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FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIA POLITICA

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

CURSO: PROCESO DE EJECUCIÓN


Docente Tutor: Oscar Wilfredo Ruiz Jara

Alumnos: Oscar Sernaqué Gago


Jair Harold Saldaña Romani
Katherin Estefanny Amiquero Huicho

Temas: “MEDIDAS1PARA FUTURA EJECUCIÓN FORZADA”

LIMA - 2019
“MEDIDAS PARA FUTURA EJECUCION FORZADA”

EL EMBARGO

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CONCEPTO DE EMBARGO:
En primer lugar, hay que señalar que las medidas para futura ejecución forzada son aquellas
dirigidas a asegurar el cumplimiento de la obligación a que se le condenará al vencido mediante el
correspondiente fallo jurisdiccional. Ellas garantizan que los bienes que van a ser materia de
ejecución forzada se mantengan para su realización.

Las medidas para futura ejecución forzada son el embargo (en sus diferentes formas) y el secuestro
(judicial y conservativo).

El embargo es el acto procesal de naturaleza preventiva encaminado a la inmovilización jurídica


de los bienes del obligado, con la finalidad que el acreedor pueda satisfacer su crédito una vez que
se dicte la declaración de certeza que lo reconozca y ordene su pago.

Para Devis Echandía, “embargo es el acto judicial mediante el cual se pone fuera del comercio una
cosa y a órdenes de la autoridad que lo decreta” (DEVIS ECHANDIA, 1964, Tomo IV: 513).

Couture entiende por embargo aquella medida cautelar “... decretada judi cialmente para asegurar
de antemano el resultado de un proceso, y que consiste en la indisponibilidad relativa de
determinados bienes” (COUTURE, 1976: 250).

Azula Camacho califica al embargo como “... una medida cautelar en virtud de la cual el juez pone
fuera del comercio determinados bienes, que quedan afectos al proceso donde se decreta” (AZULA
CAMACHO, 1994, Tomo IV: 132).

Podetti define al embargo como “la medida judicial que afecta -un bien o bienes determinados, de
un deudor o presunto deudor, al pago eventual de un crédito, individualizándolos y limitando las
facultades de disposición y de goce” (PODETTI, 1952: 143).

Lino Palacio sostiene que el embargo es la medida cautelar “... en cuya virtud se afectan e
inmovilizan uno o varios bienes de quien es o ha de ser demandado en un proceso de conocimiento
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o de ejecución, con miras a asegurar la eficacia práctica o el resultado de tales procesos”
(PALACIO, 1992, Tomo VIII: 100).

Debido al embargo determinados bienes individualizados se vinculan jurídica- mente a la


subsiguiente actividad procesal que representa la ejecución forzada. Este nexo consiste
fundamentalmente en el poder que adquiere el órgano jurisdiccional para desarrollar sobre los
bienes materia de embargo actos de disposición que hagan posible la satisfacción de la pretensión
principal del embargante. De lo expuesto se desprende como función esencial del embargo, además
de la conservativa, el concretar el objeto sobre el cual recaerá la actividad de ejecución forzada
(que puede sufrir variaciones hasta tanto ésta no se realice).

El artículo 642 del Código Procesal Civil define al embargo de esta manera: “Cuando la pretensión
principal es apreciable en dinero, se puede solicitar embargo. Este consiste en la afectación jurídica
de un bien o derecho del presunto obligado, aunque se encuentre en posesión de tercero, con las
reservas que para este supuesto señala la ley”.

La Corte Suprema de Justicia de la República, en relación a aspectos generales sobre el embargo,


ha establecido lo siguiente:

“... Es procedente el embargo de los derechos y acciones que tiene el cónyuge deudor en los bienes
sociales pues tales derechos también forman parte de su patrimonio y no hay norma legal que
impida que sean embargados en garantía de una obligación...” (Casación Nro. 2088-2000 /
Cajamarca, publicada en el Diario Oficial El Peruano el 01-03-2001, págs. 7011-7012).

