Las antiguas civilizaciones de cierto modo diseñaron métodos, técnicas que les
permitían llevar a cabo un control sobre sus cultivos, su ganado, el
almacenamiento y transporte de las cosechas, etc. La efectividad de estos
métodos fue tal que con el transcurrir de los años otras áreas los fueron
adoptando (y a la vez mejorando y creando otros) para llevar a cabo sus
actividades. Estos métodos fueron tomando mayor importancia a medida que los
talleres artesanales dieron paso a los grandes complejos industriales que
surgieron con el advenimiento de la Revolución Industrial. Desde entonces, las
empresas tanto manufactureras como de servicios se han visto en la necesidad de
satisfacer los requerimientos de sus clientes, de brindarles producto o servicio que
cubra las necesidades de los clientes y además, que este producto o servicio
satisfaga sus expectativas, sea de calidad.
Hoy día, encontramos que la mejor forma de que una organización logre
esto es a través de la implementación de los Sistemas de Gestión de la Calidad
(SGC), los cuales contienen normas y estándares internacionales para hacer
cumplir los requisitos de calidad que una empresa requiere para satisfacer los
requerimientos acordados con sus clientes a través de una mejora continua, de
una manera ordenada y sistemática.
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Actualmente, podríamos decir que la mayoría de las empresas u
organizaciones implementan algún SGC certificable para garantizar a sus clientes
la mejora continua de sus productos o servicios. Tal es el caso de la empresa textil
peruana CREDITEX, quien debido a su alto posicionamiento en el mercado de la
industria textil, consideró obligatorio implantar un SGC para fortalecer su sistema
de calidad.
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Ya que con un personal con altos niveles de capacitación las empresas u
organizaciones pueden desarrollar procesos y productos de calidad que le den un
posicionamiento o reconocimiento en el mercado. No obstante, en la mayoría de
los casos esto solo es posible cuando los altos directivos se deciden a
implementar los Sistemas de Gestión de la Calidad, pero no solo implementarlos,
sino también obtener la certificación de éstos para lograr una mejora continua.