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Revista Latinoamericana de Seguridad Ciudadana

Departamento de Asuntos Públicos - FLACSO Sede Ecuador


ISSN: 1390-3691 · DICIEMBRE 2012 · No. 12

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Revista Latinoamericana de Seguridad Ciudadana
Departamento de Asuntos Públicos - FLACSO Sede Ecuador
ISSN: 1390-3691 · DICIEMBRE 2012 · No. 12

Presentación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7-10

Investigación

¿Militarización sin militares? Los gendarmes en las calles argentinas


durante los gobiernos kirchneristas (2003-2012) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13-24
Facundo Salles Kobilanski

La seguridad ciudadana en Bolivia: ¿hay espacio para las Fuerzas Armadas? . . . . . . . . . . . 25-40
José Rocabado Sánchez

Seguridad democrática y militarización en Colombia:


más allá del conflicto armado. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41-56
Aurora Moreno Torres

Ecuador: entre la seguridad y la inconstitucionalidad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57-70


Patricio Haro Ayerve

Militarización de la seguridad pública en El Salvador 1992-2012. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71-82


Edgardo Amaya Cóbar

Desafíos institucionales de la colaboración policial – militar:


el Triángulo Norte . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83-96
Liza Zúñiga Collado

La impronta legal de la participación de las Fuerzas Armadas en la seguridad pública:


el caso de la lucha contra el narcotráfico en América del Sur. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97-109
Emilse Calderón Grosso
Artículo

Frente a la violencia: las movilizaciones ciudadanas en México. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 113-124


Pascale Naveau / Geoffrey Pleyers

Comparativo

El involucramiento de las Fuerzas Armadas en actividades


de seguridad en las Américas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 127-140
Luiz Octavio Coimbra

Entrevista

“La militarización de la seguridad ciudadana: una tendencia regional”


Entrevista con Marcos Moloeznik. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 143-146
Por Jenny Pontón Cevallos

Reseña

Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) (2008). Construyendo roles.


Democracia y Fuerzas Armadas. Buenos Aires: CELS.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 149-151
María Fernanda Proaño Cortez

Arturo Alvarado y Mónica Serrano (coordinadores) (2010).


Los grandes problemas de México. Seguridad nacional y seguridad interior.
México D.F.: El Colegio de México.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 152-155
Martin Scarpacci Ziandalazini

José Raúl Perales (editor) (2008). Reforma de las Fuerzas Armadas en


América Latina y el impacto de las amenazas irregulares.
Washington: Woodrow Wilson International Center for Scholars.. . . . . . . . . . . . . . . . . . 156-160
Diego Maldonado Dávila

Política editorial. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 161-163


Revista Latinoamericana de Seguridad Ciudadana
Departamento de Asuntos Públicos - FLACSO Sede Ecuador
ISSN: 1390-3691 · DICIEMBRE 2012 · No. 12

Presentation. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7-10

Research

Militarization without soldiers? Gendarmes on Argentinean streets during


the Kirchner administrations (2003-2012). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13-24
Facundo Salles Kobilanski

Citizen security in Bolivia: ¿Is there space for the military?. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25-40
José Rocabado Sánchez

Democratic security and militarization in Colombia:


beyond of armed conflict. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41-56
Aurora Moreno Torres

Ecuador: among security and unconstitutionality. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57-70


Patricio Haro Ayerve

Militarization of public security in El Salvador 1992-2012. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71-82


Edgardo Amaya Cóbar

Institutional challenges of police - military cooperation:


the Northern Triangle. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83-96
Liza Zúñiga Collado

The legal stamp of the Armed Forces participation in public security:


the case of the fight against drug trafficking in South America. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97-109
Emilse Calderón Grosso
Article

Facing violence: citizen mobilizations in Mexico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 113-124


Pascale Naveau / Geoffrey Pleyers

Comparative section

The involvement of the military in security activities


in the Americas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 127-140
Luiz Octavio Coimbra

Interview

“The militarization of public security: a regional trend”


Interview with Marcos Moloeznik . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 143-146
Por Jenny Pontón Cevallos

Book reviews

Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) (2008). Construyendo roles.


Democracia y Fuerzas Armadas. Buenos Aires: CELS.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 149-151
María Fernanda Proaño Cortez

Arturo Alvarado y Mónica Serrano (coordinadores) (2010).


Los grandes problemas de México. Seguridad nacional y seguridad interior.
México D.F.: El Colegio de México.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 152-155
Martin Scarpacci Ziandalazini

José Raúl Perales (editor) (2008). Reforma de las Fuerzas Armadas en


América Latina y el impacto de las amenazas irregulares.
Washington: Woodrow Wilson International Center for Scholars.. . . . . . . . . . . . . . . . . . 156-160
Diego Maldonado Dávila

Editorial policy . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 161-163


URVIO, Revista Latinoamericana de Seguridad Ciudadana, No. 12, Quito, diciembre 2012, pp. 97-109
FLACSO Sede Ecuador • ISSN: 1390-3691
La impronta legal de la participación
de las Fuerzas Armadas en la
seguridad pública: lucha contra
el narcotráfico en América del Sur
Emilse Calderón Grosso1
Fecha de recepción: 3 de septiembre de 2012.
Fecha de aceptación y versión final: 7 de noviembre de 2012.

Resumen
El presente artículo aborda la participación de las Fuerzas Armadas en las cuestiones de seguridad
pública de los Estados sudamericanos, centrándose en los marcos legales existentes al respecto y rele-
vando la práctica efectiva concretada durante los últimos años. Específicamente, la introducción de
los casos nacionales se vincula con el combate al narcotráfico como expresión del crimen trasnacional
organizado. Para ello, el escrito se articula en dos apartados. El primero trata desde una perspectiva
legal las posibilidades de emplear el instrumento militar en los asuntos de seguridad doméstica en
cada uno de los Estados, mientras que el segundo recoge los riesgos que conlleva dicho empleo te-
niendo en cuenta las características generales que presenta el negocio del drogas en el subcontinente.