“... Los derechos que el deudor casado tenga en los bienes sociales con su cónyuge, también forman
parte de su patrimonio, y no hay norma legal que impida que sean embargados en garantía de una
obligación...” (Casación Nro. 1718-99 / Lima, publicada en el Diario Oficial El Peruano el 07-04-
2000, págs. 4967-4968).

“... Nada impide embargar los derechos expectaticios de un cónyuge de la sociedad de gananciales,
a la espera de su liquidación, que puede ser por la declaratoria de insolvencia...” (Casación Nro.
2380-2003 / Mo- quegua, publicada en el Diario Oficial El Peruano el 30-11-2004, págs. 13111-
13112).

“... No se debe confundir la medida cautelar de embargo con la ejecución de un bien social de la
sociedad conyugal, que no procederá hasta que no se produzca la separación de patrimonios...”
(Casación Nro. 1716- 1999 / Lima, publicada en el Diario Oficial El Peruano el 31-07-2001, pág.
7429).

“... La referida medida (embargo en forma de inscripción) se ha efectuado de conformidad con lo


establecido en el Artículo trescientos veintitrés del Código Civil, según el cual los gananciales se
dividen por mitad entre ambos cónyuges luego de verificada la liquidación de la sociedad de
gananciales por cualquiera de las causales anotadas en el Artículo trescientos dieciocho del citado
Código; que éste es un derecho expectaticios que tiene en este caso el Banco para asegurar su
crédito y esperar que esta sociedad se liquide por acción de sus propios integrantes o ejerciendo el
derecho a pedir la sustitución del régimen de sociedad de gananciales por la de separación de
patrimonios...” (Casación Nro. 342-99 / Piura, publicada en el Diario Oficial El Peruano el 30-09-
1999, pág. 3628).

“... La sociedad conyugal ha sido considerada como un patrimonio autónomo por el Artículo
sesenticinco del Código Procesal Civil, para los efectos de su representación en juicio; más (sic)
igual calificación corresponde a una situación de copropiedad; lo que no determina que sean
inembargables” (Casación Nro. 1718-99 / Lima, publicada en el Diario Oficial El Peruano el 07-
04-2000, págs. 4967-4968).

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Un patrimonio autónomo distinto de sus miembros, no pudiendo distinguirse la presencia de
acciones y derechos por cuanto no se trata de una copropiedad, no siéndole aplicable sus reglas,
por lo que en tal sentido mientras se encuentre vigente la sociedad de gananciales no puede trabarse
embargo sobre los derechos expectaticios que pudieran corresponder a cada miembro en caso de
fenecimiento de la sociedad de gananciales...” (Casación Nro. 2280-2001 / Tacna, publicada en el
Diario Oficial El Peruano el 01-12-2004, págs. 13223-13224). MANUAL DEL PROCESO CIVIL

(Casación Nro. 2288-07 / Huaura, publicada en el Diario Oficial El Pe- ruano el 02-09-2008, págs.
22722-22723).

“... Tratándose el inmueble de un bien registrado, la medida [embargo en forma de inscripción] no


puede ejecutarse en perjuicio de un tercero, pues se ha inscrito el monto de la afectación, con
posterioridad a la transferencia de dominio del inmueble no resultando compatible con el título de
propiedad ya inscrito a nombre de [la demandante - tercerista de propiedad] [...], quien sólo puede
asumir la carga hasta por el monto inscrito en la fecha en que adquiere el bien; no resultando viable
exigirle que asuma el monto de la ampliación de embargo ordenado con posterioridad a la
transferencia de dominio, pues se afectaría los atributos del nuevo propietario previstos en el
artículo 923 del Código Civil, quien ha adquirido el bien premunido de la buena fe pública registral
prevista en el artículo 2014 del mismo Código, con los gravámenes inscritos al producirse la
compraventa...” (Casación Nro. 2835-2002 / Lima, publicada en el Diario Oficial El Peruano el
31-08-2004, págs. 12666-12667).

