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La libre determinación de las naciones y pueblos indígena originario campesinos

desde el carácter plurinacional comunitario del modelo constitucional boliviano

María Elena Attard


Carlos Bellott López
Palabras clave

Carácter plurinacional comunitario – pluralismo jurídico igualitario – interculturalidad


plurinacional – libre determinación de naciones y pueblos indígena originario campesinos
– Estado plurinacional

I. El carácter plurinacional comunitario del modelo de Estado boliviano

El primer hilo narrativo de este trabajo contempla la inspiración anticolonial del modelo
constitucional vigente en el Estado Plurinacional de Bolivia a partir de la Constitución de
20091. En este marco, la propuesta del giro decolonial que surge desde varias voces de
teorías críticas2, en el caso boliviano, confluye en el proceso constituyente, el cual
reivindica a un colectivo históricamente oprimido: Los pueblos indígenas3; y, desde la
diversidad cultural estructura un nuevo modelo de estado cimentado en la
plurinacionalidad, el pluralismo, la interculturalidad y la descolonización.

El Tribunal Constitucional Plurinacional, a través de la Sentencia Constitucional


Plurinacional (SCP) 0260/2014 de 12 de febrero, hizo referencia al carácter plurinacional
del Estado a partir de una construcción colectiva “donde la diversidad de pueblos se vea
representada en la estructura del Estado y donde se garantice plenamente sus derechos
para la construcción de una sociedad justa y armoniosa, cimentada en la descolonización,
sin discriminación ni explotación, con plena justicia social, para consolidar las
identidades plurinacionales, conforme establece el art. 9.1 de la CPE, como fin y función
del Estado”4. En este espectro, desde la plurinacionalidad, el componente comunitario se
trasunta en la vigencia de la cláusula de libre determinación de las naciones y pueblos

1
La inspiración anticolonialista del modelo constitucional fue descrita en la SCP 0487/2014, como aquella “que rompe con la herencia
del constitucionalismo monocultural, que nació a espaldas de los pueblos indígenas y del constitucionalismo pluricultural que
introdujo de manera subordinada un reconocimiento parcial a los derechos de los pueblos indígenas. Nuestra Constitución marca
una ruptura respecto al constitucionalismo clásico y occidental concebido por las élites políticas; es un constitucionalismo que
expresa la voluntad de las clases populares y los pueblos indígenas, creando una nueva institucionalidad, transversalizada por lo
plurinacional, una nueva territorialidad, signada por las autonomías, un nuevo régimen político y una nueva legalidad bajo el
paradigma del pluralismo jurídico igualitario en el marco de la Constitución Política del Estado.” En: TRIBUNAL
CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL, SCP 0487/2014, de 25 de febrero. FJ III.1.1.
2
El giro decolonial como horizonte argumentativo del pensamiento constitucional latinoamericano, sustenta la idea de superar toda
forma de opresión a partir principalmente de una desjerarquización de saberes y poderes que desde la voz de los históricamente
oprimidos y en contextos de sociedades diversas, permita la construcción de puentes dialógicos de reivindicaciones sociales y
culturales, para generar una eficaz protección a los derechos de sectores que históricamente fueron subalternizados y superar así un
constitucionalismo monocultural que sólo responda a las élites políticas hegemónicas. En este sentido, el derecho de construcción
únicamente liberal necesita un franco diálogo con las teorías críticas del derecho que aportan otras visiones en aras de la consolidación
de sociedades plurales y democráticas, a través de un ejercicio reflexivo capaz de cuestionar y de romper con aquello que se encuentra
disciplinariamente ordenado y oficialmente consagrado (en el conocimiento, en el discurso y en el comportamiento) en determinada
formación social, que posibilita concebir y revivir otras formas diferenciadas, no represivas y emancipadoras, de práctica jurídica.
Ver: WOLKMER, A.C. Introducción al pensamiento jurídico crítico. Introducción y notas de RODIRGUEZ C.A. Bogotá: Colección
en clave de sur, ILSA, 2003. ISBN: 958-9262-30-9, pp. 19-33. QUIJANO, Aníbal. Colonialidad del poder, eurocentrismo y America
Latina. En: Cuestiones y horizontes: de la dependencia histórico-estructural a la colonialidad/descolonialidad del poder. Buenos
Aires : CLACSO, 2014. ISBN 978-987-722-018-6, pp. 777 a 828.
3
El 6 de marzo de 2006, se promulgó la Ley Especial de Convocatoria a la Asamblea Constituyente No. 3364. La Asamblea
Constituyente fue inaugurada en Sucre el 6 de agosto de 2006 y estuvo compuesta por un total de 255 constituyentes. La Constitución
fue aprobada en referendo de 25 de enero de 2009 y promulgada en la Ciudad de El Alto el 7 de febrero. El 18 de marzo, el Presidente
Evo Morales, firmó el Decreto 0048, el cual cambió el nombre de “República de Bolivia” a “Estado Plurinacional de Bolivia”.
4
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL, SCP 0260/2014 de 12 de febrero, FJ III.1.1.
indígena originario campesinos, en virtud de la cual, se consagra su autogobierno, así
como el reconocimiento pleno a sus sistemas políticos, jurídicos y socio-culturales.

En el marco de lo señalado, la característica de lo plurinacional comunitario cuyos


cimientos más importantes son la identidad y diversidad cultural, guía el diseño del
artículo primero de la Constitución5, el cual a su vez responde al principio de la
descolonización en virtud del cual se pretende superar todas las relaciones de
subalternización y asimetría existentes en sociedades monoculturales basadas en la razón
del hombre blanco, católico y patriarcal6, relaciones de dominación que desde el proceso
de colonización continúan hasta nuestros días7. A su vez, desde lo plurinacional
comunitario se cuestiona también al Estado monista albergado por un constitucionalismo
liberal, en el cual, según Walsh, las estructuras, leyes, instituciones políticas, formas de
gobierno y maneras de construir y ejercer la autoridad, corresponden a una única y
hegemónica lógica y racionalidad, a una sola lengua, a una sola cosmovisión y filosofía
propia de la cultura dominante8.

Asimismo, este modelo de Estado, tal como afirma Wolkmer genera un paradigma
jurídico marcado por los principios del monismo jurídico, la estatalidad y la racionalidad
formal enmarcada a una sociedad basada en una economía capitalista sustentada en una
hegemonía ideológica liberal-individualista y con una forma de organización de
dominación racional-legal arraigada en el Estado soberano y monocultural9. En la misma
línea Yrigoyen Fajardo señala que el carácter plurinacional quiebra los fundamentos del
Estado-nación caracterizado por el monoculturalismo y el monismo jurídico10.

Además, desde lo plurinacional comunitario se vislumbran nuevas formas alternas de


democracia concebida desde la diversidad cultural para así superar el criterio de
participación y decisión política en base a la “…lógica dominadora formal perteneciente
al paradigma del patrón cultural individualista”11.

5
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL ESTADO, Gaceta Oficial del Estado Plurinacional de Bolivia, febrero de 2009, Artículo 1,
“Bolivia se constituye en un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, libre, independiente, soberano,
democrático, intercultural, descentralizado y con autonomías. Bolivia se funda en la pluralidad y el pluralismo político, económico,
jurídico, cultural y lingüístico, dentro del proceso integrador del país.”
6
Al respecto, Silvia Rivera Cusicanqui señala que la descolonización tiene la finalidad de eliminar las relaciones de subordinación
presentes con la dominación colonial que dio origen a una larga etapa de exclusión sistemátida de nuestro pueblos de la estructura de
poder pollitico y económico y desconoció toda forma de autodeterminción y de prácticas sociales y culturales diversas. Cfr. RIVERA
CUSICANQUI, Silvia. Oprimidos pero no vencidos, luchas del campesinado Aymara y Qhechuwa 1900-1980. La mirada salvaje.
La Paz- Bolivia. 1984, p. 232.
7
Boaventura de Sousa define a la post-colonialidad como un concepto a partir del cual se reconoce que el colonialismo no terminó
con la indivendencia, sino que desde criterios racistas y discriminadores pervive hasta nuestros tiempos. Cfr. SANTOS, Boaventura
de Sousa, La Reivindicación del Estado y el Estado Plurinacional. Disponible en red, [Internet] [Visto: 21/03/2019]
http://bibliotecavirtual.clacso. org.ar/ar/libros/osal/osal22/D22SousaSantos.pdf
8
WALSH, Catherine. “Interculturalidad y Plurinacionalidad: Elementos para el debate constituyente. Universidad Andina Simón
Bolivar, Sede Ecuador, abril 2008, p. 1, Disponible en red, [Internet] [Visto: 21/03/2019] http://red.pucp.edu.pe/ridei/wp-
content/uploads/biblioteca/100412.pdf
9
Cfr. WOLKMER, Antonio Carlos. Pluralismo Jurídico. Fundamentos de una nueva cultura del Derecho. Editorial MAD Ltda.,
Sevilla, 2005, p. 40.
10
YRIGOYEN FAJARDO, Raquel Z., El Horizonte del constitucionalismo pluralista: Del multiculturalismo 
a la descolonización,
VII congreso de RELAJU, Lima Perú, agosto de 2010. Ver también: DEL REAL ALCALÁ, Alberto, “La construcción de la
plurinacionalidad desde las resoluciones del Tribunal Constitucional Plurinacional de Bolivia: Desafíos y Resistencias”, en Memoria
Conferencia Internacional “Hacia la Construcción del Tribunal Constitucional Plurinacional”, 
CONCED, GTZ, Bolivia 2010. P
107 y ss. Ver también: SANTOS, Boaventura de Sousa, Refundación del Estado en América Latina. Perspectivas desde una
epistemología del Sur. Plural, CESU-UMSS, La Paz, 2010; y, WALSH, Catherine, “El Estado Plurinacional e Intercultural”. En:
Plurinacionalidad, democracia en la diversidad. Ediciones Abya-Yala, Quito-Ecuador. 2009.
11
JACQUES PARRAGUEZ, Manuel. Modelo de participación por afección: un modelo para el desarrollo de la ciudadanía local.
Disponible en red, [Internet] [Visto: 21/03/2019] www.revistapolis.cl/5/jac.htm
La Unidad de Descolonización del Tribunal Constitucional Plurinacional, ha establecido
que lo plurinacional comunitario no plantea la inclusión de las diversas naciones y
pueblos indígena originario campesinos en las estructuras sociales ni estatales, sino por
el contrario, postula profundos procesos de restitución territorial, reconstitución de sus
instituciones propias y otros mecanismos de igualación que estén destinados desde el
enfoque de la descolonización a superar relaciones de hegemonía y dominación12; y
también a revalorizar las diferentes cosmovisiones o formas de ver y entender el mundo
en el marco de la cosmovisión de las plurinacionalidades13, la cual trasunta en el concepto
de la plurinacionalidad descolonizadora establecido por el Tribunal Constitucional
Plurinacional en la Declaración Constitucional Plurinacional (DCP) 0006/2013 de 5 de
junio.

En el citado entendimiento jurisprudencial, el Tribunal Constitucional Plurinacional, ha


establecido que la plurinacionalidad descolonizadora permite entender la
descolonización desde la reconstitución de las cosmovisiones y prácticas de las naciones
y pueblos indígena originario campesinos como horizonte civilizatorio y plurinacional
orientado al “Vivir Bien”, superando así una visión multiculturalista de “tolerancia al
otro” y de una “incorporación o inclusión subordinada” de las naciones y pueblos
indígena originario campesinos14. Desde este enfoque, el Tribunal Constitucional
Plurinacional, en la DCP 0006/2013 establece también que esta plurinacionalidad
descolonizadora se proyecta hacia la construcción colectiva que incluye a los pueblos
indígenas como nuevos actores en el marco del respeto a la diversidad y la igualdad
jurídica de las culturas, para consolidar así identidades plurinacionalidades
interrelacionadas dentro del proceso integrador del país15.

