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La cesión del contrato administrativo y otras

figuras afines

Ernesto García-Trevijano Garnica*

En el presente artículo el autor desarrolla conceptualmente la cesión del contrato ad-


ministrativo, calificándola como un negocio jurídico bilateral, donde la autorización
de la Administración es indispensable para su perfeccionamiento.

Asimismo, estudia una serie de figuras que, pese a no calificarse como tales, jurídica o
materialmente pueden producir efectos similares.

I. ¿Se celebra el contrato administrativo intuitu al contratista, con el fin de asegurarse de que quien
personae? resulte adjudicatario estará en condiciones de
cumplir las obligaciones que asume en virtud del
Para que quepa hablar de la cesión del contrato contrato administrativo. Si se tiene en cuenta que
administrativo es preciso que la Administración en este tipo de contrato está ínsito la realización del
no lo haya adjudicado en razón de la persona del interés público, la Administración no sólo puede sino
contratista, en el sentido de que sólo el contratista que debe cerciorarse de que el contratista goza de
designado es quien puede realizar la prestación la capacidad, solvencia y ausencia de prohibición
que constituye el objeto del contrato. Para poder para contratar necesarias para el cumplimiento de
ceder la posición jurídica de contratista (con sus las prestaciones que le incumben.
derechos y obligaciones) es imprescindible que el
contrato pueda ser ejecutado por persona distinta Precisamente, la regla general es que los contratos
de la originariamente adjudicataria. Por ello, un administrativos son susceptibles de ser cedidos (con
contrato celebrado intuitu personae impediría por las limitaciones impuestas en cada ordenamiento
naturaleza el cambio en la persona del contratista, jurídico), sin perjuicio de que, como excepción a esa
puesto que sólo el adjudicatario originario sería el regla general, pueda configurarse en determinados
que está en condiciones de satisfacer la prestación casos intuitu personae, lo que impediría, por esen-
a favor de la Administración que forma parte del cia, la cesión del contrato. Confirma cuanto ahora
objeto del contrato. se expone el hecho de que el propio ordenamiento
jurídico regule la figura de la cesión del contrato
Y cabría preguntarse, ¿se celebran realmente los administrativo, pues no tendría sentido dicha re-
contratos administrativos intuitu personae? Esta in- gulación si, por naturaleza, del mismo derivaran
terrogante es especialmente procedente si se tiene prestaciones personalísimas.
en cuenta que no es inhabitual encontrarse con
sentencias o posiciones doctrinales en las que se En definitiva, como regla general los contratos
califica el contrato administrativo como celebrado administrativos no se celebran intuitu personae,
intuitu personae. No sería correcto, sin embargo, sin perjuicio de que en ocasiones se califiquen
derivar sin más de dicha calificación la imposibi- impropiamente como tales, pero con el objetivo de
lidad por naturaleza de la cesión de los contratos poner de manifiesto la importancia de la selección
administrativos. de la persona que contrata con la Administración,
lo que no debe confundirse con la imposibilidad
En efecto, normalmente la calificación del contrato de su sustitución.
administrativo como celebrado intuitu personae no
pretende trasmitir la idea de que del mismo deriven II. Figuras afines a la cesión del contrato
exclusivamente prestaciones personalísimas, sino
simplemente ponerse el énfasis en una de las carac- Admitido que los contratos administrativos, por
terísticas de los contratos administrativos, como es esencia, no generan automática e irremediable-
que para la Administración adquiere una especial mente para el contratista la obligación de cumplir
relevancia la persona que con ella se vincula a tra- directa y personalmente las prestaciones a las que
vés del contrato administrativo. Por imperativo legal, le obligó (prestaciones personalísimas), inmediata-
la Administración debe seleccionar adecuadamente mente cabría plantear las distintas formas a través
* Letrado del Consejo de Estado español (excedente). Socio de Baker&McKenzie (oficina de Madrid).

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de las cuales el contratista originario podría, directa sociedad contratista o cuando la transmisión de
o indirectamente, ser sustituido en el marco del las acciones, cualquiera que sea su porcentaje,
contrato administrativo. implique un cambio de control en la sociedad
contratista.
Quiero con ello destacar que junto a la cesión del
contrato propiamente dicha (figura que abordo II.1.2. Sin prejuzgar ahora si como regla general
específicamente más adelante), existen otras figuras debe optarse o no por la regulación de esta forma
o situaciones que jurídica o materialmente pueden de cesión indirecta de los contratos administrativos,
producir efectos similares. Me refiero a continuación lo cierto es que hay situaciones en las que, a mi
separadamente a: (i) la transmisión de las acciones juicio, es difícilmente justificable la ausencia de
representativas del capital social de la sociedad regulación a nivel de norma jurídica, con el efecto
contratista; (ii) la fusión de la sociedad contratista, pernicioso añadido de la falta de homogeneidad
la escisión o la transmisión de rama de actividad; (iii) derivada de las distintas reglas que puedan esta-
la transmisión de todo o parte de la participación de blecerse en cada uno de los Pliegos de cláusulas
un miembro en una unión temporal de empresarios administrativas particulares o reguladores de los
(UTE);y, (iv) la subcontratación. respectivos procedimientos de selección del con-
tratista.
II.1. Enajenación del capital social de la socie-
dad contratista En efecto, me estoy refiriendo a aquellos casos
en los que en el procedimiento de selección se
II.1.1. La Administración puede contratar con per- valora la capacidad, solvencia y ausencia de
sonas físicas o jurídicas. En este último caso habrá prohibición para contratar de quienes formulan la
valorado la capacidad, solvencia y ausencia de oferta, permitiéndose o imponiéndose a los que
prohibición para contratar de la persona jurídica resultan adjudicatarios la obligación de constituir
como tal, en cuanto sujeto de derecho. Por ello, una sociedad ad hoc, que asumirá la condición
en principio, quien sea accionista de la sociedad de contratista, con sus correspondientes derechos
contratista es neutro para la Administración, pues no y obligaciones. Este es el sistema que impera en el
se contrata con los accionistas, sino con la sociedad denominado contrato de concesión de obras públi-
como tal. Ésta es la que debe reunir los requisitos cas que se contiene en la Ley española 30/2007, de
que justifiquen la adjudicación a su favor, con res- Contratos del Sector Público (LCSP), Ley en la que,
peto y sometimiento a las reglas de selección de los sin embargo, no existe precepto específico alguno
contratistas prevista en el ordenamiento jurídico. en el que se regule el régimen de transmisión de
las acciones de la sociedad ad hoc constituida por
La consecuencia lógica de ello es que, en princi- los adjudicatarios y que, como se dice, asume la
pio, la transmisión de acciones representativas del condición de sociedad contratista.
capital social de la sociedad contratista a favor
de terceros, incluso cuando lleven un cambio de La situación es sin duda peculiar, especialmente si
control, debería ser neutra para la Administración, se tiene en cuenta que, como antes se ha expuesto,
que seguirá ligada contractualmente con la misma a la Administración no le es indiferente quien con
persona jurídica que resultó adjudicataria y de la ella contrata. De hecho el ordenamiento jurídico
que tomó en consideración – se insiste – su capa- le impone seguir unos criterios objetivos y muchas
cidad, solvencia y ausencia de prohibición para veces rígidos de selección del contratista. En el
contratar (no la de sus accionistas). supuesto que ahora se expone, resulta que la Ad-
ministración aplica las reglas del procedimiento de
Ahora bien, a través de esta vía (transmisión de selección en relación con los licitadores que, sin
las acciones representativas del capital social de embargo, finalmente no van a asumir la condición
la sociedad contratista), aunque formalmente se de contratistas, ya que quien hubiera resultado
mantenga el mismo contratista (la persona jurídica adjudicatario o adjudicatarios (en este último caso,
como tal), materialmente podría entenderse que se en el supuesto de oferta conjunta) constituyen una
está produciendo una cesión indirecta del contrato sociedad (por tanto, un sujeto de derecho distinto)
administrativo, al menos cuando la transmisión de que asume la condición de contratista, con todos
acciones lleve consigo un cambio de control en la los derechos y obligaciones a ello inherentes. Y
sociedad contratista. El contratista seguirá siendo cabría preguntarse entonces, ¿qué sentido tiene,
formalmente el mismo, pero no quien domina ahora por ejemplo, valorar la solvencia de los licitadores
al contratista. si finalmente no son ellos los que van a ejecutar el
contrato, sino la sociedad por ellos constituida a tal
El legislador podrá tomar en consideración esta fin?; ¿de qué sirven todos los mecanismos legal-
realidad, dejándola sin embargo huérfana de re- mente impuestos para la selección del contratista?
gulación o, en su lugar, estableciendo reglas que, E, incluso, desde la perspectiva que ahora interesa
por ejemplo, impongan la previa autorización de (cesión de los contratos), ¿sería admisible que los
la Administración cuando pretenda trasmitirse un adjudicatarios, en su condición de accionistas de
porcentaje determinado del capital social de la la sociedad por ellos constituida y que asume la

