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1. BIOGRAFÍA DE PLATÓN.

Platón nació, muy probablemente el año 428-427 a.C., en el seno de uno de los
linajes más distinguidos de Atenas, en el cual era tradicional la dedicación a la
política. Así, de familia de antigua nobleza, del que le ocurrió a otros muchos
jóvenes atenienses, Platón no se descubrió a sí mismo hasta que conoció a
Sócrates. Pero cuando esto acontece Platón había cumplido los veinte años y
los desvíos políticos de los atenienses le obligarían a reflexionar profundamente
sobre la conducta humana. Por tanto, no se puede entender plenamente la figura
de Platón si se la separa de su maestro Sócrates y del contexto o marco histórico
de la Atenas en que le tocó vivir. Así pues, el hecho más importante del desarrollo
intelectual de Platón fue el de que en su juventud fue discípulo de Sócrates, de
quien sacó el pensamiento que fue siempre fundamental en su filosofía política:
la idea de que la virtud es conocimiento. Esto significaba la creencia en que
existe objetivamente una vida buena (tanto para los individuos como para los
estados) que puede ser objeto de estudio y definida mediante procesos
intelectuales metódicos y que, por consiguiente, es posible practicar. Durante su
juventud, la búsqueda de la vocación había equivalido a optar por la actividad
política: La política, que ocupa un lugar considerable en la vida de los antiguos
griegos y por tanto también en su pensamiento y literatura, ha revestido siempre
una importancia extrema a los ojos de Platón. Tenía de la política una bella
concepción, pues la consideraba la más noble de las artes. Platón era un hombre
de la polis, un hombre político: la participación activa en la vida pública
representaba para él el cometido más natural y noble del hombre. tenticidad
parece firmemente establecida }
El tema de la justicia, de la mejor ordenación de la vida en comunidad, era, en
verdad, el eje en torno al cual giraba su especulación. Confirma esta conclusión
lo que acerca de su itinerario o proceso de vocación filosófico-política refiere la
séptima de las Cartas que bajo su nombre han llegado a nosotros, y cuya
autenticidad parece firmemente establecida. Según la mencionada Carta VII, en
su juventud Platón, como cualquier otro ateniense, pensaba dedicarse a la vida
política. El régimen de los Treinta Tiranos, entre los cuales contaba con parientes
y amigos (su tío Carmides y su primo Crítias), le invitó a participar en el gobierno.
Pero las esperanzas que Platón había concebido respecto a la obra de estos se
transformaron en desilusión pues, con sus violencias, los tiranos hicieron echar
de menos el antiguo orden de cosas. Después de la caída de los Treinta, la
restauración de la democracia incitó a Platón a la vida política; pero entonces
aconteció el hecho decisivo que le separó para siempre de la política de su
tiempo: el proceso y la condena de Sócrates. Así pues, cuando la democracia
recién restaurada ejecutó a Sócrates, Platón sufrió una sacudida tan profunda
que decidió alejarse definitivamente de la política práctica y dedicarse a
reflexionar Filosofía II sobre sus fundamentos desde un punto de vista filosófico
o científico, con la intención de descubrir las causas del fracaso de todos los
sistemas políticos. Es necesario leer su autobiografía, contenida en la Carta VII,
para comprender cómo, desorientado por estas dos experiencias de sentidos
contrarios (el gobierno de los Treinta Tiranos y la reacción democrática), se ve
conducido a abandonar la política militante en provecho de la reflexión teórica.
El programa intelectual de Platón consiste, pues, en unir, según el deseo de
Sócrates, la política y la filosofía, o en otros términos, en instaurar una política
fundada en el saber. De este modo, de las experiencias políticas de su juventud,
dedujo Platón el pensamiento que había de inspirar toda su obra: sólo la filosofía
puede realizar una comunidad fundada en la justicia. Tras la muerte de Sócrates
(399 a.C), marchó a Megara, junto a Euclides y, más tarde, según cuentan sus
biógrafos, se fue a Egipto y a Cirene. Nada sabemos acerca de estos viajes, si