Palabras clave: Fuerzas Armadas, seguridad pública, Sudamérica, crimen transnacional organizado,
narcotráfico, marcos legales.

Abstract
This article discusses the involvement of the military in public security concerns of South American
states, focusing on existing legal frameworks and practices that have materialized in recent years. Spe-
cifically, discussion of national cases is linked to the combat against drug trafficking as an expression
of transnational organized crime. As such, the argument is divided into two sections. The first, from
a legal perspective, outlines the possibilities for instrumentalizing the military in domestic security
issues, while the second, reflecting the risks of military deployment, outlines general characteristics
of the drugs business across the subcontinent.

Keywords: Armed Forces, public safety, South America, transnational organized crime, drug
trafficking, legal frameworks.

1 Doctora en Relaciones Internacionales. Docente de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de


la Universidad Nacional de Rosario.
Correo electrónico: emilsecalderon@hotmail.com

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URVIO, Revista Latinoamericana de Seguridad Ciudadana


No. 12 - Quito, diciembre 2012 - pp. 97-109 - © FLACSO Sede Ecuador ISSN: 1390-3691
Emilse Calderón Grosso

L
a agenda de seguridad sudamericana por defecto del Estado además de, lógicamen-
del siglo XXI está presidida por la te, aquellos actores contra-sistémicos como
amenaza no tradicional del crimen los grupos criminales (Busso, 2005).
transnacional organizado que posee Atendiendo a este escenario, en los albores
un alto impacto sobre la seguridad del nuevo siglo, la dirigencia política suda-
pública a través del incremento de los niveles mericana se ha manifestado discursivamente
de criminalidad y violencia urbana. La expan- a favor de un enfoque multidimensional de
sión de esta amenaza se presenta como el desa- la seguridad que recupere las connotaciones
fío más relevante para los Estados de la subre- socioeconómicas involucradas. Además, ha
gión, cuyas capacidades y poder de respuesta intentado generar una articulación entre el pa-
disminuyeron durante el proceso de reestruc- radigma westfaliano tradicional de seguridad y
turación y reforma neoliberal de la década de el paradigma alternativo de la seguridad hu-
los años noventa, imbuidos del contexto de mana que contempla las necesidades de los in-
transnacionalización y globalización interna- dividuos desde un punto de vista integral. No
cional que, desde un punto de vista político, obstante, los gobiernos nacionales, más allá de
económico y social, tuvo consecuencias nega- su orientación político-ideológica particular,
tivas para los Estados periféricos. no han logrado articular respuestas frente a
En este sentido, las mismas políticas públi- los problemas de seguridad pública derivados
cas que limitaron las capacidades del Estado del desafío inherente al crimen trasnacional,
para responder a las demandas económicas y que dejen por fuera el empleo del instrumento
sociales de un amplio sector de la sociedad en militar.
situación de desigualdad y que derivaron en Partiendo de un abordaje disciplinar de las
una baja performance institucional del sistema relaciones internacionales, este escrito trata
democrático, impactaron en la habilidad de sobre la participación de las Fuerzas Armadas
los gobiernos para desempeñar sus funciones en las cuestiones de seguridad pública de los
tradicionales. De este modo quedaron condi- Estados de América del Sur, haciendo hinca-
cionadas aquellas funciones gubernamentales pié en las disposiciones legales existentes al
ligadas al mantenimiento de la cohesión inter- respecto. Para ello, se circunscribe la presen-
na, el imperio de la ley y el monopolio del uso tación de los distintos casos nacionales a la
de la fuerza en la totalidad del territorio nacio- confrontación del tráfico ilegal más extendido
nal y, muy especialmente, aquellas desplega- y de mayor relevancia que conforma el fenó-
das en las zonas de frontera. Esta situación, en meno del crimen trasnacional organizado, es
un contexto nacional en el que se aceleraba la decir, el narcotráfico. Cabe destacar también
fragmentación social, fomentó y fortaleció la que la idea fuerza que se busca sustentar in-
amenaza del crimen transnacional incremen- dica que la participación de la institución cas-
tando los niveles de inestabilidad intraestatal trense en el combate del tráfico de drogas y de
devenidos de la reproducción de sus activida- la violencia que genera, se presenta como una
des ilegales. Por lo tanto, en la generación de práctica extendida en la subregión.
los escenarios de ingobernabilidad e inestabi- A tal fin, el artículo introduce una prime-
lidad que preocupan en materia de seguridad ra sección que aborda desde una perspectiva
ciudadana, se puede detectar el rol indirecto o legal las posibilidades de emplear las Fuerzas

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La impronta legal de la participación de las Fuerzas Armadas en la seguridad pública