Esta plurinacionalidad descolonizadora invocada por el Tribunal Constitucional


Plurinacional, debe ser además comprendida en el marco de un pluralismo jurídico de
tipo igualitario y de una interculturalidad plurinacional. En el contexto citado, Yrigoyen
Fajardo afirma que el pluralismo jurídico por esencia se contrapone al monismo jurídico
que a su vez conlleva el modelo de Estado-Nación visualizado desde un solo pueblo, una

12
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL, Unidad de Descolonización, Informe Técnico TCP/ST/UD/Inf. No.
040/2013, p. 5. Al respecto, Gonzalo Gonsalvez ha señalado: “El resultado es que ese Estado Plurinacional no solamente que reconoce
la diversidad nacional y cultural, sino que es un Estado que está constituido con un contenido profundamente comunitario, desde sus
formas básicas de organización en todos los niveles, como también en la forma en que estos pueblos leen su historia, su presente, sus
luchas y su porvenir. Por lo tanto, no solamente hablamos de un Estado Plurinacional, sino de un Estado Plurinacional comunitario”.
GONSALVEZ, Gonzalo, La economía comunitaria y el vivir bien en el Estado Plurinacional de Bolivia. En: Arkonada, Katu
(Coord.) Transiciones hacia el vivir bien. O la construcción de un nuevo proyecto político en el Estado Plurinacional de Bolivia. La
Paz, Ministerio de Culturas, 2012, p. 153; citado por GLADSTONE, Leonel Júnior, El nuevo constitucionalismo latinoamericano.
Un estudio sobre Bolivia, Traducción de la edición portuguesa al castellano de Andrés Rodríguez, Ed. Molina&Asociados, Impreso
en Bolivia, marzo 2017, p. 135.
13
CHUQUIMIA ESCOBAR, René Guery, “Historia, Colonia y Derecho de los Pueblos Indígenas”. En: Justicia Indígena,
plurinacionalidad e interculturalidad en Bolivia. SANTOS, Boaventura de Sousa y EXENI RODRIGEZ Jose Luis, Editores, 1ra.
Edición, Fundación Rosa Luxemburg/Abya- Yala. La Paz-Bolivia. Octubre 2012. P 156-157.
14
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL, Declaración Constitucional Plurinacional (DCP) 0006/2013 de 5 de
junio., “Los nuevos ejes fundacionales del Estado Boliviano”, FJ III.1. El multiculturalismo tuvo una influencia importante a partir
de autores como WillKimlycka y Charles Taylor. Desde esta perspectiva se sustentó políticas de reconocimiento a la diversidad,
teorías que tuvieron una influencia importante en Canadá y Estados Unidos y en muchos países latinoamericanos, entre ellos Bolivia
que desde esta influencia y a partir de avances progresivos en el derecho internacional de los derechos humanos, a través de la
Constitución de 1994 asumió la pluriculturalidad; sin embargo, la Constitución boliviana de 2009 ingresa a la era de la
plurinacionalidad.
15
Desde esta visión afirma también el Tribunal Constitucional Plurinacional que cualquier forma de interpretación o reinterpretación
constitucional de los pluralismo y pluralidades del Estado, de construcción de nuevas políticas, paradigmas y proyectos de vida, deben
partir desde una visión descolonizadora, que tenga la pretensión de dejar en el pasado el Estado Colonial de exclusión y materializar
las formas de vida que los pueblos y naciones indígena originario campesinos han denominado como el “vivir bien”. Ibídem.
sola cultura, una sola lengua, una sola religión, etc16. En este contexto, tal como lo explica
con meridiana claridad el Protocolo de actuación intercultural de las juezas y jueces, en
el marco del pluralismo jurídico igualitario, aprobado por el Tribunal Supremo de Justicia
del Estado Plurinacional de Bolivia, la Constitución boliviana asume este tipo de
pluralismo, es decir el igualitario, en un contexto en el cual, las naciones y pueblos
indígena originario campesinos tienen derecho a ejercer sus sistemas jurídicos y políticos
propios con fundamento en la cláusula de libre determinación consagrada en el segundo
artículo de la Constitución boliviana17.

El Tribunal Constitucional Plurinacional, en la DCP 0006/2013 estableció que desde el


modelo constitucional, el pluralismo proyectado por la Constitución boliviana establece
la coexistencia en igualdad jurídica de varios sistemas jurídicos, políticos, económicos y
culturales provenientes de los pueblos y naciones indígena originario campesinos que
gozan de igualdad jerárquica y legitimidad18, en este contexto, el mismo entendimiento
jurisprudencial señaló que desde los alcances de este pluralismo de construirse una
plurinacionalidad, desde la cual se cimientan los moldes de un pluralismo descolonizador
que postula la convivencia igualitaria de varios sistemas jurídicos, políticos, económicos
y culturales orientados a una nueva institucionalidad que se despoje de toda forma de
monismo y homogeneidad cultural, jurídica, económica y política19.

Este pluralismo jurídico de tipo igualitario, que como se señaló es un rasgo esencial del
modelo constitucional boliviano, tal como precisa Bernal Camargo, no puede ser
entendido en un contexto de simple coexistencia de sistemas jurídicos, sino más bien debe
encontrarse en constante relacionamiento20, lo que conlleva la vigencia de diálogos inter-
jurisdiccionales e inter-culturales entre la jurisdicción indígena originaria campesina, la
agroambiental y la ordinaria, pero además entre los diferentes niveles de organización
territorial cada uno con sus sistemas de organización política específica, como es el caso
de la autonomía indígena originaria campesina que será abordada de manera específica
más adelante.

En el contexto anotado, Walsh plantea el concepto de la interculturalización21, en virtud


del cual, se entiende que las culturas en constante dinamicidad, se complementan,
dialogan y generan nuevas formas de inter-relación recíproca, en aras a una
interculturalidad plurinacional 22, destinada a alcanzar el vivir bien como fin esencial del

16
YRIGOYEN FAJARDO, Raquel, Pautas de Coordinación entre el Derecho Indígena y el Derecho Estatal, Guatemala, Fundación
Myrna Mack, 1999, pp. 4 y ss.
17
TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA, ESTADO PLURINACIONAL DE BOLIVIA, “Protocolo de actuación intercultural
de las juezas y jueces, en el marco del pluralismo jurídico igualitario”. Aprobado mediante Acuerdo de Sala Plena No. 316/2017. La
Paz: Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH), octubre de 2017, p 30-31.
18
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL, DCP 0006/2013 de 5 de junio., Cit. Supra.
19
Ibídem.
20
BERNAL CAMARGO, Diana Rocío, “Jurisdicciones constitucional y especial indígena colombianas”, Revista Diálogos de
Saberes, julio-diciembre de 2009, pp. 245-261.
21
Catherine Walsh, en cuanto a la interculuralización jurídica señala que debe impulsarse una pluralidad jurídica no subordinada que
permita el funcionamiento “en términos igualitarios y equitativos de diferentes sistemas normativos cada uno con sus filosofías,
lógicas, racionalidad y prácticas de vida”, se debe relacionar articular y hacer converger los derechos indígenas con el derecho
‘nacional”, “reconstituyendo éste plurinacionalmente e impulsando, a la vez, la construcción de una nueva inter-culturalidad jurídica
—o mejor dicho, una interculturalización jurídica— para todos”. WALSH, Catherine, Interculturalidad crítica y pluralismo jurídico,
[Ponencia presentada en el Seminario Pluralismo Jurídico, Procuradora del Estado/Ministerio de Justicia], Brasilia, 13-14 de abril
2010.
22
Ariza Santamaría, afirma que “Las culturas no se relacionan en abstracto; y, cuando se relacionan no son las personas portadoras
de lo cultural las que determinan el hecho intercultural, aunque sin ellas no se podría manifestar explícitamente. Lo que se relacionan
no son indígenas con no indígenas, sino tradiciones espirituales con filosofías, leyes con costumbres, palabras con conceptos,
Estado. En este marco, la DCP 0006/2013 señaló que las diferentes formas y modos de
vida, saberes y conocimientos, valores y realidades que deben estar en recíproca
complementariedad, deben convivir, dialogar sin perder su esencia identitaria para vivir
bien, es decir, en el marco de una vida en armonía y equilibrio23.

Como puede advertirse, el carácter plurinacional comunitario es uno de los rasgos más
importantes del modelo de Estado boliviano, el cual debe ser entendido de manera
interdependiente con la cláusula de libre determinación de las naciones y pueblos
indígena originario campesinos en la cual24; y, siempre en el marco de los alcances del
pluralismo jurídico de tipo igualitario y la plurinacionalidad intercultural.

Por lo afirmado, el carácter plurinacional comunitario vinculado además a un contexto


de pluralismo jurídico igualitario y de interculturalidad plurinacional tal como se anotó,
conlleva además la vigencia de prácticas y métodos plurales que además deben plasmar
una composición plural especialmente a nivel del Tribunal Constitucional
Plurinacional25; y, también en las Entidades Territoriales Autónomas en el marco de un
modelo autonómico plural26, en este escenario, dichas prácticas y métodos plurales en
particular deben plasmarse en los diálogos inter-jurisdiccionales e inter-culturales, que
además deberán integrar también políticas estatales de coordinación y cooperación multi-
nivel e inter-jurisdiccional27. En este marco, Rojas señala que los derechos desde la

