PROSPECCION GEOQUIMICA
2019 - I
INDICE
Pág.
INTRODUCCIÓN 1
6.1.- Introducción 46
6.2.- Tipos, formas y dimensiones 55
6.3.- Muestreo y preparación de la muestra 55
6.4.- Método de estudio 56
6.5.- Microtermotría 56
6.5.1.- Calentamiento 56
6.5.2.- Criometría 56
6.5.3.- Decrepitometría 57
6.6.- Salinidad en los cobres porfiríticos 60
7.1.- Generalidades 64
7.2.- Método potasio Argón 65
7.3.- Método Rubidio – Estroncio 66
7.4.- Método del Torio – Uranio 67
7.5.- Método del Helio 67
7.6.- Método del plomo total 68
7.7.- Método del plomo/alpha 68
7.8.- Métodos los plomos isotópicos 69
7.9.- Método del Estroncio 69
7.10.- Método del Argón y del Calcio 69
El texto consta de 11 capítulos. Los cuales han sido desarrollados utilizando la gran cantidad de
bibliografía nacional y extranjera, pero ha sido imposible desarrollar detalladamente todos los campos de
esta especialidad.
Los principales problemas relacionados a la Geoquímica minera y petrolera son: búsqueda o ubicación de
depósitos minerales, determinación del zoneamiento de la mineralización, explicar la génesis del deposito
mineral, distribución, comportamiento y migración de los elementos en las diferentes esferas geológicas,
determinación de los elementos comerciables y nocivos con fines tecnológicos, propiedades indicadoras de
los elementos químicos en los procesos geológicos, determinación de edad cronológica, etc.
El autor agradece profundamente al profesor Dr. Alexander Vasilievich Druzhinin por su invalorable
colaboración en el asesoramiento de la Tesis Doctoral, base del presente texto y así mismo al profesor Dr.
Nicolay Nicolaievich Trofimov por su autorización para utilizar algunas de sus metodologías.
EL AUTOR
CAPITULO I: GENERALIDADES.
Considerando que la geoquímica es la fusión de la geología y la química que trata de explicar los
fenómenos químicos surgidos en la naturaleza.
1. Determinar las relaciones cuantitativas de los elementos químicos y los nuclidios de la tierra.
2. Explicar la distribución de los elementos químicos considerando su dispersión, migración y
concentración local.
3. Explicar el comportamiento de los elementos químicos en el interior de la tierra, bajo las
diversas condiciones termodinámica y físico-químicas naturales.
La geoquímica como ciencia surge cuando el químico sueco Christian Friedrich Schonbein (1799-
1868) al descubrir el ozono por primera vez empleó la palabra Geoquímica. En 1838 expuso los
principales problemas de la geoquímica, subrayando el estudio detallado de las propiedades de
todas las formaciones geológicas; así como la edad relativa de éstas.
A comienzos del siglo XIX los científicos Noruegos J.H.L. Vogt (1858-1932) y W.C. Brogger (1851-
1940) estudiaron la cristalización de las rocas ígneas y manifestaron la presencia y abundancia en
las rocas de los elementos menos comunes, V.M. Goldschmidt (1888-1947) estudió la química
física de las rocas metamórficas. Los científicos rusos V.I Vernadsky (1863-1945) con sus libros
“La Geochimie” (1924. “La Biosphere”(1929) y A.E. Fersman(1883-1945), contribuyeron al
desarrollo de la geoquímica.
Este último se dedico al estudio de la litósfera, trató de explicar las causas determinantes de
distribución de los elementos en su estructura atómica y estudió su distribución en el universo
asociado de ésta forma la geoquímica con la cosmoquímica. Estos tres últimos científicos iniciaron
un nuevo periodo de evolución en la geoquímica que condujo al descubrimiento de las leyes
fundamentales que rige la distribución de los elementos en la naturaleza.
El desarrollo de la geoquímica, así mismo esta ligado con el desarrollo de otras ciencias como de la
física moderna, especialmente de Física atómica y nuclear, y en parte, con el desarrollo de los
nuevos métodos físicos y químicos de determinación cuantitativa de los elementos químicos
(Roetgenométrico, espectrométrico de absorción atómica, de emisión, espectrofotométrico,
colorimétrico y otros).
1.3.- RELACION DE LA GEOQUIMICA CON LAS DEMAS CIENCIAS
MINERALOGIA PETROGRAFIA
A.E. Fersman propuso expresar los valores de los Clarckes no solamente en %, sino
también con átomos, considerando que para determinar el grado de distribución de los
elementos, la geoquímica debe de partir de las relaciones de los números de sus átomos, y
no de las relaciones de sus pesos.
Tanto los estudios geofísicos, como de los meteoritos tienen gran importancia para el estudio de la
composición química del interior de la tierra.
Cabe mencionar que la semejanza entre la tierra y los meteoritos es netamente cualitativa.
La capa basáltica (B) tiene la composición de un basalto y la capa más externa (A)
principalmente granítica corresponde a una roca ígnea de composición acida y media.
Clarcke (1889) fue el primero en calcular la composición química de la corteza terrestre, basándose
en las rocas ígneas quien calculo la composición media de 880 rocas ígneas de diversos países,
mas tarde Clarcke y Hillebrand (1897) calcularon un nuevo promedio, utilizando los análisis de 680
rocas ígneas americanas.
De igual manera Clarcke junto con Washington (1922, 1924) calcularon y publicaron nuevos
promedios, basados en 5159 análisis de rocas ígneas de todo el mundo. Así mismo muchos
geólogos han realizado estudios similares sobre la abundancia de los elementos, basados en el
número másico o número neutrónico.
Las conclusiones son de que son ocho los elementos que constituyen la mayor parte de la litosfera
superior y que son: oxígeno, silicio, aluminio, hierro, calcio, sodio, potasio y magnesio.
CUADRO N"1
COMPOSICIÓN QUIMICA DE LA TIERRA SEGÚN DIFERENTES AUTORES
CUADRO Nº2
COMPOSICION QUlMICA DE LA CORTEZA SEGÚN DIFERENTES AUTORES
Las clasificaciones geoquímicas de los elementos, aceptadas reflejan las diferentes particularidades
de su distribución y comportamiento en los procesos naturales y están relacionadas con sus
propiedades químicas y sus posesiones en la tabla periódica de D.I. Mendeleiev.
Existen diferentes clasificaciones entre las cuales están la de V.M. Goldschmidt, V.I. y otras, siendo
la primera la más aceptada.
1.6. CICLO GEOQUIMICO
La geoquímica trata de explicar la migración de los elementos en la corteza terrestre lo que nos
proporciona el concepto de ciclo geoquímico. En la litosfera el ciclo geoquímico comienza con la
cristalización inicial de un magma (Fig. Nº 04) llegando a formar rocas ígneas, otra parte se va a la
hidrosfera y otra a la atmósfera. Las rocas ígneas son meteorizadas y transportadas cuyos
sedimentos son depositados y sometidos a una diagénesis dando origen a una roca sedimentaria.
Por otro lado el material que se fue a la hidrosfera y atmósfera se depositaron en la biosfera
formando depósitos biogénicos que luego al pasar por la diagénesis dieron también origen a una
roca sedimentaria. Las rocas sedimentarias en las profundidades son sometidas a un
metamorfismo de grado sucesivamente cada vez más elevado formando una roca metamórfica y
por anatexis se regenera el magma. Las rocas sedimentarias y metamórficas pueden ser
meteorizadas y transportadas y luego continuar con el ciclo geoquímico. Las rocas ígneas por
refusión pueden convertirse en magma.
Fig. 4 Ciclo geoquímico
El ciclo geoquímico es de suma importancia puesto que nos permite explicar el camino seguido por
un elemento determinado en diferentes etapas. Un elemento puede tender a concentrarse en
cierto tipo de depósito en una etapa dada, o puede permanecer disperso a través del ciclo
completo.
Este método esta basado en la correlación del análisis estructural – tectónico referente a la
formación concreta del distrito minero con el estudio detallado de la asociación geoquímica de los
elementos y asociación paragenética en las diferentes etapas de la formación petromineralógica.
Las anomalías geoquímicas (Fig. 06) son aquellas concentraciones elevadas de un elemento
químico, diferenciándose notoriamente de su “contenido de fondo” (Cf). El contenido
anómalo (Ca) de un elemento se determina por la siguiente fórmula:
Ca C f * E r
Con el fin de que las dimensiones y el contraste de los halos o aureolas resalten más que
las aureolas definidas solamente por el contenido de un elemento, se elaboran halos
multiplicativos, expresadas por el coeficiente indicador (k).
Por ejemplo:
Pb Ag B a Z n
K
C u C o Bi w
Las aureolas primarias se caracterizan por su zoneamiento (Fig. 08). En la parte superior de
la mineralización usualmente se tiene I, Hg e isótopos ligeros. Al nivel de la mineralización
los elementos químicos están presentes en todo su espectro; en la parte inferior y por
debajo de la mineralización están presentes el Ni, Be e isótopos pesados.
S.V. Grigorian y L.N. Ovchinnikov precisaron esta serie como sigue: W1-Be-As1-Sn1-Au-U-
Mo-Co-Ni-Bi-W2-Au2-Cu1-Zn-Pb-Sn2-Ag-Cd-Au3-Cu3-Hg-As2-Sb-Ba (Fig.N° 9)
Fig. Nº 09 Gráficos de la variación del contenido medio de los elementos
alrededor de yacimientos “ciegos” y aflorantes.
El estudio del zoneamiento geoquímico permite determinar el nivel de erosión y por lo tanto
evaluar las perspectivas del depósito. A menudo para determinar el zoneamiento se
emplean aureolas definidas por varios elementos. Al calcularse los cocientes metálicos
respectivos, en el numerador van los elementos que caracterizan los niveles superiores de
la mineralización o de las aureolas primarias, en tanto que en el denominador van los
elementos característicos de la parte inferior de los niveles por debajo de la mineralización.
La cantidad de elementos en el numerador y denominador debe ser igual, por ejemplo:
Au x S b x As
V
Co xW x N i
Al erosionarse los yacimientos minerales sus elementos químicos pueden ser parcialmente
diseminados (Fig. N°10). En consecuencia se forman zonas con contenidos anómalos en los
sectores adyacentes o supergénicos en contacto con los cuerpos mineralizados. Estas zonas
son las aureolas secundarias. La concentración de los elementos químicos en estas
aureolasvarían desde valores superiores a los de la mineralización hasta valores iguales a su
contenido de fondo. Las aureolas secundarias se dividen según el proceso de formación en
mecánicas, de flujo y mixtas. (Fig. N°11).
Fig. 10 Block diagrama de la zona Supergénica de difusión.
1.- Eluvial- Deluvial, 2.- Aluvial, 3.- Cuerpo mineralizado y su halo primario, 4.-
Roca encajonante, 5.- Contorno de los contenidos anómalos de los elementos
metálicos en los productos de la meteorización, tanto en los ríos como en la
vegetación, 6.- Dirección del flujo.
Fig. Nº 11 Tipos principales de aureolas litogeoquímicas secundarias de
difusión.
1.- Eluvial, 2.- Sedimentos suprayacentes, 3.- Roca encajonante, 4.- Cuerpos
mineralizados, 5.- Halos secundarios.
M e X 2 / 2 R 2 Cf
Cx
r 2n
El contenido del elemento mineralizado en los depósitos aluviales por debajo del nivel R
donde termina su difusión.
