sólo pueden provenir de una raíz
espiritual. El dinero, las posesiones y el honor no pueden llenarnos de
Luz. La verdadera plenitud sólo puede llegar cuando nuestra alma
está satisfecha por haber hecho el verdadero trabajo, el trabajo espiritual de
transformarnos a nosotros mismos. Mientras estemos en nuestro cuerpo
físico, nuestro trabajo estará incompleto.

Muchas veces me he preguntado por qué continúo haciendo este trabajo


cuando hay tanta gente que me odia por ello. Continúo porque sé que este es
el trabajo de mi vida y que me queda mucho por hacer.
E l Zóhar  dice que debemos estar preparados para trabajar por todo
aquello que le pedimos a la Fuerza de Luz. Si queremos que un
milagro nos salve, tenemos que generar una abertura a través de la
cual pueda entrar el milagro.

Si decimos "Ya hice todo lo que tenía que hacer, así que ¿dónde está el
milagro?", o "No me preocupa porque seré salvado", entonces seguramente
nos sentiremos decepcionados. Ninguna persona —ni siquiera Moisés— 
puede depender de sus acciones o dormirse en los laureles. Debemos estar
dispuestos a crear nuestros propios milagros.
T antas personas permanecen en situaciones que las hacen sentir
desgraciadas. Lo soportan porque no saben cómo cambiar sus
circunstancias. Permanecemos en una relación que no nos hace bien
porque creemos que es más fácil que estar solos. Por la misma razón nos
quedamos en un trabajo que no nos satisface. La mayoría de nosotros somos
esclavos de algo. Pero cuando vivimos esclavizados a una situación o a una
persona, no dejamos espacio para que la Luz del Creador haga Su trabajo.
E l Zóhar dice que hay dos tipos de personas: los servidores de Dios y
los hijos de Dios. Y explica que la diferencia entre unos y otros es
que el servidor de Dios realiza sus tareas obedientemente: reza,
realiza buenas acciones y es caritativo. Lo hace porque esto es lo que se
espera de él. Lo hace para ser considerado una buena persona.

¿Qué es entonces un hijo de Dios? Un hijo de Dios es el que hace todo con
una conciencia espiritual. Lo hace porque es lo que él espera de sí mismo y
no porque otro lo espere de él. Todo lo que hace es con el fin de conectarse
con la Fuerza de Luz de Dios.
L a Biblia nos dice que una persona que da de sí misma debe hacerlo
con alegría. Si no llevamos a cabo nuestras acciones con alegría,
entonces quiere decir que en algún nivel todavía estamos pensando
en nosotros mismos.

D esde una perspectiva espiritual, las palabras "rico" y "pobre" se


entienden de un modo diferente. Ser pobre significa carecer de Luz,
y ser rico significa estar dotado con mucha sabiduría.
L legará el día en que todo el mundo entenderá lo esencial: cuando un
niño árabe es herido, una madre israelí debe llorar por él; y cuando es
herido un niño israelí, una madre árabe también debe llorar por él.
Así debe ser. Independientemente del color de nuestra piel o de la religión en
la que fuimos educados, cuando sangramos, nuestra sangre tiene el mismo
color.
S egún los grandes kabbalistas, ayunar en Yom Kipur es una
oportunidad cósmica que tiene toda la humanidad para desconectarse
del mundo físico y dirigirse a un nivel más alto de conciencia,
conocido como Sefirá de Biná, en el que no existe el tiempo, el espacio ni
el movimiento. Si aceptamos que el ayuno eleva nuestra conciencia espiritual
al permitirnos desconectar de los deseos de nuestro cuerpo, también
reconocemos que somos la Causa y no el Efecto. Cuando aprovechamos esta
oportunidad cósmica para elevar nuestra conciencia, creamos consistencia en
el interior de nuestra Vasija y nuestra alma se conecta con la Fuerza de Luz
de Dios. Entonces somos capaces de elevarnos por encima de nuestra actual
conciencia espiritual para conectarnos con Biná.  Allí podemos reconocer
nuestras acciones como negativas y de esta forma protegernos de ser
consumidos por nuestra negatividad.

Ayunar en Yom Kipur nos permite elevarnos por encima del plano físico
para ver nuestras acciones mundanas tal como son y transformarlas en actos
espirituales. Las acciones espirituales son el único camino para acercarse a
la Luz. Cuando tenemos esta conciencia y el deseo de evolucionar
espiritualmente al elegir el ámbito adecuado que nos ayude a crecer, nos
volvemos "impolutos".
A veces nos engañamos a nosotros mismos con elecciones que
convierten a otras personas en nuestros chivos expiatorios. Puede
tratarse de un ser querido, a veces un hijo, a veces un amigo o un
socio.

¿Cómo podemos saber si estamos usando a alguien como chivo expiatorio de


nuestra propia negatividad? ¿Cómo advertir que somos nosotros los que
necesitamos cambiar y no el otro? Las personas que nos acompañan en la
vida pueden mostrarnos una buena parte de nuestra propia conciencia sólo si
somos lo suficientemente inteligentes como para detenernos un momento a
preguntarnos: "¿Son las personas que me rodean, el problema? ¿O, es el
espacio mental en el que me encuentro el que está causando esta
negatividad?". El momento para hacernos esta pregunta es cuando alguien
nos dice algo negativo o hace algo que nos hiere profundamente.

Cuenta una historia que cuando el Rey David se dirigía hacia la batalla, un
hombre que se hallaba en su camino comenzó a insultarlo al verlo pasar. El
Rey David dijo: "Si me insulta, es porque merezco ser insultado".

Contrariamente al Rey David, cuando alguien nos hiere, lo primero que


hacemos es pensar con nuestro Ego y preguntarnos: "¿Por qué me está
lastimando esta persona?". Nos alejamos de ese individuo porque ha
invadido nuestro espacio y ha lastimado nuestro Ego. Sin embargo, las
personas que más nos irritan son el reflejo de nuestros propios rasgos
negativos. Lo que vemos en el otro existe también en nosotros, aunque esté
oculto.

En lugar de irritarnos, podríamos aprender a preguntarnos: "¿Qué hace esta


persona en mi película? Si está haciendo algo que es una ofensa para mí,
¿qué lección tengo aquí para aprender?". A menudo, las lecciones más
importantes en la vida aparecen dentro del marco de los pequeños detalles y
conversaciones de nuestras vidas. Imagina cuánto más podemos recibir y
aprender de esas pequeñas e insignificantes acciones que damos por sentadas.
S i tienes un deseo, un sueño y suficiente perseverancia, la Luz te
ayudará a conseguirlo. Pero si la conciencia de la que surge ese deseo
es egoísta, aunque consigas tu objetivo, el costo será muy alto y no
experimentarás plenitud. La verdadera plenitud tiene lugar cuando alguien
dice: "Gracias, has cambiado mi vida". Por eso lo hacemos. Si tu sueño es
cambiar solamente tu propia vida, entonces habrá muy poca Luz para
mostrarte el camino.

odos somos hermanos y hermanas, lo cual significa que tenemos una misión
que completar juntos. Todos somos parte del tikún (corrección espiritual) de
T
otras personas, y debemos llevar a cabo lo que vinimos a hacer a este
mundo.
U na de las cosas más grandes que estamos llamados a realizar es
amar a Dios. Pero, ¿cómo amamos a una Fuerza que no podemos
ver o escuchar y que no forma parte de nuestra existencia diaria?
¿Dónde está este Dios? ¿Cómo se supone que debemos amarlo, conectarnos
y compartir con Él?

Amar a Dios significa tener afinidad con Él; unirse a Él. Y la única manera
de lograrlo es parecernos a Él, emular Sus características. Para demostrar a
Dios nuestro amor, debemos imitar Su atributo esencial:  Ama al prójimo
como a ti mismo.

Ésta es la cualidad más elevada del amor. Si todos tuviéramos la capacidad


de amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, ya habríamos alcanzado
la pureza del ser. Nuestra naturaleza es tomar  para nosotros pero no
compartir de nosotros.

Entonces, si nuestra naturaleza es tomar, ¿por qué Dios quiere que demos?
¿Por qué se nos pide que amemos a nuestro prójimo, a personas que ni
siquiera están cerca de nosotros y de quienes sabemos muy poco? La
respuesta es simple: cuando transformamos nuestra naturaleza egoísta y
aprendemos a amarnos como lo hace Dios, transformamos la oscuridad en
Luz.
L a verdad es muy simple. Si un profesor puede tomar un concepto y
explicarlo de modo que lo puedas comprender, es porque
seguramente sabe de qué está hablando. Si la explicación es
demasiado compleja o codificada, posiblemente no tenga mucha idea del
tema.

P odemos eliminar nuestros miedos retrocediendo a la época en la que se


manifestaron por primera vez. Tenemos que encontrar la semilla del
miedo y transformarla. Durante nuestras meditaciones, podemos
pedirle al Creador que nos revele dónde estábamos y qué nos ocurrió para
que eso llegara a angustiarnos e inquietarnos tanto. Pero cuando hacemos esta
clase de trabajo espiritual, es importante que estemos preparados para dejar ir
el miedo y que lo hagamos desde un lugar de completitud y seguridad, un
lugar donde estemos conectados con la Unidad del Creador. Éste es el
sentimiento que debemos llevar con nosotros mientras retrocedemos a ese
tiempo y lugar. Si alcanzamos este nivel de conciencia en nuestra meditación,
podemos empezar a convertir nuestro miedo en Luz.
E scorpio es uno de los signos más poderosos del Zodíaco. Los nativos
de Escorpio desean tener el control y son muy inteligentes, poderosos
y apasionados. Son capaces de cualquier cosa con tal de obtener los
resultados que buscan. Esto puede beneficiarles o perjudicarles.

A los de Escorpio les gusta tener el control, de modo que durante el mes de
Escorpio debemos trabajar duro para moderar nuestro deseo de controlar,
tanto en una relación de negocios como en una relación personal. Es
importante notar, además, que si bien los de Escorpio son muy sensuales, a
menudo tienen dificultades en la dinámica entre hombre y mujer; por eso
durante ese mes nos conviene prestar mucha atención a nuestras relaciones.
Debemos ser más cuidadosos con nuestros amigos y nuestra pareja y
esforzarnos para disfrutar de ellos por lo que son y no por lo que puedan
darnos.
E l verde y el azul, como sabes, son colores curativos. Así pues, te voy
a pedir que tomes el color verde, lo coloques como una pelota
girando a la altura del centro de tu pecho y lo vayas acercando hacia
ti. Una vez que hayas hecho esto, respira esa bella luz verde. A medida que
limpia tus órganos internos, podrás sentir su fuerza y su energía dándote paz
y curando las partes internas de tu cuerpo.

El violeta es el color de la conexión y la protección espiritual. En este


momento, pues, siente todo tu ser vibrando en el suave resplandor de la luz
violeta. Siente cómo la vibración se mueve por tu cuerpo desde la punta de la
cabeza, a través de tu columna hasta tus órganos internos, y después hacia
abajo hasta los dedos de los pies. Ahora reemplaza esta luz violeta por una
bella Luz blanca. Crea un capullo con esta Luz para que rodee todo tu
cuerpo. Esta es la Luz de la protección. Cada vez que entres en una multitud
de gente desconocida o en un lugar que no te resulte familiar, este círculo de
protección te resguardará de cualquier fuerza negativa que pueda haber allí.
Esta bella Luz blanca permanecerá contigo siempre.
A hora es un buen momento para sentarte tranquilo por unos instantes
y dar las gracias al Creador por haberte dado el privilegio de vivir
este momento de bienestar.

A veces, mientras realizamos nuestro trabajo espiritual, nos parece


que chocamos contra una pared, que las cosas no salen como se
supone que deberían salir. Nos sentimos estancados. Pero, si nos
acordamos de anteponer la Luz del Creador en todos nuestros pensamientos
y actos, podremos romper nuestras paredes, editar nuestra película y alterar
nuestras vidas.
D urante la época del Templo Sagrado, estaban aquellos que vivían
dentro de los muros de la ciudad de Jerusalén y los que vivían fuera
de esos muros. Cada día se trasladaba un novillo del exterior al
interior de la ciudad, donde se utilizaba para realizar un sacrificio en el
Templo Sagrado.

Un día, los que vivían fuera de los muros dijeron: "Nosotros, que vivimos
extramuros, no entendemos por qué sólo los que viven dentro de Jerusalén
reciben la energía de estos sacrificios". Y en lugar de enviar un novillo,
enviaron un cerdo con el fin de reducir el sacrificio y privar así de la energía
de Dios a quienes vivían intramuros. Lo que les motivó a realizar esta acción
fue el siguiente pensamiento: "Si yo no tengo, entonces el tipo que está a mi
lado tampoco debe tener". A veces nuestras acciones están basadas en esta
creencia. Esto se debe a que no entendemos realmente que la energía del
Creador es infinita y suficiente para todos.
C uando te encuentras en una relación de pareja que te plantea desafíos,
¿cómo sabes si debes irte o si debes quedarte para descubrir por qué
esa relación es parte de tu vida? Pienso que una de las cosas que
debes hacer es una lista de todos los atributos positivos y negativos de esa
persona. Escribe todas las razones por las cuales la elegiste. Luego
pregúntate: "Considerando todos sus aspectos, lo bueno y lo malo, ¿sentiría
un vacío si esta persona no estuviera más en mi vida? ¿Puedo transformar o
ayudar a transformar el rasgo desafiante de nuestra relación? ¿Puedo ayudar a
esta persona a crecer? ¿Puedo utilizar las enseñanzas espirituales que he
recibido para llevar esta relación y esta persona a un lugar mejor?". Si las
respuestas a todas estas preguntas son afirmativas, es que la relación tiene
valor y debes luchar por ella.
P uede ser que una persona que esté sentada sola en la cumbre de una
montaña meditando y rezando cuatro horas por día, sea un ser
espiritual. Pero la verdadera espiritualidad requiere que aprendamos a
conectarnos con los demás. Si no podemos conectar con otros y compartir
algo de nosotros mismos, entonces no somos espirituales.

P uede haber lluvia y que el cultivo prospere, o puede haber sequía y


perderse. Es así de simple. Lo mismo ocurre con las bendiciones y las
maldiciones. Cuando llevamos con nosotros la Luz interior y somos
considerados con los demás, somos bendecidos. Cuando sólo nos tenemos en
cuenta a nosotros mismos, somos maldecidos.
S e dice que Moisés fue elegido para llevar a los Hijos de Israel fuera de
Egipto porque cuando estaba pastoreando su manada, levantó del
suelo a un cordero recién nacido y lo llevó en brazos. Dios dijo que si
Moisés podía ser tan considerado con ese pequeño corderito, más aun podría
cuidar de las personas.

El rasgo más importante de cualquier líder es su capacidad de liderar con el


corazón y no con la cabeza. Una persona puede ser capaz de utilizar palabras
bellas para describir un cielo nocturno hermoso, o explicar cómo funciona el
mundo en términos de la física, o discutir sobre el gran arte del mundo. Pero
si un líder no toma decisiones con el corazón, ni él ni su gente podrán
experimentar una conexión fuerte con la Fuerza de Luz de Dios. El aspecto
más importante de la vida, no es llenar nuestro cerebro de datos, sino llenar
nuestro corazón con amor. Un gran líder es alguien que reconoce esto.
V ivimos una época de cambios rápidos, a medida que los conceptos
de espacio y tiempo están disolviéndose. La totalidad de los cambios
de los que somos testigos nos conducen a un solo punto: el
momento en que experimentaremos la evolución completa del espíritu. Por
eso la gente está evolucionando y comprometiéndose más que nunca en el
plano espiritual; la espiritualidad ha limpiado tantos niveles de negatividad,
que ahora somos capaces de ver lo que jamás pudimos ver en el pasado.

L a energía espiritual del hogar, así como el nivel espiritual de cada


alma que viene a este mundo, deriva del aspecto femenino, de la
manifestación de Maljut.  Es a través de la energía femenina y del
mundo físico que se nutrirá el resto de la creación.
M ucha gente me pregunta: "¿Está en mi poder
enfermedades?". Y mi respuesta es: "Sí, absolutamente". Pero
tenemos que parecernos a Dios, y esto es muy duro. Es duro
curar

porque tendemos a amar sólo a quienes son cercanos a nosotros; pero esto no
es ser como Dios. Es apenas natural amar lo que es nuestro; ir más allá y
amar al hijo de otro puede resultar muy difícil. Pero para ser como Dios y
curar enfermedades debemos aprender a amar a todos los hijos de Dios.

