Resumen
El presente artículo tiene como objeto de estudio el tratamiento legal de las exenciones
que en el Impuesto sobre Sociedades les han sido atribuidas a las Confesiones religiosas.
Así, se realiza un exhaustivo análisis histórico de tales beneficios para posteriormente
centrar nuestra atención en el régimen actualmente en vigor.
Abstract
The present article has as study object the legal treatment of the exemptions that in
the Tax on Societies have been attributed them to the religious Confessions. Thus, an
exhaustive historical analysis of such benefits is made later to focus our attention on the
regime at the moment in vigor.
Sumario
I. INTRODUCCIÓN
I. INTRODUCCIÓN
Art. 1 del Real Decreto Legislativo 4/2004 de 5 de marzo, por el que se aprueba el texto
refundido de la Ley del Impuesto sobre Sociedades. B.O.E. de 11 de marzo de 2004.
Vázquez García Peñuela, J. M., «Precedentes Históricos», en González del Valle, J. M. e Ibán,
I. C. (coords.), Fiscalidad de las confesiones religiosas en España, Centro de Estudios Políticos y Constitu-
cionales, Madrid, págs. 63 y 64: «La reforma tributaria implantada por Mon, a partir, según parece,
de las doctrinas de Ramón Santillán, llevó a cabo el paso de una ordenación hacendística propia
del Antiguo Régimen a una más conforme con una Hacienda moderna».
Sanz Gadea, E., «Historia del Impuesto sobre Sociedades. Perspectivas de evolución», en
AA.VV., Manual del Impuesto sobre Sociedades, Instituto de Estudios Fiscales, Madrid, 2003, pág. 47.
Ibidem, pág. 49.
36 elena manzano silva y rafael valencia candalija
B.O.E. de 30 de diciembre de 1978.
Sentencia de la Audiencia Nacional de 7 de marzo de 2002 (J.T. 2002/693).
B.O.E de 24 de septiembre de 1976.
B.O.E de 15 de diciembre de 1979.
B.O.E. de 24 de julio de 1980.
10
Ley 24/1992 de 10 de noviembre, por la que se aprueba el Acuerdo de Cooperación del
Estado con la F.E.R.E.D.E. Ley 25/1992 de 10 de noviembre, por la que se aprueba el Acuerdo
de Cooperación del Estado español con la F.C.I. Ley 26/1992 de 10 de noviembre por la que se
aprueba el Acuerdo de Cooperación del Estado español con la C.I.E. Publicadas en el B.O.E. de 12
de noviembre de 1992.
11
Art. 3 del A.A.E. de 3 de enero de 1979. No estarán sujetas a los impuestos sobre la renta o sobre
el gasto o consumo, según proceda:
a) además de los conceptos mencionados en el artículo primero de este acuerdo, la publicación de las
instrucciones, ordenanzas, cartas pastorales, boletines diocesanos y cualquier otro documento de las
autoridades eclesiásticas competentes y tampoco su fijación en los sitios de costumbre.
b) La actividad de enseñanza, el Seminario diocesanos y religiosos, así como de las disciplinas eclesiásticas
en universidades de la Iglesia.
c) La adquisición de objetos destinados al culto.
De este modo, una exención que era calificada como total y permanente pasa
a ser totalmente inoperante en la práctica, ya que las excepciones planteadas a la
misma por la redacción del párrafo indicado la vacían totalmente de contenido.
Se logra así una perfecta consonancia entre lo dispuesto en la Ley reguladora
del Impuesto sobre Sociedades y el texto de los Acuerdos, siendo éstos una copia
del tenor literal de la Ley.
Para las entidades religiosas que no habían sido enunciadas en el artículo
analizado se dispone en el art. V del Acuerdo que siempre y cuando se dediquen
a actividades religiosas, benéfico-docentes, médicas u hospitalarias o de asistencia
social disfrutarán de las exenciones o beneficios fiscales que el ordenamiento
jurídico tributario preveía para las entidades sin fin de lucro, así como para las
entidades benéficas privadas.
Las entidades religiosas que habían sido enunciadas en el art. IV del A.A.E.
iban a ser titulares de las exenciones contempladas por el texto del Acuerdo,
sin que se hiciese referencia alguna a la aplicación de las exenciones que el
12
Como pone de manifiesto la profesora Cebriá García, M., «en realidad estas excepciones
venía a vaciar de todo su contenido a la declaración de exención», «Los Beneficios fiscales de
la Iglesia Católica en el Impuesto sobre Sociedades», en Anuario de Derecho Eclesiástico del Estado,
vol. XV, Madrid, 1999, pág. 237.
ordenamiento jurídico tributario adoptase para las entidades sin fines lucrativos
y para las benéficas privadas.
De este modo la redacción de los arts. IV y V del A.A.E. presentaba la pro-
blemática de la existencia de grandes diferencias en los regímenes de exención
de unas y otras entidades, de tal forma que las que en principio habían sido
concebidas como «entidades menores» podrían llegar a gozar de mayores be-
neficios que las «entidades mayores», aquellas que constituían el llamado núcleo
básico de la Iglesia Católica.
Para intentar solucionar la controversia suscitada el Ministerio de Economía
y Hacienda dicta el 29 de julio de 1983 una Orden en la que se dispone que
«las asociaciones y entidades religiosas comprendidas en el art. IV del Acuerdo
entre el Estado Español y la Santa Sede, de 3 de enero de 1979, disfrutarán, en
todo caso de los mismos beneficios fiscales que las entidades a que se refiere el
art. V del Acuerdo».
