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DEL PAPEL PERIODICO ILUSTRADO SIGLO XIX A LOS CUADROS VIVOS DE

GALERAS SUCRE SIGLO XXI: “LOS NOSOTROS” DESDE LAS IMAGENES


María Claudia Astaíza Aragón
Maestría Archivística Histórica y Memoria
Asignatura: Teoría, lugares y políticas de memoria.

Introducción
La motivación de este ensayo nace a partir de dos imágenes que me llamaron la atención por su
semejanza y que fueron presentadas durante dos cursos diferentes en este II semestre de la
maestría Archivística Histórica y Memoria. La primera imagen se encuentra en el libro “Nosotros
y los otros: Las representaciones de la nación y sus habitantes, Colombia, 1880-1910”
(Perez_Benavidez, 2015), en el que la autora hace un análisis acerca de cómo fue representada
la nación colombiana y sus habitantes durante ese período de la historia. La segunda imagen se
encuentra en el plan especial de salvaguardia de los cuadros vivos del municipio de Galeras
(Sucre), una manifestación cultural de este municipio que forma parte del listado oficial de
patrimonio cultural inmaterial de la nación colombiana.

Ilustración 1 Imagen Tomado de Nosotros y los otros: Las Ilustración 2 Músico y vendedor. Cuadro vivo.
representaciones de la nación y sus habitantes, Colombia, 1880- Galeras Sucre. Plan especial de salvaguardia
1910” (Perez_Benavidez, 2015)

Mi reacción inicial fue de sorpresa, al ver cómo estas imágenes reproducen aspectos de la
cotidianidad de campesinos colombianos, y cómo ambas son consideradas un referente de
identidad nacional, todo con cerca de cien años de diferencia. El propósito del presente ensayo
es hacer una mirada comparada de las dos imágenes y plantear algunas reflexiones acerca de los
procesos de construcción de un “nosotros” nacional en dos momentos y contextos de Colombia.
El ensayo se basa en dos referentes conceptuales principales: el concepto de comunidad
imaginada de la nación y el concepto de patrimonio cultural en relación con la construcción de
identidades colectivas.

La construcción de nación desde las imágenes


En su libro “Comunidades imaginadas: Reflexiones sobre el origen y la difusión del
nacionalismo”, Benedict Anderson plantea que la nación es “una comunidad política imaginada
como inherente limitada y soberana” 1; es imaginada porque los miembros de la nación no se
conocerán en su totalidad y es limitada porque cuenta con fronteras finitas. Desde esta
perspectiva, la construcción del nacionalismo puede entenderse como el proceso a través del cual
se imagina y se crea una comunidad (un “nosotros nacional”), y que se da en unas condiciones
políticas muy particulares. Al respecto hay investigaciones que exploran la forma como los
usuarios de diferentes “textos” (musicales, literarios, noticiosos, etc.) pueden imaginarse y
construir una comunidad, y la forma como las posibles comunidades imaginadas eran
proyectadas y generadas por parte de los diferentes sectores sociales. Un ejemplo de estas
investigaciones es el libro de Amada Pérez (2015) acerca del papel de los medios impresos en la
construcción de una imagen de nación en la Colombia de finales del siglo XIX y principios del
siglo XX. Pérez analiza específicamente del “Papel Periódico Ilustrado” (PPI), una publicación
colombiana de finales del siglo XIX. El estudio demuestra una clara intencionalidad por parte
de las élites (dueñas de los medios de comunicación donde se publicaban las ilustraciones) de
promover imaginarios de nación específicos en los cuales quedaban claramente diferenciados
los héroes nacionales y los sectores subalternos.

