6 julio 2018
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Derechos de autor de la imagen Getty Images Image caption China acusó a Estados
Unidos de lanzar "la mayor guerra comercial".
¿Qué pasa cuando las dos mayores economías del planeta entran en guerra?
En el primer minuto de este viernes, Estados Unidos comenzó a aplicar aranceles sobre
cientos de productos chinos por valor de US$34.000 millones anuales.
Qué es una guerra comercial, cuáles son sus armas y quiénes son sus principales
víctimas
Para Trump "las guerras comerciales son buenas": cómo pueden afectar a
América Latina los aranceles al acero y aluminio
Y si la cosa sigue escalando, el precio lo podemos terminar pagando todos: es cierto que
no es una guerra real, pero nadie sabe cómo puede acabar.
Y esto provocará que sean un 25% más caros para los consumidores estadounidenses.
Qué es una guerra comercial, qué armas emplea y cómo puede afectar a tu vida diaria
Esto incluye productos tecnológicos como chips semiconductores, los que son
ensamblados en China y son necesarios para productos de nuestro día a día, como
televisores, computadoras, celulares y vehículos.
Y esto significa que los aranceles podrían impactar en otros bienes, no necesariamente
comercializados exclusivamente en EE.UU.
Aunque lo que Estados Unidos de verdad busca perjudicar con sus medidas son los
productos enmarcados en la iniciativa china del "Made in China 2025" (Hecho en
China 2025).
La respuesta china
Como represalia, China ha atacado estos sectores:
"Nuestros contactos en China nos han dicho cosas como 'esto se está poniendo serio' o
'está dando miedo'. Incluso 'creo que hay una posibilidad de que las cosas vayan a
peor'", explica Vinesh Motwani, del centro de investigación Ruta de la Seda.
Hay preocupación, dice, que se puede traducir en "una menor confianza y mayor
cautela" por parte de las empresas, en medio de la incertidumbre.
Eso significa que los planes de expansión pueden verse congelados. Y si la expansión
china se pone en pausa, eso tendrá un impacto directo para el resto de Asia.
¿Cambio en el negocio?
Obviamente, la economía estadounidense y china son las que corren mayor peligro, pero
no son las únicas.
Según el economista jefe del DBS Taimur Baig, una guerra comercial en su máximo
esplendor puede llevarse el 0,25% del PIB de ambas economías este año.
Y la situación se puede poner peor el próximo año con una reducción del crecimiento
de alrededor del 0,5% o más.
Derechos de autor de la imagen Getty Images Image caption Estados Unidos aplicará un
arancel del 25% sobre más de 800 productos chinos.
"Considerando que China crece al 6-7% y Estados Unidos al 2-3% anual, creemos que
el daño puede ser peor para EE.UU. que para China", dice Taimur Baig.
Pero países como Corea del Sur, Singapur o Taiwán también pueden verse afectados,
por las alteraciones en la cadena de suministro.
China obtiene muchos de los componentes que acaban en sus productos terminados de
estos países. Como apunta Nick Marro, de la Unidad de Inteligencia Económica,
"cualquier cambio en el flujo de exportación de China afectaría inevitablemente" a estos
países.
Y, al final, todos los consumidores acabarían pagando más por esos productos.
¿Cuánto puede empeorar la situación?
Es la pregunta que hace cada empresario con el que me encuentro, y la respuesta es casi
siempre la misma: nadie lo sabe.
Como señala un estudio, el comercio mundial disminuyó en un 66% entre 1929 y 1934,
mientras que las exportaciones e importaciones de Estados Unidos hacia y desde Europa
también cayeron en alrededor de dos tercios.
Aunque nadie dice que estemos en ese punto todavía, las empresas están más
preocupadas que antes, especialmente por toda la incertidumbre.
La mentalidad de "ojo por ojo" entre Pekín y Washington podría conducir a ambas
partes a no querer bajarse de sus posiciones hostiles por temor a perder.
Pero lo que muchos empresarios esperan, por supuesto, es que esta furia sea el
comienzo de otra serie de negociaciones.
La preocupación es que si no lo es, escalará y todos seremos más pobres. Y eso nos
incluye a ti y a mí.