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Beatriz León Ramírez

Universitat de Lleida

Director: Dr. Fidel Molina Luque

Doctorado en educación, sociedad y calidad de vida

EL PROBLEMA DE LAS POLÍTICAS PÚBLICAS EN LA PERSPECTIVA


DE LA EQUIDAD DE GÉNERO

Avances en Políticas Públicas

Según countrymeters.info (2014) la población mundial actual es de 7’204.607.660 de lo


cual el 50.4% representa la población masculina y el 49.6% corresponde a la población
femenina.

Por lo que la cantidad de mujeres en el mundo es de 3’571.128.817. Siendo casi la mitad


de la población del planeta ¿por qué en el desarrollo social no tiene una política de igualdad en
oportunidades para las mismas? ¿Por qué al mirar los ámbitos de igualdad en diferentes
panoramas como lo son las leyes, situaciones laborales, académicas, de relaciones de pareja, etc,
siempre hay problemas en cuanto a la desigualdad por diversas formas?

El objetivo de esta ponencia es evaluar la política de promoción de equidad de género en


el México democrático a partir del nivel de participación política e inclusión social de las
mujeres mexicanas y la comparativa en países desarrollados como lo es Cataluña.

Históricamente, es a partir de la Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer realizada en


Beijing en 1995 a través de su plataforma de Acción, que se exhorta a los países a formular
políticas públicas con enfoque de género a fin de fortalecer los mecanismos institucionales para
la transversalidad de la perspectiva de género. Asimismo, se exhorta a los gobiernos a instalar
mecanismos institucionales para el adelanto de la mujer como medidas gubernamentales, es
decir, la creación de los Institutos de las Mujeres en la administración pública. La filosofía
política que ha orientado las diferentes intervenciones ha ido cambiando con los años, el que
implica una evolución en el propio concepto de igualdad de oportunidades. Se planteó, por
primera vez, la idea de la gestión transversal de género (Gelambí, 2005).
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El “gender mainstreaming” es un concepto que se ha convertido en objetivo formal y


principio orientador en la elaboración y evaluación de todas las políticas nacionales e
internacionales. La aparición de este nuevo enfoque no ha provocado la total desaparición de las
actuaciones que se estaban realizando con anterioridad, sino la introducción de una nueva
manera de analizar los problemas y de dar respuestas, que convive, de alguna manera, con las
políticas más tradicionales para la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres.

Como políticas públicas de igualdad de género, se define, al conjunto de intenciones y


decisiones, objetivos y medidas adoptadas por los poderes públicos en torno a la promoción de la
situación de la mujer y de la igualdad de género entre mujeres y hombres (Bustelo, 2004). A
través de las mismas se desarrollan una serie de medidas compensatorias con el objetivo de
eliminar las discriminaciones por razón de sexo que limitan las oportunidades de mujeres y
hombres para acceder y desarrollarse en igualdad de condiciones en los ámbitos político, social,
económico, cultural, afectivo, educativo, etc.

Es parte de la inferencia que las políticas públicas no son neutrales al género y por lo
tanto generan impactos diferenciados sobre mujeres y hombres. Por eso, es necesario
diagnosticar las consecuencias en la relación con las igualdades en los análisis socioeconómicos
y políticos, para evitar los sesgos discriminatorios de la política.

Existen distintas formas de abordar las políticas que intervienen en las relaciones entre
mujeres y hombres, que han ido evolucionando a lo largo de las últimas décadas (García, 2008).
Para poner en gráfico las posiblidades que están dadas en nuestras realidades respecto a los
diversos tipos de políticas que intervienen o tocan con las relaciones entre mujeres y hombres en
el siguiente cuadro:

Tabla1. Abordajes en las políticas en las últimas décadas

La llegada de la igualdad ha llevado a cambios sociales y culturales. La Constitución


Española, en su artículo 14, afirma que hombres y mujeres son iguales ante la ley, mientras que
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la reciente Ley 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres (en
adelante Ley de Igualdad) cuestiona cualquier forma de discriminación contra la mujer.

Y mientras tanto en México, las mujeres registran una menor participación en el mercado
laboral que los hombres: según datos censales, en 1990 las mexicanas solo representaban el 22%
de la fuerza laboral del país, y en 2010 llegaron a representar el 40% de la población
económicamente activa.