L a oración no es más que una herramienta; el elemento activo de la


oración es nuestra conciencia. Si no sabemos cómo conectarnos con
la Fuerza de Luz durante nuestras oraciones, éstas no serán
escuchadas.
T ómate unos momentos hoy mismo e intenta cambiar algún aspecto de
tu personalidad que te desagrada. Con sólo cambiar ese rasgo de ti
mismo, produces cambios en quienes te rodean. No se comienza con
la idea de cambiar el mundo; sin embargo, cuando efectuamos pequeños
cambios en nosotros mismos, revelamos la chispa Divina que está en
nosotros. Y esto es lo que crea el cambio en el mundo.

A l llegar al mundo físico, la gente olvida su verdadera misión. Nos


distraen las cosas materiales. Para superar esto, la vida nos golpea
hasta que nos damos cuenta de que la única y verdadera plenitud
procede de cosas inmateriales de la vida, como el amor y la satisfacción.
Si no llegamos a reconocer esto, tendremos que volver a la Tierra una y otra
vez hasta lograrlo.
E l lazo que sostiene a las comunidades tiene el poder de resistir el mal.
Unámonos de esta manera.

C uando hablamos de estrés y ansiedad, deberíamos saber que la causa


básica de todas las enfermedades —y quiero decir todas las
enfermedades— no procede del cuerpo, sino de nuestras
motivaciones mentales. ¿Cuántos de ustedes creen que los médicos curan?
Los médicos no curan; no son más que un instrumento, el canal para algo más
elevado. El cuerpo se cura por sí solo.
Supongamos que te fracturas un hueso y acudes a un ortopedista. ¿Qué hace
el ortopedista? Acomoda el hueso como estaba antes y luego deja que el
cuerpo mismo lo corrija. En otras palabras, no es el ortopedista el que
compone el hueso, sino más bien el propio cuerpo.

De la misma manera, debemos entender que es el cerebro el que causa y


motiva la aparición de todas las enfermedades de nuestro cuerpo.
L os nativos de Sagitario son personas a las que les gusta vivir al límite.
Disfrutan del desafío y la lucha. Son los equilibristas que caminan por
la cuerda floja del mundo, los que apuestan por una opción que nadie
tomaría. Son amantes de la vida. Las cosas que motivan a un sagitario, tanto
en su vida personal como en los negocios, son habitualmente demasiado
excéntricas o esotéricas como para que las entienda la mayoría de la gente.
Sagitario es uno de los signos más hermosos del Zodíaco, pero está libre de
desafíos. Es muy difícil acorralar a un sagitario, pues tiene muchas
dificultades para establecer límites.

Sagitario está regido por Júpiter, que es el planeta de la expansión. Por eso, si
somos responsables en nuestro trato con la gente durante el mes de Sagitario,
podremos expandir esa energía todavía más. Sin embargo, debemos
asegurarnos de que aquello que persigamos tenga una base sólida. Así
podremos tener la certeza de que esa proposición, negocio, matrimonio
o cualquier otro tipo de relación, será exitosa.
D ios dijo: "Creen una casa para Mí donde pueda morar". Nosotros nos
preguntamos: "¿Por qué necesitamos una casa, un sitio de culto, un
templo?". La respuesta es que la energía del Creador fluye
libremente sólo cuando las personas se reúnen con propósitos espirituales.
Sin embargo, podemos reunirnos en un lugar de culto y aún así salir vacíos.
La diferencia entre salir vacío o pleno está en la conciencia que llevemos a
nuestro lugar de culto.

R ecuerda que uno de los problemas a los que nos enfrentamos


actualmente son las escaleras por las que ascendemos en dirección a
la Fuerza de Luz de Dios. Podemos volvernos puros a través de
nuestras acciones cuando se nos plantean desafíos. ¿Qué significa ser puro?
Significa haber evolucionado a partir de lo que alguna vez fue impuro. Nos
acercamos a la pureza cada vez que resbalamos por la escalera y nos las
ingeniamos para enderezarnos y continuar nuestro ascenso hacia los brazos
de Dios y Su grandeza.
U nos de los momentos más preciosos que vivimos son aquellos en los
que nos acordamos de simplemente ser. En esos momentos, si nos
relajamos, escuchamos una voz que dice: "Está bien, sé quién eres y
no te preocupes; porque cada vez que se cierre una puerta para ti, otra se
abrirá para que puedas atravesarla a medida que se acerca esta época de gran
Luz".
P ermíteme contarte una historia sobre el gran Kabbalista Baal Shem
Tov. Cada vez que terminaba sus oraciones, Baal Shem Tov saludaba
a un miembro de su congregación con "Shalom aleihem" (saludo que
se dice cuando no has visto a alguien durante tres días). En una ocasión, uno
de los hombres de la congregación respondió: "Yo nunca me fui de la ciudad,
tampoco mi padre, dime entonces, ¿por qué cada vez que terminas tus
oraciones siempre dices 'Shalom aleihem'?".

El Baal Shem Tov respondió: "¿Dónde estabas mientras rezabas? ¿Estabas


pensando en las vacaciones que quieres tomarte o en lo que harás más tarde?
Pensaras lo que pensases, no estabas aquí en espíritu. Así que te doy la
bienvenida de nuevo".
Cuando rezamos o leemos un libro sagrado, nuestra conciencia puede generar
energía para nosotros mismos y para el mundo entero. Por lo tanto, antes de
rezar es importante que nos preguntemos: "¿Rezo para mí mismo o para que
el mundo tenga más Luz?".

¿Cómo son nuestras plegarias? ¿Son impolutas? ¿Cuánto de nosotros hemos


dado realmente como para poder presentarnos ante el Creador y pedirle una
conexión con la Luz?
P ara comprender quién eres, es importante que sepas ante todo que eres
un ser Divino. Hasta que no entiendas esto, te será imposible dar Luz a
los demás o incluso poner Luz en todo lo que haces. Un modo de
conectarse con la Luz y compartirla con los demás es decirle un sincero
"buen día" a alguien, aunque no te sientas bien y las cosas no estén saliendo
como crees que deberían. Éste es un modo simple de compartir la Luz de
Dios que está en ti, con quienes te rodean.

N ecesitamos ser faros de Luz, aun cuando no haya nadie alrededor


que "nos anote un tanto" por ello. Ésta es la conciencia que
debemos lograr cada día. No compartimos la Luz esperando obtener
algo a cambio; la damos incondicionalmente.
M ucha gente ha muerto por causas religiosas. Un individuo religioso
puede argumentar que habló con Dios y que Él le dijo que hiciera
lo que hizo. ¿Cómo sabemos si el mensaje que recibimos procede
de la Luz o del Lado Negativo? Debemos preguntarnos siempre: "¿Cómo va
a afectar mi acción a los demás? ¿Es buena para toda la comunidad?
¿Queremos causar roces o división entre la gente para sentirnos más fuertes?
Si intentamos motivar a una persona para que actúe de cierta manera, ¿lo
hacemos porque queremos que vea las cosas como nosotros y nos dé la
razón? ¿O es nuestro acto una acción de compartir que también respeta el
espacio y los procesos del otro?". Necesitamos revisar siempre la intención
detrás de nuestras acciones y cerciorarnos de que lo que hacemos procede de
la Fuerza de Luz.
¿Qué es una persona rica? El término ashir,  que significa "rico" en
hebreo, es un acrónimo de las palabras "ojos, dientes, manos, pies".
¡Eso es precisamente una persona rica!, alguien que tiene ojos para ver,
dientes para alimentarse y hablar, manos para crear y pies para caminar. Por
supuesto, este significado no se refiere sólo a nuestras capacidades físicas,
sino también a nuestra capacidad de conectarnos, compartir, crear y hacer.

A ntes de que los romanos entraran en Jerusalén, había dos facciones


opuestas viviendo en una misma comunidad: una de ellas quería
emprender la guerra contra Roma, la otra no. ¿Qué hizo la facción
que quería hacer la guerra? Quemaron las reservas de comida que iban a
alimentar a la gente durante tres años. Lo hicieron para forzar a aquellos no
querían luchar a unirse a sus esfuerzos bélicos. ¿Puedes imaginártelo?
Pusieron a los suyos en situación de privación con tal de conseguir sus
propios fines. ¿En qué aspectos privamos a otros de Luz para conseguir lo
que queremos?
Y om Kipur es el día en que los Mundos Superiores se abren a toda la
humanidad para permitir que nuestras oraciones obtengan respuesta
y nuestra negatividad sea arrasada por el mar como si nunca hubiera
existido.

Espiritualmente, estamos parados ante las puertas del Sancto Sanctorum,


implorando por nuestras vidas, o al menos por la posibilidad de renovar o
rehacer aquello que no hicimos el año anterior. Mientras permanecemos allí,
no sólo debemos pedir perdón, sino también estar dispuestos a otorgarlo. Si
perdonar no forma parte de nuestra naturaleza, si persistimos en juzgar a los
demás en vez de valorarlos y apreciarlos, no podemos pararnos ante el
Creador y pedirle a Él lo que no nos pedimos a nosotros mismos. Por tanto,
debemos pensar un poco antes de decir nuestras oraciones e intentar
encontrar en nosotros mismos la capacidad de ser como el Creador, de
perdonar y dejar de juzgar.

Le pedimos al Creador que disuelva todas las cosas negativas que hemos
hecho, pero Él sólo puede hacerlo cuando nosotros estamos dispuestos a
hacer lo mismo por aquellos que nos rodean. Debemos ver que lo Divino está
en cada uno de nosotros; si podemos verlo, lo Divino regresará a nosotros, no
solamente hoy sino todos los días. Espero que la unidad que formaremos
nos conduzca a un lugar libre de caos, dolor y sufrimiento, lleno de Luz
inagotable.

L os seres espirituales son personas que pueden generar Luz en el


mundo entero. Si alguien habla en términos espirituales pero sus
palabras generan desunión, con frecuencia se debe a que esconde otro
motivo. Aquello que es verdaderamente espiritual siempre crea una energía
de unión y unidad.

D espués de 17 años, Jacobo se reencontró con su hijo José, a quien se


presumía muerto. Los años que vivió con José en Egipto fueron los
más felices para Jacobo, pero antes tuvo que ganarse esa felicidad.
Tuvo que transformarse y crecer espiritualmente. Éste es también nuestro
trabajo. Todos podemos obtener lo que obtuvo Jacobo, pero esa alegría
depende de lo que hayamos hecho con nuestras vidas y sobre quién hayamos
repercutido. Nuestra felicidad no está determinada por nuestros logros
materiales, sino por la profundidad de nuestro trabajo espiritual.
A lgunas personas trabajan mucho para mantener a la familia, pero la
gente pasa muy poco tiempo con sus hijos. No estoy diciendo que
no debamos trabajar para llevar el sustento a nuestros hijos, sino
que eso es tan importante como dedicarles tiempo.

N ecesitamos evaluarnos diariamente para ver en qué hemos fallado.


Es importante que hagamos esto a diario para corregir nuestra
negatividad interior, que necesita ser transformada.
D os almas que están a un mismo nivel espiritual trabajan juntas como
pareja y a la vez como parte de algo más grande que ellas mismas.
Ésta es la esencia de una auténtica relación de almas gemelas. Para
tener este tipo de vínculo, ambos tienen que estar de acuerdo en las cosas más
importantes: los valores más apreciados deben ser los mismos, y ambos
deben darse tiempo para sostener y alimentar esos valores. Una relación de
almas gemelas alimenta el alma, no sólo el cuerpo.

Mucha gente anhela este nivel de compatibilidad. Pero es importante


recordar que no todo el mundo viene aquí para casarse y encontrar a su alma
gemela. Muchas personas tienen un trabajo importante que realizar aquí en la
Tierra que quizá no tenga nada que ver con encontrar la otra mitad de su
alma. Consideren, por ejemplo, la vida de una persona como la Madre
Teresa, que nunca se casó pero que se ocupó de los niños huérfanos y creó
unidad en el mundo. Su trabajo en la Tierra era hacer exactamente lo que
hizo.
¿Cómo encontrar a tu alma gemela? Comienza por preguntarte: "¿Dónde
estoy buscando y qué es lo que busco?". Si una persona que ya pasó los
35 ó 40 años sigue buscando a su alma gemela, lo más probable es que se
haya impuesto una meta demasiado alta. Una persona así está buscando la
perfección, pero ¿quién es perfecto? Si buscamos a un hombre que sea rico,
inteligente, elegante y apuesto, puede que haya llegado la hora de repensar
nuestras prioridades y decidir qué es realmente importante en un compañero.
Quizá entonces podamos encontrar a alguien con quien compartir nuestra
vida.
S i hay algo que verdaderamente quieres conseguir y quieres la ayuda de
la Luz, ¿cómo sabes cuándo retirarte y permitir que la Luz entre?
¿Cómo puedes encontrar ese equilibrio? Empiezas por estar seguro de
que tu conciencia es la adecuada y de que estás partiendo del compartir. Si es
así, podrás dejar que la Luz entre con éxito.

Hay otros que tienen talento, pero el 90% de ellos no consiguen las metas
que se propusieron. ¿Se debe esto a un problema con la Luz? ¿O es que no
logran sus sueños porque no permiten que la Luz entre en sus vidas? Quizá
lo que previeron no es lo que se suponía que debían hacer. Quizá necesiten
cambiar de dirección.
Si tu sueño implica compartir tu Luz y tus dones con el mundo, seguro que
se cumplirá con éxito.
H ay quienes creen que la caridad es todo lo que tienen que hacer para
compartir. Firmar un cheque y hacer una donación desde tu cuenta
bancaria es más fácil que compartir tu tiempo, tu amor o tu talento.
Sin embargo, el único acto verdadero de compartir Luz es dar de uno mismo.

S i nos proponemos llegar a ser esto o aquello cuando tengamos 50


años, ¿qué ocurre con cada día de nuestra vida hasta que alcanzamos
esa edad? ¿Se convierte en un desperdicio? Cuando abrimos los ojos
por la mañana y respiramos, tenemos que comprender que ese día es tan
importante como cualquier otro. Nuestro trabajo de hoy no es distinto al de
ayer ni será diferente al de mañana, aunque pasen 25 años. Nuestra tarea
sigue siendo traer más Luz al mundo. Este día —hoy— importa.
E l episodio bíblico de Kóraj es una magnífica historia para todos
nosotros. Kóraj provenía de la Tribu de Leví, una de las 12 tribus de
Israel. Kóraj era un hombre muy rico, bien parecido y sabio. Tenía
todo lo que una persona podría llegar a querer. A pesar de tenerlo todo,
organizó una revuelta para poner al pueblo contra Moisés, que era de su
propia tribu. Kóraj tuvo una gran influencia entre los suyos y convenció a
250 hombres para ir en contra de Moisés. Pero la manipulación de estas 250
personas, incluido él mismo, los llevó a todos a la muerte.

Recuerden que Kóraj era un hombre sabio. ¿Pensó que su acción no tendría
consecuencias? Kóraj tuvo una visión que le mostró que el Profeta Samuel
iba a venir de su linaje, y por ello creyó que estaba destinado a vivir. De esta
forma, a pesar de lo inteligente que era, no vio las consecuencias inevitables
de sus acciones, y pereció. Sus dos hijos, por otra parte, no se unieron a él.
Fue gracias a esos dos hijos que su linaje continuó.

¿Qué nos enseña esta historia?

La codicia no ofrece ninguna satisfacción. Una persona codiciosa, como


Kóraj, siempre quiere más. Kóraj deseaba algo que no le pertenecía: el poder
y liderazgo que le había sido dado a Moisés. Así, en vez de trabajar con él,
manipuló al pueblo para convertir ese amor a Moisés en odio.

C uando alguien cercano te hiere profundamente, ¿cómo puedes usar


ese dolor en beneficio tuyo y de la otra persona? Lo primero que
debes hacer es tomar distancia de la situación y observar tus
emociones. Sólo cuando tu dolor se calme será el momento adecuado para
hablar con la otra persona.

