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UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL

LIC. EN PSICOLOGÍA Y PEDAGOGÍA


EDUCACIÓN EN POBLACIÓN EN ALTO RIESGO

Elaborado por:​ Nicolás Soto, Leidy Diana Rojas, Caroline Uribe.

GUÍA DE LA VISITA AL CLAUSTRO DE SAN AGUSTÍN

Visita al Claustro de San Agustín ubicado en la Carrera. 8 #7 – 21 en Bogotá, visita


realizada el día 21 de Mayo del 2019 a las 10:30 a.m

1. ¿Cuáles impresiones surgen al momento de la visita a la exposición? Descríbalas.

Las impresiones que tuvimos a la hora de estar visitando la exposición fueron de nostalgia
ya que se vieron imágenes muy impactantes acerca de la memoria del conflicto armado en
Colombia, que aunque nosotros no la hayamos vivimos en carne propia por medio de las
imágenes y videos trasmite sentimiento de la violencia y la tristeza que habían pasado esas
personas. En aquellas fotos, por cada rostro que conmueve, por cada cráter, fusil, ataúd que
estremece, pensamos en los miles y miles de momentos que no fueron registrados. Han sido
tantas las vidas afectadas, lo que está al frente es sólo una muestra mas en cada rostro se
condensan miles. También están, en menos número, fotos que nos traen esperanza, entregas
de armas, estrechones de manos, cielos estrellados en días de reconciliación.

2. ¿Cuál es el sentido de la exposición/objetivo: el testigo?

El sentido de la exposición “El testigo” busca narrar de manera fragmentada, las memorias
del conflicto armado en Colombia a través del testimonio del reportero gráfico Jesús Abad
Colorado, un periodista cuya aproximación al conflicto se ha realizado a través de una
experiencia humana y una relación con las víctimas. Una memoria que no está construida
de manera lineal ni pretende abarcar todo el territorio ni toda la historia del conflicto
armado nacional sino construyendo desde la particularidad: desde los fragmentos de esa
parte del país que él ha logrado documentar, desmarcando a las víctimas de la identidad
colectiva que ha fomentado su invisibilidad, para identificarlos como personas únicas. Esta
exposición reúne más de 500 fotografías, en blanco y negro y color, muchas de ellas
inéditas, que recoge los pasos de este ‘testigo’ tras las huellas de muchas tragedias de la
Colombia profunda. Capturadas entre 1992 y 2018, las fotografías narran historias y
sucesos de conflicto armado, desplazamiento y reconstrucción del tejido social en
diferentes regiones del país, convirtiéndose en denuncia de la realidad de las comunidades
que deben asumir su existencia como un acto de resistencia.

“La verdad que se le quiere contar al país es siempre la de los vencedores, no la de los
perdedores, población vulnerada en toda su dignidad humana. La verdad desde la que yo
trato de acercarme es la de las víctimas, esas personas que han estado perdiendo
constantemente y que están cansadas, pero que en muchos casos buscan regresar a su tierra
para reconstruir sus vidas y vuelven a sembrar en lugares donde muchas veces recogieron
sus muertos (...) Este es mi testimonio. Aquí están las víctimas que han sido banalizadas y
que yo aprendí a enfocar, a ver con mi ojo y con mi corazón. Aquí los registré y las
documenté para que nadie pueda decir después que no supo lo que ocurrió”. (Jesús Abad
Colorado)

El objetivo de Jesús Abad se recrea en cada uno de los conocedores de su trabajo, para
nosotros, le da un rostro vivo a la paz y a la historia. Se parece a un amargo refrescar de
sentido, sentido a veces refundido en las tantas polémicas, contiendas, rivalidades de
políticos, estadísticas y estadísticas que frecuentemente vemos y escuchamos en los medios
de comunicación. Fue para nosotros, una oportunidad para volver a ver, para ver de un
nuevo modo, a las víctimas del conflicto armado.

3. ¿Qué fotos más le impactó? ¿Por qué?

