Pensar en la evaluación desde sus derroteros paradigmáticos remite a dar dos pasos
atrás y pensar en las disciplinas que le dieron orden; la matética, como disciplina
dedicada a la evaluación, emerge de dos disciplinas interrelacionadas una con la otra:
en el momento inmediato, de la didáctica como forma de enseñanza y, en relación
conductual, con el aprendizaje; por otra parte y dando dos pasos más atrás, antes de
que la didáctica se constituyera en disciplina, la pedagogía como ciencia de la
educación.
Considerar ambos momentos, didáctico y pedagógico, obliga a esbozar el recorrido
teórico desde lo “más antiguo” a lo “menos antiguo”, en otras palabras, aproximar una
visión de la pedagogía como ciencia que se ocupa de la educación de los seres
humanos y, que en orden distópico, ha orbitado alrededor de diferentes campos de
saber como el filosófico, el sociológico, el económico, hasta llegar a la estructuración de
la pedagogía como ciencia y disciplina.
Es decir, los sofistas, a pesar de todas las críticas que han emergido a propósito de su
discurrir, sentaron las bases de la profesión docente; ello, criticado luego por Platón,
quién manifestó categóricamente su “educación para la vida”, hizo emerger otra
posibilidad en la formación que, en el transcurrir del tiempo, puede considerarse pionera
de la pedagogía como ciencia. Educar para la vida sustentaba la acción consciente de
individuos que “sabían para que estaban formándose” y en ello, la polis era el espectro
ideal de la formación (Ramírez Hernández, 2014).
Fueron necesarias varias revoluciones científicas, al decir de Kuhn (2004), para que se
asumiera la educación como luz de las gentes; estando en el período ilustrado y desde
la preocupación por compilar todo el conocimiento existente hasta esa época, emerge
el pensamiento filosófico contractual, como el del liberal Jean Jacobo Rousseau, quién
elabora una obra que sigue siendo de culto, a pesar de los preceptos misóginos y
excluyentes que ostente, a la luz de la contemporaneidad.
La primera de dichas tradiciones estaba pensada como una educación para la sociedad
estadounidense, capitalista y serial, basada en los preceptos de la lógica protestante
weberiana como sustento del éxito, cuya aspiración fundamental era el éxito individual
por sobre todas las cosas. En dicho simplismo, se plantea de forma irresponsable, la
síntesis del pensamiento de Dewey que se nutre de diversas tradiciones filosóficas y
que impacta el pensamiento pedagógico de todo el siglo XX y parte del XXI (Westbrook,
1993).
La pedagogía así, presenta una serie de momentos, entre los que cabe destacarse: la
inicial preocupación del para qué educarse, propia de los sofistas, de Platón y de la
filosofía medieval; posterior a ello, con Comenio emerge la preocupación por el cómo
educarse desde el ámbito de la generalidad social que se consideraba ideal para todos
los seres humanos. En otro momento, se mantiene la pregunta por el cómo educarse
articulado a la pregunta de ¿para qué sociedad?, en ello, Dewey y Makarenko sentaron
las bases de sistemas educativos que se manifestarían como antagónicos en la
posguerra.
CONCLUSIONES
Partir del intento de relacionar la pedagogía con el análisis político de los modelos
referidos es una empresa osada que demanda, además del carácter documental de sus
líneas generales y la síntesis de los mismos, la interpretación a propósito de ellos; dicha
interpretación remite a establecer que existe una intención en procurarle a la pedagogía
un carácter transparente y objetivo que le desvincula del contexto en que se desarrolla.
Las fuentes a partir de las que se realizó este texto evidencian y connotan un sentido
completamente diferente: los pedagogos y pensadores sobre la educación han
ostentado un punto de vista político que, en ocasiones, ha sido invisibilizado para la
posteridad. Dicha negación del carácter político de la ciencia de la educación en cada
uno de sus momentos evolutivos, va en detrimento de la riqueza del discurso
pedagógico que se ocupa, más allá de enunciados pretendidamente objetivos, de la
mejoría de la condición humana en su entorno inmediato.
BIBLIOGRAFÍA
Trabajos citados
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Ramírez Hernández, I. E. (2014). El pensamiento educativo de los sofistas. Filosofía UIS (13)(1), 59-72.
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