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condición de contratista, pudieran trasmitir sin más «La regla general es que los
su participación en el capital social de ésta?
contratos administrativos
No voy a profundizar en las ventajas o desventajas son susceptibles de ser
de configuraciones como la señalada, si bien quie-
ro al menos resaltar que la figura descrita es muy cedidos»
habitual en España y en otras jurisdicciones, funda-
mentalmente, cuando se trata de la construcción de
obras públicas para su posterior explotación durante que pueda preverse en el Pliego) en relación con
un largo periodo de tiempo (lo que actualmente se la inversión total prevista.
articula habitualmente a través de la citada figura
del contrato de concesión de obras públicas). Incluso, no es inusual que pueda preverse la
responsabilidad directa de los adjudicatarios
Normalmente la exigencia de constituir una socie- (accionistas de la sociedad contratista) en deter-
dad ad hoc para la ejecución del contrato llevará minados aspectos, como, por ejemplo, mante-
consigo la exigencia de que tenga un objeto social ner el referido ratio inversión/recursos propios.
único, pues a la Administración le interesará que No obstante, en este último aspecto hay que
la sociedad se dedique en exclusiva a la ejecución ser especialmente cautelosos, pues ampliar en
del contrato, lo que le permitirá, además, un mayor exceso la responsabilidad de los adjudicatarios
control y vigilancia sobre su situación financiera y (accionistas de la sociedad que finalmente asume
económica y, en definitiva, sobre la ejecución del la condición de contratista), en gran parte haría
contrato administrativo. Sin embargo, a veces se perder su atractivo a la figura. Así hemos tenido
admite un objeto social más amplio, que permita la ocasión de observarlo en algunas ocasiones, en
ejecución de varios contratos a la vez, en ocasiones las que los Pliegos han configurado un sistema
contratos que han de ser de similar naturaleza o en el que se hacía responsables solidarios a los
prestaciones. E, incluso, no es extraño encontrarse adjudicatarios y a la sociedad por ellos constituida
con licitaciones en las que se admite la posibilidad (la sociedad contratista); ello fue frontalmente
de que los adjudicatarios no precisen constituir una contestado por el sector, puesto que, como se
nueva sociedad, sino que puedan utilizar una ya dice, hace perder en gran parte el atractivo de
existente (que habrán, no obstante, de adaptar a las la figura, e impide dotar de vida propia real y en
exigencias contenidas en el correspondiente Pliego). cierta medida autónoma a la sociedad contratista,
La decisión que, al respecto, se adopte (con carác- además de que también hace perder gran parte
ter general, a través de la correspondiente norma de su sentido a las exigencias que normalmente
jurídica que regule este ámbito, o a nivel del caso se prevén en los Pliegos relativas a los requisitos
concreto, en el Pliego de que se trate), deberá tener que habrá de reunir la propia sociedad contra-
presente las ventajas y desventajas de una mayor o tista (capital social mínimo, ratio de la inversión
menor rigidez en este aspecto, para lo que habrá de cubierta con recursos propios, etc.).
atenderse a las circunstancias concurrentes.
– La sociedad contratista deberá estar participada
Ahora bien, las eventuales ventajas de una configu- por los licitadores que resultaron adjudicatarios
ración como la descrita (constitución o utilización (en oferta conjunta) y en la misma proporción
por los adjudicatarios de una sociedad ad hoc, que en la que licitaron. No tendría sentido valorar la
asume la condición formal de contratista) no está solvencia de los licitadores en trance de decidir la
reñido con establecer mecanismos que permitan adjudicación del contrato y, a su vez, admitir sin
dar sentido al esfuerzo realizado por la Administra- más que alguno o algunos de los licitadores (en
ción en la selección de los adjudicatarios (que, sin oferta conjunta) valorados finalmente no formará
embargo, no adoptarán formalmente la posición parte de la sociedad concesionaria. En tal caso,
de contratistas) y asegurarse de que la sociedad los licitadores que no formaran parte del capital
ad hoc designada para la ejecución del contrato, social de la sociedad contratista, en realidad
efectivamente va a estar en condiciones de ello. habrían actuado como testaferros, “prestando”
En este sentido, los aspectos que habría que tomar su solvencia en cuanto meros partícipes formales
en consideración a tal fin serían, al menos, los en la licitación, lo cual sería inadmisible.
siguientes:
A similar conclusión habría que llegar en relación
– En el Pliego debería imponerse que la sociedad con su participación concreta en el capital social
que se constituye (o que se utilice a tal fin, si ya de la sociedad contratista, puesto que perdería
existiera) y que va a asumir la condición de con- todo su sentido exigir en la fase de licitación que se
tratista, tenga un capital social mínimo durante comunique el porcentaje con el que participa cada
toda la vida del contrato. Además, lo normal es licitador en el seno de la oferta conjunta si, a conti-
que se exija también mantener un porcentaje de nuación, se hace caso omiso de tal circunstancia y
recursos propios (incluido, aparte del capital se permite sin más constituir la sociedad contratista
social, préstamos subordinados en los términos variando dichos porcentajes.

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Por tanto, la admisibilidad –en los términos y con En realidad, la cuestión podría ser abordada en sus
el alcance que en cada ordenamiento jurídico se dos aspectos relevantes:
prevea– de que los adjudicatarios en un procedi-
miento selectivo puedan constituir una sociedad ad • Si es preciso obtener la previa autorización de la
hoc (o la utilización de una ya existente) que adopte Administración para transmitir todas o parte de
la posición de contratista debe ir necesariamente las acciones, o si basta la mera comunicación a
acompañada de la exigencia de que quienes re- posteriori.
sultaron adjudicatarios deban ser necesariamente
quienes asuman la titularidad del capital social de • Si podría considerarse (y en qué casos) que la
la sociedad constituida (o utilizada a tal fin, si ya transmisión de un porcentaje determinado de
existiera) y en la misma proporción en que partici- acciones de la sociedad contratista (o una trans-
paron en la oferta. misión que implique un cambio en el control en
la citada sociedad) equivale a una cesión del
En otro caso, perdería absolutamente su sentido el contrato administrativo, lo que en tal caso, en
procedimiento de selección de las ofertas, puesto principio, exigiría que se cumplieran los requi-
que quienes las formulan podrían finalmente no sitos previstos en cada ordenamiento jurídico
tener nada que ver, incluso ab initio, con la socie- para la cesión del contrato.
dad que se constituye y que asume la condición de
contratista. Además, si se tiene en cuenta que el con- En el caso español, la LCSP carece de regulación
trato existe desde el momento en que se produce la sobre esta materia, lo que nos lleva en la práctica
adjudicación (pues en dicho instante confluye oferta a estar a lo que se prevea en cada Pliego. Y ello
y aceptación), la exclusión desde un principio en el supone una clara ausencia de homogeneidad e
capital social de la sociedad que se constituye de al- inseguridad, a la vez que demuestra que en muchas
guno o algunos de quienes asumieron la condición ocasiones se “legisla” a través de Pliegos particu-
de licitadores y resultaron adjudicatarios, podría lares (la expresión “legislar” la utilizo en sentido
incluso concebirse como una forma de cesión del impropio, puesto que los Pliegos particulares no
contrato, aunque sea indirectamente. son propiamente normas jurídicas, sino meros actos
administrativos generales no normativos).
II.1.3. Pues bien, asumiendo que, en efecto, la
sociedad se constituya por los concretos licitadores Si efectivamente el Pliego contiene previsiones sobre
que resultan adjudicatarios y en la proporción en el régimen aplicable para la transmisión de acciones
que participaron en la oferta conjunta presentada, de la sociedad contratista, habrá de estarse a lo
cabría preguntarse si, tras dicha constitución, los en él previsto. La dificultad se presenta sustancial-
socios de la sociedad contratista podrían transmitir mente cuando el Pliego no dice nada sobre esta
todas o parte de sus acciones en el capital social cuestión, lo que unido a la referida ausencia en el
de la sociedad. Se insiste en que para dar una ade- caso español de una regulación normativa en el
cuada respuesta a esta cuestión debe observarse la ámbito de la contratación administrativa, provoca
peculiaridad del supuesto, ya que no se trata de la inseguridad jurídica.
transmisión de las acciones de una sociedad que
como tal resultó adjudicataria en un procedimiento No ocurre lo mismo en determinadas normativas
selectivo, sino de la transmisión de acciones de una sectoriales, en las que se regula específicamente
sociedad que se ha constituido por quienes resulta- cuándo hace falta solicitar la autorización de la
ron adjudicatarios (no la sociedad misma). Administración para transmitir acciones de la so-
ciedad contratista o concesionaria. Por ejemplo,
Existe, por tanto, un plus que hay que tomar en el artículo 117.4 en conexión con el artículo 77.1
consideración, so pena de desnaturalizar la propia ambos de la Ley 48/2003, de Régimen Jurídico y de
figura. Y ello porque, si al día siguiente de haberse Prestación de Servicios de los Puertos de Interés Ge-
constituido la sociedad que asume la condición de neral, somete a previa autorización la transmisión
contratista, los socios transmitieran sus acciones de acciones de la sociedad concesionaria portuaria
a un tercero y sin la previa autorización de la Ad- cuando, como consecuencia de dicha transmisión,
ministración, no sólo podría considerarse que se el adquirente obtenga una posición que le permita
está produciendo una cesión indirecta del contrato influir de manera efectiva en la gestión o control de
administrativo (aunque formalmente se mantenga dicha sociedad. Y se presume que concurre dicha
a la misma sociedad contratista), sino que además situación de influencia efectiva cuando la partici-
se daría con el agravante de que de nada habría pación directa o indirecta en el capital social o en
servido (aunque sea indirectamente) la valoración, otros valores que confieran derechos políticos iguale
por ejemplo, de la solvencia de quienes resultaron o supere la proporción del 25% del capital social.
adjudicatarios. Éstos habrían constituido la socie-
dad y habrían desaparecido inmediatamente como La inseguridad jurídica en el ámbito de la con-
accionistas, perdiendo de esta manera el control de tratación administrativa en España se incrementa
la sociedad instrumental constituida y destinada a notablemente si la transmisión de acciones de la
asumir la condición formal de contratista. sociedad contratista lo es en un porcentaje que im-