Cuenta la Biblia que cuando Rivká envió lejos a su hijo Jacobo, le dijo que
sólo podía volver cuando dejara de creer que su hermano, Esaú, lo odiaba.
Al igual que Jacobo, debemos esperar. Debemos alejarnos de la escena,
digerirla, pensar en lo ocurrido y preguntarnos ante todo por qué atrajimos
esa clase de incidente negativo a nuestra vida.
Luego, especialmente si estás tratando de ser más espiritual, deberías
comenzar un diálogo abierto con la persona que te ha herido, no con alguien
ajeno o con un amigo, sino directamente con esa persona, y sólo cuando ya
no sientas enojo. Si aún sientes enfado, tu Ego sigue al mando y serás incapaz
de escuchar la respuesta de tu persona amada. Pero si te aproximas a la otra
persona sin intenciones ocultas, revelarás Luz en lugar de promover el caos, y
crecerás espiritualmente en el proceso.
D esde el punto de vista kabbalístico, cuando hablamos de la
enfermedad, en cualquiera de sus niveles, nos referimos a ella como
mal-estar. Es una desconexión y una falta de armonía con la Luz.
¿Qué es la Luz? La luz es completitud, totalidad. Entonces, ¿qué ocurre
cuando tenemos malestar? Que nos separamos de la Luz del Creador.

N o puedes forzar a la gente a que abra su mente y vea lo que está ahí
para ser visto. Ser verdaderamente espiritual es darse cuenta de que
no todos tienen el mismo punto de referencia que tú. La
espiritualidad, especialmente el camino de la Kabbalah, no es para todos. La
Luz es muy fuerte, y si una persona no puede manejar este tipo de energía,
entonces no es el camino adecuado para ella en este momento.
A caso conozcan la historia de los ángeles que discutieron con Dios y
le preguntaron: "¿Por qué entregas la Biblia a los humanos? ¿Por
qué dársela a quienes producen corrupción, muerte, dolor y
asesinato? ¿Por qué no la dejas entre nosotros? Nosotros la apreciaremos".

Dios respondió: "¿Para qué necesitarían ustedes una herramienta semejante?


Ustedes ya son puros. Debo ofrecer esta herramienta a quienes la usen para
superar los problemas que ustedes acaban de mencionar, y de ese modo se
manifieste la poderosa energía de Mi Luz. Ustedes, los ángeles, deben servir
como instrumento Mío, mientras que la Biblia debe servir como instrumento
de las personas".
A bandonar nuestro Ego significa escuchar totalmente a los demás,
aun cuando no estemos de acuerdo con lo que digan. Significa
permitir al otro tener una opinión diferente sin entrar en una guerra
de palabras. Significa ubicarse en un lugar desde el cual reconocemos que no
debemos ofendernos sólo porque alguien no comparte nuestro punto de vista.
a Biblia dice que cuando los Israelitas salieron de Egipto, Moisés no los sacó
de allí por una ruta directa. En su lugar, los guió de tal forma que no pudieran
encontrar el camino de vuelta a Egipto. Debido a la ruta que tomaron, los
Israelitas pasaron por muchas dificultades. La lección aquí es simple: para
llegar a un nivel más alto de espiritualidad, debemos dejar el camino que
mejor conocemos y aventurarnos en lo desconocido.

L De la misma forma que los Israelitas querían regresar a Egipto, en


ocasiones nosotros preferiríamos volver a nuestro propio Egipto,
donde nos sentimos a salvo y confortables; aun cuando esto
signifique volver al caos. Al menos ahí sabemos qué esperar. En una ruta
nueva, en cambio, no tenemos idea de cuáles serán los resultados. A veces el
Creador nos conduce por caminos que desconocemos. No nos da opción,
pero es por nuestro bien espiritual, para impedir que regresemos al caos.
M uchas personas son adictas al trabajo, están ocupadas día y noche,
realmente sin tiempo. A veces estas personas se enferman
gravemente y entonces encuentran tiempo para reexaminar el
curso de su vida. La enfermedad, por tanto, fue necesaria para cambiar su
conducta adictiva al trabajo y su perspectiva de la vida. Entonces pueden
asumir esta nueva perspectiva y elegir un nuevo camino a tomar, uno que que
los acerque a la Luz del Creador.

M uchos intentamos ser alguien que no somos para complacer a otras


personas. Cuando dejamos que los demás afecten la forma en que
nos presentamos a nosotros mismos, nos bloqueamos
espiritualmente. Sin embargo, cuando somos conscientes de este bloqueo,
tenemos una gran oportunidad de aprender y crecer.
S olemos perder de vista con demasiada facilidad el gran trabajo que
Dios nos ha encomendado cumplir en esta vida.

Hay una historia sobre un gran erudito que vivió hace unos 150 años, un
genio de las finanzas que dedicaba casi todo su tiempo a concebir sistemas
que le generaban grandes sumas de dinero. Una noche, este erudito tuvo un
sueño en el que vio a dos ángeles que se preguntaban: "¿Debemos mostrarle
todo aquello que le estaba encomendado conseguir en esta vida?" Luego
abrieron una cortina y, ahí, sentado a un lado del trono de Dios, apareció un
gran ángel blanco. Este ángel se volvió hacia el erudito y le preguntó:
"¿Dónde están los grandes libros espirituales que supuestamente ibas a
escribir? ¿Dónde está toda esa gente a la que ibas a llegar? ¿Qué has estado
haciendo con tu tiempo?".

En su sueño, el erudito se vio a sí mismo respondiendo: "Estuve muy


ocupado con mis trabajos". Antes de que pudiera continuar, el ángel de Dios
dijo: "No quiero escuchar tus excusas. ¿Piensas que te di una mente así para
que pudieras acumular un montón de oro? ¿Piensas que esa es la razón por la
que te puse aquí?".

Cuando despertó, el erudito estaba profundamente conmovido por el sueño y


decidió actuar según su mensaje. Se comprometió a cumplir con lo que el
ángel le había mostrado. Comenzó a escribir numerosos libros espirituales y
fundó una escuela con muchos estudiantes. Los ángeles aparecieron en otro
sueño y le dijeron: "Bendito seas en este mundo y en el próximo".

¿Cómo estamos usando los dones que el ángel de Dios nos ha otorgado?

T ener estrés significa que no creo realmente en la Fuerza de Luz de


Dios. Significa que me falta certeza. Si en lugar de estar pendiente de
la situación concreta que tengo frente a mí, le prestara atención a la
Luz, entendería que aunque perdiera mi trabajo hoy, podría encontrar otro a
la vuelta de la esquina, en el que me pagarán el doble. De modo que ¿debería
estar estresado ahora? No. Pero mientras me falte certeza, sentiré estrés.
E n el libro del Éxodo, Dios le dice a Moisés que tiene la habilidad de
persuadir, pero Moisés lo cuestiona. Moisés era Piscis, y en ocasiones
los Piscis prefieren ocultarse antes que asumir una responsabilidad.
Pero éste no fue el caso de Moisés; no estaba escapando a su responsabilidad.
Realmente se preguntaba: "¿Soy yo el canal? ¿Soy la persona que Tú, Dios,
quieres que sea?". Igual que Moisés, con frecuencia nos sentimos inseguros
de nuestra capacidad para difundir Luz; pero a pesar de ello, es nuestra
responsabilidad ser el faro de Luz que Dios quiere que seamos.

U na de las mejores formas de revelar la Luz es a través de la unidad


dentro de una pareja. ¿De qué formas puede una pareja crear esta
unidad? Depende de la pareja en cuestión. A veces es difícil cambiar
viejos hábitos. Con frecuencia, si uno de los dos integrantes está estudiando y
creciendo espiritualmente y el otro no, el primero debe convertirse en modelo
de los principios que esté aprendiendo, en lugar de ser un profesor o un
conferencista. No existe la coerción en la espiritualidad. Tenemos que
aprender a hablarle a la otra persona de modo que se sienta alentado a
escucharnos.

Por ejemplo, si estás casada con alguien de Leo, como yo, nunca le digas que
algo que hizo o dijo está mal. Esto le haría cerrarse de inmediato, pues
estarías afectando su Ego; y los de Leo se sienten muy orgullosos de quiénes
son. Pero si tomas al mismo individuo y lo halagas, entonces conseguirás
alentarlo al cambio.

Asimismo, si criticas a un nativo de Cáncer, lo pierdes. Pero si le dices:


"¿Sabes cuánto me has herido?", entonces tienes una oportunidad, porque los
de Cáncer son sensibles al dolor y al sufrimiento. Aprende la psicología de
cómo hablarle a tu pareja para su propio bien, y tu relación crecerá en el
proceso.
L a energía de una persona prevalecerá sobre todo lo que es suyo.
Incluso un libro puede cargarse con la energía de su dueño.

¿Cuál es el castigo para una persona celosa? Vivir con sus propios celos.
Cuando somos celosos, nunca nada es suficiente, todo lo que sentimos es
carencia. De ahí que los celos sean tanto la causa como el efecto de nuestro
sufrimiento; la semilla de los celos es en sí misma la consecuencia. Cada día
que vivimos con celos estamos en crisis. Nos sentimos merecedores y no
podemos librarnos de estos pensamientos. Los celos son el castigo del celoso.
E s la mujer quien enciende las velas el viernes por la noche. ¿Por qué?
Se dice que la mujer, representada por Eva, fue quien quitó la Luz del
mundo. Por eso ahora el trabajo de la mujer es devolver Luz al
mundo.

A veces lo echamos todo a perder y acabamos aquí de nuevo,


trabajando en la misma corrección que trabajamos en nuestra vida
anterior. Pero el Creador siempre esperará pacientemente y con
amorosa generosidad que nos transformemos.
E n las familias con muchos hijos, a veces los padres favorecen a uno
de ellos. Esto fue lo que pasó con José. Jacobo tenía afinidad con
José porque ambos representaban la energía de la Columna Central.
Pero al favorecer a José, Jacobo generó envidia entre los hermanos,
empujándolos a vender a José como esclavo. Es tarea de los padres promover
la unidad, y no la división, dentro de la familia.

E l Zóhar dice que una esposa puede construir o destruir. La esposa de


Kóraj tenía este poder. Ella le dijo: "¡Mira lo que Moisés te ha hecho;
te ha cortado todo el pelo y ahora nadie te reconoce! ¡Él no quiere
que estés en su mismo nivel ni que tengas su mismo estatus! ¿Pero acaso no
tienes derecho?". Ella destruía con sus palabras. Y fue tras escuchar sus
palabras que Kóraj intentó destituir el liderazgo de Moisés y Aarón. Está en
manos de la mujer levantar a su hombre o derribarlo.
C uando algo malo ocurre en un lugar donde se supone que deberías
haber estado pero al final no estuviste, en realidad es la Luz que te
llama para decirte: "Eh, ahora tienes otra oportunidad, ¿qué vas a
hacer con ella?".

Tengo un buen amigo que sobrevivió al cáncer. Después fue herido mientras
cumplía con su deber en el ejército; debió haber muerto, pero se salvó. Tuvo
un ataque cardiaco y sobrevivió a una cirugía a corazón abierto. Hoy, en
retribución, dedica la mayor parte de su tiempo a hacer buenas obras. ¿Por
qué? Porque reconoció, después de que le tocaran en el hombro tantas veces,
que tendría que haber sido sordo para no escuchar lo que Dios le estaba
diciendo. Así que toma nota. Cuando te salves o salgas ileso de una situación
de peligro, pregúntate a ti mismo: "¿Qué intenta decirme el Creador?".
H ay una historia sobre dos hombres sabios. Uno de ellos estaba
ayudando a un hombre de una gran negatividad, alguien con un
nivel de espiritualidad mucho más bajo. El otro sabio le preguntó:
"¿Por qué ayudas a un hombre tan claramente negativo y que no parece digno
de tu auxilio? Después de todo, está escrito: 'Ama a tu prójimo como a ti
mismo', y la expresión a ti mismo (kamoja) se refiere a alguien de un nivel
similar, de modo que no hay ninguna razón para ayudar a un sujeto de un
nivel tan bajo".

El otro sabio le contestó: "Kamoja significa que debemos tener un amor


incondicional por todas las personas".
Incluso aquellos que están en un camino espiritual pueden llegar a olvidar
que para eliminar el sinat hinam, "el odio sin razón", se necesita amar a
todo el mundo de forma incondicional.
A quellos de nosotros que somos más conscientes, o que quizá estamos
en mayor sintonía con aquello que nos rodea, debemos darnos
cuenta de que esta conciencia no es simplemente una bendición en sí
misma. Es una oportunidad para transmitir a otras personas la misma
conciencia; por ello, no debemos dar nuestra conciencia por sentado.

C uando llevamos a cabo una acción elevada o espiritual, tanto si lo


hacemos en casa, en nuestra comunidad, en nuestro medio ambiente
o con nuestros seres queridos, estamos construyendo un hogar
espiritual, el cual puede desarrollar y nutrir cualidades espirituales tanto en
nosotros mismos como en los demás.
Pero cuando realizamos un acto enraizado en el  Deseo de Recibir
Sólo para sí Mismo,  pasamos a otra clase de energía, que en nada
nos ayuda a construir nuestro hogar espiritual.
A sí como el alma obtiene un cuerpo en el nacimiento, nosotros
también llegamos a este mundo y obtenemos una esposa, hijos,
nietos, obtenemos el amor por nuestros hijos y el amor por la gente.
Pero éstas son sólo las herramientas que necesitamos para llevar a cabo
nuestra misión de almas en el mundo físico; no son las razones por las que
estamos aquí.
A braham, una de las almas más grandes de la humanidad, era hijo de
un forjador de ídolos. Moisés nació de la unión sexual de dos
parientes. Esto muestra que, con frecuencia, hay una Luz hermosa
en el interior de algo que parece negativo; debemos eliminar la suciedad para
que la Luz brille desde la distancia. Ese ocultamiento existe para que la
negatividad de la Columna Izquierda, el  Deseo de Recibir Sólo para sí 
 Mismo, no consuma esta gran Luz antes que tenga la oportunidad de crecer y
convertirse en su verdadera esencia. Nunca sabemos de qué Vasija vendrá la
verdadera espiritualidad.

Hoy no estamos en el mismo nivel de espiritualidad en el que estaban los


patriarcas de la Biblia. Sin embargo, el mismo principio sigue siendo verdad:
nadie sabe realmente de dónde va a venir una gran Luz.
C uando sentimos que otra persona nos está juzgando, esto es
simplemente un espejo que nos está reflejando nuestra propia
tendencia a juzgar a los demás. Del mismo modo, aquello que
aprendemos a perdonar de los demás será aquello por lo cual seremos
perdonados. El Creador no quiere nada de nosotros excepto vernos actuar
como Él lo haría. Le gustaría vernos dedicar nuestro tiempo a cuidarnos y
amarnos los unos a los otros. En la actualidad, hay tan poco de esto en
nuestro planeta, que es nuestra tarea como seres conscientes que somos,
esforzarnos cada día para acercarnos a ese nivel de conciencia.

a energía es circular. Cuando sucumbimos a echar el mal de ojo, incitamos el


mal de ojo en la otra persona, así como en nosotros mismos. Cuando
L
expresamos ira, recibimos ira. La energía que recibimos es la misma
que compartimos con el mundo.

La única pregunta que se nos hará al final del camino no es si batallamos y


ganamos, sino cómo hicimos la batalla. Lo único que verdaderamente
importará es cuánto amor hemos dado a los demás; porque no seremos
 juzgados por lo que tenemos, sino por lo que hemos compartido.
C uando Abraham recibía a un extraño, lo hacía debajo de una palmera.
Observaba de cerca las hojas del árbol. Si las hojas se ponían
mustias, Abraham sabía que el extraño era una persona negativa; si
las hojas se erguían, sabía que era una persona positiva. Todos necesitamos
pedir cada día a Dios que nos abra los ojos para que podamos distinguir entre
lo que es verdaderamente positivo y lo negativo, y que abra nuestros oídos
para que podamos escuchar y entender el mensaje que se nos envía.

E res completamente capaz de superar las situaciones negativas en tu


vida. Cuanto más difíciles sean tus desafíos, más alto te elevarás
espiritualmente y más peso te agregará el Creador en tus pesas
espirituales, a sabiendas de que podrás levantarlas.
C on frecuencia no nos gusta la conducta de nuestros hijos. Es
importante comprender que nosotros creamos ese árbol, aunque
quizá al principio no lo regamos adecuadamente. La gente se acerca
a mí y me dice: "Tengo un hijo adolescente que está descarriado, ¿qué puedo
hacer?". Yo les digo: "Comiencen a regar el árbol".

