INTEGRANTES:
ALAMA CASTRO DELIA
ARRASCUE PEREZ NIXON
ARTEAGA ROJAS FIORELLA
FULLEDA LINARES JOHARY
YARLEQUE MENOR ARMANDO
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INTRODUCCION
El miedo es una experiencia muy común para los seres humanos y se trata, además,
de una experiencia que tiene un importante valor adaptativo para la supervivencia
de la especie. Normalmente cuando hablamos de miedo adaptativo nos referimos a
un conjunto de sensaciones que se ponen en marcha como respuesta normal ante
peligros reales (Marks, 1987). Sin embargo, cuando estas sensaciones se
experimentan en situaciones que no suponen una amenaza real, nos encontramos
ante un miedo que ya no es adaptativo.
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Exagerar la probabilidad de que ocurra lo que temes. Ej.: “si viajo en
coche es muy probable que tenga un accidente”. Averiguar cuál es la
probabilidad real de que eso ocurra.
Exagerar las consecuencias negativas que tendría si ocurre lo que temes.
Ej.: “si veo una cucaracha en la calle, no podría soportarlo”. Si te sueles
preocupar por cuestiones de este tipo, conviene que te acostumbres a decirte
a ti mismo “¿y qué?”.
Minimizar tu capacidad de hacer frente a lo que temes. Ej., “si me muerde un
perro me quedaría paralizado por el terror “. Si te ocurre esto, es mejor que
te concentres en pensar ¿cómo podría afrontarlo en caso de que ocurriese?
Ir en contra de la evidencia. Ej.: “si me quedo encerrado en un ascensor,
moriré asfixiado”. En casos similares a este, conviene buscar pruebas a favor
y en contra del pensamiento que te crea ansiedad.
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Se recomiendan, siempre que sea posible, las sesiones largas de
exposición: de 1 a 3 horas, ya que así se facilita que se reduzca la ansiedad antes
de abandonar la situación fóbica.
El último ítem de la jerarquía de exposición debe ser algo más difícil que el
comportamiento “normal”, ej., coger una cucaracha, estar un buen rato encerrado
en un armario pequeño, etc.
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Técnicas de control de la ansiedad: Las técnicas de control de la
ansiedad más utilizadas son la relajación, la respiración diafragmática lenta,
la distracción, y las auto instrucciones. Pueden ser útiles, sobre todo en las
primeras etapas del tratamiento.
Medicamentos
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2.3 Tensión muscular aplicada:
- Preparación:
Sentarte en un sillón cómodo y tensar los músculos del brazo, torso y piernas.
Mantener tensión durante 10-15 segundos, hasta que sientas sensación de calor en
la cabeza.
Soltar tensión y dejar que tu cuerpo vuelva a la normalidad durante 20-30 segundos.
Repetir 5 veces
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información del paciente sobre su trastorno y los trabajos que incluyen
componentes atribuciones en la terapia. En ambos casos se trata de presentar al
paciente el máximo de información relevante referida al estímulo fóbico. En la fobia
a viajar en avión, por ejemplo, se trata de informar al paciente de distintos aspectos
aeronáuticos (¿por qué vuela un avión?, factores que afectan a un vuelo, etc.) y de
las medidas de seguridad de que dispone el transporte aéreo en la actualidad.
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recuperar el control. Si, además, podemos ayudar a que esa ansiedad se
reduzca mediante el uso de técnicas de relajación, el ejercicio no será tan traumático
y la ansiedad se reducirá en menos tiempo.
Hay veces en las que el uso de esta terapia no será posible, ya sea por razones
físicas (no puedes someter a una persona a una tormenta con relámpagos a tu
voluntad), éticas (no puedes introducir a una persona aracnofóbica en una
habitación llena de arañas) o médicas (no puedes hacer que alguien con fobia a las
enfermedades se ponga a recoger jeringuillas usadas).
Si la persona está intentando superar la fobia por sí sola, le resultará muy difícil no
huir de la situación cuando su ansiedad llegue a niveles altos. Si escapa de la
situación antes de que la ansiedad se haya reducido, estará reforzando de nuevo
su fobia.
Por estas razones, se recomienda que esta técnica se practique contando con la
supervisión de un profesional que valore en qué momento la persona está
preparada para someterse a cada situación, le acompañe y refuerce sus esfuerzos.
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2.6 Tratamiento biológico
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CONCLUSIONES
Los estímulos o las situaciones fóbicas pueden ser muy variadas, pero en la
actualidad se reconocen tres grandes agrupaciones: fobia a los animales, fobia a la
sangre-heridas y fobia situacional. Además de éstas, el DSM-IV incluye la fobia al
entorno natural y deja una última categoría destinada a recoger fobias específicas
no categorizables en las cuatro anteriores.
LINCOGRAFIA
https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/specific-
phobias/diagnosis-treatment/drc-20355162
https://www.cop.es/colegiados/PV00520/fobias2.pdf
http://diposit.ub.edu/dspace/bitstream/2445/360/1/113.pdf
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