problemas con soluciones, y necesidades con satisfacciones, la preposición “entre” es denotativa de una relación entre significaciones
que son distintas entre sí, suscitadas por un misma cosa o situación en contacto”. ARIZA SANTAMARÍA, Rosembert, “Derecho
Aplicable”. En: Elementos y técnicas de Pluralismo Jurídico, manual para operadores de justicia. Konrad-Adenauer-Stittung e. 2012.
P 54. Ver también: WALSH, Catherine. “Interculturalidad y Plurinacionalidad: Elementos para el debate constituyente”.
Universidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador, abril 2008, p. 35. Disponible en red, [Internet] [Visto: 21/03/2019]
http://red.pucp.edu.pe/ridei/wp-content/uploads/biblioteca/100412.pdf
23
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL, DCP 0006/2013 de 5 de junio., Cit. Supra.
24
Ver: TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA, ESTADO PLURINACIONAL DE BOLIVIA, “Protocolo de actuación
intercultural de las juezas y jueces, en el marco del pluralismo jurídico igualitario”. Cit. Supra, p. 1.
25
El preámbulo de la Constitución Política del Estado reconoce la “composición plural” del pueblo boliviano, y asume el reto histórico
de construir el Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario que “integra y articula los propósitos de avanzar hacia
una Bolivia democrática, productiva, portadora e inspiradora de la paz, comprometida con el desarrollo integral y con la libre
autodeterminación de los pueblos”. CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL ESTADO, Gaceta Oficial del Estado Plurinacional de
Bolivia, febrero de 2009, Preámbulo, párrafo segundo. Esta composición plural debe materializarse a través de la adopción de un
sistema jurisdiccional concentrado y plural de control de constitucionalidad (en manos del Tribunal Constitucional Plurinacional) que
exige la posesión de Magistradas y Magistrados “con composición plural” y electos por sufragio popular, conforme lo refiere la DCP
0006/2013. TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL, DCP 0006/2013 de 5 de junio., Cit. Supra, FJ III.2.
26
Tal como refiere SERRUDO SANTELICES, el Estado Plurinacional de Bolivia, es definido como un Estado Unitario, Social de
Derecho, Plurinacional Comunitario y con autonomías. Este nuevo esquema constitucional asume un Modelo de Estado Compuesto,
que a decir del citado autor no puede considerarse un “trasplante” de otros modelos autonómicos como el español, ya que su diseño
tiene como bases axiológicas el pluralismo, la plurinacionalidad, la interculturalidad y la descolonización, postulados a partir de los
cuales, se produce una reingeniería de la organización territorial, de la distribución de poder y del relacionamiento entre las distintas
entidades territoriales y el nivel central en el marco también de una redefinición del concepto de “cualidad gubernativa multinivel”,
que desde el enfoque de la Libre determinación de las Naciones y Pueblos Indígena originario campesinos, contempla las autonomías
indígena originaria campesinas. SERRUDO SANTELICES, P., Documento Teórico del Modelo Autonómico Plural Boliviano, La
Paz: PROGRAMA DE APOYO A LA IMPLEMENTACIÓN DEL RÉGIMEN AUTONÓMICO Y DESCENTRALIZADO GIZ-
AIRAD, 2017.
27
El Estado Plurinacional de Bolivia se circunscribe a una interculturalidad crítica y plurinacional, a partir de la cual, las treinta y seis
naciones y pueblos indígenas descritas en la Constitución boliviana forman parte de la institucionalidad estatal. Institucionalidad que
se estructura desde una lógica de articulación plurinacional cuya aplicación es propicia en campos de justicia plural que genera un
escenario de pluralismo de fuentes jurídicas y un relacionamiento dialogante, de coordinación, cooperación y en “igualdad jerárquica”
de los diferentes sistemas de justicia coexistentes. En este sentido los artículos 179 y 192 de la CPE, consagran la igualdad jerárquica
entre la jurisdicción indígena originaria campesina y la jurisdicción ordinaria, los mecanismos de coordinación y por ende de diálogo
que deben generarse.
plurinacionalidad deben ser concebidos “como práctica de diálogo entre culturas en busca
de resignificar constantemente el contenido de los derechos para cada caso concreto”28.

Por lo expuesto, es evidente que este nuevo modelo de estado, desde el diseño
constitucional boliviano, consagra derechos no solamente concebidos individualmente,
sino también desde una óptica colectiva, desde la cual, los pueblos indígenas ya no son
objeto de protección por un estado monocultural, asimilacionista y paternalista, sino más
bien, desde su libre determinación, son titulares de derechos29, los cuales deben ser
interpretados en el contexto de su diversidad cultural30.

II. La proyección de la libre determinación de las naciones y pueblos indígena


originario campesinos desde el carácter plurinacional, comunitario intercultural y
descolonizador del modelo constitucional vigente

En el proceso constituyente cuyo fruto fue la Constitución de 2009, sin duda los pueblos
indígenas estuvieron no sólo en el epicentro del debate, sino también del diseño del
modelo de Estado a partir de la denominación de naciones y pueblos indígena originario
campesinas como un término compuesto que incluía para efectos de titularidad de
derechos colectivos a pueblos de tierras altas, bajas, intermedias, a campesinos e
interculturales31.

28
ROJAS, Farith, “Nuevas condiciones de lenguajes de los derechos desde los pueblos indígenas”. En: “Neoconstitucionalismo,
Derechos Humanos y Pluralismo. Homenaje al Prof. Néstor Pedro Ságues”, Colegio de Abogados de Chuquisaca (ICACH)-
Fundación Tribuna Constitucional, Sucre 2010, pp. 120.
29
La dimensión colectiva de derechos de los pueblos indígenas, ya tiene sustento en el derecho internacional de los derechos humanos,
en ese marco, el Convenio 169 de la OIT en el artículo 3.1 establece que los pueblos indígenas y tribales deberán gozar plenamente
de los derechos humanos y libertades fundamentales, sin obstáculos ni discriminación. Por su parte, el art. 1 de la Declaración de las
Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, determina que los “indígenas tienen derecho, como pueblos o como
personas, al disfrute pleno de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales reconocidos por la Carta de las Naciones
Unidas, la Declaración Universal de Derechos Humanos y la normativa internacional de los derechos humanos”. Además, el artículo
2 de este instrumento establece la igualdad y libertad tanto de los pueblos indígenas como de sus miembros y consagra la cláusula de
prohibición de discriminación en particular fundada en origen e identidad indígena. Por su parte, el art. V de la Declaración Americana
sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, señala que “los pueblos y las personas indígenas tienen derecho al goce pleno de todos
los derechos humanos y libertades fundamentales, reconocidas en la Carta de las Naciones Unidas, la Carta de la Organización de los
Estados Americanos y en el derecho internacional de los derechos humanos”. Asimismo el artículo VI señala que los Estados
reconocen y respetan, el derecho de los pueblos indígenas a su actuar colectivo; a sus sistemas o instituciones jurídicos, sociales,
políticos y económicos; a sus propias culturas; a profesar y practicar sus creencias espirituales; a usar sus propias lenguas e idiomas;
y a sus tierras, territorios y recursos. El artículo 30 de la Constitución boliviana, en el marco de la unidad del Estado, define a las
naciones y pueblos indígena originario campesinos, como toda la “colectividad humana” que comparta identidad cultural, idioma,
tradición histórica, instituciones, territorialidad y cosmovisión, cuya existencia es anterior a la invasión colonial española; y les
reconoce un amplio catálogo de derechos colectivos.
30
La Constitución de 2009, contempla las pautas constitucionalizadas de interpretación en los artículos 410, 13.I, 13.IV, 14 y 256,
que tienen sustento en los principios de derecho internacional de los derechos humanos como ser el de progresividad, favorabilidad,
indivisibilidad, etc., y que también están relacionados con los principios de interpretación como el pro-persona, pro natura, entre otros
que tienen sustento en el artículo 29 de la Convención Americana de Derechos Humanos; a su vez, en casos de conflicto de derechos,
debe realizarse una ponderación intercultural e interpretase los mismos bajo pautas interculturales de interpretación, las cuales fueron
desarrolladas por el Tribunal Constitucional Plurinacional en las SSCCPP 1422/2012 de 24 de septiembre y 0778/2014 de 21 de abril.
De la misma forma, la SCP 0487/2014 de 25 de febrero que sustenta la interpretación plural de derechos.
31
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en la SCP 1422/2012, señaló: “(…)los aspectos antes citados, configuran a los pueblos y
naciones indígena originario campesinas como sujetos colectivos de derecho; en ese orden, por razones de orden socio-históricas,
debe entenderse a este término como un concepto compuesto e inescindible, que comprende a poblaciones indígenas de tierras altas,
tierras bajas y zonas geográficas intermedias sometidas a un proceso de mestizaje, razón por la cual este concepto se compone de los
elementos indígena-originario-campesino con una semántica socio-histórica indivisible. TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
PLURINACIONAL, SCP 1422/2012 de 24 de septiembre, FJ IV.2. Asimismo, para la identificación de pueblos indígenas, la SCP
0006/2016 consagra el criterio de la autoidentificación contenido en el artículo 1.2 del Convenio 169 de la OIT, al referir que: “El
Estado Plurinacional de Bolivia, a partir de la Constitución Política del Estado de 2009, ha consolidado para los NPIOC, derechos
fundamentales de naturaleza colectiva, generando para el Estado obligaciones destinadas a asegurar de forma eficaz dichos
derechos, en ese sentido, la autoidentificación como criterio para determinar la existencia de esas colectividades expresamente
reconocido en el art. 1.2 del Convenio 169 de la OIT, debe ser asumido por la normativa interna y en particular por el DS 29215.“
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL, SCP 0006/2016 de 24 de septiembre, FJ III.4.
En coherencia con lo señalado, debe precisarse además que en el contexto de las naciones y pueblos indígena originario campesinos,
su estructura organizativa por razones también de orden socio-histórico, podría estar compuesta por organizaciones campesinas, juntas
Desde el modelo constitucional boliviano y a partir del alcance de naciones y pueblos
indígena originario campesinos postulado por la Constitución boliviana de 2009, es
esencial diferenciar los alcances de la autodeterminación y la libre determinación, por tal
razón deberá acudirse al Informe sobre la situación de los derechos humanos y las
libertades fundamentales presentado por el otrora relator de pueblos indígenas en el
Sistema Universal Rodolfo Stavenhagen, en este documento se estableció: “…debe
reconocerse que la pertenencia a una comunidad indígena entraña no sólo derechos y
obligaciones de la persona respecto de su grupo, sino que también puede tener
consecuencias jurídicas con respecto del Estado. En la elaboración y aplicación de
políticas relativas a los pueblos indígenas los Estados deben respetar el derecho a la propia
definición y a la conciencia de la propia identidad de los pueblos indígenas”32. En armonía
con esta visión, el Convenio 169 de la OIT consagró algunos derechos emergentes del
concepto de la autodeterminación de los pueblos indígenas en un contexto histórico más
acorde con un periodo de pluriculturalidad33, así lo reflejan el contenido de los artículos
8 (Derecho a conservar sus costumbres e instituciones); 15 (Derecho a las tierras y a los
recursos naturales existentes en sus territorios); 7 (Derecho a la consulta previa); y, 6
(Derecho a decidir sobre las prioridades de su desarrollo) entre otros.

Sin embargo, la progresividad del derecho internacional de los derechos humanos, se


generó gracias a las demandas y luchas constantes de los pueblos indígenas en todo el
planeta, en el marco de horizontes más extensivos a la auto-determinación en aras de una
cada vez más invocada libre determinación. Desde esta aspiración, la Declaración
Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, en el artículo tercero señala:
“Los pueblos indígenas tienen derecho a la libre determinación. En virtud de ese derecho
determinan libremente su condición política y persiguen libremente su desarrollo
económico”, además, en correspondencia con este postulado, el artículo cuarto de este
instrumento internacional ratificado por Bolivia mediante Ley Nº 3760 promulgada el 7
de noviembre de 2007, establece que “Los pueblos indígenas, en ejercicio de su derecho
de libre determinación, tienen derecho a la autonomía o al autogobierno en las cuestiones
relacionadas con sus asuntos internos y locales, así como a disponer de los medios para
financiar sus funciones autónomas”, reconocimiento que no es contrario a la integridad
territorial o unidad política de los Estados tal como lo establece el artículo 46 de este
instrumento.

