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Investigación sobre los benéficos de bañarse con agua fría.

En la mayoría de las personas, pensar en ducharse evoca sensaciones


placenteras. Esta imagen icónica y agradable desaparecerá de inmediato si
añadimos el detalle de que la ducha en cuestión es con agua fría.

Sin embargo una gran cantidad de personas se duchan intencionadamente con


agua fría por las mañanas, cosa que les despeja y les prepara para el día. Ello es
debido a que, como la mayoría de personas ya sabe, el contacto con el agua fría
tiene múltiples ventajas para nuestro organismo. En este artículo vamos a hablar
precisamente sobre este hecho: sobre los beneficios de ducharse con agua fría,
y por qué este háito debería ser incorporado a nuestras rutinas.
14 beneficios de ducharse con agua fría
A pesar de que se trata de una estimulación en principio aversiva para una gran
mayoría de las personas, el hecho de ducharse con agua fría supone una serie
de ventajas y efectos positivos sobre nuestro organismo y nuestra psique.
Algunos de estos beneficios pueden observarse directamente tras un contacto
esporádico con el agua fría, pero otros beneficios serán menos visibles a menos
que exista un hábito o cierta regularidad.

1. Despeja y activa mente y cuerpo


El principal efecto que vemos directamente cuando nos duchamos con agua fría
es el hecho de que nos activa y despeja. Los receptores térmicos y las neuronas
situadas en la la piel se activan para mandar un mensaje de alerta al resto del
sistema, generando una respuesta por parte del organismo en forma de
activación generalizada ante el frío. Se trata de una reacción natural ante la
necesidad del cuerpo de mantener la homeóstasis o equilibrio interno a nivel de
temperatura.

2. Mejora la circulación
La exposición al agua fría tiene repercusiones positivas a nivel cardiovascular:
ante el frío nuestra tasa cardíaca aumenta y se contraen los vasos sanguíneos. La
sangre viaja a gran velocidad y cargada de oxígeno a los órganos principales y
a los músculos, mejorando la circulación hacia estas áreas. En este sentido
resulta recomendable ir alternando entre duchas frías y otras con agua caliente
(que harían que la sangre se dirigiera más fácilmente a la superficie de la piel).
Sin embargo, deben tener mucha precaución las personas que padezcan algún
tipo de cardiopatía y trastorno cardiovascular, ya que la contracción de los vasos
sanguíneos y la aceleración del ritmo cardíaco puede ser perjudicial en su caso.

3. Incrementa la capacidad atencional


La activación del sistema nervioso es otro de los beneficios de ducharse con agua
fría, la cual estimula la secreción de ciertos neurotransmisores como la
noradrenalina que nos hace poder estar atentos y vígiles.
4. Mejora tu estado de ánimo
Ducharse con agua fría tiene efectos relevantes en el estado de ánimo. Y es que
el choque térmico con el agua fría hace que se estimule la producción de
noradrenalina en el cerebro, lo que en último término va a generar una mayor
activación y una leve mejoría del humor, aliviando estrés y la ansiedad. Otros
estudios indican que también genera una disminución del nivel de cortisol.

5. Incrementa la oxigenación
Cuando nuestro cuerpo entre en contacto con agua muy fría, inmediatamente
solemos empezar a acelerar nuestra respiración. Ello está vinculado a la
anteriormente citada alteración y aceleración cardiovascular. El cuerpo necesita
una mayor cantidad de energía para hacer frente al frío, lo que implica acelerar
la adquisición de oxígeno. Así, aumentan los niveles de oxígeno de nuestro
organismo, así como el ritmo con el que la sangre circula por el cuerpo.

6. Acelera el metabolismo
Como se ha indicado anteriormente, ante la presencia de frío nuestro cuerpo va
a empezar a demandar energía con el fin de poder mantener la temperatura
interna en niveles adecuados. Para ello, genera una aceleración del
metabolismo, consumiendo los recursos almacenados en el organismo. La
consecuencia de esto es que con la exposición al frío empezamos a quemar
azúcares y grasas para mantener la temperatura corporal a niveles aceptables.

7. Activa el sistema inmune


La activación generalizada del sistema y la aceleración del metabolismo
generada por el agua favorece la activación y mejoría del sistema inmunológico,
el cual se encuentra más preparado para luchar contra infecciones y agresiones
externos al liberarse mayor cantidad de leucocitos o glóbulos blancos.

