Anda di halaman 1dari 2

En relación al asesinato de Micaela García:

Cuando una víctima de abuso es asesinada por el abusador todo el


mundo sale a expresar su condena, muchos reclaman la muerte del
victimario y la necesidad de hacer actos públicos para detener los crímenes.
Sin embargo cuando las vícitimas de abuso sobrevivimos no recibimos
ninguna atención de parte de la sociedad, y si pudieran darnos un palazo y
enterrarnos en la plaza más cercana lo harían, y de hecho muchos estan
encerrados en psiquiatricos o empastillados hasta silenciarlos.

En la absoluta mayoría de las cosas que leo no hay una reflexión sobre los
procesos de subjetivación de nuestra sociedad, que somos todos, y que
producen a los criminales.
Solamente hay reclamos morales de lo que debiera pasar, pero sin la más
mínima intención de conocer lo que pasa.

Los sobrevivientes de abuso en el momento en que podemos decir lo que nos


pasa vivimos con dolor y sorpresa que no nos quieren escuchar y que se
enojan con nosotros como si fueramos culpables y no víctimas.
Estoy sospechando que la violencia es común a todos y que se aplica contra
los más débiles y que además hay que negarla en uno mismo. El deseo de
matar se me hace parecido aplicado a los abusadores criminales y a las
víctimas sobrevivientes que no tenemos ningun espacio para ser escuchadas y
reconocidas
Pienso que esto sucede porque, otra vez, el proceso de construcción de
personas es violento (ya lo dijo Althusser) y las personas no quieren ni oir
hablar de revisar sus propios dolores al volverse sujetos.
No tengo idea en otras sociedades, pero si se que en el capitalismo la absoluta
prioridad es la producción, así que se necesitan personas que funcionen. Como
sobreviviente y como docente veo esto todo el tiempo, negación, castigo,
empastillamiento, exigencia que no admite dilaciones ni falencias.
La gente normal no se concibe a sí misma sin la capacidad productiva y a esa
capacidad se llama salud y a su falta depresión.
Pero resulta que para ocuparse de semejantes dolores que impiden la vida,
justamente hay que detener la normalidad y eso no se puede hacer porque es lo
que sostiene el ocultamiento de los dolores de hacerse persona, sujeto y
ciudadana.
Este ámbito social hace imposible cualquier intento de recuperación seria de
las víctimas que no fuimos asesinadas y en eso la sociedad es cómplice.
Repito, en esta situación la protesta moral es sencilla porque supone que el
problema es externo, que no es lo que somos sino lo que debemos hacer,
independientemente de lo que sentimos y lo que padecemos. Y lo que
padecemos es el dolor que hay que ocultar.

Anda mungkin juga menyukai