L os preceptos bíblicos pueden ser positivos o negativos, y no hay una


 jerarquía que defina cuál de ellos es más importante que el otro. No
hay una consecuencia asignada cuando transgredimos un precepto
particular. ¿Por qué? ¿Por qué un hombre que cumple con los preceptos sigue
sufriendo, mientras que otro que los incumple no sufre del mismo modo? La
respuesta es que cada uno de nosotros ha hecho cosas diferentes a lo largo de
muchas vidas, y las consecuencias de nuestras acciones dependen del trabajo
que se nos haya encomendado. A veces una persona sólo vuelve para hacer
una pequeña corrección; esa alma quizá simplemente necesite salir del vientre
de su madre para luego marcharse. Pero debemos comprender que las
correcciones que cada uno de nosotros está aquí para hacer son diferentes.
L a pobreza significa una sola cosa, ausencia de Luz. Aquel que es
pobre carece de la esencia Divina que le da el deseo y las ganas de
esforzarse para existir.

N o hay cura para el tétano, la difteria, la tos ferina o la polio, pero sí


hay un modo de evitar que contraigamos estas enfermedades: se
llama inoculación. El trabajo espiritual es nuestra inoculación contra
la oscuridad y la negatividad.
A veces cuando alguien decide acercarse al Creador, se encuentra con
que todo cambia en su vida. Pierde amigos, pierde dinero, todo
parece irle mal. Esto ocurre porque, cuando emprendemos un
camino espiritual, tenemos que empezar a despojarnos de aquellas cosas que
nos paralizan. Quizá no nos ganábamos nuestro dinero de un modo
enteramente puro, o el amigo que teníamos no era un amigo de verdad.
Cuando se nos "quitan" estas cosas, solemos pensar que estamos siendo
castigados o nos preguntamos por qué se nos hace sufrir así. Olvidamos que
nuestro presunto sufrimiento procede de elecciones que nosotros hicimos
previamente, no del Creador.
C uando nos disponemos a rezar, especialmente cuando lo hacemos en
un lugar de culto de cualquier tipo, es importante que mantengamos
nuestro pensamiento y nuestra atención enfocados en conceptos
espirituales. Esto es para que los ángeles puedan tomar la energía y dirigirla
allí donde debe ir. Si dejamos que nuestra mente divague, los ángeles no
pueden hacer su trabajo.

E l mejor modo de evitar que un árbol se enferme es cuidarlo desde el


momento en que se planta la semilla en la tierra. Nosotros somos
como árboles; si no partimos de raíces fuertes, tendremos que llevar a
cabo mucha introspección y trabajo espiritual para crecer adecuadamente en
dirección a la Luz. Pero esto es lo que el Creador espera de nosotros, que nos
transformemos y compartamos la sombra de nuestras frondosas ramas con
aquellos que nos rodean.

Podemos aprender mucho de José el Justo. A pesar de que estaba rodeado de


oscuridad, él siempre eligió la Luz. Nosotros también debemos intentar ver
siempre el lado luminoso de todo aquello que parece ser negativo en nuestras
vidas.
L a mayoría de nosotros no somos libres. Somos esclavos de nuestros
trabajos, de nuestra familia y de nuestras responsabilidades
cotidianas. No estoy diciendo que no debamos trabajar (la mayoría de
nosotros tiene que hacerlo) pero, ¿cuánto de nuestro trabajo está hecho con
amor en el corazón? Normalmente la gente trabaja unos cincuenta años para
terminar encontrándose con que al final del camino no ha llegado mucho más
lejos de lo que estaba al principio. "Trabajo para mantener a mi familia",
dicen; pero apenas conocen a su familia. Esto es esclavitud.

C on odio y bombas no es posible crear bondad, amabilidad y paz. El


único modo de crear bondad, amabilidad y paz es a través de la Luz.
Después de estudiar espiritualidad, los niños del Medio Oriente
dicen: "No sabía que podíamos jugar juntos; pensé que solamente podíamos
temernos los unos a los otros". Si podemos transformar el odio en amabilidad
con los niños del Medio Oriente, ciertamente seremos capaces de hacerlo en
cualquier otro lugar del mundo.
S i no puedes olvidarte un poco de ti mismo y sentarte un momento en
paz y en silencio, entonces no puedes apreciar qué, ni quién eres
realmente. Eres una chispa de la Fuerza de Luz de Dios. Calma tu
mente, así es cómo aprenderás a apreciar la vida.

S in la cualidad de compartir, ninguna existencia sería posible, pues el


único propósito de la existencia es dar a la humanidad. Cuando das a
la humanidad, ésta siempre te lo devolverá.
L
a libertad es tener la capacidad de hacer lo que te gusta,
independientemente de si ganas o no ganas dinero con eso. Te motiva
hacerlo porque es el trabajo que viniste a hacer en tu vida.
¿Por qué Shejem y Hebrón son siempre el centro de tanta negatividad?
Estas dos ciudades estaban gobernadas por los Levitas, que representaban la
esencia del juicio. Dentro de la seguridad del Templo, los Levitas cantaban y
representaban canciones de alabanza para hacer descender la energía de la
Fuerza de Luz del Creador y utilizarla para juzgar con ecuanimidad. Se dice
que los Levitas fueron obligados a cortarse el pelo porque los cabellos son
antenas que reciben energía. En el Templo, y sin sus cabelleras, los Levitas
conseguían manejar esta energía de juicio; podían realizar su servicio de
forma imparcial. Pero a diferencia de los Levitas del Templo, los Levitas de
Shekhem y Hebrón no lograban doblegar la energía y permitían que la
negatividad gobernara sus elecciones.
Cuando las personas crean energía positiva o negativa en un lugar, esa
energía permanece allí. Si hay energía negativa en una ciudad o localidad,
persistirán los problemas en ese lugar, y esto es lo que sucedió en Shejem y
Hebrón. La negatividad que causó el desprecio por la Luz, generó más
negatividad y oscuridad. Es importante que entendamos esta lección.
L os niños permanecen en el estado alfa hasta la edad de 12 años, por
eso no tienen los velos que tenemos los adultos. De hecho, somos
nosotros quienes ponemos velos en nuestros propios hijos. Los
adultos, por otra parte, funcionan en el nivel beta. Por eso a veces resulta tan
difícil que niños y adultos se comuniquen de forma efectiva.

Sin embargo, cuando alzamos un poco los ojos, el cerebro automáticamente


activa el nivel alfa. Por lo tanto, si quieres conectar con tus hijos, siéntate con
ellos de noche o temprano en la mañana, alza la mirada para colocarte en un
nivel alfa y bríndales todos los pensamientos e imágenes positivas que
quieras que sus personalidades comprendan y desarrollen. Diles: "Te amo,
eres una persona buena". Cuando haces esto, estás alimentando sus almas en
el nivel alfa.

En el nivel alfa no hay juicio. Es como volar en avión, una vez que se
asciende sobre las nubes, sólo hay calma.
T odas las partes de nuestro cuerpo se ven afectadas por lo que
pensamos y por la energía de los alimentos que comemos. El cuerpo
es fuerte cuando la mente está positiva y relajada. Si después de
pensar en algo negativo realizamos una acción negativa, producimos una falla
en el funcionamiento de nuestro cuerpo. Entonces nos volvemos débiles, lo
cual causa mal-estar en nuestro cuerpo.

La ciencia de la kinesiología, un sistema que se basa en pruebas musculares


para identificar zonas de debilidad en nuestro cuerpo, lo demuestra muy
bien. Por ejemplo, nuestros músculos responden de manera bastante
diferente a un "te amo" que a un "te odio".
Las personas que se enferman con más frecuencia —y no me refiero a los
resfríos menores que todo el mundo coge— son las que tienen los esquemas
mentales más negativos. Cuando tenemos pensamientos negativos, nuestro
cuerpo se debilita. Cuando sostenemos pensamientos positivos, nuestro
cuerpo se mantiene fuerte.
Q uienes leen la Biblia saben que el Sol y la Luna fueron creados en el
Cuarto Día, cuando hubo una discusión en el cosmos. La Luna dijo
que quería tener la misma luz que el Sol, pero la Luz replicó que no
podía haber dos reyes bajo una misma corona. Recordemos que la Luna
representa a Maljut   y el Sol, a Zeir Anpín.  Como sabemos, en el mundo
físico la Luna no tiene luz propia, más bien la recibe del Sol. Al igual que la
Luna, nosotros en el nivel de  Maljut   no tenemos Luz propia. Recibimos
nuestra Luz a través del trabajo espiritual que realizamos, el cual revela la
Luz en nuestra dimensión física.

Moisés representa la Luz de Zeir Anpín, que es la luz del Sol, y la Tierra


Prometida representa la Vasija o la Luna. Moisés no pudo entrar en la Tierra
Prometida hasta que el trabajo de la Vasija, su transformación del  Deseo de
 Recibir en Deseo de Compartir,  no estuviera completo. Dios dijo que
Moisés no podía entrar porque era demasiado pronto para el Mesías (el
tiempo en que la Luz será revelada en su totalidad). Todavía no había
llegado la hora.

Pero este tiempo se avecina. Cuando la luz de la Luna sea igual a la luz del
Sol, será señal de que el trabajo de la Vasija se ha completado.
C on frecuencia nos preguntamos: "¿Qué puedo hacer para crear algo
más placentero y hermoso en mi vida?". La respuesta reside en
nuestros amigos y en las personas con quienes compartimos nuestro
entorno. Ellos son los que nos ayudan a crear nuestro marco mental. He aquí
la Ley Universal de Causa y Efecto en funcionamiento. Si quieres vivir algo
placentero y hermoso, fíjate en qué personas permites que entren en tu vida.

T odos somos iguales en presencia de la Luz, la separación no existe.


No hay diferencias entre musulmanes, cristianos, judíos o individuos
que profesen cualquier otra fe. Cuando hablamos de la Luz, nos
referimos a una unidad que va más allá de todas las diferencias. Hay cuatro
tipos de sangre conocidos, pero ninguno de ellos contiene un código racial o
religioso. Todos tenemos un mismo código universal de sangre. De esta
forma, estamos unidos, somos Uno.
U na persona espiritual es alguien que dice: "Este soy yo. Si te gusta lo
que he llegado a ser, aprende de lo que ves para que tú también
puedas llegar a ser parte de la misma Luz de la que yo formo parte".

H ay personas que tienen muchísimo dinero y cosas materiales, pero


aún así no son felices. De hecho, parecen estar maldecidos por su
riqueza material. Están siempre preocupados por cómo conservar su
dinero, por si tendrán la cantidad suficiente y por quién puede querer
quitárselo. Por otro lado, hay personas que tienen poca riqueza material pero
parecen llevar una vida llena de bendiciones. Lo que determina si algo será
una bendición o una maldición en la vida es nuestra conciencia.
A quellos que estamos familiarizados con los sistemas terapéuticos
naturales, como la homeopatía y la acupuntura, sabemos que antes
de que una persona se desintoxique, experimenta lo que se conoce
como una "crisis de curación". Esta crisis tiene lugar cuando todo el
organismo se cierra y de repente todas las enfermedades que la persona ha
tenido en la vida "bombardean" su cuerpo al mismo tiempo. En otras
palabras, nos sentimos peor que nunca. Pero esta purgación de la enfermedad
y la negatividad es necesaria para sanarnos físicamente.

De la misma forma, una persona que se está volviendo espiritual también


atraviesa una crisis de curación en todas las áreas de su vida. Este es el precio
que se paga por elevar la conciencia. Es como alguien que desea tener un
cuerpo esbelto y hermoso; para ello debe hacer mucho ejercicio, debe
realizar un gran esfuerzo físico, y eso requiere trabajar duramente.

Lo mismo sucede con la espiritualidad. Las personas no nacen siendo


espirituales; sólo nacen con el potencial para transformarse en seres
espirituales. Ahora bien, algunos pueden haber nacido con dones espirituales,
como el don de la clarividencia o de la intuición. Estos dones no hacen que
una persona sea espiritual; son simplemente dones que se pueden usar o no.
Pero transformarse en un ser espiritual requiere esfuerzo.

E n el Día del Juicio Final, el Creador toma en cuenta todo lo que


hemos hecho, positivo o negativo, así como lo que haremos. Hay
muchas personas que disfrutarán de una vida más larga en virtud de
las acciones que aún deben llevar a cabo. Nunca sabemos realmente cuándo
una acción que se nos presenta como posible es aquella que vinimos a hacer
aquí. A veces estamos tan ocupados viviendo nuestras vidas, que olvidamos
que con una palabra podemos cambiar el día o la vida de otra persona.

L a gente genera energía a través de sus pensamientos y acciones. Esta


energía acumulativa puede manifestarse de diferentes maneras. Una
plaga es una acumulación de acciones negativas.
S e dice que sólo se necesitan 36 personas para mantener el mundo en
funcionamiento. ¿Cuántas se necesitan para destruirlo?

Q uisiera dar las gracias al Creador por permitir que nos reunamos y
por darnos el permiso para poseer este conocimiento y esta
espiritualidad y poder compartirlos con los demás. También quisiera
dar las gracias a aquellos de ustedes que han venido desde muy lejos para
hacer tanto, no sólo por ustedes mismos, sino también por todas las personas
del mundo.

El Centro de Kabbalah comenzó con nada más que dos personas y muy
pocos recursos. A partir de estas dos personas, creció y creció. Ahora
miramos a todos nuestros estudiantes y nos preguntamos: "¿Cómo llegamos
hasta aquí?". Como un abejorro que con su cuerpo pesado y alas pequeñas
no debería poder volar, el Centro de la Kabbalah tampoco debería haber
podido despegar su vuelo. Pero lo hicimos, y tenemos mucho trabajo por
delante.
E n el relato de Pinjás se predijo que las mujeres del Becerro de Oro
regresarían para rebelarse contra la dominación masculina. Y esto es
lo que está ocurriendo en este preciso momento. Hoy en día vemos a
mujeres como presidentas de grandes corporaciones. Nunca antes en la
historia la voz de la mujer había sido tan fuerte. Y cuando la voz femenina se
vuelve tan fuerte, se alcanza el nivel de la Sefirá de Maljut, punto en el cual
el hombre y la mujer se convierten en iguales.
P ara las personas nacidas bajo el signo astrológico de Piscis, la vida
consiste en emociones y pensamientos ocultos. Esas cosas que para
otros signos pueden resultar fáciles de manejar, a los nativos de Piscis
les resultan difíciles. Un piscis puede estar ardiendo en su interior y sin
embargo su semblante se mantiene en calma.

Por lo tanto, durante el mes de Piscis es importante que estemos atentos al


subterfugio y a los enemigos ocultos. Piscis es un signo fuerte para los
negocios y las actividades intelectuales. Sin embargo, el trabajo espiritual de
los individuos de Piscis es aprender a manejar sus verdaderas emociones.

Los piscis suelen tener problemas con la adicción. Cuando no logran manejar
sus emociones, tienden a recluirse y a encubrir esos sentimientos difíciles
con drogas y alcohol. Debido a que niegan sus emociones, tienen mucha ira
reprimida.

Hay un ejemplo no muy gracioso que explica la naturaleza del signo de


Piscis. Si le dices a cualquier nativo de otro signo que alguien ha cometido
asesinatos en serie en cuatro estados, normalmente contestarán: "¿Cómo?
¡Qué horror!". Sin embargo, un piscis responderá: "¿En qué estados?". Esto
confirma la mentalidad de alguien que tiene mucho de Piscis en su carta.

A medida que crecemos espiritualmente, no debemos olvidar los lazos


que nos unen. Estos lazos —las cosas que hacemos juntos— son
importantes no sólo para el grupo del que formamos parte, sino
también para aquellos que están fuera del grupo. Estos vínculos crean
circuitos de energía.
D os personas bendicen sus alimentos antes de comer. ¿Cuál es la
diferencia entre estos dos individuos? Uno dice la bendición para
poder comer, mientras que el otro desea comer para poder decir la
bendición que expresa su agradecimiento a Dios. Cuando vivimos en una
conciencia de gratitud y concebimos cada día como un don Divino, la
película de nuestra vida se llena de milagros.