Desde este instrumento internacional que consagra el derecho a la libre determinación de


los pueblos indígenas, tal como lo establece el artículo cuarto, tienen también derecho
“…a conservar y reforzar sus propias instituciones políticas, jurídicas, económicas,

vecinales u otras modalidades organizativas que reflejen un proceso de mestizaje vivido en el País, en estos casos, el reconocimiento
de derechos colectivos como naciones y pueblos indígena originario campesinos, responderá a la concurrencia de cualquiera de los
elementos de cohesión colectiva descritos supra, es decir a la existencia de identidad cultural; idioma; organización administrativa;
organización territorial; territorialidad ancestral; ritualidad y cosmovisión propia, entre otras; por tanto, a pesar de la influencia de
elementos organizativos propios de un proceso de mestizaje, en la medida en la cual se identifique cualquiera de los elementos de
cohesión colectiva antes señalados, la colectividad será sujeta de derechos colectivos y le será aplicables todos los efectos del art. 30
en sus dos parágrafos de la Constitución, así como los efectos del principio de libre-determinación inherente a los pueblos y naciones
indígenas originario y campesinos plasmado en el segundo artículo de la CPE.
32
NACIONES UNIDADES, Consejo Económico y Social, Comisión de Derechos Humanos, Informe del Relator Especial sobre la
situación de los derechos humanos y las libertades fundamentales de los indígenas, Sr. Rodolfo Stavenhagen, presentado de
conformidad con la Resolución 2001/57 de la Comisión Disponible en red, [Internet] [Visto: 21/03/2019]
http://www.acnur.org/t3/fileadmin/ Documentos/BDL/2006/4358.pdf?view=1
33
El Preámbulo del Convenio 169 de la OIT reconoce las aspiraciones de los pueblos indígenas a asumir el control de sus propias
instituciones y formas de vidas, de su desarrollo económico y a mantener y fortalecer sus identidades, lenguas y religiones dentro del
marco de los Estados en que viven.
sociales y culturales, manteniendo a la vez su derecho a participar plenamente, si lo
desean, en la vida política, económica, social y cultural del Estado”.

De la misma forma, desde la libre-determinación de los pueblos indígenas, el artículo 34


de la Declaración de Naciones Unidas sobre derechos de los pueblos indígenas, consagra
el derecho de los pueblos indígenas a ejercer sus sistemas jurídicos propios, en este marco
señala: “Los pueblos indígenas tienen derecho a promover, desarrollar y mantener sus
estructuras institucionales y sus propias costumbres, espiritualidad, tradiciones,
procedimientos, prácticas y, cuando existan, costumbres o sistemas jurídicos, de
conformidad con las normas internacionales de derechos humanos”.

Si la Declaración de Naciones Unidas sobre derechos de los pueblos indígenas y la


Declaración Americana sobre derechos de los pueblos indígenas marcaron una gran
progresividad en el derecho internacional de los derechos de estos colectivos, adquiere
aún mayor relevancia el alcance de la libre determinación establecido por la Constitución
boliviana de 2009, ya que esta cláusula y tal como se afirmó en la primera parte de este
trabajo debe ser interpretada desde el carácter plurinacional, comunitario, intercultural y
descolonizador del modelo de Estado.

Desde la visión señalada, el Protocolo de actuación intercultural de juezas y jueces, en el


marco del pluralismo jurídico igualitario, señaló que desde el modelo constitucional
vigente, la cláusula de libre determinación tiene un carácter dual, primero, porque
implica, por una parte, el reconocimiento del autogobierno en las cuestiones vinculadas
a los asuntos internos y locales, así como a la disposición de medios para financiar sus
funciones autónomas y, en segundo lugar, asegura la igualdad en la participación en
diferentes ámbitos de la estructura estatal e institucionalidad plurinacional, como
mecanismo de nivelación, igualación y compensación de la histórica negación del
derecho a la libre determinación y también como horizonte esencial para una construcción
colectiva del Estado34.

Como puede advertirse, la cláusula de libre determinación de las naciones y pueblos


indígenas, es el pilar esencial del modelo constitucional boliviano, que en el caso de la
Constitución, por sus características, es decir por sus fundamentos en la
plurinacionalidad, el pluralismo, la interculturalidad y la descolonización, marcaron para
el derecho internacional de los derechos humanos una notable progresividad.

Sin embargo y tal como se verá en los siguientes acápites, el problema no está en el diseño
constitucional que consagra la doble dimensión de la cláusula de libre determinación, sino
en la brecha de implementación ya que si bien se tiene un modelo constitucional
ampliamente garantista y protectivo en cuanto a dicha cláusula, que además como ya se
señaló responde al carácter plurinacional comunitario del modelo de Estado, empero, las
estructuras estatales arraigadas a criterios monoculturales, en el marco de los aspectos
que se argumentarán en los siguientes acápites, mutilan la promesa constitucional de
plurinacionalidad, pluralismo, interculturalidad y descolonización, especialmente en la
temática de las autonomías indígena originaria campesinas, cuyo diseño responde al

34
Cfr. TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA, ESTADO PLURINACIONAL DE BOLIVIA, “Protocolo de actuación intercultural
de las juezas y jueces, en el marco del pluralismo jurídico igualitario”. Cit. Supra, pp. 19-20.
carácter plurinacional del Estado, pero que por la referida cultura monocultural y
estatalista-centralista del Estado, rompieron las esperanzas del giro decolonial.

III. (Re) configuración de las relaciones inter-culturales desde el carácter


plurinacional-comunitario del Estado.

La cultura es ese conjunto de elementos que configuran tanto la identidad como las
prácticas colectivas. Es decir, las formas de ser y de hacer las cosas de un pueblo. La
relación entre las culturas35, tradicionalmente ha tendido -casi siempre- al
comportamiento etnocentrista. Mientras más diferentes las culturas entre sí, más
intolerantes solían ser. Sin embargo, esto ha ido evolucionando en la medida del
reconocimiento de los derechos humanos: en esa mirada y comportamiento etnocentrista,
tendían a la imposición y uniformización cultural (monoculturalismo o monismo
cultural); en un siguiente grado de evolución, a la tolerancia cultural (multiculturalismo);
y, finalmente, al reconocimiento en igualdad de condiciones entre culturas (pluralismo)
que es lo ideal desde el punto de vista de los derechos humanos (Attard 2014: 14-17).

Ese proceso evolutivo de la relación entre culturas se ha expresado también en el Estado.


Los modelos de Estado más arcaicos fueron los del monismo cultural (Estado monista),
los cuales, al concebir como la ideal o válida a la cultura dominante que administra el
Estado, en su territorio y en sus conquistas expansionistas o colonizadoras,
menospreciaban y consideraban salvajes, incivilizadas o herejes a las demás culturas, por
lo que tendían a extinguirlos, ya sea mediante acciones “civilizatorias” o, en caso de
resistencia, a exterminarlos. Así fue por ejemplo con Carlo Magno, a quienes no se
convertían al cristianismo los decapitaba; Napoleón Bonaparte que impuso la lengua de
París como la única, prohibiendo se hable las otras lenguas; o, los incas que, si un pueblo
conquistado no se sometía y asumía la forma de practicar la agricultura, la mit´a, el
servicio al Inca y otras prácticas propias de la cultura inca, también eran exterminados.
Así el Estado monista era colonizador por excelencia. Imponía su cultura sobre los
pueblos de su territorio, para homogenizarla, en una misión de extinción de la diversidad
cultural.

La siguiente evolución de modelos de Estado es la multiculturalista (Estado


multicultural), como son todavía hoy la mayoría de los países del mundo. Estos Estados
ya dejan de aborrecer a las culturas diferentes a las suyas. En su lugar, toleran su
existencia. Sin embargo, no las reconocen como iguales, sino como subalternas. El modo
de establecer esa inferioridad es llamarlos etnias, mientras la cultura dominante llamarse
a sí mismo, nación; en cuanto a la lengua de esas “etnias”, llamarlos dialectos mientras al
suyo idioma; en lo religioso, llamarlos sectas u otras formas, mientras a la suya, religión
u otra denominación que connote superioridad. En el Estado multicultural, si bien no se
pretende extinguir a las demás culturas consideradas subalternas, éstas deben sujetarse a
ciertas reglas y prácticas básicas de la cultura dominante que administra el Estado. En tal
modelo, será común escuchar expresiones como las siguiente: “la región oficial es la
Católica y en las escuelas se lleva esa religión. Si no te gusta, te aguantas y si no, estás
en la libertad de irte a una privada o del país”; “el sistema de justicia es esta, tu forma de
hacer justicia no es válida aquí, por lo que si cometes tales y tales delitos o faltas, te
juzgaremos de esta manera”; “tu forma de elegir representantes no es democracia. Para
serlo, debes hacerlo candidateando a través de un partido político y elegir mediante el

35Puesto que cada pueblo tiene una cultura propia, el término cultura se suele usar también para referirse a un
pueblo, como en este caso.
voto individual y secreto”; o, “tu forma de a hacer gestión pública es tribal. Aquí deben
hacerlo de esta manera. Tenemos una Ley SAFCO, debes aprenderte eso y hacerlo así.
De otro modo será delito y te meteremos a la cárcel”; “no puedes venir al trabajo vestido
así. Tienes que venir formal y eso significa de este modo”. El concepto clave de ese
modelo de Estado es la tolerancia cultural, debido a que, pese a que se lo niega, es nomás
en un sentido de soportar la existencia de esas culturas diferentes. Para nada reconocerlas
como una cultura igual a la suya. En este modelo, aún persiste la actitud y el
comportamiento colonizador. Si bien no de forma tan evidente como en el monismo, se
da mediante la discriminación y la imposición de prácticas de la cultura dominante,
muchas veces de forma tan sutil que suele ser imperceptible. Esta actitud es por lo general
negado por los actores de la cultura dominante, ya que se asumen a sí mismos como
tolerantes, pregonando como su principio, la tolerancia cultural.

La tercera evolución de los modelos de Estado es el pluralista (Estado pluralista o Estado


plurinacional), como lo son Bolivia, Ecuador y en cierta medida, Colombia36. En este
modelo de Estado, no sólo se tolera la existencia de las culturas de los demás pueblos,
sino que se las reconoce en igualdad de condiciones. En doctrina, no se las considera
inferiores en ningún aspecto. Los dos modelos de Estado anteriores son colonizadores,
uno más evidentemente que el otro. En el Estado pluralista, opera la interculturalidad, en
su sentido más idóneo. Dada la naturaleza dinámica de la cultura, esa interculturalidad
opera conjuntamente la complementariedad. Puesto que deja se haber imposición
cultural, se habla de la descolonización. Esta entendida como la libertad cultural, no
necesariamente como el retorno a culturas ancestrales o anteriores, sino a la libertad de
reconstituirse libremente, ya sea tomando elementos de su cultura ancestral, elementos
de la cultura actual e incluso tomando elementos de otras culturas. La interculturalidad
en su sentido idóneo se da únicamente cuando existe una relación entre dos o más culturas
en igualdad de condiciones. De no haber tal condición, deja de ser interculturalidad puesto
que implica imposición cultural37, por lo que sería un comportamiento colonizador.

Dado ese reconocimiento de las demás culturas en igualdad de condiciones, deja de usarse
los denominativos que connotan inferioridad. Deja de llamarse dialectos a las lenguas de
los demás pueblos para denominarse todos idiomas (CPE art. 5), al igual que el de la
cultura hegemónica; deja de existir religiones oficiales, para constituirse en un Estado
laico que implica reconocimiento de todas las formas de creencias y la libertad de
ejercerlos (CPE art. 4); se prohíbe todas las formas de discriminación para garantizar ese
reconocimiento en igualdad de condiciones de todas las formas de ejercicio de la
identidad, practicas, etc. en las relaciones interculturales e intraculturales; deja de
llamarse etnia a las demás culturas para reconocerse como naciones a todas, por más
pequeñas, simples y diferentes que sean. Por esta razón, deja de concebirse al Estado
como Estado-nación, ya que no se reconoce a una sola nación sino a todas, para
concebirse como Estado plurinacional (CPE art. 3). Para la diferenciación de esas otras
culturas con la cultura dominante u occidental del país, en el caso boliviano, se las
denomina naciones y pueblos38 indígenas originarios campesinos.

