occidental
Las migraciones de dorios, jonios, aqueos y eolios en torno al 1000 a.C. suelen ser
consideradas como los primeros antecedentes de la cultura griega. Aunque ya
existían poblaciones humanas en la Península del Peloponeso, estos pueblos
sentaron las bases para que, siglos después, se desarrollara una de las
civilizaciones más importantes de la historia del Mediterráneo.
Polis como Atenas, Esparta, Tebas o Corinto desarrollaron cada una su particular
sistema de gobierno y establecieron alianzas o guerrearon entre sí en distintas
etapas de la historia. Los momentos más excepcionales de unión entre las polis
griegas respondieron a los intentos de invasión por parte del Imperio Persa en el
siglo V a.C.. Las alianzas demostraron la fuerza de la identidad cultural compartida
y resultaron exitosas, logrando vencer al invasor en las Guerras Médicas.
Durante el siguiente siglo, las luchas entre las polis, sin un claro dominador,
acabarían por ser aprovechadas por una nueva potencia griega, Macedonia. Bajo
el puño de hierro del rey Filipo II, Macedonía impondría su poder sobre casi toda la
Antigua Grecia, acabando con el sistema clásico de las polis. El hijo de
Filipo, Alejandro Magno, se lanzaría a la conquista del Imperio Persa, llevando
la cultura griega hasta los confines del mundo conocido en el llamado periodo
helenístico.
La historia antigua de Grecia llega a su fin con la conquista romana, que sin
embargo, no supondrá el fin de su cultura. Los romanos estuvieron fuertemente
influidos por la cultura, la religión y la filosofía griega que asumieron como propias
y expandieron por toda Europa.
De este modo, las bases culturales y filosóficas de la Antigua Grecia pasaron a ser
las de la nueva cultura greco-latina que se extendería por todo el continente,
constituyendo los cimientos de la cultura occidentalcontemporánea.
Alimentación en la Antigua Grecia
VESTIMENTA GRIEGA
la vestimenta griega no presentaba costuras, más bien era drapeada, así, los
atavíos de los hombres y las mujeres eran telas de forma rectangular que envolvían
el cuerpo, sujetas a los hombros con alfileres y atadas a la cintura con un cordón o
cinturón, formando una túnica.
solían llevar la cabeza descubierta, pero en ocasiones, la resguardaban con una
especie de gorro de piel llamado pileo, o un sombrero de fieltro con alas, conocido
como petaso. Aparte, en la cultura griega, el calzado era una sandalia elaborada
en cuero y trenzada hasta los tobillos por pequeñas correas, entre las más
populares estaban algunos modelos como crépida, soleá y carbatina.
Entre los principales ropajes de la vestimenta griega se encuentran:
Peplo: usada por las mujeres hasta el año 500 A.C., era una túnica de lana atada
a los hombros con un broche, que podía ser abierta por uno de los lados o también
cerrada.
Quitón: una prenda derivada del peplo, confeccionada en algodón o lino, que
envolvía el cuerpo y se sujetada en los hombros con una aguja, quedando abierto
por uno de los lados; generalmente, este vestido era más largo para las mujeres
que para los hombres.
Himatión: era un manto usado sobre el quitón, que se echaba sobre el hombro
izquierdo y se recogía por el lado opuesto, en caso de guerra, se cambiaba por una
capa llamada clámide.
Con respecto a la vestimenta militar, consistía en una corta túnica tipo faldellín,
una coraza metálica que cubría el pecho y espalda, asimismo, un casco llamado
beocio, como una manera de protección en los enfrentamientos cuerpo a cuerpo.
CARACTERÍSTICAS COMUNES
- Estructura social formada por ciudadanos (con derechos) y esclavos (sin derechos).
- Gran espíritu cívico, respeto por la ley e importante participación de los ciudadanos en
los asuntos de la comunidad.
- Leyenda fundacional y fiestas y tradiciones propias.
- Culto religioso común.
Los griegos creían en un panteón de dioses y diosas que estaban asociados con los aspectos
específicos de la vida. Por ejemplo, Afrodita era la diosa del amor, mientras Ares era el dios de
la guerra y Hades el de los muertos. Algunas deidades como Apolo y Dioniso revelaban
personalidades complejas y mezcolanza de funciones, mientras otros como Hestia (literalmente
‘hogar’, ‘chimenea’) y Helios (literalmente ‘sol’) eran poco más que personificaciones. Había
también deidades específicas de un lugar: dioses de los ríos, ninfas de manantiales, cuevas y
bosques. Héroes y heroínas locales también solían ser venerados en sus tumbas por habitantes
de las zonas cercanas.
Muchos seres descritos en los mitos griegos podrían ser considerados «dioses» o «héroes».
Algunos sólo eran reconocidos en el folclore o adorados localmente en ciertos lugares (por
ejemplo Trofonio) o durante festivales concretos (por ejemplo Adonis). Los templos más
impresionantes tendían a estar dedicados a un número limitado de dioses: los doce
olímpicos, Heracles, Asclepio y ocasionalmente Helios. Estos dioses fueron el centro de
grandes cultos panhelénicos. Era sin embargo común que muchas regiones y poblaciones
dedicasen sus propios cultos a las ninfas, los dioses menores y los héroes locales. Muchas
ciudades también honraban a los dioses más conocidos con ritos locales característicos y les
asociaban extraños mitos desconocidos en los demás lugares.