Armadas en los asuntos de seguridad pública el empleo del instrumento militar en el ámbi-
en cada Estado y examina el devenir de di- to doméstico.
cha posibilidad como una práctica efectiva Con respecto a Chile, Argentina y Uru-
contra el negocio de las drogas. Luego, un guay, la participación de las Fuerzas Armadas
segundo apartado presenta los riesgos y desa- en el mantenimiento del orden interno solo es
fíos que implica la participación de la institu- contemplada bajo el estado de excepción, es-
ción militar en la lucha contra el narcotráfico tando reglamentada a tal efecto. En consonan-
articulando las características generales que cia con ello, la misión de la institución castren-
presenta dicha amenaza en el subcontinente. se está focalizada en la defensa de la soberanía
Finalmente, a modo de conclusión, se analiza nacional y la custodia de la integridad terri-
la existencia de una tendencia subregional al torial con miras a asegurar la independencia.
empleo de las Fuerzas Armadas para enfrentar En lo que respecta específicamente al combate
el negocio de las drogas. del narcotráfico, en ninguno de los tres países
se detecta el empleo del instrumento militar.
No obstante, con excepción del caso argenti-
Algunos apuntes sobre las no, desde finales de 2011 tanto en Chile como
disposiciones legales relativas a en Uruguay se han producido novedades cuyo
la intervención militar en la devenir puede indicar una modificación de su
seguridad pública: el caso de la posición frente a esta cuestión.
lucha contra el narcotráfico Por un lado, el Gobierno de Sebastián Pi-
ñera lanzó en octubre de 2011 el Plan Frontera
Considerando las normativas nacionales cons- Norte para combatir el crimen organizado en
titutivas de los esquemas legales que atien- el límite con Perú, Bolivia y Argentina. Este
den las cuestiones de la seguridad pública y Plan se dio a conocer de manera conjunta por
su definición frente a los asuntos inmanentes los ministros de Interior y Seguridad Pública y
a la defensa nacional, los Estados sudameri- de Defensa Nacional, y su diseño involucró al
canos son susceptibles de ser agrupados con- Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Arma-
forme faciliten o no la participación, directa das. El mismo apunta a lograr una coordina-
o indirecta, de las Fuerzas Armadas ante es- ción multisectorial para fortalecer la vigilancia
cenarios internos de riesgo. En este sentido, y control de la frontera marítima y terrestre
por un lado, se observa que Chile, Uruguay y de las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá
Argentina poseen marcos legales en los cuales y Antofagasta, evitando el ingreso y salida de
se diferencia de manera precisa el ámbito de cocaína a través de sus puertos.2 En el marco
la seguridad y el de defensa, como también de este Plan, el rol que le compete a las Fuer-
el empleo de las fuerzas públicas en casos que zas Armadas implica un trabajo conjunto con
les son pertinentes a cada uno de ellos; mien- la Policía para asegurar la rapidez en las opera-
tras que, por otro lado, en Colombia, Perú,
Ecuador, Brasil, Paraguay, Venezuela y Bolivia 2 Para ampliar la información sobre el Plan Frontera Norte
la situación es diferente (Resdal, 2010), ya que en Chile, consultar: “Gobierno lanzó Plan Frontera Norte
Investigación

para combatir el crimen organizado en el extremo norte del


coexisten ciertos matices legales que introdu- país”. Disponible en:
cen un contexto heterogéneo en el que se avala http://www.interior.gob.cl/n6178_04-10-2011.html

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Emilse Calderón Grosso

ciones, auxiliando a dicha fuerza en la entrega de convertir en un hábito entre las Fuerzas Aé-
de información y en el transporte de efectivos reas la cooperación con miras a la prevención
hacia las áreas de difícil acceso. De este modo, y detección del tráfico aéreo irregular. Por lo
si bien la institución militar no está involucra- tanto, si bien la jurisdicción para el combate
da directamente en las actividades de control contra el narcotráfico dentro del territorio
e interdicción, le compete una función especí- nacional argentino está en manos de la Policía
fica desde una perspectiva complementaria de y –como quedó demostrado con el Operativo
apoyo logístico y de inteligencia. Escudo Norte realizado en el segundo semes-
Por otro lado, en Uruguay, el senador por tre de 2011– de Gendarmería y Prefectura
el Partido Nacional, Luis Alberto Heber, pre- como fuerzas intermedias; no se debería des-
sentó un proyecto de ley en mayo de 2012 cartar que las Fuerzas Armadas participaran
para proveer al país de un marco jurídico que de dicho combate desde una perspectiva de la
permitiera a los militares combatir al narco- cooperación subregional focalizada en el con-
tráfico.3 El principal argumento esgrimido es trol de las fronteras.4
el desborde que sufre la fuerza policial frente En cuanto al segundo grupo de Estados,
a la inmensa capacidad tecnológica y los re- como se anticipó, conjuga distintos casos en
cursos de logística e información que poseen el sentido de que las normativas legales que
las organizaciones que manejan el negocio de amparan el empleo de las Fuerzas Armadas en
las drogas, producto del poder económico que los asuntos de seguridad doméstica, lo hacen
este les confiere. de acuerdo con modalidades distintas. Por
La consolidación de la actuación militar en ello, si bien resulta conveniente considerar la
el caso chileno y el posible avance del proyecto situación de cada Estado en particular, la pre-
de ley en Uruguay pueden significar el inicio sentación de los mismos es susceptible de ser
de un distanciamiento respecto a la posición sistematizada en tres subgrupos.
que mantiene el Estado argentino, partida- Para comenzar, en un primer conjunto
rio de una división tajante entre las áreas de se puede unir a Bolivia y Perú debido a que
seguridad y defensa. No obstante, es preciso ambos países contemplan abierta y explícita-
observar que en agosto de 2012 el Ministerio mente en sus legislaciones la posibilidad de in-
de Defensa de Argentina firmó un acuerdo volucrar a sus Fuerzas Armadas en el combate
con su homónimo uruguayo para el control contra la criminalidad organizada, otorgándo-
aéreo fronterizo y que se planea suscribir otro les amplios márgenes de acción.
del mismo tenor con Bolivia. Ambos conve- Específicamente en el caso de Bolivia, du-
nios, sumados a los ya existentes con Brasil rante la década de los años noventa, se puede
y Paraguay, a decir del ministro de Defensa destacar la conformación de la Fuerza Especial
argentino Arturo Puricelli, tienen el propósito
4 Para más información sobre el caso argentino, consultar:
3 Con respecto al proyecto de ley, en Uruguay se puede re- “Puricelli y Fernandez Huidobro firmaron acuerdo para el
visar: “Presentarán proyecto ley para que militares uruguayos control del espacio aéreo”. Disponible en:
combatan narcotráfico”. Disponible en: http://www.elcomercial.com.ar/index.php?option=com_te
http://noticias.terra.com/internacional/narcoviolencia/ lam&view=deauno&idnota=225205&Itemid=116.
presentaran-proyecto-ley-para-que-militares-urugua- Además: “Se puso en marcha el Operativo Escudo Norte”.
yos-combatan-narcotrafico,68059789c9c37310Vgn- Disponible en: http://www.argentina.ar/_es/pais/C8630-se-
VCM10000098cceb0aRCRD.html puso-en-marcha-el-operativo-escudo-norte.php