36Colombia es en cierta medida plurinacinal, más por lo desarrollado en su jurisprudencia constitucional que por lo
expresado literalmente en su Constitución.
37
La interculturalidad implica relación entre culturas en igualdad de condiciones. Sin esta condición, no existe interculturalidad,
sino colonización. Cada una de esas culturas o pueblos, reconocidos como naciones, en el Estado pluralista -como el caso de Bolivia
(CPE art. 1)- tiene el derecho a ser reconocido en igualdad de condiciones (CPE art. 98.I) y por tanto también a ser parte de la
estructura del Estado (CPE art. 30.II.5 y 18), en todos sus niveles. Sin esta condición no tendría el carácter de Estado plurinacional
y, por tanto, tampoco el de intercultural.
38
Puede que algún pueblo no quiera denominarse nación, tiene el derecho a concebirse simplemente como pueblo, comunidad o
como desee auto identificarse, ya que lo contrario sería otra vez imposición.
Al reconocerse a las demás naciones en igualdad de condiciones, se les da el derecho a
incorporarse a la estructura general del Estado (CPE art. 30.II.5y18). Puesto que tal
generalidad de la estructura del Estado implica tanto la división horizontal (órganos de
gobierno) como la vertical (niveles de gobierno) del poder publico, tal incorporación
implica que debe ser en todo ese entramado organizacional. Es decir, en todos los niveles
de gobierno, y en todos sus órganos, incluyendo sus organismos autárquicos39 como el
Tribunal Constitucional, Procuraduría General del Estado, Contraloría General del
Estado, Defensoría del Pueblo y la representación política del Estado boliviano en
organismos internacionales.

Como balance de tal incorporación de las naciones y pueblos indígenas originarios


campesinos (NPIOCs) a la estructura general del Estado, en los siguientes puntos se hace
una revisión del caso de boliviano:

1. Incorporación de las NPIOC a los órganos del nivel central de gobierno. En el


caso del gobierno central, la integración de las naciones y pueblos indígenas
originarios campesinos a sus órganos y organismos se da del siguiente modo:

a. En el órgano legislativo. Este es la Asamblea Legislativa Plurinacional y


esta compuesta por dos Cámaras: la de Diputados y el Senado.
i. En la Cámara de Diputados existen 130 escaños (60
plurinominales, 63 uninominales y 7 IOCs que también son
uninominales), de los cuales únicamente 7 se reservan para las
NPIOC, mediante las denominadas circunscripciones especiales40.
Esto significa únicamente el 5,4% de los espacios. En Bolivia,
según el INE (2012), existirían 74 NPIOCs en Bolivia, entre los
identificados (66), los con aislamiento (5) y los que se presume que
viven en aislamiento (3). En ejercicio del derecho a su integración
a la estructura del Estado, tendrían que tener al menos 66 escaños
reservados para las NPIOCs, excluyendo a los en aislamiento en
respeto a su derecho a permanecer de tal manera. Considerando
únicamente a esas 66 NPIOCs, únicamente el 10,6% de las
NPIOCs del país estarían integrados a la Cámara de Diputados,
estando excluidos el restante el 89,4% de las naciones y pueblos
indígenas del país.
En los escaños plurinominales, que se supone son elegidos por
criterio poblacional de cada Departamento, las NPIOCs están
excluidas. Se podría decir que no se les asume como parte de la
población, ya que no participan de ello, ni ejerciendo su
democracia comunitaria y ni postulando candidatos, salvo en su
derecho general mediante la cual no tendrían oportunidad debido
a su condición de minoría. Además, tendrían que hacerlo mediante
una organización política que no es propio de sus normas y
procedimientos propios.

39 Los organismos autárquicos son aquellas independientes, que no están bajo tuición de ningún órgano ni nivel de gobierno y,
menos de un ministerio, por su naturaleza de control al aparado del Estado.
40
Formalmente se los denomina circunscripciones especiales, pero no es correcto llamarlas así ya que suena a extraordinario y ello
connota excepción, contrario a lo ordinario. Al haber reconocimiento expreso mediante la propia Constitución, en igualdad de
condiciones, corresponde llamárseles circunscripciones IOC, de carácter ordinario.
ii. En la cámara de senadores no existe representación de las
NPIOCs. Por lo mismo, al haber representación de una sola nación
en la Cámara de Senadores, no tiene carácter de plurinacional y
por tanto, no podría denominarse, por ejemplo, cámara
plurinacional de senadores, como en caso de la cámara de
diputados que sí lo es y podría, pese a la cuantiosa exclusión
referida.
Sin embargo, en el conjunto del órgano legislativo, al haber representación
de más de una nación, así sea sólo del 10,6% de las NPIOCs, cumple con
la integración de las NPIOCs a ese órgano de gobierno y por ello, pueden
nomás denominarse Asamblea Legislativa Plurinacional, aunque todavía
con mucho pendiente de completar.

b. En el Órgano Ejecutivo. En el caso del órgano ejecutivo, puede que existan


personas de las NPIOCs ocupando cargos ejecutivos, aunque no
designados por ellos como es su derecho. Seguramente habrán argumentos
que sustenten su carácter no electo, dado que los cargos en este órgano son
son designados por el pueblo (electos) sino por la autoridad que asume el
cargo ejecutivo, cumpliendo ciertos requisitos de capacidad técnica y
ejecutiva para el desempeño en el cargo. No es de representación política.
Sin embargo, el órgano ejecutivo del gobierno central tiene atribuciones y
obligación de ejecutar proyectos en beneficio de las NPIOCs, en el marco
de sus competencias. Tal ejecución, en la forma actual, vulnera derechos
de las NPIOCs al no aplicarse normas y procedimientos propios y al no
ser ellos quienes deciden sobre los proyectos, en conformidad a su
concepción de calidad de vida. Para evitar ello e ir en coherencia con sus
derechos, en analogía a la forma diseñada para el caso de los distritos IOCs
de los municipios (subalcaldías IOCs)41, podría el gobierno central contar
con un aparato ejecutivo descentralizado de gestión en NPIOCs del país,
con una autoridad designada por ellos y que trabaje aplicando normas y
procedimientos propios (en lugar de los sistemas de la Ley SAFCO que
no condice con la cultura de las NPIOCs) y en función a la visión o
visiones de calidad de vida definidos por las propias NPIOCs.
Actualmente, por mandato de la CPE (art. 391.III), existe una agencia para
la gestión en la macroregión amazónica y zonas fronterizas (ADEMAF)
del gobierno central. Con mayor fundamento podría existir un aparato
institucional para la gestión en las NPIOCs. De esta manera cumpliría con
el carácter plurinacional cercano a lo ideal, como para denominarse órgano
ejecutivo plurinacional y estar conforme a la CPE.

c. En el Órgano Electoral. En el caso del órgano electoral, si bien sus


integrantes no son electos sino designados por el órgano legislativo y
ejecutivo, los mecanismos de designación no dan igualdad de
oportunidades para garantizar la postulación y participación de las
NPIOCs, como cierta cantidad de escaños reservados como en el caso del
Tribunal Constitucional Plurinacional donde sí se reserva. Tales escaños
para las NPIOCs tendrían que haber tanto en el Tribunal Supremo
Electoral como en los departamentales. Podrían por ejemplo, al menos ser

41 Ver más abajo lo de las subalcaldías IOCs, en la revisión de la integración de las NPIOCs a gobiernos municipales.
designados por los legisladores IOCs, por normas y procedimientos
propios, para cumplir con si derecho (CPE art. 30.II.18 y art. 11.II.3).
Al no existir una integración efectiva y acorde a los derechos de las
NPIOCs, no cumple con el carácter plurinacional y por ello no es correcto
que tal órgano se denomine a sí mismo, Órgano Electoral Plurinacional.

d. En el Órgano Judicial. En el caso de órgano judicial, existen tres


jurisdicciones de justicia: el ordinario, el agroambiental y el indígena
originario campesino. Los tres en igual jerarquía, no pudiendo haber
subordinación de uno sobre otro. Este hecho le da el carácter de
plurinacional, por lo que puede denominarse órgano judicial plurinacional.
Sin embargo, aún no se cumple con el carácter de igualdad jerárquica entre
la jurisdicción IOC y la ordinaria (JO), ya que éste tiende a irrespetar las
atribuciones de la JIOC. Ello se puede apreciar en la tendencia observada
en la interjurisdiccionalidad42. Una muestra evidente de tal sometimiento
por parte de la JO a la JIOC es el hecho de que un sujeto individual o
colectivo de las naciones y pueblos indígenas originarios campesinos, en
caso de que desee iniciar una acción de cumplimiento o una acción
popular, debe necesariamente hacerlo por la vía de las Salas
Constitucionales que forman parte de la estructura organizativa de la
jurisdicción ordinaria, mediante los mecanismos y formalidades propias
de tal ámbito de justicia, cuando las NPIOC tendrían que tener el derecho
a ir directamente al TCP o, en su defecto, al menos incluir en tales Salas
Constitucionales Vocales IOC designados por normas y procedimientos
propios de las autoridades de la JIOC y hacerlas parte de la estructura
desconcentrada del TCP, para evitar esa subordinación de la JIOC por la
JO43.

En conclusión, el nivel central no se ha ganado todavía el derecho a denominarse


Gobierno Plurinacional de Bolivia, ya que dos de sus órganos (Ejecutivo y
Electoral) no cumplen con tal carácter y los otros dos (Legislativo y Judicial) aún
a medias.

2. Incorporación de las NPIOC al nivel departamental de gobierno. En el caso de


los gobiernos departamentales sucede lo propio que en los órganos legislativo y
ejecutivo del nivel central:

a. En asambleas legislativas departamentales. En los órganos legislativos


departamentales, que son las asambleas legislativas departamentales,
existen escaños reservados para las NPIOCs del Departamento, salvo en
uno, en todos los casos también con exclusiones en las representaciones
por población.
i. En Pando, uno de los tres Departamentos con estatuto autonómico
vigente, tiene 21 escaños para asambleístas departamentales, de los
cuales se distribuye 1 para cada municipio, 2 a la provincia de