Para llevar a cabo lo dispuesto en el art. IV.I.B del A.A.E. entre la Santa Sede
y el Estado español, así como desarrollar las relaciones de cooperación con la
Iglesia Católica previstas en el art. 16.3 de la Constitución Española, ambas par-
tes disponen concretar la aplicación a las entidades eclesiásticas del Impuesto
sobre Sociedades mediante el Acuerdo de 10 de octubre de 198013. A efectos de
tramitación del Impuesto y por razones prácticas14, se entiende que el nivel más
idóneo para determinar el sujeto pasivo de las entidades eclesiásticas sea el de
diócesis y el de provincia religiosa15.
En lo que respecta a las confesiones religiosas distintas a las Iglesia Cató-
lica Española era necesario establecer un instrumento encargado de regular
las relaciones entre el Estado Español y tales entidades. Como se indicó con
anterioridad fueron la F.E.R.E.D.E., la F.C.I. y la C.I.E. las que suscribieron los
respectivos acuerdos. Efectuando un análisis sistemático de cada uno de los
Acuerdos, podemos concluir que su estructura es prácticamente idéntica a la
del A.A.E., corrigiendo los errores en que incurría dicho texto, al aclarar que
13
Véase la Exposición de motivos del Acuerdo de 10 de octubre de 1980 sobre aplica-
ción a las entidades eclesiásticas del impuesto sobre Sociedades B.O.E. de 9 de mayo de 1981,
n.º 111/1981.
14
Como indica González del Valle, J. M., «la sujeción de estas entidades a los impuestos que
graven la renta obtenida por las personas jurídicas, lo que afecta en particular al impuesto sobre
sociedades, como se recogía en el art. 5 de la ley 61/1978 de 27 de diciembre… hizo surgir una
serie de dudas en el ámbito eclesial por las dificultades que podían surgir en la aplicación del im-
puesto a determinados entes teniendo en cuenta la peculiar estructura organizativa de la Iglesia. Para
solucionar tales problemas se llegó al acuerdo de 10-X-1980 relativo al impuesto sobre sociedades,
firmado, con carácter de acuerdo administrativo de ejecución apenas pasados unos meses desde la
ratificación del Acuerdo Sobre Asuntos Económicos por el Parlamento». González del Valle, J. M.ª,
Derecho Eclesiástico Español, Civitas, Madrid, 2002, pág. 210.
15
En este sentido Combalía Solís, Z., «Régimen Fiscal de las Confesiones Religiosas; Aspec-
tos hacendísticos y tributarios», en Manual de Derecho Eclesiástico del Estado, Colex, Madrid, 1997,
págs. 231-232.
sus entidades mayores tendrán los beneficios fiscales que prevea el ordena-
miento jurídico a favor de las entidades sin fines lucrativos y las benéficas pri-
vadas16.
La única diferencia apreciable entre el A.A.E. con la Iglesia Católica y los
acuerdos con las demás confesiones, es que en los últimos no se contemplan la
no sujeción de los objetos destinados al culto. Como indica Puchades Navarro,
«la causa de esta contradicción hay que buscarla en la circunstancia de que el
A.A.E. se firmó antes de la profunda reforma de toda la imposición indirecta en
España; en una situación en que una pieza clave de la imposición indirecta era
el Impuesto de Lujo, que pretendía gravar el consumo suntuario, sí que tenía
cabida la no sujeción de los objetos destinados al culto, ya que la adquisición de
tales bienes no se producían efectivamente un consumo suntuario. Sin embargo,
con la desaparición del Impuesto sobre el Lujo y sobre el Tráfico de Empresas,
y su sustitución por el nuevo Impuesto Sobre el Valor Añadido, tal supuesto de
no sujeción no puede mantenerse técnicamente17».
La causa por la que se mantiene la no sujeción de los objetos destinados al
culto para la Iglesia Católica, es porque así se contempla en el Acuerdo sobre
Asuntos Económicos, Acuerdo celebrado entre Sujetos con personalidad jurídica
internacional y que no es susceptible de modificación unilateral, teniendo sus
disposiciones la primacía propia de un Tratado Internacional con respecto a las
de producción interna estatal.
La normativa recogida por la Ley 61/1978, en lo que al tratamiento legal de las
exenciones se refiere, va a resultar de aplicación subsidiaria al régimen contenido
en los Acuerdos (Iglesia Católica y resto de confesiones), sin embargo veíamos
como el Texto de los acuerdos reflejaba la literalidad de la mencionada Ley, por
lo que carece de especial relevancia la aplicación de este régimen subsidiario.
Con la finalidad de clarificar el régimen fiscal de las entidades sin fines lucra-
tivos y para incentivar la participación privada en actividades de interés general
se dictó la Ley 30/1994 de 24 de noviembre18, que en virtud de lo expuesto en
su disposición adicional quinta, resultaría de aplicación lo establecido en los
arts. 48 a 58, haciendo referencia al Impuesto sobre Sociedades el contenido
de los arts. 48 a 57.
La importancia alcanzada en los últimos años por el denominado «tercer
sector», las entidades sin fines lucrativos y el mecenazgo, hizo necesaria la
promulgación de una Ley que diese respuesta a las necesidades del momento.
16
Art. 11, apartados 4 y 5, de los Acuerdos de 10 de noviembre de 1992 con la F.E.R.E.D.E. y
la F.C.I. y art. 11, apartado 4 del Acuerdo de la misma fecha con la C.I.E.
17
Puchades Navarro, M. A., «El Régimen Económico Fiscal», en AA.VV., Acuerdos del Estado
Español con los judíos, musulmanes y protestantes, Universidad Pontificia de Salamanca, Salamanca, 1994,
págs. 239-240.
18
B.O.E. de 25 de noviembre de 1994.
