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Dios mío, ¿por qué me has

abandonado? Espiritualidad

iglesia
y manejo del abuso a menores *
Hans Zollner SJ
Director. Centro de Protección de Menores
Pontificia Universidad Gregoriana (Roma)
Email: zollner@unigre.it

Recibido: 14 de febrero de 2017


Aceptado: 19 de febrero de 2017

RESUMEN: Cuando una persona padece abusos sexuales por parte de su propio padre
puede acudir a Dios en busca de consuelo, pero cuando el abusador es un sacerdote,
para las víctimas se daña la imagen de Dios y el daño es aún mayor. La Iglesia, como
madre amorosa, debe escuchar a las víctimas, y quienes ejercen la autoridad tienen la
responsabilidad de descubrir estos delitos e impedir que ocurran. Ante el fenómeno
global del abuso a menores y el mal que se causa a las víctimas y a toda la Iglesia, es
preciso prestar atención particular a la formación de los sacerdotes en el manejo de la
propia sexualidad y en el concepto de su vida como vocación y servicio. Son necesa-
rios además adecuados sistemas de supervisión y control de la propia autoridad. Solo
mirando juntos a la realidad y reconociendo el mal en medio de nosotros, se puede
intentar derrotarlo.
PALABRAS CLAVE: Iglesia católica, abusos sexuales, víctimas, formación sacerdotal,
supervisión, conversión.

En un encuentro con el papa Fran- transmitir la atrocidad del abuso


cisco una víctima de abusos excla- sexual a menores y entender el
mó con profunda tristeza y deses- problema añadido que supone
peración: «Cuando Jesús sufrió y que lo cometan eclesiásticos, pero
murió, su madre estuvo a su lado. también plantea lo que deben re-
Mi madre, la Iglesia, me ha aban- mediar la Iglesia en general y los
donado con mi dolor y mi sole- responsables en el seno de esta
dad». Esta única frase basta para institución en particular.

*  Este artículo aparece simultáneamente publicado en este mes de abril en la re-


vista alemana Geist und Leben 89 (2017), 161-175, bajo el título “«Mein Gott, wa-
rum hast Du mich verlassen?» Spiritualität und der Umgang mit Missbrauch”.
Traducción a cargo de Sandra Chaparro, del consejo de redacción de Razón y Fe.
Email: sandrachaparrom@yahoo.com

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Hans Zollner SJ

En estos casos entra en juego la di- trauma espiritual «además» del


mensión religioso-espiritual, que psíquico y corporal. Este es un ex-
adquiere un significado singular tremo cuyo alcance no tienen claro
cuando quien abusa es un cléri- muchos miembros de la Iglesia, y
go. Si una persona padece abusos al parecer sus responsables tam-
por parte de su propio padre aún poco, aunque en teoría, quienes
le queda alguien a quien acudir en tienen por función difundir e in-
busca de ayuda: Dios. Pero cuando terpretar los evangelios deberían
quien comete los abusos es un sa- ser los primeros en considerar
cerdote, cuyo oficio consiste en ser hasta qué punto pueden afectar
un representante de Dios, otro Cris- al núcleo espiritual de un creyen-
to según la teología, la imagen de te ciertas experiencias vitales (en
Dios se empaña y la víctima se pre- este caso un trauma grave). Puede
cipita, en la más completa soledad, que esta sea la razón por la que
en una sima oscura y profunda. obispos y provinciales hablan del
Puede ocurrir lo mismo si quien asunto desde el punto de vista de
comete los abusos no es un clérigo, la política eclesiástica, del derecho
pero tratándose de un sacerdote el canónico o de la psicología, en vez
asunto es mucho más grave, sobre de referirse a los aspectos espiri-
todo para quienes dan importancia tuales y teológicos del abuso.
a la fe, a la liturgia y a su relación No resulta sorprendente que quie-
con Dios. Es posible que muchos de nes denuncian abusos consideren
los afectados vean limitada o pier- a la Iglesia una institución calcula-
dan para siempre la posibilidad de dora en vez de una «madre amo-
creer o confiar en Dios. rosa», y es muy significativo que
estas sean las primeras palabras
del Motu Proprio del papa Fran-
Las víctimas: su perspectiva cisco, en el que intenta inculcar a
y su dolor obispos y provinciales que es res-
ponsabilidad suya descubrir estos
A menudo, quienes logran expre- delitos e impedir que ocurran.
sar su dolor en palabras tras sufrir
lo indecible a manos de represen-
tantes de la Iglesia y desean ser es- La Iglesia: santa y llena
cuchados, acaban siendo rechaza- de pecadores
dos o incluso se les acusa de armar
alboroto y se preferiría que des- La Iglesia se fundó atendiendo al
aparecieran. Es otra de las razones llamamiento de Cristo de procla-
que explican el enorme riesgo que mar la buena nueva: Dios ama a
corren estas víctimas de sufrir un los seres humanos, es misericor-