La foto que más nos impactó fue esta la de un perro marcado por la AUC acostado en un
andén, porque considero que los animales no se deben maltratan por ningún motivo. Los
animales como seres sintientes no son cosas, recibirán especial protección contra el
sufrimiento y el dolor, por culpa de nosotros los seres humanos que no valoramos sus
compañía.

Otra imagen fue: Un niño de tal vez 10 años corre por un camino destapado con una bolsa
plástica al hombro y una banderilla blanca. Fue tomada en San Francisco Antioquia en el
2004. Nos impactó la cotidianidad que refleja, la forma como la vida de aquel niño y de
aquellas familias busca seguir. ¿Usando aquella bandera, qué comunican? Ante los tantos
vigilantes armados de lado y lado, que han llegado a desconfiar hasta de los niños, aquella
bandera tal vez dice “sólo estoy haciendo un mandado, no soy de ningún bando”. Aquel
niño no parece asustado, es su cotidianidad, pero sí lleva su bandera blanca en alto, bien
visible.

4. ¿Cuál información desconocía que identifique durante la visita?

A propósito de estas fotografías nos conciernen a todos ya que retratan una realidad
escalofriante; son una constancia de barbarie que hemos vivido y no podemos olvidar, para
que, poniéndonos frente a la evidencia de esta tragedia nos comprometemos a que no se
repita jamás. Escrito en las paredes del Claustro se encontraba la siguiente información: La
sucesión cotidiana del horror nos ha dejado 261.619 víctimas fatales. La mayoría 214.584
eran civiles. La barbarie registrada por el lente de Jesús es extensa: desapariciones forzadas,
secuestros, violencia sexual, minas antipersona. Es el retrato de un país adolorido. 80.472
personas han sido desaparecidas de manera forzada y sus familias, en medio de un atroz
sufrimiento, aún los buscan angustiadas. Hay datos significativos: Argentina y Chile,
durante sus dictaduras, tuvieron 35,8 y 30,2 desaparecidos por cada 100 mil habitantes,
respectivamente, mientras en Colombia, con regímenes democráticos, hay 93,2
desaparecidos forzados para el mismo rango. Los desaparecidos son sobre todo líderes
sindicales, estudiantes, militantes y simpatizantes de izquierda y defensores de Derechos
Humanos. Ser una voz disonante ha sido un ejercicio de alto riesgo. La degradación del
conflicto armado en Colombia ofrece otra cifra que estremece: 15.738 personas, la mayoría
de ellas mujeres, niñas y adolescentes, han sido víctimas de violencia sexual; y ese
universo, las indígenas y afrocolombianas han sido las afectadas. Las cifras, sin embargo,
no reflejan la magnitud de esta aberración porque la estigmatización social lleva a las
víctimas a no denunciar.

5. ¿Qué reflexiones generales quedan al terminar la exposición? ¿Qué sentimientos?


¿Cuáles sensaciones? Describa

Cuando nosotros salimos de la exposición, nos surgió una reflexión muy profunda ¡A la
guerra no podemos volver por ninguna circunstancia!, acabar la guerra en una sociedad
como la nuestra no es solamente un problema de organizaciones armadas, es un problema
de una clase política que ha sido, la responsable de la violencia en Colombia. Nosotros
queremos ver aquí al que se levanta en armas como el origen de la violencia. Pero el origen
de la violencia está en la dirigencia política de este país que ha utilizado los recursos
públicos como un botín. Aquí es donde está el origen que debemos ponernos en los zapatos
de los demás y en la piel de las personas afectada por la violencia al pasar por cada sala,
observando en silencio con la calma y la lentitud como asistiendo a un funeral, pero con la
actitud de mirar nuestro propio rostro con lágrimas, tristeza, respeto por las víctimas y sus
familias, indagados, leyendo los testimonios de todas personas que sufren por ese flagelo a
diario desde hace mucho años. Que tenemos y debemos apoyar los diálogos o
negociaciones de paz entre el Estado Colombiano encabezado por el presidente Juan
Manuel Santos y las ​Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - Ejército del Pueblo
(FARC-EP), también conocidos como proceso de paz en ​Colombia​, fueron las
conversaciones que se llevaron a cabo entre el ​Estado de Colombia (en representación del
Estado) y la guerrilla de las FARC.

