La obsolescencia
del ser humano
E l a d v enimient o d e l
Hombre
Nuevo
El hombre nuevo es la sinécdoque por la que nos referimos a la humanidad
toda que ha de venir. Esa nueva humanidad que trae de la mano la técnica
del siglo XXI. Es el proyecto por lograr una humanidad triplemente liberada:
Palabras
tanto de las rémoras del pasado como de las servidumbres y cortapisas de
clave: la propia condición humana y, por supuesto, de la naturaleza
bioética,
transhumanismo,
poshumanismo,
naturaleza,
humanidad,
cíborg
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L
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No existe una
reflexión sobre hacia
dónde vamos como
La disolución de la naturaleza humana riores; tampoco en las implicaciones especie. Hablamos
aparece cada vez con más fuerza en el bioéticas que plantea en su aplicación
horizonte como el gran tema de nues-
tro tiempo, como el verdadero leitmo-
práctica. En este breve artículo rea-
lizaré una reflexión de carácter filo- exclusivamente de
tiv o asunto central del siglo XXI. La sófico en torno al papel de la técnica
progresiva aceleración de los avances
tecnológicos se da por irrefrenable y
y su relación con la prudencia clásica
así como la disolución de la naturaleza
los medios y muy
su aplicación a las ciencias biomédicas, humana y el supuesto advenimiento
para curar y mejorar las condiciones de
vida humana, como algo inevitable.
del denominado hombre nuevo. poco de los fines
Así, el análisis de Hannah Arendt1,
que interpreta el proyecto ilustrado
como la emancipación del hombre tan-
to de la naturaleza como de la historia, El papel de la técnica sí, porque puede5, porque una vez des- intereses superiores vienen cambiados
tendría el consecuente remate final de Aquí la Técnica es la gran piedra an- encadenada ha de agotar por completo o justificados a conveniencia. 1 Arendt, H. (1998): Los orígenes del
Totalitarismo. Taurus, pp. 366 y ss.
la emancipación del hombre de sí mis- gular del sistema, sin la cual nada de su energía en pura acción. A veces dará La ética, y por ende la bioética en
2 En el libro VI, 3, de la Ética a Nicómaco (1993).
mo mediante la disolución y recons- lo anterior sería posible. Es preciso la impresión de remitir pero –como el cuanto ética aplicada a las interven- Ed. Gredos: 152, 1139b 15, Aristóteles distingue
trucción de su propia naturaleza por darse cuenta de que esta Técnica, con motivo recurrente de una sinfonía de ciones sobre la vida, no existe como cinco disposiciones del alma por las cuales
se alcanza la verdad: téchne, episteme,
medios técnicos. mayúscula, o esta nuova tecnica es una Beethoven– irá encumbrándose poco a tal si no tiene una fundamentación an- phrónesis, sophía y noûs. Este ramillete de
disposiciones estructura los dos ámbitos
Algo así como una triple mayoría emergencia inédita hasta ahora, un poco con cada escalada repetitiva hasta tropológica que subyace a esta, y a su del saber: el práctico (téchne y phrónesis) y
de edad kantiana: el hombre definiti- producto específico de los tiempos que terminar imponiéndose en la apoteosis vez, una reflexión más amplia en tor- el teórico (episteme y sophía) con el noûs
participando en ambos como razón intuitiva
vamente emancipado de la historia, de corren, desmarcada por completo de la final, que en el caso de esta Técnica no no a los fines de la técnica aplicada a la capaz de aprehender los primeros principios.
la naturaleza y de sí mismo, preparado antigua concepción de téchne que guar- es sino la de llegar a constituirse en el naturaleza en general y la naturaleza 3 La reflexión de Hannah Arendt sobre los
crímenes de guerra y su concepto de
finalmente para proyectarse y cons- daba prudentemente las distancias con motor ciego de la historia. humana en particular. No existe una “banalización del mal” son de máxima
truirse a su antojo –tanto en lo social la praxis a través de la phrónesis.2 Aquí, Frente a esta fuerza bruta los inten- reflexión sobre hacia dónde vamos aplicación aquí. Los crímenes se llevaron
a cabo porque los procedimientos estaban
como en lo antropológico– sin merma por el contrario, estamos en presencia tos bienintencionados por inculcar va- como especie. Hablamos exclusiva- a punto y los protocolos establecidos; no
pasar a la acción habría sido una quiebra del
alguna de su libérrima voluntad. Algo de una técnica que está directamente lores y llamar al ejercicio de la respon- mente de los medios y muy poco de los esquema mental “puedo, luego debo”.