Los problemas detectados en las políticas públicas de equidad de género

La gente aún sigue pensando que como en pasajes de la historia, como la edad media, las
mujeres desempeñaban labores que curiosamente en la actualidad se consideran poco apropiados
para ellas.

Las ideas infundadas que las mujeres no podrían ejercer determinados oficios y creencias
comúnmente aceptadas en la sociedad sobre cómo han de ser y comportarse mujeres y hombres,
que no están basadas en hechos, las llamamos estereotipos de género. Éstos han ido
sobreviviendo al paso de los años y se han instalado cómodamente en nuestros días
determinando las relaciones entre los hombres y las mujeres, también en el ámbito del trabajo, de
las relaciones, de las oportunidades, etc.

En los últimos treinta años, se han logrado grandes avances en el ámbito de la igualdad de
oportunidades en el trabajo, aún así, siguen existiendo barreras que obstaculizan la presencia de
las mujeres en el mundo laboral, sobre todo por tradiciones que dan el resultado que la mujer
siga estando en desigualdad de condiciones

Para las mujeres, continúan los peajes “reales” por las dobles y triples jornadas de la
mujer, no reconocidas, el número de mujeres contratadas y en la duración de los contratos.
Suelen ocupar más puestos temporales o con reducción de jornada, cobran menos, promocionan
con más dificultad y están infravaloradas en ciertos sectores profesionales, como la dirección o
los consejos de administración de las empresas y en determinadas profesiones y empleos, que
coinciden, en muchos casos, con los más valorados y mejor remunerados.

La conciliación es una responsabilidad de hombres y mujeres. Las dificultades, más


allá de lo legal, para mantener una carrera profesional paralela a la carga familiar (que aún es
prácticamente solo en femenino), falta de ayudas a la familia, a la mujer cuando se queda
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embarazada para continuar su carrera laboral. A este respecto, la Ley de Igualdad española, en
relación a los derechos de conciliación de la vida personal, familiar y laboral, establece en su
artículo 44.1, que: “Los derechos de conciliación de la vida personal, familiar y laboral se
reconocerán a los trabajadores y las trabajadoras en forma que fomenten la asunción
equilibrada de las responsabilidades familiares, evitando toda discriminación basada en su
ejercicio”.

La ley actúa en éstas premisas conciliatorias en los planes de igualdad en las empresas y
los permisos de paternidad exclusivos para el padre abren la puerta a ese cambio hacia un
modelo más igualitario y marcan junto a las acciones positivas y la transversalidad, un marco
normativo igualitario y coherente.

El espacio laboral ha ido introduciendo soluciones inteligentes en la organización


dirigidas a hombres y mujeres: flexibilidad horaria, permisos o adaptación de la carga laboral a
las necesidades familiares, etc. Pero, pese a las acciones como estas, es muy común que se
desacredite depende a que trabajo una mujer, “por el riesgo de la maternidad”.

En cuanto a las desigualdades salariales, no hay mejor forma para abordar la necesidad de
introducir medidas que fomenten la igualdad de oportunidades en la empresa que conocer la
realidad a través de sus datos los salarios dentro de los países:

Algunos datos salariales en Cataluña Algunos datos salariales en México


El Observatori d'Empresa i Ocupació Existe mayor precariedad y mayores
(2014, 1er trimestre) señala: dificultades por parte de las mujeres para
acceder al mercado laboral.
Así, por ejemplo, las mujeres que forman
El salario que reciben las mujeres es
parte de la población ocupada con
menor que el obtenido por los hombres
respecto a los hombres (46,4%) tienen
por actividades similares.
unas tasas de ocupación alrededor de 9
puntos por debajo de las tasas masculinas. Un estudio de 2013 elaborado por El
Colegio de México señala que la brecha
Los contratos de tiempo parcial son salarial en México es, en promedio, de
empleados en mayor medida para entre 6% y 8% en áreas urbanas.
contratar mujeres (el 61,15% de las La situación de desigualdad en los salarios
se observa en todos los grupos de
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personas ocupadas a tiempo parcial son ocupación, excepto en el de


mujeres). trabajadores(as) domésticos(as), donde el
Según el Idescat (2012) el salario bruto salario de las mujeres supera al de los
anual percibido por las mujeres representa hombres (5.7% en 2010).
el 42,92% del que reciben los hombres. El grupo que presenta la mayor
Encuesta Anual de Estructura Salarial desigualdad en ventaja para ellos es el de
(2011), en Cataluña, dice que la brecha vendedores independientes, en el cual
salarial entre hombres y mujeres es de tendría que incrementarse el salario de las
19,8 mujeres un 51.6 por ciento para igualarlo
con el que perciben los hombres.