E l Zóhar  explica que si estás en un sitio negativo, tarde o temprano


caerás en la negatividad, más allá de lo justo que seas. En una fiesta
donde haya cocaína, alcohol y cosas por el estilo, por muy buenas que
sean tus intenciones, te verás afectado por la negatividad de la multitud que te
rodea.
Si te expones a la negatividad durante largos periodos de tiempo, se forman
agujeros en tu aura. Y cuando tu aura tiene suficientes agujeros, la
enfermedad encuentra un espacio por donde entrar.

Aun el individuo más justo puede caer en un sitio de negatividad y permitir


que ésta se vuelva su estilo de vida. Sin embargo, por muy bajo que hayas
caído en la negatividad, siempre hay una salida.
C uando sientes miedo, ese sentimiento se origina en tu cerebelo, la
parte inferior del cerebro que es responsable de nuestras respuestas
más instintivas. Entonces, ¿cómo podemos aprender a vencer el
miedo? ¿Cómo detenemos el flujo de adrenalina que comienza a
desencadenarse por todo nuestro cuerpo?

He aquí una herramienta que puedo ofrecerte. Escribe lo que piensas que te
causa miedo y luego asígnale un color. Es muy probable que el color de tu
miedo sea negro o rojo, porque se los considera colores negativos. Ahora,
por favor, pregúntate: "¿Qué color me ayudaría a sanar este miedo?".
Visualiza el primer color que acuda a tu mente. Ése será tu color sanador.
Ahora inhala tu color sanador y luego expira el color de tu miedo. Siente
cómo tu cuerpo se llena de energía de sanación. Ahora pídele a tu color
sanador que te ayude a localizar la semilla de tu miedo, porque lo que crees
temer no es realmente aquello a lo que temes. Hay algo debajo de ese miedo.
Debes encontrar la semilla, la verdadera causa de tu miedo.

Tal vez tu verdadero miedo sea la pérdida de control o el miedo a no ser


amado. Medita sobre tu color sanador y permite que te revele la semilla de tu
verdadero miedo y la ubicación de esta semilla en tu cuerpo.

Una vez que hayas hecho esto, por favor, escribe en un papel lo que
descubriste. Sea lo que sea lo que se te haya ocurrido, escríbelo. Ahora toma
una cerilla y quémalo. Permite que el fuego te limpie de ese miedo. Al mirar
el papel ardiendo, quiero que sepas que estás liberando la semilla de tu
miedo para siempre.

U no de regalos más grandes que tenemos es lo que nos da la


naturaleza. Debemos darnos tiempo para apreciar la grandeza que
ésta nos ofrece. Si la olvidamos, se vuelve mucho más difícil
conectarse con la Luz del Creador.

No es por hacer cosas positivas durante toda nuestra vida que recibimos más
Luz, sino por transformar lo negativo que tenemos, en la belleza de la vida.
L os Israelitas en el desierto eran sin duda almas muy elevadas. Tenían
todo lo que necesitaban; Kóraj podía incluso predecir el futuro. Pero a
pesar de tenerlo todo, estas personas quisieron lapidar a Moisés y a su
hermano Aarón.

Moisés no podía entender por qué. Él se postró ante Dios y dijo: "¿Qué he
hecho?". A lo que Dios respondió: "¡Tú no has hecho nada!".

Sin embargo, la rebelión contra Moisés tuvo sus consecuencias. La Tierra se


abrió y se tragó a Kóraj y a sus 250 seguidores. ¡Lo perdieron todo! Sus
casas, e incluso los objetos que habían prestado a otros, fueron destruidos.
Nadie habría de comprender por qué Kóraj y sus seguidores pudieron hacerle
a Moisés lo que le hicieron. ¿Cómo pudieron pensar de ese modo después de
haber recibido tanto? ¿Qué creencia o qué proceso de pensamientos te han
convertido a ti en algo que nunca pensaste que te convertirías?

Actualmente muchos de nosotros pensamos como Kóraj. Llevamos en


nuestro interior la sensación de que merecemos recibir más. Lo primero que
pensamos es:

"¿Qué has hecho tú  por mí   últimamente?". Después de mucho recibir,
tendemos a olvidar lo que tenemos y de dónde partimos. ¡Recuerden y
aprecien!

E s importante entender que la vida en esta dimensión física es una


batalla constante. Incluso el acto de salir del útero materno al mundo
exterior es una lucha, tanto para la madre como para el hijo. Sin
embargo, la batalla no es entre nosotros y los demás, sino entre nuestro ser y
nuestro propio ego.

N o es necesario estudiar larga y detenidamente la Biblia,


memorizando toda la historia. Si puedes leer una frase y sentir que
te transmite algo, esto es lo más importante.
L a enfermedad, en todas sus formas, se manifiesta cuando el aura
protectora que nos recubre el cuerpo se debilita a través de nuestro
comportamiento reactivo. Las personas felices son resistentes a la
enfermedad porque no se dejan llevar por la ira y la depresión. ¿Por qué
tienen menos posibilidades de enfermarse? Porque tienen una conciencia
distinta y tratan a los demás de un modo diferente.

Ira; codicia; yo quiero; yo necesito; ¿y yo qué? Esa inclinación constante a


pensar sólo en nosotros mismos provoca pinchaduras en nuestro escudo
protector. Los pensamientos y las acciones egoístas actúan como una púa
afilada y perforan nuestra aura personal y, en un sentido global, la capa de
ozono de la Tierra, que está diseñada para protegernos a todos.
Hay una conexión directa entre el medio ambiente y nosotros. Cuanto menos
respeto tenemos por la naturaleza, más toxicidad nos devuelve la naturaleza.
Incluso nuestros pensamientos negativos aparentemente más insignificantes,
aun cuando no tengan un efecto inmediato, terminarán con el tiempo
afectando al mundo. Hemos sido dotados con el conocimiento y la capacidad
espiritual para alterar el caos que nos rodea. Por eso, desde ahora mismo,
podemos cambiar esa falta de equilibrio de la Fuerza de Luz de Dios. El
cambio puede empezar con apenas unos pocos miles de personas, pero se
traducirá a millones si todos usamos las herramientas. Hay una tremenda
cantidad de Luz a nuestra disposición para que transformemos en Luz la
toxicidad que existe en nuestro ambiente. Empecemos a hacerlo hoy mismo.

N uestra tarea consiste en compartir el conocimiento con quienes


saben un poco menos que nosotros y en aprender todo lo que
podamos de quienes tienen más conocimiento que nosotros.
Estamos aquí para dar todo lo que podamos.

M uchas veces, a lo largo de nuestra vida, nuestra voz interior— 


nuestro ángel de Dios— nos dice que no llevemos a cabo una
acción determinada por el resultado negativo que producirá si lo
hacemos. Sin embargo, cuando nos dejamos guiar por el Ego, siempre
encontramos razones por las cuales debemos ignorar la voz angelical y hacer
lo que queremos de todas formas. Debemos aprender a sopesar nuestras
acciones y preguntarnos: "¿Cómo va a afectar esta acción a los demás? Si la
realizo, ¿estoy siendo considerado con el resto de la raza humana?". Estas
preguntas pueden servir de pauta para todos nuestros comportamientos.

T odo el mundo tiene un problema en algún área de su vida. Y


precisamente en ese mismo lugar se halla el agujero que debe ser
sellado en esta encarnación. He aquí nuestra tarea de corrección:
cerrar esa abertura para que Satán no pueda entrar.

Esto es lo que ocurre en el Noveno día de Av. En esta fecha, el agujero —en
definitiva, nuestra corrección— se nos revela. Cerrar este agujero es nuestro
Mesías personal, nuestra perfección personal. Resulta fácil para nosotros ver
las fallas o los problemas de otras personas; pero no es para eso que estamos
aquí. Nuestra corrección consiste en buscar, ver y contemplar nuestro propio
problema —el agujero que nosotros  hicimos, el que nosotros  tenemos que
arreglar—, y no en criticar y juzgar a los demás.
D ónde puede revelarse más la Luz? ¿En alguien que ha sido justo
desde su nacimiento o en alguien que tiene mucha negatividad? La
respuesta es en la persona que tiene más negatividad. Podemos
incorporar esta lección en nuestra vida diaria si transformamos nuestro punto
más bajo de negatividad en el nivel más alto de espiritualidad.

Cuando una gran Luz va a llegar al mundo, a menudo se manifiesta en la


Vasija más sucia y baja. Si se originara en un lugar justo, no habría
oportunidad de transformación. Entonces, ¿qué hace el Creador? ¡Pone Su
Luz en la Vasija más sucia! Por lo tanto, limpien bien su Vasija y dejen que
la Luz brille.
¿Cuál es el sentido de un nombre? Un nombre es energía. Cuando se le
dijo a Adán que diera nombre a los animales, él no decidió arbitrariamente
que un caballo se llamaría "caballo". No, fue la energía del animal mismo la
que creó el nombre "caballo".

S e dice que en cada generación hay treinta y seis justos que sostienen el
mundo. Estos individuos permanecen ocultos para nosotros, pero son
los pilares esenciales para que el mundo se mantenga en equilibrio. Se
dice, también, que hay ciertas personas justas que equivalen cada una a cien
mil individuos. Esto demuestra que nunca se sabe cuál es el valor exacto de la
energía de un alma poderosa en el juego del Universo, del mismo modo que
cuando lanzamos una piedra al agua nunca podemos saber cuál será el efecto
total de las ondas que creamos.

Sabemos, sin embargo, que cuando hacemos algo positivo, creamos un


resultado positivo, aunque esto no sea inmediatamente aparente. Tantas
personas me dicen, "Estudio espiritualidad, comparto, hago trabajo
voluntario, entonces ¿por qué mi vida no es maravillosa?

¿Cómo es que no me he casado o cómo es que estoy casado pero no quiero


estarlo? ¡Tantos "¿por qué?"! La respuesta es que la Kabbalah nos da
herramientas, que nos permiten vivir una mejor forma de vida. Esto no
significa, sin embargo, que ya no experimentaremos las molestias de la vida;
de hecho, es justamente lo opuesto: entre más cercano te vuelvas de la Luz,
más difícil se torna tu camino.

Piénsalo de esta manera: cuando decidimos bajar de peso, ¿qué hacemos?


Vamos a un gimnasio, entrenamos, sudamos. Sin dolor no hay ganancia,
¿verdad? Pero cuando se trata de nuestra salud espiritual, queremos que todo
sea fácil; sin embargo, no es así como funciona. Cuanto más ascendemos por
la escalera de la espiritualidad, más difícil se vuelve la vida; de hecho, vemos
más negatividad que nunca antes. Esto ocurre porque antes de emprender
nuestro viaje espiritual no notábamos las cosas negativas que nos rodeaban.
Pero cuando nos afinamos y nos conectamos con una energía más elevada,
vemos muchísimo más. Y en este caso los amigos o la pareja pueden
dejarnos, porque ya no están en el mismo camino o porque ya no se sienten
identificados con nosotros.

Las cosas cambian. Simplemente recuerden que cada vez que se cierra una
puerta, otra se abre para permitir que entre energía nueva en nuestras vidas.
Aunque no podamos verlo en ese momento, nuestra inversión siempre será
rentable. A veces el sólo hecho de tener este entendimiento puede marcar
una gran diferencia en la vida de las personas.

No, nuestra vida no se convertirá en un lecho de rosas porque hayamos


decidido leer enseñanzas espirituales. Pero podremos apreciar las cosas
negativas que nos suceden y reconocerlas como oportunidades para aprender
y crecer. Conozco a mucha gente que se ha vuelto espiritual a raíz de vivir
adversidades, como una enfermedad grave o una separación importante; y
estas personas han llegado a convertirse en mejores seres humanos como
consecuencia de esas situaciones. Este es el poder de recorrer un camino
espiritual, sólo requiere que seamos suficientemente pacientes para cosechar
las recompensas.
E l Zóhar pregunta: "¿Cómo podemos saber si una persona está
verdaderamente unida a Dios y a su propia espiritualidad?".
Lo sabrás porque esa persona estará callada; esto es así
porque una persona verdaderamente espiritual habla menos y hace
más.

H abía una vez un estudiante que acudió a su maestro y le dijo:


"¿Cómo puedo estudiar la Biblia todo el día? Tengo que trabajar
para llevar el pan a mi casa". El maestro se volvió hacia él y le
respondió: "Sí, debes estudiar todo el día. Cuando estés trabajando, si un
cliente te pide una libra de trigo, proporciónale la medida justa; eso es la
Biblia. Cuando alguien te pida dinero prestado, préstaselo haciendo un trato
honesto; eso es la Biblia. Gana el dinero que necesites para vivir, no más; eso
es la Biblia. De esta manera serás un estudiante de la Biblia durante todo el
día".
L a discordia no tiene por qué existir. Si te sucede algo, si te encuentras
en una situación incómoda, trata de transformarla, no sólo en tus
momentos de incomodidad sino en todo momento. Todos y cada uno
de nosotros tiene el poder de prevenir guerras y desastres naturales. Todos
formamos parte de la energía de la Luz y tenemos el poder de transformar en
Luz aquello que es oscuro.

Eso es lo que significa ser espiritual. Debemos usar las herramientas que
tenemos a nuestra disposición —las que nos proporcionen el camino
espiritual en el que nos encontramos o los estudios que estemos cursando— 
para evitar la separación y promover la causa de la unidad, la causa de la
dignidad humana y del trato respetuoso hacia nuestros semejantes. Todos
somos parte de este propósito.
L as plegarias más poderosas:  Kol Nidrei, Kadish, Berij Shemei,
están todas en arameo. Esto se debe a que los ángeles no comprenden
este idioma. Si entendieran nuestras plegarias, interferirían en nuestro
proceso. Pero cuando oramos a Dios en arameo, sin la interferencia o el
apoyo de un ángel, esencialmente estamos diciendo: "Sé que no merezco Tu
Luz, pero aquí estoy frente a Ti, de todos modos, suplicando que en Tu gran
compasión me brindes Tu Luz".

S eguramente sabes que no es posible aprender a pilotar un avión


escuchando charlas o leyendo diagramas. Lo mismo ocurre con la
espiritualidad, no podemos volvernos espirituales con sólo meditar o
estudiar. El conocimiento que se guarda y no se comparte ni se actúa de
acuerdo a él, quedará como eso, un mero conocimiento. La espiritualidad no
es lo que aprendemos,  sino el modo en que utilizamos lo que
aprendemos en nuestra vida cotidiana.
T odos juzgamos, pero juzgar en nuestro estado actual —con todos los
velos que nos recubren— nos impide ayudar a los demás de forma
genuina. Si una persona me está hablando pero yo no la escucho
realmente porque creo que ya sé lo que quiere decirme, entonces me será
imposible ayudarla. ¡Ya he actuado como juez y jurado! De modo que para
entender realmente a otro y ofrecerle nuestra ayuda, debemos salir de
nosotros mismos, de nuestras opiniones y de los velos que nos recubren.

L a ciencia dice que el sistema inmunológico lo es todo, entonces ¿qué


es lo que fortalece al sistema inmunológico y le da la capacidad de
combatir la enfermedad? La respuesta es: la felicidad y el balance.
Las personas felices están satisfechas de ser quienes son y de estar donde
están.

Cuando miramos a otras personas y sentimos envidia por lo que ellas tienen
y a nosotros nos falta, creamos un vacío, un agujero en nuestra capa de
ozono personal y global. Cada vez que envidiamos a alguien, perforamos la
energía vibrante que nos protege. Y cuando hay suficientes agujeros, la
enfermedad puede entrar.
S arai y Abram no podían concebir un hijo, pero cuando sus nombres
fueron cambiados a Sarah y Abraham, ella pudo dar a luz a Isaac. Los
nombres Sarai y Sarah, así como Abram y Abraham, representan los
mundos interior y exterior. Con el agregado de la letra hebrea  Hei a sus dos
nombres, pudieron alcanzar una conciencia más elevada y traer un niño al
mundo. Los nombres que se nos dan afectan la frecuencia energética que
atraemos a nuestras vidas y el modo en que vibramos con ellas.

