Fecha 20/06/18
Carrera Psicología
Asignatura Psicología Clínica III
Grupo A
Docente Roberto Ticona Ledezma
Periodo Académico I 2018
Subsede LA PAZ
.
Título: Tratamiento Cognitivo Conductual para la Ansiedad Social
Autor/es: Nicol Aguilar Huarachi – Roxana Ramos Lazo
RESUMEN:
La fobia social o trastorno de ansiedad social se define como un miedo intenso y duradero a
una o más situaciones sociales en las que la persona se expone a ser observada por los demás y
experimenta el temor de hacer algo o comportarse de una manera que resulte humillante o
embarazosa. Se distingue de otros trastornos por el miedo y la evitación de las situaciones
interpersonales y la elevada interferencia en la vida cotidiana. Es un problema de salud pública,
cuya prevalencia se sitúa tras la depresión mayor y la dependencia del consumo de alcohol. Por
ello su estudio, evaluación y tratamiento han constituido una prioridad para los psicólogos
clínicos desde su consideración como categoría diagnóstica.
.Las situaciones sociales provocan casi siempre miedo o ansiedad y se evitan o se soportan
con una ansiedad o malestar intensos. La fobia interfiere marcadamente en la vida de la persona
o produce un malestar clínicamente significativo. De esta manera se dará a conocer más a
detalle la terapia cognitivo-conductual por la eficacia y resultado del tratamiento.
Palabras clave: fobia social, evaluación y tratamiento, detección e intervención temprana, niños
y adolescentes españoles, conductual, cognitivo
ABSTRACT:
The aim of the research was to investigate and analyze a cognitive behavioral therapy based on the
theoretical and empirical foundations of Heimberg and others (1990), (Heimberg et al., 1998;
Echeburúa, 1996; Overholser, 2002) treatment. of social anxiety (fear of speaking in public),
implemented in a group format.
Social phobia or social anxiety disorder is defined as an intense and lasting fear of one or more social
situations in which the person is exposed to being observed by others and experiences the fear of doing
something or behaving in a way that is humiliating or embarrassing It is distinguished from other
disorders by fear and avoidance of interpersonal situations and high interference in daily life. It is a
public health problem, whose prevalence is after major depression and dependence on alcohol
consumption. Therefore, its study, evaluation and treatment have been a priority for clinical
psychologists since its consideration as a diagnostic category.
Social situations almost always cause fear or anxiety and are avoided or endured with intense anxiety
or discomfort. The phobia interferes markedly in the person's life or produces clinically significant
discomfort. In this way, cognitive-behavioral therapy will be made known in more detail by the efficacy
and outcome of the treatment.
The research centers on the improvement of a greater empirical foundation of the diagnostic
categories, in the search of the unification of the evaluation strategies and instruments. To this demand,
research groups that work from the theory and practice of this anxiety are added.