bien no son inverosímiles.
Su primer viaje seguro, que es también el primer acontecimiento importante de
su vida exterior, es el que con 40 años de edad hizo a Italia meridional. Con
motivo de dicho viaje, y a través de su amigo Arquitas, conoció las comunidades
pitagóricas; y en Siracusa trabó amistad con Dión, tío de Dionisio el Joven. Se
cuenta que Dionisio el Viejo, tirano de Siracusa, temeroso de los proyectos de
reforma política expuestos por Platón, le hizo vender como esclavo en el
mercado de Egina. No se sabe con certeza si la responsabilidad del hecho
correspondió o no realmente al tirano, o a un desafortunado accidente en el
contexto de la situación bélica entre Atenas y Egina, pero sí que existe
constancia de la venta de Platón como esclavo y su rescate gracias a Anniceris
de Cirene. La tradición relaciona dicho hecho con la fundación de la Academia,
en la que se habría empleado el dinero del rescate al haber sido éste rechazado
al conocerse la identidad del presunto esclavo. Así, en el 388-387 a. C, Platón
fundó la primera de las grandes escuelas filosóficas de Atenas, cerca del
santuario dedicado al héroe Academo, y cuyos miembros se reunían en el culto
común a las Musas. Perduró hasta que el emperador Justiniano mandó
clausurarla en el año 529 d.C.
La Academia podría ser considerada uno de los precedentes de las
universidades europeas, pues los estudios que en ella se seguían no se limitaban
a los filosóficos propiamente dichos, sino que abarcaban gran cantidad de
ciencias auxiliares como las matemáticas, la astronomía y las ciencias físicas. A
la Academia acudían jóvenes de muy diferentes ciudades, y en ella Platón
trataba de formar hombres de Estado y no demagogos. Además de dirigir los
estudios de la Academia, Platón daba él mismo lecciones y sus oyentes tomaban
notas. Es importante advertir que aquellas lecciones no se publicaban,
contrariamente a lo que sucedió con los diálogos, que eran obras escritas con
miras al gran público. Lo que de Platón nos ha llegado son sus diálogos, no sus
lecciones académicas. En este sentido, conviene destacar que Platón es el único
autor de la antigüedad cuyas obras nos han llegado prácticamente en la
totalidad.
En el año 367 a.C., cuando Dionisio el Joven sucedió a su padre en el trono de
Siracusa, Dión llamó a Platón para dar su consejo y ayuda en la realización de
la reforma política que había sido siempre su ideal. Tras algunas vacilaciones,
Platón decidió marchar a Siracusa. Pero la posición de Dión era débil, y acabó
siendo desterrado por Dionisio. Platón permaneció allí durante algún tiempo, en
calidad de huésped de Dionisio. Pero, a pesar de que intentó impulsar al joven
hacia la investigación filosófica, regresó desilusionado a Atenas, ya que Dionisio
era el tipo de aficionado presuntuoso que poco o nada podía realmente aprender.
No tuvo mejor fortuna el tercero de los viajes de nuestro filósofo a tierras
sicilianas: Dionisio llamaba insistentemente a Platón a su corte; al mismo tiempo
que era constantemente motivado por el propio Dión, que se encontraba
entonces en Atenas y esperaba obtener del tirano, gracias a la intercesión de
Platón, la revocación de su destierro.
Finalmente Platón se decidió y partió hacia Siracusa en el 361 a.C. El resultado
fue desastroso: no consiguió ejercer ninguna influencia sobre Dionisio, quien no
soportó la prueba de su enseñanza y terminó por retenerle casi como prisionero.
Fue liberado gracias a Arquitas de Tarento, quien envió una galera con una
embajada. Platón murió en el 347 a. C., a los 81 años de edad, en plena actividad
tanto como maestro como escritor. Fue enterrado en los jardines de la Academia.
Un papiro de Herculano nos ofrece la descripción de las últimas horas del
filósofo: La última visita que recibió fue la de un caldeo. Una mujer tracia estaba
tocando y se equivocó en el tiempo. Platón, que ya tenía fiebre, hizo una señal
con el dedo. El caldeo observó cortésmente que sólo los griegosz entendían de
medida y de ritmo. Durante la noche siguiente la fiebre se agravó y tal vez aquella
misma noche murió el que, años más tarde, Plotino calificaría como "el divino
Platón.

