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Después de la caída de Troya

Creación colectiva: Martha del Rayo Cortés, Ricardo Andrés Rivera Galicia, Luis Humberto
Martínez, Teresita Lira Marquez, Ximenta Monterroso y Alejandra Serrano
Dramaturgia: Alejandra Serrano

Escena I – El vigía

Hacker: Yo soy troyano, vivo escondido en Argos y hace tiempo que no tenía noticias de casa, hoy
hubo actividad en la red de Troya solo para confirmar mis temores. El rey Agamenón vuelve a
Argos victorioso, pero no le durará mucho el gusto. No han caído todos los troyanos. Qué chingue
a su madre Agamenón, que arda Argos. Infiltré la noticia de su regreso para que Clitemnestra
tenga tiempo de planear, yo seré su vigía, ella será mi venganza.

Escena II – En el mercado

Ruido de mercado, la gente lleva mucha comida. La pollera discute con su esposo, el taxista. Llega
una mujer, dejan de pelear para atenderla. El taxista revisa su celular.

Mujer: Siete kilos de pechuga, por favor.

Pollera: No señora, llegó muy tarde, me quedan solo dos.

Mujer: ¿Cómo? no puede hacerme esto, pero si es temprano.

Pollera: Claro que no, si ya empezó el programa de la Paty, además hoy todo mundo está
comprando muchísimo.

Mujer: Es que llegó el Rey, por fin, después de 19 años, por fin. Hay que llevar ofrendas, comida

Pollera: Ah, su marido estaba en la guerra.

Mujer: Claro que no, ese huevón fingió parálisis dos años para que no lo enviaran, hasta a mí se
me había olvidado que era mentira. Todo el día lo atendía, cabrón. Un día de la nada, desapareció.

Pollera: ¿Desapareció? ¿O sea se lo llevaron?

Mujer: Sí, eso... Bueno ya deme los dos kilos y algo de retazo para hacer un caldo aunque sea. Le
voy a llevar a mi Rey una comida que no se la va a acabar, a lo mejor y…

Pollera: Ay ya bájele, ahí está mi marido y está empezando a emocionarlo, luego va a querer que
yo cocine.

Taxista: No mames viaja, prende la tele.

Pollera: Qué, qué pasó.

Taxista: Qué le prendas, chingado, por qué tengo que decirte las cosas dos veces.
Pollera: No, con que me digas una vez.

Taxista: (Quitando a la pollera del camino para avanzar hacia la tele y prenderla él) ¡Oh qué la
chingada!, por qué no haces lo que te digo, ¿por qué siempre tienes que saber todo?
Voz en off del Hacker: En estos momentos hace arriba el Rey Agamenón al Palacio, se alcanza a ver
dentro del vehículo una misteriosa mujer, se ha dicho que es Casandra, la maldecida por los
Dioses. ¿Por qué traería el Rey una maldición consigo de regreso a nuestras tierras aqueas? La
Reina Clitemnestra lo espera implacable, serena pero con alegría en el rostro, vemos como en este
momento su rostro cambia al ver que su esposo viene acompañado.

Pollera: Por qué pones ese canal chafa, ¿por qué no pones el dos?

Taxista: No mujer, el dos tiene puro chayotero, no dicen nada que no les haya dicho Clitemnestra.
Este guey es la pura neta. Tiene información de primera.

Voz en off del Hacker: Tenemos confirmación de que en efecto se trata de la maldecida Casandra y
no solo eso, sino que ha contraído nupcias con el rey Agamenón. Es su botín de guerra. (continua
hablando casi como susurro)

Pollera: Desgraciado cabrón, después de 19 años de estarlo esperando, le sale con esa.

Mujer: Bueno así es cuando regresan, eso ya se sabe y Clitemnestra mejor que ninguna conoce sus
obligaciones.

Pollera: Pero y ahora qué, a cuál le hacemos libaciones, o qué ¿a las dos?

Mujer: Ah no qué gasto, no. Yo nada más al Rey.

Taxista: Silencio pericos, dejan oír.

Voz en off del Hacker: Después de un discurso conmovedor de Clitemnestra, por fin el Rey ha
ingresado al palacio, pero la misteriosa mujer sigue en el vehículo, pareciera no hablar nuestro
idioma. La reina se desespera y entra al palacio.

Taxista: Bueno ya, lo sigo oyendo en el taxi. (A la mujer) ¿usted pensaba tomar taxi? De una vez la
llevo.

