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APATIA SOCIAL

La apatía es la falta de emoción, motivación o entusiasmo. Es un término psicológico


para un estado de indiferencia, en el que un individuo no responde a aspectos de la
vida emocional, social o física.

Entendiendo esto y como resultado de las entrevistas realizadas en la práctica de


nuestra carrera con estudiantes tanto como catedráticos del Instituto Rafael
Aqueche, se ha podido realizar un estudio cualitativo tomando en cuenta el método
de observación y entrevista para poder definir esta problemática social e identificar
las principales causas la ocasionan, tomando en cuenta los cambios que sufre el
adolecente como por ejemplo cambios afectivos en donde este marca una
inestabilidad emocional que se ve representada por incoherente e imprevisible
también tienen explosiones afectivas intensas, los diferentes cambios que sufre el
adolescente, tiene una sobreestimación de sí mismo se cree una persona
extraordinaria, todo este es resultado de lo que conforma su contexto, porque a
partir de ella se forma sus experiencias emocionales, en algunas ocasiones ve a la
sociedad y al mundo con una perspectiva de crítica y rechazo.

En cuanto a las instituciones que hacen presencia física y constante en el barrio,


cabe mencionar a la institución educativa, la cual juega un papel primordial en la
comunidad, ya que en torno a ésta se desarrollan valiosos procesos de construcción
de capital social, no sólo por su labor académica, sino porque a su infraestructura
se vinculan otros agentes que proveen apoyo económico, cultural, social y educativo
de vital importancia para los habitantes; de ello dan testimonio principalmente los
adolescentes, que lo ven como un lugar agradable y de protección. Pese a lo
anterior, en un momento de la investigación fue posible encontrar otras perspectivas
de los habitantes jóvenes y adultos, que relacionan al instituto como un lugar que
empieza a perder su potencial de cohesión social y de alternativa para la recreación
y el uso adecuado del tiempo libre, y empieza a ser referenciado como un lugar en
el que también ocurren situaciones de inseguridad.

Los adolescentes atraviesan por diferentes etapas de crisis, como la carencia de


identidad, el sentido de pertenencia, vacío existencial, en estas etapas necesitan
orientación continua y adecuada, por otra parte la influencia del alcohol y otras
drogas, que limitan el control de los impulsos, inexistencia de un proyecto de vida,
percepción de pocas o ninguna oportunidad para el éxito y falta de expectativas
diferentes a la maternidad, cumplimiento de asignaciones de género construidas en
su contexto, como la necesidad de tener hijos para probar la feminidad o de probar
la virilidad a través de la iniciación sexual y problemas familiares, económicos y
estresores académicos, falta de apoyo de sus padres y apatía por parte de maestros
en el instituto, ausencia de orientación y empatía se ven involucrados en un proceso
de disociación o desviación conductual, lo que nos lleva a descripción de la primer
causa de esta problemática social llamada ANOMIA SOCIAL lo cual produce en los
individuos conducta inconformista en vez de una conformista.
Actualmente existe en nuestra sociedad cierto rechazo e indiferencia hacia algunas
normas por falta de valores normativos o control social, la anomia implica la falta de
normas que puedan orientar el comportamiento de los individuos produciendo
conductas desviadas como: el crimen la delincuencia juvenil, la drogadicción, la
violencia doméstica o violencia en general, el suicidio, los desórdenes mentales, el
alcoholismo, etc. Se supone que la anomia es un colapso de la gobernabilidad al no
poder controlar una emergente situación de alienación experimentada por un
individuo o una subcultura, lo que provoca una situación desorganizada que resulta
en un comportamiento no social y al no poder ser controlado todo esto en la vida de
los adolescentes y catedráticos dentro del instituto se produce un tipo de fatalismo
según menciona MARTÍN BARÓ en un estudio RECUPERACIÓN Y PROMOCÍÓN
DE IDEAS SOBRE PSICOLOGÍA, CULTURA Y TRANSFORMACIÓN SOCIAL, en
el cual define al FATALISMO como un síndrome personal en donde el individuo
correlaciona psicológicamente una relación mecánica de causa y efecto de sus
vivencias en donde aprende a resignarse y a ser sumiso a través de la demostración
cotidiana de lo imposible e inútil que es esforzarse por cambiar su situación, cuando
el mismo ambiente forma parte de un sistema social opresivo en conjunto llevando
a las personas a un tipo de “Personalidad Básica” (Martín Baró, 1994, pp 210-211)
en donde unos no se interesan en la vida de los otros por no tener control sobre la
propia en sí.

Parte de la sociedad actual vive en la indiferencia con una mentalidad conformista


y pasiva, con lo cual se carece de una cultura de convivencia democrática y
ciudadana. El hombre pretende vivir feliz en su burbuja individual evadiéndose del
mundo social que le rodea, y esto hace que no profundice ni reflexione sobre los
hechos y la información que recibe. El ciudadano apático elige el camino más
cómodo porque no se molesta en informarse sobre lo que le rodea y no se preocupa
por formar un criterio y, por ende, una ética y una conciencia. Nos encontramos,
pues, en una sociedad pasiva, conformista, incrédula, inconmovible y absorta.

Otra causa a esta problemática social a la que haremos mención es LA VIOLENCIA


Y LA AGRESIÓN SOCIAL de la que hace mención IGNACIO MARTIN BARÓ en su
libro: ACCION E IDEOLOGÍA, Vivimos en una sociedad cada vez más globalizada
que permite el conocimiento y contacto más o menos frecuente con personas con
diferentes opiniones, creencias y formas de ver el mundo. Si bien por lo general esto
genera una corriente de entendimiento entre las distintas culturas, en ocasiones
también puede degenerar en violencia social. Y es que el contacto con diferentes
corrientes de pensamiento permite una evolución de la sociedad hacia valores como
la tolerancia y el respeto mutuo, pero para algunas personas puede resultar aversivo
al percibir las diferencias entre las formas de vivir y pensar con otros pueblos y
colectivos, estando en algunos casos en oposición directa con las propias creencias
y suponiendo la percepción de una desigualdad o la pérdida de poder social
provocando problemas como JUVENICIDIO y crímenes del estado hacia la
población juvenil que se ve inmersa en un estigma social del que menciona Ervin
Goffman en este libro sobre el tema de relaciones en la vida cotidiana.

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