Los enunciados ¡Basta Ya!, ¡No Repetición!, resuenan de un nuevo modo en cada uno.
Reflexiones sobre cuán inhumanos podemos llegar a ser, sobre la barbarie que aquí, hemos
experimentado, AQUÍ. Se produce un sentimiento de desconcierto y admiración por todos
aquellos que han soportado tanto dolor. Las fotos y sus leyendas nos hicieron pensar en las
guerrillas, los paramilitares, el Estado y en especial, la población civil. Un pensar que no
busca información, un pensar que se trata más de un contemplar y lamentar, pero que
logra, crear un deseo de futuro, de esperanza para que en nuestros campos no se escuchen
más lamentos causados por balas. Observar personas de todas las regiones de nuestro país,
nuestra rica multiculturalidad, nuestros tantos paisajes, esta vez, atravesados por la
violencia. Sin poder definirlo, surgen preguntas por el ser de Colombia y el ser
colombiano, nos preguntamos si existe alguna responsabilidad agregada y especial al
buscar ser profesional de la educación, profesor, en nuestro país.

6. Según la exposición, ¿cuál es la situación de los desplazados en nuestro país?

La situación de los desplazados en nuestro país se ha caracterizado por desplazamientos


forzados de comunidades campesinas, indígenas y afro-descendientes, a causa del conflicto
armado interno, la violencia de las bandas criminales y el narcotráfico. Según cifras de
ACNUR​, en 2019 ​Colombia fue el segundo país con mayor cantidad de ​desplazados
internos en el mundo con 6.433.115 millones de personas. El desplazamiento forzado es un
fenómeno masivo, sistemático, de larga duración y vinculado en gran medida al control de
territorios estratégicos. Más allá de la confrontación entre actores armados, existen
intereses económicos y políticos que presionan el desalojo de la población civil de sus
tierras y territorios. Además, se reconoce que existen intereses provenientes de sectores
empresariales que también han contribuido a propiciar el desalojo y apropiación de
importantes territorios. El cruce de la frontera hacia los países vecinos por parte de
ciudadanos colombianos es estimulado por la acción violenta y por violaciones a los
Derechos Humanos (DDHH) por parte de grupos irregulares que operan en su territorio y
que los obliga a abandonar su entorno. Los desplazamientos desintegran familias enteras.
Aunque la legislación internacional es clara respecto a la obligación que tienen los Estados
receptores de salvaguardar los derechos de los desplazados, lo cierto es que la actitud que
los gobiernos suelen asumir, -entre ellos, el venezolano-, es contraria a dichas normas. La
conducta más frecuente es la falta de reconocimiento de la condición de refugiados. Por
todo esto, es necesario proponer ideas que contribuyan a garantizar los DDHH de los
desplazados internacionales como refugiados, y a regularizar su estatus jurídico; con lo cual
los Estados receptores salvarían su responsabilidad internacional, manteniendo el resguardo
y defensa de su seguridad y soberanía.

7. ¿Cuáles son las cifras de desplazamiento en la actualidad en nuestro país?

8. ¿Qué papel juegan las políticas públicas en la exposición?