“... En el caso de autos, la demandante opone su derecho real [derecho de propiedad] a un crédito
asegurado con un embargo, el cual no prevalece frente al derecho de propiedad adquirido
anteriormente, a pesar de haber sido primeramente inscrito, ya que el principio de prioridad sólo
es aplicable cuando se trata de derechos inscritos de la misma naturaleza...” (Casación Nro. 1974-
2000 / Cusco, publicada en el Diario
6 Oficial El Peruano el 01-03-2001, pág. 7009).

“... Compulsados el principio de rango (recogido por el citado artículo 2022 del Código Civil)
frente a los principios registrales de buena fe y prioridad en el tiempo, se llega a la conclusión que,
en el presente caso, deben prevalecer éstos [sic] últimos, en atención a que cuando se inscribió el
embargo [...] no aparecía inscrito el título de la tercerista, [...] por lo que la mencionada persona
mantiene su acreencia sobre el bien sub litis una vez inscrito su derecho, pues, en materia registral,
quien entra primero al registro es primero en el derecho. Admitir lo contrario importaría destruir
el sistema registral que nos rige y haría ineficaces los siguientes principios: a) El de legalidad, que
preconiza que todo título que pretenda su inscripción debe ser compatible con el derecho ya
inscrito [...]. b) El de impenetrabilidad que preconiza el de impedir que se inscriban derechos que
se opongan o resulten incompatibles con otros, aunque aquéllos sean de fecha anterior. [...] c) El
de publicidad recogido por el artículo 2012 del Código Civil, que preconiza la presunción absoluta,
sin admitirse prueba en contrario, de que toda persona tiene conocimiento del contenido de las
inscripciones...” (Casación Nro. 4325-2006 / Arequipa, publicada en el Diario Oficial El Peruano
el 29-02-2008, págs. 21550-21552).

“... Los terceristas adquirieron la propiedad del bien [...] cuando ya se encontraba embargado, por
lo que su derecho no es preferente ni excluye el adquirido por el acreedor...” (Casación Nro. 1763-
2006 / Jaén, publicada en el Diario Oficial El Peruano el 03-09-2007, págs. 20434-20435).

“... Se desestima la demanda de tercería de propiedad, cuando el embargo que afecta al inmueble
materia de la tercería [...] se ha inscrito con fecha anterior al contrato de compraventa en favor de
la empresa demandante [tercerista]; pues se considera que, admitir una posición en contrario
importaría: a) dejar de lado la finalidad esencial que persiguen las medidas cautelares, cual es,
asegurar la eficacia de las decisiones judiciales; y, b) destruir la fe que confiere el contenido de los
Registros Públicos sobre su veracidad y certeza en el momento de la inscripción de algún acto...”
(Casación Nro. 1329-2008 / Lima, publicada en el Diario Oficial El Pe- ruano el 03-09-2008, págs.
22858-22859).

“... La hipoteca no otorga derecho de preferencia sobre un embargo inscrito con anterioridad a la
fecha de su constitución” (Casación Nro. 655-95 / Lima, publicada en el Diario Oficial El Peruano
el 26-11-1996, pág. 2451).

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EMBARGO EN FORMA DE RETENCION

Cuando la medida cautelar recae sobre un crédito del obligado o sobre bienes pertenecientes al
mismo que se encuentran en poder de terceros, ordenándose su retención, se configura el embargo
en forma de retención.

La retención es una obligación que por mandato judicial se exige a quien debe hacer entrega de
bienes o pagos al deudor, debiendo el retenedor reservarlos a orden y disposición de la autoridad
jurisdiccional que decretó esta medida preventiva. Esta medida supone la inmovilización de bienes
y valores del afectado que efectúa un tercero, quien se encuentra en posesión de ellos (no siempre
en calidad de deudor).

Monroy Gálvez señala al respecto que “a través del embargo en retención se solicita a este deudor
(se refiere al tercero) del deudor mantenga en su posesión el bien del deudor embargado.
Tratándose de una medida cautelar, nos encontramos ante un mandato judicial que debe ser
necesariamente cumplido por este tercero que pasa a ser el retenedor, quien queda sujeto a la
decisión judicial respecto del destino del bien retenido” (MONROY GALVEZ, 1987: 52).