Cx P Cf
Sx
C x P ( X Ro ) Cf
S x ( R Ro )
donde Ro = inicio de los contenidos anómalos del elemento en el cauce. Su contenido sigue siendo
el de fondo, es decir Cx = Cf.
Este coeficiente que depende de las condiciones locales es considerado frecuentemente cuando se
estudian cauces de tercer y mayor orden.
a) regionales (escalas 1:500 000; 1:200 000), los objetivos son la localización de
regiones, centros y zonas mineras;
b) levantamientos de exploración (escalas 1; 500 000; 1;250 000) con el objetivo
de localizar distritos mineros.
c) Levantamiento detallado de exploración (1;10000; 1;5000; 1;2500) con el
objetivo de localizar yacimientos individuales o evaluar prospectos. La
densidad de muestreo para cada escala es diferente. la malla de exploración
se determina en función de las particularidades de los objetivos geológicos
planteados: vetas, capas y/o cuerpos isométricos. También depende de los
siguientes criterios: dimensión óptima de la malla para economizar recursos y
garantizar la localización del objetivo (flujo, aureola o yacimiento) en uno o
dos puntos con un valor estadístico de posibilidad cercano a la unidad.
R b 1 * sin w w
Corregir formula
R = posibilidad estadística de localización por lo menos en un punto
1 = longitud de la aureola;
b = distancia entre los perfiles.
sen w 0.951
y R b /1
Si w = n/2 (orientación libre del objetivo) en relación a la dirección de los
perfiles, entonces la posibilidad de sus intersecciones disminuye a,
R 0.637 b / 1
R 2 ( r ar cos 1 r 2 1)
n 2
R 0.99
S/ S 4.60
S GENERALES
Cabe mencionar que las fuentes termales tienen un gran interés geoquímico ya que representan el
estudio final de la actividad térmica en las regiones volcánicas.
En minería se debe muestrear las aguas subterráneas o juveniles, termales, ríos, lagos y mares.
En consecuencia entre los principales tipos de aguas tenemos: cloruradas, sulfatadas, carbonatadas,
ácidas, silicatadas, uranatadas, boratadas, nitratadas, sulfuradas, fosfatadas, mixtas, etc.
Dentro de las aguas minerales algunos investigadores clasifican un grupo especial de agua de
composición esférica, que se diferencia sustancialmente de otras aguas minerales por la considerable
predominancia de algunos de sus componentes. Estas aguas son características para condiciones
especiales y se encuentran en pequeñas cantidades e inestables.
A éste grupo podemos incluirle las diversas aguas de los yacimientos de sulfuros, los cuales en la
zona de oxidación se caracterizan por la presencia libre del H 2SO4, que se forma debido a la
oxidación de la pirita, calcopirita y otros sulfuros. Estas aguas frecuentemente contienen altas
concentraciones de estos elementos, las cuales en otras aguas contienen en cantidades insuficientes.
Aquellos por ejemplo, hierro y aluminio, zinc (hasta 0.01 mgr/1), cobre, manganeso y otros. La
presencia de altas concentraciones de iones SO 42-, en las aguas que lavan yacimientos de sulfuros e
igualmente elementos, característicos para yacimientos de zinc, cobre y otros, puede considerarse
como criterio geoquímico para la búsqueda cuando el relieve es favorable.
Estas aguas pueden salir a la superficie en forma de fuentes y alimentar a los riachuelos y ríos
formando alrededor de los depósitos, aureolas acuosas de dispersión. El estudio de estas aureolas
nos permite ubicar los yacimientos primarios que alimentan a estas aureolas.
Como resultado de la cual el H2S se oxidan hasta SO2 , SO3. En fuentes termales, relacionadas con
actividad volcánica, el contenido libre de ácido sulfúrico a veces alcanza varios miles de mgr/1 (por
ejemplo, el agua del cráter del volcán Yurren en la Península Yava, contiene 7930 mgr/1, el agua de
Geeyser en California contiene 2710 mgr/1).
Las aguas muestreadas, son analizadas para determinar su composición química, que se estudia en
estrecha correlación con la composición de las rocas colindantes. Luego estos resultados son
interpretados. Así mismo se debe realizar un estudio detallado sobre la estructura geológica y
condiciones hidrogeológicas, composición química de las rocas de la zona de estudio.
Es necesario mencionar que los métodos químicos, espectrales, bacteriológicos y otros tipos de
análisis no garantizan la determinación cualitativa de toda la gama de iones y radicales, sustancias
orgánicas, de todos los grupos de la microflora y productos bacteriológicos que se encuentran en las
aguas naturales.
Así mismo para analizar los equilibrios químicos y sus variaciones en el transcurso de todos los
procesos geológicos se deben emplear los métodos termodinámicos.
Para una característica cualitativa del medio hidrogeoquímico por lo general se utiliza la magnitud y
carácter de la mineralización general del agua que determina el fondo iónico-salobre y expresado en
la forma de C.M. Curlov. Sin embargo para estudiar el comportamiento en las aguas subterráneas no
solamente de los principales componentes, sino también de los elementos trazas, es insuficiente este
parámetro. Es necesario adicionalmente tener los índices del medio que incluyan todas las aguas
naturales de cualquier composición y que reflejen el estado del equilibrio químico de todos los
componentes de la solución.
Aquellos indicadores adicionales, que satisfagan todas las condiciones mencionadas anteriormente,
excepto aquellos casos que sean anotados más abajo, son los valores Eh y pH.
El valor pH que representa en sí el logaritmo inverso de actividad de los iones de hidrogeno sirve
como dimensión cualitativa de acidez y alcalinidad de la solución pH y es determinado por la
influencia de los protones.
El potencial de oxidación – reducción (Eh) que refleja la influencia de los electrones es expresado en
unidades eléctricas, sirve para evaluar cuantitativamente la capacidad de oxidación y reducción de
las sustancias, debido a que las reacciones de oxidación-reducción van acompañadas por el paso de
los electrones de un reagente a otro.
Considerando que los electrones libre no pueden acumularse en la solución (neutralidad eléctrica de
la solución se conserva), el proceso de oxidación siempre va acompañado al mismo tiempo de otro
proceso, en la que los electrones se consumen, es decir cada oxidación de sustancia posee al mismo
tiempo la reducción de otra sustancia. La magnitud que termina la dirección, en la cual surge el
proceso de oxidación-reducción, es el potencial de los electrones ue. Este último se relaciona con la
actividad de los electrones mediante la relación termodinámica (Zajarevski, 1967).
e e RT ln a e
Es aceptado, que el potencial de ionización del hidrogeno gaseoso en estado Standard es igual a
cero.
H 2 2 2 e ; E 0
El potencial medido con relación al potencial de ionización del Hidrogeno gaseoso, se expresa Eh; el
cual da la posibilidad de comparar diferentes sistemas de oxidación-reducción.
En calidad del electrodo de comparación puede ser utilizado cualquier electrodo con potencial
conocido. Para comodidad del trabajo en lugar de semielemento hidrogenado se utiliza el electrodo
saturado, a veces cloro-plata, cloro-talio y otros.
Mejores resultados se han obtenido con electrodos de platino, no obstante que ellos tienen su límite
de uso.
Evidentemente esta ecuación, se puede emplear para solucionar la posibilidad de medir el potencial
Redox por medio del electrodo de platino en la solución de una composición no conocida. Para esto
es necesario comparar el valor medido Eh corresponde al potencial Redox de la solución.
En las aguas, para las cuales la diferencia señalada es pequeña, entonces el potencial del electrodo
de platino podría o no reflejar el estado Redox de la solución, siendo la función de actividad de los
iones de hidrogeno.
Las aguas subterráneas se diferencian por el equilibrio químico, determinado en el más complejo
multisistema. Frecuentemente este sistema con equilibrio termodinámico inestable, y el valor Eh
determinado en ella, corresponde al potencial estacionario (Tomashov, 1959). En general la relación
entre Eh y pH en las condiciones de equilibrio de diferentes reacciones químicas se expresa por la
ecuación (L. Baas Beking y otros 11963):
Eh E 0.006m pH (2)
n
Como se ve la gradiente de la línea de equilibrio de la reacción por separada, puede variar desde
cero hasta infinito. Es por eso la expresión de ambos parámetros cada uno son permisibles
solamente en casos particulares.
O Y ANÁLISIS DE AGUAS
Con el fin de determinar el tipo de aguas, las que se analizan por los métodos de análisis químicos
conocidos. Cuando no hay posibilidad de tomar medidas de las aguas in situ, entonces se muestrea
en botellas, con su respectiva tapa.
Las medidas Eh se pueden medir en algunos casos en un laboratorio estacionario de campo con
ayuda de dispositivo de electrodos con disposición telescópica de los electrodos. Después de medir
Eh en la misma botella se puede medir el pH con electrodo de vidrio. La correlación de los resultados
de las medidas Eh in situ y en el laboratorio (Licitzin, 1963) muestran, que las aguas sulfurosas
sustancialmente no se altera el equilibrio físico-químico inclusive más de 5 meses de conservación de
los muestreos en botellas, tapadas herméticamente; mientras que en aguas no oxigenadas y con
H2S se alterará el equilibrio físico-químico después de un mes de haber muestreado.
Antes de analizar las muestras por el método espectral, estas fueron secadas debidamente.
Los resultados de los análisis de las aguas turbias se deben correlacionar con las muestras de agua,
sedimentadas en botellas asiladas herméticamente.
Es necesario mencionar que los tribos de entibación de acero pueden notoriamente influir en los
valores Eh y pH de las aguas subterráneas, debido a la influencia del oxígeno que se desprende de
la corrosión de los tubos de entibación. Así mismo influye la metodología del análisis a realizar, con
el fin de determinar contenidos de la composición química de las aguas.
4.1.- Generalidades
El uso de la vegetación como método de prospección de prospección involucra la respuesta de las plantas a
su medio, en particular al substrato químico que las soporta. Esta metodología se basa en el análisis
químico de las plantas (Tabla 1) como medio para obtener evidencias acerca de las posibles
anomalías geoquímica que se oculten en profundidad. La biogeoquímica se adapta muy bien a
aquellas regiones que presentan una vegetación muy densas donde la cartografía geológica es difícil
de ser llevada a cabo (ausencia de afloramientos). Aunque esta técnica ha probado ser de indudable
ayuda, también presenta sus limitaciones, ejemplificadas en el denominado efecto barrera,- con algunas
pocas excepciones, las plantas pueden acumular un determinado elemento hasta cierto nivel solamente.
De hecho, en el caso del mercurio, las raíces pueden actuar a modo de barrera impidiendo que el
elemento ascienda hacia los órganos superiores de la planta. En este sentido la plantas pueden ser
clasificadas en cuatro categorías: 1) sin efecto de barrera, las que concentran linealmente elemento
químico investigado; 2) semi-barrera, que concentran entre 30 y 300 veces el valor de fondo del elemento
en la planta; 3) con barrera, contenidos de hasta 3-30 veces el valor de fondo: y 4) con barreara de
fondo, que no superan las concentraciones normales del elemento en una determinada planta. En otra
esquema de clasificación, se habla de plantas hiperacumuladoras cuando determinadas especies toleran 10-
100 veces más los valores normales de un determinado elemento (Tabla i ).