Key words: social phobia, evaluation and treatment, detection and early intervention, Spanish children
and adolescents, behavioral, cognitive
Tabla De Contenidos
Introducción ............................................................................................................................... 5
Capítulo 1. Planteamiento del Problema .................................................................................... 7
1.1 Formulación del Problema............................................................................................ 7
1.2 Objetivos ....................................................................................................................... 8
1.3 Objetivo General........................................................................................................... 8
1.4 Objetivos Específicos ................................................................................................... 8
1.5 Justificación .................................................................................................................. 8
Capítulo 2. Marco Teórico ......................................................................................................... 9
2.1 Fobia Social .................................................................................................................. 9
2.2 Situaciones temidas .................................................................................................... 11
2.3 Sistema somático y autónomo .................................................................................... 12
2.4 Sistema cognitivo ....................................................................................................... 13
2.5 Sistema conductual ..................................................................................................... 19
2.6 Tratamiento psicológico ............................................................................................. 20
2.7 Tratamiento cognitivo-conductual.............................................................................. 22
2.8 Programa de Echeburúa para tratar la ansiedad social en grupo ................................ 23
2.9 Terapia Cognitivo Conductual de la ansiedad social.................................................. 25
2.10 Técnicas de control de la ansiedad......................................................................... 25
2.11 Reestructuración Cognitiva ..................................................................................... 26
2.12 Focalizar la atención externamente ......................................................................... 26
2.13 Entrenamiento en habilidades sociales ................................................................... 26
2.14 Tratamiento farmacológico ..................................................................................... 27
Capítulo 3. Método................................................................................................................... 29
3.1 Tipo de Investigación ................................................................................................. 29
3.2 Tipo de Investigación ................................................................................................. 29
3.3 Técnicas de Investigación ........................................................................................... 29
Capítulo 5. Conclusiones ......................................................................................................... 30
Bibliografía .............................................................................................................................. 31
Anexos ...................................................................................................................................... 33
Introducción
Dentro de los tratamientos psicológicos, los tratamientos más utilizados son los basados en
las técnicas conductuales y las técnicas cognitivo – conductuales; encontrando siempre al realizar
estudios comparativos mejores resultados en estas terapias que otro tipo de terapias, como por
ejemplo las farmacológicas. Entre los tratamientos conductuales que más se han utilizado para la
fobia social son: el entrenamiento en relajación, las técnicas de exposición, el entrenamiento en
habilidades sociales y el entrenamiento en habilidades de exposición, son las técnicas más
utilizadas (Botella, Baños y Perpiña. 2003; Singh y Hope 2009).
(Psicología, Asociación Americana de, 2011) Define la timidez como “la tendencia a
sentirse incómodo, preocupado o tenso durante los encuentros sociales, sobre todo con personas
desconocidas.
No es ningún secreto que los adolescentes son propensos a tener cambios de humor y a
veces les gusta estar solos. Algunos adolescentes se extienden más allá de la timidez humana
normal y hacia un desorden psiquiátrico debilitante: la fobia social, significa ser callado,
introspectivo, introvertido y a veces auto aislado.
La Academia Americana de Pediatría analizaron una encuesta aplicada cara a cara a más
de 10, 000 adolescentes de entre 13 y 18 años. Encontraron que aproximadamente uno de cada
10 de aquellos que se identificaron como tímidos también cumplían con los criterios de fobia
social.
Pero una persona tímida todavía puede ser atraída por otros y, si es necesario, puede
interactuar socialmente, aunque le resulte incómodo. La fobia social, por el contrario, es mucho
más problemática. Según el estudio (Academia Americana de Pediatría, 2011), en comparación
con los adolescentes que fueron caracterizados como tímidos, los adolescentes afectados con
fobia social mostraban un impedimento significativamente mayor en sus roles y tenían más
probabilidades de experimentar una gran variedad de trastornos psiquiátricos, incluyendo
desórdenes de ansiedad, de estado de ánimo, comportamiento, y uso de sustancias”.
(Gardere, 2011) menciona “la fobia social es una condición psiquiátrica real, sobre todo
cuando interfiere con el funcionamiento social, laboral y académico”. Es una condición con la
que se puede ser intensamente difícil de vivir, y puede ser agobiante respecto a las situaciones
sociales y al miedo intenso a relacionarse con los demás.
1.2 Objetivos
1.5 Justificación
La fobia social (FS), o trastorno de ansiedad social, se caracteriza por ansiedad o miedo
intenso, persistente y excesivo (desproporcionado para la amenaza implicada por la situación
social y para el contexto sociocultural) en respuesta a una o más situaciones sociales en las
cuales la persona se ve expuesta al posible escrutinio por parte de los demás. Estas situaciones
incluyen interacciones sociales (p.ej., mantener una conversación, encontrase con personas
desconocidas), ser observado (p.ej., al comer o beber) y actuar delante de otros (p.ej., dar una
charla).