Mujer: Ah pues sí, gracias.

Taxista (a la pollera): Adiós vieja, nos vemos al rato.

Pollera: Viejas tus nalgas.

Taxista: Pero así te gustan. (Ambos ríen coquetamente)

Salen la mujer con el taxista

Escena III – En un templo, dos semanas antes


Hacker: ¿Dejaste afuera tu teléfono?
Oficinista: (​Asiente con la cabeza)​ No me gusta este lugar
Hacker: Es callado, ya nadie venera a Hefesto.
Oficinista: Pero está él, él nos está viendo.
Hacker: (Rie) Bueno sí nos ve, pero no es muy comunicativo.
Oficinista: Quizá yo tampoco debería serlo.
Hacker: No, sé qué decirte, esto es algo que tienes que hacer con convicción. Si estás
dudan…
Oficinista: No, no, solo es que… Agamenón no era un mal rey.
Hacker: Tampoco bueno. ¿Realmente qué recuerdas de él? Tiene casi 20 años que no está
en Argos, todo lo ha hecho Clitemnestra. ¿No crees que una mujer debería tener
oportunidad de gobernar?
Oficinista: Pero tampoco gobernará ella. Egisto será quien se corone.
Hacker: Desafortunadamente así tiene que ser, él es legítimo heredero al trono. A
Clitemnestra la derrocarían fácilmente, ella lo sabe, este es su plan ¿Sigues dispuesta a
ayudarla?
Oficinista: Sí, sí, después de lo que hice…
Hacker: Tranquila, lo arreglaste, lo arreglamos juntos. Agamenón no se enterará que
Clitemnestra y Egisto son amantes.
Oficinista: Pero todo Argos lo sabe, por mi culpa
Hacker: Es un secreto a voces, ningún medio local se atreverá a desafiar a Clitemnestra, el
único que se atrevería a decirlo soy yo.
Ella ríe cómplice, bromean un poco. Él, poniéndose serio nuevamente.
Hacker: Lleva esta información a Clitemnestra, Agamenón viene en camino.

Escena IV- En el taxi

Mujer: ¿Vio las imágenes? No puedo creer que después de 19 años siga tan guapo.

Taxista: Ay, ¿usted también? Lo guapo no lo hace buen gobernante, o que hable inglés.

Mujer: No, pero ayuda. Imagínese que vergüenza tener un rey todo naco.

Taxista: O sea prieto.

Mujer: No, yo no dije eso.


Taxista: Pero eso pensó.

Mujer: Ora resulta que usted lee la mente.

El taxista masculla algo inaudible, quiere seguir diciéndole, pero no se ánima. Ella hace como que
no escucha sus comentarios

Mujer: Qué mal que ya no había pollo, pero bueno llevo el caldo y le pongo una etiqueta al pollo
"Solo para el rey". Es mi receta especial, seguro le va a encantar, quien sabe qué comerían en
Troya.

Taxista: Ay señora, hasta cree que el rey come esas cosas, se los dan a los soldados y a sus familias.

Mujer: Pero entonces para que nos piden la comida.

Taxista: Nadie nos pide la comida, pero hay van todos de borregos, porque que así es la tradición.
No si somos los pendejos perfectos, ni siquiera nos tiene que pedir las nalgas y ahí vamos a
dárselas.

Mujer: No señor, no le permito que use leguaje conmigo, soy una dama. Me da pena su pobre
esposa ella tan amable. Ya bájeme, aquí me quedo.

Taxista: No güerita, perdón. No sé enoje. Es que me prendo con estos temas, ya sabe la política.
Cómo cree que la voy a bajar aquí con tantas bolsas, si todavía le falta. Mejor seguimos oyendo el
radio, a ver qué dicen. Parece que ya bajó la mujer.

Mujer: Ash, esa, la otra. Bueno ni a cual irle. La Clitemnestra salió igual.

Taxista: ¿Igual a quién? ¿A Agamenón? Y por qué con él no se enoja.

Mujer: No es lo mismo.

Taxista: No, no es lo mismo, Agamenón sacrificó a su propia hija para ganar la guerra. ¿Se imagina?

Mujer: El rey hizo lo que tenía que hacer para ganar la guerra y ya ve, la ganó.

Taxista: No pues sí... Ya llegamos, aquí la bajó.

Mujer: Pero falta una cuadra.