Los factores determinantes de anomalías de origen químico en las plantas son: 1) la disponibilidad de
elementos en el suelo; 2) las características nutricionales de la planta; y » los factores químicos y
biológicos de la incorporación de elementos químicos en la planta. La disponibilidad de elementos
químicos en el suelo depende tanto de la concentración del elemento como de su movilidad respecto de la
actividad de la planta. Esto es a su vez función del pH, Eh, la capacidad de cambio de bases, y la
presencia de agentes acomplejantes. Las raíces, además de captar las sales disueltas pueden absorber
material unido a la superficie de partículas elásticas, en parte debido al efecto de microambientes
ácidos generados por las raíces y en parte por fenómenos de cambio de pases.
Absorción de Ni desde un suelo enriquecido en el elemento
El movimiento de constituyentes inorgánicos a la planta es controlado selectivamente, de manera que
algunos elementos son admitidos libremente mientras que otros son rechazados en mayor o menor
grado. Como hemos comentado anteriormente, aunque las raíces rechacen (en mayor o menor grado)
selectivamente a algunos elementos tales como el plomo, el vanadio o el mercurio, una parte significativa
llega a los órganos superiores de la planta y puede ser fácilmente detectada mediante análisis químicos.
Los principales elementos químicos requeridos por las plantas son N, K, P, S, Ca, y Mg. Además de
éstos los vegetales requieren muchos elementos traza, principalmente C u, Zn, Mn, Mn, o B. Si los suelos
no los poseen de manera biodisponible y en la cantidad adecuada, las plantas sufren trastornos
fisiológicos o mueren. Por otra parte, un exceso de estos elementos sobre un nivel crítico es también
perjudicial para la vida de la planta (biotoxicidad}. En muchas especies de plantas el rango entre el
mínimo requerido y el máximo tolerado es estrecho, por ejemplo, unas pocas ppm en el caso del boro,
mientras que elementos como el cobre y el zinc pueden ser tolerados en mayores cantidades.
Esta capacidad de algunas plantas de acumular elementos químicos las hace doblemente interesantes, ya
que por un lado, como hemos visto, nos permiten detectar anomalías en un determinado elemento
químico, y por otra, dada su capacidad de acumulación, pueden ser utilizadas para "limpiar" un terreno
contaminado.
Las características de los suelos difieren en función de los aspectos geológicos, fisiográficos, y
climáticos de una región. Estas condicionan sus perfiles típicos en cuanto al desarrollo (o ausencia) y
extensión de los diferentes horizontes (A-C). Bajo el punto de vista de la geoquímica el horizonte B (de
acumulación) presenta un gran interés, ya que es ahí donde suelen concentrase de preferencia los
elementos químicos.
CREACION DEL SUELO HORIZONTAL
Los estudios orientativos deben constituir el primer paso en la prospección geoquímica de suelos.
Dichos estudios buscan determinar la existencia v características de las anomalías asociadas con un
determinado foco emisor, y por lo tanto, deben desarrollarse cerca de un lugar con estas características.
También deberemos establecer la distribución de elementos en sitios donde positivamente sepamos que
no hay contaminación, ya que así podremos determinar de una forma fiables los valores de fondo
para cada elemento. También sirven como datos orientativos los valores "normales" (promedio) de
los elementos químicos en suelo
Datos para suelos y plantas.
Otra labor a desarrollar durante esta etapa inicial es el determinar la naturaleza de la cubierta de suelos,
esto es, si trata de una cubierta residual o transportada. También es importante establecer el tipo de
análisis que permite definir mejor la zona contaminada. Por ejemplo, más interesante que el contenido total
de un metal, puede ser el determinar el contenido de fácil solubilidad, ya que será más indicativo del
aporte a través de soluciones ricas en ese metal. Aparte de las fuentes metálicas primarias de origen
natural. están los compuestos de origen industrial, que deben ser tomados en cuenta para el análisis final
de tos datos. Entre estos están los fertilizantes, pesticidas, fungicidas e insecticidas, ya que algunos
contienen compuestos metálicos (e.g. Pb(As04), Na,AsO,, C.u;(AsO;)2) u organometálicos. La selección del
plan de muestreo de suelos se determina principalmente por la forma y dimensión, probada o probable, del
foco de emisión. Otro factor a tomar erg cuenta es la topografía del terreno, ya que las anomalías
geoquímicas se desarrollan pendiente abajo a partir del foco de emisión.
El diseño de la red de toma de muestras tiene que tomar en cuenta las características del problema que
queremos tratar (tipo de anomalías buscadas, probable extensión de estas) y el presupuesto con que se
cuenta, lo que condicionará el número de muestras que vamos a tomar. El método clásico de muestreo
es a lo largo de perfiles, y las características de éstos dependerán entre otras consideraciones de la
escala a que estamos trabajando (Tabla 3).
Para el diseño propiamente dicho se determina la dirección que deben tener los perfiles, normalmente
perpendicular a la dirección principal que tenga el foco de emisión, si bien se pueden considerar otros
factores como el topográfico: perpendicularmente a la pendiente del terreno, si ésta es
aproximadamente constante, de forma que podemos verificar que los contaminantes sigan este patrón
de migración descendente.
Trazado de perfiles (escala de detalle) para la toma de muestras en función de los focos de
contaminación y la topografía (iz quierda). A la derecha se muestra el mapa final que
muestra las anomalías del elemento químico investigado.
Una vez establecida la dirección que deben seguir los perfiles, hay que determinar el espaciado
entre éstos y entre muestras sucesivas a lo largo de cada perfil. una vez establecidos estos
parámetros, se pasa al trabajo de campo, cuyo primer paso es la localización de los puntos de
muestreo previstos en la malla diseñada. Estos puntos se localizan adecuadamente mediante taquimetría
(o brújula) y cinta métrica, señalizándose mediante estacas de madera o metal, y se procede a la toma de
muestras, mediante métodos artesanales" (azada, pico, pala) o mediante herramientas diseñadas al
efecto.
Una vez tomadas las muestras, se pasa a su preparación para el análisis. Las muestras de suelos
requieren un secado como primer paso. Para ello se extienden sobre papel de filtro o similar, en
lugares cálidos, secos y bien aireados, pero evitando excesiva corriente de aire que pueda levantar
polvo y mezclar las muestras. Una vez secas las muestras, se suele proceder a su cuarteo, para obtener
distintas fracciones, que se emplearán para diferentes determinaciones. Para ello se emplean cuarteadores
específicamente diseñados, o el método manual, basado en homogeneizar la muestra lo más posible,
hacer con ella un "pastel" y dividirlo en cuatro cuartos. Se toman los cuartos opuestos por el vertice para
una fracción y los otros dos para otra, sucesivamente hasta obtener la o las muestras que se
requieran. Durante este proceso es conveniente deshacer los grumos de muestra apelmazados por la
materia orgánica, para lo cual suele ser muy útil un rodillo de amasar. También es conveniente eliminar
los cantos de 1 cm o superior, que por lo general no suelen tener interés para el estudio. Una vez
obtenidas estas fracciones o alícuotas de la muestra total, se reserva una para posibles comprobaciones
(e.g. mediante el envío de algunas muestras a otro laboratorio), y el resto se dedican a las determinaciones
requeridas. A menudo durante la preparación de la muestra se contempla su tamizado, ya que como
hemos visto, muchas determinaciones químicas se hacen sobre muestras de tamaño de grano
específico ya que los elementos a identificar se concentran en determinadas fracciones
granulométricas, sobre todo en la fracción arcilla (metales pesados). Para ello se emplean unidades de
tamizado adecuadas a la granulometría requerida, que es necesario conservar limpias entre muestra y
muestra para evitar la contaminación de muestras sucesivas. En otros casos hay que proceder a la
molienda de las muestras. Cuando los elementos de interés pueden estar concentrados en las fracciones
más gruesas, se procede a esta molienda para homogeneizar el tamaño de partículas que se envían al
laboratorio. En este caso es muy conveniente conocer la composición química del molino o mortero por el o
por los que pasan las muestras, para evitar problemas de contaminación. En este sentido es vital la
limpieza absoluta del equipo (mediante aire a presión y/o agua, o acetona, para evitar procesos de
oxidación) entre muestras sucesivas, para evitar su contaminación. En definitiva, la preparación de las
muestras es un proceso físico, en el que es posible que se produzcan problemas de contaminación,
que solamente podrán evitarse siendo extremadamente cuidadosos en la limpieza de los equipos a
utilizar y en un control detallado de cada uno de los procesos que llevemos a cabo.
Como consecuencia del proceso de edafogénesis tenemos un suelo estructurado, en el que cada
capa u horizonte presenta unas peculiaridades composicionales, tanto en lo que se _refiere a sus
componentes mineralógicos como en su textura. y físico-química. Cuatro son, en concreto, los principales
componentes del suelo:
Los minerales del suelo pueden ser de dos tipos: 1) heredados, es decir, procedentes de la roca-
sustrato que se altera para dar el suelo, que serán minerales estables en condiciones
atmosféricas, resistentes a la alteración físico-química; y 21) formados durante el proceso edafológico
por alteración de los minerales de la roca-sustrato que no sean estables en estas condiciones. Los más
importantes, y los condicionantes para su presencia en el suelo serían los siguientes:
Cuarzo. Es un mineral muy común en los suelos, debido a: 1) su abundancia natural en la mayor parte de
las rocas, y 2) su resistencia al ataque químico. El cuarzo confiere al suelo buena parte de su porosidad,
debido a que suele estar en forma de granos más o menos gruesos, lo que permite el desarrollo de la
porosidad intergranular. Además, es un componente muy inerte, muy poco reactivo, del suelo. Suele
encontrase en suelos poco estructurados de textura arenosa. • Feldespatos. Suelen ser componentes
minoritarios, heredados o residuales de la roca sobre la que se forma el suelo, pues son metaestables
en medio atmosférico, tendiendo a transformarse en minerales de la arcilla. Al igual que el cuarzo,
conforman la fracción arenosa del suelo, si bien en este caso le confieren una cierta reactividad.
• Fragmentos de roca. Junto con los dos componentes anteriores, conforman la fracción comúnmente
más gruesa del suelo, si bien es este caso el tamaño de fragmentos suele ser superior a 2 cm, de forma
que el cuarzo y feldespatos suelen constituir la fracción arenosa del suelo, mientras los fragmentos de
roca constituyen la fracción de tamaño grava. La naturaleza de los fragmentos está directamente
relacionada con la de la roca sobre la que se forma, si bien ocasionalmente el suelo puede contener
fragmentos de origen "externo" > como consecuencia de procesos de transporte y depósito
contemporáneos con la formación del suelo. En cualquier caso, son siempre heredados, y nos
permiten identificar si el proceso de edafogénesis ha tenido o no aportes externos.
v' Carbonatos. Los carbonatos son minerales frecuentemente formados por el proceso de edafogénesis,
aunque debido a su alta solubilidad su acumulación no suele producirse en el horizonte más superficial. De
hecho, los carbonatos pueden formarse en los horizontes A o C, pero su acumulación efectiva se produce
solo en el horizonte B o de acumulación, como consecuencia de los procesos de intercambio que se
producen en el mismo. Una excepción corresponde a los suelos de regiones de climatología semiáridas
con abundantes rocas carbonatadas. En estas regiones, los procesos de intercambio con el suelo
suelen ser "en ascenso": las aguas subterráneas ricas en carbonatos ascienden hasta la superficie del
terreno por capilaridad o por gradiente de humedad, depositando ahí los carbonatos, y originando los
denominados "caliches", auténticos escudos de color blanco que recubren la superficie del suelo, como
por ejemplo ocurre en buena parte de La Mancha.
f Sulfatos. La presencia de sulfatos en el suelo suele tener la doble vertiente de que pueden ser
minerales relativamente comunes, pero al ser compuestos de solubilidad relativamente alta, su
acumulación efectiva solo puede producirse bajo condiciones muy determinadas: abundancia de sulfatos
(e.g., yesos) en el entorno inmediato, y clima árido.