La persona teme ser negativamente evaluada a partir de su actuación o de los síntomas de
ansiedad que muestra, lo que implica humillación o vergüenza o rechazo por parte de otros. Las
situaciones sociales provocan casi siempre miedo o ansiedad y se evitan o se soportan con una
ansiedad o malestar intensos. La fobia interfiere marcadamente en la vida de la persona o
produce un malestar clínicamente significativo. Si no fuera así, sólo podríamos hablar de
ansiedad social o timidez:
- Malestar e inhibición más o menos generalizada en presencia de otras
personas, pero con un grado mucho menor de evitación e interferencia que
en la FS.
La exposición a las situaciones temidas provoca ansiedad o ataques de pánico. (No se
diagnostica FS cuando el único temor social se refiere a la posibilidad de ser observado en pleno
ataque de pánico, a no ser que este temor esté circunscrito a situaciones únicamente sociales.) En
los niños la ansiedad puede manifestarse como lloros, berrinches, abrazos, quedarse paralizado o
Retirarse de situaciones sociales con gente desconocida. Es común la ansiedad
anticipatoria incluso días y semanas antes de afrontar la situación social o actuación en público
temidas.
Además, para establecer un diagnóstico definitivo de Fobia Social requieren los siguientes
criterios:
a. Los síntomas psicológicos, conductuales o vegetativos son
manifestaciones primarias de la ansiedad y no secundarias a otros síntomas como por
ejemplo ideas delirantes u obsesivas.
concertar citas o acudir a las mismas, establecer relaciones íntimas, asistir a fiestas,
conocer gente nueva, llamar a alguien por teléfono, recibir críticas.
Interacción asertiva: solicitar a otros que cambien su comportamiento molesto,
hacer una reclamación, devolver un producto, hacer o rechazar peticiones, expresar
desacuerdo/crítica/disgusto, mantener las propias opiniones, interactuar con figuras de
autoridad.
Ser observado: comer/beber/escribir/trabajar/telefonear delante de otros, asistir a
clases de gimnasia o danza, usar los servicios públicos (cuando hay otras personas cerca o
hay alguien esperando fuera o se piensa que alguien puede acudir), entrar en un sitio
donde ya hay gente sentada (p.ej., aulas o transportes públicos), ser el centro de atención
(p.ej. en una fiesta de cumpleaños).
Entre las situaciones temidas por más pacientes se encuentran, en primer lugar,
hablar en público y actuar delante de otros; luego, participar en encuentros o charlas
informales, iniciar y mantener conversaciones con gente nueva, ir a fiestas, situaciones
que implican asertividad, hablar con figuras de autoridad y ser entrevistado. Y entre las
temidas por menos pacientes, comer, beber y escribir en público (Turner, Beidel y
Townsley, 1992). Hope y Heimberg (1993) .
2.3 Sistema somático y autónomo
Las reacciones corporales más comunes son: taquicardia/palpitaciones, temblor (voz,
manos), sudoración, sonroja miento, tensión muscular, malestar gastrointestinal (p.ej., sensación
de vacío en el estómago, diarrea), boca seca, escalofríos, sensación de opresión en la cabeza o
cefalea, dificultad para tragar, náuseas y urgencia urinaria.
Otras respuestas mucho menos frecuentes son falta de respiración, dificultades para
respirar y dolor en el pecho. La boca seca, las contracciones nerviosas y, especialmente, el rubor
son reacciones mucho más frecuentes en la FS que en otras fobias.
Las personas con FS asignan a las respuestas somáticas una mayor frecuencia e intensidad
que la que observan otras personas en ellos. Hay personas con FS que no presentan reactividad
autónoma a pesar de mostrar reactividad cognitiva. En comparación a las personas con FS que no
presentan ataques de pánico en las situaciones sociales, aquellas que sí los presentan se
caracterizan por un mayor miedo y evitación de las situaciones sociales, más ansiedad somática,
un mayor malestar e interferencia producidos por su fobia y niveles más altos de susceptibilidad
a la ansiedad y desesperanza.
