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38 ANÁLISIS FINANCIERO

Luis Ferruz Agudo *, Isabel Marco Sanjuán** y Fernando


Muñoz Sánchez***
Basilea II: Nuevo acuerdo
de capital

1. INTRODUCCIÓN 2. ¿QUÉ ES EL COMITÉ DE SUPERVISIÓN BANCARIA


DE BASILEA?
Las consecuencias negativas sobre la sociedad que podrían
generarse a raíz de la entrada en crisis del sector bancario, El Comité de Basilea fue creado por los Gobernadores de los
justifican el establecimiento de un marco regulatorio que Bancos Centrales de los países del Grupo de los Diez en
siente las bases para un correcto funcionamiento de un sec-
1974. Actualmente está compuesto por representantes de los
tor tan relevante de nuestra economía.
Bancos Centrales de Bélgica, Canadá, Francia, Alemania,
Aspectos claves para el buen funcionamiento del sector ban- Italia, Japón, Luxemburgo, Países Bajos, España, Suecia,
cario y para evitar la aparición de crisis son por un lado, el Suiza, Reino Unido y Estados Unidos. El Banco de España
nivel de recursos propios que se les exige mantener a las es miembro de pleno derecho desde el año 2001. A sus reu-
entidades de crédito, y por otro lado, el control que las enti- niones plenarias, que se celebran cuatro veces al año, asisten
dades deben llevar de los riesgos en los que incurren en el también representantes de la autoridad nacional supervisora
desarrollo de su actividad. Tal y como indica Gil (2003) “un cuando esta función no recae en el Banco Central respectivo.
nivel adecuado de capital puede contribuir a corregir par- El Comité no tiene formalmente autoridad supervisora en el
cialmente la asunción de riesgos excesivos por parte de las ámbito supranacional, por lo que sus conclusiones no tienen
entidades; asegurar un colchón para hacer frente a shocks fuerza legal. No obstante, se trata de recomendaciones y
negativos en sus resultados; facilitar la obtención de fondos directrices que, aún no siendo jurídicamente vinculantes, las
para hacer frente a shocks de liquidez y, finalmente, hacer
autoridades de supervisión llevan a la práctica en su ámbito
frente a pérdidas inesperadas”.
nacional, creando así una convergencia internacional sin
Dada la trascendencia de la aplicación del nuevo acuerdo de necesidad de armonizaciones detalladas.
capital Basilea II, objeto de estudio de nuestro trabajo, el
propio Banco de España ha decidido designar a ocho entida- 3. BASILEA I
des financieras, con un perfil de riesgo muy dispar, para
ensayar las posibles dificultades que tendrá el sector al apli- En este apartado se realiza una breve descripción del
car las nuevas exigencias de capital contenidas en el acuer- Acuerdo de Basilea I y se exponen las causas de por qué se
do. Se trata de Santander, BBVA, La Caixa, Caja Madrid, hace necesario un nuevo acuerdo. El Acuerdo de Basilea I
Pastor, Caja Segovia, Caixa Terrassa y Caja Rural de Toledo. fue aprobado en 1988 por el Comité de Supervisión

* Catedrático de Finanzas. Universidad de Zaragoza (Departamento de Contabilidad y Finanzas).


** Profesora Titular de Finanzas. Universidad de Zaragoza (Departamento de Contabilidad y Finanzas).
*** Becario de investigación GGA. Universidad de Zaragoza (Departamento de Contabilidad y Finanzas).
BASILEA II: NUEVO ACUERDO DE CAPITAL 39

