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UNIVERSIDAD ANDINA NESTOR CACERES

VELASQUEZ
E.A.P. INGENIERIA EMPRESARIAL E
INFORMATICA

TRABAJO: ENTREVISTA EMPRESARIAL

ING.: JOSE MAQUERA RIVERA

 PRESENTADO POR:

 ITO LOPEZ RUDY
 MIRANDA MAMANI BANIZA
 NUÑEZ ALEMAN NATHALIE
 CAMBI MANCILLA CLORINDA

SEMESTRE: “I” TURNO: “MAÑANA”

JULIACA – PERÚ
INTRODUCCION
"Lo que constituye al hombre es principalmente el alma, forma sustancial de su naturaleza. De ella
dimana en último lugar toda la vida humana; en ella radican todos los dinamismos psíquicos con su
propia estructura y su ley orgánica; a ella es a quien la naturaleza encarga el gobierno de todas las
energías, hasta tanto que éstas no hayan adquirido aún su última determinación".

Para poder hablar de los principios del estado, se (tiene que) debe empezar por su elemento más
esencial, el elemento que es anterior al estado: la población; más concretamente la persona humana.
El hombre, como bien lo dijo Aristóteles, es un ser social por naturaleza; es decir, necesita vivir en
sociedad para así poder satisfacer sus necesidades. "El hombre es, en efecto, por su íntima naturaleza,
un ser social, y no puede vivir ni desplegar sus cualidades sin relacionarse con los demás. El hombre,
única criatura terrestre a la que Dios ha amado por sí misma, no puede encontrar su propia plenitud si
no es en la entrega sincera de sí mismo a los demás. Pero, ¿qué es el hombre? Muchas son las
opiniones que el hombre se ha dado o se da sobre sí mismo, diversas e incluso contradictorias.
Exaltándose a sí mismo como regla absoluta o hundiéndose hasta la desesperación" No se puede
hablar de un estado ni de su personalidad, si antes no se conoce a fondo cuál es su origen o quiénes lo
componen. La persona humana es, en realidad, un ente de estructura compleja en donde se tiene que
analizar con detenimiento cada uno de sus elementos para poder comprender la trascendencia de su
existencia y de su fin. Los elementos de la persona humana, son los que le dan vida y forma al estado;
de cada una de las propiedades del hombre emanan las garantías individuales que el estado debe de
(procurar) aceptar y proteger. No se puede hablar de un verdadero estado si no hay justicia en donde
se tengan protegidas, por el ordenamiento jurídico, la libertad, la igualdad y la dignidad de la persona.
El estado, pues, debe de estar formado conforme a estos principios elementales que son inherentes a
la persona y por lo tanto necesitan estar regulados y protegidos por el mismo, adquiriendo, de esta
manera, su personalidad como tal.
CONSTITUCION POLITICA DEL PERU

“Articulo 1. Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y,
dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con
los otros.
CONSTITUCION POLITICA DEL PERU 1993
Derechos fundamentales de la persona

Artículo 1O. Defensa de la persona humana.


“la defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la
sociedad y del estado.

