El relativismo

Nicole Aranda
13/04/19

“Ninguna forma de lo verdadero y lo falso, correcto e incorrecto, bueno y malo o bello y

feo puede invalidar a cualquier otra norma. Ninguna norma es válida para todo el
mundo.”- John Piper-.

El pensamiento es una capacidad que fue concebida a los seres humanos para conocer la
gloria de Cristo y para llegar a su palabra por medio de la fe, es útil para saber lo que Dios
ha revelado sobre sí mismo, sobre este mundo y sobre cómo debemos vivir en el.

Pero aun así, sabemos que muchas personas no utilizan la mente de la manera en la que le
agradaría a Dios, algunos dicen que “no hay realidad objetiva y cognoscible fuera de
nosotros mismos” o que el pensamiento que nos fue otorgado por Dios no nos lleva a él si
no que “únicamente da lugar a expresiones de preferencias y perspectivas personales o
comunitarias”.

Viendo esto podríamos decir que a esta forma de pensar se le llama relativismo: “actuar de
acuerdo al mundo tal como usted lo ve”, es decir, no tener una verdad absoluta en torno al
mundo y a su entorno, sino que cada persona sea libre de decidir su verdad y de elegir lo
que para ellos es el bien y el mal.

Esta forma de pensar es algo que se ha arraigado muy fuertemente en la sociedad desde
hace bastante tiempo, y sus semillas han ido creciendo considerablemente. Un ejemplo muy
claro de la antigüedad con la que se inicio este estilo de entendimiento nos lo presenta John
Piper en “Mateo 21:23-27” al postular su inconformidad al observar cómo es que funciona
la mente depravada y como es que las personas la saben utilizar para su beneficio propio.

En esta cita podemos percatarnos sobre como los ancianos y sacerdotes mienten a Jesús al
no revelarles lo que saben de la autoridad de Juan, ya que temen a ser humillados o a ser
lastimados por la multitud, por ende, ellos mismos deciden crean su propia verdad, la
verdad que les conviene y que los aleja de la desgracia, es así como “el lenguaje hace el
trabajo difícil de encubrir la corrupción.”

Idearon un razonamiento cuidadoso para ocultar la verdad, actuaron conforme a la

relevancia que sostienen de su conducta, creyendo así que son amos de si mismos y que
por consiguiente, son libres de pensar y actuar como les plazca.

El relativismo entra mucho en juego aquí ya que se aplica un concepto básico. Según John
Piper el relativismo “es el deseo profundo y pecaminoso de no ser gobernado por Dios ni
por cualquier norma que afirme la autoridad de Dios”, ya que se afirma que no existe una
norma universal para juzgar la conducta del individuo y por lo tanto se niega la existencia
de Dios.

Este es un fundamento primordial que hay que tener en cuenta, ya que es la base de lo que
en realidad significa el relativismo.

Hay una oración que en verdad me llamo mucho la atención, ya que define la realidad del
por qué las personas abrazan al relativismo. Esta dice así:

“Proporciona la cobertura que necesitan en los momentos clave de su vida para hacer lo
que quieran sin la intrusión de los absolutos.”

Tal y como lo habíamos visto anteriormente en el ejemplo de los ancianos y sacerdotes; a

los relativistas no les importa en nada hallar la verdad, les importa su pellejo. Dicho de otra
manera, solo buscan el bien para sí mismos, lo que consideran que les pertenece, alejándose
de toda verdad y certeza con la que expresan sus ideas.

El relativismo es un poco confuso en su manera de ver las cosas, y considero que no tiene
lógica en algunas de las normas por las que rigen su pensamiento. Ellos emplean el
principio de no contradicción y la ley de causa y efecto, lo inusual de estas postulaciones es
que estas leyes no son relativas.

Causa y efecto es una ley universal a la que se adhieren ya que creen que al mencionar esta
frase, se crea una causa que tendrá efectos. Y la no contradicción asume que las
afirmaciones “Dios no existe” y “Dios existe” no pueden ser ambas verdaderas al mismo
tiempo.

Si ellos consideran que no hay una norma universalmente válida para lo verdadero, ¿Por
qué tienen leyes que consideran universales si estas van en contra de su palabra? No tiene
sentido el hecho de que deban tener premisas que contradigan sus principios para lograr
adquirir el camino hacia el relativismo.