19
B.O.E. de 24 de diciembre de 2002.
20
Exposición de Motivos de la Ley 49/2002 de 23 de diciembre, de Régimen Fiscal de las
Entidades sin Fines Lucrativos y de los Incentivos Fiscales al Mecenazgo.
21
Art. 16.1. Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades
sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido
por la ley. Art. 16.2. Nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias. Art. 16.3. Nin-
guna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la
sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás
confesiones.
22
Ibán, I. C., Prieto Sanchís, L., y Motilla, A., Derecho Eclesiástico, Mc Graw Hill, Madrid, 1997,
pág. 28.
23
Torres Gutiérrez, A., «La tributación de las Confesiones Religiosas en el Impuesto Sobre
Sociedades», en Estudios en Homenaje al Profesor Martínez Valls, vol. II, Alicante, 2000, pág. 706.
24
Como indica Rossell, J., «La Constitución sienta la Bases de un Estado social y de derecho y
establece una nuevo sistema de relaciones Estado-Iglesia, creándose las condiciones necesarias para
la existencia de una auténtica libertad religiosa», «Breves Reflexiones acerca de la situación de las
Minorías Religiosas en España» en Anuario de la Facultad de Derecho, Universidad de Extremadura,
vol. 19-20, 2001-2002, Cáceres, 2002, pág. 120.
25
Combalía Solís, Z., «Financiación de las Confesiones no católicas en el Derecho Español»,
en Anuario de Derecho Eclesiástico del Estado, vol. X, Madrid, 1994, pág. 432.
26
Art. 7, apartados uno y dos, de la L.O.L.R.
directa por una parte, régimen, del que sólo la Iglesia Católica disfruta, a través
de un método de asignación tributaria, según el cual «la cantidad recaudada
por asignación tributaria, se complementa por el sistema de dotación presu-
puestaria»27. Por otra parte, un sistema de financiación indirecta o de benefi-
cios fiscales, aplicados tanto a la Iglesia Católica como a las confesiones acató
licas con Acuerdo de cooperación. Trataremos de dar a continuación una
breve descripción de ambos sin necesidad de llevar a cabo un análisis exhaus-
tivo, pues se pretende que esta breve exposición, pueda servirnos como hilo
conductor a la hora de fundamentar constitucionalmente los citados beneficios
fiscales.
La política económica que un Estado puede llevar a cabo en cuanto a la coo
peración con las confesiones religiosas se traduce en varias fórmulas. Así, como
decíamos en líneas anteriores, la financiación directa es una de ellas. Siguiendo
la clasificación de Puchades Navarro28, afirmaremos que entre los distintos modos
de financiación directa podemos señalar:
a) El sistema de impuesto eclesiástico, más propio de países de nuestro
entorno como Alemania o Austria29.
b) La asignación tributaria o la participación en impuesto del Estado30. Éste
es el sistema que actualmente está en vigor en España para la Iglesia
Católica31.
c) La Dotación presupuestaria, que consiste en la consignación en los Pre-
supuestos Generales del Estado de una determinada cantidad destinada
a la financiación de la Confesión religiosa32.
d) Otras subvenciones, «ya sean generales o finalistas, del Estado y de otras
Administraciones públicas»33.
27
Cebriá García, M., La autofinanciación de la Iglesia Católica en España. Límites y posibilidades,
Plaza Universitaria Ediciones, Salamanca, 1998, pág. 99.
28
Puchades Navarro, M. A., El Régimen Económico Fiscal…, op. cit., págs. 231-233.
29
En este sentido y como afirma Cebriá García en Alemania, la principal fuente de ingresos
la constituye el impuesto eclesiástico que las confesiones religiosas tienen derecho a exigir a sus
fieles. En líneas posteriores, la autora pone de manifiesto el precepto constitucional que sirve de
base y fundamentación jurídica a esta forma de financiación y así, la Ley Fundamental de Bonn
de 23 de enero de 1949 reconoce en su art. 140, remitiéndose al art. 137 de la Constitución de
Weimar de 11 de agosto de 1919, que «las Confesiones religiosas que son corporaciones de Derecho Público,
tienen el derecho a extraer de sus miembros impuestos basado en las listas impositivas civiles, conforme a las
prescripciones del Derecho de los Estados». Cebriá García, M., La autofinanciación de la Iglesia Católica…,
op. cit., págs. 30 y 37.
30
En palabras de Puchades Navarro, no supone un tributo adicional o un incremento de la
carga tributaria, sino simplemente que el Estado entrega a la Confesión religiosa un determinado
porcentaje de la recaudación obtenida en uno o varios impuestos. Puchades Navarro, M. A., El Ré-
gimen Económico Fiscal…, op. cit., pág. 232.
31
Motilla, A., Financiación, en Ibán, I. C., Prieto Sanchís, L. y Motilla, A., Manual de Derecho
Eclesiástico, Trotta, Madrid, 2004, págs. 222-230.
32
Puchades Navarro, M. A., El Régimen Económico Fiscal…, op. cit., pág. 232.
33
Ibidem.
34
A tal efecto nos remitimos a lo expuesto con anterioridad sobre los art. 11, apartados 4
y 5, de los Acuerdos de 10 de noviembre de 1992 con la F.E.R.E.D.E. y la F.C.I. y art. 11, apar-
tado 4 del Acuerdo de la misma fecha con la C.I.E. y el art. 3 del A.A.E. de 3 de enero de
1979.
35
Combalía Solís, Z., Régimen Fiscal de las Confesiones Religiosas; Aspectos hacendísticos y tributarios…,
op. cit., pág. 229.