42
Por lo general se usa el término interlegalidad para referirse a esa interacción entre jurisdicciones de justicia. Sin embargo, no
resulta preciso ya que ello expresa la interacción entre legislaciones (IOC y occidental). Para referirse con precisión a esa interacción
entre jurisdicciones en la administración de justicia, es mejor usar nomás el término interjurisdiccionalidad
43 Algo digno de observar es también el mismo denominativo de jurisdicción ordinaria que connota la idea de que las otras dos son

especiales y por tanto no ordinarias, cuando sí lo son. Es por tanto, incoherente con el carácter igualitario de las jurisdicciones de
justicia.
mayor población, 1 a la provincia de segundo con mayor población
y 3 para las NPIOCs de su territorio. La cantidad de escaños
asignados a los municipios puede incrementar en la medida en que
se incrementen los municipios. De igual manera, puede
incrementarse los escaños asignados a las NPIOCs, pudiendo
llegar hasta 5 (EAD-P art. 37.II). Esto seguramente considerando
las NPIOCs existentes en Pando44. Sin embargo, al cerrar en cinco
escaños, se estaría excluyendo a la posibilidad de representación
de esos otros pueblos no contactados y de los que rotan por su
territorio. Por ahora, las NPICs en Pando estarían ocupando el
14,2% de los escaños.
ii. En Santa Cruz, otro de los tres Departamentos con estatuto
autonómico vigente, según el art. 12 del mismo, tendrían 28
escaños para asambleístas departamentales, de los cuales se
asignan uno por provincia (15 en total), 8 por población y 5 por
NPIOC45. Lo propio que en el caso de Pando, al estar cerrada la
cantidad de escaños para IOCs, podría resultar excluyente, en la
medida en que hayan otros pueblos indígenas en su territorio. Por
otro lado, en la representación por población podrían también estar
siendo excluidos, si no se considera su participación en función a
sus derechos de NPIOCs. Por el momento, las NPICs estarían
ocupando el 17,9% de los escaños de la Asamblea Legislativa
Departamental de Santa Cruz.
iii. En Tarija, el tercero de tres Departamentos con estatuto
autonómico vigente, tendrían 30 escaños para asambleístas, de los
cuales 12 se distribuyen entre las 6 provincias (2 cada una), 15 por
población y tres por NPIOC (1 Guaraní, 1 Weenhayek y 1 Tapiete)
del Departamento (EAD-T art. 49). Como en los anteriores casos,
si bien hasta el momento se identifican únicamente esos tres
pueblos IOCs en Tarija, no es recomendable cerrar la posibilidad
de la existencia de otros. Las NPIOCs en Tarija tendrían hasta el
momento, el 10% de los escaños de la Asamblea Legislativa
Departamental para su representación política.
iv. En el Beni, en tanto no pongan en vigencia su estatuto autonómico,
tendrían 28 escaños de asambleístas. Estos se asignan 3 por
provincia (por 8 serían 24 en total), 2 para los campesinos y
únicamente 2 escaños para las 18 NPIOCs46 identificados del
Departamento (Ley 587 art. único.I.4.d). Tales 2 escaños para
NPIOCs representa únicamente el 7.1%. En relación a la cantidad
identificada de NPIOCs existentes, únicamente el 11.1% estaría
representada en la Asamblea Legislativa Departamental del Beni.
v. En Chuquisaca, habría 21 escaños en la Asamblea Legislativa
Departamental, de los cuales 10 se asignan por territorio, 9 por
población y 2 para el pueblo Guaraní (Ley 587 art. único.I.4.d),

44
Según el art. 4.I de su propio Estatuto, tales NPIOCs serían Tacana, Cavineño, Esse Ejja, Machineri, Yaminahua y el pueblo no
contactado Pacahuara. Sin embargo, estos no se entienden como los únicos, ya que podrían haber otros no contactados y otros
nómadas que circulan por su territorio de acuerdo a rotaciones estacionarias (DCP 8/2013).
45
Que según su propio Estatuto serían los siguientes: Ayoreo, Chiquitano, Guaraní,
Guarayo y Yuracaré-Mojeño.
46
Tacana, Pacahuara, Itonama, Joaquiniano, Maropa, Guarasugwe, Mojeño, Sirionó, Baure, Tsimane, Movima, Cayubaba, Moré,
Cavineño, Chacobo, Canichana, Mosetén y Yuracaré.
estando excluidos los demás. Los guaraníes tendrían el 9,5% de la
representación política en el Departamento.
vi. En Cochabamba, se tienen 34 escaños de los cuales 16 se eligen
por provincias (1 por cada una), 16 por población y 2 para las
NPIOCs Yuqui y Yuracaré, también estando excluidos los demás
(Ley 587 art. único.I.4.d). En Cochabamba, las NPIOCs estarían
ocupando el 5,9% de los escaños de representación política.
vii. En La Paz habría 45 escaños: 20 por territorio y 20 por población,
siendo tres para las NPIOCs (1 Leco, 1 Mosetén y 1 Kallawaya,
Tacana y Araona) y 1 para el pueblo afroboliviano (Ley 587 art.
único.I.4.d). Las NPIOCs estarían ocupando el 6,6 de los escaños
en la Asamblea Legislativa Departamental de La Paz.
viii. En Oruro, existen 33 escaños: 16 por territorio, 16 por población
y 1 para los Chipaya y Murato (Ley 587 art. único.I.4.d), estando
excluidos los demás. Las NPIOCs estarían ocupando únicamente
el 3% de los escaños de representación política en la Asamblea
Legislativa Departamental de Oruro.
ix. En Potosí, se tienen 32 escaños, 16 por territorio y 16 por
población y ninguno para las NPIOCs (Ley 587 art. único.I.4.d),
siendo el único Departamento que no incorporó a las NPIOCs a su
Asamblea Legislativa Departamental.
Por lo revisado, únicamente Tarija habría incorporado a todas las NPIOCs
existente de su territorio y cumplido con mandato dado por la Disposición
Transitoria Décimo Tercera de la Ley Marco 031 de Autonomías y
Descentralización. La Asamblea Legislativa Departamental que incumple
totalmente la Constitución y la Ley referida sería la de Potosí. Los demás,
en los casos en que existen NPIOCs sin representación, también se estaría
incumpliendo esos mandatos jurídicos y los otros cumpliendo al menos
parcialmente.
Por otro lado, en los escaños por población, las NPIOCs no son
considerados por lo que habría también cierto grado de exclusión. Para
cumplir por completo con el carácter plurinacional, tendrían que las
NPIOCs tener representación en todas las formas o tipos de representación
política (escaños por territorio y por población).

b. En las gobernaciones. En los órganos ejecutivos departamentales, que son


las gobernaciones, como en todos los casos de órganos ejecutivos, se
podría argumentar también que únicamente correspondería dar
oportunidad de postular a personas de las naciones y pueblos indígenas a
cargos ejecutivos y operativos para cumplir con el carácter de
plurinacional. Sin embargo, ello es coherente con la base dogmática de la
Constitución respecto a las NPIOCs. En caso de existencia de pueblos,
naciones o territorios indígenas originarios campesinos (TIOCs) en un
Departamento, al igual que se constituye una subgobernación para la
gestión desconcentrada en sus regiones, se tendría que constituir un
aparato ejecutivo para la gestión departamental desconcentrada en la
región IOC y/o para el conjunto de los territorios IOCs, pero con
características descentralizadas, también en analogía con lo que sucede en
los distritos IOC de los municipios (subalcaldías IOCs). En caso de
existencia de tal aparato descentralizado para la gestión departamental
IOC, el subgobernador o como las NPIOCs decidan llamarlo, debe ser
designado por normas y procedimientos propios de las NPIOCs del
Departamento. Tal aparato ejecutivo descentralizado podría denominarse
subgobernación IOC o el denominativo que las NPIOCs decidan asignarle.
Curiosamente, únicamente los gobiernos autónomos departamentales de
tierras bajas (Pando, Beni, Santa Cruz y Tarija) cuentan con tal aparato
ejecutivo de gestión en TIOCs, de su Departamento, todas a nivel de
secretarías departamentales47. Si bien en los cuatro casos todos los
secretarios son provenientes de las NPIOCs, no son designados por los
mismos, sino por el Gobernador. Por otro lado, su manejo administrativo
no es descentralizado y por tanto tampoco se maneja bajo normas y
procedimientos propios.

En conclusión, en el nivel departamental de gobierno, hay aún mucho camino por


recorrer para cumplir con el carácter plurinacional de esos gobiernos; una
incorporación efectiva de las NPIOCs, en el sentido planteado o en otro pero
coherente con los derechos de las NPIOCs.

3. Incorporación de las NPIOC al nivel regional. En el caso del nivel de gobierno


regional, ante existencia de NPIOCs en su ámbito territorial, correspondería
similar tratamiento que en el departamental, si la situación de la integración de las
NPIOCs sea similar, como lo es el caso del Gran Chacho tarijeño, única
experiencia de gobierno regional en Bolivia, que además tiene ya su estatuto
vigente. En el mismo, la situación es la siguiente:
a. En la Asamblea Regional. En este órgano deliberativo, fiscalizador y
normativo administrativo, existen 9 escaños, los cuales se asignan 2 por
territorio (municipio), 1 por población en municipio con población menor
a 140.000 habitantes y 2 por municipio con mayor a tal cifra, lo que
implica que cada uno de los tres municipios48 tiene a 1 escaño; y 1 escaño
por NPIOC (3), siendo 1/3 de los escaños para las NPIOCs (EAR-GC art.
16.II).
b. En el Ejecutivo Regional. Además del Ejecutivo Regional, existen un
Ejecutivo de Desarrollo de Caraparí y otro de Villa Montes. Estos dos
como autoridades de instancias desconcentradas en esos dos municipios.
En los mismos no se consideró una instancia descentralizada para la
gestión ejecutiva en las tres NPIOCs bajo normas y procedimientos
propios. Por lo mismo, no habría incorporación de las NPIOCs al órgano
ejecutivo del Gobierno Autónomo Regional del Gran Chaco.

4. Incorporación de las NPIOC al nivel local de gobierno. En el nivel local de la


estructura del Estado, es donde se da con mayor predominancia, el carácter de lo
plurinacional, ya que existen dos tipos de gobiernos: el municipal para
poblaciones de corte “occidental” y el gobierno IOC para las NPIOCs. Incluso -
según la Ley Marco de Autonomías y Descentralización- en caso de que en el
territorio de un gobierno municipal existieran NPIOCs, éstos pueden constituirse

47
En Santa Cruz, Secretaría Departamental de Pueblos Indígenas; en Pando, Secretaría Departamental de Asuntos Indígenas; en
Beni, Secretaría Departamental de Desarrollo Indígena y; en Tarija, Secretaría Departamental de Pueblos Indígenas (GADs 2019).
48
Según el Censo 2012, Yacuiba tiene 101.278 habitantes; Caraparí 16.890 y; Villamontes 48.139, haciendo un total de 166.307
habitantes. Ninguno sobre pasa los 140.000 para tener dos Asambleístas (INE 2012).
en distrito IOC y constituir su aparato de gestión de forma casi independiente para
aplicar su derecho al autogobierno de las NPIOCs.

a. En los gobiernos municipales. La incorporación de las NPIOCs al


gobierno autónomo municipal, a diferencia de los demás gobiernos
analizados previamente, se da -al menos por mandato legal- en sus dos
órganos de gobierno.
• En concejos municipales. En los órganos legislativos municipales, en
caso en que en su territorio existieran NPIOCs, los mismos pueden,
por iniciativa propia, constituir distritos municipales IOCs, basados o
no en TIOCs o en Comunidad Indígena49 respetando el principio de
preexistencia de las NPIOCs (Ley 031: art. 28.I). Tales distritos IOCs
se constituye automáticamente en circunscripciones para la elección
de concejales IOCs. Tal elección se hace por normas y procedimientos
propios (democracia comunitaria) y no necesariamente por voto
individual (democracia directa) como en el caso de los demás
concejales (Ley 031: art. 28.II).
En caso de que las NPIOCs sean pocos y la demás gente del municipio
piense que no corresponde que tengan su representante en el concejo
municipal, existe una medida de acción afirmativa para garantizar su
derecho de pueblo preexistente. Según la disposición transitoria
décimo tercera parágrafo I de la Ley Marco 031 de Autonomías y
Descentralización, se debe dividir la cantidad de la población total del
municipio por la cantidad de concejales que le corresponde a ese
gobierno autónomo municipal (GAM). Con ello se tendrá una cifra de
a cuanta población del municipio representa cada concejal y
concejala. Tal cifra se multiplica por 1,5. Si la población IOC
existente en el municipio es igual o menor a la cifra resultante, las
NPIOc son beneficiarios obligatorios de tal medida de acción
afirmativa para minorías, por lo que ese GAM está obligado a reservar
los escaños que le corresponden a las NPIOCs del municipio.
• En las alcaldías. En los órganos ejecutivos municipales (alcaldías),
para la gestión municipal en sus distritos indígenas originarios
campesinos, corresponde que se constituya una subalcaldía (o como
quieran denominarlo) descentralizada50, del cual, su sub-alcalde (o
como lo llamen), también debe ser designado por las propias NPIOCs,
por normas y procedimientos propios. Ello implica también un manejo
administrativo propio, que corresponde que sea también por normas y
procedimientos propios.
La forma de integración de las NPIOCs a la estructura del gobierno
municipal es la más compatible con los derechos de las NPIOCs y el mejor
ejemplo para los otros niveles de gobierno. Sin embargo, aún no se
conocen casos de concejales IOCs ni de subalcaldías IOC en el país,