El patrimonio cultural y la identidad nacional


El concepto de patrimonio cultural ha sido abordado desde diferentes perspectivas y si bien hay
múltiples definiciones, la del español Josué Llull Peñalba es pertinente para el presente análisis.
En su artículo “Evolución del concepto y de la significación social del patrimonio cultural” Llull
define al patrimonio cultural como “El conjunto de manifestaciones u objetos nacidos de la
producción humana, que una sociedad ha recibido como herencia histórica, y que constituyen
elementos significativos de su identidad como pueblo. Tales manifestaciones […] ejercen una
función modélica o referencial para toda la sociedad (pp.181)”. Para este ensayo se resaltan tres
elementos de la definición de Llull. Primero, el patrimonio cultural es una producción humana
y, por lo tanto, está sujeta a intereses particulares de diferente orden. Segundo, el patrimonio
cultural es significativo para la construcción de la identidad colectiva de una comunidad (Llull
muestra como a partir de la segunda mitad del siglo XX el patrimonio cultural se alinea con la
construcción de un “nosotros” nacional). Tercero, el patrimonio cultural tiene una función de
referencia y de modelo para la misma comunidad (Llull también plantea que estos bienes
culturales no solo contribuyen a la construcción de los sentimientos de identidad nacional, sino
que promueven el desarrollo de las relaciones sociales2).

El “nosotros nacional” en los grabados del Papel Periódico Ilustrado (PPI)


Uno de los elementos central del estudio de Pérez son los grabados aparecidos en el PPI y la
manera como a través de ellos se hacen representaciones de diferentes sectores de la población
colombiana de la época.3 La autora muestra una categoría de grabados incluidos en esta

1
Anderson, Comunidades imaginadas, 23.
2
Llull, Evolución del concepto y de la significación social del patrimonio cultural, 181.
3
Perez_Benavidez, Nosotros y los otros Las representaciones de la nación y sus habitantes, Colombia, 1880-
1910, 73
publicación, los cuales son de personas de sectores populares (artesanos, campesinos, etc.)
ilustradas en ambientes externos y haciendo los oficios y labores propios de su condición, y con
una detallada representación de la naturaleza circundante. Respecto a las descripciones que
acompañan a los grabados la autora menciona que se realizan descripciones de tipo físicas,
morales y sociales, clasificando y valorando la fisonomía, la forma de vestir, las costumbres,
creencias y ocupaciones. A través de las descripciones las personas son diferenciadas por zona
geográfica y por su manera de hablar, vestirse y trabajar. Esta representación de las clases
populares en la publicación, contrasta con las ilustraciones de dirigentes políticos y económicos
del país, quienes son presentados en formato de medio cuerpo y sin mayor detalle sobre el
contexto. Pérez señala que el PPI circulaba a nivel nacional y en círculos internacionales muy
selectos; a partir de esto, se deduce que desde allí se proyectaba la imagen de una nación
claramente estratificada y diferenciada, con clases populares que son expuestas de manera total,
exotizadas, que parecen no tener privacidad y parecen tener sentido solamente en relación con
un contexto externo. Y también una nación con élites reservadas, que son expuestas de manera
parcial y con cierto halo de grandeza e intelectualidad.

El “nosotros nacional” en los cuadros vivos en Galeras (Sucre)


Los cuadros vivos del municipio de Galeras (Sucre) son una expresión artística comunitaria que
consiste en la representación de escenas temáticas por parte de los habitantes del municipio, en
lo que se denomina una “unidad de acción detenida”. 4 En pocas palabras, se trata de una o varias
personas que, valiéndose de una elaborada combinación de elementos de vestuario y
escenografía, recrean estampas de diferentes temáticas. Los cuadros vivos son de dos tipos. Los
cuadros tradicionales, que son los más antiguos y que originalmente se circunscribían a
representación de escenas católicas, eran vistos como herramientas pedagógicas para para el
reforzamiento de la fe. Con los años, los cuadros tradicionales incluyeron la representación de
escenas costumbristas como campesinos cosechando y en faenas del campo. Los cuadros
contemporáneos son más recientes y expresan temáticas contemporáneas (incluyendo crítica
social y política), con recursos técnicos y simbólicos mucho más actuales. A pesar del valor
coyuntural de los cuadros contemporáneos, son los cuadros tradicionales los que generan mayor
interés y atracción entre los miembros de la comunidad local. Actualmente quienes toman el
liderazgo y participan en la creación de los cuadros son las clases populares con una organización
comunitaria entre vecinos. Ahora bien, al revisar las diferentes fotografías y detalles, se
evidencia un interés por los cuadros de contenidos populares con una tendencia mayoritaria de
presentar situaciones de las poblaciones campesinas. Los cuadros de Galeras fueron inscritos en
la lista representativa de patrimonio inmaterial de la nación en 2013, a través de una resolución
que reconoce, entre otros aspectos, que son una manifestación que “da lugar a un proceso vigente
de reconocimiento colectivo” (Ministerio de Cultura, 2013)