parecido a lo planteado por el transhu- vertida a la acción y raramente en con- sabilidad que se vienen produciendo fines. Hoy en día asistimos al multipli- 4 Cfr. Arthur Schopenhauer, El Mundo como
manismo contemporáneo, paradigma tacto con la phrónesis: algo que ha de desde hace ya algunas décadas –por lo carse de códigos deontológicos que voluntad y representación. Recordemos que
en la interpretación que hace Schopenhauer
que considera la tecnología como un ejecutarse por el mero hecho de poder menos desde Hiroshima– son estricta- quedan inutilizados o, en el mejor de de Kant, el noúmeno o cosa en sí se asocia a
un principio general que gobierna el universo
medio para alterar, alargar y mejorar la hacerse3. Es bien sabido que no todo mente inoperantes; mero ejercicio de los casos, sometidos a una interpreta- que Schopenhauer llama Voluntad o Voluntad
vida del ser humano llevándola incluso lo técnicamente posible es éticamente ética de salón que, al no llegar a hun- ción meramente legalista. de Vivir, mientras que el fenómeno kantiano,
la cosa que aparece a nuestros ojos, es para
hasta sus últimas consecuencias, la ca- lícito. Y en el umbral entre la idea po- dir sus raíces sobre el suelo nutricio Por tanto, la cuestión sobre la que él mera Representación, mera apariencia de
la cual no podemos saber nada más que lo
pacidad de no morir, y la creación –o sible, su elaboración técnica y su apli- de convicción antropológica y ética hay que centrarse es la antropológica y que se nos muestra, algo que es mero indicio
producción– de un posthumano. Sin cación está la phrónesis, la recta ratio alguna, devienen eso sí –como el cul- al hacer esto se constata inmediatamen- indirecto. Por el contrario, para Schopenhauer,
la voluntad, deseo o pulsión que acontece en
especificar bien de quién o qué estaría- latina o prudencia. tivo hidropónico– en curiosos especí- te que, en efecto, con la modernidad se nosotros sí es emanación directa de la cosa en
mos hablando, si de un cíborg (mitad Así, en el despliegue de su impara- menes de laboratorio sobre los que es ha ido instalando una concepción del sí, es reflejo de la Voluntad (con mayúscula) que
refulge en el fondo de las cosas, o sea, trasunto
cibernético, mitad orgánico) o de otra ble avance, la Técnica ha ido revelando grato disertar. Está de moda hablar de hombre frente a la técnica inversa a la del noúmeno kantiano –aunque no sea más
que una proyección insignificante de él.
especie que viva más y mejor. su carácter de Voluntad schopenhaue- bioética, hacer códigos y protocolos tradicional: la producción técnica, a la
5 La Voluntad schopenhaueriana explica
No voy a entrar en el presente ar- riana4 al imponerse sin motivo ni argu- éticos, pero todos ellos son como un que antes se exigía prudencia, ahora también el origen de las proclamas entusiastas
tículo en un análisis detallado de esta mento, irracionalmente, como lo hicie- muro de contención dispuesto a pos- está volcada directamente a la acción; a favor de cierto voluntarismo en algunos
partidos (Podemos) y movimientos progresistas
corriente, lo hice en escritos ante- ra una fuerza de la naturaleza: porque teriori que en el momento en que hay mientras que –por el contrario– a (Yes, we can).
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las consecuencias físicas, operaciones y cambios hormonales transhumano, según Nick Bostrom, para el desocultamiento de la verdad, y
las dos facultades aledañas a la destreza
para conducirlo hacia donde nuestra uno de los padres del transhumanismo, manipulativa –téchne y episteme– pasan a un
segundo plano de importancia. Sin embargo,
conciencia desea. Podemos incluso sería un ser humano con sus capacida-
psíquicas y sociológicas
en el paradigma gnoseológico contemporáneo
llegar a sentirnos animales si lo desea- des mejoradas, un ser en transición ha- son justamente las disposiciones más
“productivas”, las procedimentales, las que
mos (véase el caso de la mujer que se cia el posthumano, que sería alguien (o muestran predominancia sobre el resto.
siente reptil o gato, así como el joven algo) notoriamente distinto. Esto enla- Consecuencias y principios (phrónesis y sophía)
producir úteros artificiales para seguir conexiones de este hombre nuevo con el 11 Por Singularidad Tecnológica, en inglés
Singularity, entendemos el advenimiento de
el desarrollo de otras especies, sin ex- Estado en un libro memorable12 cuyas una inteligencia artificial general (strong AI)
capaz de autoperfeccionarse a sí misma. El
cluir que un día se pueda utilizar para amplias implicaciones merecerían un autor más conocido que ha planteado esta
la proclamación del saber, la sophía6, se aparentemente inútil, lo no productivo, humanos. Algunos afirman que sig- análisis detallado que excede el ámbito tesis es Ray Kurzweil.