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dioso y hace todo lo posible para deseos puede tener consecuencias


salvarlos, hasta el extremo de dar trágicas e imprevisibles. Jesús mis-
su vida por ellos a través de su mo, e incontables maestros espiri-
hijo. En los últimos dos mil años tuales después de él, han expresa-
de historia incontables personas do la misma convicción: quien no
han cumplido este mandato y con- vigila su lado oscuro acaba someti-
tribuido a que la Iglesia, al servicio do a él con mayor intensidad antes
de los pobres, los enfermos y los o después. En la película Spotlight
más vulnerables, se haya erigido (2015) que trata del ocultamiento
en un maravilloso sacramento de en Boston de abusos sexuales co-
salvación. Pero inmediatamente metidos por sacerdotes durante
hay que añadir, que siempre ha décadas, se describe este mecanis-
habido en la Iglesia quienes ha- mo muy gráficamente.
cían exactamente lo contrario de
Sostenemos que se abusa sexual-
lo que proclamaban la comunidad mente de menores en el mundo
eclesial, Jesús y ellos mismos. Los entero 1. Aunque carecemos de ci-
Papas de las últimas décadas han fras en muchos lugares, podemos
orado repetida –y expresamen- deducir de las resoluciones de la
te– por el perdón de los pecados Congregación para la Defensa de
y delitos cometidos por los repre- la Fe, la autoridad eclesial que di-
sentantes de la Iglesia. rige los procesos penales contra los
sacerdotes acusados, que este tipo
de abuso se comete en cualquier
El cambio: petición y llamamiento parroquia. Hoy podemos demos-
de Jesús trar que el tan manido argumento
de que la violencia sexual contra
menores es un problema de las
El tema del abuso sexual de me-
decadentes iglesias occidentales
nores por parte de sacerdotes es
es falso e induce a error. Sus de-
impactante y nos parte el corazón.
fensores prefieren ignorar que tal
Hablamos de sexo y de violencia, vez existan factores eclesiales que
del abuso de confianza, de vidas favorezcan el abuso u obstaculicen
destrozadas y de hipocresía: todo o impidan que salga a la luz y se
ello en el seno de la Iglesia. Hasta castigue a los culpables. Si anali-
cierto punto es comprensible que zamos el asunto desde una pers-
se soslaye toda pregunta relacio-
nada con el tema, porque afectan 1
  Cf. B. Böhm – J. Fegert et al., “Child
directamente tanto a las personas
Sexual Abuse in the Context of the Ro-
como a la institución. Pero la psi- man Catholic Church: A Review of Lit-
cología moderna no es la única erature from 1981–2013”, en Journal of
que señala que la represión de los Child Sexual Abuse 23 (2014), 635–656.

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pectiva global, constatamos que, ritual y real, porque estos elemen-


