Fue la lucha tu vida y tu elemento, Yerga el Ande su cumbre más alta, Febo asoma; ya sus rayos
la fatiga, tu descanso y calma De la mar el metal de su voz, iluminan el histórico convento;
la niñez, tu ilusión y tu contento, y entre cielos y nieves eternas tras los muros, sordo ruido
la que al darle el saber le diste el alma. se alce el trono del Libertador. oír se deja de corceles y de acero;
son las huestes que prepara
Con la luz de tu ingenio iluminaste Suenen claras trompetas de gloria San Martín para luchar en San Lorenzo;
la razon, de la noche de ignorancia. y levanten un himno triunfal, el clarín estridente sonó
Por ver grande a la patria tu luchaste que la luz de la historia agiganta y a la voz del gran jefe
con la espada, con la pluma y la palabra. la figura del Gran Capitán. a la carga ordenó.
Y en su pecho la niñez de amor un templo ¡ Padre augusto del pueblo argentino, Avanza el enemigo
te a levantado y en el sigues viviendo, héroe magno de la libertad ! a paso redoblado,
y al latir tu corazón va repitiendo: A su sombra la Patria se agranda al viento desplegado
¡Honor y gratud al gran Sarmiento! en virtud, en trabajo y en paz. su rojo pabellón
¡Honor y grtitudo y gratitud al viento desplegado
¡ San Martín ! ¡ San Martín ! Que tu nombre, su rojo pabellón.
¡Gloria y loor! ¡ Honra sin par honra y prez de los pueblos del Sur,
para andar entre los grandes, asegure por siempre los rumbos Y nuestros granaderos,
padre del aula Sarmiento inmortal! de la Patria que alumbra tu luz. aliados de la gloria,
¡Gloria y loor! ¡Honra sin par! inscriben en la historia
De las tierras del Plata a Mendoza, su página mejor.
de Santiago a la Lima gentil, Inscriben en la historia
fue sembrando en la ruta laureles su página mejor.
a su paso triunfal San Martín.
Cabral, soldado heroico,
San Martín, el señor en la guerra, cubriéndose de gloria,
por secreto designio de Dios, cual precio a la victoria,
grande fue cuando el sol lo alumbraba, su vida rinde, haciéndose inmortal.
y más grande en la puesta del Sol.
Y allí, salvo su arrojo,
la libertad naciente
de medio continente.
¿Quién nos habla aquí de olvido, Sean eternos los laureles Aquí está, como el cielo refulgente,
de renuncia, de perdón? ... Que supimos conseguir ostentando sublime majestad,
¡Ningún suelo más querido, Que supimos conseguir después de haber cruzado el Continente,
de la patria en la extensión. Coronados de gloria vivamos exclamando a su paso: ¡Libertad!
¡O juremos con gloria morir! ¡Libertad! ¡Libertad!
¡Rompa el manto de neblinas, ¡O juremos con gloria morir!
como un sol, nuestro ideal : ¡O juremos con gloria morir!
"Las Malvinas, Argentinas
en dominio ya inmortal"!
Coro
¡Para honor de nuestro emblema
para orgullo nacional,
brille ¡oh Patria!, en tu diadema
la argentina perla austral.