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plique un cambio de control, precisamente porque piamente dicha) de los contratos administrativos, lo
ello podría considerarse como una cesión indirecta que sin duda genera incertidumbre jurídica, entre
del contrato, especialmente –se insiste– en el marco otros aspectos, acerca del porcentaje de acciones
del supuesto en el que se sitúan estas reflexiones, que habrá de transmitirse para considerarse que se
esto es, sociedad ad hoc constituida por los adjudi- produce efectivamente una cesión.
catarios y que asume la condición de contratista.
Pero, además, dicha incertidumbre aumenta si se
Esta ausencia de regulación normativa y de previ- tiene en cuenta que, por ejemplo, en España el
sión concreta en el Pliego de que se trate, provoca artículo 209° de la LCSP incluye como requisito
que deba ser el titular de las acciones que pretenda para que sea viable la cesión, que el cedente tenga
transmitirlas el que deberá decidir por sí la actitud ejecutado al menos un 20% del importe del contrato
a adoptar. Para ello deberá tener en cuenta que si o, cuando se trate de la gestión del servicio públi-
finalmente se concibiera dicha transmisión como co, que haya efectuado su explotación durante, al
una cesión indirecta del contrato (en particular, menos, una quinta parte del plazo de duración del
cuando dicha transmisión implique un cambio de contrato ¿es exigible el cumplimiento de este requi-
control en la sociedad contratista), estará asumien- sito cuando se pretende la transmisión de acciones
do un importante riesgo, dado que la Administra- representativas del capital social de la sociedad
ción normalmente podrá considerar que la cesión contratista en un porcentaje tal que implique un
inconsentida de un contrato administrativo es causa cambio de control en dicha sociedad?
de extinción anticipada por culpa del contratista,
con sus consecuencias anejas. Es más, si por este La respuesta a esta interrogante se complica cuan-
motivo (transmisión de las acciones a un tercero) se do estamos ante contratos que tienen una fase de
extinguiera anticipadamente el contrato administra- construcción de la obra pública y otra posterior
tivo, el transmisor tendría, además, que responder de explotación de lo construido (como ocurre en
frente a los demás socios de la sociedad contratista, España con el contrato de concesión de obras pú-
que se verían directamente perjudicados como con- blicas), pues en tales casos se añade el problema
secuencia de la pérdida del contrato administrativo de que cuando menos será discutible si opera el
respecto del que asumía la condición de contratista, requisito del 20% de ejecución de las obras o la
la sociedad en cuyo capital social participan. quinta parte del plazo de prestación de servicio,
o ambos requisitos según el estado de ejecución
El panorama así descrito es suficiente gráfico como del contrato cuando pretendan transmitirse las
para justificar la conveniencia de introducir una acciones (si es durante la fase de ejecución de las
regulación que clarifique y ofrezca certidumbre obras, operaría el citado requisito referido a las
jurídica en este ámbito, poniendo a disposición obras, y si se estuviera ya en fase de explotación,
de los operadores una regulación que les permita sería aplicable de haber consumido al menos una
conocer las reglas del juego. Y no se olvide que es quinta parte del plazo del contrato; aunque sin
también a la propia Administración (y, en definitiva, duda con esta solución habría problemas añadi-
al interés público) a la que le conviene que dichas dos: por ejemplo, a efectos de computar la quinta
reglas del juego sean claras, pues sin duda la parte del plazo de explotación ¿debería tomarse
extinción anticipada de un contrato administrativo en consideración el plazo completo del contrato
normalmente comportará perjuicios para la propia o sólo a partir del comienzo efectivo de explota-
Administración, que intentará agotar las vías para ción?, aspecto relevante si se tiene en cuenta que
evitar esta situación. normalmente el plazo otorgado al concesionario
para la ejecución de las obras consume plazo de
II.1.4. Por lo demás, en trance de regular esta ma- concesión). Y para complicar más aún las cosas,
teria, deben tenerse también presentes los efectos no es extraño encontrar contratos con un objeto
derivados de una eventual aplicación del régimen complejo en los que simultáneamente comienzan
de las cesiones directas a las que venimos denomi- las obras y la explotación propiamente dicha en
nando como cesiones indirectas. No quiero decir algunos aspectos.
con ello que necesariamente el régimen aplicable
a unas y a otras deba ser distinto, pero sí que al Obviamente, esta falta de claridad sobre la cuestión
menos en trance de decidir la regulación aplicable, aconseja que, previamente a la ejecución de una
se debe ser consciente de las consecuencias deri- operación de este tipo respecto a la que puedan
vadas de una aplicación homogénea para ambos existir dudas (transmisión de acciones representati-
supuestos de cesión (directa e indirecta). De hecho vas del capital social de la sociedad contratista, al
en la práctica nos encontramos en muchas ocasio- menos cuando impliquen un cambio de control),
nes con esta situación. se obtenga de la Administración su previa confor-
midad. Con ello se evitarán los riesgos inherentes
En efecto, en ocasiones los Pliegos, al regular el ré- a que la Administración pueda llegar a concebir
gimen de transmisión de las acciones de la sociedad la transmisión de las acciones de la sociedad con-
contratista, se limitan a remitirse al precepto de la tratista como una forma de cesión indirecta, a la
legislación de contratos que regula la cesión (pro- que pretenda aplicar el régimen previsto para las

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cesiones de los contratos y cuyo incumplimiento Pero desde la perspectiva que ahora interesa, lo
es causa de extinción anticipada del contrato por cierto es que la escisión en cualquiera de las dos
causa imputable al contratista. modalidades señaladas tampoco responderá a
la idea estricta de la cesión del contrato, ya que
II.2 Fusiones, escisiones y transmisiones de no tendrá como objetivo la mera cesión de uno o
rama de actividad varios contratos, sino que éstos se integrarán (con
el resto de negocios jurídicos, activos y pasivos que
Como tuve ocasión de exponer en otro lugar (vid. correspondan) en la parte escindida.
“La cesión del contrato administrativo. La subcontra-
tación”, Editorial Civitas, 1997), es preciso distinguir A similar conclusión se llega si la cuestión se enfoca
entre la cesión del contrato propiamente dicha y la desde la perspectiva de la transmisión de rama de
sucesión en el contratista. actividad. En tal caso, la sociedad contratista tras-
mite a un tercero una rama de actividad del que
En efecto, la cesión constituye un negocio jurídico forman parte, entre otros elementos, determinados
dirigido directa y específicamente a transmitir el contratos administrativos. No se oculta que las
contrato base (el contrato administrativo) a favor del dificultades se presentarán al delimitar qué debe
cesionario. Frente a ello, en ocasiones se produce entenderse por “rama de actividad”, pues no es
un efecto equivalente, pero a través de fenómenos extraño en la práctica que, ante la ausencia de una
que no están ya dirigidos concreta y específicamente definición legal sobre el particular, pueda pretender-
a ceder un contrato determinado. Así ocurre en se considerar como tal la mera transmisión de un
los supuestos de sucesión de personas públicas conjunto de elementos desconectados. A mi juicio,
o privadas, en los que el contratista es sustituido para que sea aplicable el régimen de transmisión
por otra entidad distinta, sin que tal sustitución se de rama de actividad (y excluir de esta manera la
produzca a través de la técnica de la cesión de los aplicación de la regulación de la cesión del con-
contratos singularmente considerados. trato) es necesario que se trate de una actividad
diferenciada que incorpore los elementos necesarios
Así acontece en los casos de fusión de sociedades, para su funcionamiento como una empresa; es
tanto de fusión por absorción (en los que la socie- decir, el contratista estaría trasmitiendo a un tercero
dad contratista es absorbida) como de fusión en el una empresa en funcionamiento.
sentido estricto, en el que la sociedad contratista
se extingue al ser absorbida por otra sociedad Obsérvese que en estos casos de fusión, escisión
(fusión por absorción) o bien al fusionarse con (cuando el contrato administrativo se integre en una
otra sociedad perdiendo ambas su personalidad parte escindida) y transmisión de rama de actividad,
jurídica y surgiendo otra en su lugar (fusión en el contratista originario en el marco del contrato
sentido estricto). administrativo será sustituido por otra persona (la
resultante de la fusión, el adquirente de la parte
En estos casos, la sociedad absorbente o resultante escindida o de la rama de actividad), de manera
de la fusión sustituye a la sociedad extinguida en que materialmente se producirá un cambio en el ele-
todas las relaciones jurídicas que tuviera entabladas, mento subjetivo del contrato administrativo. Ahora
incluidos, por lo que ahora interesa, los contratos bien, la circunstancia de que dicho cambio subjetivo
administrativos en los que pudiera aparecer como se produzca a través de la sucesión en bloque en
contratista. No será estrictamente un caso de cesión los términos señalados, permite dar un tratamiento
de contratos, porque lo que se produce es una diferenciado a estas situaciones, evitando la apli-
sucesión universal, que no tiene como finalidad cación de la regulación prevista para la cesión de
específica la simple cesión de un contrato admi- los contratos. Y esto puede tener su importancia,
nistrativo determinado. como así ocurre, atendiendo al régimen aplicable
en el ordenamiento jurídico español.
Una situación similar se produce en los casos de
escisión o de transmisión de rama de actividad. En En efecto, la circunstancia de que no medie un
cuanto a la escisión, puede producirse con extinción negocio jurídico específico de cesión del contrato,
de la propia sociedad y división de su patrimonio en
dos o más partes, cada una de las cuales se tras-
pasa en bloque a una sociedad de nueva creación «La cesión constituye un
o es absorbida por una sociedad ya existente; y,
la escisión sin extinción de la sociedad escindida,
negocio jurídico dirigido
como ocurre cuando se segrega una o varias partes directa y específicamente
del patrimonio de la sociedad (que, como se dice,
no se extingue, traspasando en bloque las partes
a transmitir el contrato
segregadas a una o varias sociedades de nueva base (el contrato
creación o ya existentes). Por tanto, la escisión de administrativo) a favor
una sociedad puede producirse con o sin escisión
de su personalidad jurídica. del cesionario»