36
Puchades Navarro, M. A., El Régimen Económico Fiscal…, op. cit., pág. 233.
37
Ibidem.
38
Motilla, A., Financiación…, op. cit., pág. 218.
39
Art. 1.1 de la Constitución Española.
40
Art. 53.1 de la Constitución Española.
41
Motilla, A., Financiación…, op. cit., pág. 218.
42
Ibidem.
43
«Corresponde a los poderes públicos promover las condiciones para que la libertad y la igualdad del
individuo y de los grupos en que se integra sean reales y efectivas; remover los obstáculos que impidan o difi-
culten su plenitud y facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica, cultural
y social».
44
Blanco, M., «La financiación de las entidades religiosas en España, Estudio Legislativo y Ju-
risprudencial», en La Financiación de la Libertad Religiosa, Secretaría General Técnica, Ministerio de
Justicia, Madrid, 2002, págs. 14-20.
45
Motilla, A., Financiación… op. cit., pág. 219.
46
González del Valle, J. M., «Régimen económico de las confesiones religiosas», en AA.VV.,
Derecho Eclesiástico del Estado Español, Pamplona, 1983, pág. 367.
Esta nueva posición trató de ser paliada con la inclusión de tales entes en un
régimen de exenciones que tras afirmar la generalidad de su alcance, eran con-
siderablemente recortadas.
Antes de analizar las distintas exenciones que en materia de Impuesto sobre
Sociedades se aplican a las Confesiones Religiosas, vamos a enunciar la definición
que de las mismas se da en el art. 22 de la Ley General Tributaria47, al indicar
que «Son supuestos de exención, aquellos en que a pesar de realizarse el hecho imponible,
la ley exime del cumplimiento de la obligación tributaria principal».
La práctica anulación de las exenciones en el gravamen del Impuesto sobre
Sociedades introducido por la mencionada Ley, era plasmado casi de forma
idéntica en el Acuerdo sobre Asuntos Económicos de 1979, produciendo una
verdadera confusión acerca de una exención aparentemente muy amplia y real-
mente inexistente.
El régimen de exenciones de las confesiones religiosas, la Iglesia Católica y
el resto de entidades que tengan suscritos acuerdos con el Estado español, va a
verse concretado con la entrada en vigor de la Ley 30/1994 de 24 de noviem-
bre, de Incentivos Fiscales a la Participación Privada en Actividades de Interés
General (en adelante Ley 30/94).
Hasta ese momento, para la Iglesia Católica, lo dispuesto en los arts. IV y V
del A.A.E. marcaba el régimen de exenciones que iba a ser aplicado a los entes
en estos preceptos enunciados, siendo subsidiario el contenido de la normativa
específica. De este modo, en el Impuesto sobre Sociedades, únicamente en
ausencia de regulación expresa en los Acuerdos resultaría de aplicación lo dis-
puesto en la Ley 61/1978. Ley que como hemos indicado había sido copiada,
para la redacción de los textos acordados, por lo que no aclaraba en absoluto
la imprecisión jurídica en la que incurrían los mismos, imprecisión que trata de
ser paliada con la Ley 30/94.
En lo referente al resto de confesiones que suscriben Acuerdos con el Estado
español en 1992, la redacción del articulado de los textos es casi idéntica al
adoptado para la Iglesia Católica, adoleciendo pues del mismo defecto puesto
de manifiesto.
La Disposición Adicional Quinta de la Ley 30/94 concretaba el régimen
tributario que iba a ser aplicado a la Iglesia Católica y al resto de confesiones
que tuviesen suscritos Acuerdos con el Estado español, siéndoles de aplicación
el contenido de los arts. 48 a 58, en los que se regulaba (hasta el 57 inclusive),
el tratamiento fiscal de tales entidades en el Impuesto sobre Sociedades.
Esta Ley fue desarrollada por un Reglamento aprobado mediante Real De-
creto 765/1995, de 5 de mayo48, por el que se regulaban determinadas cuestiones
47
Ley 58/2003 de 17 de diciembre, B.O.E. de 18 de diciembre de 2003.
48
B.O.E. de 24 de mayo de 1995.
49
Art. 46 de la Ley 30/1994 de 24 de noviembre, de incentivos Fiscales a la Participación
Privada en Actividades de Interés General.
Junto a lo dispuesto en el art. 42, el art. 43 establecía que «para disfrutar del
régimen previsto en este Título, los cargos de patrono de las fundaciones y representante
estatutario de las asociaciones deberán ser gratuitos, sin perjuicio del derecho a ser reembol-
sados de los gastos debidamente justificados que el desempeño de su función les ocasione.
Así mismo, tales personas deberán carecer de interés económico en los resultados de la
actividad por sí mismos o a través de persona interpuesta.
A efectos de lo previsto en el presente Título, lo dispuesto en el párrafo an-
terior respetará el régimen específico establecido para aquellas entidades que,
por Ley, hayan sido declaradas de utilidad pública».
50
La Dirección General de Tributos se pronunció en este sentido ante la cuestión que le fue
planteada sobre «el régimen fiscal aplicable a la Universidad de Navarra conforme a lo previsto en la
normativa estatal en la materia» de fecha 14 de abril de 1994. Al respecto señala: «…A las entidades
del art. IV les resulta de aplicación el régimen fiscal de la Ley 30/1994, de forma directa, por dis-
posición de Ley, sin que sea preciso el cumplimiento de ningún requisito adicional…». Limitándose
por lo tanto, al cumplimiento de los fines indicados.