8. Mejora la líbido y la calidad y cantidad de esperma


La fertilidad es otro de los aspectos que se ve influido por el hecho de ducharse
con agua fría. El frío estimula la secreción de testosterona, lo que a la larga tiene
un efecto en la líbido y la capacidad de respuesta sexual.

9. Desinflama y alivia el dolor


Es habitual que cuando nos damos algún golpe y tenemos algún tipo de
inflamación, usemos el frío para bajarlo (por ejemplo con una bolsa con hielo).
Este efecto de debe a que las células que rodean al área lesionada exigen una
menor cantidad de oxígeno con el frío, reduciendo la hinchazón del área
afectada. Las duchas con agua fría tienen el mismo efecto (aunque en este caso
se expone todo el cuerpo al frío). Asimismo, también permite aliviar dolores
musculares o incluso dolores de cabeza.

10. Mejora el sueño


Otro de los beneficios de ducharse con agua fría lo encontramos en el sueño.
Aunque el hecho de someternos a una ducha de agua fría hace que nos
despejemos, con el paso del día facilita que igual que nos hemos tensado nuestro
cuerpo pueda relajarse. Se ha visto que facilita la conciliación del sueño y que
mejora su calidad.
11. Promueve una mejor diuresis y el funcionamiento renal y linfático
Los riñones y el sistema linfático también ven mejorado su funcionamiento con el
frío, permitiendo una mejor expulsión de los elementos tóxicos y los residuos de
nuestro organismo.

12. Aumenta la productividad


Los beneficios de ducharse con agua fría por la mañana, teniendo en cuenta los
efectos anteriormente descritos, incluyen también un aumento del nivel de
actividad mental que la persona va a poder realizar y un incremento en su
productividad.
13. Beneficios en piel y cabello
Las personas que se duchan de forma excesiva suelen perder la protección
natural que recubre y protege la piel en forma de grasa, especialmente si lo
hacen con agua caliente. A la larga, pueden llegar a resecar piel y cabello. El
agua fría, por el contrario, no genera esta pérdida de la grasa cutánea y además
permite la tonificación de la piel al estirarla. También previene la caida del
cabello y genera que este tenga un mayor brillo.

14. Refuerza la autoestima y la sensación de autocontrol


Como hemos dicho la mayoría de las personas encuentran en el agua fría un
estímulo más o menos aversivo. Es por ello que el hecho de ducharse con agua
fría puede ser vivido como un pequeño reto o desafío a superar, lo que en último
término genera mayor sensación de autocontrol, autoeficacia y autoestima.
Muchos aseguran que darse a diario una ducha de agua fría puede tener
beneficios para la salud: mejora la circulación, alivia el estrés y aumenta la
vitalidad y la lucidez mental son algunas de las ventajas que más le atribuyen a
este hábito.

Pero también se dice que puede ayudar a tratar la depresión y la ansiedad,


reparar los músculos tras el ejercicio, quemar más grasa o incluso darle un
impulso al sistema inmunológico.

¿Hay estudios científicos que lo demuestren? Y de ser así, ¿son esos supuestos
beneficios lo suficientemente fuertes como para convencerte de que gires el
grifo hacia el otro lado?

De entrada, lo que está claro es que el agua fría, al contacto con la piel, es un
shock para el organismo: el cuerpo reacciona desencadenando una respuesta
masiva al estrés, que hace que suba el ritmo cardíaco, aumente la circulación
sanguínea y se libere adrenalina.

Por otro lado, a nivel doméstico, una ducha de agua fría es bastante segura y -
temblores aparte- no tiene adversos negativos significativos para la salud.
A no ser que tengas una edad muy avanzada o problemas de corazón, en cuyo
caso el agua fría podría hacer que te desmayes o sufras un ataque al corazón,
matiza el doctor Chris van Tulleken, presentador del programa de la BBC "confía
en mi, soy doctor" (Trust me, I´m a doctor).

¿Contra la depresión y la ansiedad?


Aunque todavía no ha habido un experimento clínico que haya utilizado una
terapia de duchas frías como parte del tratamiento para la depresión y la
ansiedad, algunos expertos creen que puede ayudar.

