alimento para el ganado, pero también la eliminación de cobertura vegetal trayendo consigo la
erosión del suelo.
- Quema de vegetación y de rastrojos. - esta es una práctica común en los agricultores y que en
esta parte de la cuenca siguen un patrón cultural heredado de sus ancestros. Sin embargo, esta
práctica causa la erosión de los suelos, pues son desprotegidos de su cubierta, también origina
la pérdida de fertilidad de suelo y la erosión del mismo, con las consecuencias ya conocidas.
- Depredación de las lomas. - esto se origina por la poca de conciencia de la población respecto
al cuidado de ambientes que guardan una enorme biodiversidad. Sin embargo, en los últimos
años este factor se ha ido revertiendo. Por ejemplo, Quebrada verde, se ha convertido en área
de reserva ecológica, pues aprovechando la existencia de neblinas en algunos meses del año,
permite la presencia de vegetación natural biodiversa importante para el turismo ecológico.
- Uso excesivo de pesticidas. - este es un problema que se presenta en mayor intensidad en esta
parte de la cuenca (ver Cuadro 16) lo cual trae como consecuencia la pérdida de equilibrio del
agroecosistema y por ello la necesidad cada vez mayor de utilizar pesticidas químicos. Esto
también afecta a l medio ambiente y a la salud de la población.
- Quema de vegetación y rastrojos. - esta es una práctica común en los agricultores y se puede
observar si se recorre el área agrícola. Lo cual trae consigo la perdida de fertilidad de suelo y el
poco aprovechamiento de los residuos de cosechas como fuente de nutrientes para las plantas.
La irregular distribución de las lluvias en la Cuenca del río Lurín, pues en tres meses llueve
80 millones de m3/año, pero sólo se usa el 5% en la agricultura y los servicios urbanos (Sánchez,
2014), hace que incida en la escasez de agua superficial y el descenso de la napa de agua
subterránea gran parte del año. En ese sentido, muchos de los problemas que afectan a
la Cuenca giran alrededor de la disponibilidad de agua en esta. Según Felipe-Morales (2012)
ellos son principalmente los siguientes:
Los problemas ambientales que afectan a las Cuenca pueden ser causados por factores naturales
y antrópicos o humanos.
Normalmente, el promedio de lluvias en la Cuenca Alta del río Lurín es de aproximadamente 600
mm/ año; sin embargo en los años de ocurrencia del Fenómeno de “El Niño”, como el ocurrido
en el año 1998, la precipitación puede incluso triplicarse lo que determina que el caudal el río
Lurín se incremente de manera significativa.
Movimientos sísmicos
Dada la posición de la “Placa de Nazca” frente a la Costa Peruana, los riesgos de sismos de gran
envergadura constituyen una amenaza latente. Si a ello se añade la geografía accidentada que
presenta la Cuenca del río Lurín, el impacto de los sismos se ve agravado.
Inestabilidad geológica
De acuerdo al mapa geológico de la Cuenca del río Lurín, la Cuenca Alta está conformada
principalmente por rocas volcánicas las que presentan una mayor susceptibilidad a los procesos
erosivos por efecto de la erosión hídrica.
Erosión hídrica
Por efecto de las lluvias, aunado al relieve accidentado que caracteriza a la Cuenca alta y media
del río Lurín, la erosión potencial de los suelos excede ampliamente los valores de tolerancia de
pérdida del suelo o erosión, que oscila entre 5-6 tm de de suelo/ha/año. Al respecto un estudio
efectuado por Walter Chamochumbi (1987), aplicando la fórmula de Fournier, estimó pérdidas
de suelo en valores que fluctuaban entre 31 a 64 tm/ha/año para la Cuenca media y alta del río
Lurín.
Los problemas ambientales provocados por actividades humanas son principalmente los
siguientes:
En la Cuenca Alta
• El sobrepastoreo
En la Cuenca Media
• Las prácticas agrícolas inapropiadas: riego por inundación, uso excesivo de pesticidas.
Como es ya sabido, el valle de Lurín es uno de los últimos relictos ecológicos de la costa central.
Razón por la cual, es de preocupación general mantener su conservación y velar por las diversas
especies de animales y plantas que aún subsisten.
El valle conserva alrededor, además de áreas agrícolas, extensas áreas de lomas. Estas últimas
marcan el aspecto saltante del valle, que hoy son visitadas en busca de esparcimiento, y con
fines de investigación.
La diversidad biológica en el valle, la encontramos en las lomas que lo circundan. Estos “nichos”
ecológicos además de albergar un número importante de especies, también albergaron a los
primeros habitantes. Los diferentes estudios realizados en las lomas actuales, concluyen
presentando un ecosistema rico en posibilidades de sobrevivencia, estacional o continua, según
sea el caso particular (algunas lomas no llegan a secarse del todo en época seca).
Los productos de subsistencia que brindaban las lomas por su riqueza, permitieron el desarrollo
de asentamientos a lo largo de la costa, en especial para los periodos tempranos, y se extendió
a los periodos tardíos y coloniales, inclusive. A pesar de ser un espacio continuamente
explotado, esta actividad no significó su desaparición. Sin embargo, en nuestros días, la sobre
explotación y cambios en el uso intensivo de las lomas como áreas de pastoreo de cabras, ha
generado la pérdida parcial de algunas de éstas.
4.1 Contaminación
La contaminación del río Lurín es provocada por la falta de concientización por parte
de la población, así como de la ineficiencia de las autoridades en el uso y manejo del
agua, para hacer cumplir la normativa existente.
Los problemas de mayor contaminación se presentan principalmente en la Cuenca
Baja, estos se deben a la acumulación de basuras, la presencia de chancherías, establos y
camales cerca al río, lo que no sólo pone en riesgo la calidad de las aguas superficiales
sino del agua subterránea, principal fuente de agua de la zona baja de la cuenca. Al
respecto, el Ministerio de Salud, a través de su Dirección General de Salud Ambiental
(DIGESA), tiene algunas estaciones de monitoreo de la calidad del agua en la cuenca del
río Lurín.
La calidad de agua es un aspecto todavía poco atendido, a pesar de las evidencias
cada vez más notorias de la contaminación del agua, sobre todo en la parte baja de la
Cuenca conocida como el “trapecio de Lurín”. En esta zona la principal fuente de
contaminación del agua proviene de las industrias instaladas en dicha zona. Al respecto
cabe señalar que el actual gobierno Municipal de Lima Metropolitana derogó varias
ordenanzas que el Gobierno Municipal anterior había dado permitiendo la instalación de
fábricas en el Valle de Lurín. La nueva ordenanza municipal establece que las fábricas
deben ubicarse en las zonas eriazas.
Otra fuente de contaminación es por el uso poblacional del agua, cuyos desagües, en
la mayoría de casos, son descargados directamente al río, sin un tratamiento previo de
descontaminación.
Finalmente, la agricultura con uso exagerado de insumos tóxicos, constituyen otra
fuente de contaminación, así como la actividad pecuaria, sobre todo chancherías que en
mayor número se encuentran instaladas en las zonas bajas de la Cuenca.