Anda di halaman 1dari 24

Territorios 39 / Bogotá, 2018, pp.

47-70
ISSN: 0123-8418
ISSNe: 2215-7484

La diversidad de la securización urbana: dimensiones, actores y retos

Suelos securitarios. Hacia una antropología


urbana de las asociaciones vecinales
por la seguridad en la ciudad
de La Plata, Argentina*
Grounded Security. Towards an Urban Anthropology * Este trabajo no hubiera si-
do posible sin el otorgamien-
of Neighborhood Associations for Security in the City of to de una Beca Doctoral del
Consejo Nacional de Inves-
La Plata, Argentina tigaciones Científicas y Téc-
nicas (Conicet) de Argenti-
Solos securitários. Para uma antropologia urbana na, en el marco de la cual
me encuentro realizando
das associações vicinais pela segurança na cidade el Doctorado en Antropo-
logía Social del Instituto de
de La Plata, Argentina Altos Estudios Sociales de
la Universidad Nacional
de San Martín. Agradezco
Joaquín Vélez** especialmente las correccio-
nes de los/as evaluadores/as
anónimos/as de la revista
Territorios, los comentarios
y aportes de compañeros/as
y colegas de dicho posgrado,
como a quienes pertenecen
al Laboratorio de Estudios
Recibido: 15 de noviembre de 2017 en Cultura y Sociedad de
Aprobado: 11 de abril de 2018 la Facultad de Trabajo So-
Doi: http://dx.doi.org/10.12804/revistas.urosario.edu.co/territorios/a.6248 cial, Universidad Nacio-
nal de La Plata (unlp);
también a los fructíferos
Para citar este artículo: diálogos compartidos con
Vélez J. (2018). Suelos securitarios. Hacia una antropología urbana de las asociaciones vecinales por la seguri- Luisina Bolla. Las v­ aliosas
dad en la ciudad de La Plata, Argentina. Territorios (39), 47-70. Doi: http://dx.doi.org/10.12804/revistas. ⇒
urosario.edu.co/territorios/a.6248

47
Resumen
Palabras clave Este trabajo se propone reflexionar e indagar sobre diversas dimensiones en las que se manifiesta
Vecinos en alerta, (in)se- y construye el problema de la (in)seguridad y su gestión por diferentes actores. Para ello, se hará
guridad, antropología ur- un foco en el espacio urbano delimitado por la ciudad de La Plata y en algunas organizaciones
bana, objetos técnicos, gu- actuales, como Vecinos en alerta, Asambleas por la seguridad y otros emergentes, a partir de un
bernamentalidad, control, trabajo de campo etnográfico que involucra usos de mensajería instantánea, políticas y agendas
La Plata.
públicas y reflexiones metodológicas sobre el ejercicio de la etnografía en estos contextos. Una
de las preguntas centrales de esta investigación, se entronca en el esfuerzo que existe en ámbitos
académicos y políticos para comprender ciertas tendencias hacia una securización de la agenda
pública y formas novedosas de gubernamentalidad, en parte marcadas por tendencias electorales
conservadoras. En este sentido, en las sociedades definidas por algunos como ‘posneoliberales’
(Sozzo, 2016), queda aún por comprender ciertos suelos culturales (Kusch, 2007) y condicio-
nes de posibilidad (Tiscornia, 2004) para que los discursos de inflacionismo penal y populismo
punitivo, las prácticas de linchamiento y las diferentes formas de represión policial, que parecen
estar en alza, sean compuestos. En una primera parte se abordarán problemas conceptuales y
generales de la región para luego hacer foco en los casos y trabajo de campo que aquí competen.

Abstract
Keywords The comprehension of the different dimensions, modes and manners in which urban policing and
Neighbors on alert, (in)se- the securitarian problem is built, is the task this paper intends to achieve. In this sense, we will
curity, urban anthropology, focus in the urban space of La Plata city, its peripheries and the various actors related to neigh-
technical objects, governan- borhood watch and community safety. We will intend an ethnographical approach in a fieldwork
ce, control, La Plata. that includes instant messaging applications, public polices, agenda and methodological consi-
derations. In this sense, we take part in the efforts that exist in academical and political domains,
in order to explain the protagonist role of policing demands, and new forms of governmentality,
signed by conservative electoral tendencies. In societies defined as “postneoliberals” (Sozzo,
2016), the question about the cultural groundings (Kusch, 2007) and conditions of possibilities
(Tiscornia, 2004) for repressive discourses and practices to expand and be composed, remains
inhabited. General and conceptual problems related to the region will be the first topic, while
the second part will focus in the fieldwork in course with neighbor ensembles and associations,
being produced inside the limits of La Plata city.

Resumo
Palavras-chave Este trabalho propõe reflexionar e indagar sobre as diversas dimensões nas que se manifesta e
Vizinhos em Alerta, (in) constrói o problema da (in)segurança e sua gestão por diferentes atores. Para isto, nos focaliza-
segurança, antropologia remos no espaço urbano delimitado pela cidade de La Plata e em algumas organizações atuais,
urbana, objetos técnicos, como Vizinhos em alerta, Assembleias pela segurança e outros emergentes, a partir de um trabalho
governabilidade, controle,
de campo etnográfico que envolve usos de mensagens instantâneas, políticas e agendas públicas
La Plata.
e reflexões metodológicas sobre o exercício da etnografia nestes contextos. Uma das perguntas
centrais desta pesquisa entronca-se no esforço que existe em âmbitos acadêmicos e políticos
territorios 39 para compreender certas tendências para uma segurança da agenda pública e formas novas de