El embargo en forma de retención se encuentra normado en el artículo 657 del Código Procesal
Civil, cuyo texto es reproducido a continuación:

“Cuando la medida recae sobre derechos de crédito u otros bienes en posesión de terceros, cuyo
titular es el afectado con ella, puede ordenarse al poseedor retener el pago a la orden del Juzgado,
depositando el dinero en el Banco de la Nación. Tratándose de otros bienes, el retenedor asume
las obligaciones y responsabilidades del depositario, salvo que los ponga a disposición del Juez.

Si el poseedor de los derechos de crédito es una entidad financiera, el Juez ordenará la retención
mediante envío del mandato vía correo electrónico, trabándose la medida inmediatamente o
excepcionalmente por cualquier otro medio fehaciente que deje constancia de su decisión.
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Para tal efecto, todas las Entidades Financieras deberán comunicar a la Superintendencia de Banca
y Seguros la dirección electrónica a donde se remitirá la orden judicial de retención”.
La Corte Suprema de Justicia de la República, en relación al embargo en forma de retención, ha
establecido lo siguiente: “... Las instancias de mérito han logrado establecer que los deudores
demandados cuentan con otros bienes susceptibles de ser afectados a fin de garantizar el
cumplimiento del pago del crédito laboral del cual es titular el demandante. Siendo así, no existe
justificación alguna para que el actor embargue las cuentas de los deudores demandados que se
encuentran destinadas al cumplimiento de otras obligaciones, pues, existen otras fuentes de
ingresos que pueden garantizar el cumplimiento del crédito laboral mencionado en la demanda...”
(Casación Nro. 4475-2007 / La Libertad, publicada en el Diario Oficial El Peruano el 31-03-2008,
págs. 21720-21721).

EMBARGO EN FORMA DE INTERVENCION

El embargo en forma de intervención representa aquella medida cautelar dirigida a embargar los
ingresos de las empresas pertenecientes a personas naturales o jurídicas (incluyéndose aquí a las
que no tienen fines de lucro), para lo cual son ellas objeto de control o intervención por parte del
órgano de auxilio judicial de- nominado interventor, quien, en mérito del mandato cautelar
respectivo, se ocupa de recaudar directamente tales ingresos (haciendo exclusión de los destinados
a cubrir los gastos propios de funcionamiento, como, por ejemplo, los haberes del personal que en
ellas labora) o de informar sobre la marcha económica de la empresa intervenida a fin que el
peticionante de la medida y el Juez conozcan sobre su real situación.

La intervención no tiene como efecto la desposesión del conjunto de bienes que sirven a la
actividad empresarial del sujeto obligado (pues recae sólo sobre los ingresos que se obtengan) ni
la sustitución de los órganos de administración existentes. Es por eso que esta medida cautelar no
paraliza las actividades económicas
9 de la empresa afectada, debiendo el interventor únicamente
inspeccionar el negocio, y verificar sus operaciones y utilidades, informando de ello al Juez o
recaudando las últimas directamente y consignándolas en el Banco de la Nación a la orden del
Juzgado.
A decir de Monroy Gálvez, “... la intervención como medida cautelar consiste en la injerencia de
una persona en un determinado negocio de propiedad del embargado, a fin de que retire
periódicamente una parte de sus ingresos y los convierta en depósito judicial o informe al Juzgado
sobre la marcha de la actividad comercial” (MONROY GALVEZ, 1987: 52).

Según Lino Palacio, “... denomínase intervención judicial a la medida cautelar en cuya virtud una
persona designada por el Juez, en calidad de auxiliar externo de éste, interviene en la actividad
económica de una persona física o jurídica, sea para asegurar la ejecución forzada o para impedir
que se produzcan alteraciones perjudiciales en el estado de los bienes” (PALACIO, 1992, Tomo
VIII: 199).

De acuerdo a la actividad que se le ordene desarrollar al interventor, el embargo en forma


de intervención puede ser de dos clases:
 Intervención en recaudación.
 Intervención en información.