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La impronta legal de la participación de las Fuerzas Armadas en la seguridad pública

de Lucha contra el Narcotráfico, la Unidad lizan como terrorismo, localizado en la zona


Móvil de Patrullaje Rural y la Fuerza de Tarea de los valles de los ríos Apumarac y Enre y del
Conjunta (Lederbur, 2005). Estas tres instan- Alto Huallaga. En este sentido, los remanentes
cias de lucha contra las drogas, aún vigentes de Sendero Luminoso si bien son enfrentados
en la actualidad, combinan fuerzas policiales por la Dirección Nacional Contra el Terroris-
con efectivos militares que realizan tareas de mo, que es un organismo policial de élite, las
patrullaje y erradicación de cultivos exceden- Fuerzas Armadas despliegan de modo regular
tarios de hoja de coca. Además, a finales de operativos para combatir a dicha agrupación
2008, el Gobierno de Evo Morales estableció que, desde mediados de la primera década de
un Comando Militar Amazónico en el depar- este siglo, ha cobrado nuevos bríos en la es-
tamento de Pando destinado a combatir las cena nacional gracias a los ingresos derivados
distintas manifestaciones del crimen organiza- de la producción y tráfico de drogas (Revista
do, entre ellas, el tráfico de drogas y de precur- del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas,
sores químicos. También, a partir de 2009, se 2008).
lanzó en distintas localidades el Plan Ciudad En un segundo grupo podemos aglutinar a
Segura, movilizando efectivos de las Fuerzas Paraguay, Ecuador y Brasil, Estados poseedo-
Armadas y la Policía Nacional para disminuir res de unas Fuerzas Armadas cuyas incumben-
los índices de inseguridad.5 cias en el ámbito de la seguridad pública están
Perú, por su parte, cuenta con un Sistema delimitadas y circunscriptas legalmente a si-
de Seguridad y Defensa Nacional que recono- tuaciones excepcionales pero que, en la prácti-
ce amenazas tanto externas como internas y ca, han desarrollado un nivel de participación
entre estas últimas se incluye el accionar ilegal bastante considerable en dichos asuntos.
derivado de la delincuencia organizada y del El Estado paraguayo prevé en su Ley de
negocio de las drogas. De este modo, aunque Defensa Nacional y de Seguridad Interna que
la responsabilidad recae en primera instan- la institución militar puede ser requerida por
cia en la Policía Nacional, la institución cas- una Comisión de Crisis o frente a situaciones
trense peruana está habilitada para intervenir de extrema gravedad en las cuales las capaci-
en la lucha contra esas amenazas. De hecho, dades de la Policía resulten insuficientes. No
esta tarea es realizada activamente mediante obstante, a partir de 2005 se ha observado la
la Armada y la Fuerza Aérea que controlan, participación militar en cuestiones de segu-
respectivamente, los cursos de agua internos y ridad interna ya que el entonces Presidente
los corredores aéreos, y destruyen los labora- Nicanor Duarte Frutos instaló varios des-
torios de procesamiento y pistas de aterrizaje tacamentos castrenses en el interior del país
clandestinas. Además, se debe considerar la con el fin de combatir al crimen organizado.
situación nacional particular con respecto al Además, con referencia específica a la lucha
combate de lo que tanto la dirigencia política contra el narcotráfico, si bien la Policía Na-
como los altos mandos militares conceptua- cional y la Dirección Nacional Antinarcóticos
realizan las tareas centrales, a lo largo del año
5 Al respecto del caso boliviano, consultar la revista institu-
2008 se detecta un involucramiento activo de
Investigación

cional de las Fuerzas Armadas Defensa Informa. Disponible


en: http://www.mindef.gob.bo/mindef/sites/default/files/ las fuerzas castrenses. Al respecto, se desple-
Revista_DI.pdf garon efectivos militares en el departamento