aunque la Iglesia Católica sea una tos también son característicos de
comunidad mundial de fieles, infi- dignatarios religiosos del islam (en
nitamente heterogénea y comple- los informes se constatan las eleva-
ja, en la práctica cotidiana actúa en das cifras de abusos cometidos en
base a la similitud y con arreglo a la madrasas del Reino Unido), el bu-
elementos invariables. dismo, el hinduismo, el judaísmo y
las religiones naturales. El celibato
Evidentemente no es fácil expo-
tampoco es una característica ex-
nerse a tanto mal y tanto dolor, so-
clusiva de la Iglesia católica de rito
bre todo cuando uno no se siente
latino: hallamos sacerdotes, monjes
personalmente responsable. Pero
y monjas que practican el celibato
lo cierto es que el mundo entero
en otras religiones y sus subgru-
identifica a sacerdotes y obispos
pos  2. En el fondo, ninguno de los
con todo lo bueno y todo lo malo
elementos que enumeramos a con-
que ocurre en la Iglesia y resulta de
tinuación es privativo de la Iglesia
las acciones de sus hermanos. Los
católica o de sus clérigos, pero pro-
curas, en su día a día, no son cons-
bablemente el conjunto sí ofrezca
cientes de hasta qué punto se los
un cuadro muy característico.
toma por representantes de Cristo
y de su Iglesia, aunque desde una
perspectiva teológica deberían
El manejo de la propia
percibirse como tales. Cuanto más
ajena es una persona a la Iglesia, sexualidad
más convencida está de que ésta
constituye una unidad monolítica El manejo de la propia sexualidad
y uniforme. De ahí que cada delito es un reto permanente para todo
de abuso sexual cometido por un ser humano. Muchos de los sacer-
clérigo afecte a todos los sacerdo- dotes que aceptan vivir en celibato
tes y a la Iglesia en su conjunto. toman esta decisión sin una guía
humana y espiritual adecuada.
Habría que contar con un proce-
Los sacerdotes: su condición, dimiento de capacitación serio,
su formación
2
  De los informes estadísticos, los dos
Si buscamos respuestas que ex- John-Jay-Reports (EE.UU.) y las cifras he-
pliquen la incidencia de abusos chas públicas por la Royal Commission
australiana, cabe deducir que los porcen-
sexuales entre el clero católico, no tajes de abusos cometidos por clérigos
podemos limitarnos a hablar del de diversas confesiones o comunidades
ministerio sacerdotal, de su fun- cristianas son similares a los relativos a
ción mediadora o de su poder espi- clérigos musulmanes y rabinos.

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basado en un sistema de unidades se habla de mecanismos represivo-


pedagógicas modulares que per- defensivos y de negación de im-
mitan incidir en cada uno de los pulsos vitales fundamentales para
pasos, y proporcionar un acompa- la vida. Desde un punto de vista
ñamiento espiritual y profesional espiritual podríamos calificarlo de
eficaz tras la ordenación sacerdo- akedia e inertia: negligencia e indo-
tal. Tal y como están las cosas, los lencia. De ahí que aventuremos la
sacerdotes no aprenden a mane- hipótesis de que los encargados
jar sus habilidades emocionales, de la formación son responsables
sexuales y relacionales de forma directos –e indirectamente– de la
sana e integradora. Pese a la adop- falta de seriedad con la que se tra-
ción de medidas unívocas de gran tan las experiencias espirituales y
importancia para la formación de los procesos humanos y de que no
los sacerdotes (resaltadas de nue- se adopten decisiones que están a
vo en la Ratio Fundamentalis hecha nuestro alcance.
pública por la Congregación para
el Clero el 8 de diciembre de 2016), El problema de estos procesos re-
en la mayoría de los programas de presivos es que se corre el riesgo
estudio para el clero regular y se- de «actuar» aquello que uno ha re-
cular el tipo de formación que per- chazado o demonizado (en nues-
mite alcanzar la madurez humana tro caso el deseo sexual y muchas
desempeña un papel secundario. otras necesidades no reconocidas).
Teniendo en cuenta que la mayor En algunos casos se ignora o reba-
parte de las crisis de fe ocurren te todo lo relacionado con el tema
porque uno se enamora y descubre que pudiera provocar una con-
(a decir de los afectados a menudo frontación; en otros se acaba vi-
por primera vez) que desea una viendo la conducta reprimida sin
relación de pareja y tener familia, control, a veces donde menos re-
sorprende que los responsables de sistencia cabe esperar: entre niños
formación no apliquen su energía o adolescentes. Conviene señalar
y su tiempo donde más falta pare- aquí la existencia de al menos dos
ce hacer 3. En psicología profunda ámbitos de estudio relacionados
en los que no podemos entrar: las
3
  Cf. para la investigación de casos de
exigencias concretas que afectan a
abuso, Seelsorgestudie [Estudio sobre la los seminaristas y sacerdotes ho-
cura de almas] encargado por la Deuts- mosexuales y la digitalización de
che Bank en Alemania, así como los los medios de comunicación que
primeros datos de una serie de estudios
internacionales realizados en el Centro
ha dado lugar a las páginas de
de Protección de Menores de la Pontificia contactos y al uso de pornografía
Universidad Gregoriana. en Internet.