12 Negro, D. (2009): El Mito del Hombre Nuevo.
le exige no ya la máxima prudencia a la en una suerte de ignorancia consentida. nificaría liberar a la mujer de la escla- de un artículo como este. Contenté- Madrid, Ed. Encuentro.
hora de comparecer dogmáticamente, Son cambios que, desde luego, vitud del embarazo. Hemos llegado a monos con recordar que, como ya se
esto es, al afirmarse, sino un cierto gra- apuntan hacia una mutación profunda un punto en que la libertad de cambiar ha mencionado, el hombre nuevo es el
do de opacidad en la proclamación de de las creencias antropológicas, de la nuestra naturaleza está por encima de proyecto para lograr una humanidad
lo absolutamente obvio7. Desde la Mo- idea que se tiene en Occidente sobre los límites biológicos de la misma. La triplemente liberada: tanto de las ré-
dernidad el saber técnico-instrumental el ser humano. La visión por ahora es naturaleza humana ya no es lo que era moras del pasado (la religión, la tradi-
se ha desarrollado velozmente mientras borrosa, de transición, a medio camino sino que ahora algunos la consideran ción, las mentalidades particulares de
que la dimensión sapiencial en torno a entre la concepción integral del hom- una naturaleza líquida, transformable tal o cual etnia o nación), como de las
los fines y al sentido ha quedado oscu- bre que hunde sus raíces en los griegos y fluida. Sin pensar a menudo en las servidumbres y cortapisas de la propia
recida y supeditada, siendo relegada a y la que se inicia en el siglo XVI con el consecuencias físicas, psíquicas, so- condición humana (el sexo, la edad,
menudo e incluso completamente olvi- Renacimiento y la Reforma y va orien- ciológicas y ecológicas para la vida, la la enfermedad, limitaciones físicas e
dada por inútil. Lo útil ha olvidado lo tada hacia el hombre absoluto, ab-so- salud y la integridad de las personas y incluso la pertenencia a la propia
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una reflexión
ansiedades del hombre antiguo frente a la moira
transgresiones pasadas. Por una cierta por movimientos tan influyentes y con das en el amplio espectro del desarrollo y el capricho de los dioses. “Y los bendijo Dios
expeditiva rudeza cuando in illo tem- tantos medios como el movimiento tecnológico (universidades, centros de diciéndoles: Creced y multiplicaos, llenad la tierra
y sometedla; dominad sobre los peces del mar,
pore la técnica se regía aún por el viejo transhumanista16. También son cam- investigación, empresas, bancos, go- las aves del cielo y todos los animales que se
quiénes somos
sobre la índole de la nueva relación nuova– es indudablemente un produc- ble a posteriori para tranquilidad de las
propuesta entre este hombre nuevo y la to inédito alumbrado de la inversión de conciencias. Solo así, mediante una re-
naturaleza. Y es que la extraordinaria ciertas categorías gnoseológicas. La flexión sapiencial sobre quiénes somos y
que hacemos
lo que traiga consigo una regresión de la exaltación de la razón instrumental
miles de años, una vuelta a la religiosi- y la libre elección de estos conforme
dad cósmica anterior al cristianismo. a criterios de utilidad y beneficio de
Este culto moderno a la naturaleza que la humanidad y la naturaleza. Queda
el profesor Negro ha identificado como así declarada la obsolescencia del ser
religiones seculares o de la política y humano, este es considerado como un
denominado bioideologías14, suponen
un retorno asimilable a la sacralización
momento más, de mera transición, ha-
cia otro ser más perfecto. Todo ello a
Bibliografía
de la naturaleza imperante desde épo- merced de nuestra voluntad y los lími-
ca megalítica hasta el final de la anti- tes que nos queramos poner mediante Aristóteles (1993): Ética a Nicómaco. Madrid, Editorial Gredos.
Buchanan, A. (2011): Better than human. The promise and perils of enhancing
güedad pagana y que el advenimiento el consenso y las leyes. ourselves, Nueva York, Oxford University Press.
del cristianismo eliminara mediante el Por mucho que la obtención comple- Negro, D. (2010): El Mito del Hombre Nuevo. Madrid, Ediciones Encuentro.
proceso desmitificador mayor que ja- ta de estas aspiraciones de transforma- Postigo, E. (2009): “Transhumanesimo e postumano: principi teorici e
implicazioni bioetiche” en Medicina e Morale. Rivista Internazionale di Bioetica,
más se haya dado15. ción sea poco menos que inconcebible, no2, pp. 267-282. Disponible en: http://dspace.ceu.es/bitstream/10637/3694/2/
Indudablemente Occidente se halla la amenaza de irrupción en nuestras so- EPostigotranshumanismo.pdf
Savulescu, J. (2012): ¿Decisiones peligrosas? Una bioética desafiante. Madrid, Tecnos.
embarcado en un proceso de trans- ciedades no lo es. Por lo tanto, conside- Savulescu, J. y Bostrom N. (2012): Human Enhancement. Nueva York, Oxford
formación epocal de magnas propor- ro necesario e indispensable que, como University Press.
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