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La ley 27.348 produce una grave violación de la manda supra legal como lo
es el principio de razonabilidad que surge de los Art 28º y 33º de la Carta Magna.
Afirma Marañello Patricio que el profesor especialista en Derecho Constitucional
Bidart Campos enseña que, el principio de razonabilidad, importa, dentro de
nuestro sistema constitucional la exclusión de toda arbitrariedad o irrazonabilidad
en el ejercicio de las prerrogativas de los poderes públicos - BIDART CAMPOS,
Germán, Derecho Constitucional, Ediar, t.II, ps. 118/119 -. Ello quiere decir que existe
un estándar jurídico, que obliga a dar a la ley - y a los actos estatales de ella
derivados inmediata o mediatamente -, un contenido razonable, justo, valioso, de
modo que alguien puede ser obligado a hacer lo que manda la ley o privado de
hacer lo que la ley prohíbe, siempre que el contenido de aquélla sea razonable,
justo y válido, - El Principio de razonabilidad y su regulación en los tratados
internacionales con jerarquía constitucional”, capítulo escrito para el libro colectivo dirigido
por Bidart Campos y Andrés Gil Domínguez, denominado A una década de la reforma
constitucional, Ediar, 2005. -
La Corte Suprema de la Nación, tiene como doctrina que las leyes son
susceptibles de cuestionamiento constitucional cuando resultan irrazonables, o
sea cuando los medios que arbitran no se adecuan a los fines cuya realización
procuran o, cuando consagran una manifiesta iniquidad. Y el principio de
razonabilidad debe cuidar especialmente que las normas legales mantengan
coherencia con las reglas constitucionales durante el lapso que dure su vigencia
en el tiempo, de suerte que su aplicación concreta no resulte contradictoria con lo
establecido en la Ley Fundamental. - CSJN in re “Flores, María Leonor y otros vs.
Argentina Televisora Color L.S. 82 Canal 7 S.A.”, del 01/01/1985 –
Todas ellas resultan razones de peso suficiente para que V.S., sin más
trámite declare la inconstitucionalidad del Ley 27.348 en sus Artículos 1º, 2º, 14º
y 17º y de la resolución 298/17 de la S.R.T., en la forma pedida
Solo el trámite ante la justicia del fuero ofrece las garantías y certezas
constitucionales al trabajador- el aquí actor -, y a la propia A.R.T., para la
determinación del carácter laboral de las enfermedades y accidentes.
Lo primero que hay que aclarar es que uno y otro proceso administrativo
previo a la instancia judicial poseen naturaleza jurídica distinta.
Así la instancia instruida por la ley 24.635, tiene por objeto establecer el
ámbito propicio para acercar las partes a través de un instrumento como lo es la
mediación de un tercero imparcial – (conciliador) – con el fin que puedan entre
las mismas en forma negociada, arribar a un acuerdo conciliatorio del conflicto
laboral existente sin reconocer hechos y derecho y a ese solo efecto, con los
límites que impone el orden público laboral.
Ni siquiera el hecho que luego del procedimiento reglado por los citados art
7,8 y 9 de la Res 298/17 S.R.T., se convoque a las partes audiencia de acuerdo a
celebrarse ante el Servicio de Homologación, - (Art. 10 párrafo tercer de la
resolución en cuestión) - en la cual la aseguradora de riesgo del trabajo pueda
ofrecer una suma mayor a la que surja de aplicar las formulas de la L.R.T. (art 15
Res 298/17 S.R.T. ) -, asimila al procedimiento ante las CCMM, con el instituido
con la ley 24.635, puesto que todo este proceso para llegar a un acuerdo, tiene
como sustento un proceso jurisdiccional ilegitimo cuya base es la resolución
emitida por la CCMM, que como se expreso Ut supra resulta violatorio del orden
constitucional, atento de la afección de los derechos y garantía del actor arriba
mencionados. La reglamentación estatuida por la resolución aquí tachada de
inconstitucional en los Art 10 y ss, violentan igualmente el principio protectorio
del actor (Art 14 bis C.N.).
Coincidirá V.S., con esta parte y con fundamento con lo hasta aquí
expuesto que al obligar al actor a someterse ante el trámite administrativo que le
ordena el Art 1º de la ley 27.348, se están violando al mismo los siguientes
derechos y garantías protegidos por la carta magna y por el bloque constitucional
de normas internacionales contemplado por la misma – (Art 31 y 75 inc. 22), a
saber: Acceso directo e irrestricto a la justicia, defensa en juicio, debido proceso,
e igualdad esto último conforme los trabajadores no registrados no deben
someterse a tal proceso quedándole expedita la vía judicial (Art 1º tercer párrafo
Ley 27.348).
Atenta los derechos del actor contra la garantía del debido proceso
contenida en pactos internacionales que conforman el bloque normativo
constitucional, - artículos 8 y 25 de la Convención Americana -, ya que como es
de público y notorio produce un indiscutible aletargamiento de las causas
judiciales en el marco de le ley especial 24.557 y ley 26.773
En la Convención Americana sobre Derechos Humanos, los artículos 8 y 25
son los que tradicionalmente se asocian con una doctrina en desarrollo sobre
garantías judiciales y protección judicial de los derechos humanos. En sus
propios términos, estos dos artículos se aplican a toda situación en que se deba
determinar el contenido y alcance de los derechos de una persona sometida a la
jurisdicción del Estado parte, ya sea que se trate de materias penales,
administrativas, fiscales, laborales, de familia, contractuales o de cualquier otra
índole - CIDH Cfr. Segundo Informe de progreso de la Relatoría sobre Trabajadores
Migratorios y Miembros de sus Familias en el Hemisferio, cit., párrafo 90 -
Este artículo dispone que todas las prestaciones dinerarias que se liquiden a
favor del trabajador – administrativas o judiciales -, sean depositadas en la cuenta
sueldo del mismo, si la tuviese.-