Historia.-
Platón da los primeros pasos en este proceso, por el que la justicia va adquiriendo
una progresiva dimensión ética. En la República se ocupa de la justicia como una
virtud especial, que regula y equilibra las otras virtudes. Su concepción parte del
hecho básico de que las personas somos seres esencialmente sociales y, en
consecuencia, existe una analogía entre el individuo y la sociedad: al igual que la
justicia individual es el resultado de un equilibrio entre nuestras tres facultades o
almas vitales (apetitiva y nutritiva, valerosa y racional), también la polis justa
deberá ser el resultado de la unión armónica entre las diferentes partes de la
sociedad: productores, guardianes soldados y guardianes gobernantes. Cada parte,
al igual que cada estamento social, tiene que cumplir su función específica. La
justicia es una virtud, tanto pública como privada, porque mediante esta armonía se
alcanza el máximo bien, tanto de la ciudad como de sus miembros.
El concepto de justicia constituye una de las piezas más básicas y al mismo tiempo
más complejas del lenguaje moral. Esto es así porque con él nos referimos siempre
a nuestra relación con los demás, ya sean personas individuales, grupos, e incluso
el orden social en general. Ahora bien, la justicia no se ocupa de cuáles son estas
relaciones, sino de cuáles deberían ser. En el lenguaje común, el término justicia
arrastra consigo la intuición de que «las personas deben recibir el trato que se
merecen» y, en este sentido, conserva aún todo su vigor la definición de Ulpiano:
«Dar a cada uno lo suyo». Desde el punto de vista individual, según Aranguren, la
virtud de la justicia es el hábito consistente en la voluntad de dar a cada uno lo
suyo. Pero esta voluntad puede ser tanto privada como pública, esto es, puede
referirse tanto a los individuos como al orden social en general. Dependiendo de
qué entendamos por lo suyo, tendremos una concepción u otra de la justicia.
La ley del mas fuerte no solo prevaleció en la selva, ni quedó estática en sus orígenes,
en nuestros tiempos también prevalece, pero desde un punto de vista similar al de
Charle Darwin, porque siempre sobrevivirá el más apto y mejor dotado, no quién tome
la justicia por su propia mano, ni se haga valer de la coacción para someter.
Para mantener la paz entre las ciudades se hizo necesario organizar una justicia entre los
miembros de distintos clanes y es cuando comienza el período de la venganza de la
sangre o de la justicia privada y esa institución que hoy parecería bárbara fue un gran
avance
Se dice que es privada por el hecho de que está en manos de la parte privada, es decir de
la víctima y su familia que son quienes la realizan.
Aunque pueda parecer hoy una barbarie la ley del Talión limitó el derecho de venganza.
Esta institución se afirma que se le encontró escrita en el código de Hamurabi en 1927 a
2,000 años antes de Cristo y con mayor desarrollo y perfección en algunas legislaciones
antiguas como la Hebrea, la romana y la griega.
También en el libro de Exodo que establece la ley mosáica (ojo por ojo, diente por
diente). Su aplicación creó en pero graves conflictos pues no siempre fue posible hacer
sufrir al agente tal pena por tal delito sobre todo en algunos delitos de las cilias (morbo)
en circunstancias especiales como por ejemplo que el victimario sacara un ojo a un
tuerto o cortara un brazo a un manco.
Se piensa que fueron escritas entre los años 451 y 450 a.C. (siglo v a.C) por 10
legisladores llamados decemviros. Esta palabra proviene del latin decem, que significa
10 y vir que significa varón. Estos hombres recibieron poderes ilimitados que le
permitieron realizar esta tarea.