Taxista: Sí, pero es sentido contrario y hay mucho tráfico. No voy a alcanzar a dar la vuelta, mejor
la dejó acá. Al cabo que no trae muchas bolsas.

La mujer se baja molesta

Escena V- La oficinista (dos semanas atrás)

Oficinista: (con el sobre que le dio el Hacker en las manos) Agamenón no merece gobernar pero
Egisto tampoco, es manipulador y… es un cerdo. No le interesa Clitemnestra, solo le interesa
gobernar. No le interesa nadie, solo me usó para llegar a ella, me dijo… Me dijo exactamente las
mismas cosas que le dice a ella, los escucho en los pasillos. Qué furia, pinches hombres, pinche
Egisto, pinche Zeus ¿por qué los hiciste así? (se tranquiliza) ¿Pero cómo alerto a Clitemnestra sin
que sepa que yo la traicioné?, por lo pronto tengo que ayudarla y mantenerme alerta con Egisto,
es importante que piense que sigo creyendo sus mentiras... ¿Cómo me enredé en esto?, ayúdame
Athena, dame fuerza.

Escena VI – La mujer

En su casa, la mujer mira la tele mientras cocina

Mujer: Qué mujer tan rara esa Casandra, no se le entiende nada, se me hace que de verdad no
habla nuestro idioma. No sé por qué la trajo Agamenón si está maldita, nada bueno puede venir
de esto. Hasta me está entrando miedo de ir a dejar la ofrenda. No, no, no pasa nada y a lo mejor
el rey sale a agradecer las ofrendas y entonces me ve y prueba mi plato. Ay ya, no debo pensar en
eso… pero podría ser y que me llevará de cocinera al palacio. Eso es posible, no estoy diciendo
que se enamore de mí, obvio es imposible, pero si puede ser como un casting, una prueba para la
nueva cocinera del palacio, eso no es tan descabellado…

Escena VII – En el mercado

Pollera: (la tele está sin señal) ¿Y ora? (cambia el canal, la tele está bien). Es el canal ese chafa que
me dejó ​Riqui.​

Mientras la pollera está cambiando de canales entra el Hacker al mercado, claramente asustado.
Mira hacia todos lados, tropieza con algunas cosas, la gente le reclama. El barullo llama la
atención de la pollera y reconoce al hacker. Ella se le queda viendo con curiosidad insistente,
manda un mensaje a su esposo (El del canal que te gusta está en el mercado ¿le pido una foto?). Él
nota la mirada y se da cuenta que lo reconoce, nadie más en el mercado lo reconoce, se acerca a
ella con cautela. Ella no deja de verlo.

Hacker: ¿Sabe quién soy?

Pollera: Sí, mi esposo ve su canal.

El hacker se esconde detrás del puesto de pollo, ella lo sigue. Él susurra

Hacker: Me están buscando, los soldados de Agamenón. No puedo quedarme aquí, necesito su
ayuda.

Pollera: Pero ¿cómo? Porqué lo buscan

Hacker: Tengo información de lo que hicieron en Troya. No solo la conquistaron, quemaron la


ciudad entera.

Pollera: Pero… La guerra es así

Hacker: No, eso fue después. Ya tenían tomada la ciudad, no tenían que matar a todos. Mujeres y
niños, no perdonaron a nadie. Tengo videos.

Pollera: Eso no tiene sentido… Mi prima… ¡mis sobrinos!


Hacker: Shhh (​le pone en la mano una usb​) Guarde esto, no deben encontrarlo, necesitamos
hacerlo público primero. Si me encuentran lo destruirán.

Pollera: No se apure, aquí no lo van a encontrar.

Hacker: Gracias, sé que no tendría que hacerlo pero no está bien que nuestros gobernantes sean
unos asesinos y nadie les cobre las cuentas. ​(Empieza a irse ella lo detiene)

Pollera: No espere. Puedo ayudarlo a salir de aquí.

Hacker: Es muy peligroso, prefiero que cuide la información.

Pollera: No, mi esposo es taxista, viene en camino porque le dije que usted estaba aquí. No se
apure, él le va ayudar. Ahorita le dijo que lo espere en la entrada del mercado. Mire ya va
llegando. Es éste (le muestra una foto), su taxi es el número 1323.

Taxista: No sé qué decirle, muchas gracias.

Pollera: Ya váyase lo está esperando afuera.

