Anda di halaman 1dari 10

Table of Contents

Tuitea
Responder
Justifica tu respuesta

APRENDE. ENSEÑA. EMOCIONA

 SUSCRÍBETE
 BLOG
o Educación emocional
o Consejos para docentes
o Artículos de opinión
o Técnicas de Estudio
o Nuevas Tecnologías
o Resolución de conflictos
o Aprendizaje Cooperativo
 CURSOS ONLINE
o CURSO ONLINE APRENDIZAJE COOPERATIVO
o CURSO ONLINE EDUCACIÓN EMOCIONAL
o CURSO ONLINE FLIPPED CLASSSROOM
 TIENDA
 ¿QUIÉN SOY?
 ¿TRABAJAMOS JUNTOS?
 CONTACTO
Infoxicación digital. ¿Qué es? ¿Cómo
puedes combatirla?
04/05/2019 Escrito por Santiago Moll 2 Comments

Tuitea
Tuitea esto
Comparte
Compartir en Facebook
Comparte
Compartir en Linkedin
0Pinear
Pinea esto0 pineos

El término infoxicación se lo debemos a Alfons Cornella y sirve para definir el exceso


de información a la que estamos siendo sometidos en distintos soportes digitales a los
que accedemos en cualquier momento, en cualquier lugar, con cualquier dispositivo y
por cualquier motivo. Dicho término quiere incidir también en el hecho de que cada vez
el tipo de información a la que accedemos, a la que acceden vuestros hijos y mis
alumnos es menos profunda y exhaustiva.

Nunca hasta ahora habíamos dispuesto de tanta información pero, paradójicamente,


cada vez estamos realizando una peor gestión de la información que está a nuestro
alcance y, además, está repercutiendo de forma negativa en nuestros hábitos.

Para que os hagáis una idea de la magnitud de información de que disponemos, os


contaré que la Universidad de Berkeley en California realizó un estudio en el que
concluyó que la información generada entre los años mil novecientos setenta y dos mil
fue parecida a la que generaron los seres humanos durante todo el periodo de la
Prehistoria.

¿Quieres saber más sobre el término infoxicación? ¿Quieres descubrir pautas que te
ayuden a gestionar correctamente la información digital y combatir así la infoxicación
digital? Si es así, estaré encantado que me acompañes en la lectura de este artículo.

Así que, sin más demora, zarpamos…

Imagen extraída de Shutterstock


Información + intoxicación = infoxicación.
Entre los múltiples problemas que está generando la infoxicación uno de ellos se centra
en que lo relevante, es decir, lo más importante, se está sustituyendo por lo
exhaustivo, por querer saberlo todo. Y el precio de sustituir lo relevante por lo
exhaustivo es lo que podríamos llamar como ‘ansiedad por la información‘. Una
ansiedad que, al fin y al cabo, en lugar de generar información, provoca un efecto
contrario, ya que genera dispersión e impide profundizar sobre algún tema en
particular.

Existe la expresión “Information Fatigue Syndrome” (IFS) que podría traducirse como
síndrome de fatiga informativa, una expresión acuñada por el psicólogo británico David
Lewis para definir un cuadro sintomático caracterizado por la fatiga causada por el
exceso de información, que genera un cansancio físico y mental y que entre sus
múltiples manifestaciones está el dolor de estómago, pérdida de visión, problemas
relacionados con la atención y la concentración, pérdida de la capacidad de análisis,
dificultad en la toma de decisiones, ansiedad, estrés y trastornos de sueño.
«¿Sobre qué quiero estar informado?» La pregunta clave
para combatir la infoxicación.
“¿Sobre qué quiero estar informado?” Esta pregunta es clave porque marca la
diferencia entre la información y la información que deseo. Esta no es una diferencia
baladí porque el gran problema que existe actualmente con la información es que
buena parte de la que consumimos la consumimos de forma casual, es decir, cada vez
buscamos menos información porque cada vez más nos tropezamos
casualmente con ella.