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sino que se opere a través de la referida sucesión la Administración va a encontrarse con un contratis-
en bloque, lleva consigo la aplicación del artículo ta distinto del originario. Aunque la situación pueda
202.4 de la LCSP, en lugar de la regulación espe- ser materialmente similar a la cesión del contrato,
cífica que sobre cesión de contratos se contiene en si se observa aisladamente cada contrato adminis-
el artículo 209° del mismo texto legal. Un aspecto trativo, sin embargo el tratamiento legal puede ser
especialmente relevante desde esta perspectiva es distinto (cesión y sucesión), como así ocurre en el
que no resultarán exigibles en los casos de fusión, ordenamiento jurídico español.
escisión y transmisión de rama de actividad los
requisitos previstos para la cesión de contratos, Por lo demás, la sucesión también puede producirse
entre ellos, haber ejecutado al menos el 20% del del lado de la Administración contratante. No me
importe del contrato o, cuando se trate de la ges- estoy refiriendo ahora a si es o no admisible que
tión de servicio público, que se haya efectuado una la Administración ceda su posición en un contrato
explotación durante al menos una quinta parte del específico, aspecto que abordo más adelante, sino
plazo de duración del contrato. que es jurídicamente admisible que la sucesión se
produzca del lado de la Administración. Así ocu-
En este sentido, el artículo 202.4 de la LCSP seña- rrirá, como por ejemplo, en los casos de fusión de
la que en los casos de fusión de empresas en los municipios limítrofes a fin de constituir uno solo o
que participe la sociedad contratista, continuará el bien la incorporación de uno o más municipios a
contrato vigente con la entidad absorbente o con la otro u otros limítrofes. La entidad pública que su-
resultante de la fusión, que quedará subrogada en cede a la que adoptó la posición de contratante se
todos los derechos y obligaciones dimanantes del subrogará en todos los derechos y obligaciones de
mismo. Es decir, el legislador no ha dejado margen ésta, pero no sólo en el contrato en cuestión, sino
alguno a la Administración para valorar si la socie- en todas las relaciones jurídicas que la entidad pú-
dad absorbente o resultante de la fusión le ofrece blica sustituida ostentara. Tampoco en estos casos
suficientes garantías en lo que la ejecución del cabría con rigor calificar a la entidad pública que
contrato se refiere. Así se desprende de la dicción sustituye a la extinguida como cesionaria, pues el
literal del precepto, cuando señala que “continua- fenómeno que provoca la referida sustitución en el
rá” (forma imperativa) el contrato administrativo. contrato es de otra índole jurídica (no se trata sin
La razón de esta solución se encuentra quizá en la más de un supuesto aislado de cesión en sentido
idea de que la entidad resultante de la fusión o la estricto).
sociedad absorbente ofrecerán normalmente mayor
garantía a la Administración contratante en lo que II.3. Transmisión de todo o parte de la partici-
al cumplimiento del contrato se refiere, ya que unirá pación de un miembro de la UTE
el potencial (y solvencia) de la sociedad contratista
absorbida o fusionada a la absorbente o resultante La situación a la que me refiero ahora es aquella en
de la fusión. Sin embargo, se olvida con ello que la que se formula una oferta conjunta por varias em-
no necesariamente siempre la sociedad resultante presas en unión temporal de empresarios (UTE), de
de una fusión o la sociedad absorbente tienen que manera que, de resultar adjudicatarios, todos ellos
tener mayor solvencia que la sociedad contratista conjuntamente (constituidos en UTE) resultarían
fusionada o absorbida (por ejemplo, cuando la obligados solidariamente a ejecutar el contrato. La
sociedad que se fusiona con la contratista o la UTE, en el sistema español, carece de personalidad
absorbente tenga un importante pasivo). jurídica, razón por la que sin perjuicio de que sea
habitual identificar a la UTE como la contratista,
Por otro lado, en el mismo artículo 202.4 de la LCSP con rigor son los miembros de la UTE conjunta-
se señala que en los supuestos de escisión, aporta- mente los contratistas (bajo el referido principio de
ción o transmisión de empresa o ramas de actividad responsabilidad solidaria). En definitiva, cuando la
de las mismas, continuará el contrato con la entidad legislación de contratos se refiere explícitamente a
resultante o beneficiaria, que quedará subrogada en que la Administración puede contratar con UTEs,
los derechos y obligaciones dimanantes del mismo, la realidad es que jurídicamente está contratando
siempre que tenga la solvencia exigida al acordarse conjuntamente con todos los miembros de la UTE,
la adjudicación. Como se observa, la LCSP (como ya afirmación que tiene su importancia desde la pers-
hicieran sus antecesoras) dispensa a estos supuestos pectiva que ahora interesa.
un tratamiento distinto al de la fusión, pues exige
comprobar que quien va a adoptar la posición de En efecto, admitido que el contrato administrativo
contratista goza de la solvencia que se exigió al existe desde la adjudicación y que en el caso de la
acordarse la adjudicación. La idea que subyace a UTE quienes contratan con la Administración son
este distinto tratamiento es que en esos casos el conjuntamente todos los empresarios que forman
patrimonio se divide, lo que en principio podrá dar parte de la misma, cabría plantearse si podría re-
lugar a un debilitamiento en la solvencia. tirarse uno de los miembros de la UTE o cambiar
su porcentaje de participación y, si se admitiera, si
En definitiva, a través de estas figuras (fusión, esci- procedería dar al supuesto el tratamiento previsto
sión o transmisión de empresa o rama de actividad) para la cesión de contratos.

Círculo de Derecho Administrativo 59


La cesión del contrato administrativo y otras figuras afines

Ante la inexistencia de una regulación específica so- Desde la perspectiva del interés público, la
bre el particular (como acontece en el ordenamiento transmisión de un porcentaje de participación
jurídico español), podrían darse distintas situacio- a favor del resto de los miembros de la UTE
nes, todas ellas referidas a la fase de ejecución (siempre que el transmitente también mantenga
del contrato, esto es, tras su perfección mediante su condición de miembro de la UTE, aunque
la adjudicación acordada por la Administración con un porcentaje más reducido) será neutra,
(dejo a un lado el tratamiento de la cuestión antes pues se insiste en que la Administración tendrá
de la adjudicación, a cuyo efecto me remito a lo frente a sí a todos los miembros de la UTE que
que expuse en otro lugar; “Las uniones temporales responden solidariamente con independencia
de empresarios en la contratación administrativa”, de su porcentaje de participación en la UTE.
Editorial Civitas, 2004).
- Transmisión de todo el porcentaje de participa-
Ante todo, debe observarse que la retirada de uno de ción de uno de los miembros a favor de otros
los miembros de la UTE durante la fase de ejecución partícipes de la UTE, sin cambio de control. En
exigirá en todo caso la previa autorización de la Admi- este caso, hará falta la previa autorización de
nistración contratante. Si se parte del principio de res- la Administración, pero no porque el supuesto
ponsabilidad solidaria que opera entre los miembros deba ser considerado como una cesión de
de la UTE, el abandono de la UTE por cualquiera de contrato, sino por el hecho de que, como ya
ellos perjudicaría a la Administración, al desaparecer se ha destacado, el abandono de uno de los
uno de los responsables solidarios frente a ella. miembros de la UTE perjudicará la posición de
la Administración bajo el prisma del principio
Dicho esto, sin embargo cabría preguntarse -des- de responsabilidad solidaria; la Administración
de la perspectiva que ahora interesa- si la trans- perderá la oportunidad de poder dirigirse contra
misión del porcentaje de participación de alguno el miembro que abandona la UTE.
de los miembros de la UTE (con o sin abandono
mismo de la UTE) podría ser considerado como - Transmisión de todo o parte del porcentaje de par-
una cesión de contrato a la que deba aplicársele ticipación de uno de los miembros a favor del resto
el régimen previsto a las cesiones de contratos. Y de los partícipes en la UTE con cambio de control.
aunque sin duda la ausencia de una regulación A mi juicio, haría falta la previa autorización de la
específica podría dar lugar a interpretaciones di- Administración, pues este cambio de circunstancias
vergentes, a mi juicio el tratamiento que debería impacta sobre las decisiones que puedan y deban
dispensársele a la cuestión planteada debería ser adoptarse en el seno de la UTE.
el siguiente:
Además, podría considerarse por la Administración
- Transmisión de porcentajes de participación como un supuesto de cesión de contrato, riesgo que
entre miembros de la UTE siempre que no com- no se disipa por la circunstancia de que la transmisión
porte un cambio de control. Este supuesto no de la participación pueda producirse a favor de otras
debería concebirse como un supuesto de cesión empresas que gozan ya de la condición de miembro
de contrato. Es más, debería ser suficiente con la de la UTE. Es más, en este caso con propiedad ni
comunicación realizada a la Administración en siquiera debería hablarse ya de cesión indirecta
relación con los cambios de participación ope- (como ocurriría con la transmisión de la mayoría
rados, sin necesidad de previa autorización, ya del capital social de la sociedad concesionaria, en
que, en definitiva, la Administración mantendrá los términos antes señalados), sino de una cesión
incólumes las ventajas derivadas del principio propiamente dicha, a la que, por tanto, habría que
de responsabilidad de los miembros de la UTE, aplicar el régimen previsto para la cesión de contra-
principio que opera con independencia del tos. No se olvide que la Administración contrata con
porcentaje de participación que cada uno de los miembros de la UTE, no con ésta, que carece de
ellos tenga en el seno de la UTE. personalidad jurídica. Esta postura llevaría consigo
bajo el ordenamiento jurídico español, por ejemplo,
Además, el sentido y finalidad que pueda tener la que no pudieran admitirse trasmisiones con cambio
exigencia de concretar, en fase de adjudicación, de control en la UTE hasta que se hubiera ejecutado
el porcentaje de participación de cada uno de al menos el 20% del importe del contrato o su ex-
los miembros de la UTE, disminuirá en fase de plotación efectiva durante al menos una quinta parte
ejecución del contrato. del plazo de duración del contrato.

Se trataría –servata distantia- de una situación - Transmisión de un porcentaje de participación


asimilable a la transmisión de acciones a favor en la UTE a favor de un tercero. Aunque nue-
de otros accionistas en el seno de una sociedad vamente la ausencia de una regulación espe-
constituida ad hoc en el marco de un contrato cífica crea incertidumbre jurídica pues permite
de concesión de obras públicas, y sin que dicha sostener, con argumentos más o menos sólidos,
transmisión implique un cambio de control de posturas distintas, lo cierto es que, en mi opi-
la sociedad contratista. nión, la entrada de un tercero en el seno de la