48 Joaquín Vélez

­ overnabilidade, em parte marcadas por tendências eleitorais conservadoras. Neste sentido, nas
g c­ orrecciones del Dr. Rami-
sociedades definidas por alguns como “pós-neoliberais” (Sozzo, 2016) fica ainda por compreender ro Segura me ayudaron a
certos solos culturais (Kusch, 2007) e condições de possibilidade (Tiscornia, 2004) para que os mejorar muchos aspectos del
presente trabajo, cuyas po-
discursos de inflacionismo penal e populismo punitivo, as práticas de linchamento e as diferentes
sibles deficiencias y puntos
formas de repressão policial que parecem estar em subida, sejam compostos. Nos ocuparemos endebles quedan bajo mi
em uma primeira parte de problemas conceituais e gerais da região para depois nos enfocar nos entera responsabilidad.
casos e trabalho de campo que aqui nos competem. ** Laboratorio de Estudios
en Cultura y Sociedad, Fa-
cultad de Trabajo Social,
Universidad Nacional de
Introducción p. 19). ¿Por qué no ahondar en estos sec- La Plata. conicet. Correo
tores y situar otras perspectivas, sin caer en electrónico: jv9891@gmail.
com. orcid: http://orcid.
Una de las principales discusiones del cam- el holismo funcionalista ni en la ilusión de org/0000-0001-9108-5529
po criminológico se relaciona con lo que la aldea en la ciudad (Gorelik, 2008b) pero 1
Previamente contaba
Dario Melossi (2001) ha denominado cul- retomando la importancia de entender lo con mi residencia en la
tural embeddedness (anclaje cultural) del normativo en lo cotidiano? (Malinowski, ciudad de La Plata desde
control social, para contextualizar y situar 1987; Douglas, 1994; De Certeau, 2000). aproximadamente el 2010
de forma relativamente
los problemas vinculados con el crimen Entonces, ¿cómo se puede heurísticamente continuada, por lo que el
y los usos de las violencias, cuestión que dimensionar lo que es vivir en una ‘veci- espacio urbano no me era
había sido problematizada en los casos de nocracia’ (Rodríguez, 2014) del lado de extraño, y participé de la
‘gatillo fácil’ por Sofía Tiscornia (2004). adentro? ¿Cómo reconstruir la perspectiva tarea de extrañar la propia
cotidianidad y problema-
Aunque muchos/as autores/as reconoz- del actor y seguir el hilo de la experiencia?
tizar sentidos comunes en
can la importancia del consenso social para Para ahondar en este giro, es que se aras de desnaturalizar y re-
la legitimidad del uso de la fuerza, esto lleva adelante la aplicación de un abordaje flexionar sobre las formas
es, que sin ‘olfato social’ no hay ‘olfato antropológico y etnográfico que propo- incorporadas de habitar la
ciudad.
policial’ (Rodríguez, 2014), pareciera que ne dar cuenta cómo es que se producen
—a pesar de la ‘opacidad’ constitutiva de estos suelos securitarios en los que gravi-
los policiamientos— actualmente proli- tan discursos, prácticas y objetos en tor-
feran más estudios del segundo que del no a la securización de la trama urbana.
primero y, tanto las instituciones como los El objetivo más amplio de esta investiga-
sujetos destinatarios de la coacción suelen ción consiste en dar cuenta de los modos
ser priorizados en los análisis: “Reciente- de construcción del espacio urbano y las
mente, Garland mismo ha reconocido [...] asociaciones que se producen en torno a
que algunas de las narrativas que tratan la inseguridad en la ciudad de La Plata.
de explicar los cambios penales —inclu- El trabajo de campo y las prospecciones
yendo la suya propia— no han aborda- iniciales en dicho espacio comenzaron a
do ­adecuadamente los procesos específi- partir de abril de 2016, continuándose
cos que ‘traducen’ las causas sociales en hasta el momento de escribir el presente
resultados penales [...]” (Sozzo, 2016, trabajo.1 Durante su curso, se exploraron territorios 39
Suelos securitarios 49
diferentes posiciones en la construcción de 1. Interrogando
datos que se pueden situar entre el polo el problema securitario
de la observación participante, como de la
participación observante, y el intento de En las últimas décadas, los debates acerca
explorar registros y soportes materiales no de la inseguridad y los riesgos de la vida ur-
tradicionales, como son el de la mensajería bana se han instalado entre los principales
instantánea, las publicidades de políticas tópicos de la agenda pública. En todos los
públicas y propaganda electoral. países de América Latina, la seguridad y el
En este sentido, uno de los resulta- delito se encuentran entre los problemas
dos parciales de la presente investigación centrales detectados en las encuestas de
se vincula con las formas de asociación opinión pública. Aún en países con me-
informal que, por medio de las relaciones nores tasas de delitos, también aparecen
de vecindad, construyen parte de su acce- entre los primeros tópicos, dado que las
so a la ciudadanía y a la construcción de tasas de victimización reconocen una cierta
una interlocución que intenta interpelar, autonomía relativa, que muestra índices si-
desde estos miedos y subjetivaciones, a las milares (y altos) más allá de las variaciones
agencias estatales, a la vez que produce en las tasas de delitos y homicidios (Kessler,
transformaciones arquitectónicas y urba- 2009; Kessler & Merklen, 2013). A su vez,
nas (Segura, 2009) por las tecnologías de incluso en países gobernados por coali-
vigilancia pública y privada. Dicho abordaje ciones de centroizquierda o movimientos
etnográfico permite encontrar las asocia- populares, las tasas de población peniten-
ciones inesperadas, los sentidos soterrados, ciaria han aumentado significativamente.
ambiguos; las potencias insospechadas que Así, se encuentran gobiernos denomina-
se producen en la actualización de las redes dos progresistas con políticas de seguri-
y las formas de habitar el espacio urba- dad represivas y “duras”, lo cual presenta
no asociadas con la inseguridad (Segura, paradojas sobre sus modelos de estado y
2006). Problemas con los servicios de agua acumulación: progresistas en muchas áreas,
corriente, luz, gas, televisión por cable, no lo han conseguido en materia securi-
inundaciones, podas, mascotas perdidas, taria, aún cuando haya habido variados
casos de violencia de género o colectas intentos de reformas (Sozzo, 2016; Saín,
barriales, se entrelazan con las demandas 2017). De hecho, se observa actualmente
y soportes de las redes securitarias, fun- un neopunitivismo diferente al de los no-
cionando, por la legitimidad y efectismo, venta, con gran control mediante dispo-
como una especie de caballo de Troya sitivos y formas de habla sobre el crimen
donde se incorporan, subrepticiamente, (Caldeira, 2007) que se han impuesto casi
otras demandas por las formas del malestar como suelo, no siendo capaz el garantismo
en la ciudad.
territorios 39
50 Joaquín Vélez
y otras c­ orrientes c­ riminológicas críticas de Chaves, 2015; Hannerz, 1986; Monghin,
construir una nueva hegemonía. Por otro 2006) de flujos y cortes (Deleuze, 2005),
lado, las propuestas abolicionistas o de de regulaciones sobre qué es lo que pasa
sectores de izquierdas que levantan como y qué es lo que no pasa (Latour, 2013).
emblema el desmantelamiento del aparato En este sentido, para abordar etnográfi-
represivo, no consiguen construir alterna- camente las relaciones entre prácticas y
tivas viables; ya que la paradoja que presen- territorios en torno a la (in)seguridad entre
tase Pier Paolo Passolini sobre el aparato vecinos y vecinas de la ciudad de La Plata
coercitivo en casos de toma revolucionaria sobre las que reflexiona el presente trabajo,
del poder, así como el concepto clásico de seguimos heurísticamente la “[...] doble
dictadura del proletariado, precisan man- negación que orientaría la investigación:
tener el poder de policía para ser llevados el espacio urbano no es un mero contexto
adelante (Rodríguez, 2016; Sozzo, 2005). de localización de las prácticas sociales y,
En otros casos en los que se ha apelado a simultáneamente, el espacio urbano no
formas comunitarias de resolución de con- determina (o agota) las prácticas sociales”
flictos, esto tiene alcance solo para algunos (Segura & Chaves, 2015, p. 14). Interesa
tipos de delitos que tienen poca incidencia a su vez entender el miedo como “una ex-
en decisiones estructurales y de conjunto, periencia individualmente experimentada,
como se ha dado con la Constitución Social socialmente construida y culturalmente
y la formación del Estado Plurinacional de compartida” (Reguillo, 2000, p. 189), ex-
Bolivia (Rivera, 2014). periencia denominada por Rotker (2000)
Es así que el paradigma securitario “ciudadanía del miedo” entendida como
(Rodríguez, 2014) y el problema del pasaje “la nueva subjetividad, la nueva forma de
de las sociedades disciplinarias a las socieda- relación comunitaria” (p. 23), que pone
des de control o seguridad (Christie, 2007; en evidencia el carácter paradojal y con-
Foucault, 2007) —Font (1999) traduce troversial de la sociabilidad que implica
“campo de gobierno de la inseguridad” del una ciudadanía, que por un lado pretende
“policing” anglosajón (Shearing, 1995)— aparecer como garante de los derechos en
lleva a reflexionar sobre ciertos tópicos: una democracia formal, cuando por el otro
qué mecanismos se ponen en práctica y se sostiene con base en una sistemática
se superponen en los diferentes modos exclusión y negación de ciertos sectores.
de pensar el espacio público y lo social
(Gorelik, 2008a); la aparición de nue- 1.1. Inseguridad en América Latina
vos actores sociales y figuras como la del
­vecino (­Frederic, 2004, Grimson 2009); la Como se ha mencionado, la instalación
­forma en que estas nociones y prácticas se pública del problema de la seguridad
­espacializan, es decir, se traducen en dispo- ­ciudadana, definido como el “problema de
siciones espaciales y temporales (Segura & la inseguridad” o del delito ­(generalmente territorios 39
Suelos securitarios 51
2
Personalmente, formo utilizado como término no marcado de como bajas en las tasas cuando existe una
parte de una organización
aquellos delitos contra la propiedad y la mayor inversión estatal en políticas sociales
de territorial en la Provin-
cia de Buenos Aires que tra- persona en general, manteniendo sesgos y obra pública en relación con las necesi-
baja con niños/as y jóvenes —al menos— clasistas, patriarcales, racistas dades básicas (Kessler, 2013) y no solo un
de sectores vulnerados en y etarios) es uno de los ejes más impor- aumento de la capacidad de consumo de
