Editorial
Buda
Por José Natanson
De todos modos vale la pena intentarlo. Aquí intentaremos definirlo por un camino
alternativo al que se sigue habitualmente: más que evaluar los nombres del
gabinete, los límites de sus alianzas legislativas o el cuadro de sus apoyos
sociales, procuraremos explorar las tradiciones político-ideológicas en las que se
inscribe, como una forma de anticipar –muy tentativamente– el camino que
recorrerá.
No es difícil detectar trazos de esta filosofía en el discurso buena onda del PRO.
El budismo new age, suficientemente amplio para admitir a un católico o un ateo,
un empresario o un trabajador, un radical o un peronista, es una doctrina más
filosófica que religiosa, que refuta la existencia de un dios y carece de un único
texto sagrado. El budismo no postula la existencia de un creador del universo y, a
diferencia de las tres religiones del libro, rechaza los dogmas. Como Macri durante
la campaña, predica la tolerancia y la serenidad y no concibe las excomuniones.
Pero puede haber algo más que la simple coincidencia estética entre una filosofía
zen que abjura de la confrontación y las tonalidades lapislázuli del discurso
macrista. Como la teoría económica ortodoxa, el budismo new age es, en esencia,
una búsqueda del equilibrio, sólo que éste no se alcanza a través de la mano
invisible del mercado sino por vía de la meditación, la alimentación en base a tofu,
las flores de Bach o la reflexología. Al nirvana –un despertar que permite
experimentar la verdadera realidad del mundo– no se llega por una revelación
divina sino a través de un descubrimiento directo. Igual que los viajes de LSD, la
budista es una búsqueda personal, lo que explica el nombre de la revista que
popularizó al movimiento en Argentina: Uno mismo. A diferencia del catolicismo y
sus cruzadas y del islam y sus guerras santas, el budismo no se propone moldear
el mundo a su imagen y semejanza ni imponer desde afuera una religión. Lejos de
cualquier articulación colectiva, ofrece apenas una guía para la transformación
personal.
3. “La autonomía como religión: la nueva era”, en Alteridades, Vol. 9, Nº 18, julio-
diciembre de 1999.
4. Pablo Semán, “La nueva era de la nueva era”, Página/12, Buenos Aires, 10-9-
12.