CAPITULO I
Producción: El proceso de transformar insumos con el objetivo de crear productos o servicios que la
gente nenecita o desea.
Insumos: Recursos como por ejemplo la mano de obra, dinero, materiales y energía que se convierten
los productos.
En el mundo actual, tan cambiante como es, debemos estar preparados para adaptarnos al mismo
ritmo en que estos cambios se dan; estos fue lo que caracterizó la evolución a la administración de
operaciones de clase mundial, sin embargo, hay quienes todavía son resistentes a estos procesos de
cambio, quienes quedan relegados en el tiempo ya que cuando apenas se están adaptando a uno, otro
ya empezó y está por terminar.
En cuanto a la administración de producción / operaciones, tuvo sus inicios en escala evolutiva desde
el año de 1776 con Smith y su teoría de la división del trabajo, pasando por Henry Ford en 1913, con
su aporte en la coordinación de la línea de ensamblaje, hasta nuestros días; pero… ¿Quién o quienes
han sido los más beneficiados con esta evolución? O ¿es que acaso falta todavía mucho por descubrir
o evolucionar para saberlo? Bien, la primer pregunta nos lleva a pensar que el beneficiado más
importante, es la organización, que a través de la aplicación del proceso administrativo “planear,
organizar, asesorar, liderar y controlar”, a la producción / operaciones o inclusive a las tres funciones
organizacionales “Mercadeo, Producción / Operaciones, Finanzas / Contabilidad”, mejora no solo sus
procesos, sino la calidad del producto final y las utilidades; entonces, la organización evoluciona y se
vuelve productiva “La productividad implica la mejora del proceso productivo. La mejora significa
una comparación favorable entre la cantidad de recursos utilizados (insumos) y la cantidad de bienes
y servicios producidos (salidas)”.
Según lo anterior, la productividad es el objetivo principal de los estudios realizados por los grandes
exponentes de la administración, aplicada integralmente a toda la organización y claro, representa
además el esfuerzo del administrador por optimizar el uso de los recursos de una organización y así
mostrar positivamente resultados de su gestión, por lo tanto, nosotros como estudiantes, debemos ver
en la administración de la producción/operaciones, una herramienta importante para el desarrollo de
nuestra actividad profesional y una puerta que puede abrirse a mejores posibilidades económicas, es
por ello que debemos mejorar ostensiblemente nuestras competencias laborales, es decir, ser no solo
capaces, sino estar capacitados para tomar las variables de la productividad “Mano de obra, capital,
artes y ciencia de la administración” y convertirlas en… cualquiera que sea el objetivo del
administrador. Para esto queremos invocar la frase “El administrador de operaciones efectivo, debe
asegurarse de que se utilicen el conocimiento y la tecnología disponibles”.
Sus objetivos son producir un bien o servicio específico en un corto periodo de tiempo y con el menor
costo posible.
Desde siempre la palabra Administración ha tenido múltiples definiciones. Todas ellas versan sobre
los conceptos de planear, coordinar, organizar, ordenar, disponer, suministrar, distribuir, gestionar,
etc.
Administrar es, en definitiva, un proceso que implica planear, organizar, liderar, coordinar, controlar
y regular en forma eficiente las operaciones de una organización y el trabajo de los miembros de la
misma y utilizar todos los recursos disponibles para lograr un propósito dado.
Desde tiempos remotos, el término “producir” es la acción de fabricar, elaborar o construir bienes o
servicios útiles, incorporando en esa transformación, cambio o modificación, un alto valor
económico que justifique esa propia acción.
La dinámica de los tiempos, y el lento pero crecientes papeles de los servicios en la actividad
económica han puesto a los procesos productivos en un papel secundario.
Sin embargo, y a contramano de todos los pronósticos, la actividad industrial o “producción” nunca
dejara su lugar predominante en las operaciones de la organización. Para ello hay que comprender
que las definiciones estáticas de antaño (como mera transformación de materias primas y
componentes en productos, utilizando mano de obra y capital), son demasiado tradicionales y deben
evolucionar.
La producción debe considerarse como un medio para añadir más valor para el cliente de cualquier
organización, de la manera más productiva posible.
Administrar la Producción implica gestionar, organizar, dirigir y usar de manera óptima los
recursos operativos en pos de un objetivo o resultado tangible o intangible.