49
Es decir, para constituir un distrito IOC no es necesario que primeramente estén constituidos en Territorio Indígena Originario
Camepsino (los antes llamados TCOs). Ni siquiera es necesario que esas NPIOCs estén constituidas como Comunidad Indígena, una
de las modalidades de OTBs que se hicieron con la abrogada Ley 1551 de Participación Popular. Basta con la existencia de NPIOcs
y, si existieran varios pueblos indígenas o en territorios no continuos dentro el municipio, tampoco es impedimento. Pueden hacerlo
de igual manera.
50
A diferencia de las subalcaldias comunes que son desconcentrados. Las subalcaldías IOC son descentralizadas, lo que implica
manejo administrativo propio.
debido a la gran resistencia por parte de las organizaciones y sectores
hegemónicos no pertenecientes a las NPIOCs que aún persiste.

b. En los gobiernos indígenas originarios campesinos. Los gobiernos


autónomos indígena originario campesinos son en sí mismos, la forma más
efectiva de integración de las NPIOCs a la estructura del Estado, ya que
es desde donde se da la mayor plenitud para ejercer su libre determinación.
Sin embargo, al igual que en el caso municipal, pareciera que en general
existe aún cierta resistencia a ceder el derecho a la libre determinación de
las NPIOCs, especialmente por parte del gobierno central. Una muestra de
ello es la imposición de la democracia directa para la conversión de
autonomía municipal a autonomías IOC y para aprobar sus estatutos,
cuando ellos tienen derecho a ejercer su propia forma de democracia
(comunitaria); otra muestra, la imposición de los sistemas de la
administración pública de la Ley Nº 1178 de Administración y Control
Gubernamentales, cuando ellos tienen derecho a su administración por
normas y procedimientos propios.
Por lo mismo, pese a ser el menor mecanismo para el ejercicio pleno de
los derechos de las NPIOCs, aún hay un gran trecho por conquistar en la
práctica, para consolidar el carácter plurinacional del Estado.

5. Incorporación de las NPIOCs a los organismos autárquicos que controlan a


todos los niveles de gobierno y sus órganos del Estado. En los organismos de
control a los gobiernos del Estado, como son el Tribunal Constitucional (control
de constitucionalidad), la Contraloría General del Estado (control posterior de la
administración pública), la Procuraduría General del Estado (control del manejo
jurídico en la administración pública y de los intereses del Estado) y el Defensor
del Pueblo (control de la no vulneración de los derechos humanos por parte del
Estado), ocurre algo similar:

a. En el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP). Por mandato de la


Constitución, las magistradas y magistrados del TCP deben ser “elegidos
con criterios de plurinacionalidad, con representación del sistema
ordinario y del sistema indígena originario campesino” (CPE art. 197.I).
Esto, es la máxima garantía abstracta para la integración efectiva de las
NPIOCs a esa instancia (TCP) de la estructura general del Estado. Tal
mandato, implica que tales magistrados deben ser representantes de las
NPIOCs. Estos, según la propia Constitución, tienen derecho a elegir,
designar y/o nominar de forma directa de sus representantes, de acuerdo
con sus normas y procedimientos propios (CPE art. 26.II.4). Incluso a sus
candidatos (CPE art. 210.III), en caso de que la elección sea mediante un
mecanismo de “cascada”, para de entre candidatos pre designados
previamente, cada NPIOC de las 66 existentes, pueda hacer su votación
por normas y procedimientos propios. Sin embargo, en la forma actual,
cualquier persona que se auto identifique como IOC puede ser candidato
para tales escaños. Sin que las NPIOCs los elija como candidato como
manda la CPE. Tales candidatos, como requisito, deben ser abogados, lo
cual no condice con la naturaleza de las NPIOCs. Posteriormente, tales
candidatos son electos por la población en general voto universal
(democracia directa) y no por normas y procedimientos propios de las
NPIOCs (democracia comunitaria).
No habiendo una representación genuina de las NPIOCs y con del debido
proceso establecido, no habría representación de los mismos en el TCP,
por lo que no cumpliría el carácter de plurinacional. Por lo mismo,
tampoco corresponde que se denomine Tribunal Constitucional
Plurinacional.
b. En la Procuraduría General del Estado (PGE). La PGE “es la institución
de representación jurídica pública que tiene como atribución promover,
defender y precautelar los intereses del Estado” (CPE art. 229). Tal
defensa de los intereses del Estado podría ser también en la inversión
publica que se haga en las NPIOCs. Sin una mirada desde los derechos de
las NPIOCs, todo uso y manejo de recursos públicos en las NPIOCs podría
ser juzgado bajo las reglas ordinarias, como ya sucedió en el caso del
Fondo Indígena. Por lo mismo, si bien pareciera que no corresponde la
integración de las NPIOCs a la PGE, que también es parte de la estructura
general del Estado, es necesario la existencia de al menos responsables
que comprendan la naturaleza de los derechos de las NPIOCs y de sus
normas y procedimientos propios en la administración pública.
c. En la Contraloría General del Estado (CGE). En el caso de la CGE pasa
algo similar al caso de la PGE. Si bien no pareciera necesaria la integración
de las NPIOC a tan instancia de la estructura del Estado, es indispensable
que haya al menos una unidad especializada en el tratamiento del control
posterior a la gestión pública de las NPIOCs. No entender la naturaleza de
la libre determinación y sus consecuentes normas y procedimientos
propios, derivaría en acusaciones a las autoridades IOC por daño
económico, en función a todo acto y actuación que no se haga en el marco
de la Ley SAFCO y otras leyes que establecen las normas y
procedimientos de la gestión pública convencional.
d. En la Defensoría del Pueblo. Lo propio, en el caso de la Defensoría del
Pueblo, si un defensor del pueblo no tiene idea de cómo opera el derecho
a la libre determinación de las NPIOCs, no podrá efectivamente defender
sus derechos, ante su vulneración por parte del gobierno central o de
alguna otra instancia del Estado. Por lo mismo, es necesario que exista al
menos una unidad especializada en su estructura, tanto central como en las
departamentales y regionales.

En conclusión, el carácter plurinacional-comunitario del Estado boliviano, pasa


necesariamente por una reconfiguración concreta de las relaciones interculturales en el
país. Las relaciones entre la cultura “boliviano-occidental” con las diversas culturas de
esas sesenta y seis o más naciones y pueblos indígenas originarios campesinos que
habitan en el territorio boliviano y, entre ellas, en términos de reconocimiento en igualdad
de condiciones. La relación entre la cultura “boliviano-occidental” con las culturas de las
NPIOCs en tal igualdad de condiciones, implica la apertura a la integración efectiva de
las NPIOCs a la estructura general del Estado, pero sin que exista procesos de
colonización (imposición cultural), por lo que es necesario que tal integración sea
acompañada del derecho a ejercer su cultura mediante las prácticas de sus normas y
procedimientos propios.
Por lo revisado en el presente acápite, se puede observar que, pese a que la normativa
constitucional y legislativa dispone esa integración efectiva de las NPIOCs a la estructura
general del Estado, en la práctica se da una integración abstracta y una negación y
exclusión concreta, ya que tal integración está básicamente sólo en las leyes y en el
discurso de los políticos, pero en la realización concreta, existe una negación al ejercicio
de los derechos de las NPIOCs.

Curiosamente, en lo revisado, se puede observar que quienes más esfuerzos han hecho
para integrar a las NPIOCs a la estructura de su gobierno son los gobiernos autónomos
departamentales de la que fue “media luna” (Pando, Beni, Santa Cruz y Tarija), los que
estuvieron en contra del gobierno del MAS-IPSP y, los centros de hegemonía de tal
partido de gobierno, como son La Paz, Oruro y Potosí, son los gobiernos que menos
esfuerzos han hecho. Es más, el Gobierno Autónomo Departamental de Potosí es el
gobierno que no incorporó en absoluto a las NPIOCs a su estructura, en ninguno de sus
órganos de gobierno.

IV. Ejercicio de la libre determinación en la autonomía indígena originario


campesino, en función al carácter plurinacional comunitario del Estado.
Condiciones y mecanismos para garantizar el ejercicio de la libre determinación y
el autogobierno

En la autonomía indígena originario campesino (AIOC), el ejercicio de la libre


determinación implica el ejercicio de todos los derechos reconocidos en el art. 30 y otros
de la CPE y en las normas internacionales, al ejercicio de todas sus competencias y
potestades establecidas en la Constitución (CPE art. 303.I y 304), en la Ley Marco de
Autonomías y Descentralización, en la Ley de Deslinde Jurisdiccional, bajo el
entendimiento desarrollado por la jurisprudencia constitucional e internacional. En tal
sentido, el ejercicio de la libre determinación en la autonomía IOC se daría mediante los
siguientes parámetros de decisión propia sobre su vida en comunidad y de su
autogobierno:

1) Definición de la propia visión de calidad de vida. En función a su territorio,


población, ecosistemas, cosmovisión y en general a su cultura, cada pueblo o nación
indígena originario campesino tiene el derecho a definir su propia visión de calidad
de vida, de bien común, de desarrollo o como quieran llamarlo. Lo que en el mundo
“occidental” se diría, su propio modelo de desarrollo.

a. En lo humano. En los temas directamente relacionados a las personas, como la


salud, educación, deporte, cultura, comunicación, genero, infancia, niñez,
adolescencia, juventud, personas con discapacidad, adultos mayores y otros, la
NPIOC tiene derecho a definir sus propios patrones de comportamiento, de
prácticas, de convivencia, etc. En función a su visión de calidad de vida. Por
ejemplo, en salud, a la práctica de la medicina tradicional, natural u occidental,
según lo prefieran; así mismo, en educación, a definir su propia forma de
educación, lo que implica que no necesariamente deben adscribirse a la
modalidad de educación formal, alternativa y especial, establecidos, así como a
los niveles inicial, básico, primaria, secundaria, técnica y educación superior. De
igual manera, en la forma y grados que definan, tienen el derecho a definir su
propia currícula educativa (intracultural). Si no, las modalidades que definan, los
niveles o grados que definan y el contenido educativo que definan, aunque
también tienen el derecho a que sea intercultural y plurilingüe en el sistema
educativo (CPE art. 30.II.12). En materia de género, en función al mandato de
la Convención Contra la Discriminación hacia la Mujer, por más libre
determinación que tengan, todas las naciones y pueblos IOCs están obligados a
garantizar la igualdad de oportunidades entre hombre y mujeres.

b. En lo económico. En la generación de capacidad adquisitiva en las naciones y


pueblos IOC, tienen también la libertad de definir su propio modelo económico,
en función a su visión de calidad de vida, tales como la colaborativa, la circular,
turismo, etc. sea usando moneda o sin moneda, como el trueque. La figura de
reconocimiento de esas formas propias de hacer economía en las NPIOCs es
mediante el denominativo común previsto como la economía comunitaria. Pero
esto no se limita a la economía únicamente en el ámbito interno del territorio
IOC, sino también en su participación externa miente su propia forma de
participación económica. Por ejemplo, tener la posibilidad de adjudicarse la
ejecución de proyectos licitados por el gobierno central, departamental, regional,
municipal y más aún, en otras y en su propia autonomía IOC. Actualmente el
Estado excluye a las NPIOCs de su participación en las licitaciones estatales,
reconociendo únicamente a las empresas privadas, personas individuales
(naturales), ONGs y Fundaciones, en algunos casos empresas estatales y
cooperativas. En ningún caso empresas comunitarias (CPE art. 307).

c. En territorial. En cuanto a todo lo relacionado su habitad, las NPIOCs tienen


derecho a definir sus propias formas de vivienda, de servicios básicos, de
vialidad, de transporte, tecnología, de infraestructura y equipamiento público, de
uso y generación de energías alternativas, etc. En casos de obras de competencia
regional, departamental, nacional o internacional, así como para la explotación
de algún recurso natural de su TIOC, tienen derecho a ser consultados
previamente bajo sus normas y procedimientos propios, con información previa
y de forma libre, lo que implica que tienen derecho a aceptar o a negarse.

d. En el cuidado de los ecosistemas naturales, a practicar o definir su propia forma


de relacionarse con la naturaleza y de cuidar los ecosistemas naturales.