A partir de información recolectada en la red: Estos diálogos tuvieron lugar en ​Oslo y en


La Habana​; se obtuvo como resultado la firma del ​Acuerdo para la Terminación Definitiva
del Conflicto en Bogotá el 24 de noviembre de 2016. El primer acuerdo de Paz, firmado en
Cartagena, según la ley debía refrendarse en un plebiscito en el que los ciudadanos debían
votar «Sí» o «No» al Acuerdo. El resultado final fue una victoria para el «No». El resultado
del plebiscito obligó al Estado a «renegociar» el acuerdo tomando en consideración las
objeciones de los opositores del acuerdo, a la vez que creó incertidumbre sobre la
aplicación legal de los acuerdos. Tras un periodo de negociación con los promotores del
No, el Estado y las FARC acordaron un nuevo texto para el acuerdo de paz el cual se firmó
el 24 de noviembre en el ​Teatro Colón de ​Bogotá​. Este nuevo acuerdo fue ratificado por el
Senado de Colombia​ y la ​Cámara de Representantes​, el 29 y 30 de noviembre.

Sin ser las políticas públicas un objeto central de la exposición si es posible hacer varias
relaciones con la información suministrada en la exposición. Es evidente como durante las
políticas en el Gobiernos de Álvaro Uribe hubo un recrudecimiento de la violencia. La
visión de una fuerza militar capaz por sí sola de acabar con los grupos guerrilleros y de
unas guerrillas buscando desestabilizar con variados y violentos medios podían
representarse en las fotografías. Políticas recientes encaminadas a la negociación nos
presentaban en la imágenes algunos panoramas de disminución de la violencia. A color, y
no en blanco y negro, fueron las fotografías del cielo nocturno de Bojayá en días de perdón
y el estrechón de manos entre Santos y Rodrigo Londoño.

9. ¿Qué pasa con las víctimas de los conflictos armados? ¿Quiénes son?

Qué pasa con las víctimas del conflicto armado es difícil llegar a imaginar ser expulsado de
su hogar a la fuerza, huyendo de la muerte a causa de los grupos armados ilegales, pero es
la cruda realidad quienes al día de hoy han expulsado personas que llegan a la capital. Por
falta de oportunidades, lamentablemente, su finalidad es parar en las calles, mendigando en
los medios de transporte público. ​En la percepción de estas personas ven a Bogotá como la
ciudad de las oportunidades, pero por su falta de conocimientos se convierte en una
problemática mayor, para encontrar una solución eficaz a esta falencia social, siendo una
tarea compleja. Las entidades responsables no se están haciendo cargo, porque el número
de desplazados es mayor a los que realmente son atendidos. ​Estas personas llegan a la
capital con la ilusión de tener algo de comer o por lo menos conseguir un techo, pero la
realidad es mucho más adversa ya que a esta problemática también se une la de los
venezolanos, que llegan como refugiados a nuestra ciudad. ​En conclusión no podemos
permitir que esta situación llegue al punto donde ya no podamos generar actividades ni
efectuar planes de acción para contrarrestar esta problemática que afecta a estas personas,
que son sacados de sus casas a la fuerza, llegando hasta la muerte por negarse a salir.
Puesto que Bogotá es una ciudad para todos, tenemos que trabajar muy duro para que estas
personas reciban el trato que se merecen, ya que son víctimas de esta situación que tanto
daño le está haciendo a nuestro país. Hay que buscar la manera de crear procesos de
reintegración en nuestra sociedad, esclarecer la verdad y generar programas que
democraticen las oportunidades, para así generar conciencia y llegar a la verdadera paz.