En función de la naturaleza y textura del suelo el agua puede encontrarse bien como fase libre,
móvil en el suelo (en suelos con altas porosidades y permeabilidades), o bien como fase estática
(ab/ad sorbida), en los suelos de naturaleza más arcillosa. En el primer caso el agua podrá tener una
cierta dinámica, que mantendrá una cierta homogeneidad composicional, mientras que en el segundo caso
podrán darse variaciones composicionales más o menos importantes.
El agua en el suelo suele tener una dinámica bidireccional: el agua de lluvia o de escorrentía, por lo
general poco cargada en sales (aunque no siempre), se infiltra desde superficie, y puede producir
fenómenos de disolución, hidrólisis y/o precipitación de las sales que contiene. Por ejemplo, el C0 2
atmosférico induce la formación de ácido carbónico: C02+ H20-> H2C03, que a su vez induce la
disolución de carbonatos: CaCO_ + H 2C0-~ -> Ca 2, + 2HCO3 -,-. En épocas secas se produce el
fenómeno inverso, y las aguas contenidas en los acuíferos tienden a subir por capilaridad o por gradiente
de humedad hasta la superficie, donde se produce su desecación, de forma que durante este proceso de
ascenso tienden a perder por precipitación las sales que contienen en disolución. Este proceso puede
tener consecuencias desastrosas cuando interviene la mano del hombre, por ejemplo con irrigación de
suelos en zonas áridas-semiáridas, con consecuencias de salinización extrema. Ejemplos dramáticos de
estos fenómenos se encuentran en algunas regiones de Australia y se están comenzando a observar
en Almería debido a la descontrolada actividad agrícola
Salinización de suelos.
Gases en el suelo
El suelo a menudo contiene gases, que pueden tener procedencias diversas: 1 } aire atmosférico, que se
infiltra desde superficie; 2) gas liberado durante alguna reacción, ya sea estrictamente química: CO A
liberado por la descomposición de carbonatos en medio ácido, o bioquímica: gases metabólicos de
microorganismos: CH4, C'O2; y 3) ocasionalmente puede contener también radón, gas noble radioactivo
que se produce como consecuencia de la fisión natural de isótopos de potasio, torio o uranio,
acumulándose sobre todo en los suelos de las áreas graníticas. Estos gases pueden encontrarse en
disolución en el agua intersticial, no como fase libre.
Materia orgánica
La materia orgánica que contiene el suelo procede tanto de la descomposición de los seres vivos que
mueren sobre ella, como de la actividad biológica de los organismos vivos que contiene: lombrices,
insectos de todo tipo, microorganismos, etc. La descomposición de estos restos y residuos
metabólicos da origen a lo que se denomina humus. En la composición del humus se encuentra un
complejo de macromoléculas en estado coloidal constituido por proteínas, azúcares, ácidos orgánicos,
minerales, etc., en constante estado de degradación y síntesis. El humus, por tanto, abarca un conjunto
de sustancias de origen muy diverso, que desarrollan un papel de importancia capital en la
fertilidad, conservación y presencia de vida en los suelos. A su vez, la descomposición del humus
en mayor o menor grado, produce una serie de productos coloidales que, en unión con los minerales
arcillosos, originan los complejos organominerales, cuya aglutinación determina la textura y estructura de
un suelo. Estos coloides existentes en el suelo presentan además carga negativa, hecho que les
permite absorber cationes H' y cationes metálicos (Ca`'`, ?Mg2+, K , Na ) e intercambiarlos en todo
momento de forma reversible, debido a este hecho, los coloides también reciben el nombre de complejo
absorbente.
Otro dato relevante con respecto a la materia orgánica es su afinidad por los metales pesados.
Cuando éstos se encuentran en disolución, a menudo forman complejos orgánicos solubles, que pueden
polimerizarse sobre los complejos moleculares del humus. También pueden formar directamente
complejos insolubles con los compuestos del humus. De esta forma, la materia orgánica del suelo a
menudo actúa como almacén de estos elementos, si bien puede transferirlos a la vegetación o a la fase
acuosa si se produce su descomposición en medio ácido u oxidante.
Otro componente orgánico de los suelos es el ácido fúlvico, que es un tipo de ácido húmico débilmente
polimerizado, que interviene en el proceso de podsolización. Junto con las arcillas y el hierro presentes en
el suelo, este ácido forma complejos coloidales que por lixiviación son desplazados hasta cierta
profundidad, donde finalmente floculan como consecuencia de actividad bacteriana.
CAPITULO VI
INCLUSIONES FLUIDAS
6.1.-INTRODUCCIÓN
Las vacuolas se formaron cuando los minerales estuvieron precipitando tanto en los procesos de
cristalización o recristalización, siendo el contenido de los mismos residuos de la solución original.
Según esta teoría, se piensa que el fluido de las vacuolas ha sido homogéneo antes del enfriamiento,
y después se separaron en las fases según se la clase del fluido original.
En conclusión podemos decir que las inclusiones fluidas son una herramienta muy importante en la
exploración y conocimiento de la génesis de los yacimientos minerales y en particular para los
yacimientos de pórfidos de cobre tal vez por haberse aplicado más esta técnica en los citados tipos
de yacimientos tanto en el Perú como en el extranjero. En nuestro territorio este método se ha
aplicado en Cerro Verde, Quellaveco en los depósitos minerales asociados con el Batolito de la costa
peruana (Huaura – Ica), etc. Mientras que en el extranjero se han estudiado en algunos pérfidos de
cobre de EE.UU., Canadá, Puerto Rico, Pakistán, Nueva Guinea y otros (ver cuadro Nº 4).
Los principales minerales en los cuales las inclusiones son más reportadas se dan en el cuadro Nº 06
CUADRO Nº 06
Por lo general estos minerales son transparentes y claramente coloreadas, siendo un requisito
fundamental para el estudio de inclusiones. Esto no quiere decir que los minerales opacos no tienen
inclusiones. En particular, la galena puede contener cavidades muy bien formadas, frecuentemente
visibles en superficies frescas (Bonev, 1977). En el caso de los minerales metálicos se utiliza el
método decrepitométrico.
Por lo tanto su contenido es un testigo o una muestra de los fluidos presentes durante la
cristalización de las fracturas de los mismos; en otras palabras, las inclusiones son testigos de una
parte de la historia del mineral.
Las formas de las inclusiones primarias son variadas aunque generalmente se presentan como un
cristal negativo (Fig. Nº 17 a, b, d); mientras que las secundarias son por lo general irregulares o
esferoidales. Estas inclusiones son fáciles de reconocer por que ellas típicamente ocurren en
cavidades anchas, en grupos planares, extendidas hacia afuera de la superficie del cristal. Las
dimensiones de las inclusiones son en la mayor parte de casos del orden de 5 a 40u.
Las inclusiones fluidas constan de fluidos que se agrupan en fases según sea el tipo de fluidos que
dio origen y pueden ser:
Monofásicas
a.- Inclusiones monofásicas líquidas (L). Estas son las más simples de todas las inclusiones y son
rellenadas completamente con líquido (Por lo general acuoso).
b.- Inclusiones monofásicas de vapor (V). Estas son completamente rellenadas con una fase de
vapor de baja densidad (usualmente una mezcla de CO 2, CH4, N2) sin ningún líquido visible.
Bifásicas
a.- Ricas en líquido. Domina la fase liquida, pero siempre esta presente una cantidad de vapor y
ocupa hasta un máximo de 40 a 50% del volumen total.
b.- Ricas en vapor. En este tipo de Inclusiones el vapor es el que predomina y ocupa más de la
mitad del volumen de la inclusión.
Fig. Nº 17 Morfologías de algunas inclusiones fluidas típicas. Pequeños minerales son visibles en
las inclusiones b, c, d. Note que las formas de los cristales son negativos en a, b, d y claramente
redondeada y de forma ancha en b.
Multifásicas
Monofásicas
Bifásicas
Multifásicas
Inclusión de
liquido L1, L2
inmiscible
Inclusiones de Líquidos inmiscibles (L1, L2 +V). Estas se caracterizan por la presencia de dos líquidos
inmiscibles, siendo uno acuoso y el otro rico en CO 2 (menos comúnmente metano). La fase rica en CO2
puede contener cantidades sustanciales de CH 4 o ricas en N2. Una burbuja de vapor rica en CO 2 puede
también estar presente dependiendo de la densidad total de la fase rica en CO 2 .
Inclusiones de Vidrio. Las inclusiones entrampadas de silicatos fundidos de una u otra forma son
inclusiones cristalinas como se ha indicado anteriormente, o inclusiones de vidrio si el enfriamiento ha
sido rápido. Las inclusiones de vidrio se presentan comúnmente en fenocristales de rocas volcánicas o
subvolcánicas y también han sido observadas en muestras de meteoritos y muestras traídas de luna.
Puede presentarse la contracción de burbujas de vapor (frecuentemente más que una).
La característica fundamental de este tipo de inclusiones es que el vidrio debe ocupar no menos del 50%
de su parte sólida.
El criterio para el reconocimiento de las fases descritas anteriormente son detalladas en el cuadro Nº 02
En la fig. Nº 18 se muestran las formas para determinar los volúmenes relativos de diferentes fases en las
inclusiones fluidas. (Roedder, 1972).
Las soluciones pueden estar compuestas de sistemas binarios, ternarios, cuaternarios, quinarios (ver
cuadro Nº 08)
CUADRO Nº 08
SISTEMAS CONSIDERADOS MAS RELEVANTES A LAS INCLUSIONES FLUIDAS ACUOSAS.
Binario
H2O – Cl Na -50.8
H2O – Cl K -10.7
H2O – Cl2 Ca -49.8 Fig. 19
H2O + Cl2 Fe -49.5
H2O + Cl2 Mg -33.6
H2O + HCO3Na - 2.3
H2O + CO3 Na - 2.1
H2O + SO4 Na2 – 1.2
Ternarios
Cuaternario
(Borisenko, 1977)
Quinario
Considerando de que los resultados de los análisis dependen de las muestras estudiadas, es
necesario que estas sean de formación primaria (P) y que representen a la fase o fases de las
inclusiones fluidas manifestadas durante la formación de los minerales en estudio. En base a los
instrumentos con que se cuentan y a los resultados a obtenerse se deberá muestrear de
preferencia los minerales transparentes, (ver en el cuadro Nº 1)
Las muestras pueden ser tomadas de vetas hidrotermales (de drusas y alteraciones hidrotermales),
de rocas ígneas (cuarzo, apatitas, fenocristales de rocas volcánicas), de rocas metamórficas de
mediano y alto grado de metamorfismo y de rocas sedimentarías cuyos cuarzos detríticos de
sedimentos frecuentemente contienen inclusiones fluidas, pero generalmente no están
relacionados a las inclusiones producidas durante la acumulación y compactación de los
sedimentos.