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El ministerio del sacerdote denunciar los abusos. La clave de


en la Iglesia católica la respuesta está en el problema de
conciencia y el dilema insuperable
La imagen del sacerdocio y su fun- que plantean el espanto de haber
ción en el seno de la Iglesia católica sido víctima de un acto violento y
se ha visto muy perjudicada por el la pesada carga de tener que acu-
hecho de que los clérigos abusen sar a un sacerdote de un horror
de menores y se tarde demasiado tal. No hay que olvidar además,
en descubrirlo. En muchas regio- que muchas de las víctimas que
nes del mundo se sigue conside- han padecido violencia sexual a
rando a los sacerdotes enviados manos de clérigos formaban parte
intocables, cuya autoridad, poder de su círculo, en internados, como
y potestad derivan de forma más monaguillos o en la pastoral juve-
o menos directa de Dios; hasta en nil. A menudo eran seres humanos
nuestras propias latitudes existen especialmente diligentes y confia-
grupos que así lo creen. Esta ima- dos: una confianza que se quebró
gen del clérigo, basada en el ele- cuando abusaron de ella.
mento cultual-sacramental, puede
llevar a los creyentes a idealizarlo Quien haya aprendido en su in-
hasta convertirlo en un ser intoca- fancia, su juventud, o durante su
ble y reverenciado, lo que dificul- formación como seminarista que
ta o inhibe cualquier crítica, entre los sacerdotes son intocables, pue-
otras cosas porque los fieles no de convencerse fácilmente de que
pueden imaginar que el cura sea no tiene por qué rendir cuentas a
capaz de mal alguno. nadie, de que quien está investido
de potestad sacramental puede
Lo anterior explica en parte algo tomar lo que quiera. Esta actitud
que hoy resulta incomprensible explica, en parte, porqué los sacer-
desde fuera de la Iglesia. Las vícti- dotes que han abusado de niños y
mas suelen afirmar que eran ellos, adolescentes niegan rotundamen-
y no el sacerdote, quienes se sen- te haberlo hecho o se describen a
tían mal y sucios tras un contacto sí mismos como víctimas o héroes
sexual. Otros afectados conside- («él me ha seducido»/«a la chica
raban que la preferencia física y le gustaba»); quizá también sea
emocional que los curas sentían la causa de que los culpables no
por ellos los ensalzaba, convirtién- suelan expresar que entienden el
dolos en seres únicos, «elevándo- daño que han hecho.
los a las esferas del sacerdocio».
La pregunta es por qué ha habido En el caso de algunos seminaristas
tantos afectados, a lo largo de los constatamos que entienden el se-
años y las décadas, incapaces de minario y el sacerdocio como una

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profesión normal y corriente, es Aquí suele entrar en juego una