S iente la energía de la persona que está a tu lado y trátala tal como


quisieras ser tratado. Ser capaz de mirar al otro y ofrecerle amor en
lugar de juicio es la mayor restricción y al mismo tiempo el nivel más
elevado que puede alcanzar un ser espiritual. Todos tenemos momentos en
los que juzgamos a otros, pero cuando tratamos a los demás con respeto y
amor, podemos transformar esos juicios en compasión.
M uchos acaso no lo sepan, pero hace sólo 35 años que la tecnología
y la sabiduría de la Kabbalah se volvieron accesibles a las masas.
Hasta ese momento las personas no sabían de la existencia de Rav
Shimón bar Yojái o del Zóhar. Pero gracias a la dedicación y a la energía de
decenas de miles de personas que deseaban estudiar y compartir esta
sabiduría, estamos llegando a todo el mundo. La gente recibirá este
conocimiento desde el nivel en que se encuentre: estos niveles no están ni
bien ni mal, sólo indican una diferencia en el grado de recepción. Algunos
comprenderán y emplearán sólo un poco de este conocimiento, mientras que
otros lo comprenderán más y lo utilizarán en mayor medida.

Lo importante es que gracias a la participación de la gente, el mundo entero


está tomando conciencia de que hay otra opción. Existe la información que
nos permitirá eliminar del mundo el dolor y el sufrimiento y mejorar nuestras
vidas y las de otros. Si dudamos en compartir con los demás este
conocimiento y la existencia de la Kabbalah por miedo a lo que alguien
pueda decir o pensar, los dejamos ignorantes de las herramientas que están a
su disposición.
¿Quién es víctima de un robo? La persona que teme ser robada. ¿Quién es
asaltado? La persona que teme ser asaltada. ¿Quién es víctima del fracaso en
las relaciones? La persona que espera ser lastimada. ¿Por qué?

Porque nuestros pensamientos crean nuestra realidad. Si decimos: "¡Dios


mío, si salgo tan tarde alguien me pueden asaltar!", ¿con qué tipo de energía
nos estamos conectando? Energía negativa. Y esa energía negativa vibra. Las
personas que sufren las situaciones más penosas en la vida son aquellas que
temen pasar por esas mismas situaciones.

Ahora bien, no  estoy diciendo que debamos dejar abiertas las puertas de
nuestras casas y automóviles; pero sí   digo que cuando uno tiene un
pensamiento negativo, está expresando duda en el Creador. Esto genera un
espacio vacío en el reino cósmico, y ese vacío se llena de negatividad. Por lo
tanto, aquellos que a menudo son víctimas de la negatividad son personas
que lo han creado para sí mismas.
H ay un relato de un anciano que acude a su maestro espiritual y le
dice: "He tratado de llevar una vida espiritual escapando del honor y
el reconocimiento. Ya soy un hombre muy viejo, y sin embargo aún
no he recibido ningún honor ni reconocimiento por todo lo que he hecho". Su
maestro le preguntó: "Mientras escapabas, ¿cuántas veces miraste hacia atrás
para ver si alguno de ellos te estaba persiguiendo?".

La espiritualidad no es algo que "consigues" sólo por haber venido; tampoco


es algo que viene simplemente por haber participado en el juego.

Debemos estar dispuestos a sufrir por la espiritualidad, a trabajar por ella y,


sobre todo, a entender que nuestro prójimo es tan importante como nosotros
mismos. Todos somos chispas de la misma Luz, y todos hemos llegado aquí
con el mismo propósito colectivo: eliminar el caos de este mundo. Ésta es
nuestra tarea y el modo de ganarnos nuestro honor.
S i una persona dice que cree en Dios, significa que duda de la
existencia de Dios. Esto es así porque "creer" no es lo mismo que
"saber". Saber algo con certeza es lo que genera la conexión con la
Luz; mientras que las creencias solo generan caos, desconexión y duda.

A unque la llama parpadee, la naturaleza de la luz que emana nunca


cambia. Al arder la mecha, sólo la cera se derrite; la luz permanece.
Del mismo modo, la Luz que damos a las personas cercanas a
nosotros perdura aunque nuestro cuerpo —la cera de la vela— deje de existir,
pues la Luz de Dios es infinita.
T odo el mundo puede aprender a ver las auras. Primero se ve la energía
que rodea a una persona, que suele ser principalmente alrededor de la
cabeza. Si solo se ve una pequeña emanación, significa que esa
persona está cansada o enferma. Un aura rota o perforada significa que la
energía de la persona no está fluyendo adecuadamente debido a un bloqueo
en alguna parte del cuerpo. También puede significar que la persona está
cerrada a ideas nuevas.

Todo tiene un aura. La fotografía Kirlian muestra la energía que hay en


plantas, animales y también en personas. Es importante saber que cuando
mentimos o reaccionamos de forma negativa, nuestra aura cambia para
reflejar esta vibración negativa. El aura de una persona puede revelar mucho
acerca de su existencia espiritual y física.
C uando Moisés descendió del Monte Sinaí, tras la Revelación de los
Diez Enunciados, las personas aún no estaban preparadas para recibir
la Luz que el Creador quería darles. Por lo tanto, Moisés debió
regresar por cuarenta días y cuarenta noches a la cima la montaña antes de
descender nuevamente.

Esperemos que cuando esa Luz entre en nuestras vidas, estemos allí para
decir que nuestras Vasijas están preparadas para recibirla del modo en que
debe ser recibida.
a gente se pregunta por qué ha de haber negatividad. Porque sólo a través de

L la transformación de nuestra negatividad personal podemos llenarnos


de Luz.
L a verdadera fortaleza sólo se genera alimentándola, trabajando por
ella y formando parte de ella. Todos deberíamos trabajar para generar
fortaleza verdadera, no sólo por nosotros mismos sino por todos los
habitantes de la Tierra; de esta forma cada uno de nosotros se convertirá en
un faro de Luz. Que nuestro esfuerzo aporte tanta energía a quienes amamos
como a quienes nos aman, y que esta energía se derrame sobre todas las
personas del mundo. Oremos por que a través de nuestro trabajo consigamos
la inmortalidad para toda la humanidad.

E l mes de Capricornio, regido por el planeta Saturno, recibe el nombre


de "Viejo Padre Tiempo". El Viejo Padre Tiempo nos da solamente
tanto cuanto estemos dispuestos a trabajar. En el mes de Capricornio
no hay regalos, sólo hay trabajo duro. Como la cabra que constantemente
trepa la montaña, así actúa el nativo de Capricornio. Adquirir la habilidad de
cambiar nuestra naturaleza y de confiar en el mundo exterior es difícil y
llevará mucho tiempo y esfuerzo. ¡Pero la recompensa es enorme!
C uando un lugar queda deshabitado o alguien muere, el alma
abandona la Vasija dejando un vacío tras ella. Este vacío es ocupado
por una fuerza negativa que puede afectar toda el área circundante.
Si alguien muere en su casa, ésta permanecerá afectada hasta que no se limpie
de negatividad.

E l Tabernáculo fue construido por Betsalel y Oholiab. El Zóhar  dice


que cuando Betsalel estaba a punto de comenzar con los trabajos, fue
a Dios y le preguntó: "¿Quién soy yo para participar de la
construcción de Tu Casa? ¿Por qué me has elegido?". Betsalel había sido
elegido por su buena voluntad, porque le dijo a Dios: "Estas son mis manos,
utilízalas para hacer Tu obra". Entonces la construcción del Tabernáculo le
fue concedida.
L a mayoría de nosotros tenemos miedos. Le tememos a la muerte
porque sabemos que no hemos terminado lo que vinimos a hacer y, si
morimos, no tendremos oportunidad de hacer esto o de corregir
aquello.

Tenemos miedos infundados: miedo a volar o miedo a las alturas, por


ejemplo. También tenemos miedos fundados, basados en experiencias
directas de esta vida, como haber sido mordidos por un perro. Pero hasta la
mordedura de un perro, si ocurrió, fue para darnos una lección por algo que
hicimos a otra persona o por alguna injusticia que cometimos en el pasado.

Así que en esencia, todos nuestros miedos, pesadillas y ansiedades provienen


de una Causa que no nos es revelada en esta vida. Representan una barrera
que debemos superar para lograr nuestro propósito.
E l amor es un trabajo muy duro. No es simple ser amado,  ni lo es
amar. Para amar, debemos comprender que la Luz de Dios es tanto
mía como tuya. No podemos robarle la Luz de otro; sólo tenemos
derecho a compartir la Luz propia que nos hemos ganado. A eso va
encaminado nuestro esfuerzo.

E n la Biblia hay muchas referencias a la idolatría. ¿Qué es la idolatría?


La idolatría ocurre cuando alguien ignora o incluso niega la
influencia del Creador en sus logros. Esta persona cree falsamente
que la única causa de su éxito ha sido su propio esfuerzo. En esto consiste
realmente la idolatría; tal vez cuando la entendamos así, podamos ver cómo
opera a veces en nuestra propia vida.
T odos y cada uno de nosotros podemos tomar la Luz y crear un círculo
de protección. La Luz, las herramientas y la tecnología son las únicas
armas que tenemos para combatir la oscuridad. Debemos ser
cuidadosos con nuestros actos, pues son nuestras acciones las que le dicen a
la oscuridad si debe irse o quedarse. No lastimemos a quienes están más
cerca de nosotros; en lugar de eso, permitamos que nuestras acciones creen
un vínculo de unidad. Sólo mediante una acumulación de iluminación
espiritual podemos revestirnos con un escudo protector.

E n vez de sentir dudas cada vez que sucede algo aparentemente


negativo, deberíamos decir: "No entiendo esta situación, pero he
hecho todo lo posible para transformarla en una experiencia positiva.
Voy a tener la certeza de que en el esquema más amplio de las cosas esta
situación es sin duda positiva". Con esta conciencia, impedimos que la
oscuridad penetre en nuestra situación.
S e sabe que los levitas, mientras trasladaban el Tabernáculo de un lugar
a otro, iban muriendo uno por uno. El problema era que sus
pensamientos no eran de certeza absoluta. Dado que estaban
manipulando la Luz en forma directa, no había espacio para la duda, por lo
cual se desintegraban inmediatamente.

Como en el caso de los levitas, nuestros pensamientos y emociones también


se manifiestan físicamente. Esto vale tanto para los pensamientos positivos
como para los negativos. Aun algo tan insignificante como una sonrisa o un
ceño fruncido crea una respuesta en el interior de nuestro cuerpo. Tenemos
que recordar esto y compartir con los demás más a menudo y con mayor
intención, tomando conciencia de lo que nos sucede a nivel físico cuando lo
hacemos.

L as personas espirituales saben que antes de abandonar este mundo


deben lograr aquello que vinieron a hacer aquí. La razón por la cual
muchos temen morir es que, en el fondo de su alma, saben que
todavía no han completado la tarea que vinieron a realizar.
N o nos corresponde a nosotros decidir cuál es el nivel espiritual de
otra persona o qué puede o no puede hacer. Esto es así porque una
persona puede transformar toda su negatividad y su falta de
espiritualidad con un pequeño acto de amabilidad. En ese singular acto de
generosidad, todo puede cambiar. El acto más grande es el de transformar
nuestro Deseo de Recibir Sólo para uno Mismo en Deseo de Recibir
con el Propósito de Compartir, y todos tenemos la capacidad de llevarlo
a cabo.

L a Kabbalah enseña que para alcanzar el equilibrio necesitamos


conectarnos con el Sistema de Tres Columnas (Derecha, Izquierda y
Central). A veces lograr este equilibrio es difícil porque, aunque
formamos parte de la Creación y tenemos en nuestro interior la Luz de Dios,
nuestra inseguridad y nuestros sentimientos de inferioridad obstaculizan
nuestro camino y nos alejan de las grandes intenciones que el Creador tiene
para nosotros, pues no nos sentimos merecedores de alcanzar tales objetivos.
Cuando nos encontremos en este estado mental, debemos compartir nuestra
Luz, y eso nos traerá el equilibrio.
R ecuerden, la vestimenta que se nos dio —el cuerpo que cada uno
tiene— fue creada para que podamos realizar nuestra corrección en
esa forma. Sin embargo, nunca debemos olvidar que nuestro cuerpo
no es más que una vestimenta, y que nos conectamos con la Fuerza de Luz
sólo a través de la belleza del alma. Cuanto más nos acercamos a esta energía
de Luz, más hermoso e íntegro se vuelve todo nuestro Universo. El mal como
tal no existe, sólo existe la falta de Luz. Vencer esa falta de Luz para
beneficio de toda la humanidad es nuestra tarea, la de ustedes y la mía.

C uando estamos semidormidos, nuestra mente está muy abierta y


susceptible a mensajes y estímulos externos.
Cuando nos encontramos bajo los efectos de la anestesia, aunque pueda
parecer que estamos dormidos, nuestro subconsciente está muy despierto.
Esto significa que cuando un trabajador de la salud emplea palabras y
mensajes positivos en la sala de operaciones, éstos pueden tener un marcado
efecto en la experiencia del paciente y su recuperación.

De esta manera, la ciencia está demostrando algo que la Kabbalah ha sabido


durante miles de años: que el propio estado de conciencia de la persona
afecta en gran medida su estado físico.

Podemos hacer uso de este conocimiento y de esta técnica para efectuar


cambios en nuestra vida cotidiana. Prueben esta herramienta la próxima vez
que se despierten. Durante su estado semidormido, plantéense una intención
positiva para ese día. Pregúntenle a Dios dónde deben revelar la Luz durante
las siguientes veinticuatro horas y cómo pueden generar armonía. Al hacerlo,
estarán "programando" su subconsciente para que permanezca abierto a
cualquier oportunidad que se les presente de compartir Luz con el mundo.
E n el Cuarto Día de la Creación se decidió que hasta que llegara el
tiempo del Mesías, el Sol, que es Zeir Anpín o la energía masculina,
gobernaría sobre la Luna, que es Maljut  o la energía femenina.

Una vez que sabemos esto, podemos comprender mejor por qué la mujer ha
sido oprimida a lo largo de la historia. Dentro del contexto de la Biblia,
vemos que la lucha de la mujer a lo largo de muchas generaciones tuvo lugar
porque aún no era tiempo de que la Fuerza de Luz de las mujeres brillara
igual que la Luz de su contraparte masculina.

Sin embargo hoy, en la Era de Acuario —una época de gran disminución de


la energía espiritual— la mujer está elevándose a la altura de las
circunstancias, y el Sol y la Luna pronto tendrán la misma Luz.
C uando sentimos miedo, nos desconectamos de la energía positiva de
la Luz. Cuando tenemos miedo, es el "yo" quien está asustado, el
"yo" que no quiere sentir el dolor o la pérdida. Pero cuando estamos
conectados con la Luz, no hay "yo" ni "a mí" ni Ego. Cuando eliminamos el
Ego, eliminamos el miedo.

I ntentemos ser felices por las muchas bendiciones que tan frecuentemente
olvidamos. ¿Recuerdas el "gracias" que olvidaste decir, la carta que
debiste haber escrito, el amigo que simplemente necesitaba sentir tu abrazo
por un momento? Estas acciones olvidadas —todos esos pequeños gestos de
amabilidad para los cuales no nos tomamos tiempo— son las cosas que nos
inquietan por la noche cuando estamos solos. Roguemos por que el día de
mañana todos podamos dormir en paz por no haber olvidado a la humanidad
que nos hace a todos Uno.
H ay una historia sobre un gran sabio y su congregación, que durante
uno de los días más sagrados del año se pusieron a rezar y rezar. Sin
embargo, a pesar de sus plegarias, les fue negada su entrada en los
Mundos Superiores. Al final del día, el sabio clamó a Dios diciendo: "No sé
qué más hacer, muchos de los que estamos aquí tenemos pecados pendiendo
sobre nuestras cabezas. ¿Qué podemos hacer para cambiar nuestros
destinos?".

Antes de que Dios pudiera responder, apareció un niño pequeño que tenía
grandes deseos de complacer a Dios; pero como no podía hablar, tomó la
armónica y comenzó a tocar con todo su corazón y con todas sus fuerzas. Las
personas a su alrededor empezaron a quejarse: "¡Cómo se atreve a tocar esta
música! ¿Cómo se atreve ese niño a interrumpir esta oración silenciosa? ¿No
sabe que estamos intentando abrir las Puertas Celestiales?". De repente, el
sabio dijo: "Cállense y dejen de quejarse, ¡las Puertas de los Mundos
Superiores se están abriendo!".