EMBARGO EN FORMA DE INTERVENCIÓN EN RECAUDACIÓN


La intervención en recaudación “se trata de una medida cautelar complementaria del embargo
aplicable con relación a ingresos percibibles en forma periódica, verbigracia: alquileres, entradas
a espectáculos públicos, ganancias de un comercio, etcétera” (GONZALEZ, 1999: 194).

“... Si la pretensión es dineraria, puede ser útil una intervención en recaudación. Esta forma de la
medida supone que el interventor nombrado tiene como función específica retirar, en el porcentaje
y la periodicidad fijada en la providencia cautelar, los ingresos producidos por el negocio, luego
de lo cual deberá depositarlos a la orden judicial” (MONROY GALVEZ, 1987: 53).

El embargo en forma de intervención se encuentra normado en el artículo 661 del Código Procesal
Civil en estos términos: “Cuando la medida afecta una empresa de persona natural o jurídica con
la finalidad de embargar los ingresos propios de ésta, el Juez designará a uno o más interventores
recaudadores, según el caso, para 10
que recaben directamente los ingresos de aquél.

La disposición del párrafo anterior es aplicable, también, a las personas jurídicas sin fines de lucro.
La resolución cautelar debe precisar el nombre del interventor y la periodicidad de los informes
que debe remitir al Juez”.

EMBARGO EN FORMA DE INTERVENCIÓN EN INFORMACIÓN

“... Esta medida tiene por finalidad que el interventor informante nombrado por el juez, entere al
Juzgado, con la periodicidad que se fije en la providencia cautelar, sobre el estado de los bienes
que se negocian, sobre las operaciones comerciales que se realizan, en definitiva, sobre todo
aquello que pueda ser trascendente para el proceso y que se presenta en la actividad comercial”
(MONROY GALVEZ, 1987: 53).

Así también lo considera Lino Palacio cuando afirma que “esta clase de intervención tiene por
objeto que la persona designada por el juez ejerza vigilancia sobre la gestión administrativa
desarrollada en una sociedad o asociación o respecto de bienes litigiosos, o sobre el estado en que
éstos se encuentran, dando cuenta a aquél de las circunstancias comprobadas a raíz de tal
actividad” (PALACIO, 1992, Tomo VIII: 208).

El artículo 665 del Código Procesal Civil trata del embargo en forma de intervención en
información de esta manera: “Cuando se solicite recabar información sobre el movimiento
económico de una empresa de persona natural o jurídica, el Juez nombrará uno o más interventores
informadores, señalándoles el lapso durante el cual deben verificar directamente la situación
económica del negocio afectado y las fechas en que informarán al Juez”.

EMBARGO EN FORMA DE ADMINISTRACION

Esta clase de embargo (en forma de administración) es aquel que recae sobre bienes fructíferos
que se afectan en administración con
11 la finalidad de recaudar los frutos que produzcan. Tal es la
definición legal de este instituto que hace el Código Procesal Civil en su artículo 669.

La diferencia entre la función desarrollada por el interventor y la que lleva a cabo el administrador
radica en que el primero únicamente recauda los ingresos o proporciona información económica
y/o financiera de la empresa intervenida, ajustándose a las directivas de su dueño o de su
representante legal; mientras que el administrador, precisamente, se encarga de la dirección de
aquélla, debiéndose acatar todas sus disposiciones (que no excedan el cometido de su gestión o las
facultades señaladas en la providencia cautelar), máxime si al asumir el cargo el administrador
cesan en sus funciones los distintos órganos directivos o de administración de la empresa sobre la
cual recae la medida (arts. 670 y 672 del C.P.C.).

Ejecutada una medida cautelar de embargo en forma de administración, está obligado el


administrador a:

 Gerenciar la empresa embargada, con sujeción a su objeto social (art. 671 -inc. 1)- del
C.P.C.).
 Realizar los gastos ordinarios y los de conservación (art. 671 -inc. 2)- del C.P.C.).
 Cumplir con las obligaciones laborales que correspondan (art. 671 -inc.3)- del C.P.C.).
 Pagar tributos y demás obligaciones legales (art. 671 -inc. 4)- del C.P.C.).
 Formular los balances y las declaraciones juradas dispuestas por ley (art.671 -inc. 5)- del
C.P.C.).
 Proporcionar al Juez la información que éste exija, agregando las observaciones sobre su
gestión (art. 671 -inc. 6)- del C.P.C.).
 Poner a disposición del Juzgado las utilidades o frutos obtenidos (art. 671-inc. 7)- del
C.P.C.).
 Cumplir los demás deberes señalados por el Código Procesal Civil y por la ley (art. 671 -
inc. 8)- del C.P.C.).

