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¿Qué es la filosofía?

un esbozo de respuesta desde Platón


Matías Ríos Martínez

Creo que es muy difícil establecer el “qué es” dentro de la pregunta acerca de lo
que es la filosofía. En la respuesta, pueden pasar dos cosas: una larga explicación
circular, o una breve y concisa reducción. Sea cual sea la elección, probablemente
dejará espacios afuera, tomando sólo uno de los lados que corresponden a alguna
rama específica. Es por esto, que me declaro incompetente para lograr dar una
definición o utilidad a la filosofía, pero ayudado por los diálogos de Platón, al menos
intentaré dilucidar su forma de hacer filosofía para que pueda ser aporte para esta
discusión. Mi forma de comenzar, será hacer un breve resumen de cada una de las
obras a trabajar (Apología de Sócrates y El Banquete), para luego comenzar a
desarrollar la idea de filosofía dentro del texto.
Es conocido el contendido en el que se enfoca El Banquete, pero aún así, hay que
introducirlo brevemente. En este diálogo (que más bien, son 5 discursos) se trata el
tópico de “amor”, esto a raíz de que se planea que cada uno de los participantes de
la junta (hay varios personajes cenando, y bebiendo) hagan un elogio a Eros. Previo
a esto, creen que no hay suficiente material acerca de este dios, que es tan
importante, pero poco elogiado, por lo que es necesario que cada uno muestre su
perspectiva. Evitando la descripción de hechos que no vienen al caso describir para
este trabajo, como los detalles o anécdotas de los personajes, pasaré directamente
a lo central del diálogo. El encomio a Eros es fructífero, donde cada uno de los
personajes elogia a Eros de forma que cree conveniente. Los tópicos centrales de
cada discurso entregan una estructura muy importante para cuando finalmente
habla Sócrates. Por ejemplo, se habla de la dualidad que existe en Eros, uno que
es amor de la carne, que sería un amor superficial; y el segundo, que es un amor
más elevado que lo que perece. Además, de hablarse acerca del mito en el que
existían seres duales (extremidades y sexos), donde por castigo divino son
separados, creando lo que sería un humano común, pero provocando una
sensación de carencia y deseo de volver a lo que se fue, una búsqueda por lograr
una simbiosis con su parte cortada. Si bien, los demás discursos pueden aportar
para una discusión acerca de la vivencia del amor, para hablar acerca de lo que es
la filosofía, no viene al caso describirlos todos.

En el momento que le toca hablar a Sócrates, éste lo hace contando la conversación


que sostuvo con una sofista llamada Diotima. En dicho diálogo, ella quiere mostrarle
a Sócrates cómo es Eros. Lo describe como un ser en búsqueda de lo que le falta,
pero no como alguien que carece y sufre por ello, sino que es alguien que busca
por amor y deseo de encontrar. Es por esto que Eros es un sabio, porque siempre
está en constante búsqueda de la sabiduría, así como del amor, de lo bueno, lo
bello y de todo lo que se deba querer conocer. No es un dios como se pensaba, ni
tampoco un humano. Es un intermedio, un conector y un vocero. Así, en la
conversación con Diotima se saca la conclusión de que si Eros es tal, el amor que
profesaría sería un amor elevado, no a la carne, sino que a la sabiduría del amado.
Amar es el deseo de conocer y compartir de lo que se hace falta, no se ama lo que
se tiene, sino de lo que se carece. Así, el complemento te entrega la forma de
completarse, y la admiración por el otro es pura y bella. Ya después de esta
conversación, el diálogo se enfoca en anécdotas, celos y polémicas (como la
constante alusión a la pederastía), que no serán desarrollados.

El Banquete es entonces el diálogo donde se habla sobre el amor a través de la


búsqueda de la definición del “dios” que lo encarna. La discusión que se da es un
aporte para entender y completar las diferentes formas que se pueden dar para
definir lo que es el amor. Su relación con la filosofía o el cómo se ve la filosofía en
cada conversación lo abarcaré un poco más adelante, pero sí cabe remarcar, que
la forma en la que se expresa cada uno de los personajes así como la forma de los
argumentos es muy poética y bella. Poesía y filosofía se funden en muchas partes
del diálogo.

Por otro lado, la Apología de Sócrates, es un diálogo donde principalmente está


Sócrates defendiéndose de las acusaciones que injustamente le han hecho sus
atacantes. La condena que buscan que cumpla es la muerte, lo cual parece bastante
absurdo dado los cargos. Sócrates se dedica a humillar a sus atacantes, mostrando
que realmente no tenían ninguna base o razón para atacarlo de esa forma, y que
sólo con un mínimo de análisis se ve que la acusación no puede prosperar más allá.
Hace que al que le dijo que no creía en los dioses, repitiera junto con él, lo absurdo
que parecía decirlo después de analizarlo. Y esto hace con cada una de las
acusaciones. Ocupa mucha ironía para su defensa, para que los que lo acusaban,
llegaran a sentirse avergonzados de tal empresa. Pero no suplicaría piedad
respecto a su condena, además de ser muy breve el tiempo para intentar
convencerlos a todos. Sabía que la deliberación sería negativa y así fue. Aclara que
el morir es un aspecto que probablemente será positivo, por lo que no puede estar
descontento con tal condena, pero sí critica por última vez a los que han votado en
contra de suya. Acepta su condena, y al aceptarla encarna con su acto, su última
enseñanza, su última ironía ante la injusticia.