51
Para la Iglesia Católica, las entidades a las que se refiere el art. V del Acuerdo sobre Asuntos
económicos. Para la Comunidad Islámica, las asociaciones y entidades a que se refiere el art. 11.4 del
Acuerdo de Cooperación con el Estado español. Para la Comunidad Judía las asociaciones y entidades
a que se refiere el art. 11.5 del Acuerdo de Cooperación con el Estado español. Para la Comunidad
Evangélica, las asociaciones y entidades a que se refiere el art. 11.5 del Acuerdo de Cooperación
con el Estado español.
52
En este sentido, Cebriá García, M., La autofinanciación de la Iglesia Católica en España. Límites
y posibilidades, Plaza Universitaria Ediciones, Salamanca, 1999, pág. 61.
53
Camarasa Carrillo, J., Régimen tributario de Entidades religiosas y de Entidades sin fines lucrativos,
Marcial Pons, Madrid, 1998, pág. 78.
54
Así lo dispone el art. 68 de la Ley 30/1994 de 24 de noviembre, de fundaciones y de incen-
tivos fiscales a la participación privada en actividades de interés general.
55
Con fecha de 5 de febrero de 1999 se elabora por la Comisión Permanente de la Con-
ferencia Episcopal española de conformidad con el Ministerio de Justicia una Instrucción en la
que se tratan de concretar cuáles son los fines religiosos que tiene la Iglesia Católica, realizando
una enumeración de los mismos: «1.º) El culto: su ejercicio e incremento, así como la cons-
trucción, conservación y mejora de los lugares sagrados donde se ejerce y de los instrumentos
y bienes muebles destinados a él; 2.º) La predicación y difusión de la doctrina católica; 3.º) Las
labores directas y específicamente apostólicas y evangelizadoras, incluidas las actividades y obras
misioneras; 4.º)La formación “seminarios, centros de espiritualidad y de ciencias eclesiásticas”
y su sustentación “alojamiento, alimentos, asistencia” de los ministros de culto y auxiliares de ofi-
cios eclesiásticos; 5.º) La formación religiosa y moral de los fieles, por medio de catequesis, es-
cuelas de Teología, institutos y centros de formación religiosa y otros instrumentos aptos para
obtener la formación integral de la persona según los principios de la Iglesia Católica; 6.º) La
enseñanza confesional, mediante la creación y dirección de centros docentes de cualquier grado
y especialidad, conforme a los principios y valores propios de la doctrina de la Iglesia Católica,
sin perjuicio de que, en el desarrollo de sus actividades, los centros docentes de la Iglesia ha-
yan de acomodarse a la legislación general». Boletín Oficial de la Conferencia Episcopal Española,.
n.º 60, 31 de marzo de 1999. Vid., Cebriá García, M., Los nuevos beneficios fiscales… op. cit., págs. 12
y 13.
56
Aprobado mediante el Real Decreto 765/1995, de 5 de mayo, por el que se regulan deter-
minadas cuestiones del Régimen de Incentivos Fiscales a la participación privada en actividades de
interés general.
57
Fases constituidas según lo dispuesto en el art. 3 del Reglamento aprobado mediante Real
Decreto 765/1995, de 5 de mayo, por el que se regulan determinadas cuestiones del Régimen de
Incentivos Fiscales a la participación privada en actividades de interés general.
58
Camarasa Carrillo, J., Régimen Tributario de Entidades Religiosas… op. cit., pág. 80.
59
En este sentido Cruz Amorós, analiza la Sentencia de la Audiencia Nacional de 15 de febrero
de 2001 indicando que el legislador contempla dos supuestos en los que la exención del Impuesto
sobre Sociedades puede ser aplicada. En el primero la exención se predica de los resultados ob-
tenidos por una entidad en el ejercicio de su actividad, y por los rendimientos obtenidos por las
adquisiciones y transmisiones, cuando se hayan aplicado al cumplimiento de su fin social. En este
caso «actividad desarrollada coincide con finalidad social». En el segundo supuesto, la fuente de los
rendimientos obtenidos no deriva de la «actividad social» que sirve para cumplir su «fin social» sino
una fuente más de obtención de rendimientos, ajena a la actividad principal y aunque se apliquen
al cumplimiento de los fines contemplados en los Estatutos de la entidad. En este caso, para que
los «rendimientos obtenidos» por la entidad a través de esas «explotaciones económicas» puedan
acogerse a la «exención», es necesario que se de una «coincidencia» de «explotación económica»
con el «objeto o finalidad específica» de la entidad que solicite la «exención». Cruz Amorós, M.,
«Régimen de las Entidades no Lucrativas y del Mecenazgo», en Manual del Impuesto sobre Sociedades,
Instituto de Estudios Fiscales, Madrid, 2003, pág. 1072.
60
Sentencia del Tribunal Superior de Justicia, n.º 254/1999 Baleares (Sala de lo Contencioso
Administrativo, Sección Única) de 23 de abril (J.T. 1999/546). Véase también la Sentencia de la
Audiencia Nacional de 24 de octubre de 2002 (J.T. 2003/1675), a este respecto la Sentencia de la
Audiencia Nacional de 16 de octubre de 2003 (J.T. 2003/1616).
61
Véase en este sentido la Sentencia de la Audiencia Nacional de 21 de febrero de 2002 donde
está publicada.
Para que la exención fuese legítima era fundamental este requisito, siendo
necesaria la ausencia de individualización de los beneficiarios de las actividades
de tales entidades. Normalmente las entidades sin fines lucrativos destinan sus
actividades a colectivos que reclaman determinados servicios de los que carecen
debido a su especial situación, cuando en un sujeto se den las circunstancias
exigidas por la Entidad será, si lo desea, beneficiario de las actividades que ésta
le ofrece.