Lo que importa no es nuestra habilidad para recitar una oración o la forma en


que pronunciamos un rezo; lo importante es el deseo que ponemos en
nuestras oraciones. Porque es ese deseo el que abrirá las Puertas de los
Mundos Superiores, no sólo para nosotros mismos, sino para todo el mundo.

E l motivo por el cual sentimos ansiedad es porque estamos siempre


 jugando un juego: el Juego de la Vida, según la Kabbalah. Los
 jugadores son los seres humanos en la modalidad de su Ego: "yo, lo
mío, a mí". La mayor parte de nuestra ansiedad nace de pensamientos tales
como: "¿Quién soy yo y qué soy  yo y qué me sucederá a mí   cuando esto o
aquello ocurra?".

Por ejemplo, nos preocupamos por nuestros hijos. En el fondo lo hacemos


porque son nuestros hijos y, por lo tanto, si no regresan a casa a tiempo o si
están enfermos, nos preocupamos. Nos preocupamos porque forman parte de
nosotros mismos. Por favor, no me malinterpreten; no estoy diciendo que
esté mal preocuparse por ellos, pero es importante darse cuenta de que la
ansiedad por nuestros hijos está conectada con nuestro Deseo de Recibir Sólo
 para uno Mismo. Si realmente comprendiéramos el papel que desempeña la
Luz en nuestras vidas, no sentiríamos ansiedad; sabríamos que cualesquiera
sean las circunstancias que aparezcan en nuestra vida —en relación con
nuestros hijos o de hecho con cualquier otra cosa— están allí para
enseñarnos lecciones que debemos aprender.
L a razón por la cual Moisés fue elegido para ser el líder de Israel es
porque era humilde y puro, y porque creía genuinamente que no era
alguien especial.

A lgo nos empuja a ser más espirituales. Sea lo que sea aquello que
nos lleva a ser más conscientes de nuestro ser espiritual, nunca
sucede por accidente. Sucede porque finalmente hemos alcanzado el
nivel en que nuestra alma anhela nutrirse espiritualmente. Un libro, un amigo,
una "coincidencia", todas estas cosas pueden llevarnos al lugar donde debería
estar nuestra alma. Una vez que emprendemos el camino, está en nuestras
manos decidir qué haremos con esta nueva conciencia. El final del camino es
conocido, pero nosotros decidimos cuánto tiempo nos tomará llegar y cuán
difícil nos resultará llegar ahí.
A veces nos creemos fantásticos, pero no somos más que polvo. No
somos más que un vehículo para atraer la Fuerza de Luz de Dios
hacia nosotros y hacia el resto del mundo. Si creemos que somos
más que eso, estamos equivocados.

S i tenemos la conciencia adecuada, asumiremos la responsabilidad de


todo aquello que nos ocurra, pues seremos capaces de tomar cualquier
negatividad que se nos presente y transformarla en Luz. Si atraemos
constantemente energía negativa y no la transformamos, no podremos
alcanzar nuestro propio tikún o corrección espiritual.

n este momento de la historia, el mundo está repleto de viejas almas que


E
saben que se está preparando un despertar espiritual.
S i planeas aconsejar humildemente a alguien sobre qué debe hacer,
asegúrate de hablar desde un lugar amoroso y de que la otra persona
esté dispuesta a escuchar. Porque aunque ames a esa persona, si no
está dispuesta a escuchar, tus consejos caerán en oídos sordos. Y si no actúas
desde un lugar amoroso, estarás ofreciendo consejo desde el Ego, y ninguna
Luz puede surgir desde ese lugar.

odo el mundo tiene su propio camino que tomar en esta vida; nosotros no
T
podemos tomarlo por ellos.
E n la Kabbalah aprendemos que no podemos forzar a nadie a ser
espiritual. La mejor manera de ayudar a una persona a elevar su
conciencia es demostrarle nuestro propio crecimiento, cómo hemos
cambiado y en qué nos hemos convertido. Así es como se guía a alguien
hacia un camino espiritual, no diciéndole, "tendrías que hacer esto" o
"deberías hacer aquello"; esta actitud no promueve el verdadero crecimiento.
A veces incluso tenemos que alejarnos de la persona para que pueda caerse y
levantarse de nuevo. Así es como todos aprendemos y crecemos.
N ecesitamos ver las emociones negativas que hacen estragos en
nuestras vidas. Por ejemplo, la envidia es la incapacidad de apreciar
lo que tenemos. Cuando sentimos que carecemos de algo, creamos
los celos. Pero si conseguimos identificar nuestras emociones negativas,
podremos trabajar para transformarlas en lo opuesto a lo que representan.
Así, transformaremos un sentimiento de carencia en un sentimiento de
abundancia y, en el proceso, nos uniremos más con nuestro espíritu.

No nos podemos permitir el lujo de invertir energía en emociones negativas,


pues éstas crean un agujero negro que nos vuelve vulnerables a la
enfermedad. No hay ninguna cura física para el rencor, el resentimiento o el
odio. Lo único que podemos hacer es admitir: "Tengo esta cualidad negativa,
y esto es lo que debo hacer para corregirla".
L a espiritualidad es creer que todo el mundo tiene derecho a atraer
energía espiritual y a incorporar esa Luz en sus vidas y en las de
otros. Es ser conocedor de que esta Fuerza de Luz trasciende el
mundo físico y existe en todas y cada una de las personas. Es cuidar del
bienestar de los demás y no sólo de nosotros mismos. Cuando nuestra
espiritualidad sea así, podremos alcanzar un sentido de unidad con nuestro
prójimo y la bendición de la Luz en nuestras vidas y en el mundo.
E ntre los 72 Nombres de Dios, hay una sola letra que falta, la letra
Guímel.  Esto se debe a que esta letra representa a geavá, el
"orgullo". El orgullo anula en la persona la conciencia y la
apreciación de la Luz en su vida.

Hay muchas personas que tienen que luchar para alcanzar el éxito, aunque
finalmente logran realizarse; hay otras que por mucho que luchen, no logran
alcanzar el éxito. ¿Cuál es la diferencia entre estos dos tipos de persona?
Ambas tienen en su interior el potencial del Creador, pero la primera desea el
éxito para poder compartirlo con los demás, mientras que la segunda desea el
éxito sólo para sentirse bien consigo misma.
Podemos elegir entre ser una Luz para el mundo o ser una Luz sólo para
nosotros mismos. En nuestro camino hacia el éxito, es fundamental el
reconocimiento de que sólo el poder de la Luz nos permitirá cumplir nuestro
propósito. Si estamos persiguiendo un propósito superior que está respaldado
por la Luz, entonces tendremos éxito.
E l poder de un ángel se limita estrictamente a la tarea particular para la
cual fue creado. No hay una brizna de hierba en crecimiento que no
tenga un ángel que la cuide. Del mismo modo, todos tenemos nuestra
propia tarea —un propósito específico para el cual vinimos a este mundo— y
es dentro de ese ámbito donde debemos funcionar.

S e dice en el Zóhar  que la Redención Final vendrá cuando hayamos


alcanzado una masa crítica. Alcanzar esta masa crítica no depende de
un número específico de personas, sino de que cada una esté
realizando la tarea singular para la cual ha sido puesta en este mundo.

na persona nunca sabe cuánta Luz revela en el mundo cuando entrega su


U
energía a otro.
A los ojos del Creador, el hoy, el ayer y el mañana son una ilusión. El
tiempo sólo existe en nuestro mundo físico.

H ay muchas mujeres casadas con hombres que no están tan


evolucionados espiritualmente como ellas. Estas mujeres pueden
elegir dejar a sus maridos o ayudarlos a convertirse en seres
espirituales. La mejor manera de ayudar a tu pareja a elevarse espiritualmente
es siendo un ejemplo de los principios espirituales que representas.
La mujer es una Vasija que contiene la Luz de Dios; una Vasija que
manifiesta la Fuerza de Luz de Dios al tomar la energía que recibe del
hombre y elevarla a un lugar donde él pueda nutrirse y crecer
espiritualmente.
A medida que nos acerquemos a la Redención Final, viviremos
tiempos de gran destrucción; pero también serán tiempos de gran
construcción y revelación de Luz. El Zóhar  dice que en esos
tiempos habrá personas que lucharán para mejorarse a sí mismas y mejorar el
mundo.

No esperemos a que una tragedia nos despierte y nos empuje a luchar.


Acordémonos de apreciar el sentido de la vida y no nos quedemos diciendo
"debería haber hecho esto" o "debería haber dicho 'te amo' a aquellos a mi
alrededor". Nunca demos por sentado a las personas que amamos, porque
nunca sabemos cuándo perderemos la oportunidad de compartir con ellas
nuestra Luz.
T enemos mucha negatividad en nuestro interior, tanta que es una
condición innata de los seres humanos ver el vaso medio vacío. Sin
embargo, lo que podemos hacer para dar la vuelta a esta respuesta es
resistir nuestros pensamientos e impulsos negativos. Cuando restringimos
nuestra negatividad, generamos un nivel más potente de Luz. De hecho,
quien más se acerca a la Fuerza de Luz no es la persona que permanece
pasiva, sino aquella que puede convertir su propia negatividad en energía
positiva.
R
ecuerda que la razón por la cual existimos es porque la Luz en
nuestro interior anhela retornar a su lugar de origen. Depende de
nosotros acercarla a la Divinidad. Y esto sólo puede suceder cuando
eliminamos y transformamos nuestro  Deseo de Recibir Sólo para nosotros
 Mismos.
L os ángeles son creados por las palabras que salen de nuestros labios.
Dicho de otro modo, cuando difamamos o herimos verbalmente a
alguien, así como cuando omitimos decir palabras amables, nos
creamos ángeles negativos. Y lo contario también es cierto, cuando
compartimos palabras y acciones positivas, creamos ángeles positivos.

H oy en día, con las herramientas y la sabiduría que tenemos, somos


capaces de transformar el caos que nos rodea. Y no sólo  podemos
hacerlo, sino que debemos  hacerlo. Nuestra tarea no sólo consiste en
llenarnos a nosotros mismos de Luz, sino que también tenemos la capacidad
y la responsabilidad de transmitir la Fuerza de Luz de Dios a los demás.
E n el relato bíblico de Isaac y Rivká, la Biblia nos dice que primero
Isaac conoció a Rivká, luego ella se convirtió en su esposa y entonces
él la amó. Normalmente conocemos a alguien, nos enamoramos y
después nos casamos; éste es el escenario más típico. ¿Por qué la Biblia
especifica que Isaac conoció a Rivká, ella se convirtió en su esposa y luego él
la amó?

Muchas personas se involucran en una relación de pareja principalmente


para estar acompañados; disfrutan de hacer cosas juntos y se sienten
cómodos uno con el otro. Ahora bien, ¿cuándo se transforma en amor? ¿En
qué momento la relación de Isaac y Rivká se volvió una relación amorosa?
La respuesta está en la palabra hebrea que significa amor: ahavá.
 Ahavá se deletrea Álef Hei Bet Hei. El valor numérico de las letras  Álef Hei
Bet Hei suma 13. La palabra hebrea para "uno", ejad, también tiene el valor
numérico de 13. Entonces, ¿qué es ahavá? ¿Qué es el amor? El amor es dos
personas que funcionan como una entidad unificada. Es la mezcla y la
interdependencia de dos almas.

La mayoría de las relaciones no funcionan en este nivel, sino a partir de la


necesidad emocional, de motivos financieros o del miedo a estar solo. Pero
una verdadera relación entre dos almas tiene lugar cuando ambas se
complementan mutuamente. Cuando un alma está baja, la fortaleza de la otra
la eleva, y viceversa. Ambas funcionan y actúan como un todo, como una
unidad completa. Esto es lo que significa amar, y por eso la Biblia explica
que el amor que existió entre Isaac y Rivká fue de unidad.

L a riqueza puede convertirse en una jaula de oro si lo permitimos.


Cuando sacrificamos tiempo con nuestra familia, nos volvemos
esclavos de nuestra riqueza. Entonces, no sólo somos incapaces de
disfrutar de nuestra fortuna, sino que nuestros hijos también sufrirán las
consecuencias de nuestra esclavitud. La verdadera riqueza es el placer de
tener familia, hijos y amigos. El dinero y el reconocimiento social se vuelven
inmateriales cuando tenemos el amor de nuestros seres queridos.
A lo largo de milenios, los kabbalistas han sabido que existe otro
Universo allá afuera, un Universo paralelo. Mientras observamos
nuestro ambiente físico y vivimos en él, existe de forma simultánea
un Universo Perfecto que nada sabe del caos, la enfermedad y el sufrimiento.

S omos Vasijas de la Fuerza de Luz de Dios. Si permitimos que Él


ingrese en nuestros corazones, también debemos estar dispuestos a
utilizar lo que se nos ha dado para alegrar los corazones de otros.
R ecuerden que ustedes son la cosa más preciada que el Creador ha
puesto sobre esta Tierra.
L as personas anhelan encontrar su propósito espiritual y convertirse en
mejores seres humanos. Pero una vez nos embarcamos en un camino
espiritual, puede hacérsenos más difícil darnos cuenta de lo que
debemos hacer. Tendemos a suponer que, como hemos encontrado la
espiritualidad, las cosas deberían resultarnos más fáciles. Pensamos: "Estoy
en el camino, entonces ¿por qué mi vida todavía no es perfecta? ¿Por qué no
he ganado el dinero que esperaba ganar? ¿Por qué no he conocido aún a la
persona de mis sueños?". Pero, ¿quién dijo que tenías que lograr estas cosas
en primer lugar?

Aun cuando nos hayamos vuelto espirituales, no deberíamos esperar del


Cielo una solución rápida, pues un camino espiritual no siempre es una ruta
directa. De hecho, las cosas que debemos hacer en nuestro camino espiritual
pueden llegar a ser mucho más difíciles que las que haríamos en un camino
"normal". Esto es así porque para ejercer el Libre Albedrío hay que
encontrarse con oscuridad y Luz en igual medida. A medida que nuestra Luz
crece, también lo hace la oscuridad que nos planteará desafíos. Sin embargo,
esto es precisamente lo que hace que la Luz que nos ganamos sea tan
gratificante. Después de todo, ¿qué mérito tendría ganar un campeonato
contra un equipo inferior?
U na de las lecciones que nos ofrece la Biblia es que un día una
persona puede presenciar un milagro, y sin embargo al día siguiente
puede darse la vuelta y preguntarle a Dios: "¿Qué has hecho por mí
últimamente?". Debemos hacernos la siguiente pregunta: "¿En qué aspectos
de mi vida no estoy valorando los milagros de Dios?".

E n el Templo siempre había un incienso de dulce perfume. Existen


diversas fragancias que, al inhalarlas, abren nuestra conexión con la
Luz. Por este motivo, debemos tener siempre el dulce olor del incienso en
nuestras casas. Dejemos que nuestros hogares y nuestros corazones sean la
rosa que esparce una dulce fragancia al mundo.

T odas las personas poseen rasgos que nos desagradan. Pero debemos
amar la chispa de Dios que reside en cada persona y, con un aliento
de generosidad, soplar suavemente aquellos aspectos que nos
inclinaríamos a juzgar.
R av Akivá fue una de las almas más grandes que han habitado la
Tierra. Según Rav Isaac Luria, el Arí, Rav Akivá era del linaje de
Caín. Caín fue un hombre envidioso que mató a su hermano, pero de
la semilla de este hombre envidioso vino a este mundo Rav Akivá. Esto nos
enseña que la mayor cantidad de Luz provendrá siempre del Lado Negativo.
Es cuando nos encontramos con la suciedad hasta el cuello y sentimos que no
hay salida cuando podemos revelar más Luz. Como el alma del gran Rav
Akivá, cuyo linaje estaba imbuido de negatividad, podemos usar nuestra
oscuridad en beneficio del mundo. Este tipo de transformación profunda no
puede provenir de alguien que haya nacido de la bondad más pura y que haya
hecho el bien toda su vida. Para convertirnos en un alma como la de Rav
Akivá, tenemos que trabajar mucho para lograrlo.
A lgunos podrán rezar toda su vida, pero recitan sus oraciones de
memoria. No se trata de decir las palabras; se trata de convertirse en
la plegaria misma.
P arte de nuestro trabajo en la Kabbalah es aprender a mirarnos a
nosotros mismos directamente. Nos da gusto señalar los defectos de
otra persona: nuestra pareja, nuestro vecino, nuestro compañero de
trabajo, pero no hay que olvidar que cuando señalamos a otra persona con el
dedo acusador... ¡los cuatro dedos restantes quedan señalándonos a nosotros
mismos!

uchas veces, a lo largo de nuestras vidas, Dios nos envía una señal. Sin
M
embargo, solemos estar tan consumidos por nuestros problemas y deseos, que
no le prestamos atención. Por lo general, esas señales están allí
para advertirnos sobre la oscuridad que está por venir.
E l Zóhar dice que en los días del Templo, el sacrificio de una paloma
era algo excepcional, pues representaba la paz. Sin embargo, no podía
darse como ofrenda para crear paz. El único momento en que podía
sacrificarse una paloma con este propósito era cuando la misma persona que
hacía la ofrenda había alcanzado un estado de paz. Esto explica por qué
siempre se evalúa si un sacrificio es o no apropiado en función de la persona
que lo realiza. Por ejemplo, un millonario no podría dar cien dólares como
ofrenda porque para él y para su Vasija esta suma no representa ningún
sacrificio.
D urante el mes de nuestro cumpleaños podemos experimentar grandes
cambios y transformaciones. Esto se debe a que este periodo en
particular representa nuestra mayor oportunidad de realizar
correcciones para el año venidero con el propósito de revelar más Luz al
mundo.
L o primero que aprendemos en la Kabbalah es que todo tiene un
propósito y que nada ocurre por azar.