(El hacker sale, la pollera se queda viendo la USB, la pone en su radio, como si fuera de música. El
hacker va el encuentro del taxista que lo espera, se ven, pero antes de llegar al taxi al hacker le
disparan y muere. El taxista quiere salir a ayudarlo, pero mejor arranca, le llama a su esposa)

Escena VIII – En el taxi

Taxista: Mierda, mierda, mierda

El taxista nervioso marca a su esposa, duda. Está a punto de colgar, pero escucha a su esposa

Pollera: Qué pasó todo bien

Taxista: No, no, no se pudo

Pollera: Cómo que no se pudo, oí balazos

Taxista: No, no son los vecinos con cuetes

Pollera: ¿De qué hablas?

Taxista: El mandado que me pediste, no, no se pudo, ya no había pollo, pero, pero hay que hacer
algo, hay que pensar en otra cosa. Este… nos vemos en donde siempre, paso por ti y vemos…

Pollera: Ok, ok, sí, donde siempre.

Escena IX – Video

Hacker: Si estás viendo este video es porque me ayudaste o porque eres mi asesino. Como sea,
estás viendo algo que no tiene copia. Tú decidirás si borrarlo o dejar que el mundo se entere, pero
si lo borras, los crímenes de guerra cometidos en Troya caerán sobre ti junto con la furia de
Poseidón, dios de los mares, pues era protector de Troya y ahora está en busca de venganza.

Agamenón no es un héroe, mató a su propia hija, Ifigenia, para conseguir el favor de los dioses y
acabar con Troya. Aun así, ni los mismos dioses esperaban la bajeza de Agamenón. Una vez
conquistada la ciudad mató a todos los troyanos, mujeres y niños, en esta USB están los archivos
de video. Yo tengo instalado un proxi para subirlo a mi canal, no podrán rastrearlo hacia ti y yo de
todas maneras ya estoy muerto. Solo sigue las instrucciones y sube el material.

La pollera y el taxista miran fijamente la pantalla del celular

Pollera: Es que no lo puedo creer, tanta crueldad innecesaria. Yo tenía familia en Troya, yo pensé
que cuando acabara la guerra… No sé, no sé qué pensaba… pero no podemos dejarlos… ¿Viste a
ese niño?, el hijo de Héctor, no tenía ni cinco años. ¿Cómo pueden matar a un niño? No creo que
pueda dormir nunca más sin ver la imagen de ese niño cayendo desde la torre. Obligaron a su
madre a verlo caer, ¿no les bastó con hacerla esclava y matar a toda su familia?

Taxista: Tranquila vieja, tranquila

Pollera: Nada de tranquila, vamos a denunciar a esos cerdos

Taxista: Pero… (ella lo mira desafiante y él nervioso corrige). No, sí, claro, es lo que hay que hacer.

Escena X – La oficinista

Oficinista: Con el regreso Agamenón, Clitemnestra no tiene poder alguno. Los soldados solo lo
obedecen a él. No sé cuánto tiempo podré esconder a Egisto antes de que lo encuentren, están
revisando todo el palacio. Clitemnestra tendrá que esperar a estar a solas con Agamenón para
poder actuar, pero cómo, si él no quiere soltar a su nueva esposa. El odio que le demuestra
Casandra solo lo excita más, me dan nauseas solo de pensarlo. En vano rogarle a Apolo, él mismo
la maldijo y debe estar igual de excitado que Agamenón con sus desgracias. Athena, por favor,
eres mujer debes entendernos, ayúdanos. Casandra puede ver el futuro, si tan solo pudiéramos
entenderla quizá podría ayudarnos, pero ¿por qué lo haría?, ella es troyana nuestro ejército mató
a toda su familia.

(Ruido afuera del cuarto, se asoma por la ventana) ¿​ Qué es esto? ¡Un milagro! Gracias Athena,
gracias. Los soldados se retiran rápidamente, algo pasó. Están buscando algo, hay que apurarnos.