territorios donde se están tantes registrados en encuestas a lo largo amplios sectores postergados, uno de los
evidenciando casos de tor-
tura con picana eléctrica, América Latina (Kessler, 2011). Según objetivos principales de las políticas de los
mayor participación en las Naciones Unidas, las tasas de homicidios últimos 15 años en la región.3 Estas diversas
redes de narcotráfico, trata en la región solo son superadas por el sur aristas intentan señalar que América Latina
de personas, complicidad en de África, mientras que datos de hace me- se constituye como el territorio con mayor
casos de femicidios y abusos
sexuales, etc. nos de una década indicaban que América desigualdad relativa del mundo, y a la vez
3
Esto asociado con una idea Latina concentraba aproximadamente un el que cuenta con mayores índices de vio-
de ciudadano-consumidor 12 % de la población mundial, menos del lencia cotidiana, concentrando 25 de las 27
y a la responsabilidad de la 4 % de armas de fuego en manos de civiles ciudades con mayores tasas de homicidios
propia persona sobre su si- y un 40 % de los homicidios cometidos con (Kessler, 2011) y un aumento constante de
tuación, que permea la ma-
triz (pos)neoliberal actual. este tipo de armas (Karp, 2009 citado en las tasas de femicidios y feminicidios, siste-
Kessler & Merklen, 2013). La violencia máticamente invisibilizadas por estadísticas
policial es un problema bastante extendi- oficiales, que alcanza la envergadura de un
do, con un contexto social que está natu- genocidio (Segato, 2016). De todas for-
ralizando cada vez más los abusos y usos mas, la relación entre desigualdad social y
discrecionales de los aparatos represivos de tasas de delito tampoco es lineal y merece
Estado,2 lo que sugiere una tendencia en ser problematizada: en una sociedad como
los modelos disciplinarios y de gestión de la venezolana, las desigualdades socioeco-
la vida al interior de estos Estados nación. nómicas han disminuido casi tan notable-
Las teorías que han intentado explicar mente como han aumentado prácticamente
estas relaciones en términos de pobreza todas las formas de violencia; Cuba tiene
absoluta (que han permeado buena parte una tasa de encarcelamiento similar a la
de las políticas públicas de la década del estadounidense; o Uruguay, el país con me-
noventa) y su tendencia a la focalización nos desigualdad del Cono Sur, pero con la
sobre grupos marginados no han podido mayor proporción de policías por cantidad
explicar cómo en prácticamente todas las de habitantes acompañado también de altas
zonas donde las condiciones de vida han tasas de ­encarcelamiento. En la Argentina,
mejorado en términos materiales, los ín- actualmente, se está evidenciando un gran
dices de crímenes y homicidios no lo han crecimiento de la presencia policial efectiva,
hecho. En cambio, sí se ha encontrado así como de las formas de prevención y con-
una cierta relación en los índices de des- trol en su gestión pública y privada (Lorenc
igualdad social y desempleo vinculado con Valcarce, Esteban & Guevara, 2012; Soz-
territorios 39 los delitos contra la propiedad privada, así zo, 2016). Ello pareciera implicar nuevas
52 Joaquín Vélez
maneras de disponer los policiamientos y “Buenos vecinos y malos políticos. Mora- 4
Se han relevado constan-
temente acontecimientos
técnicas de gubernamentalidad (Foucault, lidad y política en el Gran Buenos Aires”.
disruptivos que traccionan
2007). En los casos trabajados en esta inves- Ante la falta de confianza y de respuestas ensambles vecinales para
tigación, las discusiones vecinales en torno en las autoridades estatales, las formas de movilizarse en torno a la
a la instalación de dispositivos de seguridad auto-organización han proliferado4, como seguridad con relaciones
como cámaras y alarmas por empresas pri- también lo hicieron en un contexto muy ambivalentes y complejas
con las distintas agencias
vadas, el pago de “incentivos” a las fuerzas distinto las asambleas vecinales luego de las del Estado, y que suelen ser
policiales o la contratación de personal de crisis del 2001 y el “Argentinazo”.5 Esto difundidas por medios ma-
seguridad privada, forman parte del reper- ha tenido como suelo también la relevancia sivos de comunicación, como
torio de acciones que despliegan algunos de los barrios y territorios habitados, hacia se relata en el caso platense.
sectores, lo que hace proliferar una forma donde se replegaron las formas políticas,
5
Entre las asociaciones veci-
nales en torno a la inseguri-
de consumo securitario, tanto de objetos y una vez que los anclajes identitarios en dad relevada, la Asamblea
servicios, como de medios gráficos y au- relación con el trabajo fueron debilitados Vecinal de Barrio Norte
diovisuales. en la década del noventa (Grimson, 2009). fue fundada en febrero del
La relativa socavación de larga du- En relación con la identificación de vecino, 2002 y se ha mantenido des-
de entonces con diferentes
ración de los vínculos interpersonales y Segura (2009) señala que “además de un temas y dinámicas, ocupán-
comunitarios en las grandes urbes en una criterio de localización —necesario, pero dose más específicamente de
expropiación y redefinición del capital insuficiente— la categoría nativa vecino problemas securitarios desde
social por la constitución de los estados remite a ciertas “dimensiones morales” y comienzos del 2017.
modernos, unido a una importantísima de reconocimiento. Así, muchos residen-
6
“La experiencia metropo-
litana del corredor sur de
participación de las fuerzas represivas en la tes del barrio no son vecinos y, por ende, la rmba: dominios urba-
gestión de economías y mercados ilegales parecerían no ser ciudadanos” (p. 73). nos, espacialidad y tempo-
—en Argentina, particularmente, ya que Esta condición de acceso se encuentra en ralidad en actores sociales
los grandes grupos de crimen organiza- las asambleas vecinales mapeadas, donde con posiciones desiguales en
la metrópoli” (pict 2012-
do no tienen suficiente poder como para solo algunos/as son considerados bajo 1270, Agencia Nacional
operar sin la venia policial (Saín, 2017)— esta rúbrica, por lo que será preciso tam- de Promoción Científica y
continuó produciendo una fuerte desle- bién delimitar cuáles son en cada caso esas Tecnológica).
gitimación del “Estado”, aun cuando se condiciones de adscripción.
hubiesen conseguido mejoras relativas en Por otro lado, en una investigación
otros ámbitos dentro de modelos de es- colectiva que estamos llevando adelante
tado no plenamente neoliberales, aunque con un grupo interdisciplinario de la Fa-
de matrices extractivistas en la división cultad de Trabajo Social de la Universidad
neocolonial de la producción mundial. ­Nacional de La Plata,6 a partir de unas
De esta forma, las figuras de las víctimas, ochenta entrevistas sobre vida urbana en
vecinos y vecinas son más inteligibles como el corredor sur de la Región Metropoli-
figuras legítimas del campo de lo político, tana de Buenos Aires, orientadas a par-
como ha trabajado la antropóloga argen- tir de un muestreo teórico de diferentes
tina Sabina Frederic (2004) en su trabajo tipos sociourbanos y clivajes sociales, la territorios 39
Suelos securitarios 53
i­nseguridad aparece como uno de los tó- el poder de policía para que la propiedad
picos más relevantes, organizando lógicas privada y la fuerza de trabajo tengan su
y dinámicas para el uso del espacio y la posibilidad de (re)producción. La incorpo-
temporalidad en la ciudad, la elección de ración de nuevas tecnologías para mediar
las zonas y tipos de residencia y expecta- y estabilizar/potenciar relaciones y pro-
tivas de futuro. Muchos de estos actores ducir espacios proporciona nuevas formas
organizan su propia vigilancia y las redes de estar en el mundo en las que se hacen
que se establecen entre personas (no) afi- posibles estos cambios, como en el caso
nes con el objetivo de regular y controlar de los grupos de mensajería instantánea
el espacio urbano. Sin embargo, el signi- (WhatsApp) que se forman como modo
ficante seguridad tampoco ha sido homo- de comunicación, coordinación y control,
géneo ni se ha asociado con los mismos con dinámicas y registros en cierta forma
imaginarios, invisibilizando sentidos de las novedosos. Es así que apostamos a una
conciencias prácticas de los actores (Ro- mirada composicionista (Latour, 2013) y
tker, 2000; Varela, 2005). Es así necesario pragmática que pueda rastrear el hilo de
reponer la disputa misma por la definición la experiencia: ¿qué procesos de subjetiva-
del término en el campo, identificar usos ción (individuales, familiares, colectivos)
nativos y la formas en que la (in)seguridad tienen lugar en una sociedad cada vez más
media la experiencia social, para poner en- puertas adentro?
tre paréntesis los discursos presentes en la A continuación, se hará una breve ca-
socialidad cotidiana y ocupar una posición racterización del territorio delimitado por
de extrañamiento que permita indagar qué las ciudades de La Plata y Gran La Plata
otras dimensiones y multiplicidades toman para arribar a las asociaciones en torno a
sus (no) lugares en la vida urbana. la inseguridad.
Una vez presentados los contextos y
conceptos que guiarán este trabajo, esta- 2. Caracterizando
mos en condiciones de problematizar las a La Plata, ubicando el campo.
redes de “ciudadanos/as” y “vecinos/ Campañas, políticas y asambleas
as” en relación con la gestión del espacio contra la inseguridad
urbano, para observar cómo se producen
ensambles entre humanos y no-humanos Esta segunda sección se centra en el espacio
(Latour, 2008) en dichas redes, y cómo relevado, las aproximaciones etnográficas
fuerzan cambios y disposiciones relevantes y distintos soportes y registros que hacen
para la regulación de las personas. Algunas a la construcción, circulación y vivencia de
líneas recuerdan, como ­tempranamente la experiencia securitaria.
planteaba Karl Marx (1991), la ­importancia La ciudad de La Plata es la capital de la
de la seguridad y de los marcos que brin- provincia de Buenos Aires, desde que fue
territorios 39 dan el Estado de derecho, la legalidad y planificada, diseñada y fundada en 1882 a ese
54 Joaquín Vélez
Figura 1. Ubicación de la Ciudad de La Plata en el territorio de la República Argentina
y ampliación de su situación en la Región Metropolitana de Buenos Aires