decir, tienen la idea de que pasa- interpretación unilateral del vín-
das sus «horas de oficina» pueden culo existente entre el obispo y los
actuar en «privado» de modos in- sacerdotes, así como de la respon-
compatibles con la vida sacerdotal. sabilidad del primero. No se tiene
Tal parece que persiguen los privi- en cuenta que el «amor paternal»
legios, el poder y la belleza del car- no se expresa sólo en el perdón
go sin estar dispuestos a pagar el y la compasión, sino también en
precio que exigen los Evangelios: la aplicación de un castigo justo
pobreza, castidad, obediencia, y cuando es necesario. Por lo de-
en general estar dispuestos a dar más, lo que hace a los obispos
su vida por Cristo. Esto encierra pensar en los «suyos», antes que
grandes peligros para aquellos in- en el bienestar de los débiles y los
dividuos capaces de cometer abu- necesitados, es un fuerte espíri-
sos de todo tipo en determinadas tu corporativo. Mencionemos de
circunstancias, pero también para paso el hecho de que muchos de
las comunidades, las diócesis y la los abusadores tienen una gran
Iglesia en su conjunto. habilidad para quitarse la soga
del cuello y manipular a sus su-
periores, diciéndoles lo que quie-
La mentalidad de fortaleza ren creer, prometiéndoles que
asediada nunca volverán a hacer algo así y
logrando que los traten con com-
Hay un último elemento, especí- pasión (mal entendida).
fico del cuadro católico, que favo-
rece el abuso e impide su desvela- Cuando se actúa con arreglo a esta
miento: lo que normalmente se de- «lógica interna» no se busca ayu-
nomina «mentalidad de fortaleza da competente fuera porque se
asediada». Supone que las cosas se cree poder solucionar el problema
arreglan «entre nosotros», al mar- con estrategias y recursos propios.
gen de la esfera pública, porque se De manera que los responsables se
teme por la propia reputación y encierran en su fortaleza sin darse
se olvidan tanto el sufrimiento de cuenta de que los abusos han sido
las víctimas (que hay que acallar) más frecuentes y prolongados en
como una regla básica del mundo el tiempo en lugares como Irlanda,
de los medios de comunicación: los territorios católicos de Austra-
«Antes o después todo acaba sa- lia o los Estados Unidos, donde
liendo a la luz: toma las riendas, imperan sistemas eclesiales ce-
reconoce tu error, pide perdón sin- rrados y la Iglesia lo rige todo, del
ceramente y te creerán». nacimiento a la muerte.

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Lo mismo cabe decir de esas con- de la penitencia (violación del se-


gregaciones y nuevas comunida- creto de confesión y la absolución
des religiosas, surgidas poco an- de un cómplice en caso de viola-
tes o poco después del Concilio ción del sexto mandamiento).
Vaticano  II, que durante muchos
años fueron la gran esperanza de Habría que dedicar un capítulo
la Iglesia por su número relativa- aparte a la personalidad de los fun-
mente elevado de seguidores. Sin dadores de estos grupos. Algunos
embargo, en los últimos años se se habían visto excluidos de sus
han desvelado todo tipo de abusos comunidades por abusos sexua-
graves cometidos en el seno de di- les, irregularidades financieras o
versas agrupaciones de este tipo, manipulación de las conciencias,
muchas de ellas muy conservado- y se les habían impuesto diversas
ras y partidarias de una teología y penas canónicas, incluida la exco-
liturgia «tradicionales». Algunos munión. Rigieron sobre personas
de los ejemplos más conocidos, y obras durante décadas sin que
lamentablemente no todos, son nadie se atreviera a cuestionar su
los Legionarios de Cristo (funda- poder absoluto o sus exigencias
da en México); la Comunidad de de una legitimidad que se suponía
las Bienaventuranzas (fundada en religiosa. Pudieron hacer lo que
Francia); la Communità Missiona- quisieron porque no había órga-
ria di Villeregia, del norte de Italia; nos supervisores eficaces, ningún
el Sodalicio de Vida Cristiana (sobre sistema de control y contrapeso.
todo en Perú) y el círculo del sa- No todas estas personas eran o
cerdote Fernando Karadima en son sacerdotes, lo que desvela una
Santiago de Chile. No hubo abu- vez más la problemática de fondo:
sos sexuales a menores en todos cuando los círculos (eclesiales) se
los casos, pero sí a personas bajo cierran, se demonizan los debates
la custodia de los culpables como públicos y no se implementan pro-
novicios y seminaristas. Se crea- cesos de formación y desarrollo, el
ron situaciones de dependencia riesgo de abusos se eleva expo-
extrema distorsionando el voto de nencialmente.
obediencia y la práctica religiosa
estricta: cualquier tipo de crítica Las estructuras directivas y je-
suscitaba desprecio y daba lugar rarquías mal definidas, que per-
a castigos. No se respetaron re- miten que aflore un vacío y en
glas fundamentales de la tradición cierto modo constituyen el polo
religioso-espiritual (¡!), como la opuesto a la mentalidad de forta-
distinción entre el foro interno y el leza asediada, fomentan asimismo
foro externo; por no hablar de los las condiciones propicias para la
casos de mal uso del sacramento comisión de abusos. Lo señala el