En filosofía:
Concepto: JUSTICIA (lat. justitia): Para Platón: virtud general del alma o armonía entre
sus partes (vid. CLASE). Para Aristóteles: virtud cardinal que nos inclina a dar a cada
uno lo suyo.1
El concepto filosófico.-
1
En : http://www.filosofia.net/materiales/rec/glosari2.htm#j
De estas y otras simples definiciones clásicas, con excepción de la doctrina de
santo Tomás considerada en su conjunto, puede decirse en general que
manifiestan una justicia demasiado objetivista, cosificada, cuantificada o
matemática = `dar a cada uno lo suyo"-, como si se tratase sólo de los bienes
exteriores que no tienen nada que ver con el sujeto agente, ni con su conciencia,
m con la intención subjetiva, como si no hubiera que tomar en consideración para
nada la persona del agente y la persona a la que se da lo suyo. Pero esta justicia,
que se limita a lo debido material o cuantificativo, no es capaz de captar la
profundidad personal del derecho; se trata de una justicia mínima, externa, que
puede incluso resultar inhumana, y por tanto una `justicia injusta".
b) Toda cualidad ética es de un sujeto agente, y no de una cosa debida. Esto hace
que lo formalmente justo según una ley o según una convención puede que no sea
justo en nombre de la dignidad del hombre. Un salario, una satisfacción de las
obligaciones de la justicia conmutativa, una distribución burocrática y formal,
todas estas y otras formas de justicia objetiva externa pueden ser "justas" ad
rigorem litterae, pero no ad dignitatem personae, ya que el sujeto agente está
fuera de fuego.
Pero la justicia es también una virtud. Es el hábito de atribuir a cada uno "su"
derecho, mientras que el pecado consiste en no dar a cada uno "su" derecho. Mas
para ser justos se necesita la actitud positiva constante (habitus), o sea, la virtud, y
no solamente un acto aislado o esporádico. Sin embargo, la justicia es una virtud
muy particular.
Para Platón una virtud humana tiene dos niveles: social, en cuanto que, al dar a
cada uno lo suyo, procura mantener en su propio orden las clases sociales
(gobernantes, guerreros, artesanos); y personal, en cuanto que hace que quede a
salvo el orden en relación con las tres "animas" (concupiscible, irascible,
racional) que, según él, constituyen el ser humano.
La tercera forma pone de relieve los derechos y los deberes de los ciudadanos del
Estado o de la sociedad y ordena las relaciones entre la sociedad y sus miembros,
haciéndolo a través de los que garantizan el bien común. Lleva el nombre de
justicia distributiva, proporcional, "geométrica", "de arriba abajo".
Para santo Tomás, "la justicia es el hábito gracias al cual una persona da a cada
uno lo que le corresponde de derecho con voluntad constante y duradera" (S. Th.
II-II, 58-1). En teología, ocupa un lugar entre las cuatro virtudes cardinales:
prudencia, justicia, fortaleza y templanza. Observamos que para Aristóteles la
justicia (dikaiosyne) forma parte de las virtudes "cardinales", junto con la
prudencia (phronésis), la sabiduría (sophía), la templanza (sophrosyne) y la
fortaleza (andreia) (Et. Nicom. I, 3). Por tanto, es una virtud moral; más aún,
tiene la primacía, en cuanto que las otras virtudes atañen al bien del individuo en
sí mismo, mientras que la justicia mira al bien común, que trasciende el bien
individual. La justicia-valor y virtud establece la igualdad entre las partes, la
reciprocidad entre el derecho y el deber, la paridad entre las personas, el
equilibrio entre los objetivos.
Sentido Jurídico.-
Comienzos.-
Esta postulado (suumcuiquetribuere), junto con otros dos (honeste vivere -vivir
honestamente- y alterum non laedere -no dañar a los demás-) constituía para
los juristas romanos el fin esencial del derecho. Naturalmente, en toda esta
concepción subyace la impresión de las fronteras entre norma jurídica (ius),
norma moral (boni mores) y norma religiosa (fas), problema que afectará para
siempre al concepto de justicia. Sin embargo, el legado de Roma a este respecto
fue decisivo: vinculó las ideas de derecho y de justicia y trazó una definición de
ésta (dar a cada uno de lo suyo) que ha prevalecido sustancialmente a lo largo de
los siglos.