EL CATEO EN EL EMBARGO EN DEPÓSITO O EN EL


SECUESTRO:

El artículo 653 del CPC se refiere al cateo en l


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os siguientes términos: ―Si al momento de la ejecución de la medida se advierte el ocultamiento


de bienes afectables, o si éstos resultan manifiestamente insuficientes para cubrir su monto, podrá
el Auxiliar jurisdiccional, a pedido de parte, hacer la búsqueda en los ambientes que esta le indique,
sin caer en excesos ni causar daño innecesario. Puede, incluso, atendiendo a circunstancias
plenamente justificadas, proceder a la búsqueda en la persona del afectado, respetando el decoro
de ésta.

La acepción contenida en la norma procesal es la que se refiere la acción de buscar, descubrir y


procurar bienes que habrían sido ocultados por el afectado para evitar su afectación.
Extensivamente puede considerarse como aplicable al lenguaje procesal la acepción referida al
allanamiento de la casa de alguien pero siempre para el propósito enunciado.
El cateo es por ello la acción de exploración y búsqueda de bienes afectables practicada por el
auxiliar jurisdiccional, a pedido de parte, en los ambientes que éste indique, cuando en el momento
de la ejecución de la medida se produce el ocultamiento de bienes, o si los bienes ubicados resultan
insuficientes para cubrir el monto, se ejecutará esta medida "sin caer en excesos ni causar daño
innecesario "Empero, esta medida va más allá de la exploración y búsqueda de bienes en los
ambientes de propiedad o bajo conducción del afectado; en efecto, puede practicarse incluso en la
persona del afectado, es decir, se autoriza el cateo en la estructura física externa de la persona
"respetando el decoro de ésta" y "atendiendo a circunstancias plenamente justificadas".

El cateo se justifica por las circunstancias que rodean a la ejecución del embargo en forma de
depósito y en especial al secuestro. Es comprensible que el afectado pretenda sustraer el mayor
número de bienes de la ejecución, con este propósito realiza actos de ocultamiento. Las zonas de
ocultamiento no son únicamente los ambientes del inmueble, sino el propio cuerpo. En este último
caso puede tratarse del ocultamiento de dinero, alhajas, títulos valores u otros bienes pequeños en
los bolsillos e incluso en el interior de las ropas.

Sobre este particular la norma establece que se procede a la búsqueda en la persona del afectado.
Empero cabe preguntarse si la búsqueda puede practicarse en otras personas tales como familiares
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o personas dependientes del afectado. Nos atrevemos a absolver la cuestión sosteniendo que si se
advierte el ocultamiento de bienes por otras personas pero dentro del área de dominio del afectado,
resultaría procedente el cateo, máxime si tenemos en cuenta que el embargo es la afectación
jurídica de un bien o derecho del presunto obligado aunque se encuentre en posesión de terceros,
con las reservas señaladas por la ley.

Es verdad que nuestra ley autoriza al auxiliar jurisdiccional a efectuar el cateo ante circunstancias
justificadas, sin embargo, si la persona requerida se negara a ser sometida al cateo, el auxiliar
jurisdiccional no podría disponer ninguna medida disciplinaria ni coercitiva contra aquella, por
carecer de estas facultades. Para que esta situación no ocurra, previsoramente, a pedido de parte el
Juez al dictar el auto cautelar puede disponer el cateo en otros ambientes, disponiendo el descerraje
si fuera necesario. Consideramos que no podría disponer medida similar respecto al cateo sobre el
cuerpo de la persona.