L a Biblia hace referencia a dos montes: uno en el que se reparten


maldiciones y otro donde se conceden bendiciones. Los sacrificios se
realizaban en el monte de las maldiciones. ¿Por qué en el monte de
las maldiciones? Porque solamente a través del sacrificio es posible revelar
Luz y así llegar al monte de las bendiciones. Trabajemos arduamente para
transformar la oscuridad en Luz y las maldiciones en bendiciones.
C uando tomamos un camino espiritual, la Luz nos da señales para que
sepamos que estamos avanzando en la dirección correcta. Es como
volar en avión: cuando nos elevamos por encima de las nubes, el sol
siempre está brillando. De la misma forma, cuando nos elevamos por encima
de aquellas cosas que nublan nuestra Luz interior, la Luz siempre está ahí
brillando con fuerza e iluminando nuestro camino.
U n día hace unos 30 años, tomé los ingresos de las clases y me dirigí
al banco a depositarlos. Llevaba cerca de mil dólares en un sobre.
De camino me detuve en una tienda para hacer algunas compras;
pero cuando regresé al auto el sobre con el dinero ya no estaba. Pensé que a
lo mejor lo había dejado en la oficina, pero allí tampoco estaba.

Volví sobre mis pasos a la tienda de comestibles y vi un tumulto de gente.


Les pregunté si habían visto un sobre con mil dólares y me dijeron que sí,
que lo habían encontrado y habían llamado a la policía. El agente, que estaba
allí mismo, me entregó el sobre con el dinero. ¡Estaba asombrada, no
esperaba que pudiera pasar una cosa así, ni que pudiera recuperar el dinero!
Pero esto nos demuestra que nunca debemos temer perder aquellas cosas que
en verdad nos pertenecen. Si realmente son nuestras, nadie puede
quitárnoslas. Lo que necesitamos revisar son aquellas cosas que no queremos
compartir y que para empezar ni siquiera son nuestras. ¿Por qué nos
aferramos a esas cosas tan fuertemente?
D ebemos preguntarnos: "¿Qué hice hoy que sea diferente a ayer?".
Mientras tengamos un hálito de vida en el cuerpo, siempre
podremos cambiar y transformarnos.

D e hoy en adelante tenemos la oportunidad de cambiar. El único


problema es que a veces es difícil descubrir qué cosas estamos
llamados a cambiar en nosotros mismos. ¿Cómo podemos descubrir
lo que necesitamos cambiar? Un buen comienzo es prestar atención a los
aspectos de nuestra vida que suelen traernos más problemas. Tal vez sea el
modo de comunicarnos o la forma en que hablamos, lo que decimos o
dejamos de decir, lo que hacemos o dejamos de hacer. Analízalo bien; sin
duda, las respuestas de seguro se revelarán. No debemos temer a este proceso
de descubrimiento; podemos emprenderlo con deleite y felicidad.
Karen Berg se mantiene en línea a través de su blog en español karen.kabbalah.com/es/ , su página
de Facebook (en español) y la puedes seguir en Twitter (en español) a través de su dirección:

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Más Libros que pueden ayudarte
a incorporar la sabiduría de la
Kabbalah en tu vida

 El Poder de Kabbalah (Revisado y Actualizado)


Por Yehuda Berg

Imagina tu vida llena de felicidad, propósito y alegría infinitos. Imagina tus días infundidos
de puro conocimiento y energía. Este es El poder de la Kabbalah. Es el camino que te
transporta del placer efímero, con el que la mayoría de nosotros nos conformamos, a la
plenitud duradera que te mereces. Tus deseos más profundos están esperando ser
cumplidos. Descubre cómo hacerlo en esta introducción básica a la antigua sabiduría de la Kabbalah.
 Los 72 Nombres de Dios
Por Yehuda Berg

La única herramienta que funciona como un remedio rápido para el alivio espiritual, Los
72 Nombres no son nombres en el sentido ordinario de la palabra; son una fuente de
energía que conecta con la corriente infinita que fluye en el mundo. Este libro,
exquisitamente diseñado, proporciona explicaciones profundas de cada Nombre. Al
aplicar estas herramientas para el bienestar espiritual, podemos eliminar la energía negativa y el estrés,
desvanecer la ira, abandonar la depresión, mejorar la autoestima, cultivar el poder de la prosperidad y
dejar los temores. Usando esta tecnología, que se encuentra codificada en la Biblia, cualquiera puede
comenzar a transformar su vida.

Satán
Por Yehuda Berg

Se dice que el mayor truco que “El Diablo” haya realizado fue convencernos de que él no
existía. En este libro, Yehuda Berg usa la herramienta de una biografía “como le fue
relatada” para explicar el concepto del Oponente, quien juega un papel muy importante en
la sabiduría kabbalística. Sabemos que el Satán reside dentro de todos, manifestándose
como una vocecita constante de incertidumbre y negatividad, y es así como se crean estragos en el
mundo. Al hacer el trabajo espiritual que enseña la Kabbalah, podemos erradicar la duda y las
influencias negativas de nuestra vida, y eliminar el caos del mundo. A pesar de que Yehuda haya
usado su creatividad en la narrativa de este libro, expone una representación fiel a la perspectiva que
tiene la Kabbalah sobre la fuerza del mal que se encuentra presente en el universo físico.

 El Libro Del Hilo Rojo


Por Yehuda Berg

Descubre la antigua tecnología que da poder al popular Hilo Rojo, la herramienta más
conocida de la sabiduría kabbalística. Yehudá Berg, el autor del bestseller internacional
Los 72 Nombres de Dios: Tecnología para el Alma, continúa revelando los secretos de la
más antigua y poderosa sabiduría del mundo con su nuevo libro El Libro del Hilo Rojo: El
poder de la Protección. Descubre el antídoto contra los efectos negativos del temido “Mal de Ojo” en
este segundo libro de la serie Tecnología para el Alma.

 Kabbalah y Sexo: Y otros Misterios del Universo


Universo
Por Yehuda Berg

El mundo está lleno de manuales de sexo que instruyen al lector acerca de los pormenores
del buen sexo; sin embargo, éstos tienden a enfocarse en un solo aspecto: la mecánica
física. Según la Kabbalah, la clave del buen sexo está en la conciencia de uno mismo, no
simplemente en la técnica. El sexo, de acuerdo a la Kabbalah, es la forma más poderosa de
experimentar la Luz del Creador. También es una de las formas más poderosas de
transformar el mundo. Entonces, ¿por qué no tenemos siempre buen sexo en nuestras relaciones? ¿Por
qué el acto sexual ha sido siempre ligado a la culpa, la vergüenza y el abuso? El libro Kabbalah y Sexo
proporciona un sólido fundamento para entender los orígenes del sexo y su propósito, así como las
herramientas prácticas kabbalísticas para encender tu vida sexual. Esta revolucionaria guía enseña
cómo acceder a niveles más elevados de conexión —con nosotros mismos, nuestra pareja y con
nuestro espíritu— y alcanzar la pasión sin fin, el placer profundo y la verdadera plenitud.

 Astrología Kabbalística: Y el Significado


Significado de Nuestras Vidas
Por Rav Berg

La Kabbalah ofrece uno de los usos más antiguos de la astronomía y astrología conocidos
por la humanidad. Más que un libro sobre horóscopos,  Astrología kabbalística 
kabbalística  es una
herramienta para entender la naturaleza del ser humano en su nivel más profundo, y poner
ese conocimiento en práctica inmediatamente en el mundo real. Rav Berg explica por qué
el destino no es lo mismo que la predestinación, explicando que tenemos muchos futuros
posibles y que podemos ser los amos de nuestro porvenir.  Astrología kabbalística revela
kabbalística revela los desafíos
que hemos enfrentado en encarnaciones anteriores, y por qué y cómo tenemos que superarlos aún.

 Nano: Tecnología de la mente sobre la materia


Por Rav Berg

Kabbalah es todo acerca de obtener el control sobre el mundo físico, incluyendo nuestra
vida personal, en el nivel más fundamental de la realidad. Se trata de alcanzar y extender el
poder de mente sobre materia y desarrollar la habilidad de crear plenitud, alegría, y
felicidad al controlar todo al nivel más básico de existencia. De esta manera, Kabbalah es
anterior y presagia la tendencia más apasionante en los desarrollos científicos y tecnológicos más
recientes, la aplicación de la nanotecnología a todas las áreas de la vida para crear resultados mejores,
más fuertes, y más eficientes. En Nano, el Rav desmitifica la conexión que hay entre la antigua
sabiduría de la Kabbalah y el pensamiento científico actual, y muestra como la unión de ambos pondrá
fin al caos en un futuro previsible.
 Los Secretos del Zóhar: Relatos y meditaciones para despertar el corazón
Por Michael Berg

Los Secretos del Zóhar son


Zóhar son los secretos de la Biblia, trasmitidos como tradición oral y
luego recopilados como un texto sagrado que permaneció oculto durante miles de años.
Estos secretos nunca han sido revelados como en estas páginas, en las cuales se descifran
los códigos ocultos tras las mejores historias de los antiguos sabios, y se ofrece una
meditación especial para cada uno de ellos. En este libro, se presentan porciones enteras
del Zóhar con
Zóhar con su traducción al arameo y al inglés en columnas contiguas. Esto te permite escanear y
leer el texto en alto para poder extraer toda la energía del Zóhar, 
Zóhar,   y alcanzar la transformación
espiritual. ¡Abre este libro y tu corazón a la Luz del Zóhar!
 El Zóhar 

Creado hace más de 2.000 años, el Zóhar es


Zóhar es un compendio de 23 volúmenes y un comentario sobre
asuntos bíblicos y espirituales, escrito en forma de conversaciones entre maestros. Fue entregado por el
Creador a la humanidad para traernos protección, para conectarnos con la Luz del Creador y,
finalmente, cumplir nuestro derecho de nacimiento: transformarnos. El Zóhar 
Zóhar  es una herramienta
efectiva para alcanzar nuestro propósito en la vida.

Hace más de ochenta años, cuando el Centro de Kabbalah fue fundado, el Zóhar había
Zóhar había desaparecido
virtualmente del mundo. Hoy en día, todo eso ha cambiado. A través de los esfuerzos editoriales de
Michael Berg, el Zóhar está
Zóhar está disponible en su arameo original y, por primera vez, en inglés y español
con comentario.
Enseñamos Kabbalah, no como
un estudio académico, sino como
un camino para crear una vida
m e j o r y u n m u n d o m e j o r.

Quiénes somos:

El Centro de Kabbalah es una organización sin ánimo de lucro que lidera el camino de hacer la
Kabbalah entendible y relevante en la vida cotidiana. El Centro fue fundado por Rav Yehuda Áshlag en
1922, y actualmente cuenta con sedes físicas en más de 40 ciudades y con una extensa presencia en
línea. Nuestros fondos son empleados en la investigación y desarrollo de nuevos métodos para hacer la
Kabbalah más accesible y comprensible.

Qué hacemos:

Traducimos y publicamos textos kabbalísticos, creamos cursos, clases y charlas en línea, libros,
productos en audio, proveemos orientación individual, y realizamos conexiones y viajes energéticos a
nivel local y global. Como los principios de la Kabbalah hacen énfasis en el compartir, contamos con
un programa de voluntariado para que nuestros estudiantes puedan participar en iniciativas benéficas.
Cómo enseñamos:

 Para cada estudiante hay un maestro.

Nuestra meta es garantizar que cada estudiante sea apoyado en su estudio. Los maestros y mentores son
parte de la infraestructura educativa. Muchas de nuestras clases son realizadas en sedes físicas en todas
partes del mundo; no obstante, con la creciente necesidad actual y deseo de buscar medios alternativos
de aprendizaje, El Centro de Kabbalah también ofrece orientación vía telefónica, en grupos de estudios,
y a través de la Internet mediante seminarios y clases en línea, así como también estudio autodidacta en
audio.

Kabbalah University (ukabbalah.com):

Kabbalah University (ukabbalah.com) es una universidad en línea que ofrece clases, cursos y eventos
en inglés y español. Este es un vínculo importante para los estudiantes en Estados Unidos y en todas
partes del mundo que quieran estudiar Kabbalah pero no tienen acceso a un Centro de Kabbalah dentro
de su comunidad. Kabbalah University proporciona acceso a una biblioteca de sabiduría de los últimos
30 años. Este Centro de Kabbalah virtual presenta los mismos cursos y conexiones espirituales que los
Centros físicos, con el beneficio adicional de poder ver transmisiones de eventos a nivel mundial.

Kabbalah Publishing:

Cada año, traducimos y publicamos algunos de los textos kabbalísticos más complejos, incluyendo el
Zóhar, Los escritos del Arí y  Las diez emanaciones luminosas con comentario.  Sintetizamos esta
sabiduría en libros de niveles principiante e intermedio, que son distribuidos y publicados en más de
30 idiomas.

Museo de la Kabbalah:

Reunimos y preservamos textos kabbalísticos originales y manuscritos únicos en Los Ángeles.


Hacemos que estos textos estén disponibles en línea para que estudiantes y eruditos puedan
observarlos. Estos textos importantes nos permiten seguir liderando el camino de la enseñanza de la
Kabbalah.

Apoyo al estudiante:

Como la Kabbalah puede ser un estudio profundo y constante, es útil tener a un maestro durante el
viaje de adquisición de sabiduría y crecimiento. Con más de 300 maestros a nivel internacional
trabajando para más de 100 localidades, en 20 idiomas, siempre hay un maestro para cada estudiante y
una respuesta para cada pregunta. Todos los instructores de Apoyo al estudiante han estudiado
Kabbalah bajo la supervisión del Kabbalista Rav Berg. Para más información, llama al 1 800
KABBALAH.

Se dictan clases en español en los siguientes Centros de Kabbalah: Nueva York, Miami y Los Ángeles.
Para más información contacta al 1 800 KABBALAH.
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Dios bendiga a Angel. Que su familia siempre esté en el camino de la Luz y la protección. Permite que

todos los seres humanos despierten su potencial y conciencia para ser compartida en unidad con el

mundo.
Acerca de la autora

KAREN BERG ha dedicado su vida a presentar al mundo las enseñanzas de la Kabbalah y


a expandir el papel de las mujeres en la espiritualidad y en la comunidad global. Como
codirectora y cofundadora del Centro de Kabbalah Internacional, la mayor organización
educativa y espiritual dedicada a las enseñanzas de esta sabiduría antigua con respuestas
modernas. Karen sigue apasionada por la aptitud de la Kabbalah para ser usada como herramienta
práctica para la transformación personal.

Casada con el prominente Kabbalista Rav Berg y madre de los eruditos y autores de gran renombre
Yehuda y Michael Berg, Karen vive en Los Ángeles, California, y además viaja y da charlas por todo
el mundo. También es autora del best seller También es autora del best seller  Dios usa lápiz labial:
 Kabbalah para mujeres.
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Portada
Créditos
Portadilla
Introducción
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