60 Círculo de Derecho Administrativo


Ernesto García-Trevijano Garnica

UTE sin duda requerirá autorización previa de plica cambio de control en el seno de la UTE. Para
la Administración. ello podría argumentarse que, aunque es cierto
que el tercero pasa a formar parte directa de la
En efecto, como ya se ha destacado, al carecer relación jurídica (contrato) que se mantiene con
de personalidad jurídica la UTE, la oferta lo es en la Administración, lo cierto es que se trata de una
realidad de todos los partícipes conjuntamente, de situación peculiar, en la que si bien la UTE carece
forma que la incorporación de un nuevo empresario de personalidad jurídica, no deja de constituir un
equivaldría jurídicamente a la incorporación de un ente con una cierta subjetividad o semipersonali-
nuevo contratista (conjuntamente con los demás que dad, que supone, entre otras consecuencias, que
conforman la UTE) frente a la Administración. Y sin las decisiones se adopten en su seno conforme
duda ello no podría hacerse sin la conformidad previa a las mayorías establecidas en los estatutos que
de la Administración, es decir, de la otra parte en el regulan la UTE.
contrato administrativo. Esta conclusión opera con
independencia de que la entrada del tercero suponga Partiendo de este planteamiento, podría argu-
la sustitución completa de uno de los que hasta enton- mentarse que la entrada del tercero, además de
ces era miembro de la UTE o signifique simplemente beneficiar a la Administración como consecuencia
su incorporación manteniendo como miembro de la del referido principio de solidaridad, no altera el
UTE al transmisor de parte de su porcentaje de parti- régimen de decisiones previsto en el seno de la
cipación. Obviamente, en este último caso sería más UTE, de manera que la Administración no se vería
fácil de obtener la autorización de la Administración, directamente afectada por la entrada del tercero.
ya que, en definitiva, la incorporación del tercero a
la UTE beneficiaría a la Administración, que tendría Y se insiste en que esta disquisición relativa a si se
frente a sí, sometida al régimen de responsabilidad considera o no el supuesto como un caso de cesión
solidaria, a una empresa adicional respecto de las de contrato es, especialmente, relevante en situacio-
que conformaban en origen la UTE. nes en las que, como acontece en el ordenamiento
jurídico español, la cesión del contrato se somete a
Más discutible es que, a su vez, en trance de otorgarse requisitos rígidos, como es el aludido cumplimiento
la autorización por parte de la Administración, deba o previo de la ejecución del 20% del precio del con-
no aplicarse al supuesto el régimen previsto para las trato o la explotación de al menos una quinta parte
cesiones de contratos. En mi opinión, cuando la trans- del plazo de duración del mismo.
misión de la participación a favor de tercero implique
un cambio de control la UTE, habría que darle al caso II.4. Cesión y subcontratación
el tratamiento de la cesión de contrato.
La figura del subcontrato se distingue nítidamente
La solución es mucho más discutible si la transmi- de la cesión del contrato. En el subcontrato –frente
sión a favor de un tercero no supone un cambio de a lo que acontece en la cesión- no se produce la
control en el seno de la UTE, a cuyo efecto podrían sustitución jurídica del contratista, sino únicamente
sostenerse las siguientes posturas: una sustitución material. Además, en el ordenamien-
to jurídico español se exige que dicha sustitución
a) Que la mera entrada de un tercero en la UTE material sea sólo parcial, pues no se permite que el
implica que, aunque sea parcialmente, se ha cedido contratista subcontrate toda la ejecución del contrato.
el contrato, ya que pasará a formar parte del mismo Así se desprende del artículo 210° de la LCSP cuando
una persona (el tercero) que no había contratado se refiere a que el contratista “podrá concertar con
con la Administración. Se insiste nuevamente que terceros la realización parcial de la prestación”.
la UTE carece de personalidad jurídica, razón por
la que el tercero pasará a ser contratista (junto con Pero dejando a un lado el porcentaje de ejecución del
los demás miembros de la UTE) de la Administra- contrato que puede subcontratarse, interesa destacar
ción. Ello exigiría el cumplimiento de los requisitos ahora que en la subcontratación no existe sustitución
de la cesión del contrato, especialmente si en el jurídica del contratista, porque éste sigue siendo el
ordenamiento jurídico del que se trate no se distin- mismo sin solución de continuidad. La circunstancia
gue entre cesiones parciales o totales de contratos. de que el contratista subcontrate con terceros ni
Cuestión distinta es que aún en este caso pueda ser altera su posición frente a la Administración, pues
recomendable modificar la regulación de la cesión sigue siendo el titular de los derechos y obligaciones
de contratos con el fin de adaptarla también a esta del contrato administrativo adjudicado ni supone
situación, pues dicha regulación puede no estar que como consecuencia de dicha subcontratación
concebida para dar respuesta a planteamientos la Administración entable a partir de entonces una
como el ahora suscitado. Así ocurre en España con relación jurídica nueva con los subcontratistas.
el artículo 209° de la LCSP.
Por tanto, el contratista, al subcontratar, no cede
b) Podría sostenerse la postura contraria, esto es, la su posición en el contrato administrativo, a la vez
de considerar no aplicable el régimen de la cesión que no se ve alterado ninguno de los elementos de
de contratos cuando la entrada del tercero no im- dicho contrato administrativo, sino que lo único que

Círculo de Derecho Administrativo 61


La cesión del contrato administrativo y otras figuras afines

se produce, como se dice, es una mera sustitución noviembre de 1991, 4 de febrero de 1993 y 4 de
material en la ejecución del contrato (en parte de marzo de 1994. Y más recientemente, por ejemplo
la ejecución del contrato, según el ordenamiento en su sentencia de 3 de noviembre de 2008, el
jurídico español), en el sentido de que determina- Tribunal Supremo afirma –recordando, entre otras,
das unidades serán materialmente ejecutadas por su sentencia de 6 noviembre 2006- que “la cesión
el subcontratista, sin perjuicio –se insiste- de la de contrato consiste en el traspaso a un tercero, por
responsabilidad directa del contratista frente a la parte de un contratante, de la posición íntegra que
Administración, también por la forma y términos ocupaba en el contrato cedido, de manera que el
en los que se habrán ejecutado tales unidades por cesionario adquiere los derechos que ostentaba el
el subcontratista. cedente en la relación contractual como si hubiese
sido el contratante inicial. Esta figura ha sido admi-
En todo caso, es obvio que con respecto a la subcon- tida por la jurisprudencia de esta Sala, al no estar
tratación se disipan las dudas que en el ámbito de la regulada en el del Código Civil, [...] Su esencia es,
cesión del contrato podrían producirse desde el prisma pues, la sustitución de uno de los sujetos del contrato
del respeto al principio de licitación pública, pues el y la permanencia objetiva de la relación contractual
subcontratista no suscribe negocio jurídico alguno con (vid. también las sentencias de 19 de septiembre de
la Administración, de manera que no existe contrato 1998 y 27 de noviembre de 1998)”.
alguno que adjudicar por la Administración.
En el Derecho Administrativo, la admisibilidad
III. La cesión del contrato administrativo de la cesión del contrato deriva, además, de la
propia regulación legal existente, que la admite
III.1. La cesión del contrato administrativo no expresamente y establece al efecto determinadas
constituye un supuesto de novación extintiva previsiones de obligado cumplimiento. Actualmente
en España, esta regulación se contiene en el artículo
Una relativamente reciente evolución ha permitido 209° de la LCSP1.
superar posiciones negadoras de la admisibilidad
de la figura de la cesión del contrato, posiciones Debe observarse que en relación con los contratos
ancladas en la tradición romanista consistente en administrativos, sostener que constituye un supuesto
admitir únicamente la novación de los contratos de novación extintiva la cesión a un tercero en la
en sentido más tradicional, es decir, con carácter posición de contratista, supondría lisa y llanamente
extintivo. El recelo inicial en España en admitir una quiebra del principio de licitación pública que
esta figura (la cesión del contrato) se encontraba impera en este ámbito.
sustancialmente, entre otras razones, en la propia
dicción del Código Civil, en el que, al menos como En efecto, si se admitiera que cuando el contratista
categoría general, no se recoge dicha figura. La es sustituido en su posición contractual por un ter-
interpretación flexible posterior de los artículos cero, lo que se está produciendo es una extinción
1203° y ss. del Código Civil y fundamentalmente del contrato originario suscrito con la Administración
el principio de la libertad de pactos recogido en para sustituirlo por otro (aunque sea de contenido
su artículo 1255°, ha permitido finalmente una coincidente) del que pasará a formar parte el ter-
aceptación generalizada en la doctrina científica cero (en lugar del contratista originario), ¿acaso no
(no sólo en la civilista) de esta figura. habría que adjudicar este nuevo contrato a través
de las vías legalmente procedentes, con respeto
Dejando a un lado regulaciones sectoriales (como la a la pública licitación? Obsérvese que no se trata
prevista en el propio ámbito de la contratación ad- ya -como acontece con la cesión de contratos en
ministrativa), el Tribunal Supremo español admite ya, sentido estricto- de mantener el mismo contrato
sin recelos, la figura de la cesión de contratos como sin solución de continuidad, introduciendo única-
figura, y así lo demuestra, entre otras, las sentencias mente la modificación consistente en sustituir a un
de 6 de abril de 1973, 25 de abril de 1975, 26 de contratista por otro, sino que la novación extintiva
noviembre de 1980, 23 de octubre de 1984, 20 de lleva consigo por esencia la extinción del contra-
marzo de 1985, 26 de noviembre de 1986, 21 de to originario y el surgimiento de uno nuevo que

1 Señala el artículo 209° de la LCSP lo siguiente:


“1. Los derechos y obligaciones dimanantes del contrato podrán ser cedidos por el adjudicatario a un tercero siempre que las
cualidades técnicas o personales del cedente no hayan sido razón determinante de la adjudicación del contrato.
2. Para que los adjudicatarios puedan ceder sus derechos y obligaciones a terceros deberán cumplirse los siguientes requisitos:
a) Que el órgano de contratación autorice, de forma previa y expresa, la cesión.
b) Que el cedente tenga ejecutado al menos un 20 por 100 del importe del contrato o, cuando se trate de la gestión de servicio
público, que haya efectuado su explotación durante al menos una quinta parte del plazo de duración del contrato.
c) Que el cesionario tenga capacidad para contratar con la Administración y la solvencia que resulte exigible, debiendo estar
debidamente clasificado si tal requisito ha sido exigido al cedente, y no estar incurso en una causa de prohibición de contratar.
d) Que la cesión se formalice, entre el adjudicatario y el cesionario, en escritura pública.
3. El cesionario quedará subrogado en todos los derechos y obligaciones que corresponderían al cedente”.

