0 de 10 puntos
Texto: Continua (cuento).
Competencia evaluada: Comprender cómo se articulan las partes de un texto para darle
un sentido global (Nivel literal e inferencial).
RESPONDA LA SIGUIENTE PREGUNTA DE ACUERDO CON LA SIGUIENTE
INFORMACIÓN
Ciudad y literatura
Esa condición de escenario ambulante y permanente hace que la ciudad sea casi un
imperativo temático o, mejor, el espacio natural de la imaginación narrativa
contemporánea. Por supuesto que existen otros temas y otros imaginarios, distintos a los
urbanos; pero quiero señalar de forma especial la impresionante presencia de lo citadino
en la literatura y, en este caso, primordialmente en la cuentística universal del presente
siglo.
Frente a la pregunta de qué es lo urbano en literatura, habría que contestar que urbano
no es necesariamente lo que sucede o acontece dentro de la urbe. Una narración puede
ubicarse legítimamente en la ciudad pero estar refiriéndose a una forma de pensar,
actuar y expresarse "rural” o ajena al universo comprendido por lo urbano. Esto último,
lo urbano, posee sus maneras específicas de manifestarse, sus lenguajes, sus
problemáticas singulares: en definitiva, un universo particular. En consecuencia se
podría afirmar que la narrativa urbana es aquella que trata sobre los temas y los
comportamientos que ha generado el desarrollo de lo urbano, y siempre a través de unos
lenguajes peculiares.
Esta definición no pretende ser exhaustiva ni excluyente, pero es útil para delimitar ese
universo esquivo y manoseado de lo urbano.
Fuente: Tamayo, S., Guido L. (1999). Prólogo al texto cuentos urbanos. Colección el
pozo y el péndulo. Bogotá, Colombia: Panamericana.
En el primer párrafo del texto se cuestiona fundamentalmente:
Respuestas: A.
Un juicio.
B.
Una definición.
C.
Un concepto.
D.
Una explicación.
Pregunta 2
0 de 10 puntos
Texto: Discontinuo (aviso publicitario).
Competencia evaluada: Reflexionar a partir de un texto y evaluar su contenido (nivel
crítico).
RESPONDA LA SIGUIENTE PREGUNTA DE ACUERDO CON LA SIGUIENTE
INFORMACIÓN
Esa condición de escenario ambulante y permanente hace que la ciudad sea casi un
imperativo temático o, mejor, el espacio natural de la imaginación narrativa
contemporánea. Por supuesto que existen otros temas y otros imaginarios, distintos a los
urbanos; pero quiero señalar de forma especial la impresionante presencia de lo citadino
en la literatura y, en este caso, primordialmente en la cuentística universal del presente
siglo.
Frente a la pregunta de qué es lo urbano en literatura, habría que contestar que urbano
no es necesariamente lo que sucede o acontece dentro de la urbe. Una narración puede
ubicarse legítimamente en la ciudad pero estar refiriéndose a una forma de pensar,
actuar y expresarse "rural” o ajena al universo comprendido por lo urbano. Esto último,
lo urbano, posee sus maneras específicas de manifestarse, sus lenguajes, sus
problemáticas singulares: en definitiva, un universo particular. En consecuencia se
podría afirmar que la narrativa urbana es aquella que trata sobre los temas y los
comportamientos que ha generado el desarrollo de lo urbano, y siempre a través de unos
lenguajes peculiares.
Esta definición no pretende ser exhaustiva ni excluyente, pero es útil para delimitar ese
universo esquivo y manoseado de lo urbano.
Fuente: Tamayo, S., Guido L. (1999). Prólogo al texto cuentos urbanos. Colección el
pozo y el péndulo. Bogotá, Colombia: Panamericana.
Fuente: Sabadell, M. (2002). Made in China, en revista Muy Especial, p. 28. Madrid,
España.
Me parece que no es preciso demostrar que la novela policial es popular, porque esa
popularidad es tan flagrante que no requiere demostración. Para explicarla - aquellos
que niegan al género su significación artística - se fundan en la evidencia de que la
novela policial ha sido y es uno de los productos predilectos de la llamada “cultura de
masas”, propia de la moderna sociedad capitalista.
Pero hay que decir que ello constituye no sólo una manipulación del gusto en general,
sino también una manipulación de la propia novela policial, de sus válidas y legítimas
manifestaciones, una prostitución de sus mecanismos expresivos y sus temas. Los
auténticos conformadores del género policial (no hay que olvidarlo) fueron artistas de la
talla de Edgar Allan Poe y Wilkie Collins. Y desde sus orígenes hasta nuestros días, el
género ha producido una buena porción de obras maestras.
Esa condición de escenario ambulante y permanente hace que la ciudad sea casi un
imperativo temático o, mejor, el espacio natural de la imaginación narrativa
contemporánea. Por supuesto que existen otros temas y otros imaginarios, distintos a los
urbanos; pero quiero señalar de forma especial la impresionante presencia de lo citadino
en la literatura y, en este caso, primordialmente en la cuentística universal del presente
siglo.
Frente a la pregunta de qué es lo urbano en literatura, habría que contestar que urbano
no es necesariamente lo que sucede o acontece dentro de la urbe. Una narración puede
ubicarse legítimamente en la ciudad pero estar refiriéndose a una forma de pensar,
actuar y expresarse "rural” o ajena al universo comprendido por lo urbano. Esto último,
lo urbano, posee sus maneras específicas de manifestarse, sus lenguajes, sus
problemáticas singulares: en definitiva, un universo particular. En consecuencia se
podría afirmar que la narrativa urbana es aquella que trata sobre los temas y los
comportamientos que ha generado el desarrollo de lo urbano, y siempre a través de unos
lenguajes peculiares.