2. OBRAS DE PLATÓN
En cuanto a las obras de Platón, su autenticidad y estilo, el orden aproximado en
el que fueron escritas y el desarrollo y maduración de las ideas y teorías
contenidas en ellas, es necesario resaltar ciertos aspectos indispensables
incluso para un estudio elemental de la historia de la filosofía griega.
Para la enumeración completa de las obras se debe consultar a los eruditos; en
particular a Zeller, Ueberweg y Grote. Por lo que respecta a la autenticidad el
estudiante tendrá que aceptar la autenticidad de todos o de casi todos los
diálogos platónicos que aparecen en la traducción de las obras completas del
profesor Jowett. La mayoría de los estudiosos eruditos no comparten las dudas
de Ueberweg y de otros autores acerca de la autenticidad de diálogos tan
importantes como el "Menón", el "Parménides", el "Político" o el "Sofista" (2). En
cuanto al resto de los diálogos y a la maduración de las ideas y del pensamiento
de Platón, caben dos hipótesis: en primer lugar la de Schleiermacher, según la
cual Platón escribió los diálogos de acuerdo con un esquema filosófico
preconcebido con mayor o menor anterioridad, y la hipótesis de Hermann, que
sostiene que Platón escribió los diálogos según el orden concreto en el que las
ideas fueron madurando de forma natural en su mente. Los estudiosos más
recientes optan por una solución intermedia que, según parece, se inclina más
bien por esta última.
Según la teoría de Hermann, los diálogos platónicos pueden dividirse en tres
clases: los "socráticos o elementales, los dialécticos o mediatizados y en tercer
lugar los expositivos o constructivos". Los primeros, escritos antes de la muerte
de Sócrates o inmediatamente después, tienen un carácter fragmentario,
emplean la refutación socrática ("método de Elenchus") y protréptica y utilizan
casi exclusivamente el método socrático, pero sin embargo no responden en
profundidad a las cuestiones fundamentales de la filosofía. Los del segundo tipo
se distinguen por ser más áridos, menos vivos y entretenidos en su estilo y sin
embargo más críticos con la filosofía megaro-eleática que ocupó a Platón
durante su estancia en Megara, con la cual polemiza y solo a veces aprueba. En
el tercer período hay por una parte una vuelta a esa viveza y plenitud de los
comienzos en cuanto al estilo, mientras que por la otra, una vez ampliado el
horizonte filosófico de Platón por los diferentes puntos de vista que se le plantean
durante la etapa intermedia de estancia en Megara y en el extranjero, y en
particular por su conocimiento de la filosofía pitagórica, Platón logra fusionar toda
esa serie de elementos de forma que llega a la exposición más perfecta de su
sistema filosófico en la forma de un diálogo socrático, que de recibe así una
plenitud de contenidos y logra el ideal más alto (3).
Combinando las dos teorías anteriores aunque con ciertos matices de
importancia menor y ciertas indicaciones anotadas en el estudio de cada uno de
los diálogos, Zeller llega por su parte a la siguiente división de la obra de Platón:
 "Hippias menor", "Lisis", "Cármides", "Laques", "Protágoras", "Eutifrón",
"Apología" y "Critón".
 Transición: "Fedro", "Gorgias", "Menón", "Teetetos", "Sofista", "Político",
"Parménides", "Banquete", "Fedón" y "Filebo".
 "República", "Timeo", "Critias" y "Leyes". El lugar que ocuparían en esta
clasificación el "Eutidemo" y el "Crátilo" serían inciertos. Zeller no
considera auténticos ni el "Primer Alcibíades" ni el "Menexeno" . Por lo
tanto en el primer grupo, y ampliando ligeramente la clasificación anterior,
encontraríamos las doctrinas más puramente socráticas expuestas
según el método socrático; es decir, al Sócrates histórico, cuyo tema de
estudio básico es la ética. En el segundo grupo se expone
fundamentalmente la teoría de las Ideas de Platón, que explica la
naturaleza de esas entidades arquetípicas que se corresponden con los
conceptos. En el tercer grupo, además de la exposición de la teoría de la
dialéctica como ciencia, encontraríamos también las teorías de la virtud,
del estado y de la naturaleza.
Para un estudio filosófico general bastaría con leer la "Apología" para obtener un
retrato de Sócrates, el "Protágoras" para comprender el método socrático
aplicado el tema de la ética, el "Teetetos" para conocer la teoría del
conocimiento, el "Fedro" y el "Fedón" en cuanto a la teoría de las Ideas y el alma,
la "República" también para conocer la teoría de las Ideas pero además la teoría
de la virtud y la del estado, el "Filebo" que nos explica la teoría de la infinitud y el
infinito y vuelve a hablar sobre la teoría de las Ideas y la Idea del bien,
y "Timeo" para la teoría de la naturaleza y del alma. Sin embargo no nos
encontraremos en ninguna de estas obras con ninguna conclusión dogmática a
la que vaya llegando paso a paso. Platón es un firme defensor de la idea de
mantener constantemente la mente abierta y de tratar cada problema desde
todos los puntos de vista posibles. Por esa razón es posible leer unos cuantos
diálogos de Platón, siguiendo como si dijéramos algunos de los momentos
culminantes de la sinfonía platónica, sin hallar una verdadera pausa en el
camino.
En cuanto al estilo formal de los diálogos, el lector debe abstenerse de interpretar
de forma en exceso literal los mitos y las metáforas que abundan en ellos. La
filosofía de Platón en muchos casos está plagada de poesía, pero eso no impide
que siga siendo filosofía si se lee correctamente. Comprobaremos la importancia
de esas disquisiciones y las veremos ilustradas cuando lleguemos a Aristóteles
y a la crítica de su maestro.