2.4 Sistema cognitivo
Aparecen dificultades para pensar tales como imposibilidad de recordar cosas importantes,
confusión, dificultad para concentrarse y dificultad para encontrar las palabras. Por otra parte,
existe una tendencia a centrar la atención en sí mismo, concretamente en las reacciones
somáticas y autónomas de ansiedad (especialmente las visibles), en las cogniciones y emociones
negativas y en los propios errores.
También puede haber una atención selectiva hacia las expresiones faciales emocionales
(positivas y, especialmente, negativas) y hacia las reacciones negativas de los otros, de modo que
algunas personas presentan un sesgo vigilante en contraposición a otras que muestran un sesgo
evitativo (Price, Tone y Anderson, 2011).
Además, hay dificultades para retirar la atención de los estímulos amenazantes una vez
atendidos. Por otra parte, pueden presentarse varios temores básicos, variables según los casos: -
Temor a sentir mucha ansiedad y pasarlo fatal.
- Temor a manifestar reacciones de ansiedad (rubor, sudoración, temblor de
manos, voz temblorosa, bloqueo, vómito, ataque de pánico) que puedan ser vistas por
los demás y/o interferir con la actuación. - Temor a presentar fallos en la apariencia
física.
- Temor a no saber comportarse de un modo adecuado o competente (p.ej.,
miedo a decir cosas sin sentido o embarazosas, a no saber qué decir, a cometer errores
sociales).
- Miedo a tener características personales negativas (p.ej., ser aburrido,
tonto, raro), junto con la preocupación y vergüenza subsecuentes.
- Temor a la crítica y a la evaluación negativa. La persona teme ser vista
como ansiosa, incompetente, rara, inferior, poco interesante, aburrida, poco atractiva
o estúpida.
- Temor al rechazo, a ser dejado de lado por los demás como consecuencia
de su evaluación negativa.
- Temor a ser observado y a ser el centro de atención.
Y esto no sólo por el miedo a la evaluación negativa, ya que también hay un miedo a la
evaluación positiva (Weeks, Heimberg y Rodebaugh, 2008). Esto concuerda con una perspectiva
evolutiva según la cual el propósito de la ansiedad social es evitar desafiar a los miembros
dominantes al tiempo que se permanece dentro de la seguridad del grupo.
Un incremento en evaluación positiva podría llevar a conflictos con otros (competición por
la atención social) o a un miedo a no poder mantener las ganancias logradas o satisfacer las
expectativas creadas. - Algunas personas con FS temen que sus reacciones de ansiedad hagan
sentir mal a los otros (“le estoy haciendo sentir incómodo”, “les estoy estropeando la fiesta”) o
afecten negativamente a la actuación de estos. Rector, Kocovski y Ryder (2006) analizan este
tipo de miedo y ofrecen sugerencias para su evaluación y tratamiento. De todos modos, es
plausible pensar que el miedo a hacer sentir mal a los otros dependa del miedo a la evaluación
negativa. Relacionado con esto último, en Japón y Corea se ha descrito un subgrupo de pacientes
que evitan las situaciones sociales por miedo a hacer algo (gases intestinales, expresión facial
inadecuada, mirar fijamente a partes del cuerpo del otro) o presentar un olor o apariencia que
ofenda o avergüence a la otra persona.
Las características de este subtipo, conocido como Taijin kyofusho, se han observado
también en pacientes occidentales y no eran consideradas en el DSM-IV (Lewis-Fernández et al.,
2010), pero en el DSM-5 se incluye la evaluación negativa por ofender a otros. Se ha dicho que
la insatisfacción por no poder alcanzar las elevadas metas autoimpuestas (autoevaluación
negativa) puede ser tan importante como el miedo a la evaluación negativa por Fobia Social
parte de los demás.