Fuente: Elaboración propia a partir de las capturas de Google Maps.

fin y cabecera del partido homónimo. Se Buenos Aires, formando casi el extremo del
encuentra ubicada a unos 56 km en direc- corredor sur(este) de la Región Metropo-
ción sudeste desde la Ciudad A
­ utónoma de litana de Buenos Aires (ramba) (figura 1). territorios 39
Suelos securitarios 55
Según datos de Instituto Nacional de estima su población en unos 753 378 habi-
Estadísticas y Censos (indec), para el cen- tantes y su aglomerado urbano, el Gran La
so de 2010 contaba con una p­ oblación de Plata, que incluye los partidos de Berisso y
654 324 habitantes, de los cuales 51,82 % Ensenada, cuenta con unos 899 523 habi-
fueron asignados como mujeres y el tantes. Es así la cuarta ciudad más poblada
48,18 % como hombres. Actualmente, se del país, y el quinto ­conglomerado urbano

Figura 2. Imagen satelital del casco fundacional de La Plata,


alrededores y principales vías de acceso terrestre

territorios 39 Fuente: captura de Google Earth.

56 Joaquín Vélez
más grande, detrás de Buenos Aires, Rosa- a una idea de futuro, como una especie de
rio, Córdoba y Mendoza. Para entonces, metáfora tecnológica.
se relevaron 221 313 hogares, con una La política está específicamente orien-
población urbana del 98 % y un 2 % de tada hacia el casco urbano —donde se
población rural. Según el indec, para el recolectó el folleto— reforzando la gran
primer trimestre del 2017 hubo un 10,6 % postergación en políticas de todo tipo que
de desocupación. Aproximadamente, la sufre el afuera del cuadrado, donde todos
población universitaria total se estima en los indicadores de Necesidades Básicas In-
unos 130 000 estudiantes. El promedio de satisfechas son mayores (Segura, 2015). En
personas por vivienda es de 3,06. la construcción de estas imágenes, además
La disposición del casco urbano de La del cuadrado, son pregnantes la figura de la
Plata tiene un singular trazado por ser una familia tipo, la presencia estatal/policial y
de las pocas ciudades que contó con un di- los espacios verdes o abiertos que son ade-
seño y planificación previa a su fundación más los lugares a los que serán destinados
(figura 2). Esta empresa estuvo a cargo de los respectivos “Nuevos centros de moni-
las élites políticas de fines del siglo xix que toreo barrial”. No es menor señalar que
se inspiraron en el higienismo urbano, co- esta política se da en un contexto previo a
mo los boulevards del barón de Haussman elecciones legislativas y ya fue señalado el
para París o el Ringstrasse de Viena. Las peso que tienen estas temáticas: el anuncio
amplias avenidas, las diagonales que la se produjo hacia mediados de julio y en
surcan y permiten la circulación del aire, septiembre habían comenzado a construir
no solo tenían fines de salud pública sino varios de los puestos proyectados; a su vez
también la evasión de pequeñas calles en estos once centros de monitoreo se com-
lugares centrales para el poder político, que binaron con unas 85 cámaras de videovigi-
en la capital francesa habían posibilitado lancia. Esta propuesta de “modernización”
la formación de barricadas y movimientos se combina —entre otras propuestas— con
insurgentes, como la Comuna de París. instalaciones de luminarias, mejoramientos
En el folleto de propaganda de una de corredores peatonales en boulevards y
política pública municipal (figura 3) que avenidas.
circuló en las calles y fue recolectado en los Otros ejemplos de este lenguaje securi-
primeros días de julio de 2017, se puede tario en políticas electorales se encuentran
encontrar la persistencia de la forma que en los representantes del partido “1País”,
asocia simbólicamente la ciudad actual con con la propuesta de Sergio Massa y Mar-
aquel plano fundacional (Segura, 2015). garita Stolbizer de instalar 12 000 alarmas
Concurrentemente, se encuentra la presen- vecinales en la provincia de Buenos Aires
cia de mensajes e imágenes asociadas con como parte de su campaña (Veneranda,
el tema securitario, esta vez superpuestas 2017). Es también en la figura de Massa
territorios 39
Suelos securitarios 57
Figura 3. Ambas caras del folleto de propaganda de política
pública municipal “Hacer el futuro” (20 de julio de 2017)

Fuente: Folleto “Hacer el futuro. Nuevos centros de monitoreo barrial en plazas y parques” en la vía pública.

