AL RESCATE DEL HOMBRE Y LA MUJER DE LA VIGILANCIA POLICIAL,

ESENCIA DE LA PROFESIÓN Y OLVIDO DE QUIENES SE ESPECIALIZAN

Por Héctor Alfredo Amaya Cristancho

Policía
Elaborado en Bogotá D.C. el 5 de abril de 2019

“Servir y proteger los derechos y los bienes de los ciudadanos es la misión de los policías,
servir y proteger los derechos y los bienes de los policías es la misión de los jefes de
policía”.
Reflexión en la conferencia anual de la Asociación Internacional de Jefes
de Policía en 2016

Durante las visitas que realizo a diferentes Unidades de Reacción

Inmediata –URI– de la Fiscalía General de la Nación en Colombia, he
observado como los hombres y mujeres de la vigilancia policial que
llegan a este lugar con el fin de dejar a disposición personas capturadas,
bienes incautados o acompañando a las víctimas para que les sean
garantizados sus derechos, en especial el de acceso a la justicia, reciben
en la mayoría de las veces peor trato que el de los criminales a los
cuales acaban de capturar. La paradoja es que todos, incluso los que
violan la ley penal disponen de un juez de control de garantías, para
protegerles sus derechos, excepto los profesionales de la vigilancia
policial, estos si que son menospreciados. Entonces, ¿quién sirve y
protege a los profesionales de la vigilancia policial en estos lugares si allí
reciben cuestionamientos de sus propios compañeros de investigación
criminal, de los funcionarios de la rama judicial, y hasta de los mismos
delincuentes e incluso de las víctimas ?, todos dispuestos a increparles y
exigirles, pero muy pocos a ayudarlos, orientarlos o facilitarles su
trabajo.

Estos lugares cada vez con mejores condiciones para todos los otros
seres humanos que allí llegan, no es incluyente con los profesionales de
la vigilancia policial. Hay zonas y recursos para los capturados, las
víctimas, los investigadores, los fiscales y hasta los defensores. Para el
hombre y mujer de la vigilancia policial solo requisitos como los de la
ilustración 1, exigencias y recriminaciones.

Ilustración 1. Requisitos para generar el

reporte de inicio en la URI.
 Estos seres humanos, los profesionales de la
vigilancia policial, que creyendo en la justicia
asumieron riesgos físicos y legales, llegan a
culminar su trabajo en un lugar hostil, en el
que no tienen un espacio, una silla, una
computadora, una impresora, y no pueden,
en muchas ocasiones, tan siquiera usar los
servicios sanitarios. Todo lo que se les exige
lo deben asumir a su costo (fotocopias,
fotografías, elementos para asegurar
evidencia, inclusive deben procurar –a su
costo de su propio pecunio– los alimentos de
la persona a quien privó de la libertad). Al
indagar con varios de ellos, dicen que
durante el tiempo que deben hacer los
trámites en estos lugares e interactuar con todos los que les recriminan,
piensan si fue una buena decisión para su dignidad, tiempo y
presupuesto, haber tomado la decisión de llevar el caso a este lugar.

Al revisar la lista de la ilustración 1 – violando técnicas narrativas, en

mayúsculas sostenidas o sea gritando- me cuestiono, quién la construyó
y cuántas más existirán quizás con más requisitos; cuántos jefes de
policía1 la conocen o la han aprobado o la exigen sin reflexionar, por
ejemplo, para qué se les exige una “fotocopia de la cédula de ciudadanía
del capturado”, si lo primero que se enseña a un perito en documentos
es que no se hacen estudios sobre fotocopias. “Una fotografía del E.M.P
(traerla impresa)” ¿Quién tiene las cámaras y las impresoras a color en
el lugar? ¿Acaso los expertos en manejo de evidencia no son los
investigadores criminales? “Epicrisis en caso de lesiones”, este es un
trabajo de los investigadores criminales, no de los policiales de la
vigilancia pública y con lo que resulta cómodo pedir epicrisis de atención
médica en horas de la madrugada en un hospital sin recursos ni personal
y un dato protegido por el habeas data como privado. Y lo más
preocupante ¿Quién paga estos costos hoy?

Los funcionarios con puesto de trabajo en la URI olvidan, que este es el

usuario más importante en el lugar, que quien acaba de llegar viene de
afuera, de las calles donde estuvo todo el día, o la noche, expuesto al
sol, la lluvia, el calor y el frío; la vigilancia policial, la mayoría de las
veces en una motocicleta o a pie, y llega a una Oficina del Estado donde

1 Se usa el concepto de jefe de policía porque es la expresión más pertinente en la profesión policial para
referirse a quien en Colombia según el régimen jurídico se conoce como Comandante de Policía. No se
inobserva lo preceptuado en la ley 62 de 1993 según la cual el jefe de policía es el presidente de la república,
gobernadores y alcaldes. No entiendo la relación o lo que desea expresar por inobservancia o
incumplimiento para definir el concepto de Jefe de Policía
no le permiten, como a ellos, tener un escritorio y un locker o casillero
dónde guardar los elementos que requiere para poder entregarle a la
justicia lo que ella le pide como casi una tarifa legal para atenderlo.

Investigadores criminales no olviden

que este es un papel especializado de
la profesión policial, que debe implicar
solidaridad y reconocimiento por el
profesional que se desempeña en la
vigilancia policial, que es quien
encarna la esencia de la profesión.
Ilustración 2. Requisito para recibir los casos. Cuando tu compañero llegue a la URI
se hospitalario con él y cumple con tu
función. Asesóralo y acompáñalo en la redacción de sus informes, tú has
tenido mayor oportunidad de tener lecciones aprendidas y buenas
prácticas que le resultarán útiles.

Debes tener en cuenta que los casos de flagrancia son en la gran

mayoría, los pocos que tiene vocación de éxito para presentar resultados
de la justicia en nuestro país. Si haces los actos urgentes con diligencia,
no permitirás que los delincuentes burlen a la comunidad. Si el
integrante de patrulla logra hacer su parte bien, pronto puede regresar a
seguir vigilando a la comunidad, donde seguramente están tus
familiares y amigos.

Jefe de policía visita estos lugares y gestiona el

espacio y los recursos que requieren tus
hombres y mujeres de la vigilancia policial, que
te están dando resultados, que son a quienes la
comunidad espera para su protección, ten
acciones decididas como líder para servir y
proteger a tus hombres y mujeres policías;
gánate el respeto y el reconocimiento de ellos,
tus subalternos, colegas y amigos.

Tus acciones en defensa de sus derechos serán

definitivas, para obtener los recursos que
necesitan para cumplir de forma digna con sus
deberes y obligaciones profesionales, que redunden en el respaldo de
cada uno de ellos y de la misma institución.