Y ese tropezar continuo con información que no sé si deseo porque no me he


cuestionado lo que deseo, es lo que genera una enorme dispersión, sobre todo entre
los más jóvenes.

De ahí que la clave esté en aprender a formular cuatro preguntas que marcarán la
forma en la que vuestros hijos deberían aprender a gestionar la información que les
llega desde todos los medios a los que están permanentemente conectados.

Estas cuatro preguntas son:

1. ¿Sobre qué quiero estar informado? Se trataría de preguntar a vuestros hijos o


alumnos qué tres temas les interesan. Una vez se eligen los tres temas importantes, a
continuación, se eligen tres temas secundarios que no tienen por qué guardar relación
con los temas principales. El número tres es tan solo una cifra orientativa. En todo caso
no es recomendable que se exceda de cinco preferencias porque cuantos más temas
interesan menos se puede profundizar en ellos.

2. ¿Dónde busco la información? Internet se ha convertido en la gran puerta por la


que acceder a todo tipo de información y, motores de búsqueda como Google, Yahoo o
Bing nos lo ponen cada vez más fácil. Pero, cuidado. Estos buscadores son meros
robots que te enseñan aquello que han indexado. Por ejemplo, Google tiene indexadas
más de mil millones de páginas, pero solo representa una pequeña parte de la
información que existe en internet que se calcula en más de quinientos mil millones de
páginas. Sí, has leído bien, quinientos mil millones.

3. ¿Qué hago con la información que encuentro por casualidad? Existe una
palabra preciosa que define el descubrimiento o hallazgo afortunado de algo mientras
se está buscando una cosa distinta. Esta palabra es serendipia, un neologismo que
procede del inglés ‘serendipity‘ cuyo origen se remonta a un cuento persa titulado Los
tres príncipes de Serendip en el que los príncipes de la isla Serendip, actualmente Sri
Lanka, solucionaban sus problemas gracias a una casualidad.
Pues bien, hacer frente a la ingente información que se descubre de manera casual es
uno de los grandes retos a los que se enfrentarán diariamente vuestros hijos y
alumnos. Ante este tipo de información lo que hay que hacer primero es tener muy
claro si está dentro de los intereses principales o secundarios a los que he aludido más
arriba. Si es así, el segundo paso es buscar la forma de almacenar la información
casual en un mismo espacio para que, lo que en ese momento nos parece de interés,
no acabe en el olvido debido a su dispersión a la hora de almacenarlo.

En este sentido, tal vez la clave no sea la de guardar y clasificar, sino la de


ignorar para no tener luego de eliminar.

4. ¿Cómo busco y filtro la información? Mil millones de páginas indexadas es un


argumento de peso para darse cuenta de que Google se ha convertido en el buscador
de referencia para búsquedas en la red. El problema surge sobre todo en los más
jóvenes a la hora de acotar la información para que esta sea lo más refinada y atinada
posible. Para ello, aquí tenéis ocho recomendaciones que pueden ser muy útiles a la
hora de utilizar el buscador de Google. Puedes leerlas en el siguiente enlace.
Verdad verdadera, verdad de la buena o cómo combatir la
infoxicación.
Descubrir lo que nos interesa, seleccionarlo y aprender a buscarlo no sirve de nada si
aquello que se encuentra no es verdad. Para ello es importante tomar en consideración
los siguientes criterios:

 Autoría
 Actualización
 Objetividad
 Usabilidad

Sobre la veracidad o no de los contenidos y el efecto que ello provoca en nuestra


memoria, quiero reproducir un fragmento de una entrevista aparecida en el periódico
digital El País el ocho de marzo de dos mil ocho. En ella el escritor y periodista Juan
Cruz dialogaba con el gran humanista Umberto Eco sobre temas de actualidad. Pues
bien, en un momento de la entrevista Juan Cruz incidió, metafóricamente hablando,
acerca de los monstruos que circulan por internet, a lo que Umberto Eco respondió:

“Sí, parece que todo es cierto, que tienes toda la información, pero no sabes cuál es
buena y cuál equivocada. Esta velocidad provocará la pérdida de memoria. Y esto
ocurre en las jóvenes generaciones, que ya no recuerdan ni quién era Franco ni quién
era Mussolini, ¡o incluso Felipe González! La abundancia de información sobre el
presente no te permite reflexionar sobre el pasado. Cuando yo era chico podían llegar a
la librería tres libros por mes, hoy llegan mil. Y ya no sabes qué libro importante fue
publicado hace seis meses. Eso también es una pérdida de la memoria. La abundancia
de información sobre el presente es una pérdida y no una ganancia. (…) Ése es uno de
nuestros problemas contemporáneos. La abundancia de información irrelevante y la
dificultad de seleccionarla, y la pérdida de memoria del pasado, no digo ya la histórica.
La memoria es nuestra identidad, nuestra alma. Si tú pierdes hoy la memoria, ya no
hay alma, eres una bestia. Si sufres un golpe en la cabeza y pierdes la memoria, te
conviertes en un vegetal. Si la memoria es el alma, disminuir mucho la memoria es
disminuir mucho el alma.”

QUIERO SABER MÁS SOBRE EDUCACIÓN DIGITAL


.

 Extracto del libro Empantallados. Cómo convivir con hijos digitales, de


Santiago Moll. Ed. Larousse.
Related posts:

¿Por qué tus alumnos no llevan reloj de pulsera? La paradoja educativa

Kindle Paperwhite: 10 Razones para su elección

Cómo enviar archivos pesados por email con WeTransfer

Smartick. ¡Refresca las matemáticas este verano!

Curso Online sobre la Metología Flipped Classroom

Spritzlet, la herramienta online gratuita para trabajar la velocidad lectora

SANTIAGO MOLL
Firme defensor de la educación inclusiva, apasionado de las nuevas
tecnologías y un enamorado de la educación emocional.
Profesor de secundaria, formador presencial y online y blogger
autor de 'Justifica tu respuesta'.
Filed Under: Nuevas Tecnologías Tagged With: Alfions Cornella, educación digital,
Empantallados, infoxicación, infoxicacion digital, serendipia

Comments
1.

Francys says

05/05/2019 at 6:31 pm
Muy pero muy bueno este tema, hoy en día estamos abarrotados de información, que
en ocasiones son totalmente falsas. Hay que tener ojo clínico para ellas porque son
capaces de perturbar nuestras vidas.

Responder
o

María Castillo says

04/06/2019 at 12:20 pm

Totalmente de acuerdo. Es muy común escuchar hoy en día la frase «para qué voy a
estudiarlo/memorizarlo/saberlo si eso está en Internet». Sí, está en Internet, pero el
mundo no avanza sin mentes críticas que lean «lo que está en Internet», analicen y
reflexionen acerca de ello.
Es necesario marcar la diferencia entre información y conocimiento, ya que
actualmente se da por hecho que todo se sabe porque todo está al alcance de todos
con un «click», pero que esté disponible no significa que se le esté dando un uso
correcto, productivo, crítico y positivo.

Responder

Deja un comentario
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están
marcados con *

Comentario

Nombre *

Correo electrónico *

Web

Guardar mi nombre, correo electrónico y sitio web en este navegador para la próxima
vez que haga un comentario.
Categorías

 Aprendizaje Cooperativo (31)


 Artículos de opinión (129)
 Consejos para docentes (164)
 Educación emocional (117)
 Evaluación (2)
 Nuevas Tecnologías (89)
 Resolución de conflictos (105)
 Técnicas de Estudio (59)

Justifica tu respuesta - 2019 Aviso Legal y Política de Privacidad - Contenidos bajo


Licencia Creative Commons

Este sitio emplea cookies de Google para prestar sus servicios, para personalizar
anuncios y para analizar el tráfico. Google recibe información sobre tu uso de este sitio
web. Si utilizas este sitio web, se sobreentiende que aceptas el uso de cookies.
Accepto Leer más

Anda mungkin juga menyukai