(Un push de actualizaciones su teléfono, es el video de Troya)​ El vigía subió la información, debe
estar vivo entonces. ​(manda mensaje, le responden: “el servicio que intenta contactar ya no existe,
si necesita transporte pida el taxi 1323”, mira el celular con tristeza)

Escena XII – La mujer

En su casa, la mujer habla por teléfono con otra mujer, mientras sigue cocinando.
Mujer: Malditos manifestantes, llevo todo el día cocinando para la ofrenda del Rey y ahora no sé si
voy a poder llevarla, ya bloquearon todo el palacio. Sí, sí, ya vi la tele, sí están horribles esas
imágenes pero pues qué vamos a hacer ya están muertos, ni modo que qué, de qué les ayuda
pasar su muerte en el cable, deberían prohibir eso…. Pues es lo que te digo…. Ay mira, yo no sé
de política y esas cosas, si lo hicieron así es por algo… No, por qué voy a tener compasión por los
troyanos, si estábamos en guerra, así es eso. Además, la bruta esa por la que me dejó mi marido
era troyana, ojalá que hayan estado haya y los hayan matado a ambos… Pues sí, tienes razón…
Ojalá que quiten rápido a los manifestantes para que pueda llevar mi pollo.

Escena XIII – En el mercado

Pollera: ¿Y ahora?

Taxista: No sé, esperamos. No digas nada a nadie y no uses tu celular.

Pollera: ¿Sigues con lo del celular?

Taxista: Está comprobadísimo.

Pollera: Bueno, después de todo lo que vimos no está de más.

Taxista: Por fin me das una, gracias. Nos vamos a quedar aquí en el mercado, como siempre,
vemos las noticias como todos, no sabemos nada más.

Pollera: ¿A nadie le parece raro que no esté al aire Vigía TV?

Taxistas: En el twitter sí lo están comentando.

Pollera: Ni se te ocurra…

Taxista: No, cómo crees, pero sí voy a preguntar también y retuitear unos. Si no se va a ver
sospechoso.

Pollera: Bueno, pero eso no más.

Taxista: Verga, verga, verga.

Pollera: ¿Qué?

Taxista: Mira, lee.

Pollera: ¿Mataron a Agamenón? ¿quién? ¿en la tele no están diciendo nada?

Taxista: Todavía no dicen, hay un desmadre porque los soldados quieren regresar al palacio y la
gente no los está dejando entrar… Mierda, fue Clitemnestra, esa sí no me la esperaba.

Pollera: No mames si Agamenón mató a su hija y llegó con esposa nueva, si lo que me sorprende
es que no lo haya matado cuando bajo del carro.

Taxista: Ah pues sí verdad.


Pollera: Ya también lo están diciendo en la tele.

Voz en off: La reina Clitemnestra ha dado un discurso en donde acepta haber matado a Agamenón
para ayudar a Egisto, su amante, quien tiene un legítimo reclamo al trono. Vamos a escuchar sus
palabras.

Taxista: Jajajaja, cabrones “tiene un legítimo reclamo al trono”, si se la pasaban hablando mal de
Egisto, que seguramente no era hijo de Tiestes, que no tenía ningún derecho al trono. Pinches
coyones de mierda.

Voz en off: Después de las palabras de la reina, los soldados ha desistido en su intento de llegar al
palacio. La guardia personal de Clitemnestra, mejor conocidas como las Amazonas custodia el
palacio y Egisto ha salido con la con la corona puesta. Ovaciones y chiflidos se escuchan por igual.

Voz en off de Egisto: Alegre luz de este día de venganza, hay Dioses vengadores que miran las
miserias de los hombres y los ayudan. Agaménon ha pagado los crímenes de su padre Atreo quien
cuando fue rey desterró a su propio hermano, mi padre, el infeliz Tiestes. Atreo, ocultando el odio
bajo la amistad, le dio a comer a mi padre la carne de sus hijos, mis hermanos! Atreo cortó y
repartió gozoso los muslos y los brazos de mis hermanos, mientras que Tiestes sin saberlo, comió
comida fatal, Esa es la raza de Atreo ¿Eso quieren en un gobernante? Cuando mi padre advirtió el
abominable crimen, lanzó un gemido con una maldición que hizo temblar al más fuerte, para
después caer desvanecido en su propio vomito. Es por esa maldición sobre la estirpe de Atreo que
hoy por eso puedes ver asesinado a Agamenón. Se ha hecho justicia y hoy reclamo mi derecho al
trono.

Pollera: ¿Pero entonces? ¿Ya tenemos rey?

Taxista: … (solo se miran)

Pollera: ¿Y crees que sea mejor que Agamenón?

Taxista: No sé vieja, no sé. Por lo menos él es distinto, ha tenido una vida bien perra, pero pues al
final de cuentas llego al trono igual que todos, con traiciones y con las nalgas. No sé, está cabrón.
A ver qué pasa.

Pollera: Pues sí, esperar a ver qué pasa.

FIN

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