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denominado Deetman-Report, en el decisivas: ¿Estamos dispuestos a


que se describen los casos de abu- reconsiderar nuestra forma de ser
sos habidos en el seno de la Iglesia Iglesia? Mientras nos resistamos
católica en los Países Bajos. Resulta a hacerlo, mientras ocultemos las
sorprendente la cantidad de cues- injusticias y el dolor, mientras si-
tiones que quedan sin resolver gamos pensando que en cuanto
en los escandalosos procesos por pase el escándalo podremos vol-
abuso sexual. La responsabilidad ver a dedicarnos a nuestra «autén-
de obispos y provinciales por la tica» labor pastoral, no haremos
actuación de los sacerdotes es un más que pensar en nosotros mis-
ejemplo entre muchos, que plantea mos y bloquearemos toda nuestra
la posibilidad de acusarlos de ne- energía apostólica y nuestra creati-
gligencia en el desempeño de sus vidad. El retiro del papa Benedic-
funciones como superiores. En el to XVI, que actuó contra abusado-
ámbito anglosajón se debate hace res muy prominentes, constituye
años sobre este particular bajo la un ejemplo de cómo ha de usar-
rúbrica «bishop accountability». se el poder (eclesiástico). El papa
Francisco predica una vuelta a la
Si no hay una jurisdicción clara sencillez y a la inmediatez de los
no merece la pena luchar ni por la evangelios, y no se cansa de afear
fortaleza ni por el campo abierto, esas lacras en las que se han con-
porque todos pueden lavarse las vertido el clericalismo, el «carre-
manos. Cuando están en juego vi- rismo eclesiástico» y el sacerdocio
das humanas se precisa autoridad como forma cómoda de vida. Hoy
y dirección, pero hay que someter en día surgen muchas preguntas
al poder a controles externos y de- en torno a las causas religiosas de
sarrollar una mentalidad interna los abusos y los efectos del trauma
que tienda a interpretar el minis- espiritual que sufren las víctimas.
terio o el cargo con arreglo a las ¿Podemos recurrir a los evangelios
palabras de Jesús: «El que quiera para definir las jerarquías recto-
llegar a ser grande entre vosotros ras y el desempeño de funciones?
será vuestro servidor». ¿Cómo se complementan hombres
y mujeres con sus diferentes ideas
sobre el poder y la forma correc-
Unidos: preguntas y tareas ta de ejercerlo? ¿Qué podemos
pendientes aprender de lo que denominamos
gobierno corporativo y observan-
En una sociedad que defiende la cia para establecer una correspon-
credibilidad como uno de sus va- sabilidad real y crear mecanismos
lores fundamentales, el escándalo de control verificables en el seno
de los abusos plantea preguntas de la estructura eclesial? ¿Qué

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forma parte del núcleo del sacer- la depresión, la vergüenza, la duda