1. DIGNIDAD
"Creando al hombre <<varón y mujer>>, Dios da la dignidad personal de igual modo al hombre y a la
mujer, enriqueciéndolos con los derechos inalienables y con las responsabilidades que son propias de
la persona humana".
Pasando ya al estudio concreto de esos derechos inherentes a la persona humana, primero se
encuentra la dignidad:
a) Definición.
Deriva del latín dignitas, del adjetivo dignus, cuya forma arcaica dec nos revela su origen del verbo
decet: decente. Es la actitud de respeto a sí mismo y a los otros, por el reconocimiento que toda
criatura humana posee características que la elevan por encima de los otros seres. El respeto a esa
dignidad es la garantía suprema del orden social..
En pocas palabras es el respeto que se tiene en sí mismo y en los demás. Es una estima que se tiene la
persona por tener inteligencia y voluntad y que además tiene esa misma estima o respeto para con los
demás seres de su misma especie.
b) Naturaleza.
"La razón más alta de la dignidad humana consiste en la vocación del hombre a la unión con Dios. [...] el
hombre tiene una ley escrita por Dios en su corazón, en cuya obediencia consiste la dignidad humana y
por la cual será juzgado personalmente. El hombre logra esta dignidad humana cuando, liberado
totalmente de la cautividad de las pasiones, tiende a su fin con la libre elección del bien y se
procura medios adecuados para ello con eficaciay esfuerzo crecientes".
La naturaleza de la dignidad humana consiste en conseguir el fin último del hombre; en buscar los
medios más eficaces y adecuados para lograr el bien de la persona misma y el bien de las demás
personas.
c) La dignidad en la vida social.
"El género humano debe establecer un orden político, económico y social que esté más al servicio del
hombre y permita a cada uno y a cada grupoafirmar y cultivar su propia dignidad La dignidad humana
requiere, que el hombre actúe según la conciencia y libre elección; los hombres, mucho más
conscientes de su propia dignidad y deber, desean participar cada vez más activamente en la vida social
y sobre todo en la económica y política. " .
Para poder desarrollar la dignidad de la persona humana, se necesita de un estado que esté al servicio
del hombre y permita a éste una libre elección, hecha a conciencia, en la participación de la vida
política del estado. Que el hombre, porque tiene dignidad, pueda escoger a sus gobernantes, pueda
tener libertad en el trabajo, en la religión, en la participación económica social, en pocas palabras: que
tenga libertad, con responsabilidad individual y social, en su vida.
"el hombre recibe de Dios su dignidad esencial y con ella la capacidad de trascender todo
ordenamiento de la sociedad hacia la verdad y el bien. Sin embargo, está condicionado por
la estructura social en que vive, por la educación recibida y por el ambiente. Estos elementos pueden
facilitar u obstaculizar su vivir según la verdad".
"no hay más Ley justa que la que detalla las exigencias que se desprenden de la igual dignidad de los
hombres, y del fundamento de esta dignidad".
d) Medios para el desarrollo de la dignidad humana
"[...] no puede llegarse a este sentido de la responsabilidad [individual y social] si no se facilitan al
hombre condiciones de vida que le permitan tener conciencia de su propia dignidad. Las instituciones
humanas, privadas o públicas, esfuércense por ponerse al servicio de la dignidad y del fin del hombre.
También en la vida económicosocial deben respetarse y promoverse la dignidad de la persona humana,
su entera vocación y el bien de toda la sociedad".
El estado tiene el deber de facilitar al hombre las condiciones de vida necesarias creando instituciones
públicas y privadas que protejan la dignidad del hombre y le permitan que pueda desarrollar todas sus
potencias para que, a su vez, el estado se desarrolle también. Es decir, se debe de proteger al hombre
garantizándole el desarrollo pleno de sus facultades dándole los medios necesarios y suficientes en su
vida; tales medios son la protección a los derechos humanos. Por lo tanto, un estado que quiera aspirar
a la justicia y al bien común, debe de respetar y desarrollar, por medio de múltiples instituciones
(escuelas, hospitales, centros culturales etc.), la dignidad humana otorgándole garantías para su
crecimiento y respetando, a su vez, la libertad que tiene el hombre para participar en la vida política y
económica del país.

Significado terminológico:

Según el diccionario enciclopédico El Ateneo (t. II), el significado de la palabra dignidad es: "...calidad
de digno; que merece algo, en sentido favorable o adverso; correspondiente, proporcionado al
merito y condición de una persona o cosa...".

Pero en este aspecto y a los fines de profundizar el significado de este vocablo y lograr una mayor
comprensión del origen e importancia del concepto de dignidad humana, me voy a permitir remitirme
a un autor clave, fundamental, del que arranca directamente la concepción actual del concepto de
dignidad humana, este es Kant. El filósofo de Könisberg, en sus obras "Fundamentación de la metafísica
de las costumbres" y "principios metafísicos del Derecho" utiliza, como soporte de la dignidad de la
persona humana el argumento según el cual "...Los seres cuya existencia no descansa en nuestra
voluntad, sino en la naturaleza, tienen, cuando se trata de seres irracionales, un valor puramente
relativo, como medios, y por eso se llaman cosas; en cambio, los seres irracionales se llaman personas
porque su naturaleza los distingue ya como fines en sí mismos, esto es, como algo que no puede ser
usado como medio y, por tanto, limita, en este sentido, todo capricho (y es objeto de respeto). Estos no
son pues, meros fines subjetivos, cuya existencia, como efectos de nuestra acción, tiene un valor para
nosotros, sino que son fines objetivos, esto es, realidades cuya existencia es en sí misma, un fin...".

La dignidad es la parte más importante del ser humano, ya que gracias a ella, todo hombre es único e
irrepetible. Sin embargo, en el mundo actual, parece haber sido olvidada y remplazada por nociones
que poco transcienden y que tienen que ver más con el mundo material. Las injusticias, las mentiras y,
principalmente, el pecado hacen que para respetar la dignidad haya que transitar un largo y arduo
camino. [El hombre] sucumbió a la tentación y cometió el mal. Conserva el deseo del bien, pero su
naturaleza lleva la herida del pecado original. Ha quedado inclinado al mal y sujeto al error.

Ese elemento teleológico, no puramente negativo, consustancial a la dignidad de la persona humana


es la que permite afirmarla como sujeto. La dignidad significa para Kant -tal y como expresa en la
"Metafísica de las costumbres"- que la persona humana no tiene precio, sino dignidad: "Aquello -dice
Kant- que constituye la condición para que algo sea un fin en sí mismo, eso no tiene meramente valor
relativo o precio, sino un valor intrínseco, esto es, dignidad".