62 Círculo de Derecho Administrativo


Ernesto García-Trevijano Garnica

sustituye al anterior. Si surgiera un nuevo contrato «Es jurídicamente


(consecuencia de la novación extintiva), la Adminis-
tración habrá de adjudicarlo respetando principios admisible que la sucesión
como los de igualdad, transparencia y publicidad. se produzca del lado de
No sería congruente con estos principios –en el caso
de que se mantuviera que se trata de una novación la Administración»
extintiva- que el nuevo contrato sea adjudicado al
cesionario directamente y por la sola voluntad del debe prestar su consentimiento, toda vez que no es
cedente (contratista originario) y la Administración, viable jurídicamente sustituir sin su aquiescencia a
sin seguir ésta procedimiento de licitación alguno. la persona que con ella ha contratado (contratista
originario). Sin embargo, aun siendo esto cierto -y
Este problema se disipa si se admite, como a mi a ello responde que esté legalmente previsto que la
juicio es procedente, la figura de la cesión del Administración deba autorizar expresa y previamente
contrato distinta de la novación extintiva, ya que la cesión del contrato-, la cuestión no queda resuelta,
se insiste en que en este caso subsistirá el mismo ya que el problema se traslada a dilucidar cuál es el
contrato, si bien con un cambio subjetivo (la subro- alcance y naturaleza de dicha autorización a otorgar
gación del cesionario en la posición del contratista por la Administración; ¿opera ésta como una conditio
cedente). En definitiva, no habrá un nuevo contrato iuris para que despliegue sus efectos el contrato de
que adjudicar. cesión suscrito (y perfeccionado) entre el cedente y el
cesionario?; ¿o más bien dicha autorización, como
III.2. ¿La cesión del contrato constituye un ne- manifestación del consentimiento de la Administra-
gocio jurídico bilateral o trilateral? Alcance de ción, es un requisito de perfección (no simplemente
la autorización de la Administración de eficacia) del referido contrato de cesión?

En toda cesión de contrato existen tres partes Que es imprescindible el consentimiento de la


afectadas (que no quiere decir que tengan que ser Administración (que se manifiesta a través de la
consideradas necesariamente partes en el contrato autorización) es -se insiste- incuestionable, si bien,
de cesión): el cedido, el cedente y el cesionario. El como ha quedado expuesto, se plantea si dicho
cedido es la persona que forma parte del contrato consentimiento se coloca en una posición jurídica
desde su origen y que se mantiene con posterioridad equiparable al consentimiento que deben prestar en
a la cesión; el cedente es la parte contratante que el contrato de cesión tanto cedente como el cesio-
va a verse sustituida en el contrato; y, finalmente, el nario o si, por el contrario, constituye un elemento
cesionario es el tercero que, a partir de la cesión, externo a dicho contrato de cesión; y aun en este
pasa a formar parte del contrato en lugar del ce- último caso, se plantea si debe configurarse como
dente. En el contrato administrativo, la posición de un requisito de perfección (aunque no colocado en
cedido la adoptará normalmente la Administración, el mismo plano que el consentimiento que prestan
lo cual no obsta para que, como se verá, pueda ser el cedente y el cesionario en el contrato de cesión)
ella misma la cedente del contrato. o de eficacia de un contrato ya perfeccionado.

Pues bien, si es indudable -y nadie lo discute- que Examinado el problema por referencia a la cesión
van a existir tres partes implicadas o afectadas, lo en general (no sólo en el ámbito de los contratos
que no está tan claro -y se plasma en la discusión administrativos), sería posible esgrimir argumentos
doctrinal existente al respecto- es el alcance de convincentes en favor de una y otra tesis (consenti-
la posición jurídica que adoptan las tres partes miento del cedido como requisito de eficacia o de
afectadas por el contrato mismo de cesión. Con- perfección del contrato de cesión). Es más, la solución
cretamente, la discusión estriba en determinar si no tiene por qué ser en todos los casos de cesión la
el contrato de cesión (cuyo objeto -se insiste- es el misma, pues es posible admitir que teniendo presen-
contrato base, esto es, el contrato administrativo) tes, por ejemplo, las modulaciones introducidas por
es bilateral o trilateral. la legislación sectorial de que se trate o de las propias
peculiaridades del ámbito material que pueda verse
Se cuestiona de esta manera si para que el contrato afectado por la cesión, pueda concebirse de distinta
de cesión se perfeccione (nazca al mundo jurídico) manera el contrato de cesión.
basta con que preste el consentimiento el cedente
(contratista originario) y el cesionario (el tercero que Circunscribiendo la cuestión al contrato adminis-
va a pasar a ocupar la posición del contratista) o si trativo, a mi juicio hay que partir de la siguiente
también es imprescindible, para alcanzar dicha per- premisa: las propias peculiaridades del contrato
fección del contrato de cesión, que preste su consen- administrativo, como instrumento convencional di-
timiento el cedido (la Administración contratante). rigido a satisfacer el interés público, exige el mayor
rigor en la forma de entender la intervención de la
Podría intentar darse una rápida respuesta a esta Administración en los casos de cesión. Y es obvio
cuestión afirmando que es indudable que la Admi- que dicho mayor rigor se alcanza, por lo que ahora
nistración contratante, en su condición de cedido, interesa, concibiendo la autorización previa a la

Círculo de Derecho Administrativo 63


La cesión del contrato administrativo y otras figuras afines

cesión que debe prestar la Administración como un conveniente (precio, compensaciones, etc.), pactos
requisito de perfección del contrato de cesión mis- en los que no tiene una participación activa la Admi-
mo, y no simplemente como un requisito de eficacia nistración, a la que únicamente le compete aceptar
de un contrato (el de cesión) ya perfeccionado. o no la cesión que se le propone (en definitiva, la
sustitución sin más del contratista).
Apoya esta conclusión, además, el hecho de que
difícilmente podría sostenerse que el contrato de De hecho, el contrato de cesión es suscrito sólo entre
cesión se ha perfeccionado si no media la previa el cedente y el cesionario, como expresamente se dis-
autorización de la Administración. En tal caso pone en el apartado d) del artículo 209.2. de la LCSP,
(ausencia de la preceptiva autorización), no exis- en cuanto señala que la cesión se formalizará entre el
tirá con rigor contrato de cesión alguno, pues el adjudicatario y el cesionario en escritura pública.
contrato base (el contrato administrativo), en su
configuración originaria (por tanto, incluyendo En definitiva, la autorización se configura así como
como parte contratante al pretendido cedente) un requisito de perfección del contrato de cesión,
subsistirá inalterado, de manera que la Adminis- contrato que, sin embargo, tiene naturaleza bilate-
tración no reconocerá la existencia del contrato de ral, pues se celebra -con la concurrencia del referido
cesión mismo. Para ella, el contrato administrativo requisito (la autorización)- exclusivamente entre el
permanecerá inalterado. cedente y el cesionario. Nada impide jurídicamente
que un elemento externo al contrato (en este caso,
Esta argumentación, que no oculto que fácilmente la autorización de la Administración) se erija en
podría extenderse a otros ámbitos, pretende salir requisito constitutivo de éste (y no simplemente de
al paso de lo que constituye una visión errática eficacia).
relativamente extendida. En efecto, afirmar que el
contrato de cesión no se ha perfeccionado (y, por III.3. La Administración contratante puede ce-
tanto, no ha llegado a formarse) si falta la autoriza- der el contrato administrativo
ción de la Administración, no es incompatible con el
hecho de que los pactos efectivamente suscritos -sin Como ya se ha destacado, en el ordenamiento ju-
mediar la autorización- entre los supuestos cedente rídico español es el artículo 209° de la LCSP el que
y cesionario (que en realidad materialmente no son establece los requisitos necesarios para que pueda
tales) puedan desplegar determinados efectos (por producirse la cesión de un contrato administrativo.
ejemplo, indemnizatorios); pero lo que no cabe Lo primero que llama la atención es el hecho de que
es concebir tales pactos como constitutivos de un este precepto legal está redactado sobre la idea de
verdadero contrato de cesión. Gráficamente podría que va a ser el contratista quien pretenda ceder el
decirse que, si falta la autorización de la Adminis- contrato administrativo, y no la Administración.
tración, tales pactos serán otra cosa, pero no un
contrato de cesión. Esta conclusión se obtiene de una simple lectura del
precepto (antes transcrito a pie de página), en el que
Excluida la configuración de la autorización de la expresamente se establecen los requisitos precisos para
Administración como un mero requisito de eficacia, que “los adjudicatarios puedan ceder sus derechos
aún queda por examinar si realmente el contrato de y obligaciones a terceros”. La pregunta que cabría
cesión tiene carácter trilateral, es decir, si constituye formularse ahora es si, a pesar de dicha regulación
un negocio jurídico celebrado entre las tres partes legal, es viable que la Administración contratante ceda
implicadas (cedente, cesionario y cedido). Tal cali- el contrato administrativo del que es parte a favor de
ficación (negocio jurídico trilateral) se contiene en otra persona; de esta manera, la Administración adop-
algunos pronunciamientos del Tribunal Supremo taría en tal caso la posición de cedente, el tercero que
español, sirviendo de ejemplo la sentencia de 3 de pasa a formar parte del contrato sería el cesionario y
noviembre de 2008 (de la Sala de lo Civil). el contratista originario -que se mantiene inalterado-
adoptaría la posición de cedido.
Sin perjuicio de la crítica que con carácter general
pueda merecer dicha calificación como negocio Pues bien, en principio no existiría inconveniente
jurídico trilateral (y el alcance con el que se utiliza) jurídico en admitirlo. Es cierto que no es usual que
incluso en el ámbito de civil, lo cierto es que a mi esto ocurra, tal y como lo demuestra la propia re-
juicio, al menos en el ámbito de la contratación ad- gulación legal sobre la materia, que, como se ha
ministrativa, no estamos con rigor ante un negocio destacado, ni siquiera se plantea la cuestión. Ade-
trilateral. Es cierto que es imprescindible el consen- más, podría aducirse también a favor del carácter
timiento del cedente y del cesionario, así como el extraño del supuesto planteado el hecho de que la
consentimiento de la Administración (cedido). Pero Administración contratante será la que represente el
el consentimiento de ésta -que se manifiesta a través interés público que permite finalmente la calificación
de la autorización- no cabe colocarlo en el mismo del contrato como de naturaleza administrativa.
plano que el prestado por cedente y cesionario.
El contrato de cesión se negocia y suscribe exclu- Sin embargo, tras resaltar suficientemente lo excep-
sivamente entre éstos, que pactarán lo que crean cional del caso, no puede por menos que afirmarse