Bancaria de Basilea. Dos fueron los objetivos que principal- to entre capital regulatorio y capital económico y una
mente motivaron la adopción de este acuerdo, por un lado mayor ineficiencia de la regulación. La ponderación que
dotar de una mayor estabilidad y solvencia al sistema banca- se atribuye a cada elemento del activo del balance, según
rio y por otro lado romper con una de las mayores fuentes de la clase de activo en la que ha sido clasificada, se hace
desventaja competitiva con que contaban los bancos que excesivamente genérica porque no atiende a sus caracte-
operaban a nivel internacional. Basilea I introducía unas exi- rísticas más específicas de riesgo, lo que no incentiva una
gencias mínimas de capital del 8% en función de los riesgos correcta gestión del riesgo sino prácticas de arbitraje y
asumidos por la entidad de crédito. Se establecía una ponde- asignación de riesgos con la finalidad de reducir las exi-
ración de dichos riesgos en función de cual era el origen ins- gencias de capital. Más concretamente: los créditos a
titucional del acreditado, por ejemplo, tenían una mayor compañías de baja calidad consumen, con Basilea I, el
ponderación y por lo tanto suponía un mayor riesgo asumi- mismo capital que los créditos a una compañía calificada
do por parte de la entidad, un crédito concedido a empresas con una triple A, cuando ni sus posibilidades de impago
no financieras que un crédito concedido a una entidad finan- son las mismas ni están dispuestas a pagar lo mismo por
ciera. No obstante esta ponderación de los riesgos era exce- sus créditos. La tentación a sustituir unos acreditados por
sivamente genérica, lo cual, si bien en principio fue una ven- otros es clara”.
taja puesto que supuso una gran simplicidad y la extensión
del acuerdo a una gran cantidad de países, posteriormente se Además Basilea I únicamente consideraba el riesgo de cré-
convertiría en un problema.
dito, sin tener en cuenta otros riesgos en los que las entida-
des de crédito incurren en el desarrollo de su actividad, cómo
Gil (2003) señala al respecto que las principales aporta-
por ejemplo el riesgo operativo. En 1996 se modificó el
ciones del acuerdo de 1988 han sido las siguientes: “su
acuerdo para dar cabida al riesgo de mercado.
simplicidad y que ha contribuido de forma notable a la
armonización de la regulación bancaria entre los países,
4. BASILEA II
ha mejorado la igualdad competitiva y, sobre todo, ha
reforzado la estabilidad del sistema financiero internacio-
4.1. Objetivos de Basilea II
nal, a través de un aumento en los ratios de capital man-
tenidos por las entidades”.
Como consecuencia de los déficits citados se hacía necesa-
El Acuerdo de Basilea I ha tenido un gran éxito ya que ha rio un nuevo marco regulatorio que permitiera a las entida-
sido adoptado por una gran cantidad de países, más allá des de crédito una adecuada gestión y control de los riesgos
de los que conforman el Comité de Supervisión Bancaria asumidos. En este contexto el Comité de Supervisión
de Basilea. Tal y como comentan Iglesias-Sarria y Vargas Bancaria de Basilea comenzó a elaborar en 1999 el acuerdo
(2004) “Dicho marco, que se extendió mucho más allá del de Basilea II. Tres son los objetivos que, añadidos a los que
G-10, ha resultado de extrema utilidad para asegurar unos motivaron Basilea I, inspiran el nuevo acuerdo. En primer
niveles de capital mínimos en las entidades bancarias a lugar con este nuevo texto se busca dotar de una mayor sen-
nivel internacional y facilitar la comparación entre las sibilidad al riesgo a las exigencias de capital requeridas a las
mismas, y sigue siendo una referencia para determinados entidades de crédito, en segundo lugar y como consecuencia
países y entidades”. del incremento en la complejidad del negocio bancario, se
persigue disponer de diferentes metodologías y sistemas de
Sin embargo, y a pesar de estas ventajas, la rápida evolu- medición para determinar el capital regulatorio por riesgo de
ción que se ha producido en el sector bancario como con- crédito y por riesgo operativo que mejor se adecuen a la
secuencia del desarrollo tecnológico y la aparición de situación de cada entidad de crédito en concreto y, finalmen-
multitud de productos financieros cada vez más comple- te, en tercer lugar, se trata de fomentar las mejores prácticas
jos, ha hecho que Basilea I se quede obsoleto de cara a la de los bancos en cuanto a las técnicas que desarrollen para
adecuada gestión y control de los riesgos asumidos por gestionar los riesgos que asumen mediante unas menores
parte de las entidades bancarias. exigencias de capital.

