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Fotografía como herramienta social.

Profesora. Lic. Andrea Chame.

Clase 2
Contenidos
En esta clase, trabajaremos sobre la relación entre la fotografía y la realidad. Hoy profundizaremos
en la relación que la fotografía establece con la realidad. abordando los diferentes paradigmas que
han formado el pensamiento y el debate en diferentes momentos. Las conceptualizaciones teóricas
han ido cambiando a través del tiempo, pero el debate en si mismo sigue permaneciendo hasta la
actualidad, por eso este tema es relevante, porque es constitutivo de la práctica misma de
fotografiar, considerando que una fotografía siempre emana de un referente que la hace existir.
Exploraremos entonces las diferentes miradas sobre este aspecto proponiendo una visión actual
que nos permita pensarnos a nosotros mismos como hacedores de fotografías.

Desarrollo
La clase de hoy partirá de un recorrido histórico que nos permitirá comprender como esta relación
entre imagen y realidad no ha sido considerada siempre de la misma forma, por el contrario ha sido
una visión dinámica que se ha ido transformando según los tiempos y en relación al contexto social,
cultural y artístico del cual la fotografía es parte.

Material Bibliográfico
Esta clase es una elaboración basada en los autores que se referencian y en los análisis y
experiencia de años de formación.

Dubois, Philippe. (1994) El Acto Fotográfico. Paidós Comunicación. Barcelona

Villafañe Justo. (1985) Introducción a la teoría de la imagen. Pirámide.

Links: Complementarios Optativos


Nota en Suplemento Radar, Pagina 12.Fotografia/ El Click según Susan Sontag

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/radar/9-2782-2006-01-29.html

Nota Diario El Pais. La Turbadora humanidad de Diane Arbus

http://elpais.com/diario/2006/02/15/cultura/1139958001_850215.html

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Material Visual
Henry Peach Robinson

Peter Henry Emerson

Oscar Rejlander

Alfred Stieglitz

Diane Arbus

Actividad/Trabajo Práctico
Sera indicado durante la Tutoría

Comencemos entonces…

La relación entre la realidad y la imagen fotográfica es tan antigua como la fotografía misma.

El debate actual ha tomado un giro en relación a los anteriores, pero para comprenderlo tenemos
que hacer un recorrido histórico. Desarrollaremos 3 grandes momentos que corresponden a
épocas históricas diferentes y tendencias distintas, que han ido cambiando en relación al contexto
mismo en que fueron producidos.

1- La fotografía como espejo delo real.


Discurso de la mimesis.

2- La fotografía como transformación de lo real.


Discurso del código y de la deconstrucción.

3- La fotografía como huella de lo real.


Discurso del índex y la referencia

La fotografía como espejo de lo real


Este es el primer discurso, surge en el SXIX. El nacimiento de la práctica fotográfica, se vio
acompañada de discursos, ya sea a favor o en contra, la fotografía es considerada una “imitación”,
la más perfecta de la realidad. Esta capacidad, la obtiene de su misma naturaleza técnica y

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mecánica que permite hacer aparecer una imagen de forma automática, objetiva, natural, sin que
intervenga la mano del artista.

Esta divergencia es la que va a marcar a este discurso, la fotografía enfrentada y como menor ante
la pintura, veamos lo que dice Charles Baudelaire al respecto:

“En materia de pintura y estatuaria el credo de la gente de mundo, sobre todo en Francia
es este: Creo que el arte es, y no puede ser otra cosa que la reproducción exacta de la
naturaleza…Así la actividad que nos proporcionara un resultado idéntico a la naturaleza
seria el arte absoluto. Un Dios vengador ha satisfecho los deseos de esta multitud.
Daguerre fue su Mesías, Y entonces ella se dice: Puesto que la fotografía nos da todas las
garantías deseables de exactitud (y se lo creen los insensatos!) el arte es la fotografía. A
partir de ese momento, la sociedad inmunda se precipito, como un único Narciso, para
contemplar su imagen trivial sobre el metal. Una locura, un fanatismo extraordinario se
apodero de todos esos nuevos adoradores del sol”

(En Dubois.p:22)

Esta cita nos desconcierta y hasta provoca risa, pero para comprender lo que sucede tenemos que
ubicarnos en el contexto de la época. Todo el SXIX: se encuentra marcado por el Movimiento
Romántico, los artistas reaccionan ante el poder creciente de la industria técnica en el arte, están
en contra del alejamiento entre creación y creador.