3. ÉPOCA.
Existen pensamientos filosóficos originados en la edad antigua que han dejado
grandes huellas en la humanidad, explican cómo hemos logrado lo que tenemos
hoy día. Dando a entender que la antigüedad no significa atraso. Ejemplo de ello
son las filosofías de Platón y Aristóteles, que con toda esa sabiduría nos han
hecho entender que la humanidad tiene un mismo fin a lograr el bien común.
Aristóteles seguidor de Platón ha logrado complementar los grandes
pensamientos de su maestro. En las siguientes páginas se mostrará la biografía
de cada uno y lo más relevante de su vida durante la edad antigua, así como
también sus aportes a la educación, vale decir que son grandes aportes que
nosotros como docentes debemos tomar en cuenta al momento de enseñar.

También se explicara un poco lo que son los medios de comunicación los cuales
juegan un papel muy importante para el desarrollo de la sociedad ya que siempre
se ha tenido la necesidad de comunicarnos y como seres pensantes que somos
hemos logrado poder hacerlo buscando siempre el avance ésta evolución ha
venido surgiendo desde la antigüedad en el momento que se creo la escritura lo
cual es uno de los primeros avances de importancia en los medios de
comunicación.
Platón no fue sólo el gran filósofo de la era clásica, sino también uno de los
filósofos más grandes de todos los tiempos. Nació y murió en Atenas; las fechas
varían un poco: unos dicen que nació en el 428 a. C., muriendo en el 348 o 347
a. C. Platón vivió la época de máximo esplendor de la cultura ateniense.
Perteneció a la aristocracia, y fue educado por los mejores maestros del
momento, como fue el caso de Sócrates. Y como éste tenía una personalidad y
pensamientos tan elevados, y como tenía un método para alcanzar la verdad,
Sócrates tuvo sobre Platón una gran influencia sobre la vida y sobre el estudio.
A partir de la muerte de Sócrates en el 399 a. C. platón se fue de Atenas y viajó
por muchos países, como Egipto, Italia, especialmente por Sicilia, y por muchas
ciudades

Ciertamente, los escritos de Platón tienen todos los elementos de la estética,


pero sin un orden sistemático. Las cuestiones que hacen referencia a la Belleza
y al Arte aparecen en dos grandes obras: La República (obra de madurez) y las
Leyes. En otras obras presentó aspectos concretos: por ejemplo, en el llamado
Hipias Mayor señaló las dificultades de encontrar una definición de las cosas
bellas, de lo que es bello.
Lo que hay que tener en cuenta es que Platón incluye, en un gran sistema
filósofos anteriores. Platón incluye, en un gran sistema filosófico, los conceptos
de Belleza y Arte. también hay que tener en cuenta que el sistema filosófico de
Platón era ESPIRITUALISTA, IDEALISTA Y MORALISTA.
Platón nunca publicó un sistema filosófico completo, bien estructurado y bien
acabado. Escribió sus textos a lo largo de más de 50 años, y lógicamente su
pensamiento evolucionó como buscaba cada vez soluciones mayores, y como
se planteaba nuevos problemas cambió con frecuencia de opinión, por ello los
diálogos ofrecen varios puntos de vista. Las variaciones de su pensamiento
también afectaron a sus conceptos estéticos

4. EL PENSAMIENTO CENTRAL PLATÓNICO

4.1. La teoría de las ideas


Platón representa el dualismo. Según él, existen dos mundos totalmente
contrapuestos: el mundo de las ideas y el mundo sensible. El mundo de las ideas
se caracteriza por lo único, eterno, inmutable e inmaterial, y es superior al mundo
sensible, que se caracteriza por lo múltiple, perecedero, cambiante y material.