docio y qué elementos del poder y la desconfianza. Es un proceso
de dirección atribuido a curas ac- difícil de sobrellevar, pero el Es-
tivos en parroquias u otros orga- píritu Santo acompaña a quien es
nismos puede o debe delegarse en capaz de aceptarlo, al amparo de
colaboradores? ¿Cómo conjugar la comunidad de fieles, gracias a
lo personal y lo comunitario para su fe en nuestro salvador Jesucris-
construir puentes entre la «fortale- to. Esta actitud, que nos da acceso
za» y el «caótico campo abierto»? a las simas del espíritu humano y
¿Cómo pueden aprender obispos del desconsuelo espiritual (como
y provinciales a ponderar las deci- diría san Ignacio), nos permite pa-
siones y adoptarlas en el momen- liar e incluso sanar a la víctima con
to oportuno? ¿Qué formación hay ayuda de la gracia. Pues hay per-
que brindar a los futuros sacerdo- sonas, que tras padecer un dolor
tes? ¿Cuánto invierten los respon- inconmensurable que las lleva al
sables de formación? borde de la desesperación y el sui-
cidio, encuentran por sí mismas el
Constatamos que los responsables camino que conduce a la fuente de
de la Iglesia, pero también muchos la esperanza y la vida tras años o
cristianos «sencillos», tienen di- décadas de depresión y dolor. Es-
ficultades para confiar en Jesús y tas personas, que han pasado por
creer en sus palabras: «La verdad un auténtico infierno, pueden dar
os hará libres» (Juan 8,51). No es testimonio fidedigno de la fuerza
fácil enfrentarse a la verdad desnu- salvífica de Jesucristo. Muchos
da y sin maquillar. Hace falta valor de los que han dado la cara, tem-
y voluntad de entender la realidad blando ante la posibilidad de re-
por incómoda y dolorosa que sea. caer en el trauma, afirmaban más
Es precisamente en tiempos difíci- tarde haber descubierto un nue-
les cuando el cristiano, consciente vo sentido en la pasión, muerte y
del fracaso personal e institucio- resurrección de Jesús. Mientras la
nal que vive, debería confiar más Iglesia siga haciendo oídos sordos
en Dios que en sí mismo. Quien a la voz y el testimonio de todas
abra los ojos, el entendimiento y el las víctimas (hayan superado su
corazón comprenderá la situación trauma o no), herirá a quienes ya
humana y espiritual en la que se han padecido mucho a manos de
encuentran él mismo y los demás. representantes de la Iglesia, impe-
Abrirá las puertas a la gracia del dirá la auto-purificación que su-
arrepentimiento y el perdón, pro- pone el reconocimiento de la pro-
metido a quienes reconocen sus pia culpa y excluirá a quienes han
errores y su culpa de corazón, aun- compartido el destino de Jesús de
que hacerlo implique exponerse a una forma especial.

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¿Por qué ha colocado Dios a su enredos del mal. Nadie puede


Iglesia en esta situación? ¿Qué vencer al mal del todo, ni siquiera
nos quiere enseñar el Señor de cuando se manifiesta en abusos
la Historia por medio de los es- sexuales a menores, y pensar otra
cándalos y las crisis de nuestros cosa sería un error de cálculo fa-
tiempos? ¿Qué mensaje quiere tal. Pero sí podemos esforzarnos
transmitir a los cristianos? Pro- por minimizar el riesgo de estas
bablemente que debemos enfren- agresiones. Después de todo, una
tarnos a la realidad, que tenemos madre amorosa nunca dejaría en
que ser conscientes del inexpresa- la estacada a su hijo o hija: haría
ble sufrimiento de las víctimas y todo lo necesario para proteger-
de que estamos atrapados en los los del mal 4. n

4
  Sobre la condiciones y posibilida-
des de realizar tareas preventivas, cf.
S. Witte – B. Böhm et al., “E-Learning
Curriculum Prävention von sexuellem
Kindesmissbrauch für pastorale Beru-
fe. Forschungsergebnisse”, en Ner-
venheilkunde 34 (2015), 547–554; K. A.
Fuchs – H. Zollner, “Prävention in der
katholischen Kirche: Drei Beispiele aus
der Praxis katholischer Institutionen”,
J. Fegert – M. Wolff (eds.), Sexueller
Missbrauch in Institutionen: Entstehungs-
bedingungen, Prävention und Intervention.
Weinheim – Basilea, 2015.

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Luis gOnzÁLez-CarvaJaL
Luces y sombras
de la cultura actual
Una guía moral
para moverse
por la modernidad tardía

232 págs.
P.v.P.: 14,95 €
una visión global, clara y amena de la realidad actual desde la perspecti-
va cristiana. el autor desgrana los rasgos característicos de la cultura ac-
tual y descubre sus luces y sombras: la mentalidad científico-técnica, la
secularización, las ansias de emancipación, del individualismo, la tole-
rancia, la mentalidad capitalista-burguesa, la fe en el progreso, la erótica
del cambio y la posmodernidad. Y si existen estudios específicos de cada
una de las temáticas abordadas por gonzález-Carvajal, el autor ofrece esta
visión de conjunto para orientarse en el mundo de hoy.

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