El 27 de diciembre de 1995 se publicó la Ley del Impuesto sobre Sociedades63,
si bien como indicábamos con anterioridad la aplicación del contenido de esta
ley a las Confesiones Religiosas, es subsidiaria con respecto a lo dispuesto en los
Acuerdos de las mismas con el Estado español y con respecto a lo dispuesto en la
Ley 30/1994, por lo que carecen de especial relevancia los cambios producidos
al amparo de esta nueva normativa.
Tras la entrada en vigor del régimen que introduce los incentivos fiscales a la
participación privada en actividades de interés general, se desarrolló sobremanera
el que ha sido denominado como «Tercer Sector» en España. El auge de enti-
dades con fines no lucrativos demanda una normativa que ayude a encauzar los
esfuerzos privados en actividades de interés general de un modo más eficaz, manteniendo
y ampliando algunos de los incentivos previstos en la normativa anterior y estableciendo
otros nuevos, más acordes con las nuevas formas de participación de la sociedad en la
protección, el desarrollo y el estímulo del interés general 64.
Es la Ley 49/2002 de 23 de diciembre la encargada de regular el Régimen
Fiscal de las Entidades sin Fines Lucrativos y de los Incentivos Fiscales al Me-
cenazgo (en adelante Ley 49/2002), y la que trató con su promulgación de
adecuar a las diversas formas jurídicas que en este marco han sido constituidas
los beneficios fiscales merecidos.
En desarrollo de esta Ley es dictado el Real Decreto 1270/2003, de 10 de
ctubre65, por el que se aprueba el Reglamento para la aplicación del régimen
o
fiscal de las entidades sin fines lucrativos y de los incentivos fiscales al mece-
nazgo.
62
La Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, de 8 de noviembre de
2000, detalla en su Fundamento Jurídico 4.º qué ha de ser entendido por «colectividades genéricas
de personas» al indicar que es lo común a muchas especies según el diccionario de la Lengua española de
la Real Academia Española. Genérico es lo contrario de específico. El servicio debe estar abierto a cualquier
destinatario, demandante de los servicios que la actora presta… y precisamente por eso es genérico, y cumple con
el requisito condicionante de la exención (J.T. 2001/52).
63
Ley 43/1995 de 27 de diciembre, Reguladora del Impuesto sobre Sociedades. B.O.E. 28 de
diciembre de 1995.
64
Exposición de Motivos de la Ley 49/2002 de 23 de diciembre, de Régimen Fiscal de las Entidades
sin Fines Lucrativos y de los Incentivos Fiscales al Mecenazgo.
65
B.O.E de 23 de diciembre de 2003.
66
Art. 3.1.º de la ley 49/2002 de 23 de diciembre, de Régimen Fiscal de las Entidades sin fines
lucrativos y de los incentivos fiscales al Mecenazgo.
67
Para la Iglesia Católica, las entidades enumeradas en el art. IV del Acuerdo sobre Asuntos
Económicos.
68
Para la Comunidad Islámica, la Comisión Islámica de España y las Comunidades que la inte-
gran en función de lo dispuesto en el art. 11.1 del Acuerdo de Cooperación del Estado español con
la Comisión Islámica. Para la Iglesia Judía, la Federación de Comunidades Israelitas, en función de
lo dispuesto en el art. 11.1 del Acuerdo de Cooperación del Estado español con la Federación de
Comunidades Israelitas de España. Para la Iglesia Evangélica, las Iglesias pertenecientes a la Fede-
ración de Entidades Religiosas Evangélicas de España, en virtud de lo dispuesto en el art. 11.1 del
Acuerdo de Cooperación del Estado español y la F.E.R.E.D.E.
fines lucrativos para la aplicación de dicho régimen» por lo que con la actual
regulación se solventan los problemas de interpretación que a este respecto
provocaba la regulación anterior.
Para que resulte de aplicación dicho régimen ya no va a ser necesario solicitar
el reconocimiento a la Agencia Estatal de Administración Tributaria, debido a
que la Ley 49/2002 considera que las Entidades que entiendan que reúnen los
requisitos exigidos por la Ley y opten por ello puedan aplicárselo, con la única
obligación de comunicar la opción al Ministerio de Hacienda.
El procedimiento de aplicación de los beneficios fiscales se simplifica en gran
medida con respecto a la normativa anterior en lo referente a su aplicación a
la Iglesia Católica y al resto de confesiones que tienen suscritos Acuerdos con
el Estado español.
El Real Decreto 1270/2003 es el encargado de determinar el procedimiento
a seguir tanto por la Iglesia Católica como por el resto de confesiones que han
suscrito Acuerdos con el Estado español, para la determinación de las rentas no
sujetas a retención69.
Las entidades eclesiásticas comprendidas en el art. IV del Acuerdo sobre
Asuntos Económicos suscrito entre el Estado español y la Santa Sede, así como
a las entidades contempladas en el apartado 1 del art. 11 de la Ley 24/1992, de
10 de noviembre, por la que se aprueba el Acuerdo de Cooperación del Estado
con la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España; en el apartado
1 del art. 11 de la Ley 25/1992, de 10 de noviembre, por la que se aprueba el
Acuerdo de Cooperación del Estado con la Federación de Comunidades Israelitas
de España, y en el apartado 1 del art. 11 de la Ley 26/1992, de 10 de noviembre,
por la que se aprueba el Acuerdo de Cooperación del Estado con la Comisión
Islámica de España, a efectos de la exclusión de la obligación de retener o ingresar
a cuenta a que se refiere el art. 12 de la Ley 49/2002 deberán cumplimentar un
certificado expedido por el Órgano competente de la Agencia Estatal de Admi-
nistración Tributaria a petición de la interesada y con vigencia indefinida, en el
que se acredite que la entidad forma parte de la Iglesia Católica o bien del resto
de confesiones que tienen suscritos Acuerdos con el Estado español.