donde queda más clara la asociación inse- anunció el lanzamiento del sistema “Alerta
guridad/narcotráfico/intervención mili- Buenos Aires”, una app (aplicación móvil)
tar, que, de todos modos, ya constituye el con la que se pueden hacer denuncias al
mensaje oficial de las imágenes que hace 911 (Radio Provincia, 2017). En el mes
circular el Ministerio de Seguridad de la de julio, la gobernadora de Buenos Ai-
Nación en su canal de YouTube (Minis- res, María Eugenia Vidal, lanzó la app
terio de Seguridad de la Nación, 2017), “Seguridad Provincia” que permite hacer
que actualmente desarrolla un dispositivo denuncias, similar a las impulsadas por el
denominado “Barrios Seguros” (https:// Frente Renovador en el Partido de Tigre,
youtu.be/nEvhPXbFMsk ). Unos días des- por lo que participantes de este sector
territorios 39 pués, José Arteaga del Frente Renovador político manifestaron con agrado que el
58 Joaquín Vélez
pro / Cambiemos se inspire en las polí- privada (donde es frecuente la presencia 7
Según la investigación
coordinada por el Juez en lo
ticas securitarias que llevan adelante (La de policías retirados/as). A la vez, otra
Contencioso y Administra-
Política Online, 2017). Por otro lado, en solución intermedia entre lo público y tivo, Luis Federico Arias,
Los Hornos, adyacente a la zona suroeste privado, es el pago de una “comisión” a los registros oficiales fueron
del cuadrado, crearon una aplicación para las comisarías de la zona, donde los/as falsificados para adulterar
celulares llamada “Alerta La Plata”, im- policías fuera de sus horas de trabajo hacen los números, práctica que
también estaba sedimenta-
pulsada por Emmanuel Polo y la asamblea sus “horas extras” con diferentes cánones da en los modus operandi de
contra la inseguridad de Los Hornos. Un según se trate de la provincial o federal la policía y la morgue poli-
mismo suelo cultural permea buena parte (esta última con mayor prestigio). En al- cial cuando necesita borrar
de estos gestos de securización. gunos casos de poblaciones vulneradas, la las huellas de su accionar
(Rodríguez, 2016).
En La Plata existen diversas asambleas presencia de la gendarmería es bien vista
nucleadas en torno al problema securita- por no contar con los “vicios” de la policía
rio. Algunas de ellas preexistían o tuvie- para el control de los territorios, aunque
ron como capital organizativo previo las en el caso de La Plata no ha habido en los
asambleas de inundados que se produjeron últimos tiempos intervenciones directas
luego de una gran inundación en abril del de gendarmería —a excepción del caso de
2013, donde más de 100 personas perdie- las inundaciones mencionadas— como sí
ron su vida7 y miles se vieron severamente ha sido más frecuente en otras zonas del
afectadas con alturas de hasta 2 metros de conurbano bonaerense.
agua y barro dentro de sus casas. En rela-
ción con su actualización, con respecto al 3. Liga de barrios
problema securitario, que exista esta preo- por la seguridad de La Plata
cupación y proactividad marca una relativa
no-naturalización de este escenario ante un Volviendo sobre uno de los incipientes
Estado que no puede gestionar un umbral procesos de institucionalización que se
tolerable de riesgos para la vida urbana: las mapean y se siguen para esta investigación,
tasas de victimización en las principales se menciona brevemente de la “Liga de los
ciudades son altas, cercanas a un 30 % de barrios platenses por la Seguridad” que se
personas que dicen haber sido víctimas de formó en el primer cuatrimestre del 2017.
algún delito en el último año o en los últi- Su creación es producto de la confluencia
mos seis meses según las encuestas (Kessler, de diferentes asambleas y núcleos de veci-
2011). De todas maneras, las respuestas y nos y vecinas movilizados por “el problema
demandas más comunes por estos grupos, de la seguridad”. Bajo este acápite, que se
que logran hacerse un lugar en la agenda espera poder mantener como un signifi-
pública y la visibilidad mediática, suelen ser cante abierto y performativo, se conjugan
de mayor presencia policial, la instalación de principalmente robos y delitos contra la
dispositivos tecnológicos de empresas de propiedad que en ocasiones se asocian
seguridad o la contratación de seguridad con daños contra las personas (heridas, territorios 39
Suelos securitarios 59
8
La denominación nati- ­ omicidios, abusos) pero también incluyen
h van sedimentando y acumulando en el es-
va de local se conservará,
al trabajo sexual, narcotráfico y situaciones pacio urbano. Otra de las soluciones más
pero es importante señalar
que al crearse este cuerpo traumáticas de diversa índole. La mayoría difundidas es la instalación de alarmas/
de fuerzas de seguridad de los barrios representados pertenecen al luces controladas por quienes habitan un
durante el último gobier- casco fundacional. Bajo estas reuniones, sector delimitado y específico10.
no de Daniel Scioli en la el interés está en poder articular con dife- Por el momento, cabe decir que las
provincia de Buenos Aires
(2011-2015), las pujas con rentes agencias del Estado (Policía local8, formas asamblearias o de organización
las intendencias —princi- provincial, federal9, municipios, Goberna- vecinal de este tipo no han proliferado en
palmente del conurbano— ción provincial), a la vez que organizarse estas modalidades ni en sectores de ba-
las dispuso como parte del entre los y las participantes para decisiones rrios privados (donde la tercerización de
organigrama del Minis-
terio de Seguridad de la en torno al control, regulación y redes del la ­seguridad es uno de los servicios codi-
provincia de Buenos Aires espacio urbano habitado. ciados por quienes pueden acceder a ella)
por lo que responden a la Esta articulación ha posibilitado una ni por sectores de barrios más postergados
misma dirección que “la mayor visibilidad y presencia en la prensa (donde muchas veces la desconfianza prima
bonaerense”, como se cono-
ce en términos nativos a la —particularmente en los diarios El Día y hacia el interior de la zona habitada sin
policía provincial. Hoy, que son los que cuentan con mayor que el peligro esté depositado en un otro
9
En algunos casos, incluso tirada diaria— aunque las principales accio- exterior a construir11) al menos en los luga-
en relación con la inter- nes se han orientado a coordinar y sostener res y medios registrados hasta ahora en el
vención multiagencial que encuentros mensuales que no alcanzan ámbito platense. Sin embargo, en muchos
incluye presencia de Gen-
darmería y Prefectura en
una periodicidad persistente. De todas espacios urbanos también se desarrollan
los territorios, como en los formas, algunas de las diferentes asambleas otras formas menos institucionalizadas.
operativos Cinturón Sur y continúan con reuniones más periódicas A continuación, se relata parte de la ex-
Escudo Norte. y al menos en términos del imaginario, periencia de trabajo de campo etnográfico
10
Esto suele abarcar el es- el espacio existe como referencia, y como en curso en un contexto de asociación no
pacio de una “cuadra” o
“manzana” aunque a veces
capital organizacional en caso de necesitar institucionalizada.
el diseño, como en un caso ser movilizado o actualizado.
de Berisso, la disposición es Muchas de las decisiones que toman 4. ¿Riña de gallos? Devenires
en “H” tomando dos medias sus participantes (y no solo ellos/as), indi- y accesos al campo
manzanas.
vidual o colectivamente, son la instalación
11
En muchos casos de ba-
de rejas, inscripciones sobre las viviendas, Mis primeras notas de campo fueron ro-
rrios populares, la orga-
nización diaria del grupo carteles de alarmas, instalación de cáma- badas junto con una mochila, una noche a
familiar o doméstico gira ras —en muchos casos falsas o no moni- fines de diciembre del 201612. Era aproxi-
en torno a la necesidad de toreadas—, pinchos, alambres de púas, madamente la una de la mañana del sábado
asegurar que siempre haya
contratación de seguridad privada o pago y, acompañado por Paula13, de 27 años,
alguna persona en la vi-
vienda, de manera que no de servicios a las comisarías para protec- habíamos descendido de un auto que nos
⇒ ción, que suelen ser parte del repertorio dejó a unos cien metros de su casa; en la
de acciones. Aquellas que se traducen en mitad de dicho tramo fuimos intercepta-
territorios 39 cambios materiales y arquitectónicos se dos por dos personas en una motocicleta
60 Joaquín Vélez