El pensamiento cristiano abordó la cuestión de la justicia, aunque en
la Biblia dicho concepto se refiere, en general, a la fidelidad del hombre a la
Alianza y, en definitiva, a la santidad.
Todo ello no ha sido obstáculo para que dicho pensamiento haya estudiado y
ensalzado la importancia esencial de la justicia en el sentido que aquí nos interesa,
y ello desde los puntos de vista teológico -como virtud-, filosófico yjurídico.
Supremo ideal que consiste en la voluntad firme y constante de dar a cada uno lo
suyo, según el pensamiento y casi las palabras de Justiniano: "Constans et
perpetua voluntasjussuuincuiquetribuendi". Conjunto de todas las virtudes. Recto
proceder conforme a derecho y razón. El mismo derecho y la propia razón, en su
generalidad. Equidad. El Poder judicial. Tribunal, magistrado o juez que
administra justicia; es decir, que resuelve litigios entre partes o falla acerca de la
culpa o inocencia de un acusado. Pena, castigo o fallo acerca de la culpa
o inocencia de un acusado. Pena, castigo o sanción. En lenguaje poco
técnico, pena de muerte; y de ahí el verbo ajusticiar, que sí constituye tecnicismo.
ant. Alguacil. ATRIBUTIVA. La que concede por voluntad, gratitud, humanidad
o complacencia, más que por deber, razón o necesidad. (V. JUSTICIA
DISTRIBUTIVA Y EXPLETIVA.) CIVIL. Hábito de atemperar la conducta a la
ley. | Jurisdicción civil u ordinaria. CONMUTATIVA. La que observa la igualdad
contractual y la de toda especie, sin acepción de personas. (V. JUSTICIA
ATRIBUTIVA y DISTRIBUTIVA) | DE SANGRE. Y. MERO IMPERIO.
DISTRIBUTIVA. La que premia o castiga, con igualdad de criterio, según
el mérito o demérito de las personas. (V. JUSTICIA ATRIBUTIVA y
CONMUTATIVA.) EXPLETIVA. La que da a cada cual lo que por ley
o derecho se le debe. (V. JUSTICIA ATRIBUTIVA.) SOCIAL. Expresión tan
divulgada como imprecisa, y habitual ya desde fines del siglo XIX. Para los
partidos revolucionarios, por justicia social se entiende la implantación de
sistemas socialistas o comunistas más o menos audaces; para los enemigos de
estas tendencias, pero temerosos de la fuerza popular, por justicia social se acepta
toda concesión mínima que halague a las masas sin comprometer gravemente
el statu quo económico y de clases; para el liberalismo sincero o progresivo, la
justicia social se condensa en el intervencionismo de Estado, tendencia propensa
al reconocimiento de ciertas reivindicaciones de los trabajadores, pero sin
destrucción de las bases capitalistas de la sociedad burguesa.
La justicia (del latín, iustitia) es la concepción que cada época y civilización tiene
acerca del sentido de sus normas jurídicas. Es un valor determinado como bien común
por la sociedad. Nació de la necesidad de mantener la armonía entre sus integrantes. Es
el conjunto de reglas y normas que establecen un marco adecuado para las relaciones
entre personas e instituciones, autorizando, prohibiendo y permitiendo acciones
específicas en la interacción de individuos e instituciones.
Concepto de justicia.-
Iustitia est constans et perpetua voluntas ius suum cuique tribuendi; "La justicia es la
constante y perpetua voluntad de dar (conceder) a cada uno su derecho". Los derechos
son: "honeste vivere,alterum non laedere et suum quique tribuere"... "vive
honestamente, no hagas daño a nadie y da a cada uno lo suyo".
La Justicia es para mí aquello cuya protección puede florecer la ciencia, y junto con la
ciencia, la verdad y la sinceridad. Es la Justicia de la libertad, la justicia de la paz, la
justicia de la democracia, la justicia de la tolerancia.