64 Círculo de Derecho Administrativo


Ernesto García-Trevijano Garnica

que en la práctica podría efectivamente plantearse puedan mantenerse prerrogativas clásicas de los
la cuestión. Piénsese, por ejemplo, en un contrato contratos administrativos, tales como las prerroga-
de obras adjudicado por una Administración mu- tivas de interpretación, modificación o resolución
nicipal a favor de una empresa contratista para la previstas en el artículo 194° de la LCSP.
construcción de un edificio que va a albergar ofici-
nas administrativas municipales; posteriormente, se III.4. Requisitos para que sea operativa la cesión
observa que son innecesarias tales dependencias, del contrato administrativo
si bien la Administración regional correspondiente
muestra su interés por dicha edificación en cons- Me refiero a continuación específicamente a los
trucción también para destinarlo a oficinas admi- requisitos exigidos en España en el artículo 209°
nistrativas. En esos términos cabría preguntarse si de la LCSP.
la Administración municipal a la que ya no interesa
el edificio tiene necesariamente que desistir y, con A. Debe mediar autorización de la Administra-
ello, extinguir el contrato, indemnizando al contra- ción contratante
tista o si, por el contrario, es admisible que ceda
el contrato a favor de la Administración regional En el apartado a) del artículo 209.2 de la LCSP se
(en ambos casos se mantendrá el interés público dispone que el órgano de contratación debe auto-
–aunque pase del ámbito municipal al regional-, lo rizar de forma previa y expresa la cesión. Me remito
que permitirá el mantenimiento de su calificación a lo ya expuesto en cuanto a la consideración de
como administrativo), siempre, obviamente, con la este requisito como un elemento de perfección del
aquiescencia del contratista. contrato de cesión mismo. En todo caso, conviene
añadir los siguientes aspectos:
A mi juicio, no sería razonable negar esta posibili-
dad, que incluso podría encontrar apoyo -siempre - La autorización debe ser expresa. Con ello, el
que el interés público objetivamente así lo justifi- legislador ha querido adoptar las mayores cau-
cara- en el propio principio de libertad de pactos, telas para disipar cualquier duda acerca de la
que en el ordenamiento jurídico español se recoge efectiva existencia del consentimiento por parte
en el artículo 25° de la LCSP. de la Administración. A pesar de ello, a mi juicio
no es impensable la posibilidad de que se modu-
Es más, en la práctica en España nos estamos en- le tal exigencia a través de la jurisprudencia del
contrando con situaciones aún más complejas. En Tribunal Supremo. De esta manera, por ejemplo,
efecto, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo cabría admitir autorizaciones implícitas o tácitas,
19° de la LCSP, para que exista un “contrato admi- por ejemplo, si la Administración emplaza al
nistrativo” como tal, será preciso que la parte con- cesionario para que continúe las obras o expide
tratante sea una “Administración Pública”, tal cual las certificaciones a su favor tras haberse forma-
se define en el artículo 3.2° del mismo texto legal, lizado la cesión, a pesar de no haber mediado
expresión en la que no tienen cabida las sociedades autorización expresa de la cesión.
mercantiles participadas mayoritariamente por una - La autorización debe otorgarse con carácter
Administración Pública. O dicho de otra manera, previo a la cesión. Cabría suscitar en este as-
tales sociedades mercantiles no son “Administración pecto qué ocurre cuando, sin otorgarse dicha
Pública” a efectos de contratación. Pues bien, en autorización, el contratista y el tercero suscriben
ocasiones las Administraciones Públicas que han un contrato que denominan de cesión o, inclu-
suscrito un contrato administrativo lo ceden a socie- so, cuáles son las consecuencias jurídicas de
dades mercantiles de ellas dependientes respecto de la autorización otorgada con posterioridad (es
las que tienen el 100% de su capital social, lo que decir, no con carácter previo a la cesión). Dos
genera el problema añadido del modo en el que son, pues, las cuestiones planteadas:
habrá que calificar el contrato a partir de la cesión;
¿seguirá siendo un contrato administrativo?; ¿sería 1. En cuanto la primera de ellas (ausencia de
ello admisible cuando la LCSP establece taxativa- la perceptiva autorización de la Administra-
mente que el “contrato administrativo” se celebra ción contratante), como he destacado -y a
por una “Administración Pública” en el sentido de ello me remito- el contrato denominado de
la LCSP, siendo así que no goza de tal condición la cesión suscrito entre el contratista y el tercero
sociedad mercantil aun cuando esté participada en no será en realidad tal, sin perjuicio de los
el 100% de su capital social por una Administración efectos que “inter privatos” puedan producir
Pública? En este contexto, la cesión del contrato por los pactos por ellos suscritos, pero sin que en
parte de la Administración llevará consigo la trans- modo alguno puedan incidir sobre el contrato
formación o mutación de su naturaleza jurídica, que administrativo ajeno a tales pactos.
pasará a concebirse a partir de entonces como un
contrato privado. Y esto no se queda en una mera 2. Si la Administración otorga la autorización
cuestión semántica, pues sin duda sería difícilmen- con posterioridad al contrato de cesión
te defendible que, mutado en contrato privado el suscrito entre el contratista y el tercero, a mi
que hasta la cesión era un contrato administrativo, juicio obedecería a una visión extremada-

Círculo de Derecho Administrativo 65


La cesión del contrato administrativo y otras figuras afines

mente formalista la que pretendiera rechazar B. Es preciso haber ejecutado un determinado


la posibilidad de que la autorización así porcentaje del contrato
prestada pueda desplegar sus efectos, sim-
plemente con apoyo en la dicción literal del El apartado b) del artículo 209.2 de la LCSP exige
apartado a) del artículo 209.2 de la LCSP, en que el cedente haya ejecutado al menos un 20% del
cuanto exige que la autorización se otorgue importe del contrato, o cuando se trate de gestión de
con carácter previo. En realidad, el contrato servicio público, que haya efectuado su explotación
de cesión suscrito entre el contratista y el ter- durante al menos una quinta parte del tiempo de
cero (sin que se haya otorgado previamente duración del contrato. Con ello se pretende que
la autorización administrativa) no habrá esta figura jurídica (la cesión del contrato), a la vez
llegado a perfeccionarse como tal contrato que permita la necesaria movilidad acorde con el
de cesión. Si posteriormente en el tiempo la tráfico moderno, no se desnaturalice mediante su
Administración autoriza la cesión, no existen utilización desviada, no ya en casos en los que de
razones jurídicas sólidas para negar que a manera sobrevenida hayan surgido determinadas
partir de dicho instante el supuesto contrato circunstancias que aconsejen la cesión del contrato,
de cesión se habrá efectivamente perfeccio- sino que responda a una estrategia preconcebida.
nado. Sólo a partir de dicho instante existirá Diversas consideraciones convienen formular acerca
ya un contrato de cesión, de manera que la del alcance de este requisito:
autorización así otorgada propiamente no
habrá sanado un defecto anterior, sino que B.1. Se exige determinado porcentaje
simplemente se cumplirá uno de los requisi-
tos imprescindibles para que el contrato de Señala el apartado b) del artículo 209.2. de la LCSP
cesión nazca al mundo jurídico. que, para poder ceder el contrato, el cedente deberá
tener ejecutado “al menos un 20 por 100 del importe
- ¿Constituye una actividad reglada o discrecional del contrato”. Por tal (“importe del contrato”) debe
de la Administración? Como fácilmente se com- entenderse el presupuesto de adjudicación (aplicada,
prenderá, se trata de una cuestión fundamental por tanto, la baja correspondiente ofertada en su día
que incide en la propia esencia de la figura de por el licitador). Si hubieran existido modificados, el
la cesión. A mi juicio, en estos casos (o al menos “importe del contrato” (que es único) estaría confor-
en algunos de ellos) la Administración realizará mado por la suma del presupuesto de adjudicación
una labor que va más allá de lo que es pura y más los presupuestos de los modificados (una vez
simplemente una mera labor de comprobación. aplicadas las correspondientes bajas) que en su caso
No se trata de que simplemente se compruebe se hubieran producido.
(sin margen de valoración alguno, por tanto)
si el cesionario tiene capacidad, si ostenta la Si se tratara de la gestión de un servicio público, el
solvencia requerida y, finalmente, si no está cedente habrá tenido que realizar la explotación al
incurso en prohibición alguna para contratar. menos durante al menos una quinta parte del plazo
No cabe perder de vista -especialmente en los de duración del contrato, entendiéndose por tal el
contratos de larga duración- la confianza que que expresamente se hubiera dispuesto al efecto,
debe infundir en la Administración quien pre- incluidas las prórrogas si hubieran existido.
tenda convertirse en contratista por mor de la
cesión, confianza que no deriva simplemente del B.2. El requisito que se examina es exigible en
cumplimiento nominal de los citados requisitos sucesivas cesiones.
de capacidad, clasificación e inexistencia de
supuestos de prohibición para contratar. Los anteriores porcentajes de orden cuantitativo y
temporal no se agotan en una sola vez, sino que
Sería dar la espalda a la realidad, especialmente son exigibles para cada cesión del mismo contrato
cuando la forma de adjudicación hubiera sido el administrativo. Dos razones sustanciales cabe es-
concurso (es decir, hubiera tomado en consideración grimir en apoyo de esta postura:
varios criterios de adjudicación) o incluso el proce-
dimiento negociado, negar que la Administración, al - En primer lugar, que es congruente con la propia
valorar las ofertas, tomó también en consideración ratio del requisito que se examina. No se trata
la referida confianza en que el adjudicatario, por de que una vez cumplido el referido porcentaje,
su solvencia moral y seriedad en el cumplimiento el contrato administrativo se convierta automá-
de sus compromisos, iba a hacer frente, en los tér- ticamente en cedible sin límite, pues ello podría
minos acordados, al contrato finalmente suscrito.
Por tanto, a mi juicio, la Administración, en trace de «La autorización se
otorgar o no la autorización que se le solicita para
ceder el contrato, no se limita a realizar una mera configura así como un
actuación de comprobación (potestad reglada), sino requisito de perfección
que tiene un margen de valoración para acceder o
no a lo que se le solicita. del contrato de cesión»