Los métodos de estudio pueden ser destructivos y no platina y su manipuleo debe ser con sumo
cuidado. Según la práctica para obtener mejores y confiables datos se tiene la platina Chaixmeca (-
180° + 600°C) con un grado de precisión de +- 0.1°C. Esta permite utilizar una aguja de acero y
algunos portaobjetos de vidrio y coberturas, los que son perfectamente adecuadas, para ampliar y
ver las inclusiones cómodamente.
Además de las platinas mencionadas existen platinas Reinolds (-196°C a 700°C), también con un
grado de precisión de +- 0.1°C. Teniendo en cuenta que un número limitado de sustancias
(líquidos hidrocarbonosos), encontradas en determinadas inclusiones fluidas dan fluorescencia bajo
iluminación ultravioleta, se utiliza la microscopia ultravioleta que sirve para distinguir los líquidos
hidrocarbonosos de la solución acuosa. Para éstos casos a veces se utilizan lámparas ultravioletas
las que se adaptan a cualquier microscopio petrográfico. Cuando se utiliza la iluminación
ultravioleta se deben utilizar filtros ultravioletas o lentes protectores.
Así mismo, para el estudio de inclusiones fluidas se utilizan microscopios electrónicos de barrido,
especialmente cuando se combina con equipo de microanálisis de rayos X.
Durante el estudio se recomienda que el aumento de la temperatura sea cada 0.5° C por minuto y
por cada muestra deben efectuarse de 30 a 50 mediciones.
Para cada tipo de mineral (cuarzo, Fluorita, etc.) se recomienda tomar entre 1000 a 1500
mediciones y no obstante que el trabajo es tedioso, es necesario tomar las mediciones
recomendadas para mayor confiabilidad en los resultados.
Durante las observaciones en el microscopio se deben medir las temperaturas de los cambios de
fase cuando la temperatura varía, la cual nos permite determinar la densidad del fluido, la salinidad
y en muchos casos la temperatura de captura de las inclusiones fluidos y por lo consiguiente la
temperatura de formación del mineral siempre en cuando se trate de inclusiones primarias.
Cuando las inclusiones se someten al calentamiento, las fases liquidas y gaseosas comienzan a
constituir una sola o sea que la fase gaseosa se hace cada vez más pequeña hasta que llega a
desaparecer en cuyo instante se tiene la temperatura de homogenización y que de inmediato debe
ser anotada. Esta temperatura nos indica la temperatura mínima de formación de las inclusiones
fluidas. Luego se deja enfriar mediante destructivos según sea la necesidad de romper o no las
cavidades. Ambos métodos tienden a determinar la constitución química de los materiales que se
encuentran en el interior y también las condiciones físico-químicas en que el líquido generador fue
atrapado.
La observación de las inclusiones se realiza en cualquier microscopio petrográfico. Así mismo
existen también técnicas de análisis químicos, como análisis de iones disueltos, cromatografía de
gases, la espectrometría de masas para el análisis de los gases, etc.
Es necesario anotar que en las determinaciones del grado de salinidad, se considera y asume que
la solución acuosa existente en la inclusión es el sistema NaCl-H 2O; esta consideración se hace en
base al hecho de que efectivamente en la gran mayoría de inclusiones realizadas químicamente los
componentes mayoritarios son H2O y HCl.
6.5.- MICROTERMOMETRIA
6.5.1. Calentamiento
Es la técnica que consiste en medir las temperaturas de los cambios de fase que se
producen dentro de las inclusiones durante las variaciones de temperatura.
Antes de proceder a la lectura se eligen cuatro sectores. En cada sector puede haber varias
inclusiones pero es recomendable elegir un numero máximo de vacuolas con la finalidad de
poderlas estudiar detalladamente. Se examinará la forma, el tamaño, su origen, evolución,
relaciones entre los individuos y las familias y sistemas, se determina el tipo de inclusión
(primaria, secundaria o pseudosecundaria), se deben realizar estimaciones de las fases
presentes y determinaciones de la fase sólida según sus propiedades ópticas, cuando sea
posibles. A medida que se va calentando con ayuda del termostato, se van dibujando las
inclusiones (ver fig. 2). Leídas las temperaturas de un sector se pasa a otro y así
sucesivamente.
La temperatura puede medirse con platinas Leitz, Reichard Thermovar o Metter Fp53 (-
30°C a 350°C) y Leitz1350 (-20°C a +1350C). Estas existen en tres variantes para medir la
temperatura: utilizando termómetros por separado, con termómetro incorporado donde se
utiliza un termostato (calentador que controla la temperatura).
Otras platinas Leitz 350 pueden utilizarse hasta 700°C y la tercera variante son las platinas
computarizadas. Las platinas Leitz 1350 nos permiten otros tipos de trabajo y tienen un
sistema de refrigeración para ventilar el ambiente cercano al congelamiento y las vacuolas
comienzan a cristalizar.
Cuando toda la inclusión cristaliza y forma con todo un sólido, se toma la temperatura, que
nos indica la temperatura de congelación y que es necesaria para saber si el fluido es o no
completo. Los datos obtenidos durante el congelamiento pueden ser extensivos y referidos
básicamente a la composición y densidad del fluido, los cuales son importantes para
interpretar los datos de homogenización.
Los estudios de congelamiento son mejor y más fácilmente utilizados para medir la
salinidad de las inclusiones acuosas por que la disminución del punto de congelamiento del
agua pura es directamente proporcional a la cantidad de la solución salada (ver fig. N° 26).
Este es obtenido por la medición del congelamiento final de la temperatura de fusión en el
recalentamiento de la inclusión congelada. Por lo que la fig. N° 24 muestra sin embargo
esta variedad de acuerdo a la naturaleza de la salinidad presente y entonces la composición
del fluido es difícil establecer.
6.5.2. Criometría
La muestra con inclusiones fluidas es sometida a enfriamiento hasta alcanzar la
temperatura de congelación, luego es sometida a calentamiento hasta fundir el último
cristal, y que inmediatamente debe ser anotada. Esta temperatura nos indica la
temperatura de fusión y al proceso se le denomina Criometría.
Para enfriar la muestra se utiliza azote N 2 (nitrógeno líquido) que tiene una temperatura de
congelamiento de -196°C para lo cual se utiliza un terminal con alambique a fin de que
circule el aire a través de la muestra (en la platina existen dos orificios uno para que entre
el aire y el otro para que salga y pase nuevamente al termo), la que llega enfriar a la
temperatura ambiente. En caso se necesite enfriar menos que la temperatura ambiente,
debemos utilizar un serpentín (recipiente térmico) en el cual se introduce nitrógeno y
kerosene. Para congelar todas las inclusiones es necesario utilizar el azote o nitrógeno
líquido que se utiliza para enfriar el aire y que se puede obtener desde -70°C a 0°. En caso
que esta temperatura no se lleguen a congelar todas las inclusiones, entonces podemos
suponer que son inclusiones complejas.
6.5.3. Decrepitometría
Esta técnica nos permite determinar la presión del fluido de las inclusiones a cierta
temperatura. La técnica consiste en elevar la temperatura de una inclusión hasta que esta
decrepite o explote; luego conociendo la resistencia del mineral que encierra a la inclusión,
que generalmente es cuarzo, se determina así la presión de la inclusión.
Esta coexistencia de inclusiones a líquido dominante y fuerte salinidad (o incluso con fases sólidas)
con inclusiones a vapor dominante y débil salinidad, ambas con la misma temperatura de
homogenización, nos permite asegurar que la fase fluida original tuvo una desmezcla o demixón de
fases violenta producto de la intensa actividad ígnea y téctonica, característica en la formación de
los pórfidos de cobre.
a. H2O pura
b. Solución al 5% ClNa
c. Solución al 10% ClNa
d. Solución al 15% ClNa
e. Solución al 20% ClNa
f. Solución al 25% ClNa
g. Solución al 30% ClNa
Fig. N° 30 Curvas de isovolumenes del agua con relación a la temperatura y presión elevadas. El
volumen especifico- es expresado en c.c./gr.
CAPITULO VII LOS ISOTOPOS EN GEOLOGIA
7.1.- GENERALIDADES
El estudio de los isótopos es de gran importancia porque nos permite determinar la edad de las
rocas que contienen mineralización y de esta manera se pueden determinar la edad de dichas
rocas; así como también la secuencia de formación de los minerales y el origen de los mismos.
El objetivo de este capitulo es hacer una breve reseña sobre los métodos radiométricos potasio-
argón, rubidio-estroncio, del helio, plomo total, plomo/alpha, plomos isotópicos, del estroncio,
argon y del calcio y carbono. Especialmente se pondrá énfasis sobre las características que deben
cumplir las muestras de minerales y rocas sobre las cuales se desea efectuar la datación geológica
aplicando esos métodos. Con el mismo se pretende lograr una mejor selección y colección de las
muestras, así como también la elección del método que más se ajuste a las necesidades del caso
bajo estudio.
Las muestras a coleccionar para su datación geológica deben cumplir los siguientes mínimos:
a.- Debe ser representativa de la unidad litológica a datar. Para ello, la muestra debe ser colectada
de modo de ser lo más homogénea y representativa asimismo, deberá ser obtenida lejos de los
contactos con otra u otras unidades litológicas diferentes, en especial de aquellas donde se
observan fenómenos de metamorfismos, asimilación, alteración, etc. En los casos que último no
sea factible, debe evitarse la mezcla de materiales de orígenes diversos y señalar su cercanía al
contacto, tipo de éste, roca circundante, etc., en la “solicitud de Datación”.
b.- Debe ser de los mas fresca posible.- La muestra no debe presentar alteración meteórica. En
ciertos casos pueden tolerarse cantidades muy pequeñas de minerales secundarios siempre que
sean producto de alteraciones deuterica o hidrotermal, pero nunca por afectos de alteración
meteórica, también debe evitarse la presencia de vesículas, poros, etc., rellenos por carbonatos y/o
ceolitas, en especial en rocas ígneas afaníticas en las cuales se desea aplicar el método de K-Ar
sobre roca total.
c- Debe ser rotulada claramente.- Evitándose en lo posible el uso de pinturas, marcadores, etc.,
sobre la misma directamente. Es preferible efectuar la rotulación utilizando un trozo de cinta
adhesiva blanca sobre la cual se marca la identidad de la muestra; el mismo deberá repetirse en
una etiqueta de manila que se ata a la roca, cada muestra será colocada en una bolsa por
separado, de modo de evitar las posibles contaminaciones con otras muestras, como así también
las debidas a los componentes utilizados en pinturas, esmaltes, etc.
d.- Debe enviarse la cantidad mínima de muestras.- Necesaria para el método aplicar, de acuerdo
a las indicaciones que se señalan más adelante.
e.- Debe adjuntarse una breve descripción.- En la que se indique: número de identificación,
localidad con coordenadas geográficas, tipo de roca, breve descripción geológica del área donde se
obtuvo la muestra y de ser posible la edad geológica estimada.
Para tales fines deberá adjuntarse para cada muestra el formulario “Solicitud de Datación” (ver
cuadro N° 10).
f.- Es recomendable que las muestras se examine en el microscopio para determinar tipo de roca,
alteración, composición mineralógica, cuya información servirá para la elección del método a
aplicar.
Este método tiene mucha aplicación ya que permite datar rocas ígneas de diferentes tipos, desde
básicas a ácidas y desde aquellas de edades recientes (aproximadamente 50 000 a = 0.05 m.a.), a
las edades muy antiguas (3 000 m.a. ó más).