Según la Ley de Vícitmas y Restitución de tierras, las víctimas son: aquellas personas que
individual o colectivamente hayan sufrido un daño por hechos ocurridos a partir del 1º de
enero de 1985, como consecuencia de infracciones al Derecho Internacional Humanitario o
de violaciones graves y manifiestas a las normas internacionales de Derechos Humanos,
ocurridas con ocasión del conflicto armado interno. También son víctimas el cónyuge,
compañero o compañera permanente, parejas del mismo sexo y familiar en primer grado de
consanguinidad, primero civil de la víctima directa, cuando a esta se le hubiere dado muerte
o estuviere desaparecida. Ahora bien, lo que vemos nosotros en las imágenes son
principalmente campesinos, indígenas, afrodescendientes, niños, mujeres, adultos
mayores, animales, la naturaleza misma. Hombres y mujeres al lado de la carretera con sus
casas en costales; abuelas y abuelos llorando por la incierta existencia de sus hijos y nietos,
personas en canoas, absortas, saliendo de sus tierras; padres que con una mano abrazan a
sus hijos y con la otra mano cubren sus lágrimas, no son cifras, son reales, todos con vidas
propias, vínculos, historias, trayectos modificados para siempre. Son diversos, no
pertenecen a un sólo grupo, identidad, ideología, etnia u otra clasificación. La violencia ha
sido de muchísimos tipos, producida y a la vez vivida por diferentes actores. Todos en
últimas, personas entrelazadas en el infinito tejido humano, es por ello que en un sentido
amplio y sin el objetivo de homogeneizar la gravedad de los efectos o la culpabilidad de los
actores, hemos sido todos los colombianos. Pese a que no hemos vivido en carne propia el
conflicto, nos sentimos parte de la historia contada en las fotos de Abad.

10. Enuncie y explique cinco conclusiones generales acerca de la visita y del tema de
los desplazados en Colombia.

a. La fotografía es un importante medio para construir memoria: La imagen nos lleva


al instante, la historia, el rostro, particular y concreto, para luego situarnos en una
generalidad y abstracción con bases, con sentido, con una huella sensible, una
marca que pasa por los sentidos. Acostumbrados a lo preparadas (poses),
sincrónicas e inmediatas imágenes del presente mercantil, nos interpelan la
memoria, estas imágenes sin poses, que hablan desde el pasado, mediatas,
“antiguas”, de un presente-pasado-futuro político y ético.

b. Reconocer a las víctimas es derecho y deber de todos: Quedamos con la sensación


de que esta exposición debería ser visitada por todos los colombianos. Son
imágenes que deberían conocer los jóvenes antes de graduarse del bachillerato.
Negar estas imágenes del pasado, sea a través de la censura, o a través de la
banalización, afecta negativamente la capacidad de pensar autónoma y
políticamente el presente y futuro de nuestro país. No promover(se) el deber de
reconocer esta faceta de nuestra historia es caminar por los linderos de la
indiferencia. Reconocer dista de conocer, conocer puede estar ligado a
conocimiento elaborado, reconocimiento es vínculo con un otro no elaborado, un
otro real.

c. Los principales afectados por el conflicto ha sido la población civil: Las


estadísticas escritas en los muros del claustro y las fotos, en su mayoría, de personas
sin armas nos dan la consciencia de que han sido los civiles los principales
afectados. Es necesario suspender por un momento la pregunta por la culpabilidad
del Estado o de los grupos guerrilleros, y pensar, más bien, contemplar, el dolor de
la población civil. Sí, hay unos culpables, unos victimarios, unas situaciones
específicas, pero en ocasiones, por sólo pensar en esto, terminamos olvidando el
dolor de las víctimas.
d. Espacios como la exposición son necesarios para una mejor toma de consciencia:
La divulgación por televisión, radio e internet es importante, pero también lo son,
exposiciones de este tipo, ojalá se presentarán en todos las regiones del país. Los
medios de comunicación masiva, hacen eso, divulgan masivamente una masa muy
variada de información. Genera sus efectos, escuchar una noticia sobre las víctimas
e inmediatamente pasar a la sección de deportes o de entretenimiento, mientras se
cocina o se habla por teléfono. Pero una exposición de este tipo es otra experiencia,
en un aquel lugar silencioso es posible observar y pensar lentamente, con calma, y
conectarse de una manera especial con las víctimas del conflicto.

e. Reconocer el dolor puede ser una fuerza hacia la esperanza y la paz: Entiéndase paz
como una determinación que un pueblo todo ha de tomar. Tras la exposición, no
cabe la idea de una paz de algodón o una paz-producto, sino por el contrario, una
paz-sembrado, una paz-esfuerzo y trabajo, una paz sólo posible de construir a partir
de una firme decisión común de No repetición.

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