4
Jarava. Plan Especial de Salvaguardia de los cuadros vivos de Galeras, Sucre, 9.
Reflexiones a partir de una mirada comparada
Aquí encontramos dos puntos de discusión relacionados con la construcción de un “nosotros
nacional”. Primero, en ambos casos se hace evidente la construcción de un discurso de identidad
nacional a partir del uso de imágenes donde la representación de las clases populares y
campesinas es central. Sin embargo, esta representación parece tener significados distintos. En
el caso del PPI, el “nosotros nacional” se presenta fragmentado, con una estratificación clara
entre los sectores campesinos y populares. En el caso de Galeras, la representación de esas
estampas es exaltada como el punto de confluencia donde se da un “proceso vigente de
reconocimiento colectivo”. Lo que podemos ver es un tránsito desde una representación distante
del “otro campesino y popular” hacia la preocupación por que esa representación no desaparezca.
Segundo, la construcción ha cambiado de manos. La producción del PPI estaba en manos de las
élites, quienes según sus intereses daban énfasis a un tipo particular de representación, con
campesinos y artesanos expuestos y exotizados. En el caso de Galeras, la producción está a cargo
de diferentes sectores del municipio que se preocupan porque ese elemento costumbrista (de
campesinos y artesanos) no desaparezca. Aquí cabe retomar el concepto de subalternidad que,
en términos muy generales, explica que existe una relación de dominación de las élites
económicas sobre grupos o clases oprimidas, y que esa dominación se da a partir de un acceso
diferencial sistemático a los medios de producción (Modonesi, 2012). En el caso del PPI, esa
relación de subalternidad se mantiene, mientras que en Galeras esa relación se modifica a través
de la acción comunitaria.
En conclusión, lo que ambos casos nos muestran es que las imágenes (grabadas o escenificadas)
siguen jugando un papel muy importante en la construcción de un “nosotros nacional”. Sin
embargo, sus dinámicas han cambiado y lo que hace cien años era visto como una descripción
exotizante y peyorativa, hoy ha sido reformulado y se exalta como un referente de procesos
culturales nacionales. También sigue vigente la diferenciación entre “nosotros” y “otros”, pero
con contenidos y significados en permanente cambio.

Bibliografía
Anderson, B. (1993). Comunidades imaginadas Reflexiones sobre el origen y la disfusión del
nacionalismo. Mexico: Fondo de Cultura Económica.
Jarava, S., Iriarte, C., Suárez, L. M., & Muñoz-Casallas, D. (2013). Plan especial de salvaguardia Cuadros
vivos de Galeras, Sucre. Galeras.
Llull_Peñalba, J. (2005). Evolución del concepto y de la significación social del patrimonio cultural. Arte,
Individuo y Sociedad, 175-204.
Ministerio de Cultura. (2013). Resolución 1881 11 Diciembre 2013. Bogota.
Modonesi, M. (2012). Subalternidad. Ciudad de mexico: Conceptos y fenomenos fundamnetales de
nuestro tiempo.
Perez_Benavidez, A. (2015). Nosotros y los otros Las representaciones de la nación y sus habitantes
Colombia 1880-1910. Bogota.
Urrego, M. A. (2015). Mitos Fundacionales, Reforma Politica y Nacion en Colombia. Nómadas, 10-18.

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