Pon ende ellos asumen duplicidad e hipocresía, al decir que “Todo es relativo cuando
saben que su pensamiento y su discurso implican principios que no son relativos.”

La lengua es un musculo que se ha manipulado incorrectamente al pasar de los años, e

increíblemente, Dios en su palabra nos habla sobre cómo es que debemos usarla
adecuadamente. El apóstol pablo difundía una sola verdad, una verdad absoluta que todo el
mundo debería de conocer y aceptar en su corazón. De este modo, el expresa el uso que le
daba a su lenguaje conforme a la fe que disponía para Dios, y le habla a aquellos relativistas
que tratan de manchar su legado. En 2 corintios 4:2 dijo:” Rechazamos todas las acciones
vergonzosas y los métodos turbios. No tratamos de engañar a nadie ni de distorsionar la
palabra de Dios, y todos los que son sinceros lo saben bien.”

El relativismo ha llegado a tal punto de maldad que engaña a las personas con adulación,
les dicen lo que la gente quiere escuchar, les venden su verdad, la verdad que las personas
quieren oír, para que puedan salir favorecidos por ello.

Es impresionante notar la continuidad que mantiene la biblia con los acontecimientos de

todas las épocas, ya que a pesar de tanto tiempo transcurrido desde que se escribió este
maravilloso libro, el apóstol pablo, en 2 Timoteo 4:3-4 nos menciona a la perfección el
engaño tan grande al que las personas son sometidas. Dice así: “Llegara el tiempo en que
la gente no escuchara mas la solida y sana enseñanza, seguirán sus propios deseos y
buscaran maestros que les digan lo que sus oídos se mueren por oír. Rechazaran la verdad
e irán tras mitos.”

Todos estos puntos que hemos estado abordando acerca del relativismo, creo que son
suficientes para entender que la verdadera razón por la apoyan a este pensamiento es
porque son orgullosos, son arrogantes en su modo de ver el mundo y se cierran en ideas que
terminaran condenándolos a separarse del amor de la verdad, y de la misma manera,
terminara esclavizándolos en una realidad de la que no podrán salvarse. 2 tesalonicenses
2:10, “Van rumbo a la destrucción, porque se niegan a amar y a aceptar la verdad que los
salvaría.”

Deberían buscar la única verdad, la que siempre ha estado ahí con nosotros; la palabra de
Dios, en Juan 17:17 dice: “hazlos santos con tu verdad; enséñales tu palabra, la cual es
verdad.”

El relativismo, literalmente, es como una plaga, porque se ha difundido por tantos lugares
que en un futuro, podría conducir al totalitarismo, y esto es algo que me parece terrible
porque si este “movimiento” continua avanzando con la fuerza con la que lo está haciendo
podríamos acabar en manos de un dictador, seguido de muchas personas que lo apoyarían
por la presencia de orden y seguridad que este pueda aparentar. “Irónicamente, el
relativismo - el gran amante de la libertad sin restricciones - finalmente destruiría la
libertad.”

Hemos visto que el relativismo no conduce a nada bueno, lo único que atrae consigo es
volver a las personas esclavas de un engaño, de un sentimiento de desamor y rebeldía que
termina cubriendo su corazón, lo corroe y lo zambulle a la perdición. Así lo pudimos
observar con el ejemplo de los ancianos y sacerdotes; crearon una mentira, una falsedad, se
metieron en el papel de corromper el don del pensamiento para luego decirle a Jesús: “No
sabemos”, pero, ¿por qué? ¿Con que fin hicieron eso? “Pues no pueden ser dueños de la
verdad, porque son esclavos del temor a la vergüenza y al daño físico” pensaron que esa
era su salida, creyeron haber encontrado la libertad.

El pensamiento no es para esto, ya sabemos que es un don que Dios nos dio, y es útil para
conocer la verdad y ser verdaderamente libre.

Jesús murió por nosotros para librarnos de esta esclavitud, no necesitamos la palabra del
hombre. Sabemos firmemente que no debemos tener miedo cuando estamos con Dios,
porque él nos protegerá bajo su lecho y nunca nos abandonara. “por eso el evangelio nos
hace racionales, no racionalistas, sino simplemente libres para ver y decir la verdad.”
Es por esto que he escrito este ensayo, para abrirles los ojos a las personas que andan
perdidas por el mundo, y hacer conciencia en ellas para que así conozcan la gracia del señor
y la voluntad que él quiere para con nosotros, sus amados y apreciados hijos.