Esta definición no pretende ser exhaustiva ni excluyente, pero es útil para delimitar ese
universo esquivo y manoseado de lo urbano.
Fuente: Tamayo, S., Guido L. (1999). Prólogo al texto cuentos urbanos. Colección el
pozo y el péndulo. Bogotá, Colombia: Panamericana.
Esa condición de escenario ambulante y permanente hace que la ciudad sea casi un
imperativo temático o, mejor, el espacio natural de la imaginación narrativa
contemporánea. Por supuesto que existen otros temas y otros imaginarios, distintos a los
urbanos; pero quiero señalar de forma especial la impresionante presencia de lo citadino
en la literatura y, en este caso, primordialmente en la cuentística universal del presente
siglo.
Frente a la pregunta de qué es lo urbano en literatura, habría que contestar que urbano
no es necesariamente lo que sucede o acontece dentro de la urbe. Una narración puede
ubicarse legítimamente en la ciudad pero estar refiriéndose a una forma de pensar,
actuar y expresarse "rural” o ajena al universo comprendido por lo urbano. Esto último,
lo urbano, posee sus maneras específicas de manifestarse, sus lenguajes, sus
problemáticas singulares: en definitiva, un universo particular. En consecuencia se
podría afirmar que la narrativa urbana es aquella que trata sobre los temas y los
comportamientos que ha generado el desarrollo de lo urbano, y siempre a través de unos
lenguajes peculiares.
Esta definición no pretende ser exhaustiva ni excluyente, pero es útil para delimitar ese
universo esquivo y manoseado de lo urbano.
Fuente: Tamayo, S., Guido L. (1999). Prólogo al texto cuentos urbanos. Colección el
pozo y el péndulo. Bogotá, Colombia: Panamericana.
Del enunciado “La ciudad es la materia prima de los sueños y las pesadillas del hombre
moderno” se puede inferir que:
Respuestas: A.
El estado mental del hombre moderno depende del grado de desarrollo
expresado en la ciudad.
B.
La imaginación es una diferencia fundamental entre el hombre moderno y el
hombre antiguo.
C.
La problemática y el presente del hombre moderno se pueden estudiar a partir
de la literatura urbana.
D.
El hombre moderno desarrolla su capacidad para soñar únicamente si vive en
la ciudad.
Pregunta 8
10 de 10 puntos
Texto: Continuo (ensayo).
Competencia evaluada: Comprender cómo se articulan las partes de un texto para darle
un sentido global (Nivel literal e inferencial).
RESPONDA LA SIGUIENTE PREGUNTA DE ACUERDO CON LA SIGUIENTE
INFORMACIÓN
Me parece que no es preciso demostrar que la novela policial es popular, porque esa
popularidad es tan flagrante que no requiere demostración. Para explicarla - aquellos
que niegan al género su significación artística - se fundan en la evidencia de que la
novela policial ha sido y es uno de los productos predilectos de la llamada “cultura de
masas”, propia de la moderna sociedad capitalista.
Pero hay que decir que ello constituye no sólo una manipulación del gusto en general,
sino también una manipulación de la propia novela policial, de sus válidas y legítimas
manifestaciones, una prostitución de sus mecanismos expresivos y sus temas. Los
auténticos conformadores del género policial (no hay que olvidarlo) fueron artistas de la
talla de Edgar Allan Poe y Wilkie Collins. Y desde sus orígenes hasta nuestros días, el
género ha producido una buena porción de obras maestras.
Esa condición de escenario ambulante y permanente hace que la ciudad sea casi un
imperativo temático o, mejor, el espacio natural de la imaginación narrativa
contemporánea. Por supuesto que existen otros temas y otros imaginarios, distintos a los
urbanos; pero quiero señalar de forma especial la impresionante presencia de lo citadino
en la literatura y, en este caso, primordialmente en la cuentística universal del presente
siglo.
Frente a la pregunta de qué es lo urbano en literatura, habría que contestar que urbano
no es necesariamente lo que sucede o acontece dentro de la urbe. Una narración puede
ubicarse legítimamente en la ciudad pero estar refiriéndose a una forma de pensar,
actuar y expresarse "rural” o ajena al universo comprendido por lo urbano. Esto último,
lo urbano, posee sus maneras específicas de manifestarse, sus lenguajes, sus
problemáticas singulares: en definitiva, un universo particular. En consecuencia se
podría afirmar que la narrativa urbana es aquella que trata sobre los temas y los
comportamientos que ha generado el desarrollo de lo urbano, y siempre a través de unos
lenguajes peculiares.
Esta definición no pretende ser exhaustiva ni excluyente, pero es útil para delimitar ese
universo esquivo y manoseado de lo urbano.
Fuente: Tamayo, S., Guido L. (1999). Prólogo al texto cuentos urbanos. Colección el
pozo y el péndulo. Bogotá, Colombia: Panamericana.
Me parece que no es preciso demostrar que la novela policial es popular, porque esa
popularidad es tan flagrante que no requiere demostración. Para explicarla - aquellos
que niegan al género su significación artística - se fundan en la evidencia de que la
novela policial ha sido y es uno de los productos predilectos de la llamada “cultura de
masas”, propia de la moderna sociedad capitalista.
Pero hay que decir que ello constituye no sólo una manipulación del gusto en general,
sino también una manipulación de la propia novela policial, de sus válidas y legítimas
manifestaciones, una prostitución de sus mecanismos expresivos y sus temas. Los
auténticos conformadores del género policial (no hay que olvidarlo) fueron artistas de la
talla de Edgar Allan Poe y Wilkie Collins. Y desde sus orígenes hasta nuestros días, el
género ha producido una buena porción de obras maestras.