Esto es cierto en algunos casos, especialmente aquellos con FS generalizada, mientras que
en otros tanto la ansiedad social como la FS parecen estar más asociadas con el perfeccionismo
socialmente prescrito (normas basadas en la expectativas que se cree tienen los demás y que no
tienen por qué coincidir con las propias) que con el perfeccionismo personal (fijación de normas
personales excesivamente elevadas y tendencia a autocriticarse cuando no se alcanzan). Los
resultados de Shumaker y Rodebaugh (2009) con universitarios sugieren que la ansiedad social
no está asociada específicamente con unas metas personales elevadas, pero sí con la
autoevaluación crítica o malestar por no lograr las metas (propias o de los otros respecto a uno
veces, son automáticos e involuntarios. Son el resultado de la interacción entre los supuestos y
creencias cognitivos (véase más adelante), los procesos cognitivos y los elementos situacionales.
Ejemplos serían “voy a hacer el ridículo” y “quedaré bloqueado y no sabré que decir”. En
ocasiones, los pensamientos concretos expresan directamente Fobia Social puestos y creencias
centrales.
Son creencias condicionales que suelen expresarse como proposiciones del tipo si-
entonces; p.ej., “si doy una opinión equivocada, significa que soy un incompetente”, “si me
pongo rojo, todo el mundo se reirá de mí”. Estos supuestos también pueden manifestarse a través
de normas (p.ej., “lo que diga debe ser siempre interesante”) y actitudes (“es terrible cometer un
error”).
Estas normas y actitudes están relacionadas con presunciones condicionales o se derivan de
estas. Así, la actitud “es terrible cometer un error” puede derivarse de la presunción “si cometo
un error, pensarán que soy un incompetente”. Los supuestos condicionales están a medio camino
entre los productos cognitivos y las creencias nucleares. Al igual que todas las creencias, se
caracterizan por su transituacionalidad y estabilidad temporal.
Creencias nucleares. Se trata de creencias incondicionales, duraderas y globales sobre uno
mismo (p.ej., “soy raro”, “soy poco atractivo”, “soy incompetente”). Moscovitch (2009) afirma
que las personas con FS están preocupadas principalmente por características de sí mismas que
perciben como deficientes o contrarias a las normas o expectativas que creen que tienen los
otros. En el momento de evaluar, es importante esclarecer si la perspectiva negativa de sí mismo
que pueda tener un paciente con FS refleja cómo se ve a sí mismo o está basada solamente en
cómo cree que le ven los demás. De acuerdo con lo explicado hasta aquí, la autoestima debería
ser baja en muchas personas con FS.
Los resultados de diversos estudios indican que las personas adultas con FS se
caracterizan por una baja autoestima, tanto explícita (reflejada por creencias o procesos
reflexivos conscientes) como implícita (reflejada por procesos asociativos inconscientes
afectivamente impulsados), mientras que los sujetos normales presentan niveles altos en ambas
(Ritter et al., 2013). Ahora bien, en adolescentes con FS se ha observado una baja autoestima
explícita y un alta autoestima implícita (Schreiber et al., 2012). Según Rudman et al. (2007,
citado en Schreiber et al., 2012), esta discrepancia en autoestima puede ser mantenida por un
mecanismo defensivo automático de regulación emocional en respuesta a la amenaza social.
El fracaso persistente en alcanzar las elevadas normas autoimpuestas, reflejadas en la
autoestima implícita, puede reducir la autoestima explícita. Esto puede producir un incremento
automático de la autoestima implícita para prevenir la experiencia de emociones negativas en
caso de amenaza social. Esto conduce a un círculo vicioso que perpetúa la discrepancia en
autoestima. Sin embargo, se requieren nuevos trabajos; el estudio de Schreiber et al. (2012)
empleó una muestra pequeña y presenta algunas limitaciones metodológicas importantes.