Habrá Productividad en la medida en que se haga más con menos, esto es, en la medida en que se
logren más beneficios con menos recursos. Siendo este último, el pilar de todas las operaciones.
Esa definición de Productividad en este nuevo contexto, también requiere de un análisis evolutivo.
A diecisiete años de comenzado un nuevo siglo, la productividad “no puede considerarse solo como
la máxima cantidad de rendimiento con el nivel más bajo de recursos. Se trata de responder de la
mejor manera a las necesidades del cliente a través de un inteligente despliegue de recursos”
De este modo, y tal como hemos visto anteriormente, la Producción está íntimamente ligada con las
Operaciones de una Organización.
a) actividades primarias;
b) actividades secundarias; y
c) actividades terciarias.
Las actividades primarias son aquellas que implican la extracción y obtención de materias primas
procedentes del medio natural, tales como la agricultura, la ganadería, la minería, la silvicultura y la
pesca).
Las actividades secundarias son las que suponen la transformación de las materias primas en
productos elaborados, es decir, la industria y la construcción, por ejemplo, siderurgia, sector
agroalimentario, etc.; la producción de bienes de consumo en general.
Las actividades terciarias son las que tienen que ver con todas las actividades y prestación de
servicios que no pertenecen a los otros dos sectores y que podrían considerarse como actividades de
suministro de bienes inmateriales a las personas, a las colectividades o a las empresas. Aquí podemos
encontrar los servicios mercantiles y no mercantiles, especialmente el comercio (al por mayor y al
por menor), el negocio de automóviles y las reparaciones, el alquiler de viviendas, el correo y las
telecomunicaciones, los seguros, el turismo, entre otros.
Otros conceptos son los siguientes:
Sin embargo, estos conceptos aparentemente claros ocultan una compleja red de referencias y
presupuestos de tipo teórico y práctico. Para superar esa confusión es preciso "diferenciar" las
distintas semánticas en que se concibe - y se actúa - lo que es producción.
Los distintos conceptos de producción se definen, en parte, correlativamente a los distintos conceptos
de producto. Es posible distinguir así los siguientes tipos básicos de comprensión, o "semánticas" de
lo que es la "producción". En este análisis hay que distinguir los diversos puntos de partida y
horizontes de sentido en que se plantean los temas o problemas de la producción.
En el contexto de la praxis industrial y comercial se limita la extensión del término 'producción' a las
aportaciones de bienes materiales generados o sacados afuera ("pro-ducere") en una actividad
manual-artesanal o industrial en el sentido de surgir como outputs de procesos de transformación
sobre ciertos objetos materiales (materia prima o componentes). Estos procesos se distinguen pues
totalmente de los realizados en el mercado en el sentido indicado de transferencias o transacciones
para crear valor económico. Se limitarían pues a la generación del soporte físico de tal valor. En esta
acepción, la producción puede considerarse como entramado de operaciones y procesos productivos
articulados en pasos o fases.
En este sentido, propio de los planteamientos realizados desde las ciencias de la economía y de la
empresa, no se diferencia entre la aportación propia del proceso técnico y de su valoración en el
mercado. En este caso, la producción es concebida como todo tipo de actividad de creación de valor
económico. La diferencia se establece frente al "consumo".
La historia se presenta de acuerdo con las contribuciones más importantes o impulsos primordiales
y no en términos estrictamente cronológico. Con esta base, existen diversas áreas importantes que
han contribuido al desarrollo evolutivo de la administración de la producción y de las operaciones.
LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL
En el siglo XVIII en Inglaterra ocurrió un desarrollo llamado Revolución Industrial. Este avance
comprendió dos aspectos principales: la sustitución generalizada de la fuerza humana, animal e
hidráulica por máquinas; eso origina el segundo aspecto como fue el establecimiento del sistema de
fábrica. La máquina a vapor inventada por James Watt en 1764 proporcionó la potencia mecánica
necesaria para las fábricas de ese entonces, de igual manera con este invento se dieron otros hechos
paralelos como la concentración de trabajadores en fábricas, creándose la necesidad de organizarlos
en la forma más lógica y adecuada para la realización de cada tarea.
La Revolución Industrial se difundió en Inglaterra y a otras naciones europeas y a los Estados Unidos.
Esta se aceleró más a finales del siglo XVIII con el desarrollo del motor a gasolina y el eléctrico.