Entre los funcionarios públicos y gerentes


del sector privado, la magnitud de cambio
necesaria para igualar los salarios es del
25.6 por ciento.

La desigualdad es un escenario de crisis actual. En Cataluña, la Cámara de Comercio de


Barcelona (2006) explica que un total de 32.595 mujeres con formación superior abandonaron
prematuramente su profesión y que la conciliación fue uno de los motivos fundamentales.

Políticas Públicas de México y Cataluña

La primera mirada debe reflejarse en la presupuestaria.


La segunda en el lenguaje y la comunicación (el lenguaje y las imágenes no son neutros y
consolidan estereotipos de género tradicionales, ejemplo la publicidad de hoy mismo);
educación; acceso a espacios de decisión; igualdad de salarios; urbanismo; salud, conciliación de
la vida laboral y familiar; políticas de sensibilización e incentivos para ellos para compartir
cargas familiares, políticas de tiempo

En Cataluña.

En Cataluña el reconocimiento de los principios de igualdad está presente en diversos


niveles de ordenamiento jurídico y la norma institucional básica que reconoce que ésta Igualdad
es el Estatuto Económico de Cataluña del año 2006.
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Para el despliegue de las políticas de género el Gobierno de la Generalitat pone en


marcha los planes de política de mujeres (o planes de política de género), éstos planes
constituyen los instrumentos de las mujeres a través de los cuales se ponen en marcha las
medidas y mecanismos necesarios para que la perspectiva de género sea incorporada en todos los
ámbitos de la intervención pública.

El Pla estratègic de polítiques de dones del Govern de la Generalitat 2012-2015


establece las líneas de intervención, los procesos de trabajo y las directrices que han de orientar a
la actividad de los poderes públicos catalanes para llegar, de manera coordinada y global, a
conseguir cambios sociales necesarios para conseguir la igualdad efectiva de las mujeres y
hombres

Para traer a la práctica la transversalización de género la Generalitat se ha dotado de


varios instrumentos:

1. Un marco normativo: la Ley 5/2008, de los derechos de las mujeres a erradicar la


violencia machista, y la Proposición de Ley para la igualdad efectiva entre mujeres y
hombres, de Cataluña

2. El Instituto Catalán de las Mujeres: órgano transversal

3. El Plan estratégico de políticas de mujeres del Gobierno de la Generalitat de Cataluña

4. Los espacios de coordinación interdepartamental, intradepartamental e


interinstitucional

5. Unos mecanismos de trabajo transversal

6. Los informes de impacto de género

7. Presupuestos con perspectiva de género

8. Los programas operativos y las medidas específicas de intervención

En México

La Ley obliga a las entidades públicas a combatir todas las formas de discriminación
contra la mujer en el ámbito público y privado; así como al establecimiento de acciones
afirmativas a favor de las mujeres, el fortalecimiento y la instauración de mecanismos
institucionales que establezcan criterios y orienten a las autoridades competentes del Distrito
Federal en la materia.
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La “transversalidad” es una estrategia primordial para el cumplimiento de este objetivo


entendida como una “herramienta metodológica para garantizar la inclusión de la perspectiva de
género como eje integrador, en la gama de instrumentos, políticas y prácticas de índole
legislativa, ejecutiva, administrativa y reglamentaria, tendientes a la homogeneización de
principios, conceptos y acciones a implementar, para garantizar la concreción del principio de
igualdad”

Como queda plasmado en esta definición, la transversalidad de género implica:

a) Una meta: la equidad de género.

b) Cambios funcionales y estructurales: reorganización, mejora, desarrollo y evaluación


de los procesos de toma de decisiones políticas.

c) Procesos políticos (nuevas maneras de idear y enfocar las políticas, cambios en la


cultura organizativa a institucional) y técnicos (disponer de herramientas conceptuales y
analíticas basadas en el análisis de género).

d) Involucrar a los "actores ordinarios" de las "políticas ordinarias": el proceso de


elaboración de las políticas se reorganiza de forma que sus actores ordinarios sepan cómo
incorporar una perspectiva de género.

