comunes en la formación de
pozos
junio 24, 2017
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1. Daño en la Perforación
La fuente más común de daño a la formación en pozos es durante el
proceso de perforación. El daño a pozo resulta de la invasión de la
formación de partículas y filtrado del fluido de perforación. El daño de
causado por las partículas del lodo de perforación es considerado uno de
los más severos. La depositación de partículas de lodo de perforación
alrededor del hoyo puede reducir severamente la permeabilidad en esta
crítica región; afortunadamente, sin embargo, la profundidad de invasión
de la partícula es generalmente pequeña, en un rango tan pequeño
como 1 pulgada y tan profundas como 1 pie.
Para minimizar este daño, las partículas del lodo de perforación deben
ser más grandes que los poros de la formación, sugiriéndose que el lodo
debe tener un 5% vol. de partículas de lodo con un diámetro mayor a
1/3 del tamaño del poro, para prevenir una significativa invasión de lodo
en la formación. Ya sea pequeña la invasión de partículas de lodo dentro
de la formación, es frecuentemente reversible el daño a la formación,
realizando cañoneos especiales y/o estimulaciones.
El filtrado del lodo de perforación puede invadir la formación mucho más
profundo que las partículas del lodo, con profundidades de invasión que
van desde 1 – 6 pies. Como el filtrado entra a la formación, el revoque
del lodo de perforación empieza a formarse en la cara de la arena, que
ayuda a disminuir el filtrado de lodo. Sin embargo, el revoque del lodo
empieza a ser erosionado por los esfuerzos de cizallamiento del lodo de
perforación. La tasa dinámica de filtrado para este balance entre el
revoque del lodo de perforación y la erosión viene dada por la siguiente
expresión:
2. Daño en la Completación
Los daños en la formación durante la completación de un pozo pueden
ser causados por la invasión de los fluidos de completación dentro de la
formación, por la cementación y el cañoneo, o por la aplicación de las
distintas técnicas de estimulación. El propósito primario del fluido de
completación es contener la alta presión en el fondo del pozo con
respecto a la presión del reservorio (sobrebalance), los fluidos de
completación son forzados hacia la formación. Así, si los fluidos de
completación contienen sólidos o químicos que pueden ser incompatibles
con la formación, el daño causado puede ser similar al daño causado por
el lodo de perforación. Es muy importante que los fluidos de
completación sean bien filtrados, para prevenir la inyección de sólidos
dentro de la formación. Es recomendado que los fluidos de completación
no contengan más de 2 ppm de sólidos con un tamaño menor de 2
micrones.
Los filtrados de cemento son otros de los potenciales fluidos que pueden
ocasionar serios daños, cuando éstos entran a la formación. Los filtrados
de cemento generalmente contienen una alta concentración de iones de
calcio, por lo que daños por precipitación pueden ocurrir. Sin embargo,
el pequeño volumen de los filtrados de cemento limitan este daño a una
zona muy cercana del pozo.
El cañoneo es una inevitable consecuencia de la trituración de la
formación en la inmediata vecindad de los perforados. Este daño es
minimizado realizando cañoneo bajo balance, esto es, cuando la presión
hidrostática es menor que la presión de la formación. Reglas generales
sobre el bajo balance requerido en zonas de gas y petróleo se pueden
observar en las Figuras 1 y 2. El sobre balance mínimo requerido para
una permeabilidad de formación dada puede ser leída de la tendencia de
la correlación trazadas en las mencionadas figuras.
Figura 4. Pequeñas
microfracturas de los perforados creadas por extremo sobre balance.