problemas del presente-el problema del carácter de la arquitectura encuentra en la historia uno de
sus fundamentos. el recurso románico a la historia como material de proyecto lleva a plantear el
problema del estilo, el estilo propio del siglo XIX y conlleva una secuencia que arranca del
clasicismo romántico y se conduce a las diversas recuperaciones históricas o " revivals",
llegando hasta el eclecticismo y el modernismo o cosmopolitismo de fin de siglo.por ello, aunque
con la quiebra del clasicismo parece no cambiar nada porque siguen usando las mismas formas,
sustancialmente se produce un cambio radical, sustituyendo la confianza natural en este
repertorio por una simple convención. Así, del clasicismo se pasa al neoclasicismo, mostrándose
enseguida que el mismo procedimiento es aplicable a los repertorios extraídos de otros periodos
del pasado. Ello producirá los sucesivos revivals : el gótico, neo románico, neo bizantino, etc. Si
estilo es la adaptación de un lenguaje a un sistema espacio temporal concreto, en el siglo XIX la
aparición entre arquitectura y lenguaje hace de este una vestidura de algo que permanece debajo.
El concepto de estilo -antes casi universal- se limita de modo implícito hasta considerarse como
una mera forma decorativa que se aplica sobre el esqueleto portante genérico ello lleva a la
disociación entre lenguaje y la composición arquitectónica.
Quizá la característica más representativa de la arquitectura del siglo XIX está definida por la
aparición de una cultura historicista producida por el acercamiento a muy distintas arquitecturas,
geográfica e históricamente dispersas. La incorporación del conocimiento histórico a los
proyectos supone la concepción de cierto modo ideológica de la arquitectura, en cuanto permite
adscribir con cierto descriptivismo una filiación estilística a cada ideología y a cada programa
arquitectónico. Así cada uno de los distintos lenguajes se ve sustentado por ideas diferentes cuyo
significado varía según los países y el momento.de modo análogo a cómo el neoclasicismo se
identificó con el periodo revolucionario de la República y con el imperio en Francia, el
neogótico- considerado por Chateaudriand como el genio del cristianismo- será identificado con
la arquitectura posrevolucionaria de la restauración ello no impide la continuidad de la opción
clasicista. el compromiso clasicista se manifiesta asimismo en la forma de integrar el hierro en la
arquitectura urbana con ejemplos destacados como los de la Gare du Nord 1861 y la biblioteca
de Sainte Genevieve de 1850.Por su parte,la aparente oposición radical a los ideales académicos
y su significado religioso - con independencia de otros ideales coyunturales- difunden el
historicismo medieval, y en especial, el representado por el templo gótico cuyas altas naves se
identifican románticamente con la espiritualidad religiosa, de modo que mediado el siglo XIX, el
gótico - con alguna derivación románica o bizantina- es aceptado en todo el mundo como la
modalidad natural de la arquitectura eclesiástica. por otra parte, la multiplicidad de significados
del historicismo hace que ya a mediados del siglo Viollet le Duc puede entender la arquitectura
gótica como paradigma del racionalismo constructivo, y enfoque así tanto de sus trabajos de
restauración como sus teorías y sus proyectos ideales con su consiguiente influencia práctica.
El eclecticismo decimonónico
Por su parte, los poderes sociales encontrarían en las formas ecléctica su mejor expresión en los
años finales del siglo XIX- e incluso hasta bien entrado dos el siglo XX- como estilo oficial de
los edificios públicos y de todos aquellos que pretenden una representatividad ciudadana,
contribuyendo desde este eclecticismo orgulloso y brillante a fijar la imagen de las ciudades en
las capitales europeas y americanas.el esfuerzo por mantener unida a las experiencias dentro del
marco historicista o ecléctico se agota y ello trae consigo la importación y difusión de modelos y
formas exóticas, cosmopolitas y modernistas. A pesar de todos sus logros arquitectónicos- o
quizá precisamente por ellos - en los años inmediatos al cambio del siglo se manifiesta en todo o
ropa una sensación de agotamiento cultural por parte del eclecticismo, pese a lo cual vivirá hasta
bien entrado el siglo XX. pero para ello habrá de redefinir y depurar sus elementos formales,
incardinardinandolos en un marco de los ideales cosmopolitas.