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Emilse Calderón Grosso

de Amambay debido a las capacidades ope- la Frontera Norte de 2002, el Plan Estratégi-
rativas deficientes de las fuerzas regulares; se co de la Policía Nacional 2004-2014 para el
realizó una intervención conjunta con la Po- mejoramiento de sus capacidades operativas
licía en el departamento San Pedro (zona de y, desde la llegada de Rafael Correa a la Presi-
Tacuatí) para erradicar miles de hectáreas de dencia, se pueden mencionar también el Plan
cannabis; y finalmente, en el departamento Ecuador, el Plan Emergente y el Plan Forta-
de Concepción, los militares colaboraron en lecimiento. Además, hay que tener presente
la liberación de un hacendado secuestrado que en este país andino, más allá del área de
por un presunto grupo insurgente financiado frontera con Colombia, se ha recurrido a las
con dinero de las drogas, denominado Ejér- Fuerzas Armadas de modo activo para con-
cito Popular Paraguayo. En los años subsi- trarrestar el contrabando como expresión del
guientes, la Secretaría Nacional Antidrogas crimen organizado.
ha destruido plantaciones de marihuana de En Brasil, por último, si bien la Consti-
forma regular y en 2012 desplegó el operati- tución de 1988 establece la competencia pre-
vo Amambay I a cargo de agentes especiales sidencial para decretar el estado de sitio, el
antidrogas, militares de las Fuerzas Especia- estado de defensa y la intervención federal, el
les de la Secretaría y del batallón conjunto de artículo 142 enuncia como misión de la ins-
las Fuerzas Militares, contando con el apoyo titución militar garantizar los poderes cons-
de la Fuerza Aérea.6 titucionales y, por iniciativa de cualquiera de
Ecuador, por su parte, si bien reserva los estos, de la ley y el orden. De esta manera, el
asuntos de seguridad doméstica como tarea poder castrense recibe un rol interno sin res-
de la Policía Nacional, la circunstancia de tricciones, contradictorio en sí mismo ya que
compartir su frontera norte con Colombia la institución militar no puede ser la garantía
ha determinado que desde 1998 –año en última de los poderes constitucionales a los
que firma la paz con Perú por el conflicto de cuales se supone sujeta (Zaverucha, 2008).
la cordillera del Cóndor– se despliegue una Además, en 2004 la Ley Complementaria 117
fuerte presencia militar para controlar el paso agrega que las acciones a desplegar por los mi-
transfronterizo ilegal de los grupos armados litares pueden tener un carácter preventivo y
y del narcotráfico provenientes de Colombia. represivo en función de asegurar el resultado
Más precisamente, se han llevado a cabo dis- de las operaciones de garantía de ley y el orden.
tintos planes gubernamentales con el propó- Esto, junto con la especificación del enuncia-
sito de, por un lado, contribuir al desarrollo do de la Ley Complementaria 97 referido a
fronterizo desde una perspectiva económica y las atribuciones subsidiarias de los militares,
social y, por otro, vigilar e impedir los desbor- da cuenta de la extensión de las circunstancias
des de la conflictividad colombiana. Los más en las que puede efectivizarse la participación
importante han sido el Plan Operativo para militar en el orden interno, explicitándose la
supremacía de la competencia militar sobre la
6 Sobre los operativos de lucha contra el narcotráfico en
fuerza de seguridad en la conducción de los
Paraguay, consultar: “Senad pone en marcha la mayor erradi-
cación de marihuana del año en Amambay”. Disponible en: operativos, confirmándose que las Fuerzas Ar-
http://www.lanacion.com.py/articulo/85537-senad-pone- madas no actúan como fuerzas de reserva de
en-marcha-la-mayor-erradicacion-de-marihuana-del-ano-
en-amambay.html la Policía Militar sino a la inversa. Por último,

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La impronta legal de la participación de las Fuerzas Armadas en la seguridad pública

también hay que considerar que el entramado nuo y extendido de las Fuerzas Armadas en
que vincula a las fuerzas de seguridad y a las los asuntos de seguridad doméstica, más es-
Fuerzas Armadas brasileñas da cuenta de una pecíficamente, en el combate contra las gue-
continuidad de criterios en el manejo de la rrillas, los grupos paramilitares tradicionales
seguridad interna desde la reorganización de y aquellos más recientes conocidos como
las fuerzas del orden público realizada durante bandas emergentes o narco-paramilitares.
el Gobierno militar, que favoreció a la Poli- Además, en el marco del vínculo económi-
cía Militar en detrimento de la Policía Civil. co de financiamiento que liga a estos grupos
Estas cuestiones permiten contextualizar, du- con el negocio de las drogas, la institución
rante la década de los años noventa, las múl- militar está involucrada directamente en la
tiples situaciones en las que se involucraron a lucha contra el narcotráfico. Al respecto, du-
la Fuerzas Armadas para reforzar la seguridad rante la última década se puede identificar
pública y, en 2004, la creación de la Fuerza como parte del entramado legal que enmarca
Nacional de Seguridad Pública con un Bata- la participación castrense en los asuntos de
llón Especial de Despliegue Rápido que, entre la seguridad pública al Plan Colombia junto
otras características, incorpora un servicio de con los planes Patriota y Victoria, la Políti-
inteligencia militar y armamento, y equipos ca de Defensa y Seguridad Democrática y la
propios de una fuerza de combate cuya poten- Política de Consolidación de la Seguridad
cialidad se asocia con la institución castrense Democrática.
y no policial (Saint Pierre y otros, 2008). Esta En el caso de Venezuela, desde la llega-
Fuerza ha sido empleada para enfrentar episo- da a la Presidencia de Hugo Chávez Frías, se
dios de violencia en algunas favelas del país, puede visualizar que la institución castrense
ligados al control que ejercen los grupos del ha ganado espacios de acción en todos los
crimen organizado y que se vinculan con las ámbitos de Gobierno (Sucre, 2003), inclu-
capacidades económicas derivadas del tráfico so en aquellos ligados a la seguridad interna.
de droga. Finalmente, decir que más allá de En consonancia con esto, cabe señalar que la
las cuestiones mencionadas para el caso brasi- utilización del instrumento militar también
leño no se debe olvidar que la circunstancia de ganó terreno en el tratamiento de cuestiones
compartir una extensa frontera selvática con como el narcotráfico por lo que, en 2006, la
Colombia implica también una participación Oficina Nacional Antidrogas quedó al man-
militar extendida y consolidada desde finales do de un oficial de la Guardia Nacional (Já-
de los años noventa en esas áreas linderas, para come, 2005).
prevenir y combatir los derrames de conflicti- Consecuentemente con la exposición rea-
vidad del país vecino. lizada hasta el momento, es dable sistematizar
El tercer y último grupo está compuesto los distintos tipos de esquemas legales adop-
por Colombia y Venezuela, ambos países con tados por los Estados sudamericanos frente
una situación interna muy particular aunque al abordaje de las cuestiones de la seguridad
por motivos disímiles. pública y en particular del narcotráfico, de la
En relación con Colombia, se puede ob- siguiente manera:
Investigación

servar que la vigencia del conflicto armado Realizadas estas apreciaciones iniciales, a con-
interno ha determinado un accionar conti- tinuación se articulan algunas de las caracte-