La teoría detrás de esa idea es que la exposición repetida al agua fría hace que
el organismo se vuelva más eficaz a la hora de lidiar con la respuesta al estrés y
con todos los cambios químicos y hormonales que las personas con depresión
sienten.
También argumentan que adaptarnos a esa exposición repetida al estrés del frío
puede ayudarnos a lidiar mejor con el estrés psicológico que suele acompañar a
la ansiedad.

En una charla TED de 2013, el triatleta Joel Runyon argumenta desde una
perspectiva personal que darse una ducha fría puede cambiar la manera en la
que afrontas el miedo y en como lidias con situaciones en las que te sientes
incómodo.

Otra hipótesis argumenta que dado el gran número de receptores de frío en la


piel, una ducha fría hace que el cerebro reciba una cantidad enorme de impulsos
eléctricos desde las terminaciones nerviosas periféricas, que pueden tener un
efecto antidepresivo.

¿Para el sistema inmunológico?


Según Chris van Tulleken, por ahora no hay evidencias definitivas sobre este
beneficio.

Pero un estudio holandés sobre el efecto de las duchas frías sobre la salud y el
trabajo publicado en 2016 en la revista PLOS One halló que una ducha diaria de
agua fría resultó en una reducción del 29% en la autoevaluación de enfermedad
de los participantes durante los 90 días siguientes a haber adoptado ese hábito.
Durante al menos 30 días consecutivos los individuos debían ducharse con agua
fría al final de sus duchas habituales con agua caliente, durante periodos de 30,
60 o 90 segundos, según el subgrupo de estudio.

¿Realmente sirven los baños de hielo para después del ejercicio?


Los investigadores comprobaron que la duración de la ducha fría no influyó los
resultados,así que afortunadamente 30 segundos son suficientes.

El efecto beneficioso más destacado por los voluntarios fue un aumento del nivel
percibido de energía, que muchos comparaban con el efecto de la cafeína. De
hecho algunos siguieron dándose una ducha final con agua fría más allá del
período mínimo de 30 días para el experimento.

Por otro lado, el efecto adverso moderado más reportado fue una sensación
persistente de frío en el cuerpo, las manos y los pies.

¿Para el dolor muscular tras el ejercicio?


Muchos atletas son partidarios de los baños en agua fría después del ejercicio.

La teoría detrás de este hábito dice que sumergirse en agua fría reduce el dolor
y acelera la recuperación de las pequeñas fisuras en los músculos que genera el
ejercicio.

Pero las evidencias científicas sobre si esto funciona o no son ambivalentes.


Algunos estudios dicen que mejora la recuperación pero otros sugieren que
puede reducir la capacidad de adaptación de los músculos.

Por otro lado, un estudio de 2014 publicado en Physical Therapy in Sport halló
que no había diferencias estadísticas significativas entre darse una sola
inmersión breve de contraste, inmersiones breves intermitentes de agua fría y
caliente o baños de 10 minutos en agua fría a 6 o 10 grados.
¿De verdad ayudan a quemar grasa?
Esta es una de las creencias más populares sobre las duchas de agua fría: que
puede convertir la grasa "blanca" no saludable en grasa "parda" activa y
metabólicamente saludable, el tipo de grasa que quemamos para temblar.

Desafortunadamente, dice Tulleken, hay muy pocas evidencias de que eso sea
verdad.

¿En conclusión...?
Según el doctor Tulleken, hasta ahora las investigaciones científicas sobre los
beneficios de una terapia con duchas frías todavía están en una etapa muy
temprana y no hay muchas evidencias conclusivas.

Pero dado que no se han reportado efectos adversos significativos, aparte de


sentir frío, ni es algo que cause dependencia, si alguien siente que le funcionan
no hay motivo para dejar de hacerlo, sugiere Tulleken.

"Personalmente llevo haciéndolo seis meses y me siento genial", afirmó.

Las duchas de agua fría han sido usadas miles de años como un tratamiento
natural para la salud y bienestar general. De hecho, hasta el siglo pasado tomar
duchas calientes era un lujo que no se podía permitir la mayoría de la población.
Los Espartanos se solían levantar de sus camas de madera, hacían dos horas de
ejercicio y después se tomaban un baño de agua fría. Pensaban que el agua
caliente era para los débiles y que el agua fría condicionaba sus cuerpos y
mentes para ser fuertes, vigorosos y estar siempre preparados para la batalla.
Las primeras duchas con sistemas de calentamiento se desarrollaron por los
Atenienses y parece que lujos como esos son los que ayudaron a la caída de la
sociedad Espartana que sea admira actualmente.