Baudelaire va entender a la fotografía, como un instrumento que permite tener una memoria
documental de lo real, y el arte como pura creación imaginaria. Es decir, los Románticos están
reaccionando contra toda mecanización del arte, y la fotografía es precisamente dependiente de lo
mecánico y lo técnico. Esta dentro de la ideología estética de su época: la fotografía es , una
ayudante. Además se sostiene por una concepción del arte como finalidad sin fin, sin función social,
por el contrario, el arte permite escapar de lo real, por eso, es imposible, desde esta perspectiva,
una práctica que sea documental y artística a la vez.

Otros discursos más optimistas, proclaman la liberación del arte por la fotografía, ya que la pintura
se libera de la representación histórica y también del retrato, que pasan a ser objeto de la
fotografía.

En este panorama, la fotografía es la que se ocupará de lo documental, lo referencial, lo concreto.


La pintura, en cambio, se ocupará de la investigación formal, del arte, de lo imaginario. Todo esto
tiene una explicación,. Hoy nos parecen concepciones muy alejadas, sabemos que no es así, pero,
en este momento histórico se sostienen por las concepciones de la época.

En este SXIX. al que nos estamos refiriendo, la fotografía es documental, referencial, es decir, es un
espejo de la realidad, ya que es considerada la realidad misma, esto ocurre porque la fotografía
tiene credibilidad absoluta en la objetividad, (hoy sabemos, que la objetividad en fotografía no

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existe), pero esa credibilidad es el resultado de la neutralidad de un aparato. Es la cámara
fotográfica la que realiza el registro, es puramente mecánica y técnica, por eso es objetiva, este
período no considera al fotógrafo como autor que toma decisiones con intenciones, y por eso es
referencia directa de la realidad, porque el aparato registra de manera objetiva por su
funcionamiento mismo que es técnico y mecánico. De esta manera, también, es que se plantea
esta división tan tajante con la pintura, ya que a ésta se le reserva, por oposición, el lugar de la
subjetividad, de la imaginación, porque precisamente, depende de la sensibilidad del artista.

A fines del SXIX, algunos fotógrafos, se opusieron a ésta concepción de la fotografía, su intención
era jerarquizarla y llevarla al mismo status de la pintura, querían que la fotografía fuera
considerada “arte”, el resultado fue el Pictorialismo. Proponían una simple inversión, tratar a una
foto como a una pintura, el retrato toma todos los detalles en el estudio del retrato pictórico,
poses, fondos, objetos, los negativos se retocan, se pintan, “embelleciendo” a la foto. El resultado
es una imagen tan intervenida que la fotografía se aleja cada vez más de ella misma, de su
procedimiento y finalmente no hace otra cosa más que demostrar negativamente la omnipotencia
de las concepciones reinantes.

Henry Peach Robinson

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Peter Henry Emerson

Oscar Gustav Rejlander

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Serán los inicios del SXX. Los que resolverán esta controversia. En el año 1902 el fotógrafo Alfred
Stieglitz será quien propondrá la Fotografía Pura, es decir, la fotografía vuelve a sus orígenes y se
libra de todo artificio, por eso “pura”, aquí se iniciara un nuevo recorrido conceptual para la
imagen fotográfica y este gran fotógrafo, además creará una revista donde participaran todos los
artistas de la época Camera Work.

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Alfred Stieglitz

La fotografía como transformación de lo real.


En el SXX. Entonces, cambiara radicalmente la concepción anterior. Se insiste en la transformación
de lo real por la fotografía. Este discurso se extiende a varias áreas:

a) Textos de la teoría de la imagen que se inspiran en la psicología de la percepción.


b) Estudios de carácter ideológico como los que se harán a través de la mítica revista de cine
Cahiers du Cinema.

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c) Discursos que se refieren a la utilización antropológica de la fotografía y que la analizan
como códigos de lectura.
d) Desplazamiento de la noción de realismo por la de verdad interior.

Veamos un poco a que se refieren cada uno de estos discursos.

