No obstante, esa finalidad de ser únicamente el vehículo de las noticias que más le podían
interesar a una comunidad determinada fue tan solo al comienzo, porque hoy en día, los
diarios, ofrecen un abanico de posibilidades mucho más amplio que el de ser simples
presentadores de noticias aglutinadas en las tradicionales secciones en las que fueron
divididos para que el lector encuentre más fácilmente el tema de su interés (política,
economía, espectáculos, deportes, internacionales, cultura, humor), también ofrecen otros
servicios al lector como ser: espacios para encontrar empleos, viviendas, concursos que
prometen sacarte de la pobreza, alguna que otra vez, cuando quieren recuperar terreno
perdido o atraer alguna ganancia extraordinaria que no devenga de su tradicional ingreso
económico, como lo es la publicidad, hasta traen entre sus páginas algún regalito adicional
para leer o escuchar.
En tanto, lo que a pesar del paso del tiempo se ha mantenido e incluso se ha marcado más, es
la tendencia que el diario decide asumir. Están los de corte más popular, a veces conocidos
como prensa amarilla por su tratamiento más exacerbado y espectacular de la noticia, o
aquellos que detentan un estilo más clásico y sobrio a la hora de la comunicación de los
hechos.
La principal diferencia con los otros medios de comunicación (radio y tevé), es que más allá de
que en la actualidad se los haga más interesantes oral y visualmente, el diario, sigue siendo el
mejor medio para la reflexión y el análisis de los temas de la actualidad, ya que no está tan
“contaminado”, ni depende tanto de la instantaneidad como la tele y la radio.
Por otra parte, un diario es un periódico que se publica todos los días. Se trata de una
publicación impresa que presenta noticias y cuyas funciones principales son informar, formar y
entretener.
Los diarios publican crónicas, reportajes, artículos de opinión, información bursátil, datos
sobre el clima, programación de espectáculos, tiras cómicas y distintos pasatiempos. Por lo
general, ciertos días de la semana incluyen suplementos especiales que tratan sobre temas
específicos.
Muchos son los medios de comunicación que existen en todo el mundo, no obstante, hay
algunos que son especialmente importantes y significativos como sería el caso, por ejemplo,
del “Bild” de Alemania que cuenta con unos cinco millones de ejemplares, el “Sun” de
Inglaterra, el “Daily Mail” también de Inglaterra, el “Clarín” de Argentina, “El País” de España o
algunos de Estados Unidos como el “Wall Street Journal”, el “USA Today”, el “Washington
Post” o el “New York Times”.
Los diarios se mantienen gracias al precio por ejemplar que pagan los lectores, a las
suscripciones (hay personas que solicitan el envío del periódico a domicilio) y a la publicidad.
La prensa gratuita, que no tiene costo para el lector, se mantiene sólo con los ingresos
publicitarios.
Cabe destacar que hay diarios que se consideran independientes, pero muchos otros admiten
defender distintas corrientes ideológicas o económicas. Incluso existen diarios que son el
órgano oficial de difusión de partidos políticos o la voz de algún gobierno.
De la misma forma también podemos destacar otras obras que se plantean como documentos
privados. Este sería el caso del trabajo que Valerie Tasso publicó bajo el título “Diario de una
ninfómana”. En él se nos acerca a la figura de una mujer francesa de buena posición social que
llegará a verse trabajando como prostituta de lujo.
Las relaciones sexuales que mantendrá a lo largo de su vida o el hombre con el que vive y que
la maltrata psicológicamente son algunos de los pilares de esta narración.
Por otra parte, un diario personal o diario íntimo es un subgénero de la autobiografía. En estos
diarios, el autor escribe sus pensamientos o actividades para una lectura posterior y, por lo
general, privada. También constituyen un espacio para expresar sentimientos a modo de
catarsis.
En la actualidad, para comprar y leer las noticias de un periódico, solo es necesario que salgas
a la calle y te acerques a un quiosco. O aún más fácil, puedes leer la prensa digital a través de
Internet. Pero no siempre ha sido tan sencillo. Pero hace muchos años, esto era mucho más
complejo.
Para la elaboración de una publicación periódica (ya sea mensual, semanal o diaria), es
necesario el trabajo y la colaboración de muchos periodistas y profesionales.
Cerca del año 59 antes de Cristo, en los tiempos en que Julio César (100 a.C – 44 a.C) era
cónsul romano, se colocaban periódicamente en el foro la denominada Acta Diurna. En ella se
informaba a los ciudadanos sobre todas las cosas de interés que habían ocurrido o de las que
iban a suceder en poco tiempo. Por otro lado, los chinos en el siglo VII, ya propagaban
regularmente una especie de manuscritos en papel con noticias consideradas de interés
público y general. Puedes ver la historia del papel para obtener más información.
Del mismo modo, ya en la Edad Media europea, se empleaban dos medios de comunicación
diferentes. Aunque el primero de los dos que vamos a definir era el más empleado:
En la mayoría de las ciudades tenían pregoneros que ponían a los vecinos al corriente de
cuanto se estimaba debía saberse. Era una especie de emisión oral periódica de boletines de
noticias en verso para facilitar ser recordados por el pregonero
El otro sistema era la utilización de carteles para hacer saber disposiciones y leyes a sus
súbditos y ciudadanos. Pero en 1440 Johannes Gutemberg inventó la prensa de imprenta
moderna. Un artilugio que permitía realizar rápidamente muchas copias de un escrito. Esto
facilitaría que el periódico como medio de comunicación de masas pudiera aparecer unos años
más tarde.
Quién inventó el periódico
Se puede considerar que el primer periódico o la primera publicación periodística impresa tuvo
lugar en Viena en el año 1529. Era una hoja de noticias (también llamados “mercurios”) en la
que se solicitaba a los ciudadanos ayuda para poder enfrentarse y derrotar a los turcos, que
peligrosamente estaban acechando las puertas de la ciudad imperial. Más tarde, en 1580 se
publicó el primer periódico o diario tal y como lo entendemos en la actualidad. Era el
Mercurius Gallobelgicus, que vio la luz en la ciudad alemana de Colonia bajo los auspicios de
Michael van Isselt (1530- 1597).