Varias culturas alrededor del mundo usan agua fría como parte de sus
ceremonias religiosas. Por ejemplo, los japoneses Shinto practican un ritual
llamado Misogi, el cual implica sentarse o estar bajo una catarata para purificar
sus almas.

En países como Rusia o Finlandia, un pasatiempo popular durante el invierno es


rotar entre la sauna e ir al aire libre para saltar en lagos helados y rodeados de
nieve. En los tiempos modernos, atletas de nivel mundial usan baños helados
para aligerar el proceso de recuperación y mejorar el rendimiento.
Antes de comenzar con los beneficios: me gustaría saber tu experiencia. ¿Te han
servido estas duchas? ¿Qué efectos has observado? ¿Algún otro comentario?
Saber tu opinión nos servirá para sacar mejores conclusiones y basadas en más
personas.

Al final del artículo tienes mi experiencia personal.


1-Mejora tu salud física
La fuerza del agua fría en tu piel hace que tu corazón lata más deprisa y tus
músculos se flexionen. Esto envía sangre a tus músculos y tus órganos vitales. El
agua caliente hace lo contrario, moviendo sangre hasta la superficie de la piel.

Alternar entre agua caliente y fría mientras estas en la ducha es una gran forma
de estimular y mejorar la circulación. Esto también sirve para mejorar el
funcionamiento del sistema nervioso.

2-Beneficios psicológicos
Los antiguos samurais de Japón solían verter cubos de agua helada sobre sus
cabezas por la mañana para limpiar su cuerpo y espíritu.

Creían que les ayudaba a empezar cada día y cada aventura frescos. Las duchas
de agua fría liberan componentes químicos en el cerebro que mejoran tu humor,
disminuyen el estrés y ansiedad y alivian la depresión.
3-Mejora tu humor
Las duchas frías pueden estimular la secreción de noradrenalina en el cerebro,
lo cual esta asociado con la mejora de desordenes del humor como la depresión.
Cuando el agua fría toca tu cuerpo, tu respiración es más profunda en respuesta
al shock generado. Es la forma del organismo de intentar mantenerte caliente al
incrementar la toma de oxígeno. Tu tasa cardíaca también aumenta, resultando
en una oleada de sangre a través de tu cuerpo que hace que te sientas con
energía.

4-Aumento de la energía y recuperación más rápida


Además que no hay nada como agua fría para despertarte, las duchas frías puede
aumentar tus niveles de energía debido a que las terminaciones nerviosas de tu
piel se activan. Tu corazón empieza a latir más deprisa y comienzas a respirar
deprisa.

Por otra parte, el agua fría hace que te puedas recuperar antes después de hacer
deporte. De hecho, los atletas toman a menudo baños helados después de un
ejercicio físico intenso.

5-Tratamiento de inflamaciones
Los baños helados se suelen utilizar por atletas para disminuir la inflamación tras
una sesión de entrenamiento. Las venas se contraen en todo el cuerpo y se
eliminan toxinas de la sangre.

6-Tolerancia al estrés
En general, las exposiciones al frío mejoran la capacidad de controlar el estrés.
Con el paso del tiempo, esto lleva al fortalecimiento de tu sistema inmunitario.

La duchas de agua fría también se han usado para reducir el dolor crónica, la
función renal y mejorar la calidad del sueño.

7-Movimiento linfático
El sistema linfático esta separado de los vasos sanguíneos y es responsable de
transportar los desechos de las células y de combatir los patógenos. El líquido
linfático contiene los desechos y glóbulos blancos, los cuales combaten las
infecciones.
Las duchas frías provocan la contracción de todo el cuerpo y esto es muy bueno
para el sistema linfático ya que el líquido se expande a todo el cuerpo. Si el
sistema linfático no es eficiente, el líquido se acumula en las extremidades
(generalmente los pies) y esto puede resultar en daños para la salud.