En esta solicitud deberá acreditarse la personalidad y naturaleza de la entidad
mediante la certificación de su inscripción emitida por el Registro de Entidades
Religiosas del Ministerio de Justicia.
Las entidades eclesiásticas comprendidas en el art. V del Acuerdo sobre
Asuntos Económicos suscrito entre el Estado español y la Santa Sede, así como
a las entidades contempladas en el apartado 5 del art. 11 de la Ley 24/1992,
de 10 de noviembre, por la que se aprueba el Acuerdo de Cooperación del
69
Art. 12 de la Ley 49/2002 de 23 de diciembre de Régimen Fiscal de las Entidades sin Fines
Lucrativos y de los incentivos fiscales al Mecenazgo.
70
«Art. 1. Opción por la aplicación del régimen fiscal especial de las entidades sin fines lucrativos.
1. Para la aplicación del régimen fiscal especial previsto en el título II de la Ley 49/2002, de 23 de di-
ciembre, de régimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos y de los incentivos fiscales al mecenazgo,
la entidad deberá comunicar a la Administración tributaria su opción por dicho régimen a través de
la correspondiente declaración censal.
2. El régimen fiscal especial se aplicará al período impositivo que finalice con posterioridad a la fecha de
presentación de la declaración censal en que se contenga la opción y a los sucesivos, en tanto que la
entidad no renuncie al régimen. La renuncia producirá efectos a partir del período impositivo que se
inicie con posterioridad a su presentación, que deberá efectuarse con al menos un mes de antelación al
inicio de aquél mediante la correspondiente declaración censal.
3. En relación con los impuestos que no tienen período impositivo, el régimen fiscal especial se aplicará a
los hechos imponibles producidos durante los períodos impositivos a que se refiere el primer párrafo del
apartado anterior y la renuncia surtirá efectos respecto a los hechos imponibles producidos a partir del
inicio del período impositivo a que se refiere el segundo párrafo del citado apartado.
4. La aplicación del régimen especial quedará condicionada, para cada período impositivo, al cumplimiento,
durante cada uno de ellos, de las condiciones y requisitos previstos en el art. 3 de la Ley 49/2002.
Art. 2. Aplicación del régimen fiscal especial a efectos de los tributos locales.
1. A efectos de lo dispuesto en el apartado 4 del art. 15 de la Ley 49/2002, las entidades sin fines lucra-
tivos deberán comunicar el ejercicio de la opción regulada en el art. 1 de este reglamento.
2. En relación con la exención en el Impuesto sobre Bienes Inmuebles y en el Impuesto sobre el Incremento
de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana, la comunicación a que se refiere el apartado 1 deberá
dirigirse al ayuntamiento competente por razón de la localización del bien inmueble de que se trate.
3. En relación con la exención en el Impuesto sobre Actividades Económicas, la comunicación a que se
refiere el apartado 1 se entenderá realizada con la presentación de la declaración censal a que se refiere
el art. 1 de este reglamento.
4. En el supuesto de que las entidades sin fines lucrativos renuncien a la aplicación del régimen fiscal
especial, deberán comunicar tal circunstancia a la entidad competente a que se refiere el apartado 2.
En el caso del Impuesto sobre Actividades Económicas, la comunicación de la renuncia se entenderá realizada
con la presentación de la declaración censal a que se refiere el párrafo segundo del art. 1.2 de este reglamento.
Los sujetos pasivos que, teniendo derecho a la aplicación del régimen fiscal especial en relación con los tributos
locales, hubieran satisfecho las deudas correspondientes a éstos tendrán derecho a la devolución de las cantidades
ingresadas.
Art. 4. Acreditación a efectos de la exclusión de la obligación de retener o ingresar a cuenta respecto de las
rentas exentas percibidas por las entidades sin fines lucrativos.
La acreditación de las entidades sin fines de lucro a efectos de la exclusión de la obligación de retener o
ingresar a cuenta a que se refiere el art. 12 de la Ley 49/2002 se efectuará mediante certificado expedido por
el órgano competente de la Agencia Estatal de Administración Tributaria, en el que conste que la entidad ha
comunicado a la Administración tributaria la opción por la aplicación del régimen fiscal especial regulado en
el título II de la mencionada ley y que no ha renunciado a éste.
Este certificado hará constar su período de vigencia, que se extenderá desde la fecha de su emisión hasta la
finalización del período impositivo en curso del solicitante».
2. Las procedentes del patrimonio mobiliario e inmobiliario de la entidad, como son los
dividendos y participaciones en beneficios de sociedades, intereses, cánones y alquileres.
3. Las derivadas de adquisiciones o de transmisiones, por cualquier título, de bienes
o derechos, incluidas las obtenidas con ocasión de la disolución y liquidación de la
entidad.
4. Las obtenidas en el ejercicio de las explotaciones económicas exentas a que se refiere el
artículo siguiente.
5. Las que, de acuerdo con la normativa tributaria, deban ser atribuidas o imputadas a
las entidades sin fines lucrativos y que procedan de rentas exentas incluidas en alguno
de los apartados anteriores de este artículo 71.
71
Autores como Cruz Amorós indican con respecto a este apartado que «pretende probable-
mente, incorporar al repertorio de las rentas exentas las últimas novedades de la reforma del I.R.P.F.
en materia de atribución o imputación de rentas, pero hay que decir que es totalmente innecesario
ya que esa atribución forma parte de las otras rentas relacionadas. Además, el precepto está mal
redactado, porque no se puede hablar de rentas procedentes de rentas, sino de orígenes de rentas
y, finalmente, resulta incompleto, porque le falta la previsión de que pudieran corresponder a ex-
plotaciones económicas no exentas, como ocurre con otros supuestos del propio precepto» (Régimen
de las Entidades, op. cit., pág. 1092).