Fue así, como al inicio de este siglo cuando se comenzaron a desarrollar con propiedad los conceptos
de producción en masa, aunque su auge solo se dio hasta la Primera Guerra Mundial, cuando la
industria en Norteamérica se vio sometida a las fuertes demandas de producción. La era de la
mercadotecnia de masas dio énfasis a la automatización y la producción en grandes volúmenes.
Con la publicación en 1776 de la obra La Riqueza de la Naciones por Adam Smith, en donde coloca
en un sitial de importancia la División del trabajo, también conocida como la especialización de las
tareas, que consistió básicamente en la división de la elaboración de los productos en pequeñas tareas
especializadas asignadas a los trabajadores a través de las líneas de producción. Smith hizo notar que
la especialización del trabajador incrementa la producción en tres factores: 1) Incremento de la
destreza del trabajador; 2) Evita el tiempo perdido debido al cambio de trabajo; 3) Invención de
máquinas y herramientas de acuerdo con las necesidades y especialización del hombre.
Después Charles Babbage extendió esas ideas en una fábrica de alfileres. Hizo notar que las escalas
de salarios debían establecerse en función de la especialización, de las habilidades necesarias para
cada operación, del grado de dificultad de ejecución y de la escasez de mano de obra (1832).
Esta escuela del pensamiento busca descubrir el mejor método para trabajar utilizando el siguiente
enfoque científico:
Las teorías y técnicas empleadas por Taylor las refinaron Frank y Lilian Gilbreth durante la primera
década del pasado siglo. Este método ha recibido ataques de los sindicatos, trabajadores y
académicos. Sin embargo, estos principios, ideas y técnicas todavía se ponen en práctica si se
considera la interacción entre los ambientes de trabajo social y técnico.
Las dos guerras mundiales dejaron nuevas tecnologías, productos y mercados. Ante el aumento del
tamaño y la complejidad de las fábricas fue necesario introducir instrumentos sofisticados de toma
de decisiones. Así nació un nuevo campo, la Investigación de Operaciones en la que se utilizan los
modelos de toma de decisiones para representar un sistema productivo en términos matemáticos. Un
modelo de toma de decisiones se expresa en términos de medidas del desempeño, limitantes y
variables de decisión. Su propósito es encontrar los valores óptimos o satisfactorios para las variables
de decisión que puedan mejorar el desempeño del sistema dentro de las restricciones aplicables.
Estos modelos pueden ayudar a guiar la toma de decisiones de la gerencia.
Un primer uso de este enfoque fue en el modelo del lote económico para la administración de
inventarios, desarrollado en 1915 por Ford W. Harris. En 1931, Walter Shewhart desarrolló el
modelo de decisión cuantitativa para utilizarse en los trabajos de control estadístico de calidad. En
1947, George Dantzig introdujo la programación lineal, instrumento de administración para asignar
recursos. Uno de estos de modelos de Dantzig, fue el método Simplex.
Por otro lado, la necesidad de incrementar la productividad condujo a establecer un nuevo campo, la
ergonomía o ingeniería de factores humanos, la cual destaca la necesidad de diseñar equipos que
concuerden con las necesidades y la capacidad del usuario.
La década de los años cincuenta fue testigo del desarrollo del computador (ya Babbage lo había
descrito por primera vez cien años antes) y fue el comienzo de la era tecnológica en la información.
Poco después de la invención del computador digital, Shockley descubrió el transistor, lo que
permitió procesar datos e información con menores costos.
El mejoramiento continuo de los productos y los procesos garantizaba una calidad y precios
razonables. En respuesta al éxito de los japoneses, las empresas de Estados Unidos alejaron su
enfoque de la producción en serie. La técnica de utilizar equipos impulsados por Software permite
que los procesos de producción sean más flexibles comparados con las épocas anteriores.
Por otro lado, es muy importante considerar el aporte de la reingeniería de procesos, la cual está
basada en el replanteo y cambio de modo radical la manera de organizar los procesos de negocios, y
conduce a lograr mejoramientos sustanciales en la productividad. Cuando se aplica la reingeniería
de procesos, los procesos de negocios se diseñan desde el principio, se moderniza el proceso, se
eliminan actividades que no agregan valor, cada trabajador desempeña una gran cantidad de tareas y
las áreas funcionales trabajan más unidas entre sí.