de alta cilindrada que se aproximaba en salió. Sin llaves ni teléfono (el teléfono y quede “sola” y sea objeto de
hurtos o entraderas.
el sentido contrario de circulación por la llaves de Paula se encontraban en su car-
vereda (andén), mientras observábamos tera mientras que mi celular estaba en mi
12
En la escritura de estas
secciones se incorporará
sorprendidos cómo desde varios metros bolsillo y no me lo robaron pero estaba sin parte de las notas de cam-
antes nos apuntaban con una pistola se- batería) nos acercamos entonces hacia la po en un formato de cróni-
miautomática que parecía una 9mm. En casa de Paula, ubicada a unos 60 metros ca, intentando mantener el
la calle vacía de transeúntes, con árboles del lugar del robo. tono del registro etnográfico
en busca no tanto de refor-
de paraíso, poco iluminada y con autos El vecino contiguo a su casa, Toto, zar la autoridad del haber
estacionados a ambos lados de la calle, una salió inmediatamente cuando golpea- estado allí, como de señalar
zona de clase media residencial de pocos mos su ventana; luego salieron su mujer, las emociones, experiencias
edificios y algunas casas con ladrillo a la ­Miriam, y su hija menor, Micaela. Por fin y formas de transitar los
acontecimientos relatados.
vista, nos acorralaron entre la moto y la nos sentíamos acompañados/as. Él lla- 13
Los nombres reales de las
pared mientras nos amenazaban para que mó inmediatamente a la policía. Fue una personas, apodos de mensa-
les diéramos nuestras pertenencias (cartera suerte que llegara enseguida el hermano jería instantánea, números
y mochila). El hecho de tener sus cascos de Paula, Marcos, junto a una amiga que de teléfonos celulares, nú-
puestos nos imposibilitaba ver sus rostros. estaba de visita en la ciudad, por lo que meros de calles y del grupo
han sido modificados para
Cuando pedí tomar mis apuntes y alguna pudimos entrar a la casa con sus llaves. Yo no facilitar su identifica-
libreta, quien nos apuntaba abajo de la salí corriendo por las calles a través de las ción, aunque se conserva-
moto me dio un golpe en la cabeza con su cuales se habían dado a la fuga quienes nos rán los de las asambleas ya
arma para que desistiera y automáticamente asaltaron, en la búsqueda de que descar- instituidas que han buscado
tener visibilidad en los me-
se llevaron ambas pertenencias mientras taran documentos, libros y otros objetos dios y el de las empresas de
aceleraban con un sonido que quedó va- personales. Pero después de unas vueltas seguridad.
rios días en mi cabeza. En la esquina de sin encontrar indicio alguno, volví para
la calle, también detuvieron a un hombre la casa de Paula. Allí ya estaba un patru-
de unos 35 años para pedirle el teléfono llero policial, nos subimos a su vehículo
celular que llevaba en su mano y salieron con Toto (en pijamas y descalzo). Nos
otra vez, raudamente. encontramos con otro patrullero a unos
El momento fue bastante chocante doscientos metros y en la conversación
por la rapidez de toda la situación. Por una de las policías se quejaba de los robos,
suerte nos encontrábamos bien más allá afirmando “hay que matarlos a todos”, an-
del susto y el golpe no me hizo más que una te lo cual la interrumpí cortante, todavía
hinchazón y un pequeño corte que casi no un poco alterado por la situación previa,
sangró. Con la adrenalina de la situación manifestándole mi desacuerdo y alarma de
e intentando salir de la temporalidad del escuchar su afirmación punitivista.
acontecimiento disruptivo, pedimos ayuda Sin seguir demasiado la conversación,
en la casa que se encontraba próxima al continuamos circulando en las patrullas
lugar del robo. Aunque era posible ver y en un radio de menos de 3 cuadras, lo
escuchar que había personas dentro, nadie que me pareció algo sospechoso, como si territorios 39
Suelos securitarios 61
14
El hecho de que fuese cer- las personas se fuesen a quedar cerca de información y trabajos que no tenía subi-
cano a las fiestas de Navi-
allí pasados unos 20 minutos, en la calle, dos a “la nube”. Estas situaciones, entre
dad y Año Nuevo sugiere la
duda sobre estrategias que esperando que los encuentren. Más tar- otras, detonaron la creación de un grupo
tiene la policía a partir de de me enteraría de más robos ocurridos de WhatsApp, “Seguridad 63” (en alusión
la regulación de delito co- esa noche, algunos ocurridos a unos cien a la calle), en el que fuimos incluidos/as y
mo forma de negociación metros de la casa en la que vivía, por lo donde se empezaron a coordinar posibles
política (Rodríguez, 2014).
que no dejé de sospechar de una “noche reuniones.
15
Abreviatura de propie-
dad horizontal. Se utiliza liberada” en las que la policía da su venia
comúnmente para nombrar a ciertas personas que suelen reclutar p­ ara 4.1. Notas sobre el grupo
una cantidad de viviendas que i­ncursionen en delitos mientras se de WhatsApp
o departamentos en edifi- siembra el pánico moral (Saín, 2017).14
cios que en general no tie-
nen más de dos plantas en Mientras volvíamos caminando, Toto Una de las formas que encontró este grupo
altura y que comparten un relataba otras ocasiones en las que habían de vecinos/as para hacer frente a la cues-
pasillo interno para acce- sido robados/as; que habían entrado en su tión de la seguridad, fue la creación de un
der. Generalmente, son casa pero que por suerte a él y a su familia grupo de mensajería instantánea a fines
producto de remodelaciones
de casas más grandes que se
nunca los habían lastimado, solo llevado de 201616. A este grupo de WhatsApp fui
han subdividido, o antiguos pertenencias y algo de dinero, con el cual añadido por Toto el 30 de enero de 2017.
patios internos sobre los que nunca contaba en abundancia. Él trabaja El 5 de Febrero, después de una tormenta
se ha edificado. de mecánico y luego de la inundación de con fuertes vientos, una de las conversa-
16
Esta modalidad es repeti- abril del 2013 perdió casi todo en Tolosa, ciones refirió a la falta de señal de cable,
da en diversos lugares de la
ciudad entre personas que
mudándose al actual PH15 en el que vive. remarcando algunos/as la imprudencia
viven en un mismo edificio Trabaja en la calle por no tener taller ni de quienes cortaron ramas caídas sin per-
o zona de la ciudad. lugar donde guardar los autos que tiene miso municipal. Unos días más tardes se
que arreglar. Así, me comentó que una produjo una falta de suministro de agua
noche incluso encontró que estaban inten- corriente en varias zonas de la ciudad, y
tando robarle unos neumáticos de uno de esta zona se quedó sin este servicio, por
los autos fuera de su casa, a lo que resultó lo que se preguntaba en el grupo quiénes
que quien lo estaba haciendo trabajaba tenían agua y se establecían acuerdos de
de policía. forma de que aquellos/as que tuviesen
Un mes después, a fines de enero, cortado el servicio pudieran coordinar para
la puerta de entrada de la casa de Paula cargar bidones. Esto hizo que diera mayor
quedó mal cerrada y entraron durante la atención a los variados asuntos que eran
noche, pero solo atinaron a llevarse su no- considerados dentro de un marco de acción
tebook que había quedado sobre la mesa y dado por las inseguridades (Varela, 2005;
muy cerca de la puerta de entrada. Como Rodríguez, 2016).
dicha puerta estaba abierta, Toto llamó a Luego de unos días, Toto comentó
la policía y llegaron rápidamente dos ofi- que habían querido entrar a su casa du-
territorios 39 ciales. Paula también perdió mucha de su rante la noche, y que había hablado con
62 Joaquín Vélez
el comisario para que pasasen más asidua- tenían que poner dinero mensualmente y 17
Se mantendrá la ortogra-
fía original de los mensajes,
mente. Aclaraba también la necesidad de esto dificultó que las personas accedieran;
como los errores de tipeos pa-
“dejar todo serrado porque no hay luz de la no participación del comercio generó ra mantener inscripciones
mercurio”17. Luego, comenzaron a ha- algunas distancias (uno de los almaceneros propias de la materialidad
blar de una “colaboración” entre vecinas se fue a trabajar a un comercio de otra zona del registro que en ocasiones
y vecinos, en pos de juntar dinero para de la ciudad). Esto nos sirve de indicio para potencian el ruido y las am-
bigüedades de los mensajes.
que la policía efectivamente pasase con considerar que la seguridad y las tomas de 18
Referimos a la llamada
mayor frecuencia; también se concertó decisión respecto del espacio habitado en “causa de los sobres” que
una reunión para evaluar la posibilidad este asunto no siempre unen a los/as veci- tuvo un gran impacto me-
de poner dos cámaras de videovigilancia, nos/as y comerciantes, lo que evidencia lo diático y hasta el momen-
pero que no tuvo mucho éxito ya que se contingentes y heterogéneos que pueden to se encuentra en vías de
sustanciarse judicialmente.
concretó con pocas personas. Finalmente, resultar estos ensamblajes (Latour, 2013).
no se resolvió continuar con ninguna de Las siguientes conversaciones que
las estrategias que se esbozaron (carteles, tuvieron lugar en el grupo fueron sobre
cámaras, seguridad privada / arreglo con cortes de luz y cable. Un tiempo después,
la policía) pero sí se entablaron lazos con la circuló una imagen para la búsqueda de
