Uno muy útil para usar y seguir es la siguiente basada en los principios
de Drucker[1] que se fundamente en cinco sencillo pasos:
2. Evaluar: Analizar,
filtrar, evaluar y priorizar cuales de estas oportunidades de mejora es la
que puede resultar de interés para nuestros clientes o cuál puede dar
lugar a una cambio significativo en nuestra organización. En esta fase se
tiene que chequear la compatibilidad con los objetivos de la empresa.
No tiene sentido priorizar ideas que después no se puedan poner en
marcha por falta de personal o recursos de la organización.
3. Testar: Una vez decidido por cuál empezar, para tener mejores
resultados, las innovaciones deberían ayudar a resolver problemas
sencillos: estar centrados en solucionar una necesidad clara o un
aspecto concreto. Aquí lo que debemos hacer es intentar validar o
redefinir la idea inicialmente y seleccionar la mejor opción para su
puesta en marcha.
Hay varias webs que se dedican a recopilar ideas para que las
empresas hagan uso de ellas y las pongan en marcha, ayudando a
agilizar el proceso de innovación.
Algunas interesantes son: http://www.ideas4all.com/,
http://www.ideawicket.com/, http://www.innocentive.com/,
http://www.globalideabank.com/, http://www.cambrianhouse.com/