Requisitos para el cateo:

 Solo es posible si estamos ante las medias cautelar o ejecutiva de embargo en forma de
depósito o secuestro.
Procederá el cateo tanto en el embargo en forma de depósito y a su vez en el secuestro
conservativo (no en el judicial) por cuanto las medidas tienen la misma finalidad, esto es,
garantizar el cumplimiento de la obligación dineraria. Además no es necesario que el
secuestro conservativo sea originado como conversión del embargo en forma de depósito
ante la negativa del deudor (PROPIETARIO) de asumir la calidad de depositario (art 649),
sino que es perfectamente factible que el cateo proceda ante la concesión del secuestro
conservativo. Sin previo embargo en forma de depósito.
 Se debe de verificar el ocultamiento de bienes o que estos sean afectados manifiestamente
insuficientes para cubrir el monto de la afectación, ya sea en el embargo en forma de
depósito o en el secuestro conservativo.
 El cateo procede siempre que la parte ejecutante lo solicite, es así que el ejecutante o la
parte solicitante de la medida cautelar o ejecutoria deberá de participar en la diligencia del
embargo en forma de depósito
14 o secuestro conservativo, caso contrario no procederá el
cateo sobre lugares o de personas.
 Hay que precisar que concurrencia copulativa es excepcional otorgada por el legislador a
fin de evitar se frustren los embargos en forma de depósitos o los secuestros conservativos
por un actuar de mala fe por parte del deudor.

SECUESTRO DE VEHICULO

Decretada la medida cautelar en forma de secuestro vehicular, el Juzgado debe expedir el


respectivo oficio conteniendo la orden de captura dirigido a la autoridad policial competente, que
debe prestar el auxilio del caso para la materialización de dicha medida; esto implica ubicar,
intervenir o capturar el vehículo, derivarlo al Depósito Oficial de Vehículos, comunicar de tal
hecho al Juzgado y poner el mismo a su disposición (conjuntamente con las llaves y la tarjeta de
propiedad, de ser posible).

El vehículo sometido a secuestro, será internado en almacén de propiedad o conducido por el


propio custodio (se entiende luego de haber sido puesto a disposición del órgano jurisdiccional por
la Policía Nacional), accesible al afectado o veedor, si lo hay. El vehículo no podrá ser retirado sin
orden escrita del Juez de la medida. Mientras esté vigente el secuestro, no se levantará la orden de
captura o de inmovilización. Así lo dispone el artículo 647 del Código Procesal Civil.

SECUESTRO DE TITULOS DE CREDITO

Por mandato del artículo 652 del Código Procesal Civil, cuando se afecten (en secuestro) títulos-
valores o documentos de crédito en general, éstos serán entregados al custodio, haciéndose la
anotación respectiva en el documento, conjuntamente con copia certificada de su designación y
del acta de secuestro, a fin de representar a su titular. El custodio queda obligado a todo tipo de
gestiones y actuaciones que tiendan a evitar que el título se perjudique (como, por ejemplo,
proceder a efectuar el protesto de títulos valores) y a depositar de inmediato (en el Banco de la
Nación) a la orden del Juzgado, el dinero que obtenga.

Cachón Cadenas, en relación al embargo de títulos valores (de aplicación al secuestro de los
mismos), manifiesta que “... al igual que ocurre respecto de los demás bienes muebles, el objeto
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del embargo, en estos casos, es el derecho de propiedad que recae sobre los títulos valores. Sólo si
el ejecutado es el propietario del título valor de que se trate, puede llevarse a cabo el embargo...”
(CACHÓN CADENAS, 1991: 417). Cachón Cadenas agrega que “la fusión del título valor con el
derecho incorporado al mismo impide que ese derecho pueda ser embargado con independencia
del título valor...” (CACHÓN CADENAS, 1991: 418).

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Referencias Bibliográficas

Código Procesal Civil Comentado, Gaceta Jurídica. Tomo V, 2016

Gaceta Jurídica, Manual del Proceso Civil. Tomo II, Lima, Primer Edición 2015.
Hinostroza M. Alberto, 2017, Derecho Procesal Civil. Jurista Editores, Lima.

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