2.5 Sistema conductual
La evitación de las situaciones temidas es frecuente. Sin embargo, muchas veces no se
evita estar en las situaciones sociales, sino participar en las mismas, ser el centro de atención o
de crítica o manifestar reacciones de ansiedad. Esto se consigue mediante conductas de búsqueda
de seguridad o conductas defensivas, las cuales persiguen prevenir o minimizar las supuestas
amenazas y la ansiedad.
delante, agacharse para coger algo del bolso, toser para taparse la cara o decir que se
tiene que ir al lavabo. En el miedo a temblar: mantener las manos en los bolsillos o
detrás, no coger cosas delante de los otros o agarrarlas fuertemente o con las dos
manos, beberse una copa rápidamente, firmar los documentos lo menos visiblemente
posible o en casa.
En el miedo a sudar: llevar ropa ligera (para no sudar) o absorbente,
ponerse al lado de ventanas abiertas, no probar comidas o bebidas calientes cuando se
está con otros, tomar bebidas frías, mantener los brazos pegados al cuerpo, moverse
poco, emplear dosis extra de desodorante, mantener un pañuelo en las manos o darse
talco. En el miedo a desmayarse: Tensar los músculos fuertemente y apoyarse contra
la pared al sentirse mareado. Si no se puede evitar una situación o escapar de ella,
pueden aparecer reacciones como silencios largos, tartamudeo, incoherencias,
volumen bajo (incluso susurro), voz monótona o vacilante, muecas faciales, gestos de
inquietud, retorcimiento de manos, postura rígida o cerrada, encogimiento postural,
expresión facial pobre, sonrisa inapropiada y contenido poco interesante.
En general, no se han hallado diferencias en situaciones simuladas entre
las personas con FS y personas sin ansiedad social en conductas moleculares (mirada,
gestos, voz); sin embargo, las primeras tienden a ser calificadas por jueces como
menos habilidosos (Edelmann, 1992; Beidel et al., 2010). Esto puede ser debido a un
déficit de integración de las distintas conductas (déficit en el estilo general de
comportamiento) o bien a una inhibición de las habilidades sociales existentes a causa
de la ansiedad en las situaciones temidas. También es posible que las personas con FS
presenten una peor actuación en ciertas situaciones sociales solamente, tales como
aquellas en las que las reglas sociales están menos claramente definidas (una fiesta,
p.ej.).
características nucleares que subyacen a todos los trastornos de ansiedad considerados por el
DSM-IV-TR, el DSM-5 y la CIE-10.
Dentro de estas características nucleares habría un factor específico de hiperactivación
fisiológica y, compartido con la depresión, un factor general de afectividad negativa, esto es, una
tendencia estable y heredable a experimentar una amplia gama de sentimientos negativos tales
como preocupación, ansiedad, miedo, alteración, enfado, tristeza y culpabilidad. Estas
características compartidas, una comorbilidad entre trastornos de ansiedad mayor de la que sería
esperable y la reducción de estos trastornos comórbidos al tratar sólo el trastorno principal hacen
pensar que hay más similitudes que diferencias entre los distintos trastornos de ansiedad. Todo
esto, junto con el hecho de que los programas cognitivo-conductuales para los distintos
trastornos de ansiedad comparten muchos contenidos, ha llevado a algunos autores a desarrollar
diversos protocolos dirigidos cada uno de ellos a tratar múltiples trastornos de ansiedad
(principalmente, fobias, pánico y ansiedad generalizada; con menor frecuencia, trastorno
obsesivo-compulsivo y trastorno por estrés postraumático); de este modo, pueden tratarse en
grupo a pacientes con diversos trastornos de ansiedad.