La incorporación de las demandas de las mujeres en el presupuesto público es parte de la


institucionalización de la perspectiva de género. Si bien este proceso ha sido responsabilidad
gubernamental desde 2008, también ha sido fundamental el papel de las organizaciones de
mujeres, del mundo académico y de los organismos multilaterales (Guzmán, 2005).

Los principales actores políticos y sociales que existen dentro del país son la Comisión de
Equidad de Género de la Cámara de Diputados, creada en 1997 , y la Subsecretaría de Egresos
de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, cuyo trabajo conjunto dio origen a la
incorporación de programas concretos para las mujeres en los apartados del presupuesto de
egresos, que en 2008 condujo a la incorporación de un artículo específico en el Decreto de
Presupuesto de Egresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal y a modificaciones de la Ley
Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, así como a la Ley de Planeación

Conclusiones

En términos de participación política, es claro que las mujeres no pueden permanecer


ausentes de la práctica del poder y democracia; y con ello las políticas públicas. Para revertir la
situación negativa de las mujeres, se requiere mucho compromiso tanto del Estado como de la
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propia sociedad. Ello, considerando que el fondo de los esquemas de desigualdad y


discriminación de género es un asunto cultural que permea todas las prácticas sociales, como lo
son los estereotipos de género. Por parte del Estado, el compromiso está en la ejecución de
políticas de género, así como en el fomento de un ambiente adecuado para el desarrollo de éstas.
La promulgación de leyes y la institucionalización de políticas a favor de la igualdad son un
elemento fundamental para lograr sociedades integrales y justas, pero el reto no termina ahí.

Existen en México diversos mecanismos jurídicos que promueven la equidad de género.


En tanto que escala internacional nuestro país ha ratificado más de un decena de instrumentos
que reconocen y promueven los derechos humanos de las mujeres. Los instrumentos
internacionales, a pesar de que abarcan diversos ámbitos, tienen entre otros muchos objetivos,
fomentar la equidad de género. A escala nacional se cuenta con leyes como la propia
Constitución, en la cual se establecen derechos básicos como la igualdad jurídica entre mujeres y
hombres y la igualdad de oportunidades entre todos los ciudadanos y leyes específicas como el
Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE) que al ser modificado
cuenta ya con un sistema de cuotas y la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida sin
Violencia. Asimismo, existen instituciones y otras instancias encargadas de velar por el bienestar
de las mujeres como el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES) creado en 2001 y la
Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Relacionados con Actos de Violencia contra las
Mujeres

Aunque la estadística nos revele un aumento en la escolaridad de las mujeres y la


esperanza de vida, no podemos evitar ver que la cifra en cuanto a desigualdad violencia de
género, etc aumenta día a día y no es suficiente tan solo estos instrumentos.
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BIBLIOGRAFIA

Bustelo, M. (2004) La evaluación de las políticas de género en España, Madrid,


Ediciones La Catarata.

Departament d’Empresa i Ocupació, Generalitat de Catalunya. 2012, 2014

García, E., y Genera-PNUD, A. L. (2008). Políticas de Igualdad, Equidad y Gender Mainstreaming


¿de qué estamos hablando. Marco conceptual, El Salvador. Recuperado:
http://www.americalatinagenera.org/es/index.php.

Gelambí, M. (2005). Les polítiques de gènere als ajuntaments catalans: un procés en construcció.
Institut de Ciències Polítiques i Socials. Working Paper n. 243: Barcelona

Instituto Nacional de las Mujeres [INMUJERES], 2011

Pla de polítiques de dones del Govern de la Generalitat 2012-2015 i


Programa per a una intervenció integral contra la violència masclista 2012-2015 Recuperado:
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