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Tabla 1. Participación de las Fuerzas Armadas en la seguridad pública


No contemplada
Contemplada legalmente
legalmente
Abiertamente y con Limitada a situaciones Devenida de una
márgenes amplios: excepcionales: situación interna
particular: - Chile
- Perú - Ecuador
- Colombia - Uruguay
- Bolivia - Brasil
- Venezuela - Argentina
- Paraguay

rísticas más sobresalientes del fenómeno del observar que la producción de hoja de coca se
narcotráfico en América del Sur en función de localiza en Colombia, Bolivia y Per, mientras
analizar la pertinencia o no de la intervención que Paraguay, Brasil, Chile y Bolivia cuentan
militar para su combate y explorar los riesgos con plantaciones de marihuana y Colombia es
que la misma puede acarrear. el único país que posee sembradíos de opio.
Luego, la producción de cocaína se concreta
en Colombia, Perú, Bolivia y Argentina, y la
Pertinencia y riesgos de la de heroína en Colombia, para lo cual se pro-
intervención militar en la lucha ducen precursores químicos principalmente
contra las drogas en Colombia, Brasil y Argentina. En lo re-
lativo al transporte, las rutas de exportación
El narcotráfico como amenaza a la seguridad de cocaína extra continental más relevantes,
pública puede ser conceptualizado como el trá- independientemente de los volúmenes tra-
fico ilegal de drogas prohibidas por la Organi- ficados en cada caso, son: desde Colombia,
zación Mundial de la Salud, constituido por las Ecuador y Chile hacia los Estados Unidos y
distintas fases inherentes al circuito productivo Europa; desde Colombia hacia Brasil con des-
comercial ilícito (producción, distribución, co- tino final a Europa y Medio Oriente; desde
mercialización y blanqueo de capitales) (Calde- Venezuela hacia África con destino final en
rón, 2011). La misma aqueja integralmente al Europa vía los Balcanes; desde Argentina ha-
subcontinente americano ya que la totalidad de cia Europa. Finalmente la fase relativa al la-
los países están involucrados en dicho circuito vado de ganancias se realiza esencialmente en
a través de las distintas actividades ilegales. Colombia, Uruguay y Ecuador.
Con base en los informes anuales del De- Cada una de las fases mencionadas del
partamento de Estado norteamericano y la circuito productivo comercial involucra di-
Oficina de Naciones Unidas contra las Dro- versos actores sociales (campesinos y peones,
gas y el Crimen,7 en líneas generales, se puede personal de los laboratorios químicos, trans-
portistas de diversas clases, expertos en logís-
7 La información expuesta a continuación es producto de la
aplicación de una estrategia metodológica de triangulación tica, personal de seguridad, asesinos a suel-
de datos tomados de los siguientes informes: International do, expertos en finanzas, mediadores y los
Narcotics Control Strategy Report (2010) y United Nations
Office on Drugs and Crime (2010).
grandes jefes) con niveles de participación,

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responsabilidad, ganancia y de toma de de- te, con las denominadas bandas emergentes.8
cisión distintos. Lo que homogeniza a todos Con respecto al Perú, se destaca el avance de
los Estados sudamericanos es el incremento los grupos armados que responden a los rema-
constante que ha habido en el consumo de nentes de Sendero Luminoso que, luego de su
drogas durante los últimos años y que afec- derrota, encontraron refugio en los valles de
ta a la sociedad civil sin distinciones socioe- los ríos Apumarac y Enre y del Alto Huallaga.
conómicas (Oficina de Drogas y Crimen de Desde allí comenzaron a reorganizarse en un
Naciones Unidas, 2012). contexto nacional de desactivación de las ba-
El negocio de la droga, por otra parte, ses contraterroristas y la reducción del presu-
opera a través de organizaciones que van desde puesto a las Fuerzas Armadas; a partir del año
la pequeña banda, pasando por las redes que 2000 establecieron una alianza con grupos
tienen mayor cantidad de contactos y operan narcotraficantes ofreciéndoles primero seguri-
con una modalidad celular, hasta los carteles, dad y facilidad para el tráfico, y luego, entre
que son los que determinan las características 2004 y 2006, incursionando en el cultivo de
del mercado y se infiltran en las redes interna- la hoja de coca, su procesamiento y venta a los
cionales. Todas ellas comparten con el crimen grupos narcos (Benassi, 2009).
transnacional los instrumentos y tácticas pro- Por otro lado, encontramos el escenario
pios del accionar ilegal y criminal, es decir, la brasileño que registra una concentración de la
práctica del contrabando y la generación de violencia en las favelas y posee una trayectoria
corrupción y violencia. En este sentido, ade- no desdeñable de episodios de desbordes ha-
más, se encuentra en estrecha relación con cia las áreas urbanas. Grupos como el Primer
otros tráficos ilegales como el de armas y des- Comando de la Capital, Terceiro Comando,
pliega interconexiones complejas con actores Amigos dos Amigos o el Comando Vermelho
que propagan la violencia intraestatal como tienen amplios márgenes de maniobra y has-
las mafias, pandillas, grupos de autodefensas, ta el control de varias favelas (Saint Pierre y
paramilitares y guerrilleros, utilizando, inclu- otros, 2008).
so, tácticas que implementan el terror como En este punto resulta oportuno señalar
mecanismo de presión. que el fortalecimiento de las redes de tráfico
Con respecto a este punto cabe mencio- y la generación de violencia siempre ocurren
nar, por un lado, la situación particular de
Colombia y Perú donde el narcotráfico está 8 Se conocen como bandas emergentes a las agrupaciones
surgidas con posterioridad al proceso de desmovilización
ligado con la generación de conflicto debido iniciado por el ex Presidente de Colombia, Álvaro Uribe,
a la instalación de una economía de guerra con algunos de los movimientos paramilitares tradicionales
como las Autodefensas Unidad de Colombia en 2005. En los
proveedora de los recursos económicos que
últimos años, se estima que esas bandas emergentes poseen
sostienen el enfrentamiento armado en contra entre 4 mil y 10.200 hombres y una presencia en 29 departa-
del Estado. En este sentido, Colombia padece mentos colombianos. Algunos de los grupos más conocidos
se denominan Machos, Los Rastrojos, Nueva Generación,
las consecuencias de la vinculación de finan- Águilas Negras, Los Urabeños, Los Paisas, Ejército Revolu-
ciamiento que el narcotráfico sostiene tanto cionario Popular Antiterrorista, Renacer. Para mayores datos
con respecto a este tema, consultar: “Las Bacrim, nuevas
con la guerrilla, muy fortalecida desde la dé-
Investigación