Podemos de este modo asegurar que el régimen instaurado por la Ley 49/2002
sirve de desarrollo y determinación de lo dispuesto en la normativa anterior,
estableciendo un nuevo sistema en el que se acota sobremanera las rentas que
van a ser objeto de gravamen.
Siguiendo a Cruz Amorós72, podemos resumir la regulación actual del Im-
puesto sobre Sociedades en función a lo establecido por la Ley 49/2002 en las
siguientes afirmaciones:
– Exención de la totalidad de las Rentas procedentes del patrimonio no
empresarial de las entidades.
– Exención de la totalidad de las Rentas derivadas de adquisiciones o trans-
misiones patrimoniales.
– Gravamen de los rendimientos de actividades económicas coincidentes con
el objeto o finalidad específica de las entidades, que no figuren expresa-
mente en la relación de explotaciones económicas exentas del art. 7.º.
72
Cruz Amorós, M., Régimen de las Entidades, op. cit., pág. 1091.
73
Martín Dégano, I., El régimen tributario de las confesiones religiosas y sus entidades en el derecho
español, Mc Graw Hill, Madrid, 1999, págs. 32-33.
74
La exigencia del Acuerdo para poder disfrutar de los beneficios fiscales de las entidades sin
ánimo de lucro es cuestionada por varios sectores doctrinales. Así Combalía Solís, sobre la mencionada
exigencia y sobre la no equiparación a las entidades benéficas y sin ánimo de lucro viene a decir
que «puede entenderse que hay discriminación, no tanto entre confesiones con y sin Acuerdo, sino
más bien entre confesiones y entidades benéficas y sin fin de lucro. El interrogante que se plantea
es por qué exigir a las confesiones la firma de un acuerdo con el Estado, que no se exige a otras
entidades, para que se les aplique un régimen de beneficios fiscales». Régimen fiscal de las confesiones
religiosas; Aspectos hacendísticos y tributarios… op. cit., pág. 240.
75
R.J. 1996/4967.
76
Combalía Solís, Z., Régimen fiscal de las confesiones religiosas; Aspectos hacendísticos y tributarios…
op. cit., pág. 238.
77
B.O.E. de 29 de diciembre de 1992.
78
Martín Dégano, I., El régimen tributario de las confesiones religiosas y sus entidades… op. cit., pág. 11.
79
Disposición adicional 9.ª de la Ley de Fundaciones 30/1994
80
Camarasa Carrillo J., Régimen tributario de entidades religiosas… op. cit. pág. 41.
81
Art. 134.1 de la L.I.S., modificado por la Disposición Adicional segunda de la Ley 49/2002
de 23 de diciembre, de Régimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos y de los incentivos fiscales
al Mecenazgo.
IV. CONSIDERACIONES FINALES
82
Combalía Solís, Z., Régimen fiscal de las confesiones religiosa; Aspectos hacendísticos y tributarios…
op. cit., pág. 240. En este sentido reproducir las palabras de Torres Gutiérrez, A., «entendemos que el
paradigma al que debiera tender el sistema tributario español es el de asimilar el régimen fiscal de
las confesiones religiosas al de las entidades sin fin de lucro. Esta tesis que ha sido sostenida desde
largo tiempo por un importante sector doctrinal, creemos que es la más acorde con el espíritu que
inspira las relaciones Estado-Confesiones religiosas en la Constitución. Sin embargo la realidad nos
demuestra que este objetivo aún no se ha conseguido plenamente en nuestro ordenamiento jurí-
dico, puesto que la equiparación se da sólo respecto a las entidades con Acuerdos suscritos con el
Estado, a las que incluso se otorga un tratamiento más favorable, pero no se da esa equiparación a
las confesiones religiosas meramente inscritas en el registro del Ministerio de Justicia». La tributación
de las Confesiones Religiosas en el Impuesto Sobre Sociedades… op. cit., pág. 708.
83
«Cuando en 1994 se promulgó la citada Ley 30/1994, el legislador ya era consciente de las dimensio-
nes alcanzadas por el fenómeno de la participación privada en actividades de interés general, en sus diversas
formas jurídicas, si bien no pudo prever entonces que dicho fenómeno, lejos de atenuar su crecimiento, tendría
en España un gran desarrollo en menos de una década.La consecuencia lógica de este desarrollo ha sido que el
marco normativo fiscal diseñado en el título segundo de la Ley 30/1994 ha quedado desfasado, siendo necesario
un nuevo régimen fiscal para las entidades sin fines lucrativos que, adaptado a la presente realidad, flexibilice
el régimen establecido de las distintas modalidades en las que las entidades sin
fines lucrativo pueden constituirse, motivación que se ve claramente restringida
en el ámbito de las confesiones religiosas sin Acuerdo, produciéndose una in-
coherencia entre el espíritu de la ley y la literalidad de la misma que deberá
ser corregida.
los requisitos para acogerse a los incentivos que prevé esta Ley y dote de seguridad Jurídica suficiente a tales
entidades, en el desarrollo de las actividades que realicen en cumplimiento de los fines de interés general que
persiguen». Exposición de Motivos de la Ley 49/2002 de 23 de diciembre, de Régimen fiscal de las
entidades sin fines lucrativos y de los incentivos fiscales al Mecenazgo. B.O.E. de 24 de diciembre
de 2002.