Carolina Carbone 1ero B

“Los actos públicos” de Walter Lezcano

Materia: Oralidad y Escritura

Alumna: Carolina Carbone
Año: 1 ° B
Profesora: Laura Macri
Entrega: N °2
Carrera: Profesorado en Nivel Inicial
Carolina Carbone 1ero B

Los actos públicos

Antes de explicar mí reacción ante la novela de “Los actos públicos” de Walter Lezcano,
voy a realizar una síntesis sobre la misma. La novela comienza explicando la vida del
autor, y cómo llegó a ser docente de Lengua y Literatura. Es curioso pensar que siguió
la carrera de docente por el interés que sentía sobre la literatura. A los trece años de
edad, se encontró con la misma (la literatura) gracias a su difícil convivencia que tenía
en su casa. Fue entonces, cuando se preguntó por qué siempre en el colegio a la
literatura se la veía como algo que no servía para nada, cuando en realidad para él era
maravillosa. A partir de ese momento, tomó la decisión de estudiar el profesorado de
Lengua y Literatura para poder cambiar esta situación. Cuando termina su carrera,
empieza a tener algunas experiencias en escuelas en las que trabajaba. En estas
escuelas logró tener una amplia mirada hacia cómo se manejaban cada una de las
escuelas, el grupo de alumnos/as que tenía y la relación con los docentes. Esto permitió
darle otra mirada al mundo educativo.

Es importante destacar las distintas temáticas que aborda el texto, estas son, por
ejemplo, el acceso a la literatura, el rol docente, vínculo entre alumnos/as o vínculo
docente y estudiante, la violencia entre alumnos/as, la precariedad , la discriminación y
la salud de los/as alumnos/as.

En la novela de Walter, habla de que la mayoría de los/as chicos/as tienen problemas

graves de alimentación, entonces es muy difícil que los mismos puedan llegar a entender
o aprender algo de la clase. Esto lo puedo relacionar con el cuento que leí en Lengua y
Literatura que se llama “La gran fábrica de palabras”, en el cual no todos tienen las
mismas posibilidades, ya que cuenta que cuanta más riqueza material se tiene más
libertades se disfrutan. Un mundo en el que la discriminación es constante y recae sobre
los pobres y los/as niños/as sin posibilidad de salvación, entonces los/as poderosos/as
son los que han conseguido manejar el mundo. En este caso, hace referencia a que los
que mayor riqueza material tienen son los que pueden tener mejor alimentación para
entonces poder aprender, entender y seguir la clase. Así entonces, tener también un
mayor rendimiento académico, por otro lado la gente que menos tiene no va a poder
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tener las mismas oportunidades, ya que le falta la alimentación necesaria para que todo
esto (el rendimiento académico) pueda funcionar bien.

Más allá de las reflexiones hechas por Walter en la novela, me parecieron importantes
algunas preguntas que él se hacía, por ejemplo, “¿Cómo ilusionarlos con la idea que el
estudio es la puerta a un futuro grato? ” teniendo en cuenta la precariedad de algunos
sectores y sabiendo también, que el país no estaba bien y que faltaban recursos en las
escuelas para hacer un futuro mejor para sus alumnos/as. También me hago la pregunta
de ¿Cómo es posible enseñarles a chicos/as que están negados a un futuro mejor o que
piensan que no existe un cambio? ¿Cómo decirles que el cambio es posible?

Cabe mencionar que, también me llamó la atención los comentarios de los/as docentes
sobre los/as estudiantes. La profesora del año pasado le cuenta a Walter “El grupo tienen
un nivel bajísimo. De veinte que son, podrás trabajar bien con tres. Después que repiten
una, dos veces, los pibes se ponen re pesados. Aparte, te digo que estos chicos tienen
problemas graves, serios de alimentación”. Estos chicos no podían aprender porque les
faltaba alimentación, que es sumamente necesaria para poder tener las energías
necesarias para luego aprender.

Por otra parte, menciona que “sólo los chicos de primaria podían acceder a la comida
y que algunos chicos que tienen su tupper le piden a la portera si le puede dar comida
para su hermanito”.

La novela me pareció muy interesante, Walter vivió muchas experiencias en escuelas

carenciadas y cada una tenía sus complejidades, de algún modo relacionadas entre sí.
Me pareció interesante saber cómo se enseña en una escuela carenciada, con chicos/as
que necesitan hacer valer su derecho a la educación.

Walter se encontró con el desafío de cuando fue suplente tres días con el curso que le
había tocado que era el de “los repetidores”, en el cual los/as alumnos/as no se veían
interesados en cambiar su vocabulario. Y querían seguir hablando con su vocabulario de
siempre, los de las calle, por lo tanto no querían una mejora de la comunicación. Otro
desafío fue poder relacionarse con sus alumnos/as, o cuando se encontró con la duda
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de no hallarse capaz de estar en una clase frente alumnos/as que sufren de retraso
madurativo.