En la mayoría de los casos las edades K-Ar deben ser consideradas como “edades mínimas” debido
a la posibilidad de la perdida de argón por difusión, aunque en casos particulares la edad obtenida
puede representar la edad real o verdadera.
Los análisis por el método K-Ar se realizan en los minerales separados de la muestra a datar, para
el caso de rocas de granulometría mediana a gruesa sobre el conjunto de la roca (Roca total), en
especial para Rocas Volcánicas Afaníticas.
a.- Datación de minerales.- Los minerales más adecuados para este caso, son los Anfíboles que
poseen una gran capacidad para retener el Argón, seguidos por las micas: muscovita, flogopita,
lepidolita y biotita, y los feldespatos: sanidina y anortoclasa (de rocas volcánicas), plagioclasa y
feldespatos potásicos. Estos últimos son poco recomendables debido a la baja capacidad de
retener el argón que poseen y solo deben usar en aquellos casos en que no pueda concentrarse
otro mineral de los citados anteriormente. Entre las plagioclasas sódicas y cálcicas, estas últimas
poseen mejor capacidad de retener el argón. Las muestras con ínter crecimientos como pertitas,
antipertitas, etc., deben ser evitadas.
También, pueden utilizarse los feldespatoides: leucita y nefelina, como así mismo para rocas
sedimentarias la glauconita, en el caso de que este mineral se haya originado durante la diagénesis
del sedimento portador.
Los piroxenos y los olivinos comunes en muchas rocas a datar, como así también las turmalinas,
no son aconsejables, ya que, además de poseer un muy bajo contenido de potasio, debido a su
estructura cristalina, puede contener exceso de argon que da origen a edades anómalas en general
mayores que las reales.
Evidentemente las muestras de granulometría de mediana a gruesa, son preferibles a las de grano
menor, por la posibilidad de obtener una mejor separación de los minerales útiles. El tamaño a
coleccionar depende de la cantidad existente de material seleccionado, debiendo tenerse en cuenta
que algunos granos de mineral puro son en general suficientes para análisis por el método k-Ar.
A continuación se indican las rocas más adecuadas para este método, como así también las
cantidades mínimas en general necesarias para lograr la separación del mineral a analizar en
suficiente proporción.
*Depende del contenido del mineral a utilizar y del porcentaje de potasio en el mismo, por lo
general son necesarios entre 0.5 y 1 g. del material para el análisis químico por potasio y entre 0.2
y 2g. del mineral para la extracción del argon, es decir una cantidad aproximada de 5 gr para
efectuar el análisis por duplicado.
b.- Datación sobre la roca total.- En el caso de roca de grano fino volcánica y subvolcanica
como puede ser rocas de diques, coladas, etc. Así como también de rocas ácidas de esa
granulación, el análisis puede realizarse sobre la roca total el que debe ser decidido luego del
estudio microscópico de la misma; en este caso se debe evitar que las rocas no contengan vidrio
y/o amígdalas rellenas con carbonatos y/o ceolitas. En rocas jóvenes de edad terciario superior o
cuaternario deben escogerse las variedades pótasicas especialmente que contengan sanidina.
No obstante que la cantidad necesaria no es mayor de 100 gr., es recomendable el envió de una
muestra homogénea de un peso cercano a 2-3 kg con el fin de obtener en el laboratorio fracciones
representativas de la misma.
Este método puede usarse para datar minerales separados en cuyo caso, su valor (según el
mineral utilizado), es del mismo orden que el método potasio-argón. En cambio su aplicación en
muestras de roca total, permite obtener casi siempre una edad considerada como edad verdadera
o real. En este último caso serán necesarias varias muestras congenéticas, siendo el mínimo de
tres. Los análisis se ejecutan sobre muestras de roca total y la interpretación de los datos por el
procedimiento de construcción de isócronas. Para ello es necesario varias muestras de rocas
congenéticas (de un mismo cuerpo y de preferencia de un mismo afloramiento) que posean
variaciones del valor de la relación Rb total/Sr total. La colección del material debe ser efectuada
en afloramientos relativamente grandes (canteras, cortes de camino, etc.) debiéndose sacar varios
fragmentos de la roca (10-12) que sean diferentes entre sí en composición mineralógica, textura,
coloración, etc. Los fragmentos seleccionados pueden pesar no más de 50-100 gramos.
Las rocas más adecuadas para el estudio por el método Rb-Sr, son las que poseen bajo tenor en Sr
común, o sea aquellas que contienen bajo porcentaje de minerales cálcicos. En general son rocas
graníticas, ricas en feldespatos potásicos con respecto a las plagioclasas y de biotita con respecto a
los demás minerales máficos. Las rocas de granulometría fina podrán ser utilizadas,
eventualmente, dependiendo de que posean un valor de la relación Rb total Sr total adecuada.
Cuando aplicamos este método a minerales pesados los más adecuados son muscovita,
feldespatos potásicos (no pertíticos) y biotita, siendo necesarios unos 5 gramos aproximadamente
de material puro. La cantidad de muestra necesaria para el proceso de separación del mineral a
usar, es del mismo orden que el mencionado para el método potasio argón.
Para los análisis de roca total, si bien la cantidad a usar es menor, es preferible el envió de una
muestra homogénea de 1-2 kg para obtener de ella en laboratorio una fracción representativa de
la misma.
Es necesario remarcar que la medición del contenido de Torio es bastante delicada y no siempre
permite alcanzar la precisión necesaria, más aún que estos dos elementos no están igualmente
distribuidos. Con frecuencia se encuentran numerosas inclusiones en las que la relación
Torio/Uranio es muy grande, o por lo contrario, muy pequeña, y para que la medición sea
confiable es necesario utilizar una muestra suficientemente grande y por lo menos unas 10
muestras en un área de 1 Kilómetro cuadrado.
Para determinar la relación Torio/Uranio se puede utilizar el método de las placas nucleares que
consiste en medir las longitudes de un gran número de trayectorias alfa emitidas por la roca.
Tanto el Uranio como los cuerpos radiactivos de su familia se desintegran y dan rayos alfa, los
cuales son núcleos de Helio. El periodo del Uranio es muy grande T= 4.5 x 10 9 años y la
proporción de Uranio destruido desde la formación de las rocas es escasa. Teniendo cuidado
además de posibles errores el cálculo de la edad se puede hacer considerando como si la
proporción de Uranio no hubiera cambiado desde su origen y como si la producción de Helio desde
entonces hubiese sido igual a la actual.
Los cálculos conducen a admitir que un gramo de Uranio da por año 1.16 x 10 -1 mm3 de Helio.
Consideraciones análogas demuestran que un gramo de Torio dato – año 029 x 10 -4 mm3 de Helio.
Un gramo de Torio corresponde pues, desde el punto de vista de la producción de Helio a
0.29/1.16 = 0.243 gr de Uranio. Si un cuerpo contiene Uranio y Torio en una cantidad de un
gramo respectivamente, es exactamente como, si estuviese desde el punto de vista de la
producción de Helio (Uranio + 0.24Th) gr de Uranio. En este caso la formación de 1.16 x10 -4
(Uranio + 0.24 Th) mm3 de Helio por año.
La evaluación de la edad de una roca consiste pues en determinar por una parte el tenor del
Uranio en gramos y el tenor del Torio y por otra parte el tenor del Helio (mm 3 en Helio) de esta
roca.
De esta manera si la Uraninita contiene 10.39 mm 3 de Helio por gramo de roca y 0.53 gr de
Uranio, entonces su edad es:
Cuando se desintegra el Uranio se forma el Plomo y siendo su periodo más grande se admite en
primera aproximación que la cantidad de Uranio ni a cambiado desde su cristalización y que la
producción de plomo siempre ha sido la misma que en la actualidad.
Los cálculos permiten evaluar que un gramo de Uranio proporciona por año 1.54 x 10 -10 grs de
plomo. Para establecer la edad de una muestra es, pues suficiente determinar la cantidad de
Uranio y de Plomo que ella contiene.
Por ejemplo:
Si una Uraninita contiene 60% de Uranio y 4.28% de plomo su edad es 520 x 10 6 años.
Un gramo de Torio produce la misma cantidad de plomo que 0.47/1.54 = 0.36 gr Uranio.
Este método es una variante modificada y perfeccionada del Método Plomo Total. Su ventaja es de
ser más rápida relativamente sencillo y de poderse aplicar no solo a los minerales de Uranio y
Torio sino también a las rocas comunes que contienen inclusiones radiactivas microscópicas las
cuales, se separan de la roca pulverizada por los métodos mineralógicos ordinarios como líquidos
densos separación magnética, electromagnética, gravimétrica y se mide por una parte el
contenido en Plomo en ppm, por espectrografía y por otra parte el número de rayos alfa emitidos
por cada miligramo y por hora, mediante un contador de centelleo. La edad se cálcula por la
formula siguiente:
t 2.600 x Pb / alfa
Cabe remarcar que no todos los minerales pueden ser utilizados. Por ejemplo la apatita puede
contener plomo primario por lo que no se recomienda. El Zircón por lo contrario que es muy
común parece ser un mineral muy especial y hace particularmente que el método sea interesante.
Pb 206 / U 238
Pb 207 / U 235
Pb207 / U 232
Para una mejor precisión los cálculos deben tener en cuenta la presencia anterior de plomo no
radiogénico y el decrecimiento de los productos de su origen. La edad se cálcula por las formulas
siguientes:
El periodo del rubidio 87 es muy grande en relación con los tiempos geológicos y en 900,000,000
de años apenas se destruye el 1%
Según estudios realizados sin cometer errores en los minerales más antiguos la proporción de
rubidio 87 no ha variado desde su origen.
Por lo tanto se puede admitir desde el punto de vista matemático que el número de átomos de
rubio destruidos puede ser considerado como proporcional al número n sub o que existían en el
origen y que existen aún en la actualidad, en el tiempo t y a la constante de desintegración … = no
= … x t.
t % Sr87 / ...% RB87 , luego es suficiente determinar las proporciones de rubidio 87 y estroncio 87
contenidos en la muestra investigada.
Conforme a la desintegración del potasio 40 es teóricamente posible cálcular la edad de las rocas
por una de las relaciones Ar40/Pt40 o Ca40/Pt40, conocidos como método por argón y método por
calcio. Este método es muy aplicado debido a que el potasio abunda en la naturaleza así como
también su campo de acción es más amplio que el del plomo por ejemplo:
La medición de la pequeña cantidad de argón extraída de un mineral es muy complicada y se
realiza con un espectrógrafo de masa y puede directamente medirse la relación Ar/Pt con una
precisión de 4%.
Es necesario tener en cuenta que el calcio también tiene origen no radiogénico, el cual se
determina mediante la espectrografía de masa.
Considerando que el potasio y el calcio están muy asociados y que es difícil encontrar minerales
que contengan potasio sin que los acompañe el calcio. Existen lepidolitas que pueden utilizarse
para la medición de la edad por el método del calcio.
En este caso el tenor en potasio se determina por el análisis químico clásico, pero el tenor en calcio
tota, que es muy bajo (< del 0.01%), exige un análisis espectroquímico.
En el presente capítulo se describen de manera general los diversos tipos de análisis y los equipos
correspondientes: agrupados en análisis mineralógico y químico.
8.1.-ANALISIS MINERALÓGICO
Este tipo de ensayo consiste en la identificación exacta de los minerales constituyentes de las
rocas; así como de materiales sueltos y de su determinación física y química mediante el uso de las
siguientes técnicas o métodos.