Todo el diálogo es la expresión de Sócrates frente a la injusticia, donde a través de


la mayéutica (ocupada de forma muy irónica) demuestra la equivocación de las
personas que lo acusaron interpelándolos frente a los jueces. Después de esto,
expresa su creencia de la división de alma y cuerpo, ya que o dejará de sentir,
escapando de los males de la vida, o trascenderá. Sea cual sea el caso o la verdad,
sabe que no sufrirá y que será algo positivo. Suplicar es algo vergonzoso, y sería
mejor morir de pie y bajo esas condiciones, que llorar una súplica, sería como si
fuese un soldado que se arrodilla pidiendo clemencia para que no le corten la
cabeza. Cree que probablemente eso serviría, pero no sería virtuoso. Además,
Sócrates respeta la ley, por lo que si es preciso que muera bajo las leyes de su país,
lo haría sin problema, pero remarcando la injusticia que ha sido aplicada por la mano
del hombre.

Ya habiendo resumido o explicado brevemente ambos diálogos, analizaré sus


formas de hacer filosofía, para intentar responder qué es o para qué sirve.
En ambos diálogos, se puede decir que principalmente la filosofía se utiliza como
herramienta de análisis para lograr un buen argumento o para lograr intentar
conocer de lo que se quiere hablar. En el banquete cada personaje que participa
elogia a Eros de tal forma como cree correcto, y lo hace así porque analizó
previamente lo que significa para él y llegó a la conclusión que su argumento
cumplía con un carácter lógico y digno de ser nombrado. El análisis de lo que es el
amor, de lo que es el dios encarnado de aquello y cómo afecta en la relación con
las personas, es algo muy profundo y difícil de llevar a cabo. Cada argumento
pronunciado conlleva una estructura y una visión previa. El discurso del médico está
lleno de la visión de su profesión, no hace una separación, sino que promueve una
visión holística de ver la vida. Esto le entrega una herramienta para perfeccionar (o
quizás acortar de forma negativa) su visión de mundo. Lo mismo sucede con cada
uno de los otros interlocutores que están presentes.

No sólo es disfrutable por el tópico a tratar, sino que El Banquete también lo es por
su forma de estar escrito, por los argumentos y por la belleza que se tiene para
tratarlos. Cada hablante se esfuerza por embellecer sus palabras, al mismo tiempo
de preocuparse de su sensatez. Pero ya dejando de lado el elogio a la belleza, lo
que importa realmente es el aporte que tienen cada una de sus intervenciones al
tema que están tratando. Y lo hacen de muy buena forma. Cada uno de los
hablantes aporta, porque lo hace argumentando de buena manera, y conscientes
de querer ser un aporte a la discusión y sus demás compañeros. A grandes rasgos,
en esto aporta la filosofía en esta discusión. Es utilizada para encaminar la discusión
argumentando de forma correcta, es decir, preocupándose de la validez que puedan
tener sus argumentos, no cayendo en contradicciones (al menos de forma
consciente) y pretendiendo que lo que se diga logre fundirse en el tópico principal.
Pero ya es en el discurso de Sócrates acerca de su conversación con Diotima,
donde se ve esto de mejor forma. Principalmente, porque el diálogo entre ambos es
bajo la forma de hacer filosofía que tiene el propio Sócrates: la mayéutica. La
diferencia con respecto a lo común, es que se produce al revés, Diotima le está
enseñando a Sócrates acerca de Eros. El formato es ya conocido, a través de
preguntas se muestra al que está en posición de aprender, que él ya sabe la
respuesta o que si siempre analizara de esa forma correcta, podría llegar solo a
ellas. Y esto es exactamente lo que sucede. Diotima le muestra que Eros no es un
dios, además de su carácter y su forma de ser. Pero a esto, llega Sócrates con su
ayuda, no es un discurso de Diotima. Sino que ambos, a través de preguntas y
respuestas, llegan a puerto en tal afirmación. En todo esto, lo que se ve es la
aplicación de un método filosófico dentro de la argumentación, además de ser un
mecanismo de enseñanza. Si se pensara en este tipo de filosofía, o en el enfoque
socrático respecto a esto, se tomaría que se hace en pos de la sabiduría de cada
uno, para que cada uno pudiese llegar a la verdad por sí mismo (sólo con un guía
que dirige la discusión, pero que no hace un monólogo para enseñar). Así, cada
persona que se preocupara por este tipo de cosas podría llegar a la verdad, si tan
sólo se esforzara en permanecer en el camino de la buena argumentación y un
correcto análisis de las cosas. Todo esto tiene una estricta relación con la
cosmovisión y metafísica socrática, donde la reminiscencia juega un papel clave.