Hans Kelsen.-
Otro nivel de análisis lo constituye el hecho de entender la justicia como valor y fin del
Derecho (más que como virtud subjetiva) al que podemos conceptuar juntamente con
Norberto Bobbio como "aquel conjunto de valores, bienes o intereses para cuya
protección o incremento los hombres recurren a esa técnica de convivencia a la que
llamamos Derecho". Ahora bien en cuanto al bien jurídico tutelado por el Derecho, o
sea, el conjunto de condiciones protegidas por las normas jurídicas, se puede considerar
desde una perspectiva absoluta iusnaturalista dentro de la cual todo derecho es justo y si
no es justo no es derecho. Pero desde una óptica iuspositivista el Derecho es condición
sine qua non de la justicia y a la vez, esta es una medida de valoración del derecho, por
lo que podemos decir que un derecho positivo determinado puede ser "justo o injusto"
de acuerdo con un ideal subjetivo de Justicia.
Todas las virtudes están comprendidas en la Justicia. En definitiva, la verdadera Justicia
es el arte de dar a cada uno lo suyo, o bien, hacer a un individuo dar lo suyo a otro, ello
con base en los principios de la ciencia del Derecho, lo cual debe hacerse sin
discriminar ni mostrar preferencia alguna por nadie, toda vez que las personas deben ser
tratadas por igual para, poder estar en condiciones de aplicar la Justicia a plenitud.
John Rawls.-
Al referirse a Kant, Rawls afirma que éste ha sostenido que una persona actúa
autónomamente cuando los principios de su acción son elegidos por ella como la
expresión más adecuada posible de su naturaleza de ser racional libre e igual. Los
principios básicos con los cuales actúa no son adoptados a causa de su posición social o
de sus dotes naturales, o en función del particular tipo de sociedad en la cual vive, o de
aquello que él quiere tener. Actuar en base a estos principios significaría actuar de
manera heterónoma. El velo de ignorancia priva a la persona, en la posición originaria,
de los conocimientos que la pondrían en condiciones de elegir principios heterónomos.
Las partes llegan juntas a su elección, en cuanto personas racionales libres e iguales,
conociendo solamente aquellas circunstancias que hacen surgir la necesidad de
principios de justicia.
Platón: La Justicia como armonía social. En su libro La República, Platón propone para
la organización de su ciudad ideal, a través del diálogo de Sócrates, que los gobernantes
de esta ciudad se transformen en los individuos más justos y sabios, o sea en filósofos, o
bien, que los individuos más justos y sabios de la comunidad, es decir, los filósofos, se
transformen en sus gobernantes.
Aristóteles: La Justicia como igualdad proporcional: Dar a cada uno lo que es suyo, o lo
que le corresponde. Dice que lo que le corresponde a cada ciudadano tiene que estar en
proporción con su contribución a la sociedad, sus necesidades y sus méritos personales.
Santo Tomás de Aquino: La Ley Natural. Dice que los ciudadanos han de tener los
derechos naturales, que son los que Dios les da. Estos derechos son más tarde llamados
Los Derechos Humanos.
Para los utilitaristas las instituciones públicas se componen de una forma justa cuando
consiguen maximizar la utilidad agregada(en el sentido de felicidad) . Según esta teoría,
lo justo es lo que beneficia al mayor número de personas a la vez.
Justicia distributiva.-
La justicia según el mérito, sostiene que aquellos que más contribuyen a la producción
de bienes y riqueza deben tener también una mayor proporción de los mismos.
Representación de la justicia.-
La justicia se representa con una mujer que lleva los ojos vendados, una balanza en una
mano y una espada en la otra. Los ojos vendados pretenden destacar que la justicia no
mira a las personas, sino los hechos, es decir, que la justicia es igual para todos. La
balanza representa el juicio que determinará poniendo a cada lado de la balanza los
argumentos y pruebas de cada lado. La espada expresa que la justicia castigará con
mano dura a los culpables.
Bibliografía.:
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LÓPEZ ARANGUREN J. L., Ética, Alianza, Madrid 1990; MARTÍNEZ
NAVARRO E., Justicia, en CORTINA A. (ed.), Diez conceptos claves en ética,
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