comisaría y el nuevo comisario que asumió una joven, una modalidad que se hizo más
a principios del 2017, ya que el anterior común en los últimos dos años en el uso
había sido despedido, asociado, junto con de los grupos de WhatsApp en La Plata,
otros comisarios de la ciudad, con un ca- mostrándonos algunos indicios sobre las
so de corrupción y sobornos dentro de la formas diferenciadas en las que se transita
fuerza18. el miedo y la inseguridad según el sexo
En la esquina de la cuadra, a unos 15 o género y la edad. Media hora después
metros de la casa de Paula, hay un almacén avisaban que la chica ya había aparecido
que fue robado varias veces durante los en buenas condiciones y no circuló mayor
meses anteriores a la creación del grupo de información sobre ella.
mensajería. Una de las últimas ocasiones Unos 20 días más tarde, una vecina se
en que tuvo lugar el hecho delictivo, llamó refirió a la presencia de “dos hombres bien
en parte la atención de los vecinos/as no vestidos medio sospechosos en la puerta y
se hubiesen enterado por los almaceneros, el portón como queriendo abrir y que hasta
y se manifestó la no conformidad de estos sacaron una foto de la casa”. Toto afirmó:
en relación con instalar cámaras o contra- “donde vea algo raro llamo a la policía”.
tar alguien que vigile. Allí también tomé Otro vecino preguntó por qué la vecina
conocimiento de que hay presupuestos que los vio no llamó al 911 (línea telefó-
que varían según se contraten servicios nica para emergencias y denuncias), a lo
de la comisaría del barrio (provincial), de que contestaron que habían pensado que
la policía federal o un servicio privado. El eran de una inmobiliaria porque estaban
hecho es que todos/as los/as vecinos/as “bien vestidos”, lo que muestra algunos territorios 39
Suelos securitarios 63
19
Estas temáticas han sido de los estereotipos esperados para quienes a la noche y repartirla entre personas en
particularmente evidencia-
cometen estos delitos, más a asociados situación de calle, por lo que el medio sir-
das en los estudios anglosa-
jones sobre white collar cri- con varones jóvenes de sectores populares, vió para coordinar aportes y préstamos de
mes y la falta de visibilidad y ciertas “sorpresas” cuando esas figuras vecinos/as para esta tarea. Esto se continuó
de los delitos cometidos por resultan poco adecuadas para interpretar durante varios días, mostrando algunas de-
sectores de clases medias y desviaciones respecto de este constructo rivas impensadas del grupo “securitario”,
altas, manteniendo los ses-
gos clasistas, racistas y eta- sedimentado.19 que se articulaba con un devenir cercano
rios de la cuestión punitiva En la siguiente conversación, Miriam a la ayuda, el altruismo y lo humanitario.
(Rodríguez, 2014). narraba que les habían robado cosas de
adentro del auto que por las noches sue- Figura 4. Capturas de pantalla
len estacionar afuera de su casa, y pedía del grupo de WhatsApp Seguridad 63
que, como no se iban a encontrar en su
casa hasta más tarde, intentaran mirarla
durante el día.
Vamos delineando algunas de las for-
mas en que se organiza y se emplean las
redes entre los vecinos/as que participan
de la gestión de la seguridad y vemos esbo-
zadas algunas formas de cuidados mutuos,
ya que el canal de comunicación opera para
prevenir o alertar vecinos/as de activida-
des sospechosas y compartir estrategias
de resolución (llamar al 911, llamar a la
policía, “estar atentos todos”). La relativa
ubicuidad que se produce con el uso de
teléfonos celulares para poder compartir
en tiempo real información sobre el espa-
cio habitado, hace que esta red de datos
permita que las visibilidades de sus partici-
pantes encuentren un lugar de traducción
y puesta en común, donde hacen foco en
una forma de control emergente.
Un hecho que me resultó llamativo fue
que en los siguientes días, Toto (quien creó
y administra el grupo, resultando ser uno
de sus miembros más activos) y su familia,
compartieron que estaban organizándose
territorios 39 para realizar una comida caliente los viernes
64 Joaquín Vélez
Seguidamente, la conversación re- una de las caras territorialmente visibles
gistrada (figura 4) versó sobre la posible de las agencias estatales.
­instalación de cuatro cámaras sobre las que Unos días más tarde, en el grupo co-
Toto había oportunamente averiguado. mentaban (figura 5) que vecinos/as de
Estas tenían un valor de 4000 y 2500 pesos otro sector del barrio habían recientemente
argentinos de instalación, y la premura de instalado alarmas vecinales por la empresa
llevar la medida adelante había sido des- “Maniatec” con un costo de 12 000 pesos
encadenada en relación con que la noche
anterior a dicha conversación, habían que- Figura 5. Capturas de pantalla
rido “entrar al super del Tano” y habían del grupo de WhatsApp Seguridad 63
vuelto “los echos [sic] de inseguridad al
barrio”, proponiendo que al ser muchos/
as sería fácil “juntar la plata”, en referencia
al dinero necesario.
Inusitadamente, la respuesta fue
que en ese mismo momento en el que
intercambiaban los mensajes, acababan
­efectivamente de robar el almacén y ya es-
taba la policía en el lugar. Así, podemos evi-
denciar otra de las formas en las que opera
esta inmediatez de la comunicación y las
diferentes temporalidades que se superpo-
nen (toma de decisiones sobre instalación
de cámaras / acontecimiento inmediato
del robo) en la articulación de la mensajería
con estos suelos securitarios y diferentes for-
mas culturales del control (Garland, 2005;
Melossi, 2001; Caldeira, 2007).
Hubo más tarde ciertos comentarios
de vecinos/as acerca de que el robo esta-
ba relacionado con la negativa del Tano
de aportar una “comisión” a la comisa-
ría, por lo que habría sido una manera de
presionarlo para que aceptara ese arreglo,
aunque no pude confirmar esta versión con
él. De todas formas, esto muestra cierta
desconfianza y ambivalencia existente en
relación con la institución policial, como territorios 39
Suelos securitarios 65
argentinos (en ese momento, equivalente a WhatsApp y mensajería instantánea, ya
800 dólares) con los posibles números de que la responsabilidad que asumen los
teléfono de contacto. A su vez, las cáma- actores no tiene el factor de interpelación
ras que se proponían instalar podrían ser que tal vez adquiriría una asamblea pre-
­monitoreadas desde los teléfonos celulares sencial, como sí se están llevando adelante
de las personas vecinas o bien desde un en otras zonas como en el Barrio ­Norte,
sitio en Internet. Tolosa o El ­Mondongo, pero sobre las
Sin embargo, pasados algunos meses que todavía no he realizado un trabajo de
de esta propuesta, todavía no se habían campo presencial. Cabe resaltar en estos
concretado acciones en relación con la ins- casos, que un capital organizativo previo
talación de nuevos dispositivos. El grupo provenía de asambleas vecinales en torno
continúa en actividad y las conversaciones a la inundación de 2013 o bien en torno a
más comunes siguen refiriéndose a proble- clubes de barrio consagrados como lugares
mas en los servicios de agua, luz, televisión de encuentro, que han sido recurrente-
por cable o a mascotas perdidas. mente utilizados para las reuniones de las
­asambleas y para la “­Liga…”, mientras que
Epílogo la creación sui generis con base en medios
virtuales no termina siendo por el momen-
En estos movimientos se intenta introducir to tan eficiente para llevar adelante acciones
el problema de la (in)seguridad, tanto en sin una dinámica y confianza previamente
un marco más general en América Latina sedimentada (aunque sí a fin de comunicar
y sus desarrollos conceptuales, como en el eventos ocurridos), al menos en el caso
trabajo etnográfico en esta acotada zona mapeado en profundidad. Allí donde el
de La Plata y la manera en que se adop- disparador fue un acontecimiento disrup-
tan disposiciones y estrategias para ejercer tivo —como es el caso de la asamblea del
algún control sobre el espacio habitado, barrio El Mondongo, cuyo surgimiento se
construyendo ensamblajes que refuerzan vio motivado por el homicidio de un veci-
o disputan formas de gubernamentalidad. no— la toma de decisiones y ensamblajes
Aunque el Estado aparece en las políticas sí se produjeron con mayor prontitud y
públicas y propagandas, o en su faceta del resolución. De todas maneras, también
poder de policía, es muy relevante el papel constituye un desafío y reflexión pendiente
que cumplen las empresas privadas que en relación con cómo llevar adelante estos
brindan los servicios, como también las trabajos de campo multisituados que incor-
iniciativas de las personas que habitan el te- poren la participación de ámbitos virtuales
rritorio para gestionar su propia s­ eguridad. como los de la mensajería instantánea, tan
A la vez, se observan grandes difi- extendidos en los últimos años.
cultades para coordinar acciones por los Por otro lado, también se evidencia en
territorios 39 medios virtuales como la aplicación de un pequeño gesto algunas dificultades del
66 Joaquín Vélez
trabajo de campo en este contexto, como en el grupo de mensajería fue un peque- 20
Los días posteriores a es-
te robo, compartíamos con