Tal y como señala Salinas (2003) “la mayor sofisticación En este nuevo acuerdo se asume que para lograr una ade-
del negocio bancario ha supuesto un creciente alejamien- cuada gestión de los riesgos y para mantener unos recur-
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sos propios suficientes en función de los riesgos asumidos exigido, pero se modifica la ponderación de los activos,
por una entidad bancaria, no basta con establecer unas que ya no es tan genérica como en el acuerdo de 1988, y
exigencias mínimas de capital que deban cumplir las enti- se tienen en cuenta las calificaciones de empresas de
dades, sino que es necesario el desarrollo de herramientas rating así como modelos internos elaborados en el propio
y metodologías de gestión de riesgos por parte de cada banco.
entidad, así como la supervisión y control de dichas herra-
mientas.
Determinación del Ratio de Capital Mínimo
4.2. Los tres Pilares de Basilea II

Para conseguir los objetivos planteados el acuerdo de Basilea


II se estructura en torno a tres pilares básicos. El primero
hace referencia a las exigencias de capital, concretamente a
la determinación del ratio mínimo de capital, el segundo pilar
recoge los aspectos clave del proceso de supervisión de la
adecuación del capital que mantienen las entidades y el ter-
cer pilar promueve una mayor disciplina de mercado median-
te un incremento en la transparencia informativa de las enti-
dades bancarias.

Tabla 2
Comparación entre Basilea I y Basilea II
Fuente: Marasca et al. (2003, pág. 4)
BASILEA I BASILEA II
Permanece igual Ratio Mínimo de Capital: 8% Ratio Mínimo de Capital: 8%
Riesgo de Mercado Riesgo de Mercado Finalmente, como elementos novedosos, se incorpora al deno-
Se modifica En el ratio de Capital Mínimo, En el denominador del ratio de minador del ratio mínimo de capital el riesgo operativo, no
los activos se ponderan con Capital Mínimo tenemos: tenido en cuenta en el anterior acuerdo, y se añaden los pila-
respecto a grandes categorías Mayor desagregación en la
res 2 y 3, supervisión bancaria y disciplina de mercado res-
de riesgo de Crédito • ponderación, calificación
de entidades de rating pectivamente. A continuación se explica con mayor profundi-
• Modelos internos de los dad cada uno de los tres pilares que conforman Basilea II.
bancos
Se introduce Riesgo Operativo Pilar 1: Requerimientos Mínimos de Capital
nuevo Pilar 2: Supervisión Bancaria
Pilar 3: Disciplina de Mercado Cómo se muestra en la tabla 1, en el ratio de capital mínimo
permanecen constantes tanto el numerador, como el 8%
Tabla 1 mínimo a mantener. Sin embargo en el denominador si que se
introducen modificaciones importantes. Se consideran tres
Fuente: Elaboración Propia en base a Marasca et al. (2003) clases de riesgos en los que puede incurrir una entidad ban-
caria: el riesgo de crédito, el riesgo de mercado y el riesgo
operativo. El riesgo de mercado y el riesgo de crédito ya se
En la tabla 1 podemos observar los elementos que han per-
tenían en cuenta en el acuerdo de 1988. En Basilea II se intro-
manecido sin modificarse, los que han cambiado y los que
ducen modificaciones en el riesgo de crédito, se sigue man-
se han introducido como novedad en el nuevo Acuerdo de teniendo igual el riesgo de mercado, pero además se incor-
Basilea II con respecto al anterior Acuerdo de 1988. pora el riesgo operativo.
Podemos observar que las exigencias de mantener como
capital mínimo un 8% de sus activos ponderados por el Riesgo de Crédito:
riesgo, así como el tratamiento del riesgo de mercado que
asumen las entidades bancarias, incorporado al acuerdo de Con Basilea II, las entidades bancarias pueden elegir entre
Basilea I mediante una modificación producida en 1996, dos alternativas diferentes para la evaluación del riesgo de
se mantienen inalterados. En el ratio de capital mínimo crédito. En primer lugar nos encontramos con el método
(ver Tabla 2) se mantiene el numerador y el 8% mínimo estándar que se basa en el método aplicable bajo Basilea I
BASILEA II: NUEVO ACUERDO DE CAPITAL 41