Rudolph Arnheim, va a proponer una enumeración sintética de las diferencias que la imagen
presenta con lo real. La fotografía ofrece una imagen determinada por el ángulo de toma, por su
distancia respecto del objeto, por el encuadre seleccionado. Además reduce la tridimensionalidad
de un objeto a una imagen bidimensional y todo el campo de variaciones cromáticas y de
contraste. Finalmente, aísla un punto preciso del tiempo y del espacio y es puramente visual, con
exclusión de otra sensación.

Los teóricos de la percepción visual se preguntan cómo podría ser objetiva la fotografía ante todas
estas enumeraciones? Definitivamente, se vuelve imposible.

Más comprometidos y más radicales son los análisis de carácter más o menos ideológicos, que
discutirán la pretendida neutralidad de la cámara oscura y la pseudo objetividad de la imagen
fotográfica.

Pierre Bourdieu, dirá que la caja oscura no es un agente reproductor neutro, sino una máquina que
produce efectos deliberados y es un asunto de “convención” y por eso es una interpretación de lo
real.

Declaraciones hechas por antropólogos muestran que la clasificación de los mensajes fotográficos
esta culturalmente determinada, es decir, que cada espectador la entiende porque tiene
aprendidos los códigos que le permiten leerla.

De ahora en más, se negara la posibilidad de ser simplemente un espejo transparente del mundo,
ya que no revela la “verdad” empírica, la fotografía es reveladora de una verdad interior.

Por ejemplo, la fotógrafa Diane Arbus, Hace posar deliberadamente a sus modelos y los lleva a
“revelar” su verdad autentica, es la antítesis de la foto tomada en vivo, la imagen es convocada y
construida a través de la pose

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La fotografía como huella de la realidad
Los dos tipos de concepción consideradas hasta aquí tienen en común el hecho de que toman a la
imagen como portadora de un valor absoluto, ya sea por semejanza o sea por convención.

Si retomamos nuestra clase anterior, Peirce llamaría a esto “orden icónico”, a la representación por
semejanza y “orden simbólico” a la representación por convención. Este tercer discurso,
correspondería entonces al “orden del índex”, representación por contigüidad física del signo con
su referente. Y esta se diferencia de las anteriores porque está dotada de un valor particular, ya
que está determinada únicamente por su referente y por este es huella de una realidad.

Podemos comprender esto gracias a la contextualización teórica que realizamos en la clase 3 y por
el recorrido histórico de los diferentes pensamientos que establecimos al inicio de esta clase.

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La fotografía está emparentada con la categoría de signo, por ejemplo, el humo es un indicio de
que hubo fuego, una sombra de una presencia, una cicatriz es marca de una herida.

Todos estos signos tienen la característica de ser afectados verdaderamente por el objeto, de
mantener con él una “conexión física”.

En este sentido, podemos diferenciar de los iconos, que se definen por relación de semejanza y de
los símbolos que se definen por convención general. La imagen indicial, en cambio, remite a un
referente que la ha causado y del que es un resultado físico y químico.

La fotografía funciona como testimonio, atestigua la existencia, pero no el sentido, de una realidad,
no tiene significación en si misma, el sentido es exterior a ella, la foto índex afirma ante nuestros
ojos la existencia de aquello que representa, pero no nos dice que quiere decir tal cosa.

La fotografía es entonces y ante todo índex, y a continuación puede llegar a ser semejanza (icono) y
adquirir sentido (símbolo).

Los análisis más interesantes resultan ser los de Charles Peirce. Su punto de partida es la naturaleza
técnica del procedimiento fotográfico: la huella luminosa.

El principio de la huella, solo marca un momento del proceso fotográfico. Antes y después hay
gestos absolutamente culturales, codificados, que dependen por completo de decisiones humanas.

Antes: elección del tema, tipo de cámara, tiempo de exposición, ángulo de visión, enfoque, etc.,
todo lo que prepara y culmina en la decisión del disparo.

Después, todas las elecciones y decisiones que se toman en el laboratorio, copiado, circulación.

Es por esto, que solo en el instante de la exposición propiamente dicha, la fotografía puede
considerarse un puro-acto-huella (un mensaje sin código). Ahí, pero solo ahí, el hombre no
interviene. Es un instante de olvido de los códigos, un instante casi puro, que solo durará una
fracción de segundo y luego, si, será retomado por los códigos.

Nada mas por hoy, los esperamos en el Foro de Tutoría

P á g i n a 10

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