8-Desintoxica tu cuerpo
El agua fría estimula que las toxinas se eliminen fuera de la piel. Por tanto, no
siguen en el interior del cuerpo, donde pueden causar infecciones.

9-Mejora el sueño
Por alguna razón ayuda a mejorar la calidad del sueño. Esto podría ser por la
sensación de bienestar y relax tras el shock con la ducha o baño frío.

10-Mejor apariencia de piel y cabello


El agua caliente abre tus poros y el agua fría los cierra. Usar agua caliente para
limpiar tus poros y luego usar agua fría para cerrarlos, mejorará el aspecto de tu
piel. El mismo tratamiento funciona con el cabello.

11-Aumento de la testosterona y fertilidad


Es conocido que el calor mata al esperma. Al contrario, los baños de agua fría
tienen el efecto contrario, ya que incrementan el nivel de testosterona en tu
cuerpo, lo que guía a un incremento de la producción de esperma y mejora de
la fertilidad.

12-Mejora la respiración
Es probable que tan pronto como tomes una ducha fría, hiperventiles, lo que es
una respuesta natural. Sin embargo, el pánico solo hará la experiencia algo más
desagradable por lo que es de tu interés calmarte y respirar hondo.

13-Incrementan la tasa metabólica


Las duchas frías incrementan la tasa metabólica. Las temperaturas frías fuerzan a
tu cuerpo a regular la temperatura continuamente, lo cuál utiliza muchas calorías.

14-Mejoran tu fuerza de voluntad


Si no estas acostumbrado, duchare con agua muy fría no es agradable, menos si
es inverno. Hacerlo requiere fuerza de voluntad. Cuando lo hagas varias veces
construirás esa fuerza de hacer cosas difíciles y tu resiliencia.

15-Pueden mejorar tu autoestima


Una de las mejores formas de mejorar la autoestima es hacer cosas que te
resultan difíciles. Si estas acostumbrado a ducharte con agua caliente y cambiar
a agua fría te supone un reto, al conseguirlo habrás conseguido algo que te
ayudará a tener más autoconfianza.

El beneficio esta en el hábito


Aunque una ducha fría tiene beneficios inmediatos, te despierta y te carga de
energía, los mayores beneficios se ven a largo plazo; después de unas semanas.
Los estudios confirman que habituarse a ello es lo más beneficioso.

Habituarse al frío lleva aproximadamente 10 días en los humanos y el cambio


principal es una respuesta hipotérmica. Con la exposición constante al aire o
agua fría, los humanos pueden aclimatarse y aumentar la noradrenalina y tiroxina
las cuales se consideran las hormonas del «estrés bueno». También guiará a la
movilización de ácidos grasos y a la perdida de grasas en 1 a 2 semanas.
Situaciones en las que evitar duchas o baños fríos
Como en todo, hay un momento adecuado para tomar duchas frías y también un
momento para evitarlas.

Las duchas de agua fría no deberían ser tomadas por mujeres embarazadas o en
su menstruación debido a que su cuerpo ya se encuentra en una situación de
estrés.

Por supuesto, también evita tomarlas si estas resfriado o te sientes débil.


Comenzando con las duchas de agua fría
Ahora viene la acción, ¿cómo puedes comenzar a ducharte con agua fría?

–Reconocer que los nuevos hábitos requieren incomodidad: tan pronto como
reconozcas que los grandes objetivos que quieres lograr y los nuevos hábitos
que quieres tener en tu vida requieren incomodidad, te será más fácil.

–Poco a poco o de golpe: hay personas que se sienten más cómodas haciéndolo
poco a poco y otras prefieren hacerlo de golpe. Si observas que haciéndolo poco
a poco te arrepientes y acabas sin hacerlo, trata de hacerlo de golpe para no
tener la opción de dar marcha atrás.

–No pienses a largo plazo: si consideras que te tendrás que dar duchas frías el
resto de tu vida te será mucho más difícil.

–Suda primero: incluso si vives en un país con un clima frío, puedes hacer
ejercicio primero y luego tomarte la ducha. Será también una manera de
refrescarse y de prevenir la fatiga y dolor muscular tras largas sesiones de
ejercicio.

–Céntrate en tu respiración: tendrás que mantener el enfoque en tu respiración.


Te recomiendo que leas sobre mindfulness para aprender más sobre ello.

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