Según el metaanálisis de Norton y Philipp (2008), estos programas han logrado en medidas
de ansiedad o gravedad un alto tamaño del efecto pre-post (diferencia media tipificada [DMT] =
1,29) que ha sido significativamente mayor que el de los grupos control (DMT = 0,14); las
mejoras se han mantenido en seguimientos de hasta 6 meses. Y en el metaanálisis de Reinholt y
Krogh (2014) el tamaño del efecto fue bajo respecto al tratamiento habitual (DMT = 0,28) y alto
respecto a la lista de espera (DMT = 1), aunque los estudios mostraron un alto sesgo que pudo
sobrestimar este tamaño. Por otra parte, hay datos preliminares de que los programas
transdiagnósticos son más eficaces que la lista de espera cuando se aplican por internet (Titov et
al., 2010), incluso cuando han ido dirigidos a trastornos de ansiedad y/o depresión (Titov et al.,
2011). Y han sido más eficaces que el tratamiento usual cuando se han aplicado en atención
primaria, combinados con medicación o no (Roy-Byrne et al., 2010).
Además, en este último caso el programa transdiagnóstico fue más eficaz a corto plazo
incluso en una medida específica de FS (Craske et al., 2011). Los programas transdiagnósticos
también reducen en gran medida el porcentaje de pacientes con trastornos comórbidos de
ansiedad y depresión, y esta reducción es mayor que la observada en la mayoría de estudios en
que la TCC ha ido dirigida a trastornos específicos de ansiedad (Norton et al., 2013).
Desensibilización Sistémica
Relajación
Exposición
Reestructuración Cognitiva
Los informes serios de tratamientos solo comienzan a aparecer en los años 80, actualmente
se dispone de programas estructurados que han sido sometidos a prueba y han demostrado ser
eficaces.
Antes de iniciar las seciones de grupo se lleva a cabo una estrevista individual preliminar
que ayuda a delimitar el perfil de evitación de cada paciente (para planificar la exposición
gradual) y sus creencias irracionales típicas, relacionadas con la fobia social.
Exposición
Los pacientes cuentan con un manual de autoayuda para el control de la ansiedad (Butler
91). Así mismo se les entrega un resumen con los principales componentes del entrenamiento en
habilidades sociales.
Distorsiones cognitivas típicas en la ansiedad social:
- Adivinar intenciones negativas en los demás, sin tener pruebas de que sea cierto
- Hacer pronósticos negativos sin pruebas suficientes
- Fijarse en lo negativo e ignorar o descalificar lo positivo
- Sobre generalizar
- Magnificar- minimizar
- Razonamiento emocional
- Personalización
- Pensamiento “todo o nada “etiquetas negativas
- Exigencias
- La ansiedad, pensamientos de ansiedad.
Distracción
Auto instrucciones
Imaginación positiva
Como afirman Scholing, Emmelkamp y van Oppen (1996), el EHS puede ser aplicado de
dos formas en el tratamiento de la FS: a) como un módulo aparte con énfasis en la adquisición de
varias habilidades sociales per se; o b) integrándolo con el tratamiento cognitivo-conductual y
con unas miras más limitadas que en el caso anterior. En ambos casos, el entrenamiento incluye
análisis de la situación y decisión sobre formas adecuadas de responder, posible modelado,
ensayos, retroalimentación específica sobre los aspectos entrenados y reforzamiento.
La primera forma parece aconsejable al menos para aquellos pacientes que presentan claros
déficits en habilidades sociales básicas en una amplia variedad de situaciones, incluso con el
terapeuta: no miran, hablan poco y de modo inaudible, no modulan la voz, tienen dificultades
para escuchar y para responder preguntas, etc. Aparte del aprendizaje de habilidades sociales,
este módulo, incluido al principio del tratamiento, aumenta la confianza del paciente para
empezar con la EV y/o los experimentos conductuales, y hace más probable que las actividades
entre sesiones proporcionen resultados más alentadores, ya que los demás reaccionarán más
positivamente.
Suelen necesitarse 6-10 sesiones para adquirir las habilidades básicas, aunque más tiempo
será necesario para dominarlas en la vida real (Bados, 2001a).