8.1.1.- MICROSCOPIA
La sección pulida viene a ser un fragmento de mineral o roca pulida con abrasivos muy finos
colocados en una briqueta de resina y utilizando el equipo de pulido marca Montasupal.
En base a las propiedades ópticas de los minerales o rocas se determina su naturaleza exacta. En
los minerales transparentes se emplean propiedades tales como color, pleocroismo, relieve, clivaje,
maclas, birrefringencia, anisotropía, figura de interferencia, que son características de cada
especie mineral. En el caso de los minerales metálicos u opacos se utilizan propiedades tales como
color, anisotropía, birrefringencia, dureza y que son propiedades también características de cada
especie mineral; es decir que cada mineral presenta su propio color, dureza, etc.
8.1.2.-DIFRACCIÓN DE RAYOS X
La Difracción de Rayos X tiene muchas aplicaciones lográndose con este método identificar
minerales desconocidos en rocas y concentrados de mineral por ejemplo, que no se han podido
determinar por otros medios de análisis, además se puede conseguir la determinación de los
parámetros de la celda elemental del mineral problema, la determinación cualitativa y cuantitativa
de minerales en mezcla y también el grado de ordenamiento estructural.
Este método alcanza su esplendor en el estudio de los minerales de arcilla, no hay otra técnica en
la actualidad que la supere, de allí su importancia en el estudio de sustancias no metálicas tales
como refractarios, cerámicos, porcelanas, etc. Igualmente es necesaria en la investigación de
suelos agrícolas.
La técnica de difracción de rayos X nos permite calcular las distancias entre los planos atómicos e
identificar los minerales con gran precisión aprovechando que las distancias entre los planos
atómicos y la clase y distribución de átomos en estos planos son característicos y propios para
cada especie mineral. Los llamados diagramas de polvo de un mineral o de una sustancia cristalina
cualquiera no es sino el conjunto de espaciados “d” (distancias entre planos atómicos) y sus
respectivas intensidades que tienen relación con la clase y distribución de los átomos en los planos
atómicos. Un diagrama de rayos X es la “huella digital” característica y propia especie mineral. No
hay otra especie mineral con igual diagrama.
Por medio de ésta técnica se estudia la velocidad de variación de la temperatura de una muestra
cuando se calienta con una velocidad constante.
a. Espectrografía de emisión.
b. Espectrofotometría de absorción atómica.
La espectrografía de emisión nos permite analizar todo tipo de muestras, tanto sólidas como
líquidas, especialmente en el rango de trazas de prácticamente todos los elementos
electropositivos de la tabla periódica, desde el litio hasta el uranio, incluyendo actínidos y
lantínidos. Este método tiene una gran ventaja sobre las otras técnicas de análisis, ya que las
muestras se pueden analizar simultáneamente por todos los elementos presentes aún en
cantidades trazas en una misma corrida. Además si se desconoce totalmente el contenido de los
elementos químicos de una muestra cualquiera, roca, mineral, aleación, etc., la espectrografía de
emisión es un arma a considerar en primera instancia.
Este método se diferencia del tradicional en el proceso de excitación de la muestra el cual emplea
rayos LASER en vez de descarga eléctrica aunque se puede combinar adicionalmente. Se puede
además utilizar un microscopio para enfocar el punto de incidencia del haz de rayos Láser en las
microsuperficies que se quiere analizar empleándose secciones pulidas o delgadas. Así como
muestras sin preparación alguna. Este método nos permite analizar cualitativa y semicuantitativa
cerca de 60 elementos desde el litio hasta el uranio.
Cuadro N° 09
Espectral
Cualitativo 5 x 10 % ytrio, circonio, niobio, molibdeno, uranio, torio,
plomo, bismuto.
1 x 10% Níquel, zinc, arsénico, tántalo, wolframio,
cadmio, estaño, antimonio, escandio, vanadio,
cromo, titánico (x)
5 x 10 % Cobre, cobalto, níquel.
En el Perú son muy conocidos los yacimientos de oro, ubicados tanto en centros volcánicos
como en plutones batolitícos. Según clasificación adoptada estos yacimientos
pertenecientes a las formaciones magmatogénicas de oro y plata.
Au As Sb
v
Co Ni Mo
Los yacimientos de formación polimétalica con oro están ligados a zonas sobre los
intrusivos y zonas de exocontacto de domos y “stock” intrusivos, en bloques trabajados por
tectonismo, con diques e intrusivos pequeños. La mineralización va acompañada de
productos metasomáticos con feldespatos potásicos y cuarzo. A menudo las rocas
metasomáticas de potasio se desarrollan mucho más allá de los límites de las aureolas. Los
minerales principales de la mineralización son: oro nativo, pirita, arsenipirita, a veces
sheelita, galena, escalerita, estibina y minerales de bismuto. Los principales elementos
asociados con el oro son: As, a veces Bi, W, Pb, Zn, Sb y otros.
Au As Sb
v
Sn W Mn
El índice para la zona mineralizada varia de 1 a 10, para la parte inferior es igual de 0.01 a
1 y por debajo de ésta es menor a 0.01.
Cuando se explora por yacimientos auríferos empleando sus flujos de difusión, las muestras
no deben tomarse en los lugares de confluencia de dos ríos; es conveniente hacerlo a
condiciones de climas tropicales húmedos se usa la fracción menor a 0.2 mm de los
depósitos aluviales y limosos.
Es conveniente realizar los análisis para el mayor número de elementos posibles. Cuando se
exploran yacimientos por sus aureolas secundarias el muestreo se realiza con las técnicas
usuales. En cambio, si la exploración se realiza por las aureolas primarias se muestrean las
rocas madres, cogiendo como muestra 8 a 10 fragmentos de rocas; el peso de la muestra
varía en peso de 50 a 100, de la cual se obtiene la muestra a analizar.
Área de estudio; aproximadamente un millón km2, en los desiertos del oriente. Estos
desiertos son de clima caluroso y seco con precipitaciones en el orden de 5 a 20 mm al año.
En las depresiones intermontañosas se forman cauces temporales. El desierto oriental se
caracteriza por la ausencia total de suelos y por el poco espesor de la corteza de
meteorización en los altiplanos montañosos.
La mineralización de oro es conocida desde hace mucho tiempo y se concentra en las zonas
de fracturamiento donde existen vetas cuarzosas. Las rocas encajonadas son distintas tanto
por su edad como por su composición.
Au Ag As
v
Mo W Sn
Para una mejor exposición se considera que no se han realizado exploraciones geoquímicas.
Las regiones con este tipo de ambiente ocupan millones de km2. los levantamientos
geoquímicos se realizan por medio de los flujos difusos o dispersiones a escalas 1:1
´000,000 ó – 1:500,000.
El levantamiento aerograma espectral se realiza a escala 1:200,000 y con menor
frecuencia a escala 1:500,000.
Si las anomalías de un elemento y las que sus trozos no forman aureolas continuas
o se caracterizan por contenidos bajos, es conveniente elaborar mapas de aureolas
polielementos y utilizarlas para obtener conclusiones complementarias.
De acuerdo al contenido metálico en la aureola secundaria, se puede a veces
establecer la zonalidad probable y el nivel de erosión. Con esta finalidad se obtienen
parámetros polielementos en 2 ó 3 perfiles que cruzan la aureola y en los cuales
después es conveniente cavar trincheras. Para el cálculo respectivo de estos
parámetros se utilizan aquellos elementos que son característicos para las partes
superiores en inferiores de los cuerpos mineralizados:
E Ag E Au E As
V o,
E W E Sn E Bi
E Ba E Hg E Sb
V
E Zn E W E Sn
Para obtener valores similares se puede evaluar los recursos posibles según las
aureolas secundarias hasta la profundidad de 100m mediante la formula:
Q 1 / 40 qT
- Emplear en lo posible los métodos más sensibles, en especial para los elementos de la
zona mineralizada superior;
1.- Arena arcillosa; 2.- Arcilla – zona meteorizada; roca encajonante, 4.- Cuerpo
mineralizado; 5.- Isoconcentraciones. Según Eremeiv y A.P. Solovov
Es necesario subrayar que determinar la naturaleza geológica de una de las fases más
importante en la exploración geoquímica. Una evaluación errónea de las anomalías
puede pasar por alto un yacimiento o, en su defecto, originar gastos innecesarios en su
descubrimiento.
La región de estudio se caracteriza por su relieve disecado y cotas absolutas entre 200 a
600 m, a veces hasta 1100 m. El clima es tropical siendo los meses secos de noviembre
hasta abril. El área de estudio llega a 266 km2.
El primer grupo incluye diferentes rocas: gneis, migmatitas, anfibolitas; la segunda incluye
areniscas, argilitas y aleuritas (?), ampliamente cortadas por intrusivos de diferentes
edades. En el área abundan bloques de la corteza con fuertes alteraciones laterítica, siendo
de especial interés las ubicadas en las altiplanicie.
Los prospectos auríferos se encuentran en las provincias de Fitaba (parte sur), Sigiri
(noroeste) y Katimur (norte).
La longitud total del flujo difuso llega a 27 km., la longitud promedio es de 1055 m.
Considerando el coeficiente por la pendiente en los depósitos aluviales, los recursos
naturales fueron calculados en todo el área de alimentación piorica considerando una capa
de un metro de espesor;
Para
1
q ; p 500 t
40
El área total de algunos sectores, incluyendo las aureolas secundarias, llega a 600 km2.
(Fig. N° 32)
Para evaluar la aureola se excavaron trincheras las cuales descubrieron las vetas auríferas.
La potencia aproximada de la veta es 1.5 m, el contenido de oro llega a 15gr/tn muestreo
por canales). Según el parámetro de zonificación:
Hg Ag
V n.10 3
Ni Mo
Dib. 13 Levantamiento de exploración aurífera en los flujos de difusión
En la tercera zona (Transis II) al detallarse los trabajos, los cálculos de la productividad de la
aureola y el muestreo por canales mostraron que la zona tenía perspectivas. Las reservas probadas
fueron 97 tn de oro con un contenido mayor de 10 gr/ton. Los trabajos de perforación y labores
mineras continúan hasta el presente.
9.6.- PROSPECCIÓN GEOQUÍMICA DE YACIMIENTOS VOLCANO SEDIMENTARIOS
Según los análisis espectrográficos (Fig. N° 34) los metales se pueden clasificar en mayores
(cobre, plomo, plata, zinc), menores y trazas (níquel, cobalto, vanadio, indio y galio) que se
encuentran formando un zonamiento mineralógico y geoquímico, controlado por el
metasomatismo de las calizas silicificadas en la que se manifiesta la mineralización de
cobre, ubicadas cerca del centro volcánico con alto contenido de arsénico, níquel, cobalto,
bismuto y estaño; formados a una temperatura de 170 a 400°C y calizas sideritizadas y
dolomitizadas donde predominan la mineralización de zinc, plomo y plata con alto contenido
de manganeso, cadmio, indio, talio, formados a una temperatura de 250 a 320°C.; situadas
en las partes superiores y en la periferia del centro volcánico. El zonamiento observado
tanto lateral como vertical, en relación al centro volcánico se debe tal vez a la disminución
de la temperatura, cambio de la composición mineralógica y concentración de las
soluciones mineralizantes. Este zonamiento observado en la parte Norte del centro
volcánico en dirección a la Mina Cerro de Pasco no se observa en la parte sur debido a que
la mineralización emergida del centro volcánico fue erosionada y fácilmente transportada
más al sur de la zona en dirección del Lago Junín.