la posición incómoda y paradojal de quien ño ejemplo. Quedan pendientes las fu-
Paula la sensación de que
investiga, incapaz de recurrir a discursos y turas derivas a mapear de las asambleas los ruidos similares al de la
moralidades prefabricadas tanto para com- y la “Liga…” como también las políticas motocicleta nos remitían a
prender como para actuar en estos casos que está llevando adelante el gobierno cierto temor y miedo, espe-
en los que uno/a mismo/a es objeto de del Partido “Cambiemos” que dirige el cialmente en lugares en los
que estábamos solos/as o de
algún hecho delictivo disruptivo, sin capa- estamento municipal, provincial y estatal noche.
cidades alternativas para la resolución de y las ­articulaciones con las empresas de
conflictos. Esto está ejemplificado durante seguridad privada. Aunque sea alimentar
el acontecimiento del robo, en la necesi- una esperanza, que a veces deviene una
dad de recurrir a una institución policial pasión triste, queda en el fondo y entre-
que tal vez fuese la misma que habilitó la líneas la apuesta de que estos movimien-
liberación de ciertas zonas para la comisión tos y giros nos permitan comprender un
de estos, como en el robo del almacén. A presente lleno de dificultades, en pos de
su vez muestra la distancia entre los datos un mundo donde quepan bienestares para
de las estadísticas —la poca proporción de todos y todas.
robos en Argentina que terminan en una
muerte— con el hecho de haber tenido la Referencias
experiencia de ser apuntado o amenazado
con un arma de fuego, quizá especialmente Caldeira T. (2007). Ciudad de Muros. Bar-
cuando se trata de la primera experiencia, celona: Gedisa.
como fue en nuestro caso. Esto aporta un De Certeau, M. (2000). La invención de lo
señalamiento para poder rastrear en futuros cotidiano I. México: iteso.
trabajos los relatos y narraciones sobre las Deleuze, G. (2005). Derrames. Entre el capi-
experiencias de victimización y cómo eso talismo y la esquizofrenia. Serie Clases.
produce modificaciones en el estar en la Buenos Aires: Editorial Cactus.
ciudad,20 aspectos que no son profunda- Douglas, M. (1994). Risk and blame. Essays
mente sopesados en estudios cuantitativos in cultural Theory. Londres: Routledge.
y encuestas de victimización, formando Frederic, S. (2004). Buenos vecinos, malos
parte de este gravitar de los anclajes cul- políticos. Moralidad y política en el Gran
turales que conforman estos suelos secu- Buenos Aires. Buenos Aires: Prometeo.
ritarios. Font, E. (1999). Transformaciones en el
También queda por ahondar la mas- gobierno de la seguridad: análisis ex-
culinización del paradigma securitario, ploratorio de conceptos y tendencias.
como la relativa inseguridad de los cuer- Su relevancia en Argentina. En M. Soz-
pos de las mujeres jóvenes que han ­sido zo (Ed.). Seguridad Urbana. Nuevos
­reiteradamente objeto de secuestros y des- problemas, nuevas perspectivas (pp. 89-
apariciones, de lo cual la foto que ­circuló 118). Santa Fe: unl. territorios 39
Suelos securitarios 67
Foucault, M. (2007). Seguridad territorio y Murard. Individuación, precariedad,
población. Buenos Aires: fce. inseguridad. ¿Desinstitucionalización
Garland, D. (2005). La cultura del control. del presente? (pp. 9-21). Buenos Aires:
Crimen y orden social en la sociedad con- Paidós.
temporánea. Buenos Aires: Gedisa. Kusch, R. (2007). Geocultura del hombre
Gorelik, E. (2008a). El romance del espacio americano. En Obras completas. Tomo
público, Alteridades, 18(36) 33-45. iii. Rosario: Editorial Fundación Ross.
Gorelik, E. (2008b) La aldea en la ciudad. LaPolíticaOnline (12 de julio de 2017). Vi-
Ecos de un debate antropológico. Re- dal presentó una app para denunciar
vista del Museo de Antropología, 1, 73- delitos y D’Onofrio dijo que se alegra
96. que les copien las ideas. LaPolíticaOn-
Grimson, A. (2009). Introducción: clasifi- line. Recuperado de: http://www.
caciones espaciales y territorialización lapoliticaonline.com/nota/106846-
de la política en Buenos Aires. En A. vidal-presento-una-app-para-denunciar-
Grimson, C. Ferraudi Curto & R. Se- delitos-y-donofrio-dijo-que-se-alegra-
gura (Comps.). La vida política en los que-les-copien-las-ideas
barrios populares de Buenos Aires (pp. Latour, B. (2008). Reensamblar lo social:
11-38). Buenos Aires: Prometeo. Una introducción a la teoría del actor-
Hannerz, U. (1986). La exploración de la red. Buenos Aires: Manantial.
ciudad. Hacia una antropología urba- Latour, B. (2013). Investigación sobre los
na. Buenos Aires: fce. modos de existencia. Una antropología
Kessler, G. (2006). Miedo al crimen: repre- de los modernos. Buenos Aires: Paidós.
sentaciones colectivas, comportamientos Lorenc V. F., Esteban, K., & Guevara, T.
individuales y acciones públicas. Ponen- (2012). El nuevo proletariado de la
cia en Coloquio “Violencias, Culturas vigilancia: los agentes de seguridad pri-
Institucionales y Sociabilidad”, Flacso, vada en Argentina. Trabajo y sociedad,
Buenos Aires. 19, 103-116.
Kessler, G. (2009). El sentimiento de inse- Malinowski, B. (1986). Crimen y costum-
guridad. Sociología del temor al delito. bre en la sociedad salvaje. Barcelona:
Buenos Aires: Siglo xxi. Planeta-Agostini.
Kessler, G. (2011). La extensión del sen- Marx, K. (1991). El capital. México D.F:
timiento de inseguridad en América Siglo xxi.
Latina. Relatos, acciones y políticas en Melossi, D. (2001). The Cultural Em-
el caso argentino. Revista de Sociología beddedness of Social Control: Reflec-
e política, 19(40), 103-114. tions on the Comparison of Italian and
Kessler G. & Merklen D. (2013). Una in- North-Ameirican Cultures Concerning
troducción cruzando el Atlántico. En Punishment. Theoretical Criminology,
territorios 39 R. Castel, G. Kessler, D. Merklen & N. 5, 403-424.
68 Joaquín Vélez
Ministerio de Seguridad de la Nación (2017). miedo (pp. 7-22). Caracas: Nueva So-
Visitamos el barrio Carlos Gardel, Mo- ciedad.
rón (Programa Barrios Seguros). Ca- Saín, M. (2017) Por qué preferimos no ver la
nal de Youtube (https://m.youtube. inseguridad (aunque digamos lo contra-
com/minseguridadar). Recuperado de rio). Bs. As.: Siglo xxi.
https://youtu.be/nEvhPXbFMsk. Segato, R. L. (2016). La guerra contra las
Monghin, O. (2006). La condición urbana. mujeres. Madrid: Traficantes de sueños.
La ciudad a la hora de la mundializa- Segura, R. (2006). Territorios del miedo
ción. Buenos Aires: Paidós. en el espacio urbano de la ciudad de
Radio Provincia (2017). En La Plata se lanzó La Plata: efectos y ambivalencias Ques-
la app “Alerta Buenos Aires” contra la tion 1-14.
inseguridad. Radio Provincia. Recu- Segura, R. (2009). Paisajes del miedo en la
perado de https://www.gba.gob.ar/ ciudad. Miedo y ciudadanía en el es-
radioprovincia/noticias/la_plata_se_ pacio urbano de la ciudad de La Plata.
lanz%C3%B3_%E2%80%9Calerta_bue- Cuaderno Urbano, 8(8), 59-91.
nos_aires%E2%80%9D_contra_la_in- Segura, R. (2015). Vivir afuera. Antropología
seguridad de la experiencia urbana. Buenos Aires:
Reguillo, R. (1999). La construcción sim- Unsam Edita.
bólica de la ciudad. Sociedad, desastre y Segura, R., & Chaves, M. (2015). Intro-
comunicación. México: iteso. ducción. Una antropología de prácticas
Reguillo, R. (2000). La construcción social juveniles en la ciudad. En M. Chaves &
del miedo. Narrativas y prácticas urba- R. Segura (eds.) Hacerse un lugar: cir-
nas. En S. Rotker, (Ed.), Ciudadanías cuitos y trayectorias juveniles en ámbitos
del miedo (pp. 185-202). Venezuela: urbanos. Buenos Aires: Biblos.
Nueva Sociedad. Sozzo, M. (2005). Policía, violencia, de-
Rivera, C. S. (2014). Mito y desarrollo en mocracia: ensayos sociológicos. Santa Fe:
Bolivia. El giro colonial del gobierno del UNL.
mas. La Paz: Piedra Rota/Plural. Sozzo, M. (2016). Postneoliberalismo y pe-
Rodríguez, A. E. (2014). Temor y control: la nalidad en América del Sur. [Libro di-
gestión de la inseguridad como forma de gital]. Buenos Aires: flacso.
gobierno. Buenos Aires: Futuro anterior. Shearing, C. (1995). Transforming the Cul-
Rodríguez, A. E. (2016). La máquina de la ture of Policing: Thoughts from South
inseguridad. Buenos Aires: Estructura Africa. Australian and New Zealand
mental a las estrellas. Journal of  Criminology, 28, 54-61
Rotker, S. (2000). Ciudades escritas por la (Special Supplementary Issue).
violencia. (A modo de introducción). Tiscornia, S., Elbaum, L., & Lekerman V.
En S. Rotker, (Ed.), Ciudadanías del (2004). Detenciones por averiguación
de identidad. Argumentos para la dis- territorios 39
Suelos securitarios 69
cusión sobre sus usos y abusos. En S. Veneranda, M. (21 de junio de 2017). Massa
Tiscornia (Comp.) Burocracias y vio- quiere instalar 12.000 alarmas barriales
lencia. Estudios de antropología jurídica como parte de la campaña bonaerense.
(pp. 125-158). Colección de Antropo- La Nación. Recuperado de: https://
logía Social; FFyL, UBA. Buenos Aires: www.lanacion.com.ar/2035689-
Antropofagia. massa-quiere-instalar-12000-alarmas-
Varela, C. (2005). ¿Qué significa estar segu- barriales-como-parte-de-la-campana-
ro? De delitos, miedos e inseguridades bonaerense
entre los adultos mayores. Cuadernos
de Antropología Social, 22, 153-171.

territorios 39
70 Joaquín Vélez

Anda mungkin juga menyukai