ISSN: 0121-053X
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Universidad Pedagógica y Tecnológica
de Colombia
Colombia
Conciencia lingüística
La investigación mejicana Martha Jurado, como lo han hecho otros estudiosos, parece
igualar las reflexiones idiomáticas (corrección o incorrección idiomáticas) con lo
“matelingüístico”.
Al igual que el resto de los hispanohablantes del dialecto mexicano, el maestro de español
es susceptible de producir las secuencias que aparecen en el inciso a), aunque en una
reflexión metalingüística esté consciente de que la forma prescriptivamente correcta es la
que aparece en b).
Otro pasaje de la reseña deja ver la frecuente (casi constante) confusión de conciencia
lingüística y conciencia idiomática.
Isabel de Riquer muestra en su artículo <<Testimonios [...] los resultados para el desarrollo
de la conciencia lingüística (Sprachbewusstsein) en hablantes de lenguas maternas europeas
frente a hablantes de lenguas maternas no europeas. La autora destaca que no se trata aquí
de un estudio sicolinguístico sino sociohistórico.
Para ello distingue una conciencia lingüística interna que se relaciona con la capacidad
comunicativa en la propia lengua, de una externa que significa pertenecer a una determinada
lengua y que por tanto posee una función separadora (p. 676).
Conciencia lingüística está bien definida en Dubois [y otros] y en Neira como sentimiento
íntimo que permite al hablante decidir sobre los valores de las oposiciones del sistema de
su lengua. También otros autores (¿Riquer?) definen este concepto como conciencia
lingüística interna. Y lo caracterizan bien como problema sicolingüístico. Pero algunos
autores (Moreno de Alba) usan conciencia lingüística para referirse a las valoraciones
sobre el idioma o lengua histórica, a cuestiones de corrección idiomática, es decir a la
conciencia idiomática, bien caracterizada por Isabel de Riquer, según Lieber, 675, (bajo la
denominación de conciencia lingüística, Sprachbewusstesein) como el enfrentamiento de
hablantes de lenguas europeas con lenguas no europeas, es decir, la conciencia de identidad
o alteridad idiomática; esta conciencia se llama en la obra reseñada por Lieber conciencia
lingüística externa, en donde es evidente que esta corresponde a la conciencia idiomática
2. Definiciones
Conciencia Lingüística. Sentimiento íntimo que posee el hablante de una lengua materna
de los valores y funciones de los elementos de su lengua y que le permite dictaminar sobre
propiedad o impropiedad en el uso de tales elementos (¡Ojo!, no acuerdo o desacuerdo
con la norma prescriptiva).
Me parece claro que como lo he venido sosteniendo por lo menos desde 1983 (Habla,
lengua e idioma) es conveniente separar la lengua-sistema como el puro código, sistema de
convenciones interindividuales, objeto de la lingüística saussureana y estructural, de la
lengua-idioma, idioma o lengua histórica (que para Saussureana quedaba fuera de la
lingüística, sería la linguistique externe), como estudio de las normas sociohistóricas que
configuran los idiomas o formas históricas del hablar que diría Coseriu. Así, el estudio de
estas “formas históricas” sería objeto de la idiomática: interidiomática o estudio de las
relaciones entre idiomas autónomos e intraidiomática o dialectología como estudio de las
normas y sus relaciones dentro de un sistema normativamente autónomo (lengua histórica).
Y en consonancia con estos planteamientos todo lo referente a relaciones entre idiomas
como entes históricos será idiomático, entre otras cosas el sentimiento de identidad o
alteridad (pertenencia o no a determinada comunidad idiomática) será conciencia
idiomática. Estos planteamientos de separar lo lingüístico de lo idiomático son en mi ya
muy antiguos (quizá se inician con Habla, lengua e idioma, 1983) y comportan también
otros cambios terminológicos que considero convenientes: vemos que conciencia idiomática
se refiere no al sentido o reflexión del hablante sobre los elementos de su lengua, sus
funciones y valores semánticos sino a las relaciones de su idioma con otros sistemas
lingüístico-idiomáticos; correlativamente he sostenido la conveniencia de hablar de
planeación idiomática como conjunto de medidas para promover la permanencia y mejor
desempeño del idioma dentro de la sociedad; y de política idiomática para referirse al
conjunto de medidas del Estado o de otros entes públicos encaminadas a conservar y
mejorar el desempeño de un determinado idioma como bien colectivo. En conclusión,
creo que debe separarse netamente la conciencia lingüística como sentido o percepción
íntima que posee el hablante de las relaciones de los elementos del código lingüístico en su
ámbito interno (las relaciones de tales elementos entre sí) y de sus valores funcionales, de
la conciencia idiomática como sentido de pertenencia a un determinado idioma y de
alteridad frente a idiomas diferentes o incluso frente a normas prescriptivas que resultan
extrañas al sentimiento íntimo o percepción del hablante (conciencia lingüística), como
es el caso (en América al menos) de normas como las que censuran la pluralización de
haber o de la clara diferencia España-América en el uso del imperfecto y el perfecto (pretérito
y antepresente), diferencia que hace que en América sintamos como extrañas, como de
otra norma idiomática construcciones como “el no ha venido ayer” porque nuestra
conciencia lingüística nos dice que ayer es incompatible con “no ha venido” que en América
implica no al cierre definitivo del proceso sino su inconclusión, el que todavía puede
realizarse el hecho de venir.