responsables de las masacres en Colombia”. Disponible en:


cada de los años noventa, como con los gru- http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2011/02/110224_
pos paramilitares tradicionales y, actualmen- colombia_informe_onu_en.shtml

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en un contexto económico y social que favo- e impacto transnacional que poseen los gru-
rece la reproducción de las condiciones nece- pos ilegales que materializan dicha amenaza,
sarias para que el negocio ilegal florezca. En encuadra el debate acerca de la instrumenta-
relación con ello, no caben dudas de que el lización de las Fuerzas Armadas para combatir
incremento de la pobreza y la desigualdad, al narcotráfico. En este sentido y como se pudo
por ende, de la exclusión, son realidades que visualizar en el apartado anterior, si bien la ten-
explican e incluso legitiman internamente dencia general en el subcontinente es favorable
la opción por la ilegalidad. Con relación a a dicha instrumentalización, cuanto menos de
esto, varios especialistas mencionan el “im- manera complementaria, en muchos círculos
pacto positivo” que el narcotráfico tiene en académicos y políticos aún se discute sobre la
cierta parte de la sociedad, bajo circuns- pertinencia y los riesgos que conlleva la inter-
tancias de ausencia estatal, vinculado a una vención militar en la lucha contra las drogas.
relativa mejora de la situación económica Este debate tiene lugar en un escenario de es-
y, desde un punto de vista social, ligado al casos resultados obtenidos hasta el momento
sentido de pertenencia que se genera a par- en el intento por detener y contrarrestar la pro-
tir de la inclusión de jóvenes en los grupos o pagación del tráfico de drogas y se relaciona
circuitos criminales. Y este impacto positivo esencialmente con tres cuestiones.
es quizás el riesgo más grande que se corre y En primera instancia, se puede mencionar
de la mano del cual la gobernabilidad queda las probables implicancias que tiene el involu-
definitivamente comprometida. Este ítem cramiento de las Fuerzas Armadas en los asun-
también se puede vincular con la realidad tos de seguridad interna en lo que se refiere al
de los sectores rurales más desfavorecidos de respeto de los derechos humanos de la socie-
Colombia, Perú y Bolivia que encuentran un dad civil. Este tema en particular se vincula
cultivo redituable económicamente en el ar- con la capacitación y entrenamiento profesio-
busto de coca (Echeverri Perico, 2000). nal proporcionado por la institución castrense
Por consiguiente, el narcotráfico se erige a sus efectivos, coherente con su función de
como una empresa capitalista que permea las defender a la nación de las amenazas externas
fronteras de las naciones sudamericanas y se y no afín a las tareas de seguridad doméstica
despliega al interior de los Estados aventaján- consistentes en confrontar a agrupaciones no
dose de las necesidades insatisfechas de los estatales. En línea con esto, también cabe indi-
sectores vulnerables de las sociedades civiles. car la desproporción y falta de pertinencia de
Estas últimas, además, terminan expuestas en los medios militares, en especial los equipos y
su conjunto a la generación de violencia que, sistemas de armas, con relación a una amena-
en caso de llegar a niveles muy elevados y de za como la del tráfico de drogas. Recordemos
estar acompañada por la penetración de la que el desafío inherente al tráfico de drogas
corrupción en las estructuras políticas, puede está enlazado con aspectos socioeconómicos
comprometer la institucionalidad democráti- específicos de los estratos de población que se
ca que las representa y gobierna. encuentran inmersos en las fases de dicho cir-
Este contexto dual, por un lado, de amena- cuito productivo comercial ilegal.
za grave y contundente a la seguridad pública En segundo lugar, hay que considerar los
en los distintos Estados y, por otro, de ligazón inconvenientes que puede acarrear una parti-