La génesis del yacimiento es muy discutida, debido a que presenta rasgos singenéticos y
epigenéticos que testimonian una formación compleja y en varias fases, al parecer Volcano-
sedimentario con rasgos hidrotermales y metasomáticos, donde las calizas jurásicas fueron
afectadas por el tectonismo y magmatismo, transformándola en calizas silicificadas,
sideritizadas y dolotimizadas con intercalaciones de tufos de granos fino a medio y lutitas
depositadas en ambiente lagunar.
EXPLORACION GEOQUIMICA AURIFERA EN SUYO LAS LOMAS
CAPITULO X EXPLORACION G E O Q U I M I C A D E S U P E R F I C I E
L
a exploración geoquímica de super- métodos analíticos e interpretativos, que mientos puede indicar si es una cuenca o
ficie investiga la presencia de hidro- han generado un nuevo conjunto de da- play más propensa para la generación de
carburos químicamente identifica- tos que han activado la exploración geo- gas o petróleo. Si el objetivo es evaluar
bles que se encuentren en superficie o química. Muchos de estos nuevos desa- el potencial exploratorio de un lead o
cerca de la misma o los cambios induci- rrollos tecnológicos están sumariados en prospecto, los resultados de un progra-
dos por la presencia de esos hidrocarbu- la Memoria 66 publicada por la AAPG, ma geoquímico pueden llevarnos a eva-
ros en el suelo, con la finalidad de loca- “Hydrocarbon Migration and Its Near- luar mejor el riesgo, identificando aque-
lizar las acumulaciones en el subsuelo Surface Expression”. Relevamientos llos prospectos asociados con fuertes
que le dieron origen. Su rango de obser- geoquímicos y otras investigaciones do- anomalías geoquímicas y resaltando los
vación se extiende desde aquellos aflo- cumentan el hecho de que las microfu- prospectos en base a su posible carga de
ramientos de petróleo y/o gas de escala gas de hidrocarburos, ya sean líquidos hidrocarburos. Para el estudio de pro-
macroscópica (fácilmente visibles), has- o gaseosos, desde una acumulación yectos de desarrollo, los trabajos deta-
ta los de escala microscópica en los que son: 1) comunes y de amplia distribu- llados de reconocimiento de anomalías
es necesaria la identificación de huellas ción, 2) predominantemente verticales superficiales de hidrocarburos pueden
o rastros de hidrocarburos no visibles o (con obvias excepciones en algunos servir para: 1) ayudar a decidir la ubica-
inferirlos a través de la identificación de ambientes geológicos) y 3) dinámicas ción de pozos de avanzada o de desarro-
cambios en el suelo o en la superficie (responden rápidamente a los cambios llo, 2) delinear los límites productivos
del terreno producidos por la presencia en las condiciones de los reservorios). de un yacimiento, 3) identificar compar-
de hidrocarburos. timentalizaciones del reservorio, y 4)
Los métodos de prospección geoquí- Objetivos de la exploración monitorear el drenaje de los hidrocarbu-
mica de superficie se han usado desde la geoquímica ros a través del tiempo, repitiendo los
década de 1930, pero es en esta última El principal objetivo de un programa estudios geoquímicos cada cierto perío-
década que se ha visto un renovado inte- de exploración geoquímica es establecer do de tiempo. Los programas geoquími-
rés en la exploración geoquímica, espe- la presencia y distribución de hidrocar- cos de superficie pueden a su vez añadir
cialmente por el desarrollo de nuevos buros en el área y, sobre todo, lo más valor a la información sísmica 2-D y 3-
48 Petrotecnia • junio, 2003
D a través de la identificación de ciertas
características particulares o comparti-
mentalizaciones del reservorio cargados
con hidrocarburos.
Asunciones
La asunción subyacente de toda ex-
ploración geoquímica de superficie es
que los hidrocarburos son generados y/o
entrampados en profundidad y migran
hacia la superficie en cantidades varia-
bles pero detectables. Éste es un hecho
largamente comprobado y la asociación
directa entre anomalías superficiales con
reservorios productivos, algunos prospec-
tos específicos, así como con fallas u
otras vías de migración, es bien conocida.
Por lo tanto, se asume o al menos queda
implícito que la anomalía en la superficie
puede ser relacionada con una acumula- Figura 1 • Espectro de distintos estilos de microfugas y sistemas de migración en el Golfo de México
ción de petróleo en profundidad. El éxito y el Mar del Norte (modificado de Thrasher et al., AAPG Memoir 66, 1996).
con el cual esta asunción puede ser hecha
es mayor en áreas de geología relativa-
mente simple y se vuelve más complica- nal del camino de migración, una migra- Microfugas de hidrocarburos
do cuanto más compleja sea la conforma- ción que pudo ser corta y vertical o larga desde el reservorio
ción geológica del área. La anomalía y lateral. Un ejemplo de estos estilos con- La actividad de las microfugas de hi-
geoquímica en superficie representa el fi- trastantes se ilustra en la figura 1. drocarburos se refiere a la tasa relativa
Equilibrio dinámico
T17/
1
BIOSFER
HIDROSFER A ATMÓSFERA
A
LITOSFERA
SUELOS
MATERIA
MATERIA AGUA
ORGÁNIC MINERALE
A S
AGUA
Cuarz
o
Calcit
Intercambio
a Iónico
Micas
Oxi-hidróxidos de Fe y
Mn
Minerales de las arcillas (Caolinita, Adsorción
esmectita)
BIOSFER
HIDROSFER A LITOSFERA
A
ATMÓSFERA
GASES
AEROSOLES
H2O DISUELTO
ATMOSFÉRICOS
Vap. S
DEPOSICIÓN
LIQUIDO SÓLIDO
Gases Partículas
OTROS
HÚMEDA SECA
T17/
2
BIOSFER
ATMÓSFER A LITOSFERA
A
HIDROSFERA
DISTRIBUCIÓN PROPIEDADES
97.2% AGUA Polarida
Océanos d
2.1% Calor específico de vap.
Glaciares Y
Cambio fusió
0.6% Aguas
s n
Subterráneas
0.01% Ríos y Estado Cohesivid
lagos ad
0.001% Densidad y
Atmósfera estratificación
Molé cula
dipolar
HIDROSFER
ATMÓSFERA A LITOSFERA
BIOSFERA
PLANTAS ANIMALES
Material
MATERIA Esqueleta
ORGÁNIC l
A
MUERT VIVA
A
DEGRADACIÓN
Fácilment Fluido
No tan
Tejido
Tejidos s
degradab e
le degradab s Corporale
le Blando s
s
GRUP GRUPO
O HÚMIC
NO O
HÚMICO
Soluble en soluciones ácidas y básicas: Ácido Fúlvico
(Polisacárid
os) Solubles en soluciones básicas: Ácido Húmico
No solubles: Humin
T17/
3
0 6% Aguas Subterráneas
Corporales
11.2.- CICLOS GEOQUÍMICOS
MTon/año (% antrópico)
Los números en negro indican cuánto carbón está almacenado en los diferentes
reservorios. Los números en azul indican cuanto carbón es removido entre
reservorios cada año. (unidades en billones de toneladas)
T17/
11.3.- ALTERACIONES ANTROPOGÉNICAS
Contaminación
Actividad Volcanes
urbana Incendios
Agricultura Algunos tipos de
Ganadería rocas
Aerosoles marinos CO2, SO2,
Industria:
Minería comp. Volátiles,
Agroalimentaria metales pesados,
Otras etc.
NO2, CO2, SO2,
comp.
Volátiles,
metales
pesados,
comp. t
Orgánicos,
Fertilizantes, abonos
etc.
Ejm.
POLUCIÓN ÁCIDA
Natural: Volcanes
Lluvia ácida
Antrópica: Actividad urbana y productiva
Exceso de deposiciones de SO2 en Meta a alcanzar según el protocolo
Europa de Oslo de 1994: El exceso de las
(Tm/Km2). deposiciones de azufre debe ser
reducida al 60%
Fuente: EMEP
T17/
7
Natural: ARD (Acid Rock Drainage)
Drenaje ácido
Antrópica: AMD (Acid Mine Drainage)
OXIDACIÓN SO4 2-, H ,+Fe 2+
DE SULFUROS otros metales
⇓ pH ⇑ [metales y sulfatos]
Reacciones
2 2
BIBLIOGRAFIA
1.- AGUILAR M.O.:KIHIEN C.A Porfidos de Cobre. Tercer Congreso Peruano de CASTILLA.
B.F. 1974 Geología Lima
En boletín de la Sociedad Geológica del Perú NN: 45-52
2.- AHMAD. S.N.ROSE AW. 1980 Fluid inclusions in porfhyry and skarn ore at Santa Rita.
N.M: economic Geology V 75 pp 229-250
4.- BROWNLOW A.H 1979 Geochemistry, Prentice – Mall. Inc. Englewood Cliffs N.J.
6.-CAILLEUX. Andre 1959 Les roches. Paris, P.U.F.. 3ª. Ed. Por Eudeba. Buenos
Aires
7.- COPPENS, Rene 1957 La radiactividad de las rocas. Paris, P.U.F. Por EUDEBA.
Buenos Aires.
9.- ESTRADA, Chaves F. 1974 Estudio de correlación de los pórfidos de cobre del Sur del
Perú: Edades radiométricas de los principales eventos
geológicos de los pórfidos del Sur del Perú. Lima.
15.- KIHIEN Collado. A.. 1983 Determination por la metode K/Ar del age et
ZIMMERMAN. J.L. desmineralizations assoccicees dans le porphere de
Quellaveco.
En mineralium deposita I8 (2A) pp. 207-213
18.- LE BEL. Laurent, 1979 Note preliminare sur la mineralogy des phases solides
continues dans les inclusions des phenoscristaux de quartz
du porphyre cuprifere de Cerro Verde- Santa Rosa. Perou
Meridional.
En societé Vandoise des sciencies naturalles bulletin
73(850) : 201-208. Dic.76
20.- LOWELL, J. DAVID 1970 Lateral and vertical alteration. Mineralization zoning in
porphyre ore deposits.
En economic geology 65(4) 373-408 jun-jul.
21.- MASON BRIAN 1960 Principios de geoquímica. Ed. OMEGA S.A. Barcelona. 1960
25.- ROEDDER Edwin 1958 Technique for the examination and partial chemical
análisis of fluid filled inclusions from mineral: En economic
geology V 53 pp. 235-269.
26.- ROEDDER, Edwin 1962 Studies of inclusions fluids I: Low temperature aplicatio of
a dual-puurpose freezing and heating stage. En economic
geology V 57 pp. 1045-1061.
27.- ROEDDER, Edwin, 1971 Fluid inclusions studies of the porphyry type ore deposits
at Benghan (utah) Butte (Montana) and Chunax
(Colorado)
32.- SCHWARTZ, Michael 1975 Geochemistry of the porphyre copper deposit. En geol
Otto Jahrbuch Rethe D (57) 3-35.
33.- SEKUNE, Tokonouche 1985 Fluid inclusions studies as a tootal of mineral exploration.
34.- SHEPERD, T., RAKKIN Fluid inclusions studies. Blackie et Son Limited. First
A.H. And D.H.M. published. London.
ALDERTON 1985
37.- TSU Tien Fung and The análisis of fluid inclusions by laser microporbe. En
HOLLAND H.D., 1979 economic