Las ideas son plasmadas en el mundo sensible por la acción del demiurgo.
Además, éste establece la jerarquización del mundo de las ideas. En el nivel más
bajo se sitúan las ideas matemáticas. En un nivel más alto se encuentran la
belleza y la justicia. La jerarquización culmina con la idea de bien, el origen del
mundo de las ideas y el máximo grado de conocimiento al que el ser humano
puede aspirar.
4.2. El conocimiento
El pensamiento platónico defiende que el conocimiento de las cosas se alcanza
mediante la dialéctica, cuyo significado en ambiguo. Primero, se define como el
camino que lleva al ser humano desde la ignorancia al conocimiento del mundo
de las ideas. Segundo, se define como la ciencia de las ideas; es decir, el saber
que nos permite conocer las ideas y establecer una jerarquización entre ellas.
Existen dos tipos de conocimiento: la ciencia y la opinión. La ciencia tiene por
objeto el conocimiento de las ideas, siendo un conocimiento seguro e invariable.
La opinión, en cambio, se refiere al ámbito de lo cambiante y perecedero y es un
conocimiento completamente variable de tal modo que se considera inseguro.

Según Platón, el hombre es una realidad dual, ya que es la confluencia del alma
(originaria del mundo de las ideas) y del cuerpo (originario del mundo sensible).
Cuando el alma se une al cuerpo accidentalmente, olvida la existencia del mundo
de las ideas y cae en la ignorancia. Sin embargo, observando el mundo sensible,
sigue un camino a través del cual intenta recordar las ideas, culminando en la
idea de bien. A este recuerdo se le denomina reminiscencia.

4.3. Ética y política


La ética y política de Platón se puede explicar remitiéndonos al concepto de
justicia. Según Platón, la justicia en el individuo consiste en el acuerdo de las
tres partes del alma:

- El alma racional, representada por la sabiduría, la prudencia y la razón. Busca


alcanzar el conocimiento a través de la ciencia.
- El alma irascible, representada por el valor y el ánimo. Controla la capacidad
para organizar acciones en función del apetito.
- El alma concupiscible, representada por la moderación y el apetito.

En la sociedad también existe la justicia, que consiste en el acuerdo de los tres


grupos sociales existentes:

- Gobernantes: son el símil con alma racional.


- Soldados: son el símil con alma irascible.
- Artesanos: son el símil con alma concupiscible.

Para Platón, existen seis tipos de gobierno que, ordenados de óptimo a pésimo
son:

- Aristocracia, o gobierno de los sabios (filósofos).


- Timocracia, o gobierno de la ambición.
- Oligarquía, o gobierno del poder del dinero.
- Democracia, o gobierno del pueblo.
- Tiranía, o degradación de la verdad y la libertad.

4.4. Mito de la caverna


Este mito es un símil de la vida de Sócrates. Cuenta que en una caverna (el
mundo sensible) habitan varias personas encadenadas. El Sol (demiurgo)
proyecta sobre la pared de la cueva las sombras, procedentes de elementos del
exterior de la cueva (mundo de las ideas). Sin embargo, en la cueva no se
aprecia su forma, por lo que se pierde información.
Un día, una de las personas rompe las cadenas y emprender el camino para salir
de la cueva (dialéctica). Al salir, el Sol (idea de bien) le ciega, pero poco a poco
se iría acostumbrando al mundo exterior hasta que llega a poder ver el Sol
(reminiscencia) y darse cuenta de que él es el responsable de la vida.

4.5. Mito de Fedro


En este mito se hacer un símil del alma con un carro alado. El alma está formada
por el alma racional, el alma irascible y el alma concupiscible. En este mito, el
alma racional es representada por un auriga, el alma irascible por un caballo
blanco (bueno) y el alma concupiscible por un caballo negro (malo). Para
alcanzar la justicia, o acuerdo de las tres partes del alma, el auriga y el caballo
blanco deben controlar al caballo negro, que intenta conducir el carro hacia el
mundo sensible, para poder así seguir a los Dioses en su camino hacia la justicia.

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