para la evaluación del riesgo de crédito, mejorando el siste- entidad bancaria. En el enfoque básico la propia entidad
ma de ponderaciones de los activos mediante las agencias de determina sólo la probabilidad de impago, mientras que en el
calificación de rating autorizadas por el organismo supervi- enfoque avanzado, es la entidad la que determina todos los
sor, (ver Tabla 2), haciéndolo menos genérico. Recordemos factores de riesgo.
que ese se convirtió en uno de los principales problemas del
anterior acuerdo. Así, con Basilea II se amplían las categorí- Riesgo de Mercado:
as de exposiciones a riesgo de crédito y se establecen pon-
deraciones fijas entre los diferentes activos, relacionadas con En el acuerdo de Basilea II se define el riesgo de mercado
el nivel de riesgo que agencias de calificación, externas e como la posibilidad de sufrir pérdidas en posiciones fuera y
independientes, asignan a dichos activos. dentro de balance a raíz de oscilaciones en los precios de
mercado. Los riesgos sujetos a este requerimiento de capital
son los siguientes:
Ponderación activos según agencias de rating
• riesgos inherentes a las acciones y a instrumentos relacio-
nados con los tipos de interés en la cartera de negocia-
ción;

• riesgo de divisas y riesgo de productos básicos en todo el


banco.

Las exigencias de capital por el riesgo de mercado en el que


incurre una entidad bancaria, no sufren modificaciones con
respecto a Basilea I. Se permiten dos metodologías para la
evaluación y determinación de este tipo de riesgo. En primer
lugar, aplicando el método estandar, las exigencias de capi-
Tabla 3 tal por este riesgo se determinan de forma individual para
cada uno de los elementos que intervienen en el riesgo de
(*) Se otorga una ponderación por riesgo correspondiente a una categoría mercado. En segundo lugar, están los modelos de valoración
menos favorable que la asignada a los soberanos internos, modelos de medición desarrollados por cada enti-
(**) Créditos a personas o pymes < a un millón de euros. Riesgo frente a dad que tratan conjuntamente todos los elementos que inter-
una contraparte < 0.2% del total de la cartera minorista.
Fuente: Cosulich et al. (2004, pág. 11) vienen en el riesgo de mercado. Es necesaria la autorización
del organismo supervisor correspondiente, para la aplicación
En segundo lugar nos encontramos con los métodos basados de estos modelos.
en calificaciones internas IRB (Internals Ratings-Based),
que tienen un doble enfoque: enfoque básico y enfoque Riesgo Operativo:
avanzado. En este caso son los propios bancos los que deter-
minan la medición de los principales factores de riesgo, Finalmente el riesgo operativo es una novedad de Basilea II,
mediante la aplicación de los métodos que ellos mismos han puesto que en Basilea I no se tenía en cuenta. El riesgo ope-
desarrollado. Los factores de riesgo considerados son los rativo se define como la pérdida que pudiera producirse
siguientes: probabilidad de impago, pérdida en caso de como consecuencia de fallos en los procesos internos, perso-
impago o severidad, exposición en el momento de impago y nal o sistemas o como resultado de acontecimientos exter-
vencimiento. Los procedimientos que desarrolla cada enti- nos. Incluye el riesgo legal, pero no el estratégico o el de
dad para la medición de sus factores de riesgo deben ser reputación. Basilea II propone tres alternativas para el trata-
aprobados por el organismo supervisor. miento de este riesgo. En primer lugar se encuentra el méto-
do del indicador básico que consiste en aplicar un porcenta-
No todos los elementos necesarios para el cálculo de los je fijo sobre los ingresos brutos promedio de los últimos tres
recursos propios son desarrollados por el propio banco, ya años.
que las fórmulas que relacionan los factores de riesgo con el
nivel de capital las ofrecen los supervisores. En segundo lugar, el método estándar divide la actividad del
banco en ocho líneas de negocios y se aplica un coeficiente
Los enfoques básico y avanzado se diferencian en la canti- a cada una de esas líneas para determinar los requerimien-
dad de factores de riesgo que vienen determinados desde la tos de capital de cada una. Estos métodos, menos sofistica-
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dos que los métodos avanzados de medición interna AMA tud a fin de evitar que el capital descienda por debajo de los
(Advanced Measurement Approaches), son recomendables niveles mínimos que exigen las características de riesgo del
para las entidades bancarias con menores riesgos de este banco. Asimismo, deberán demandar la inmediata adopción
tipo. Los métodos de medición avanzada interna AMA con- de medidas correctoras si el capital no se mantiene en el nivel
sisten en la determinación del capital mínimo requerido por requerido o no se recupera ese nivel.
riesgo operativo, mediante la aplicación de metodologías
desarrolladas internamente por cada entidad, y que tienen en En cuanto a las cuestiones específicas a considerar en el pro-
cuenta tanto elementos cuantitativos como elementos cuali- ceso de examen supervisor, nos encontramos con algunos
tativos. Estos métodos desarrollados internamente deben ser riesgos básicos que no están tratados de forma directa en el
autorizados por el organismo supervisor para su aplicación. primer pilar, y con evaluaciones que el organismo supervisor
debe llevar a cabo para garantizar que determinados aspectos
Pilar 2: Proceso de Examen Supervisor del Pilar 2 funcionen correctamente.