Los derechos fundamentales como el derecho a la existencia y a la vida -el derecho a la libertad
personal o derecho de conducir la vida como dueño de si mismo y de sus actos, responsable de estos
ante Dios y ante la ley, el derecho a la búsqueda de la perfección de la vida humana, moral y racional,
el derecho a la búsqueda del bien eterno, el derecho a la integridad corporal, el derecho a la propiedad
privada de los bienes materiales, que es una salvaguardia de las libertades de la persona, el derecho de
casarse según la propia elección, y de fundar una familia con la seguridad de las libertades que le son
propias, el derecho de asociación, el respeto a la libertad humana en cada uno, todos estos derecho
arraigan en la vocación de la persona, agente espiritual y libre, al orden de los valores absolutos y a un
destino superior al tiempo.

Ahora bien, la idea que más nos interesa jurídicamente, y que considero la correcta, es que la dignidad
humana viene a ser el fundamento último de algunos derechos que se les reconocen a la persona en
nuestra Constitución provincial, en todas las cartas magnas provinciales nacionales y en los tratados
internacionales, precisamente por que sobre su carácter de justificación última existe una suerte de
consenso universal, que se traduce en los textos legales del tenor de los mencionados.
Conclusión
Llegamos así a la conclusión de que debemos respetar la vida de los demás y la nuestra, para poder
vivir con dignidad y aspirar a la vida eterna. Sin embargo, en este mundo plagado de injusticia y
competencia, debemos hacer un enorme esfuerzo y ver al otro como un espejo de nuestra propia vida.
De este modo, estaremos ayudando y respetando a los demás, pero también estaremos haciendo
nuestra propia vida un poco más digna de justicia y respeto.

Después de haber investigado y leído autores desconocidos hasta por momentos, pensamos que
somos únicos e irrepetibles gracias a nuestra dignidad, y solamente gracias a ella no tenemos ni
debemos tener precio alguno. No podemos ser comprados “ni por todo el oro del mundo”.

Entonces, necesitamos “manejar” nuestra libertad para actuar a favor de los demás, cuidando de no
atentar contra los derechos de las personas y cumpliendo todos nuestros deberes

Es evidente que nuestra Constitución no es la única que reconoce la dignidad de persona, sino que en
el transcurso del presente siglo se ha dado una creciente concientización del significado que tiene el
respeto de la dignidad en todos los seres humanos. Este fenómeno que no reconoce fronteras, se
manifiesta en la redacción de diversos textos nacionales, regionales e internacionales, tratados,
convenios, etc. muchos de ellos con el carácter o la aspiración al menos de universalidad. En los cuales
la idea del respeto hacia la dignidad del hombre, ha tomado una fuerza arrolladora.

También creo que el valor que tiene el reconocimiento constitucional de la dignidad humana es, el
servir de pauta interpretativa de las normas de la carta magna provincial. En este sentido, una sociedad
verdaderamente democrática a la que se refiere la propia Constitución (art.2) debe dar prioridad a
ultranza a los derechos esenciales de la persona que hacen a su dignidad.

Si bien algunos autores sostienen que es siempre un mal signo para los derechos, y con mayor razón
para los fundamentales como los derivados de la dignidad del hombre, que necesiten ser
solemnemente declarados, pues tal declaración supone que ellos son desconocidos o avasallados en la
vida real y con una cierta generalidad. Es, a mi juicio, esta declaración o reconocimiento solemne, un
primer paso para lograr el objetivo final de que los mismos sean respetados, reconocidos y
efectivamente ejercidos en la vida real.

Así, este fenómeno mundial al que me refiero se traduce en el reconocimiento de la persona, de su


dignidad, y esta, al generarse en estos últimos tiempos, y quizá como consecuencia de los diversos
acontecimientos del reciente siglo pasado,(dos primeras guerras mundiales, tratados de derechos
humanos, etc.) una conciencia de la necesidad de su respeto y resguardo, ha venido a quedar
universalmente aceptada, compeliendo a los estados a reconocer dicha dignidad natural en sus
regulaciones; so peligro de tacha de autoritario al que la niegue y de reclamo por la comunidad
internacional.

Hoy día vivimos en una sociedad que, en el plano de las proclamaciones, exalta la dignidad de la
persona humana, mientras en el plano de los hechos denigra la condición del hombre, la mediatiza, la
empequeñece. Lo lamentable de todos estos derechos derivados del reconocimiento de la dignidad del
hombre, (libertad, igualdad, honor, intimidad, vida, integridad, etc.) es que si bien se encuentran
reconocidos y proclamados, no son respetados en la vida del hombre con la asiduidad que
desearíamos, produciéndole así un atropello continuo, y progresivo a su dignidad.

También creo que el valor que tiene el reconocimiento constitucional de la dignidad humana es, el
servir de pauta interpretativa de las normas de la carta magna provincial. En este sentido, una sociedad
verdaderamente democrática a la que se refiere la propia Constitución (art.2) debe dar prioridad a
ultranza a los derechos esenciales de la persona que hacen a su dignidad.

Considero que la dignidad del hombre precede natural y ontológicamente a la idea de estado e implica
un conjunto de derechos y deberes naturales (primarios y secundarios), como el derecho al honor, a la
intimidad, a la buena reputación, a la propia imagen a la integridad corporal, etc.

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