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San Luis Gonzaga De Ica
Docente:
Ing. Oswaldo Hernandéz
Curso:
Enologia
Tema:
Presencia De Polifenoles En
El Hollejo De La Uva Y El Mosto
Alumno:
- Donayre Quintanilla, Luiggi Gustavo
PRESENCIA DE POLIFENOLES EN EL HOLLEJO DE
LA UVA Y EL MOSTO
Introducción
En la elaboración del vino tinto, el 60% de los polifenoles totales de la uva pasan
al vino durante la maceración, en su mayoría de tipo flavonoides. De los
polifenoles que pasan al vino, el 40% son taninos y el 20% antocianos. Ambos
son los polifenoles más abundantes en los tintos. Los taninos necesitan más
tiempo para su extracción, por tanto maceraciones largas darán vinos con mayor
astringencia, cuerpo y color.
Tipos De Polifenoles
Compuestos No Flavonoides: Los compuestos no flavonoides o ácidos
fenoles se dividen en dos grupos: los ácidos benzoicos y los ácidos cinámicos.
Estos ácidos se pueden encontrar en el vino en forma libre o bien pueden
encontrarse en forma combinada. Estos ácidos son específicos de la Vitis
vinifera no encontrándose en el resto de frutas o de forma muy esporádica.
Los ácidos fenoles son incoloros, inodoros e insípidos, aunque con el paso del
tiempo y la oxidación pueden tornarse de color amarillo y si entran en contacto
con microorganismo pueden originar compuestos que dan lugar a defectos en
el vino.
En los vinos tintos también se encuentran ácidos fenoles, aunque en menor
medida en favor de los compuesto flavonoides.
Otros compuestos fenólicos conocidos son los estilbenos, entre los que destaca
el resveratrol, que se encuentra en el hollejo de la uva y por tanto, debido a la
maceración, con mayor presencia en vinos tintos donde se puede encontrar en
concentraciones de hasta 10 mg/litro. El resveratrol es un potente antioxidante
y presenta unas interesantes propiedades para el consumo humano que son
motivo de estudio en numerosas investigaciones médicas.
Pero no solo la uva aporta compuestos fenólicos al vino. Durante la crianza
aparecen compuestos fenólicos no flavonoides procedentes de la madera de
las barricas, muchos de ellos responsables de los aromas tostados y a vainilla
del vino.
Compuestos Flavonoides: En cuanto a los compuestos flavonoides son
sustancias naturales (y las más abundantes en el vino) presentes en las vides,
principalmente en los hollejos de las uvas, y que proporcionan olor, color, y sabor,
pero también están relacionadas con propiedades del vino, como su capacidad de
envejecimiento. Los más abundantes son los flavonoles, que se localizan en los
hollejos de las variedades tintas y blancas, presentando una coloración amarilla,
presente en concentraciones muy variables dependiendo del tipo de uva.
Los antocianos son los pigmentos tintos de la uva localizados en el hollejo, pero
también en la pulpa de variedades tintoreras. Se han encontrado 17 tipos distintos
de antocianos en la uva.
La concentración de los antocianos también es variable en función del tipo de uva,
pudiendo ir desde los 500 mg/kg hasta los 3.000 mg/kg.
Unos de los compuestos fenólicos más populares entre amantes y aficionados del
vino son los taninos, aunque pocos saben que no existe una sustancia propiamente
dicha denominada tanino. Bajo el nombre genérico de taninos se agrupan en
realidad una serie o grupo de sustancias fenólicas que pueden contener los vinos,
como las catequinas o las procianidinas, entre otras.
En general, los taninos son cuerpos sólidos presentes en el vino y de sabor áspero
y sensación astringente, que pasan a suavizarse con el tiempo o con el alcohol.
Son, por tanto, fundamentales no sólo en el sabor, sino en el tacto del vino en su
paso por boca.
Los taninos provienen de las partes sólidas de las uvas (hollejos, pepitas y raspón)
y pasan al vino durante la maceración (por este motivo su presencia es mucho
mayor en tintos). Otra fuente importante de aporte de taninos al vino es la madera
de las barricas: los taninos son aportados durante el contacto del vino con la
madera en la crianza, y en mayor medida si la madera es nueva.