66 Círculo de Derecho Administrativo


Ernesto García-Trevijano Garnica

provocar cambios reiterados e inconvenientes en Por otra parte, cabría preguntarse si la forma exigida
la posición subjetiva del contratista. en este apartado d) del artículo 209.2 de la LCSP
se configura como una forma ad solemnitatem (o
- En segundo término, atendiendo a la literalidad ad sustantiam) o ad probationem, con los diferentes
del apartado b) del artículo 209.2.º de la LCSP, efectos jurídicos que en uno y otro caso se produ-
se obtiene la misma conclusión. Este precepto cen. Es decir, si el otorgamiento en escritura pública
legal se refiere al requisito de orden cuantita- es o no un requisito de perfección más del contrato
tivo o temporal, según el tipo de contrato, que de cesión. En su dictamen 805/1996, de 11 de
debe necesariamente cumplir el “cedente”. Y julio de 1996, mantuvo precisamente el Consejo
obsérvese que no se refiere exclusivamente al de Estado que la formalización en escritura pública
primer cedente (el contratista originario), sino es un requisito de naturaleza ad sustantiam, “...que
que el requisito previsto es el referible a cualquier conforme prescribe la legislación reguladora de
cedente, aunque se trate de la segunda o de la contratación pública, constituye una condición
posteriores cesiones. esencial para que la cesión autorizada pueda operar
válidamente”. Se trataba de un asunto en el que, a
Por lo demás, en la segunda y sucesivas cesiones pesar de mediar la pendiente autorización adminis-
la base sobre la que opera el 20% (en el caso de trativa, no se había formalizado en escritura pública
que no se trate de la gestión de servicio público) es la cesión, razón por la que el Consejo de Estado la
también “el importe del contrato” (entendido como consideró inexistente, y mantuvo la procedencia de
presupuesto de adjudicación más los presupuestos resolver el contrato administrativo como consecuen-
de los modificados si hubieran, tras aplicar las bajas cia de la quiebra del contratista originario.
correspondientes), y no sobre el importe del contrato
pendiente de ejecutar. A similar conclusión se llega D. Requisitos referibles a las condiciones per-
en el caso de que se trate de un contrato de gestión sonales del cesionario
de servicio público.
He señalado ya que para la Administración no es
Por tanto, el que fue cesionario (actual contratista) indiferente la persona que con ella contrata, menos
que quiere ceder el contrato a un tercero, deberá aún en el caso de la cesión del contrato, en que la
haber ejecutado el 20% del importe contratado o ex- Administración no participa en la elección del cesio-
plotado el servicio público durante una quinta parte nario, sino que éste pretende irrumpir en el contrato
del plazo de duración, sin que pueda aprovecharse administrativo como consecuencia de la negociación
o sumar lo ejecutado por el anterior contratista. que haya podido tener con el cedente, adjudicatario
Esta es la solución lógica si se atiende al hecho de del contrato administrativo de cuya cesión se trata.
que el legislador ha optado, a mi juicio, por una
posición intermedia: admite que el contrato admi- Así las cosas, es lógico que el legislador se haya
nistrativo esté en el tráfico jurídico (es susceptible preocupado de introducir determinadas cautelas
de ser cedido), pero con limitaciones en el número relativas a las condiciones que deberá cumplir el ce-
de cesiones posibles. sionario para poder ocupar la posición del contratista
originario. Atendiendo a lo que dispone el artículo
C. La cesión debe formalizarse en escritura 209° de la LCSP, cabe señalar lo siguiente:
pública
- No cabe la cesión si las prestaciones pactadas
Otro requisito consiste en que el contrato de cesión tienen carácter personalísimo.
se formalice, entre el cedente y el cesionario, en
escritura pública. Es fácil apreciar que esa exigencia El artículo 209.1 sólo permite la cesión a favor
responde a la idea de alcanzar la mayor garantía y de un tercero cuando “las cualidades técnicas
certidumbre posibles. o personales del cedente no hayan sido razón
determinante de la adjudicación del contra-
Frente a lo que ocurre en relación a los contratos ad- to”. Las cualidades técnicas o personales del
ministrativos en general (artículo 140° de la LCSP), licitador se toman siempre en consideración,
en este caso no existe la alternativa entre formalizar con una mayor o menor trascendencia, en la
en documento administrativo o en escritura pública, adjudicación de los contratos administrativos. Lo
por la razón de que el contrato de cesión no es un que exige el artículo 209.1 -y es lo que permite
contrato administrativo, sino que se trata de un calificar las prestaciones objeto del contrato
negocio jurídico de carácter privado suscrito entre como de carácter personalísimo- es que tales
el cedente y el cesionario. La circunstancia de que cualidades hayan sido “razón determinante” de
la autorización previa que debe otorgar la Adminis- la adjudicación, no simplemente que se hayan
tración se haya configurado como un requisito de tomado en consideración.
perfección en los términos ya expuestos, no enerva
tal conclusión. De ahí que la Administración no - El cesionario debe reunir los requisitos relativos a
deba suscribir la escritura pública de cesión, en la capacidad, solvencia y ausencia de prohibición
que sólo participan el cedente y el cesionario. para contratar.

Círculo de Derecho Administrativo 67


La cesión del contrato administrativo y otras figuras afines

El apartado c) del artículo 209.2 señala que el ce- en que se suscribe la oportuna escritura pública
sionario deberá tener “capacidad para contratar (y se comunica a la Administración).
con la Administración y la solvencia que resulte
exigible, debiendo estar debidamente clasificado En cuanto a las relaciones entre el cedido (la Ad-
si tal requisito ha sido exigido al cedente, y no ministración contratante) y el cedente (el contratista
estar incurso en una causa de prohibición de originario), tales relaciones cesan en el momento
contratar”. Y no basta simplemente con que el en el que se produce la cesión, instante a partir del
cesionario afirme que reúne estos requisitos, sino cual la Administración no podrá reclamar nada del
que tendrá que acreditar su cumplimiento en los contratista originario ni viceversa.
términos previstos en la regulación aplicable.
Constituye ésta otra cautela razonable para evitar La sustitución del cedente por el cesionario se
la paradoja de que el cesionario, que no pudo produce en bloque, es decir, en relación con el
licitar por no cumplir dichos requisitos, posterior- conjunto de derechos y obligaciones dimanantes
mente, a través de la cesión del contrato, efecti- del contrato, incluso respecto a hechos produci-
vamente consiga un efecto práctico similar. dos antes de la cesión y cuyos efectos nacen o se
prolongan tras la cesión del contrato. En realidad
III.5. Relaciones entre las distintas partes es como si nada hubiera ocurrido, de tal manera
afectadas por la cesión de un contrato admi- que el contrato base (el contrato administrativo)
nistrativo mantiene inalterada su existencia jurídica con la sola
sustitución de la persona concreta del contratista,
Como ya se ha destacado, tres son las partes afec- cuyos derechos y obligaciones en modo alguno se
tadas en toda cesión de contrato: la Administración verán alterados como consecuencia de tal cambio,
contratante (cedido), el contratista originario (ceden- ni hacia el pasado ni hacia el futuro.
te) y el tercero que pasa a ocupar la posición de
éste (cesionario). Como consecuencia de la cesión III.6. Repercusiones recíprocas entre el contrato base
del contrato, se producen entre ellos relaciones (el contrato administrativo) y el contrato de cesión
jurídicas diversas y de distinta naturaleza.
La existencia de dos contratos (el contrato base y
Entre el cedente y el cesionario se suscribe un el contrato de cesión) puede producir lógicas re-
contrato de cesión, cuyo objeto es el contrato base percusiones entre ambos cuando, por ejemplo, se
(el contrato administrativo). Ese contrato de cesión declara la invalidez de uno de ellos. Se trata de dos
suscrito entre cedente y cesionario puede ser ob- contratos que, a distinto nivel y con diverso objeto,
servado desde una doble perspectiva: se encuentran de alguna manera entrelazados.

- En primer lugar, se trata de un contrato de En efecto, la declaración de invalidez del contrato


naturaleza privada; el conjunto de pactos que base (del contrato administrativo), por tanto, con
conformen el contrato mismo de cesión tienen efectos ex tunc, provocará inmediatamente que el
un alcance limitado a las partes contratantes, contrato de cesión suscrito carezca en realidad de
de tal manera que, sin perjuicio de lo que a objeto, aunque aparentemente cuando se suscribió
continuación se expone, los concretos términos existiera dicho objeto, por la propia apariencia de
en los que se haya negociado y finalmente sus- validez del contrato base entonces todavía no decla-
crito dicho contrato son estrictamente ajenos a rado inválido. Y en tal caso, faltaría uno de los requi-
la Administración y, por tanto, al contrato base, sitos necesarios para entender existente el contrato de
sobre el que no podrá incidir más allá del efecto cesión, como es que tenga un objeto cierto.
natural de la cesión misma. La Administración
contratante no es parte del contrato de cesión, Es posible también plantear la cuestión desde la
lo que no es incompatible -en los términos ya óptica de la declaración de invalidez del contrato
expuestos- con la importancia (al calificarlo de cesión (no del contrato base), supuesto en el
como requisito de perfección) de su preceptiva que extinguido el contrato de cesión con efectos
autorización de la cesión. retroactivos (consecuencia de su declaración de
invalidez), habrá de entenderse vigente la situación
- En segundo término, el contrato de cesión consi- anterior y, por tanto, habrá de considerarse con-
derado en abstracto (es decir, con independencia tratista a quien lo era antes de la cesión, además
de los pactos concretos a los que hubiesen llega- sin solución de continuidad dado que el contrato
do el cedente y el cesionario), unido a la precep- de cesión no habrá llegado a existir, lógica con-
tiva autorización de la Administración, repercute secuencia del efecto ex tunc de la declaración de
sobre el contrato base (el contrato administrativo) invalidez del contrato de cesión (ello sin perjuicio
exclusivamente en lo que a la sustitución del de las modulaciones que en cada caso puedan
contratista originario se refiere. La cesión debe hacerse en función de las circunstancias, pues la
ser pura (no cabe condicionarla), comenzando a retroactividad que acompaña a la declaración de
surtir efectos -concurriendo la preceptiva autori- invalidez, no siempre es realizable materialmente
zación de la Administración- a partir del instante hasta sus últimas consecuencias).

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