Un nivel de recursos propios adecuado a los riesgos a los que Pilar 3: Disciplina de Mercado
está expuesta una entidad bancaria implica algo más que
cumplir con el ratio mínimo de capital. Hay que tener en A los Pilares anteriores, requerimientos mínimos de capital y
cuenta que nos encontramos en un mundo dinámico donde proceso de examen supervisor, se une este tercer pilar que
las tecnologías avanzan cada día más rápido y la innovación establece los requerimientos de información por parte de las
financiera crea productos cada vez más complejos. Así como entidades que apliquen Basilea II. De este modo se fomenta
Basilea I se quedó obsoleto para una adecuada medición y la disciplina de mercado y permite a los distintos partícipes
gestión del riesgo por parte de las entidades bancarias, lo del mercado, a partir de la información suministrada por la
mismo podría ocurrir con Basilea II, si este acuerdo se limi- entidad bancaria, determinar su perfil de riesgo, y concluir si
tase a modificar el ratio de capital mínimo (Pilar 1). su nivel de capital se adecua a su nivel de exposición a los
diferentes riesgos.
Por ello es necesario que el organismo supervisor cuente con
un papel destacado, de tal manera que oriente y evalúe la ido- Dichos requisitos de información son complementarios de
neidad de los métodos desarrollados por los bancos en la ges- los estados financieros que sean requeridos por las diferentes
tión de sus riesgos, e intervenga cuando así lo estime necesa- normativas contables, ya que en Basilea II se considera que
rio. Hay tres importantes aspectos a ser tratados dentro de la aplicación de este tercer pilar no debe entrar en conflicto
este segundo pilar: los riesgos que se consideran en el primer con los requerimientos de las normas contables cuyo ámbito
pilar pero que no se cubren por completo, aquellos factores de aplicación es más amplio. La periodicidad de divulgación
que no tiene en cuenta el pilar 1, y los elementos externos al depende de la naturaleza de la información.
banco como por ejemplo los efectos del ciclo económico.
5. CONCLUSIONES
De este modo, el Pilar 2 se ha estructurado en torno a cuatro
principios básicos y otras cuestiones específicas. El Principio El importante desafío regulatorio que han de afrontar las enti-
1 plantea que los bancos deben contar con un proceso para dades de crédito para adaptarse a las exigencias recogidas en
evaluar la suficiencia de su capital total en función de su per- el nuevo acuerdo de capital de Basilea II que entrará en vigor
fil de riesgo y con una estrategia para mantener sus niveles de en 2008, nos ha llevado a la realización de este estudio. Tras
capital. El Principio 2 recoge que los supervisores deben exa- la descripción del nuevo marco establecido por Basilea II,
minar las estrategias y evaluaciones internas de los bancos estructurado en torno a tres pilares, podríamos resaltar las
relacionadas con la suficiencia de capital, así como la capa- siguientes ideas fundamentales:
cidad de éstos para vigilar y garantizar el cumplimiento de
los coeficientes de capital regulador. Las autoridades super- El Pilar 1 hace referencia a los requerimientos mínimos de
visoras deberán intervenir cuando no queden satisfechas con capital y, en él, el ratio de capital mínimo se determina en
el resultado de este proceso. base a tres tipos de riesgo: el riesgo de crédito, el riesgo de
mercado y el riesgo operativo.
El Principio 3 dice que los supervisores esperarán que los
bancos operen por encima de los coeficientes mínimos de El Pilar 2 recoge el proceso de examen supervisor, que se
capital regulador y serán capaces de exigirles que mantengan estructura en torno a cuatro principios básicos. En este segun-
capital por encima de este mínimo. Y el Principio 4 argu- do pilar, el organismo supervisor cuenta con un papel desta-
menta que los supervisores tratarán de intervenir con pronti- cado, de tal manera que orienta y evalúa la idoneidad de los
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métodos desarrollados por los bancos en la gestión de sus REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS


riesgos, e interviene cuando así lo estima necesario.
Comité de Supervisión Bancaria de Basilea (2006): “Convergencia
Finalmente, el Pilar 3, disciplina de mercado, establece los internacional de medidas y normas de capital”. BIS (Bank for
requerimientos de información por parte de las entidades que Internacional Settlements) http://www.bis.org/.
aplican Basilea II. Con este Pilar los diferentes agentes que
participan en el mercado pueden conocer cual es el perfil de Cosulich T., Irusta O., Villegas M., (2004), “Requerimientos de
riesgo de una entidad, y si su nivel de recursos propios se capital por riesgo crediticio bajo el acuerdo de Basilea II:
Implicaciones para el sistema bancario Boliviano”, Gerencia
adecua a su nivel de exposición a riesgos. El gráfico 1 mues-
de Entidades Financieras, Subgerencia de Análisis, Banco
tra un esquema visualizador de los principales elementos de Central de Bolivia.
Basilea II.
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perspectivas del Acuerdo de Basilea II”, Banco de España.
Esquema de Basilea II
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mentación”. Revista de Estabilidad Financiera, nº 7, 11-57.

Marasca R., Figueroa M., Stefanelli D. e Indri A. M., (2003),


“Basilea II: Hacia un nuevo esquema de medición de riesgos”.
Superintendencia de Entidades Financieras y Cambiarias,
Gerencia de Análisis del Sistema.

Salinas V., (2003), “La solvencia de las entidades bancarias: el


nuevo acuerdo de Capital, Basilea 2”. Revista Valenciana de
Economía y Hacienda, nº 9, 238-255.

Gráfico 1
Fuente: elaboración propia

Agradecimientos: "Los autores desean expresar sus agradeci-


mientos al Ministerio de Educación y Ciencia por la concesión
del Proyecto SEJ2006-04208, a la Universidad de Zaragoza la
concesión del proyecto UZ2008-SOC-12 y a la Fundación
FUNDEAR por el Contrato de Investigación 2008-0183".

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