La segunda forma es adecuada para aquellos pacientes que presentan déficits de
habilidades sociales en situaciones sociales específicas (p.ej., iniciar y mantener conversaciones,
hacer una crítica, presentarse a una entrevista de selección, hacer una reclamación, hablar en
público), lo cual suele hacerse evidente durante el curso del tratamiento. Es importante en este
caso que el entrenamiento en las habilidades sociales requeridas sea integrado con el
cuestionamiento de los pensamientos desadaptativos y la práctica de la EV (Bados, 2001a).
La probabilidad de recaída fue algo mayor en los pacientes tratados con alprazolam. Es
posible que el tratamiento psicológico hubiera sido más eficaz de haberse empleado grupos más
pequeños (6-7 en vez de 10 personas) y sesiones más largas (120 minutos en vez de 90) como es
habitual. En otro estudio, el programa de Heimberg y la fenelcina fueron superiores a dos grupos
placebo (farmacológico y psicológico); la fenelcina fue de efectos más rápidos y más eficaz en
algunas medidas en el pos tratamiento a pesar de que ambos tratamientos proporcionaron un
porcentaje equivalente de pacientes mejorados; el programa de Heimberg se caracterizó por un
mejor mantenimiento de los resultados una vez concluido el tratamiento. En otro estudio, la
fenelcina también resultó más eficaz que el programa de Heimberg en el postratamiento, aunque
no 3 meses más tarde (Blanco et al., 2010).
Por otra parte, la terapia cognitiva de Clark ha sido más eficaz que la fluoxetina más AEV
(Clark et al., 2003) y que el tratamiento psiquiátrico usual (básicamente antidepresivos
serotonérgicos) (Mörtberg et al., 2007) a corto y medio plazo. En el metaanálisis de Cuijpers et
al. (2013), basado en comparaciones directas, no hubo diferencias en el tamaño del efecto entre
la psicoterapia y la farmacoterapia.
Capítulo 3. Método
Capítulo 5. Conclusiones
Las fobias sociales, y las fobias en general, son mecanismos inconscientes de defensa
mediante los cuales un sujeto localiza su ansiedad en una situación u objeto.
Esta fobia puede ser muy limitativa para la vida de una persona, afectándola en su rutina
diaria, dificultando sus posibilidades de estudio o laborales, limitando o anulando su vida social
o el disfrute de su tiempo libre, y produciendo mucho malestar
Hay que tener en cuenta que la angustia no siempre se origina en el lugar en el que se
manifiesta.
Bajo la fobia suele haber una angustia más generalizada y soterrada que puede llegar a
desencadenarse en cualquier momento, produciendo aún más sufrimiento.
Bibliografía
Barraca, J. (2009, 3 6). Fobia social. Retrieved 10 31, 2013, from Fobia social:
https://sites.google.com/site/drjorgebarraca/tratamiento-fobia-social
Bouquet. (2013, 03 05). Fobia social al día. Retrieved 11 03, 2013, from Fobia social
al día.
Cusco, A. (2013, 06 08). Fobia social: problemas sociales. . Retrieved 11 03, 2013,
from Fobia social: problemas sociales. : http://psicologialescorts.com/es/blog/fobia-
social-0
Gardere. (2011, Ocubre 17). La timidez puede esconder un trastorno de fobia social en
la adolescencia. Retrieved Octubre 31, 2013, from La timidez puede esconder un
trastorno de fobia social en la adolescencia:
http://mexico.cnn.com/salud/2011/10/17/la-timidez-puede-ser-un-indicador-de-un-
trastorno-de-fobia-social
Web grafía
https://lunarudy.wordpress.com/2013/11/17/investigacion-fobia-social/
https://www.cop.es/colegiados/PV00520/fobiasocial3.pdf
https://www.cop.es/colegiados/PV00520/fobiasocial3.pdf
http://repository.ucatolica.edu.co/bitstream/10983/2079/1/Tesis%20Astrid%20Aceved
o.pdf
Anexos