Juzg. 28 R: 062647/2013/CA002
Buenos Aires, mayo de 2019.
AUTOS Y VISTOS; Y CONSIDERANDO:
I. Llegan estos autos a fin de entender en el
recurso de apelación interpuesto y fundado por la parte actora a fs. 195/197,
contra la resolución de fs. 191/193, que hizo lugar a la excepción de cosa
juzgada interpuesta por la demandada.
II. Los agravios vertidos por la recurrente se
centran en cuestionar que la Sra. Juez de grado admitiera la defensa a partir
de la coincidencia existente en “una oración” consignada en ambas
demandas, sin examinar los daños concretos que se reclamaron en el
expediente laboral, pues según sostiene, allí no se peticionaron los
perjuicios derivados de la mala práxis médica.
En principio, es dable recordar que a raíz del
accidente que dice haber sufrido mientras realizaba tareas para su
empleador, el accionante promovió en sede laboral el expediente seguido
entre las mismas partes sobre “accidente – acción civil” (n° 17.124/2010) –a
la vista en este acto–, el cual concluyó por transacción el 13 de septiembre
de 2011. Según lo expresado en el escrito de inicio, allí se demandó “…el
pago de indemnización civil por enfermedad con fundamento en el derecho
común…Como así también, las secuelas que perduran en la actualidad…”
y el agravamiento “…a causa de que la demandada no trató de inmediato
como era correspondiente la dolencia del actor…” (v. fs. 11 de las
actuaciones laborales).
Con posterioridad, contra idéntica accionada y
por el mismo hecho, inició esta acción por “daños y perjuicios –
responsabilidad profesional de médicos y auxiliares”, por haber sufrido “…
secuelas que perduran y generan que no pueda continuar con el desarrollo
de mi vida normal tal cual lo hacía antes de los hechos…a causa de que la
ART no trató de inmediato como era correspondiente las dolencias que
tenía…causando que la lesión se agravara…” (v. fs. 17vta.).
Ahora bien, de lo expuesto se desprende que
ciertamente existe coincidencia en el objeto de ambas acciones, tal como lo
afirmó la juzgadora en su pronunciamiento.
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La diferencia apuntada por la recurrente en su
memorial, tampoco se aprecia de la lectura de los daños reclamados en
ambos procesos, sino que, por el contrario, la mentada coincidencia se ve
reafirmada a partir del fundamento de los ítems resarcitorios
oportunamente requeridos. En efecto, del apartado V) de la demanda
laboral surge que la suma pedida no se limitó a la secuela incapacitante
fruto del siniestro acaecido, sino también al agravamiento padecido como
consecuencia de la mala praxis médica “…de los profesionales que
trabajan dentro de la demandada, y por el incorrecto proceder de la
misma, que (no) solo dilató todo lo que debió realizar inmediatamente, sino
que se negó a diferentes intervenciones que eran vitales para la
recuperación y el tratamiento del actor…” (v. fs. 11vta.).
Ello permite desvirtuar el argumento ensayado
por la apelante, ya que la identidad de ambas pretensiones no surge de una
cita aislada, sino de la determinación de los objetos de las acciones y del
fundamento mismo de los daños reclamados en cada uno de los pleitos.
No se deja de lado que en la demanda laboral el
actor planteó la inconstitucionalidad de la ley 24.557 para obtener una
reparación integral y, subsidiariamente, reclamó la indemnización que
establece para estos supuestos la ley de riesgos de trabajo (v. fs. 13/vta.).
Sin embargo, de la liquidación formulada surge que el importe reclamado
es el mismo en ambos casos en concepto de incapacidad, es decir la suma
de $ 103.762,27, por estimarse que la secuela le generó un déficit del 40%
de la total obrera, en el que se incluyó también el supuesto agravamiento
derivado de la mala praxis alegada (v. fs. 11vta./12 y 13/vta.). En virtud de
ello y dado que en el acuerdo transaccional se dejó constancia que “…una
vez percibida dicha suma nada más tendrá que reclamar a la demandada
por el presente reclamo (sic)”, debe concluirse que la cuestión allí pactada
hizo cosa juzgada respecto de la presente acción.
Es que al haberse incluido el agravamiento del
daño que habría tenido su causa en la mala praxis médica dentro de los
reclamos intentados en sede laboral, la fórmula utilizada al celebrar la
transacción impide reintentar la acción por tal agravamiento en esta sede,
máxime cuando no se hizo la reserva pertinente en esa oportunidad.
III. De conformidad con lo dispuesto por el art.
68 del Código Procesal, nuestro ordenamiento adjetivo adhiere a un
principio generalmente aceptado en materia de costas, y cuyo fundamento
reside básicamente en el hecho objetivo de la derrota, con prescindencia de
la buena o mala fe con que la parte vencida pueda haber actuado durante la
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CAMARA CIVIL - SALA A
tramitación del proceso, puesto que quien promueve una demanda lo hace
por su cuenta y riesgo.
Sin embargo, este principio no es absoluto, pues
la norma citada, en último término, faculta a los jueces a eximir a la parte
vencida de la imposición de costas, cuando ello sea procedente, y siempre
teniendo en cuenta que dicha exención debe interpretarse restrictivamente
(conf. Fassi, Santiago C. – Yañez, César D., Código Procesal Civil y
Comercial, t. 1, ps. 411 y ss.).
Empero, dicha excepción no puede consagrarse
por el solo hecho de que el actor hubiera promovido beneficio de litigar sin
gastos, pues en el caso de que la franquicia fuera concedida, ello lo relevará
del pago de dichos accesorios, pero no incide en su efectiva imposición, que
como se ha visto debe pesar sobre el vencido, por aplicación del principio
citado.
Por tales consideraciones y de conformidad con
lo dictaminado por el Sr. Fiscal de Cámara, SE RESUELVE: Confirmar la
resolución de fs. 191/193, con costas de alzada por su orden, al no haber
mediado contradictorio.
Notifíquese al Sr. Fiscal en su despacho y a los
interesados en los términos de las Acordadas 38/13, 31/11 y concordantes.
Publíquese en el Centro de Comunicación Pública de la C.S.J.N. (conf.
Acordadas 15 y 24/2013 –del 14 y 21 de agosto de 2013, respectivamente)
y oportunamente devuélvanse, haciéndose saber que en primera instancia
deberá notificarse la recepción de las actuaciones y el presente fallo a
los restantes involucrados si los hubiere, en forma conjunta.
RICARDO LI ROSI
HUGO MOLTENI
SEBASTIAN PICASSO
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