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cipación militar masiva y que exceda un rol tado nación en Sudamérica como con las rela-
centrado en cumplir los requerimientos logís- ciones que la misma mantiene con las fuerzas
ticos y de inteligencia en cuanto a su vínculo policiales.
con las fuerzas de seguridad. Al respecto, es
conocido el hecho de que muy comúnmente
entre las Fuerzas Armadas y la Policía existen Algunos apuntes para
diferencias a nivel de sus usos y costumbres una breve reflexión final
institucionales que se traducen al interior de
cada uno de estos establecimientos como una Teniendo en consideración las cuestiones
cultura de grupo particular que las distancia abordadas en los apartados precedentes, es im-
mutuamente y, por lo general, produce ten- portante realizar algunas precisiones a modo
siones y competencias que no son afines al de conclusión que contribuyan a articular una
momento de pensar en una labor conjunta e reflexión final sobre la temática propuesta.
integrada. Para comenzar, es importante notar que
En tercera y última instancia, el debate la vigencia del debate acerca de la pertinencia
acerca de la participación militar en el comba- y los riesgos de la participación de la institu-
te contra las drogas se apoya en los riesgos que ción castrense en la lucha abierta contra el
implica la exposición de la institución castren- negocio de las drogas se relaciona estrecha-
se a la influencia de la corrupción proveniente mente con la virulencia que dicho fenómeno
de las redes del crimen transnacional. Con res- ha desplegado en el último decenio en Suda-
pecto a este punto, no se debe perder de vista mérica y en general en toda la región latinoa-
el impacto negativo que dicha situación puede mericana, y con los escasos resultados obte-
significar en la solidez y reputación de la insti- nidos por los diferentes gobiernos nacionales
tución que por excelencia es la encargada de la (Oficina de Drogas y Crimen de Naciones
defensa del Estado. Unidas, 2012).
Como se puede observar, los ítems en tor- En línea con esto, tampoco se debe per-
no a los cuales se sostiene el debate sobre la der de vista la circunstancia de que, pese a
pertinencia y riesgos de la participación de la existencia en algunos países de una fuerte
la institución militar en la confrontación di- oposición de la dirigencia política y de la so-
recta de una amenaza no tradicional como la ciedad civil a que los efectivos militares estén
del narcotráfico, son de consideración. Esto vinculados con el combate de los grupos nar-
se debe en buena medida a que involucran, cos, aquella misma virulencia ha conducido
por un lado, el devenir de la situación de los progresivamente a los decisores de las políticas
derechos humanos de las sociedades civiles en públicas del área de la seguridad a avanzar por
un área geográfica en la que, históricamente, la senda del recurso del instrumento militar,
la mayoría de los Estados han atravesado ex- cuanto menos con un rol complementario al
periencias complejas relacionadas con la inter- desplegado por las fuerzas policiales.
vención de las Fuerzas Armadas más allá de En este sentido, en primer lugar es dable
su ámbito de saber profesional. Por el otro, se puntualizar que la revisión de los marcos lega-
Investigación

vinculan tanto con el correcto desempeño de les nacionales vigentes correspondientes a los
una de las instituciones fundacionales del Es- Estados sudamericanos indica que estos en-

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frentan la amenaza no tradicional del crimen tales de colaboración en el combate contra el


organizado, y en particular al narcotráfico, de narcotráfico y las redes del crimen organizado,
manera no homogénea. con una presencia militar mediatizada por la
No obstante, se puede identificar una lí- institucionalidad civil de los ministerios de
nea de acción que, de modo preponderante, Defensa.
avanza sobre el diseño y la ejecución de las En segunda instancia asimismo se debe
políticas públicas destinadas a la atención de apuntar que el aumento señalado de la peli-
los asuntos de seguridad doméstica y que se grosidad del narcotráfico y en general la ca-
vincula con el incremento de la peligrosidad pacidad de desestabilización del crimen trans-
de la amenaza en cuestión. Dicha línea de nacional en Sudamérica parecen comenzar a
acción –que tiende a extenderse alcanzando influir o, cuando menos, tienen el potencial
prácticamente a la totalidad de los Estados para hacerlo, en aquellos estados como Uru-
del subcontinente– determina el rol comple- guay, Chile y en menor medida Argentina,
mentario, pero activo, de las Fuerzas Arma- cuya legislación aparta de modo rotundo a las
das, como así también la participación de los fuerzas castrenses del combate de este tipo de
Ministerios de Defensa en el diseño y la eje- amenazas no estatales.
cución de varias de las políticas destinadas a Por último, decir que la existencia de una
combatir la amenaza narcotraficante. De este tendencia en Sudamérica a la militarización
modo, el recurso del instrumento militar se de la seguridad pública amparada explícita o
materializa, en la mayoría de los casos, en su implícitamente en los esquemas normativos
colaboración con la fuerza policial desde un nacionales es paralela al discurso oficial que
punto de vista logístico y de inteligencia. la mayoría de los gobiernos nacionales suda-
Este empleo complementario de las Fuer- mericanos dispensan a favor de un enfoque
zas Armadas en la lucha contra las drogas en multidimensional de la seguridad. Ello acon-
algunos países como Bolivia, Perú, Colombia tece en buena medida a razón de que si bien
y Venezuela adquiere un cariz incluso más hay una intención política de implementar
contundente y definido dado que los efectivos decisiones y políticas públicas que contem-
militares se ven involucrados en acciones de plen las connotaciones socioeconómicas in-
erradicación de cultivos ilegales, de interdic- volucradas en el fenómeno del narcotráfico,
ción de precursores químicos y cargamentos en correspondencia con la orientación políti-
de droga, y en la destrucción de laboratorios y co-ideológica de los muchos de los gobiernos
centros de procesamiento clandestinos. Esto, de turno, es cierto también que el desarrollo
además de combatir a los grupos armados li- alcanzado por las agrupaciones criminales
gados a la protección del negocio de las drogas no deja mucho margen de acción para ar-
o directamente a su consecución, como acon- ticular respuestas frente a los problemas de
tece en Colombia y Perú. Finalmente, se debe seguridad domésticos que dejen por fuera de
señalar también la propensión de la mayoría manera absoluta el empleo del instrumento
de los gobiernos a reforzar los lazos interesta- militar.

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