Lo mismo sucede en el caso de la Apología de Sócrates. Aquí se ve claramente


cómo Sócrates utiliza su método filosófico para mostrar que él era inocente de los
cargos que lo acusaban. Sin considerar la clara intención que tiene de humillar a su
oponente, le está mostrando a él mismo que su argumento si lo hubiese analizado
correctamente, no tendría ninguna base ni sostén para poder erguirse como una
acusación real. Le va mostrando caso parte por parte el cómo no puede sostenerse
en sí mismo, en este pasaje de Platón (1985) se ve un muy buen ejemplo de esto
(Comienza hablando Meleto)
-Digo eso, que no crees en los dioses en absoluto.
- Oh sorprendente Meleto. ¿para qué dices esas cosas? ¿Luego tampoco creo,
como los demás hombres, que el sol y la luna son dioses?
- No, por Zeus, jueces, puesto que afirma que el sol es una piedra y la luna, tierra.
- ¿Crees que estás acusando a Anaxágoras, querido Meleto? ¿Y desprecias a éstos
y consideras que son desconocedores de las letras hasta el punto de no saber que
los libros de Anaxágoras de Clazómenas están llenos de estos temas? Y, además,
¿aprenden de mí los jóvenes lo que de vez en cuando pueden adquirir en la
orquestra, por un dracma como mucho, y reírse de Sócrates si pretende que son
suyas estas ideas, especialmente al ser tan extrañas? Pero, oh Meleto, ¿te parece
a ti que soy así, que no creo que exista ningún dios?
-Ciertamente que no, por Zeus, de ningún modo.
- No eres digno de crédito, Meleto, incluso, según creo, para ti mismo. (…)

Aquí Meleto afirma que Sócrates no cree en los dioses, pero ya dos intervenciones
más tarde lo hace cambiar de opinión (además de humillarlo al mostrarlo de esta
forma). No le muestra nada externo que Meleto no haya visto antes, ni se dedica a
hacer un monólogo o exposición respecto a lo que estaba hablando, lo que hace es
mostrarle que él mismo, el propio Meleto no podía sino creer que Sócrates creía en
los dioses. Se podría decir, en palabras simples, que le muestra que no estaba
poniendo suficiente atención respecto de lo que estaba hablando.

El cómo se hace la filosofía para Sócrates queda claro tras esta intervención
superficial. Es la visión y la mayéutica puesta en práctica. Es un dilucidar el
contenido de lo que se habla por uno mismo, sólo con las preguntas que quizás no
se había hecho, pero que de habérselas hecho, se habría dado cuenta que conocía
de tal tema. Entonces es un abrir paso al conocimiento desde sí. Y serviría para
esto mismo, para lograr alcanzar la verdad, lograr conocer los fundamentos últimos
de las cosas. Se ve esto cuando quieren conocer lo que era Eros, el fundamento
del amor. Es un intento intenso de argumentar desde cada uno, lo que conoce y
quiere llegar a conocer. Analizar de tal forma las cosas, que sea innegable como
para que negarlo, parezca realmente una locura. Al menos, muchas veces en
Sócrates y sus diálogos hacen hincapié (como por ejemplo en la conversación con
Diotima), que negar lo que ahí se afirmaba, podría ser irrisorio. En general, una de
las claves es esto, afirmar cierta premisa (x), e inmediatamente señalar con una
pregunta su contrario, algo así como “¿O tú afirmarías que –x?”, siendo una
pregunta tal que, si la afirmara, debería darle vergüenza hacerlo. Esto sucede con
esta forma de hacer filosofía, o al menos con este método ocupado de forma sofista.

La razón para Sócrates de hacerla, es –como dije anteriormente- alcanzar la verdad,


y por ende, buscar la sabiduría (como señalaba Diotima que era Eros), no como un
fin, sino como un medio para llegar a la verdad y la virtud. Entonces, la filosofía
podría ser al mismo tiempo un medio y un fin. Un medio de la forma en la que se
reflexiona y se logra poder argumentar correctamente para llegar a la verdad. Y un
fin, porque el mismo ejercicio filosófico de hacerlo, provee virtud.

Ante las preguntas, “¿Qué es la filosofía, cómo se hace, y para qué se hace?” No
puedo responder desde mi propia perspectiva aún. Creo, que me falta bastante
como para intentar un esbozo de respuesta presuntuosa. Pero, desde la perspectiva
socrática estaría ya respondida esta pregunta con todo lo señalado anteriormente.

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