2) Diseño de su propio modelo de gobierno. En función a su visión de calidad de vida,


de los que quieren hacer para mantener o mejorar su forma de vida con los recursos
financieros que el Estado les asignará a la NPIOC una vez constituido en autonomía
y gobierno IOC, tiene derecho a definir la estructura de responsables para trabajar
en ello y administrar tales recursos. Ello implica el diseño de su aparato
institucional de gobierno, de la elección de sus autoridades y la participación en las
tomas de decisión:

a. En diseño del aparato institucional, división y manejo del poder. En el marco de


su libre determinación, de hacer las cosas bajo normas y procedimientos propios,
las NPIOCs no están obligados a diseñar su aparato institucional de gobierno es
órganos de gobierno, al estilo “occidental”. Si bien en el ejercicio de su
autogobierno tienen potestad para legislar, reglamentar, ejecutar, fiscalizar y
administrar justicia, ello principio de no juntar funciones en un solo órgano de
gobierno previsto en el art. 12 de la Constitución, al no ser coherente con el
principio de libre determinación, no aplica a las NPIOCs. Pueden hacer
únicamente si parte de sus formas de gobierno o si lo desean, tendiendo la
libertad de hacer un diseño propio, sea simple o complejo y, a establecer sus
instancias de tomas de decisión.

b. En la elección de sus autoridades. La democracia comunitaria establecida en el


art. 11.II.3 de la CPE, aplica únicamente a las NPIOCs e implica su derecho a
elegir, designar o nominar a sus autoridades y representantes, por normas y
procedimientos propios, administrando ellos mismos sus procesos eleccionarios
o de designación o nominación, y no así por el órgano electoral, como sucede en
la democracia directa y representativa. El órgano electoral, en función a lo
establecido en el art. 26.II.3 de la misma norma suprema, únicamente supervisa
tales actos.

c. En la participación social. Asimismo, las NPIOCs tienen el derecho a definir de


qué manera sus integrantes participan de las tomas de decisión.

3) Diseño de su propio modelo de gestión. Teniendo su propia visión de desarrollo


definido, las autoridades y aparato institucional responsable de trabajar en ello, las
NPIOCs tiene derecho a definir su propia forma de trabajar en esa calidad de vida.
Es decir, tiene derecho a definir su propia forma de hacer gestión:

a. En cuanto a la legislación y reglamentación. Conforme al art. 48 de la Ley


Marco Nº 031 de Autonomías y Descentralización, las leyes y reglamentos en la
autonomía IOC pueden ser orales o escritas, teniendo el mismo valor bajo sus
propias modalidades, con el único requisito de su registro, salvo en los casos en
que la acreditación documentada de las actuaciones constituya un requisito
indispensable. Ello implica que tanto la norma sustancial como la procesal puede
ser emanada del gobierno IOC, en el marco de las competencias IOC.

b. En cuanto al diagnóstico situacional. Pueden también ver sus propias formas de


identificar, cuantificar y valorar sus necesidades para la conservación o mejora
de su calidad de vida.

c. En cuanto a la planificación. Así mismo a definir las acciones a realizar, con los
recursos disponibles. Tan planificación, en función al art. 48 referido de la Ley
031, puede ser también de forma oral o escrita.

d. En cuanto a la ejecución. La ejecución, en la administración pública general


realizada en aplicación de la Ley SAFCO, implica el diseño de proyectos, el
proceso de contratación, la supervisión de la ejecución del proyecto hasta la
recepción, así como la prestación de servicios públicos y de trámites. En el
marco de la libre determinación y el art. 48 de la Ley 031, todo ello puede ser de
forma oral, o escrita si lo desean así. Implica que no corresponde la aplicación
de la Ley SAFCO y la aplicación de ninguno de sus sistemas, ya que la facultad
ejecutiva puede ser oral.

e. En cuanto a la evaluación de su gestión. Así mismo, en la administración pública


“occidental”, la evaluación tradicional no mide el grado de mejora de la calidad
de vida sino meros aspectos administrativos como la ejecución física y
presupuestaria. Las NPIOCs, pueden establecer sus propias formas de
evaluación, tanto en lo sustantivo como en lo procedimental.

f. En cuanto a la administración de justicia. De igual manera, en la administración


de justicia, las NPIOCs pueden definir las normas sustantivas y procesales en
todos los aspectos (materias), pudiendo ello también ser orales, tanto la norma
como el proceso de juzgamiento.

g. En cuanto al control de su gestión y manejo y uso de sus recursos. Finalmente,


las funciones de control tanto a los procesos de gestión como al uso y manejo de
los recursos, pueden hacerse de las formas que consideren apropiados. Ello
incluye la función de fiscalización que en el diseño “occidental” está a cargo del
órgano legislativo, así como al control social. Respecto al control
gubernamental, al igual que en los actos eleccionarios el órgano electoral
únicamente supervisa para corroborar la legitimidad del mismo, el control del
uso y manejo de los recursos por parte del gobierno IOC debe ser únicamente
con el fin de verificar que tales recursos asignados, están siendo usados o
invertidos en el trabajo en la calidad de vida de su población y, no así, para
verificar la aplicación de los gastos elegibles y procedimientos previstos por los
sistemas de la Ley SAFCO.

Sin embargo, para que se de todo ello, es necesario que el gobierno central evolucione
hacia el Estado pluralista y diseñe su aparato de relacionamiento con la autonomía, las
naciones y los pueblos IOC, de forma especializada, al menos hasta que se generalice la
compresión del ejercicio de la libre determinación de las NPIOCs. Si un Ministerio de
Economía y Finanzas Pública, un Viceministerio Inversión Pública y Financiamiento
Externo, no comprende ello, muy probablemente les trate como su fueran gobiernos
municipales y por tanto les obligue a aplicar los procedimientos establecidos para la
administración pública en general.

En la administración pública general, la forma de rendir cuentas de los gastos realizados


es mediante respaldos escritos. El documento válido oficial es el contrato y la factura,
pudiendo en algunos casos excepcionales ser validos otros documentos de descargo. Los
recursos sin respaldos son directamente asumidos como corrupción. Pero en los pueblos
indígenas, la factura, notas de venta y hasta los contratos escritos, no son parte de sus
prácticas culturales. Todo ello suele ser oral, así como la rendición de cuentas. Sin
embargo, el control gubernamental exige el descargo mediante tales documentos oficiales
previstos en las normas básicas de los sistemas de la Ley SAFCO. Una muestra de ello
son los procesos y la acusación contra muchos miembros de las NPIOCs que usaron
recursos del Fondo Indígena, que ante la imposibilidad de hacer descargos con
documentos escritos y oficiales, fueron acusados de corrupción y metidos a la cárcel,
violando así el derecho a la libre determinación de los pueblos IOCs. Si el tratamiento a
los gobiernos IOCs va ser bajo esa misma lógica occidental, no tiene sentido tener
autonomías IOCs si se les va ha tratar como si fueran gobiernos municipales. En tales
condiciones no es posible llevar adelante el proyecto autonomías IOC y, por tanto,
tampoco del proyecto de Estado plurinacional.

V. Balance final: Turbulencias y horizontes de esperanza


La Constitución democrática de 2009 fue y aún después de diez años de su vigencia es
un paradigma constitucional cuyos pilares esenciales se sustentan en el carácter
plurinacional comunitario del Estado fortalecido por la libre determinación de las
naciones y pueblos indígena originario campesinas, derecho colectivo que en un contexto
de interculturalidad y desde el enfoque de la descolonización plantea profundizar
procesos de restitución territorial, reconstitución de instituciones propias de pueblos
indígenas y de igualación para generar una institucionalidad transversalizada por lo
plurinacional que, para vivir bien y en armonía, de-construya relaciones de asimetría
especialmente existentes en relación a los históricamente oprimidos: Los pueblos
indígenas.

En el contexto anotado, el carácter plurinacional comunitario del Estado boliviano, es aún


una luz en el horizonte, al parecer todavía con un largo camino por recorrer y con un gran
sesgo en la implementación del modelo constitucional en su real alcance. Por el momento,
tal modelo de Estado se tiene básicamente garantizado únicamente en lo abstracto, la
norma constitucional. En lo concreto, aún con muy limitados avances, pero avances al
fin. Esto debido a la limitada interpretación del alcance de los derechos de las naciones y
pueblos indígenas originarios campesinos previsto en la norma constitucional. Pero, sobre
todo por la aún limitada decisión política de los gobernantes de avanzar indudablemente
en la consolidación del pluralismo y la interculturalidad, en todos los niveles de gobierno
del Estado.

Si bien la jurisprudencia constitucional e internacional muestra grandes avances en la


interpretación adecuada de la libre determinación, del autogobierno y los demás derechos
colectivos de las naciones y pueblos indígenas, tales precedentes son únicamente
revisados y consultados únicamente por los juristas directamente involucrados en un caso
concerniente a tales naciones y pueblos. No así por esa gran mayoría de ciudadanos,
instituciones y gobiernos del país, que requiere conocer los derechos de las naciones y
pueblos indígena originario campesinos, para saber interactuar acorde a ello en las
actividades de la vida pública y comunitaria. Los gobiernos del Estado y la cooperación
tampoco invierten en la difusión de tales derechos con base a esa interpretación
constitucional e internacional.

Sin embargo, pese a todo ello, tales avances en materia de derechos de las naciones y
pueblos indígenas, así sea aún en lo abstracto, con base al principio evolutivo de los
derechos humanos, no se podrá retroceder. El resto de la población, las instituciones y los
gobiernos, tendrán que aprender sobre tales derechos y evolucionar en su comprensión
adecuada, para respetarlo y finalmente lograr consolidar la interculturalidad y el Estado
plurinacional en Bolivia, así como emanarlo hacia el resto de los pueblos del mundo.

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publicado con la siguiente titulación: “De la tutela indígena a la libre
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